jueves, 18 de enero de 2024

Cuál es el origen del infierno cristiano (y cómo es su versión en otras religiones)

Diablo en medio de las llamas

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"Es por mí que se va a la ciudad del llanto, es por mí que se va al dolor eterno y al lugar donde sufre la raza condenada, yo fui creado por el poder divino, la suprema sabiduría y el primer amor, y no hubo nada que existiera antes que yo, abandona la esperanza si entras aquí".

Esta inscripción se encuentra en la parte alta de la puerta que da entrada al infierno de acuerdo al relato imaginario de Dante Alighieri en su obra cumbre, "Divina Comedia".

Y es que el relato del famoso poeta italiano hacia finales del siglo XV es la expresión culmen del concepto cristiano de que el infierno era un lugar horrible donde se castiga de manera severa a los pecadores.

Lo más curioso es que en la Biblia el infierno, como lugar de castigo y tortura, es apenas mencionado.

En cambio, el concepto del infierno tal y como lo conocemos es una combinación de distintas tradiciones y leyendas que van desde la visión del más allá que tenían los egipcios, a la concepción del Hades de los griegos e incluso los mitos fundacionales de los babilónicos.

“El infierno como lugar lleno de fuego y demonios que castigan a los pecadores es un concepto exclusivo de la tradición judeocristiana, pero se forma a partir de la sistematización de relatos e ideas que surgieron en lo que conocemos como el Creciente fértil”, le dijo a BBC Mundo Juan David Tobón Cano, historiador y teólogo de la Universidad San Buenaventura de Colombia.

Para Tobón el infierno es un concepto que se identifica también en otras religiones o culturas, pero con interpretaciones muy distintas a la que se conoce en el Occidente cristiano.

“Para los muiscas, por ejemplo, que vivieron en Colombia, el inframundo era un lugar bello, de hecho lo describen como un lugar 'tan verde como el color de las esmeraldas’”, explica el teólogo.

Por supuesto, el concepto del infierno se ha ido modificando a través de los años y sigue reescribiéndose.

Tanto que uno de los ejercicios de reflexión del actual papa Francisco, cabeza de la Iglesia Católica, ha sido la revisión teológica de esa noción.
 
Nubes amarillas y negras

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Nubes amarillas y negras.

El sheol es para los judíos es un lugar donde van las personas después de muertas. Pero no se específica si hay castigo o sufrimiento.

“Lo cierto es que las almas no son castigadas. Aquellos que se arrepienten obtienen el perdón de Dios y van a las filas de quienes lo contemplan (a Dios)", dijo Francisco en 2018 en diálogo con el periodista Eugenio Scalfari.

Y añadió: “Pero aquellos que no se arrepienten y no pueden ser perdonados, desaparecen. No existe el infierno, sino la desaparición de las almas pecaminosas".

Sin embargo, el Vaticano señaló que el sumo pontífice había sido “mal citado” por el periodista y no eran las palabras precisas que había utilizado.

Una construcción de milenios
“La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno, ‘el fuego eterno’".

De este modo define el Catecismo de la Iglesia Católica al infierno.

Pero, ¿cómo se llega a la idea del lugar donde se sufre el “fuego eterno”?

Para Tobón, la idea del infierno se origina cuando el ser humano comienza a experimentar el mundo que habita y no puede explicar el caos.

“En la observación del Universo comenzaron a encontrarse fenómenos que eran comprensibles -tormentas, terremotos, etcétera- y a eso comenzaron a vincularlo con el inframundo”, señala Tobón.

Todas esas ideas terminan en una combinación de creencias en el más allá dentro de las civilizaciones egipcia y mesopotámica, que adoptan los primeros hebreos
 
Hades griego.

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Hades griego. 

El hades o el inframundo para los griegos era el lugar donde iban las almas tras morir.

“En las primeras versiones de la Biblia hebrea esos conceptos de un lugar donde van los muertos tiene un nombre: Sheol. Pero es un lugar donde van los muertos, no pasa nada más”, le explica a BBC Mundo Sean McDonough, profesor del Nuevo Testamento del Instituto Teológico Gordon-Conwell, en Massachusetts, Estados Unidos.

McDonough anota que a este concepto se une otra idea: la espacio del Gehena. Y una importante partición.

“Poco a poco el concepto absoluto del Sheol va cambiando. De ser un lugar para los muertos, pasó a ser considerado un lugar temporal”, dice el académico.

Y añade: “Tras un tiempo allí, los muertos que hubieran sido justos y cumplidores de la ley iban a la presencia de Dios, mientras que los no cumplidores de la ley iban a un lugar lleno de fuego purificador, conocido como Gehena”,

Este punto resulta clave para explicar cómo se originan las diferencias respecto a las otras percepciones sobre el inframundo y el más allá.

“Una de las grandes diferencias del judaísmo con las otras religiones es que dicen que Dios hace una alianza con ellos y la hace a través de una ley, que son los 10 mandamientos”, explica Tobón.

Y esto entraña dos consecuencias: “Crea el concepto de premio y castigo ‘divino’. Los que cumplen la ley serán recompensados y los que no, castigados. Algo que no era tan evidente en otras culturas”.

Para McDonough, el personaje que hace más énfasis en el infierno como lugar de castigo es el propio Jesús, que en un par de ocasiones menciona del Gehena.

“Jesús también hace mención del ‘horno ardiendo’ donde los malvados sufrirán tristeza y desesperación y donde habrá ‘llanto y crujir de dientes’”, señala McDonough.

Diablo

Diablo

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Los demonios están presentes en el relato del infierno.

“Esas palabras serán fundacionales para el concepto del infierno que veremos en el Medioevo y que llegará hasta nuestros días”.

Dante, el infierno total
Los expertos son claros en que la palabra latina “infierno” comienza a aparecer en las primeras traducciones del hebreo y el griego al latín, donde se utiliza para reemplazar términos como Sheol y Hades, que son clara referencia al inframundo.

Tobón aclara que los primeros cristianos comienzan a involucrar el pensamiento griego en la nueva religión que iba surgiendo.

“Un elemento que incorporan es el concepto platónico de que el ser humano se compone de cuerpo y alma y esto será el principio de que las almas tienen que ir a algún lugar tras la muerte”, dice.

Entonces comienza una discusión teológica en la que, hacia el siglo VI, se afianza la idea de que el infierno es un lugar donde las almas que no se arrepintieron sufren el castigo por toda la eternidad.

“Hay que dejar claro que para los teólogos el principal castigo es no estar ante la presencia de Dios, lo del fuego y la tortura es algo más simbólico”, señala McDonough.

Y esa visión de un lugar lleno de horrores termina universalizándose cuando el poeta italiano Dante Alighieri publica en el siglo XIV su “Comedia”.

“No es que Dante defina cómo es el infierno, sino que reúne de una forma magistral todos los conceptos que había en ese tiempo sobre este lugar y digamos que establece un lugar común: un sitio donde se sufre eternamente”, señala Tobón.

Con el tiempo, y a raíz de la reacción de los fieles y de la influencia de distintas corrientes teológicas, la definición del infierno se ha transformado.

“La idea actual es que es estar alejado de Dios, de no contar con la presencia de Dios, más que un lugar de castigo eterno y de sufrimiento”, anota.

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Infierno

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El infierno que fue retratado por Dante en la Divina Comedia reunió las visiones medievales que había sobre este concepto.

En otras religiones
Para los académicos las versiones del inframundo en otras religiones y culturas están más relacionadas con un lugar donde reposan las almas, más que un sitio de castigo.

Por ejemplo, en el budismo hay un lugar conocido como el Naraka -es uno de los seis reinos del samsara que son los estados del alma tras la partida terrenal- es considerado el inframundo, un lugar de tormento.

Pero no son lugares definitivos, es un espacio transitorio.

En el islam, el Corán señala un “lugar de fuego” en distintas ocasiones y está la tradición de que las almas infieles irán al Yahannam, que es como se conoce el infierno.

Cenote en México

Cenote en México

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Los cenotes, enormes pozos que existen en México, eran considerados los lugares de entrada al inframundo maya.

“Por lo general las culturas en Occidente han adquirido esta idea de lugar de castigo donde habita el demonio, pero hay otras versiones Los egipcios, los aztecas, los muiscas tenían otras concepciones”, señala Tobón.

Pone el ejemplo del Xibalbá, el inframundo maya al que se llega a través de unos pozos enormes de agua conocidos como cenotes.

“Es el inframundo, donde hay tormento, pero no es un castigo por cinumplir con la ley de un dios, es el lugar al que van todos los hombres después de la muerte”, explica. 

miércoles, 17 de enero de 2024

Por qué hay gente que aún cree que la Tierra es plana

La Salida de la Tierra, tomada por el astronauta William Anders el 24 de diciembre de 1968, durante la misión de Apollo 8.

La "Salida de la Tierra", tomada por el astronauta William Anders el 24 de diciembre de 1968, durante la misión de Apollo 8.

Se le ha llamado "la reina de las teorías de conspiración". Sólo que ambas partes de este debate se acusan de ser precisamente eso: una teoría de la conspiración.

Para ser justos, el peso de la balanza se inclina aplastantemente en contra de los que creen que la Tierra es plana.

Además de todo el acervo de pruebas científicas de larga data, hay muestras gráficas.

Por ejemplo, la foto que se conoce como "Earthrise" o "Salida de la Tierra", en la aparece nuestro azul planeta claramente globular, ya cumplió 50 años. Y esta es sólo una de las tantas imágenes enviadas por satélites desde entonces.

Entonces, ¿cómo puede ser que en el siglo XXI existan personas que genuinamente piensan que nuestro planeta no es redondo?

'Lo seguiré hasta los extremos de la Tierra', sollozó. ' Sí querida. Pero la Tierra no tiene extremos. Colón se ocupó de eso"

¿Cómo es?
Efectivamente, hay creyentes que desafían la teoría dominante.

Estas personas son discriminadas, le dijo hace un tiempo a la BBC John Davis, experto en informática y teórico de la Tierra plana.

"Muchos utilizan el término 'flat-earther' (terraplanista) con connotaciones que implican fe ciega, ignorancia y hasta antiintelectualismo".

Davis se empezó a interesar en esta teoría cuando se topó con unos escritos de la Flat Earth Society (Sociedad de la Tierra Plana).

El misterioso “monolito” avistado en una de las lunas de Marte

"Empecé a darme cuenta de cuánto aceptamos sin cuestionar, a pesar de que vaya en contra del sentido común", señaló.

Ahora, está convencido de que "la Tierra es plana, horizontalmente infinita y tiene al menos 9.000 kilómetros de profundidad".


De "La Atmósfera" de Camille Flammarion, de 1873, muestra a un peregrino observando la mecánica celestial.

La idea del planeta que tiene James McIntyre, de la Flat Earth Society, es sutilmente distinta.

"La Tierra es, más o menos, un disco de 24.900 millas de diámetro", declara. "Obviamente no es perfectamente plana, debido a los fenómenos geológicos como valles y montañas".

Fotos y barcos
¿Cómo se explican los terraplanistas las fotos de la Tierra desde el espacio?

"Las agencias espaciales del mundo están involucradas en una conspiración internacional para engañar al público en pos de vastas ganancias", asegura McIntyre.

"Las fotos son falsas", señala Davis.

¿Y qué del hecho de que nadie se ha caído jamás al llegar al borde de ese disco que es el mundo?

"Una examen somero del mapa de la Tierra plana explica la razón: el Polo Norte está en el centro y Antártica en el borde de toda la circunferencia de la Tierra. La circunnavegación es viajar en un círculo muy ancho por la superficie de la Tierra", explica McIntyre.

La misteriosa "luna" que nos ha acompañado durante un siglo sin que nos diéramos cuenta




Mapa de la Tierra Plana

Si viajas alrededor del mundo cerca de la gruesa línea blanca -Antártica- le darás la vuelta al mundo sin caerte, según McIntyre.

Ni tan nueva ni tan vieja
Christine Garwood, autora de "Tierra Plana: la historia de una idea infame" afirma que es "una falacia de la historia" que todos desde la Antigüedad hasta el Oscurantismo creían que la Tierra era plana y que únicamente se desengañaron de esa "idea loca" cuando Cristóbal Colón logró llegar a América "sin caerse en el filo del mundo".

"Con extraordinarias pocas excepciones, ninguna persona educada eh la historia de la civilización occidental desde el siglo III en adelante creía que la Tierra era plana", afirmó en 1997 el historiador Jeffrey Burton Russell.

Por su parte, el eminente científico Stephen Jay Gould escribió en el mismo año que "nunca hubo un período de 'oscurantismo de Tierra plana' entre los eruditos. El conocimiento griego de la esfericidad nunca desapareció y todos los estudiosos medievales aceptaban la redondez de la Tierra como un hecho establecido de cosmología".

El cambio se dio en el siglo XIX.

La Iglesia dice que la Tierra es plana, pero yo sé que es redonda, porque vi su sombra en la Luna. Y tengo más fe en una sombra que en la Iglesia"

Fernando de Magallanes (148-1521)

Escépticos

Con el ascenso del racionalismo científico, que parecía minar la autoridad de la Biblia, algunos pensadores cristianos decidieron lanzar un ataque contra la ciencia establecida.

Un inventor inglés llamado Samuel Birley Rowbotham (1816-1884) asumió el pseudónimo de "Parallax" y fundó la nueva escuela de "Astronomía Zetetica" (que significa "escéptico", del griego antiguo zētētikós, "inquisitivo").

Rowbotham recorrió Inglaterra argumentando que la Tierra era un disco estacionario y el Sol estaba a sólo 400 millas de distancia.

En 1870, el holandés John Hampen, famoso por encabezar polémicas, escribió acerca de la Tierra plana y describió al científico Isaac Newton -autor de la teoría de la gravedad- como "un borracho o un demente".

Las ideas de Hampden como las de muchos terraplanistas se basaban en la religión: muchas de las pruebas de su teoría provenían de las Sagradas Escrituras.

La ciencia y la religión quedaron enfrentadas.



Globo Terráqueo

Desde hace miles de años los eruditos sabían que vivíamos en un globo.

Más escépticos
Sin embargo la anterior es una versión de la historia.

Según el historiador Russell, todo empezó cuando escritores con prejuicios antirreligiosos del siglo XIX reescribieron la historia, tergiversándola de manera que los padres de la Iglesia y sus sucesores medievales parecieran creer que la Tierra era plana.

Los misteriosos rayos X que emite Plutón y desvelan a los científicos Apenas "de dos a cinco Papas tempranos negaban la esfericidad de la Tierra", asegura.




Imágenes de la Tierra a todo color y en alta calidad como esta tomada desde la Estación Espacial Internacional son comunes hoy en día, pero no hace 50 años. "La razón para promover tanto la mentira sobre la esfericidad de la Tierra y la mentira general de que la religión y la ciencia están en un conflicto eterno y natural en la sociedad Occidental es para defender al darwinismo", opinó.



Un mapa de la Tierra plana del siglo XX.

"La mentira de la Tierra plana era munición contra los creacionistas. El argumento era simple y poderoso, aunque no elegante: 'Miren cuán estúpidos son estos cristianos. Esos que niegan la evolución son los mismos que por al menos mil años han negado que la Tierra sea redonda".

Entonces, ¿los religiosos construyeron la teoría de la Tierra plana para desafiar a la ciencia o los darwinistas se inventaron que los creacionistas tenían esa teoría para desacreditarlos?

Todo es discutible, pero ¿incluso la idea de que la Tierra es globular? Alguno parecen creer que sí.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-37954365

martes, 16 de enero de 2024

Reseña de La guerra, de Otto Dix (Dirección única, 2023) Arte que remueve conciencias

Fuentes: Rebelión [Imagen: autorretrato de Otto Dix]


Lamentablemente la guerra no tiene mala prensa. Los maestros pensadores no es raro que lpintor realista, a justifiquen, o incluso alaben, como inevitable, partera de la historia o yunque en el que se forjan las naciones, y de ahí llega a las masas un espíritu de aceptación difícil de contrarrestar.

Del otro lado, el pacifismo radical tiene también sus sabios y sus doctrinas, de Buda a Gandhi, pero se revela dolorosa y manifiestamente impotente contra la furia desatada de un Gengis Kan o un Hitler.

Los argumentos bien encaminados son necesarios para salir del atolladero, pero es cierto también que el arte puede ayudar enormemente. Otto Dix, combatiente en la Gran Guerra, volvió de ella con mucho que contar y afortunadamente tuvo tiempo para hacerlo de la forma que mejor sabía. La guerra, serie de grabados que publicó en 1924 y que Dirección única acaba de reeditar, tienen la virtud de situarnos sin contemplaciones frente al monstruo y hacernos ver que la violencia bélica constituye una deserción sin paliativos de la condición humana. Los dibujos vienen con una iluminadora introducción de Falconetti Peña.

Un artista ante el horror
Otto Dix nació en 1891 en Turingia, en una familia obrera apasionada por el arte, y muy pronto comenzó su formación como dibujante y pintor. Reclutado en 1914, luchó en varios frentes de la Gran Guerra, alcanzó el grado de suboficial y fue condecorado. Su entusiasmo patriótico inicial lo llevó a autorretratarse como Marte en 1915, pero lo cierto es que sus experiencias en las trincheras van a quedar reflejadas en toda su obra como una impactante denuncia de la pesadilla vivida. Dos trabajos titulados La Guerra, el ciclo de 50 grabados de 1924 aquí reseñado, y un tríptico de 1932, son lo más característico en este sentido. Dos cuadros antibelicistas que dieron mucho que hablar: Lisiados de guerra, de 1920, y La trinchera, de 1923, desgraciadamente se perdieron en las conflagraciones posteriores.

Con la toma del poder por los nazis, Dix fue expulsado de la cátedra de pintura que ocupaba en Dresde desde 1927, y optó por un exilio interior. Siguió trabajando, sufriendo en silencio las humillaciones de los nazis que confiscaban sus obras como paradigma de “arte degenerado”. Reclutado otra vez en 1945, pasó pronto a ser prisionero de guerra en Francia. En la postguerra sentía su arte ajeno tanto al realismo que imperaba en la RDA como a la abstracción dominante en la RFA, pero fue ampliamente reconocido y valorado en ambas repúblicas hasta su fallecimiento en 1969.

Las misiones del arte
La salvaje experiencia que le tocó vivir a Otto Dix, justificada socialmente en los altares del patriotismo, le hizo dedicar todo el potencial de su genio a despertar la conciencia de sus semejantes, aletargada ante un crimen horrendo. Quedaba de esta forma atrás la concepción del arte como un entretenimiento trascendente al servicio del ocio burgués y sus deseos de belleza. Aunque los primeros cuadros de Dix están muy influidos por el expresionismo, lo característico en su etapa de madurez postbélica es un rechazo de los excesos de experimentación y subjetivismo que veía en este estilo y un compromiso sólido con la realidad, aunque sin renunciar a la deformación y la caricatura.

El movimiento en el que Otto Dix se encuadra es La nueva objetividad (Neue Sachlichkeit), en cuya ala socialmente más radical militaba también George Grosz, aunque éste desplegaba un mensaje más manifiestamente crítico con la clase dominante. En ambos, un realismo exaltado distorsiona y enfatiza lo feo, porque su objetivo es sacar a la luz todo el horror de lo que el patriotismo se permite adornar de connotaciones sublimes. En una entrevista en 1964, Dix declaró cuál era su meta con estas obras: “Quería describir de forma muy sencilla, casi en términos de reportaje, mis experiencias de los años 1914 a 1918 de forma objetiva y demostrar que el verdadero heroísmo humano consiste en superar la muerte sin sentido. Así que no quería provocar miedo y pánico, sino transmitir conocimiento de lo terrible que es una guerra y así despertar fuerzas de defensa frente a ella.”

Los grabados de La guerra (1924)
Se dice que la idea de realizar estos dibujos le vino a Otto Dix tras visitar en Basilea una exposición de los Desastres de Goya. Ciertamente hay en La guerra ecos del aragonés y la inspiración es evidente en algunas láminas, pero la mayor diferencia tal vez sea una tendencia, que no se encuentra en éste, a ofrecer primeros planos que nos sumergen en la tragedia. La serie se compone de cincuenta grabados, agrupados en cinco carpetas. Uno de ellos, que representa la violación de una monja, fue retirado de la edición original y sustituido, pero en la reimpresión reseñada se incluye también. Las técnicas usadas fueron aguatinta, aguafuerte y tinta seca sobre planchas de zinc, y la obra apareció conmemorando los diez años del comienzo de la Gran Guerra. En 1924 se publicó además una tirada resumida y a bajo precio de los dibujos con un prólogo de Henry Barbusse, recogido por Dirección única.

“Es imposible exagerar la guerra. Ni siquiera se puede captar completamente su horror,” señala Henry Barbusse en su prólogo. Otto Dix, que vivió la experiencia al límite, se esfuerza en transmitírnosla y ciertamente lo consigue. La trinchera es una sucursal del infierno y él la ilumina con un detalle que denuncia al que jamás podrá librarse de su experiencia allí. Los cadáveres y sus fragmentos, en cualquier estado de descomposición, son una presencia constante, pero aún más terribles son los moribundos con heridas atroces, o los que han sobrevivido desfigurados o han enloquecido y deambulan contemplándolo todo con una mueca deforme. Los condenados no dejan de buscar sus vías de escape, y no faltan visiones de los que se arrastran por el suelo borrachos en una cantina o se estimulan con un sexo que sólo puede ser mercenario o violento.

El ser humano ha renunciado a su humanidad en este universo y quien apuñala a un centinela puede hacerlo con una sonrisa demente. Se reproducen también paisajes lunares con cráteres y restos de destrucción, y ciudades bombardeadas. Una de las láminas más conocidas, mostrada en la portada en esta edición, representa a tropas de choque avanzando con máscaras antigás, monstruos grotescos dispuestos a morir y matar. En todos los grabados, el compromiso más profundo de su autor es con la transmisión de las visiones obsesivas que pueblan su mente, por lo que se esfuerza en un realismo veraz y poderoso, atento a lo que es necesario reflejar en toda su crudeza. Es por esto que el tenebrismo es un instrumento útil en las escenas más impactantes y violentas, mientras que un dibujo minucioso, de trazo fino, sirve para plasmar convincentemente los grupos humanos en momentos más distendidos. Cada grabado lleva un pequeño texto al pie que simplemente informa del hecho y el lugar, y se rehúyen los comentarios moralizantes que encontramos, por ejemplo, en los Desastres de Goya.

Sucede algo terrible con la guerra. Los artistas del pasado han sido capaces, repetidas veces, de exponérnosla en detalle y demostrarnos que no hay nada más necesario para los humanos que combatirla y expulsarla de la superficie de la tierra. Sin embargo, cuando ya creíamos que todo estaba meridianamente claro, nos vemos una y otra vez impotentes ante el regreso de sus estigmas de destrucción y muerte. Y sobran siempre disculpas a los canallas para justificar los asesinatos de inocentes y vestir la masacre con atuendos patrióticos y sensatos.

Otto Dix, que sufrió en su carne la tragedia, nos ofrece con esta colección de grabados razones poderosas para oponernos a cualquier guerra, y nos demuestra una vez más que nuestra única defensa ante el horror es un grito de arte y conciencia capaz de promover un levantamiento contra los que eternizan la ignominia.

Blog del autor: http://www.jesusaller.com/

En él puede descargarse ya su último poemario: Los libros muertos. 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

MATEMÁTICAS. El agobio ante una ecuación: los alumnos españoles se contagian de la ansiedad matemática de maestros y familias.

"Para aquellos que no conocen las matemáticas, es difícil sentir la belleza de la naturaleza.  Si quieres apreciarla, es necesario aprender el lenguaje en el que habla"
Richard Feynman, físico norteamericano. (11-5-1918, Queens, Nueva York /11-2-1988 Los Ángeles, California)


El mundo de los números angustia al 37% de los escolares examinados en PISA y afecta más a las chicas. En las universidades, cada vez más cursos se acercan al plano socioafectivo de esta asignatura clave

El desarrollo de la ley Celaá planteó en 2021 un acercamiento “socioafectivo y de género” a las matemáticas y llovieron las chanzas en los medios de comunicación, las redes sociales (“Mamá, la integral y yo somos pareja”, ironiza un tuit) y entre los políticos de derechas. Sin embargo, las pruebas de diagnóstico educativo del informe PISA, hechas públicas en diciembre, han puesto de manifiesto que existe un gran problema de ansiedad matemática que sufren no solo los 31.000 examinados en España ―el 37% de estos escolares de 15 o 16 años dijo padecerla, frente al 17% de media en la OCDE―, sino la sociedad en su conjunto. España se posiciona así como el segundo país con el porcentaje de ansiedad más alto de Europa, solo por detrás de Italia (39%), frente al 14% en Portugal o el 12% en Dinamarca. Diversos estudios internacionales demuestran que muchos padres que se consideran “de letras” contagian su desazón a los hijos, que se agobian delante de una ecuación, y muchos maestros (sobre todo ellas) reconocen su temor de enseñar, por ejemplo, cálculo o geometría en 5° o 6° de primaria. Por eso, cada vez más iniciativas tratan de poner freno a esta angustia entre maestros, estudiantes de Educación y familias interesadas.

“Si soy profesora de primaria y estoy dando clase de Ciencias Sociales y digo ‘pero luego hay que hacer mates’, transmito la actitud de que a mí tampoco me apetece mucho”, reflexiona la ingeniera Belén Palop, profesora de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad Complutense de Madrid. “Y luego tenemos la parte de que si un niño suspende Lengua o Música está mal, pero si es Matemáticas se disculpa: ‘No pasa nada cariño, a mí tampoco se me daba bien’. Socialmente está permitido. Colocamos en otro lado las mates”.

El 46% de los escolares españoles expresaron en el cuestionario de PISA que les causaba “mucha tensión” los deberes de Matemáticas e “indefensión” al 39%, mientras que al 76% le preocupaba sacar mala nota en esta asignatura. Los países con bajas tasas de ansiedad han obtenido buenos resultados matemáticos en PISA (Corea), Suiza o Estonia.

El ansia paraliza más a las chicas (un 50% más), que en sus valoraciones demuestran siempre menos autoconfianza que ellos ―aunque sean ellas las que han hecho bien el ejercicio― y rinden menos ante la presión de los exámenes. Su inseguridad las lleva también ―pese a que abandonan menos los estudios y sacan mejor expediente― a no decantarse por carreras técnicas, que suelen tener unos sueldos más altos que los de las ramas de las ciencias sociales y humanidades.

Para mejorar en matemáticas es necesario no creer que ser bueno es un don innato e invariable. Lo que los expertos llaman tener “mentalidad de crecimiento”, es decir, sostener que las habilidades y la inteligencia de uno se puede desarrollar con el tiempo. “Los españoles tenemos una mentalidad de crecimiento en el deporte ―si sales a correr, mejoras tu forma física―, en la alimentación… y absolutamente fija en las matemáticas”, prosigue Palop. “Soy así. No las entiendo ni las entenderé. Con seis años, se dice: ‘No eres bueno en matemáticas’; cuando en inglés te dirían que aún no le has cogido el tranquillo”.

En 2012, Patricia Pérez Tyteca analizó para su tesis doctoral el nivel de ansiedad matemática que mostraban los alumnos de la Universidad de Granada en carreras que incluían esta materia. No era un drama en Estadística, ingenierías, Química o Arquitectura. Mientras que expresaban una “ansiedad media” los que cursaban Biología, el doble grado de Ciencias Políticas y Derecho (que incluye mucha estadística) y Educación Primaria; y una “ansiedad medio-alta” los inscritos en Geología, Enfermería y Educación Infantil. Este desasosiego de los futuros maestros alarma a Pérez Tyteca y a todos los expertos. “Son los sujetos que se encargarán de la educación matemática de los niños, debiendo inculcarles el gusto y la sensación de comodidad con la materia tan fundamental a la hora de evitar futuros problemas de ansiedad”, subraya en su tesis la hoy profesora de la Universidad de Alicante.

Las iniciativas para quitar la ansiedad a los docentes no son nuevas, pero sí se van multiplicando, porque la ley Celaá explicita la necesidad de trabajar el sentimiento socioafectivo como uno de los seis bloques del currículo de matemáticas, pero los manuales de texto no explican cómo y los maestros, ya per se temerosos, tienen muchas dudas.

Las adolescentes ya no esconden que quieren ser ingenieras

Rocío Garrido, vicedecana de Ordenación Académica de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, imparte talleres desde 2018. Empezaron “haciendo acompañamiento” a los maestros y con el tiempo se han abierto a los estudiantes de los grados de Educación y a los claustros de colegios públicos y privados de la capital. Están al quite de quien expresa su ansiedad. Incluso, dos veces al mes celebran Picamates, un evento al que puede ir cualquiera que esté interesado. “En un contexto mucho más informal, ponemos algo de picoteo, llevamos juegos, materiales de papiroflexia, elementos de realización de 3D o escape rooms, nuestra acción estrella”. Garrido está convencida de que en un ambiente más distendido “es más fácil dejarse llevar, olvidarse de la frustración y buscar la solución matemática”. Pero en Picamates ponen a las personas “en contextos de frustración para poder acompañarlas”.

“Todo lo socioafectivo está muy manido porque estamos relacionando trabajarlo con bajar el nivel”, se lamenta Garrido. “Nosotros creemos que incluso se puede subir el nivel con ese acompañamiento socioafectivo [a los profesores]”. La vicedecana cree que esta es una formación “insuficiente y aislada”, pues la UAM la hace “de forma altruista: no está reglado”.

Curiosidad, admiración y seguridad

En la Universidad Complutense, sin embargo, Palop sí ha logrado, junto al profesor y mago Nelo Maestro, incluir un programa sin notas para los alumnos de primer curso del grado de Educación que ha tenido gran éxito. Tanto, que se plantean abrir un segundo grupo más adelante. “Vamos buscando el acrónimo CASA: curiosidad, admiración, seguridad y alegría. Queremos que se frustren, que se peleen con los problemas, pero que vean esa parte bonita de las matemáticas. Y esto, ¿por qué pasa?”, razona. Porque, sostiene, cualquiera puede mejorar en una disciplina. “Nadie va al gimnasio y, porque el primer día no pueda con las pesas, piensa que no sirve. ¿Y por qué sí con las matemáticas”.

Garrido y Palop se deshacen en elogios ante el desarrollo del nuevo currículo de matemáticas de Aragón, que plantea muy bien ese acercamiento socioafectivo. En esa comunidad se crearon grupos mixtos de profesores en activo de colegios, institutos y la Universidad de Zaragoza. Su currículum no solo enumera los saberes y competencias que hay que dominar, sino todo tipo de actividades para lograrlo y artículos y webs de referencia. “En primaria y secundaria se hace mucho énfasis en actividades de medida. Se le da sentido a la fracción midiendo tiras de papel. A partir de ahí, se comparan, se agregan…”, pone de ejemplo Pablo Beltrán-Pellicer, profesor de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Zaragoza. “Desde el punto de vista socioafectivo, se trabaja en grupo, que no en equipo. No hay un resultado final cooperativo, sino que se ayudan entre ellos, hablan de matemáticas… todos participan”.

“Las cosas que se recogen en el socioafectivo ya están recogidas en currículos anteriores. Lo que pasa es que estaban en un bloque de contenidos transversal que se ignoraba bastante”, reconoce Beltrán-Pellicer. El investigador ve “ciertas reticencias” en los alumnos y profesores a “cambiar la cultura del aula” que comprende, acostumbrados a “esperar la explicación del profe y limitar. No es fácil”.

En el plano familiar, Beltrán-Pellicer alaba el proyecto del Servicio de Orientación Educativa del Gobierno de Canarias, que desde 2018 celebra talleres formativos presenciales para padres. En ellos, los profesores les cuentan lo que ven en clase con sus hijos: resolución de problemas, algoritmos flexibles en primaria o álgebra manipulativa en secundaria, convencidos de que la familia y la escuela no pueden trabajar de forma aislada.

lunes, 15 de enero de 2024

El fotógrafo que “congela el tiempo” para captar espectaculares imágenes de aves y mariposas

Secuencia fotográfica de una mariposa doncella punteada 


 LA IMAANDREW FUSEK PETERS

Pie de foto,



Andrew Fusek Peters capta en una sola imagen el vuelo de una mariposa de la especie doncella punteada.

8 enero 2024

Vivir con un diagnóstico de cáncer llevó al fotógrafo Andrew Fusek Peters a desarrollar técnicas que le permitían “congelar el tiempo” y captar espectaculares imágenes de aves y mariposas.

Este fotógrafo de la naturaleza, residente del condado de Shropshire, en el oeste de Inglaterra, tomó como hobby la fotografía después de que su trabajo como autor de literatura infantil se volviera demasiado estresante.

“Me puse muy, muy enfermo mentalmente y me quemé. Cuando pasaba por ese período tan oscuro de mi vida, supe que tenía que hacer otra cosa”, cuenta.

Una “zambullida en la naturaleza” hizo a su vez que creciera en él un amor por la fotografía, explica.

“Eso fue hace 10 años y quedé enganchado. Soy completamente adicto a la naturaleza”.

“Espero que no exista una rehabilitación en el mundo que me saque de esto, porque estar en la naturaleza ha sido fenomenal para mi salud mental”, añadió.


Un verderón
Un verderón

FUENTE DE LA IMAGEN,ANDREW FUSEK PETERS

Pie de foto,

El fotógrafo captó la imagen de este verderón en el jardín del vecino. 

 Una cirugía a la que se sometió después de ser diagnosticado con cáncer de colon en 2018 lo forzó a quedarse en casa.

“Estaba aterrorizado, con miedo y no sabía realmente lo que estaba pasado”, contó.

“Estaba observando todas las mariposas del jardín: las polygonias, las atalantas y las vanesas de los cardos. Las veía tomar el néctar y despegar y me puse a pensar por qué no es frecuente ver fotos de mariposas en vuelo”, se preguntó.

“Y la razón es que es muy difícil”. 

 Libélula 
Libélula

FUENTE DE LA IMAGEN,ANDREW FUSEK PETERS

Pie de foto

Andrew lleva una década fotografiando la vida silvestre en su condado de Shropshire.

Empezó a trabajar con un sistema fotográfico de alta velocidad que le permitía hacer “esta maravillosa cosa de viajar en el tiempo”.

“La cámara está constantemente salvando fotos a medida que medio aprietas el obturador y luego, cuando la mariposa o el ave despega, aprietas completamente el botón y todas esas fotos quedan salvadas”, explicó.

“Todo suena un poco chiflado pero significa que viajas atrás en el tiempo”. 

Herrerillo común
Herrerillo común

FUENTE DE LA IMAGEN,ANDREW FUSEK PETERS

Pie de foto,

La imagen de la luz refractada a través de las alas de un herrerón común es "súper rara", aseguró el fotógrafo.

Andrew típicamente toma entre 10.000 y 15.000 fotos para poder lograr la secuencia de una mariposa al despegar en foco.

“No hay atajos. Realmente invierto una cantidad de horas”, indicó.

“La primera vez que fotografié en foco una mariposa en vuelo, simplemente dije ‘uy, eso sí que es bonito’, y ese fue el detonante”.

 Mariposa
Mariposa

FUENTE DE LA IMAGEN,ANDREW FUSEK PETERS

Pie de foto,
Todas las especies autóctonas de mariposas en Reino Unido están documentadas en su libro "Safari de mariposas".

El lograr captar las mariposas es “un momento de tanta intensidad e intimidad que nunca jamás podré dejar de apreciar”, añadió.

Después de su enfermedad, explicó que había empezado a enviar sus fotografías a las agencias de prensa “y muchas de ellas se publicaron en los diarios nacionales”.

Luego vino un libro, "Safari de mariposas", que contiene las fotos de todas las especies autóctonas de Reino Unido, “que tuvo una acogida fenomenal por todo el mundo”.

La recopilación de esas fotos es “probablemente cuando más me he divertido en mi vida”, expresó.

“Me volqué de lleno en ello y simplemente conduje de arriba abajo por el país”.

“Te llevas a casa un tesoro en tu tarjeta de memoria, ¿cómo no te puede gustar eso?”

 Motacilla
Motacilla

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Pie de foto,
Una motacilla es fotografiada a punto de cenar.

 Ahora está trabajando en un libro que documenta la vida silvestre del jardín, incluyendo aves, zorros y tejones, que saldrá publicado en 2025.

“Lo que me emociona una vez más es la celebración de lo que está aquí, bajo mi nariz, lo que está en el jardín y en el lago vecino", dice.

Entre los momentos destacados de 2023 estuvo la foto de la aurora boreal en el páramo de Long Mynd en Shropshire y la imagen de un martín pescador criando en un río local.

“Pude sentarme en la ribera y verlo entrar y salir del nido, luego zambullirse en el agua para bañarse; para mí fue como ver un león o un tigre”, dijo.

Otra foto que muestra la luz del amanecer refractada a través de las alas de un herrerillo común creó lo que describió como un “arcoíris aéreo”.

La imagen es “súper rara y casi nunca se logra captar”, aseguró. 

 Aurora boreal
Aurora boreal

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Pie de foto,
Su momento estelar del año fue poder fotografiar el reflejo de un meteoro y la aurora sobre un lago en el páramo de Long Mynd, en Shropshire. 

 Fotos suyas de caballos salvajes peleando en esa misma región también salieron publicadas en la prensa nacional.

“Estaba conduciendo y simplemente salté del auto para tomar esas fotos”, dijo.

“De manera que lo que me tomó 10 minutos salió en seis diarios nacionales, nunca me había pasado”. 

 Caballos peleando
Caballos peleando

FUENTE DE LA IMAGEN,ANDREW FUSEK PETERS

Pie de foto,
Una lucha territorial entre caballos salvajes.

 Señaló que el pasar tanto tiempo entre la vida silvestre, lo había hecho “cada vez más preocupado” del estado de la conservación en Reino Unido.

“Es difícil cuando estoy afuera [en la naturaleza] y logro un momento de felicidad con una especie rara, o un momento hermoso con una especie común, y luego me embarga esta pesadumbre”, reconoció.

Pero, viendo el lado más positivo, añadió que hay una “enorme cantidad” de voluntarios y agricultores intentando preservar los hábitats naturales. 

Martín pescador
Martín pescador

FUENTE DE LA IMAGEN,ANDREW FUSEK PETERS

Pie de foto,
El descubrir un martín pescador en aguas cercanas también fue un momento especial para el fotógrafo.

 Ya llevaba cuatro años libre de cáncer, añadió.

“Siempre está el temor ahí, pero todo el que haya pasado por eso lo entenderá”, expresó.

“Pero mantengo la esperanza de llegar a viejo sin elegancia y continuar tomando fotos encantadoras”. 

 Todas las fotos tienen derechos reservados ©Andrew Fusek Peters

_- El ranking de Shángai 2023, un aviso para la Universidad española.

_- El sistema universitario español es tremendamente eficiente. Y si no somos más eficaces –que no eficientes– es por las rigideces que el actual marco regulatorio impone.

El sistema universitario español está entre los 11 primeros del mundo en publicaciones científicas. Pero, lamentablemente, se está comenzando a cumplir algo sobre lo que desde las propias universidades se lleva tiempo avisando: su riesgo de caída en alguno de los ránquines globales. La parte optimista es que ese descenso se reduce a la pérdida este año tan solo de dos universidades en el top 500 y top 1000 del conocido ranking de Shanghái (ARWU, por sus siglas en inglés). Una situación que, por cierto, está ocurriendo en muchos países occidentales que ven relegadas a sus universidades en estas clasificaciones internacionales por la incorporación de un creciente número de universidades chinas, cada vez mejor dotadas financieramente.

La pesimista es que, de no cambiar pronto nuestro marco presupuestario y regulatorio, la salida de centros españoles continuará irremediablemente y repercutirá negativamente en nuestra reputación a nivel internacional. De hecho, ya es sorprendente que, con un gasto público en educación universitaria en porcentaje de PIB del orden de un 32% menor que la media de países de la UE (según datos de Eurostat de 2019), hayamos logrado en los últimos años situar entre 10 y 12 universidades públicas en el top 500 mundial, y hasta 40 el pasado año en el top 1000 (si incluimos la única privada que aparece en él).

Basándonos en el ARWU, ninguna de nuestras universidades se puede calificar en términos globales de calidad sobresaliente (top 100), si bien sí merecen ser reconocidas internacionalmente como de notable calidad (top 500) o de calidad internacional reconocida (top 1000). Y en este punto conviene recordar, una vez más, que en el mundo hay unas 20.000 universidades.

Por más que algunas voces se empeñen en lo contrario, la universidad pública española presenta en su desempeño, en atención a los recursos con los que cuenta, unos resultados más que dignos. En realidad, y pese al descenso, el sistema universitario español es tremendamente eficiente. Y si no somos más eficaces –que no eficientes– es por las rigideces que el actual marco regulatorio introduce en el desempeño de nuestras actividades, acentuadas por la escasez de financiación.

Mientras que en muchos países de nuestro entorno la respuesta a la primera gran crisis del presente siglo fue aumentar la dotación presupuestaria a sus universidades y dotarlas de un mayor margen de maniobra en su regulación, España redujo su financiación incluso más que la caída del PIB. Es posible que esa desafortunada decisión explique por qué hemos sido de los últimos países en superar esa quiebra económica.

La Universidad española está desde hace una década insuficientemente financiada y, claramente, por debajo de la mayoría de la de los países de nuestro entorno europeo; así lo ha señalado recientemente el Observatorio sobre Financiación Universitaria de la European University Association (EUA). En este contexto, resulta muy difícil poder abordar adecuadamente los retos a los que debemos dar respuesta. Para tratar de paliar la situación, la propia Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) refleja explícitamente la voluntad de alcanzar en gasto público en la universidad pública, al menos, el 1% del PIB del conjunto del país. Por desgracia, lo hace sin detallar bien ni el cómo ni el cuándo.

Por otro lado, es una realidad incuestionable que nuestra universidad pública está muy envejecida como consecuencia de las severas limitaciones a la contratación durante los últimos años, que ha minorado la deseada y necesaria incorporación de profesorado joven y solo ha facilitado una oferta de plazas –digámoslo claramente– que, además de reducida, es muy poco atractiva por sus débiles condiciones retributivas y de expectativas de estabilidad y progreso en la carrera académica.

12.500 docentes investigadores de la universidad públicay un buen número de investigadores del CSIC se jubilarán durante la próxima década. Nuestras universidades no han dispuesto de las herramientas para seguir la dinámica de otros sistemas universitarios europeos y de los países más avanzados, que han contado con muchos más medios y un marco favorable para atraer, captar y retener talento, tanto joven como sénior. Basta ver las condiciones de las ofertas de contratación que hacen algunas de las universidades de nuestro entorno, en cuyos campus conviven jóvenes doctorandos y doctores –con claras expectativas de incorporación en condiciones muy dignas– y, a su vez, profesorado veterano que prorroga voluntariamente su vida laboral bastante por encima de la edad habitual de jubilación académica (algunos años más por encima de los setenta). El único condicionante es que su desempeño académico (docente, investigador o de transferencia) continúe siendo valioso para la institución.

Nada menos que 12.500 docentes investigadores de la universidad pública española y un buen número de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se jubilarán durante la próxima década. Y entre ellos se encuentran buena parte de los que desarrollan una importante producción científica y actividades de transferencia que vienen contribuyendo –junto al conjunto de sus compañeros y compañeras de las comunidades universitarias– a sostener una posición digna de nuestras universidades en los ránquines internacionales.

Si queremos frenar la curva descendente que hemos iniciado es el momento de considerar la posible ampliación voluntaria de la edad de jubilación, que vienen demandando algunos de estos profesores y profesoras, e investigadores e investigadoras (entre ellos varios premios nacionales, investigadores altamente citados, y ex rectores), hasta al menos los 72 años (edad a la que, por cierto, ya pueden actualmente optar otros colectivos, como magistrados, jueces, notarios o registradores). Con más razón, si cabe, cuando lo que se propone es que el ahorro de clases pasivas que supondría la prórroga por la ampliación en la edad de jubilación se revierta en la incorporación de jóvenes, manteniendo durante un par de años más las aportaciones académicas de los sénior, que se sumarían a las de los jóvenes que se fuesen incorporando.

Se necesita un compromiso real con la mejora de la financiación de las universidades Un reciente informe del BBVA Research señala que apostar por el talento sénior y crear sinergias con los jóvenes contribuye a una mayor productividad y crecimiento económico en beneficio de todos y, no olvidemos, que en España ya hay una tasa de actividad de la población de entre 65-69 años que está del orden de 19 puntos por debajo de la media de la de la OCDE. Tengámoslo muy en cuenta.

En el momento actual, es evidente que se necesita un compromiso real con la mejora de la financiación de las universidades. Con los recursos adecuados, y siempre con una buena rendición de cuentas, podríamos mejorar nuestro sistema de becas y ayudas al estudio para, así, preservar la igualdad de oportunidades; también frenaríamos la pérdida de talento externo y retendríamos el propio, que lo hay, y muy bueno, en nuestros campus.

Revertir el riesgo de pérdida de relevancia internacional de nuestras universidades y, sobre todo, lograr que estas sean cada vez mejores en su servicio a la sociedad, solo tiene un camino que es apostar por el que ha sido el principal motor de desarrollo social, económico y tecnológico de Occidente en los últimos años: la Universidad.

_- Linguriosa, divulgadora lingüística en YouTube: “La lengua la hacemos los hablantes, no ninguna academia”

Linguriosa, antes de la entrevista, el 30 de diciembre delante de la Biblioteca Nacional.

_- Linguriosa, antes de la entrevista, el 30 de diciembre delante de la Biblioteca Nacional. SANTI BURGOS


Elena Herraiz publica en su canal, que tiene 584.000 suscriptores, vídeos en los que aborda cuestiones de la lengua española con sencillez y cercanía

¿Quién se inventó los acentos? ¿De dónde viene el voseo? o ¿Cuál fue el primer idioma del mundo? Son algunos de los temas de los vídeos que, desde 2019, Elena Herraiz (Guadalajara, 31 años), Linguriosa en YouTube, sube a su canal de divulgación del español. Herraiz estudió Traducción e Interpretación e hizo un máster de Enseñanza de Español como Lengua Extranjera en la Universidad de Alcalá de Henares. Una formación que le permitió dar clases de español a niños y adultos en Berlín durante cinco años. La fría mañana de la entrevista se muestra obediente con las indicaciones del fotógrafo, delante de la Biblioteca Nacional, mientras un paseante se detiene porque la ha reconocido: “Me ha dicho que es profesor de alemán y le pone mis vídeos a sus alumnos”, dice Linguriosa, que esperaba estar en 2024 “más relajada”, pero este mes comienza un podcast y formará parte del equipo de un clásico de los concursos, Cifras y Letras, que regresa el lunes a La 2.

Pregunta. ¿Qué hace para que sus vídeos los sigan tantas personas?
Respuesta. Muchos de los divulgadores lingüísticos que ha habido hasta ahora no explicaban de forma que lo entendiera cualquiera. Yo intento responder a las preguntas que yo me haría y lo explico como me gustaría que me lo explicaran, aunque a veces no lo consigo, eh.

P. Es que un vídeo de 12 minutos sobre el subjuntivo...
R. ¡Jajaja! Ese era de los primeros que hice, de los de profe de español.

P. ¿Cómo es el proceso de elaboración de esos vídeos?
P. Lo primero es pensar el título y la imagen de miniatura. Eso lo puedo hacer hasta con seis meses de antelación. Cuando llega el momento de grabar, en el primer minuto intento decir algo que vaya a responder al final porque si lo respondo al principio te vas a ir, no vas a seguir viéndolo.

P. ¿Y el nombre de Linguriosa?
R. Es un acrónimo de lingüística y curiosa. Hay gente que piensa que viene de lujuriosa, ¡pero no tiene nada que ver!

P. Dice, con ironía, que su canal es “para los pedantes del español”.
R. Es porque siempre estoy diciéndole a los demás: “No seas pedante, deja de corregir a la gente”. La lengua la hacemos nosotros, los hablantes, no ninguna academia.

P. ¿Cuál va a ser su papel en el concurso Cifras y letras?
R. Haré pruebas y preguntas sobre letras y palabras, y contaré curiosidades de etimología, de ortografía...

P. Y casi a la vez va a empezar un podcast en la plataforma Podimo, titulado Tú de ciencias y yo de letras.
R. Sí, seremos dos divulgadoras. Sandra Ortonobes, La Hiperactina, biomédica, y yo, que tendremos conversaciones sobre diferentes temas. La idea es romper con el pensamiento de que las ciencias y las letras están separadas.

P. ¿Sabe qué tipo de personas la siguen? Tiene 584.000 suscriptores en YouTube, 192.000 seguidores en Instagram y está también en Facebook, Twitch, TikTok...
R. En YouTube son sobre todo personas de entre 25 a 34 años, el 26,9%. De entre 35 a 44 años son el 20,1% y de 18 a 24 años otro 20%. El 80% son hombres. Y por países, el 25% son de España. Luego están México, Argentina, Estados Unidos... Pero me interesan más las visitas a los vídeos porque es lo que da dinero. YouTube es la red social que mejor paga, aunque solo de eso no podría vivir porque se lleva la mitad de lo que generas. Sin embargo, de ahí salen oportunidades. Como de verdad se gana dinero es con patrocinadores.

P. No trabaja sola, tiene un equipo.
R. Hay un documentalista, que es lingüista. También un editor y una persona que hace los subtítulos.

P. ¿Se fija en cómo hablan los diferentes colectivos, por ejemplo, los políticos?
R. Me fijo, pero sin juzgar. Nadie habla bien ni mal, cada uno habla como habla.

P. ¿Cuál es su opinión de las últimas palabras incorporadas al Diccionario de la Lengua Española como machirulo, perreo...?
R. Que ya era hora. La RAE y el diccionario deberían recoger lo que se habla, independientemente de que juzguen que está bien o mal. Debería ser más descriptivista y no tan prescriptivista.

P. ¿Se atreve a pronosticar qué cambios habrá en el español que usemos los próximos años?
R. Es imposible saberlo. Llevo un año intentando hacer un vídeo con la idea de viajar al futuro para ver cómo se hablaría, pero tendrá que ser totalmente inventado. La evolución de la lengua no sigue unas normas, aunque sí hay tendencias. Por ejemplo, el imperativo de vosotros [cantad, comed, reíd] es muy probable que acabe desapareciendo.

domingo, 14 de enero de 2024

_- Las cinco tabernas más antiguas de España. En Sevilla, Madrid y Barcelona aún existen un puñado de locales centenarios que respiran historia y donde se venera la gastronomía local.

_- La taberna forma parte indisociable de la historia del buen comer y beber. Luego convertidas en tascas, bodegas o nuestros actuales bares, su encanto reside en una barra donde poder acodarse y disfrutar alegremente del tapeo que les es propio. Aquí presentamos cinco de las más antiguas, aunque la mayoría han evolucionado con el paso de los años, adaptándose a los tiempos y modernizando su fisonomía. También lo que dan de comer y beber, pues nada tienen que ver los cocidos, vermuts o guisos de ahora con los de antaño. Sin embargo, en esa sutil evolución, que no deja de mirar al pasado, está la belleza de todas ellas.
Antigua Taberna de Las Escobas, en Sevilla. Fotografía proporcionada por el establecimiento.

  1. Las Escobas (1386)

Antigua Taberna de Las Escobas, en Sevilla. Fotografía proporcionada por el establecimiento.

Antigua Taberna de Las Escobas, en Sevilla. Fotografía proporcionada por el establecimiento.

Cuando Victoriano Soriano y Helena Valenzuela se hicieron con Las Escobas, en las navidades de 1977, ya no quedaba nada de la antigua taberna que fue. “Había estado cerrada durante un tiempo y sus antiguos propietarios, que eran anticuarios, la reformaron por completo”, comenta Soriano, a punto de cumplir 80 años.

Sobre su origen, él mismo aclara que “hay testimonios, dignos de crédito, que fue allá por el año 1383, o 1386, cuando un escobero de la ciudad, para no ver mermada su fortuna, hubo de dedicarse a un tiempo en hacer escobas y despachar vino a transeúntes y residentes, así que puso mesa y barriles”.

Lo que ha llegado hasta nuestros días de esa reforma es un artesonado de caoba del siglo XVIII, que no era el que tenía originalmente esta antiquísima bodega, despacho de vinos y también de escobas. Sin embargo, como comenta Soriano, hay innumerables documentos que recuerdan cómo en ese lugar siempre ha habido un espacio donde los sevillanos se reunían para beber y comprar vino. Fernando de los Ríos o los hermanos Quintero hablan de esta taberna en algunos de sus escritos, contando las excelencias de sus vinos, que eran embotellados especialmente para ellos. Hoy, en sus poco más de 80 metros cuadrados, se puede seguir disfrutando de esos vinos de Jerez que eran habituales en la época, también de la cocina típica sevillana: cazón en adobo (6,50 euros), salmorejo (5,50 euros), croquetas de rabo de toro (5,90 euros) o papas aliñás (5,50 euros).

🍽 Las Escobas. Calle Álvarez Quintero, 62, 41004, Sevilla. Teléfono: 954 21 94 08.

Interior de El Rinconcillo, de SevillaInterior de El Rinconcillo, de Sevilla


 2. El Rinconcillo (1670)

Interior de El Rinconcillo, de Sevilla

PABLO ZAMORA

El barrio sevillano de Santa Catalina conserva El Rinconcillo, taberna que data de 1670. Más de tres siglos que guardan y afianzan el culto al buen beber de la ciudad hispalense.

“La barra que se conserva es de 1858, que son los años en los que entró mi familia a gestionar el negocio”, responde Javier de Rueda, séptima generación encargada de dar lustre a sus muros, llenos de una bella azulejería de diferentes épocas. Entre las calles Gerona y Alhóndiga, en un visible esquinazo, se sitúa este templo de los guisos caseros, que en años posteriores fue haciéndose con las plantas superiores. La casa, según comenta De Rueda, ya aparece en escritos que se alejan en el tiempo hasta 1247, año en el que Fernando III empieza la reconquista de Sevilla.

En su carta no faltan las chacinas (jamón, lomo, morcón, chorizo, mojama), que se sirven como tapita, media ración y ración entera, el salmorejo con huevo y jamón (6 euros), la fritura (boquerones, chocos, pijotas, acedías de trasmallo) y sus imponentes guisos de siempre, en los que destaca la carrillera ibérica en salsa (3 euros la tapa; 11 euros, ración) y las espinacas con garbanzos (2,7 euros la tapa, 10 euros la ración).

🍽 El Rinconcillo. Calle Gerona, 40, Casco Antiguo, 41003 Sevilla. Teléfono: 954 22 31 83.

3. Taberna de Antonio Sánchez (1787)

Barra de la Taberna Antonio Sánchez, de Madrid.

FELIPE HERNÁNDEZ

Es desde 1787 que se tiene noticia de una posada y botillería en la madrileña calle del Mesón de Paredes. Aunque no es hasta 1884 que el diestro Antonio Sánchez se hace con ella.

Hay dos libros que cuentan su historia y vicisitudes, el primero es Historia de una taberna (1947), escrito por Antonio Díaz Cañabate, y el segundo es el más reciente Historia de la taberna más antigua de Madrid (2018), de Antonio Pasies. Cada uno a su manera despliega un emocionante relato de cómo este espacio ha conseguido salvarse hasta el presente, pasando por una guerra civil y diferentes crisis. “Es una responsabilidad mantener y cuidar esta taberna”, señala Óscar Priego, actual propietario de este importante trozo de historia tabernaria, ubicado en el castizo barrio de Lavapiés.

En ella todo permanece varado en el tiempo, desde sus paredes, con pinturas de diferentes toreros, hasta las lámparas de gas, el molinillo para subir los vinos del sótano o la barra de madera, tallada y decorada con espejos.

Entre sus especialidades hay toda una panoplia de platos propios del recetario español, también recetas actualizadas: guiso de garbanzos con callos de bacalao y espinacas (12,50 euros), pulpo a la brasa con mojo madrileño (24 euros), calamares fritos a la andaluza (14,90 euros), rabo de toro (19 euros) y callos a la madrileña (14,20 euros). También cuentan con un menú del día (12,50 euros) y ofrecen cocido completo (21,50 euros). Entre su clientela se encontraba la escritora Gloria Fuertes, que nació en el número tres de la vecina calle de la Espada y honran su memoria con una foto de ella en la mesa que siempre ocupaba.

🍽 Taberna de Antonio Sánchez. Calle del Mesón de Paredes, 13, 28012, Madrid. Teléfono: 915 39 78 26.

4. Bar Marsella (1820)

José Lamiel, de 58 años, echa la vista atrás y rememora cómo era El Raval cuando su madre se encargaba de despachar comida y bebida en el Marsella: “Era un barrio de conocidos, donde todo el mundo tenía una cierta relación cotidiana”.

Lamiel recuerda cómo su madre servía un plato caliente todos los días, lo mismo eran unas lentejas, que un estofado o unos garbanzos con huevo y bacalao, además de los socorridos bocadillos de tortilla, chorizo o jamón.

Era la década de los setenta, con bares ya desaparecidos como el de los cuernos, el de la bombilla o el de las banderas, como apunta este barcelonés, crecido en la misma calle. Con él, a cargo el bar, se ha nutrido de la bohemia de la zona, teniendo espectáculos de artistas como Carmen de Mairena y conciertos de blues y jazz. Hoy el Bar Marsella es la taberna más antigua de la ciudad condal, con fecha de 1820, administrada por la familia de Lamiel desde 1890.

Su interior ha aparecido en películas como Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, o vídeos musicales de Rosalía. Entre sus peculiaridades se encuentra una bella barra de mármol y una decoración que no ha cambiado en más de un siglo. Para beber es imprescindible pedir el vermút (Perucchi) o, si se quiere ir más fuerte, la absenta de 68 grados, elaborada por el licorista Manuel Lladó. Como curiosidad destaca que el edificio ahora es propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, que se vio obligado a comprarlo hace una década ante la posibilidad de que su anterior propietario, un fondo de inversión extranjero, acabara cerrándolo.

🍽 Bar Marsella. Carrer de Sant Pau, 65, Ciutat Vella, 08001, Barcelona.

5. Casa Alberto (1827)

Barra de Casa Alberto, en Madrid.

FELIPE HERNÁNDEZ

Dos puertas pintadas de rojo dan entrada a Casa Alberto, taberna fechada en 1827, con casi 200 años de vida, los mismos que tiene el edificio que la acoge, en el número 18 de la calle de las Huertas. Una ubicación que dos siglos antes tuvo como ilustre inquilino a Miguel de Cervantes.

Toda la decoración de su interior, de estilo art déco, con una impoluta y despampanante barra de onix (que aún conserva el librillo de estaño donde se lavaban los chatos), molduras en los techos y maderas en las paredes, es típica de 1924, que fue cuando Alberto de Dios la reformó. Con el nombre de este tabernero también se la empieza a denominar Casa Alberto, que es el apelativo que ha llegado hasta nosotros. “Hemos intentado mantener todos los elementos que definen lo que es una taberna antigua”, comenta Alfonso Delgado, el encargado de administrar el legado de este delicioso museo desde hace tres décadas. Observar en las paredes todos los pequeños detalles que se han ido conservando, los medidores para seleccionar el vino o los grifos que iban adheridos a los pellejos, son solo algunos ejemplos que permiten entender la historia e importancia de este lugar.

Aquí se viene a beber un estupendo vermut (3,60 euros) que les elaboran expresamente en Navarra, con una receta que han ido perfeccionando; y a comer el recetario típico, donde el guiso es más que una tradición. En su mostrador se puede disfrutar de un cuidado tapeo (sardina ahumada, bocatín de calamares, pincho moruno), abundantes raciones (ensaladilla rusa, pulpo con mollejas, croquetas de jamón, revuelto de bacalao) y clásicos incontestables (callos a la madrileña, rabo estofado, albóndigas de ternera). También disponen de un salón interior, con una carta más amplia, repleto de cuadros, fotografías y detalles taurinos.

🍽 Casa Alberto. Calle de las Huertas, 18, 28012, Madrid. Teléfono: 914 29 93 56.