martes, 10 de junio de 2025

Qué es la "economía del talento" que busca encontrar a los nuevos Einstein y Marie Curie del mundo

Bilhana Kochloukova

Fuente de la imagen,Bilhana Kochloukova

Pie de foto,La brasileña Bilhana Kochloukova, medallista de la Olimpiada Internacional de Matemáticas, estudia en la Universidad de Cambridge y es integrante de su equipo de fútbol.

"Para jugar a fútbol como Lionel Messi, tienes que tener una habilidad natural, pero también te tienen que descubrir a una edad temprana y darte un buen entrenamiento", dice el economista Ruchir Agarwal.

Lo mismo pasa con las mentes brillantes en áreas como las matemáticas y las ciencias. "No queremos que se pierdan los genios invisibles", explica Agarwal, cofundador de la organización sin ánimo de lucro Global Talent Fund (Fondo Global de Talento) en Estados Unidos e investigador de la Universidad de Columbia.

Una de las misiones que junto a su equipo se ha propuesto es encontrar a esos adolescentes brillantes y ayudarlos a que desarrollen su potencial.

De eso se trata la "economía del talento", explica, una nueva vertiente dentro de la economía que apuesta por la innovación y el crecimiento económico de los países a partir del descubrimiento de mentes brillantes entre los niños en edad escolar.

Aunque pareciera ser un objetivo muy específico para lo que él denomina como un subcampo de estudio que recién se está creando, algunos investigadores ya se han ido sumando a este enfoque económico.

Con esa idea, un grupo de expertos se reunió en noviembre en la ciudad estadounidense de Cambridge, en Massachusetts (EE.UU.), en el primer foro internacional sobre la economía del talento, con el apoyo de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés), una organización de Estados Unidos sin ánimo de lucro.

Estudiantes de secundaria
Estudiantes de secundaria

Fuente de la imagen,Getty Images


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La economía del talento, según Ruchir Agarwal, apunta a descubrir mentes brillantes entre los niños en edad escolar. Entre los organizadores estaba Agarwal, un economista que desarrolló una parte importante de su carrera en el Fondo Monetario Internacional, FMI.

De hecho, el FMI dedicó un número completo de su publicación "Finanzas y Desarrollo" a la economía del talento, descrita como un campo emergente que puede cambiar las reglas del juego en la evolución de los países.

Precisamente porque se trata de un área en ciernes, aún no hay resultados que demuestren la contribución científica y la eficacia de las iniciativas que utilizan este enfoque.

Lo que sí hay, al menos hasta ahora, son iniciativas a pequeña escala como las que está desarrollando el Fondo Global de Talento.

Agarwal y otros economistas se preguntaban cómo conectar adolescentes excepcionales con grandes oportunidades académicas.

Fue así como llegaron a la idea de crear en 2023 la organización con donaciones filantrópicas de empresas. El fondo cofinancia becas junto a universidades del Reino Unido como la Universidad de Cambridge y de Oxford.

Uno de sus programas más emblemáticos se llama BIG, con el que apoyan y entregan becas a adolescentes que obtuvieron medallas en la Olimpiada Internacional de Matemáticas para que estudien en algunas de las mejores universidades del mundo.

Niña escribiendo en una pizarra

Niña escribiendo en una pizarra

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La Olimpiada Internacional de Matemáticas es uno de los caminos para detectar mentes brillantes.

Uno de los desafíos que ha enfrentado la organización, dice Agarwal, es detectar a los estudiantes excepcionales a una edad temprana, y aunque hasta ahora solo han buscado los talentos entre los medallistas de competiciones matemáticas y científicas -independiente de su país de origen-, actualmente están investigando otros caminos para detectar mentes excepcionales.

Las limitaciones financieras son el principal obstáculo que impide a los medallistas olímpicos, especialmente a aquellos de países de ingresos medios y bajos, acceder a las mejores universidades.

Por eso decidieron sacar adelante el programa. Pero además del criterio académico, también consideran otros aspectos como el espíritu colaborativo, cualidades de liderazgo, y una aspiración a contribuir a la sociedad.

"Estamos buscando a los nuevos Albert Einstein o Marie Curie", dice el economista.

Recientemente enviaron al primer grupo de estudiantes recién egresados de la enseñanza secundaria a estudiar al extranjero con el apoyo de la organización.

Una de las estudiantes es la brasileña Bilhana Kochloukova.

La pasión por las matemáticas

Recién adaptándose a su nueva vida en la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, Bilhana Kochloukova está sumergida en un mundo completamente distinto al de su tierra natal en la ciudad de Campinas, en el estado de Sao Paulo.

Tras ser medallista en la Olimpiada Internacional de Matemáticas, y con solo 18 años, emprendió un viaje hacia un país desconocido en una aventura personal y académica.

"No es solo un puñado de fórmulas", dice sobre las matemáticas. "Cuando entiendes de dónde vienen y las estudias más a fondo, se vuelven muy atractivas y todo adquiere sentido".

Además de estudiar, está entrenando en la selección de fútbol femenino de la universidad, otras de sus grandes pasiones y a la que le destinaba una parte importante de su tiempo en Brasil.

Manuel Cabrera

Manuel Cabrera

Fuente de la imagen,Manuel Cabrera


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El salvadoreño Manuel Cabrera participa en el programa BIG del Global Talent Fund. Otro latinoamericano al que le apasiona resolver desafíos difíciles es Manuel Cabrera, un salvadoreño que lleva un año estudiando matemáticas en la Universidad de Edimburgo, en Escocia.

"Las matemáticas están por todas partes", explica, como cuando hay que encontrar el camino más corto para llegar de un lugar a otro, un desafío que resuelve el algoritmo que utiliza Google Maps.

"Cuando ves un algoritmo como ese, te das cuenta que la persona que lo creó tuvo una idea brillante que ha sido útil para todos los demás".

"Me gusta desarrollar estrategias, utilizar el pensamiento analítico para resolver un problema con ideas creativas", dice.

Y esa capacidad de resolver problemas es lo que históricamente ha impulsado la innovación a nivel mundial.

Si un joven con el potencial de impulsar la fusión nuclear o diseñar tratamientos de última generación nunca encuentra a los mentores adecuados, las redes, el financiamiento, y todo lo que necesita para prosperar, pierde el mundo entero, explica Agarwal.

Esta situación es más crítica en los países con menos recursos económicos.

De hecho, cerca del 90% de los jóvenes del mundo vive en economías en desarrollo, pero aquellos que nacen en Estados Unidos, Europa y Japón ganan la abrumadora mayoría de los Premios Nobel de Química, Física y Biología.

Y a nivel internacional existen pocos programas enfocados en alumnos de secundaria.

Además del Fondo Global de Talento, algunas universidades como el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) en EE. UU. también ofrecen becas completas para medallistas olímpicos y estudiantes internacionales.

Pero falta mucho más. Agarwal aspira a que estas iniciativas sigan replicándose y expandiéndose a otros países para darles más oportunidades a los adolescentes excepcionales.

El debate sobre los genios solitarios

No todos los economistas están de acuerdo en invertir demasiados esfuerzos en el desarrollo de jóvenes excepcionales como una manera de fomentar la innovación de un país.

No es que les parezca una mala idea. El problema, dicen, es que al fomentar la figura del niño genio, se refuerza el concepto de que las soluciones a los problemas de la innovación tienen que ver más con el esfuerzo individual que con el tipo de sociedad y modelo económico de un país.

Joven en sala de clases.

Joven en sala de clases.

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No todos los economistas están de acuerdo en focalizar los esfuerzos en el desarrollo de jóvenes excepcionales. 

Mariana Mazzucato, fundadora y directora del Instituto de Innovación y Propósito Público (IIPP, por sus siglas en inglés) en el University College de Londres, ha dicho que el principal motor de la innovación no son los genios solitarios, sino la inversión estatal.

"La innovación es el resultado de un esfuerzo colectivo masivo", ha señalado la economista.

La respuesta habitual a este planteamiento es que se pueden hacer las dos cosas: apoyar a los genios y, al mismo tiempo, apoyar los esfuerzos estatales.

Pero el debate se intensifica cuando hay pocos recursos disponibles y los fondos no alcanzan para apoyar las dos cosas.

Otro tema que genera discusión en los países en desarrollo es que muchos de los estudiantes brillantes que reciben becas para ir a las mejores universidades del mundo no regresan a su país de origen.

Y si regresan, cuando enfrentan la realidad de que no hay fondos para desarrollar investigaciones innovadoras ni ofertas de empleo atractivas, regresan al extranjero.

Eso ha provocado que la fuga de talentos sea un problema muy difícil de resolver para los países de origen.

Con todo, en una economía globalizada, una de las premisas que se ha expandido en las comunidades científicas es la importancia de facilitar el libre flujo de las mentes brillantes, más aún de aquellas que se pueden detectar en edad escolar y que, quizás con un buen empujón, terminan desarrollando todo su potencial.

lunes, 9 de junio de 2025

_- El fenómeno de succión por el que un parapentista en China fue arrastrado miles de metros hacia una nube

Un hombre, cubierto de hielo, flotando en las nubes, sujetando dos juegos de cuerdas.
_- Una captura de pantalla de un video no verificado distribuido por The Associated Press

Un parapentista chino alcanza más de 8.500 metros de altitud sin oxígeno y logra sobrevivir.

Se investiga si el deportista, que no tenía autorización para despegar, cometió alguna infracción administrativa. Él asegura que estaba realizando una prueba de equipo rutinaria en tierra.

Autoridades chinas han abierto una investigación después de que un parapentista que se encontraba realizando unas maniobras en tierra, en la provincia noroccidental de Gansu, fuese arrastrado por una corriente de aire. Un incidente que le hizo alcanzar los más de 8.500 metros de altitud, tal y como recoge Efe, pero al que logró sobrevivir.

Pese a que el parapentista contaba con una licencia válida para la práctica de este deporte, no presentó el plan de vuelo requerido para esa jornada ni obtuvo autorización previa para utilizar el espacio aéreo del lugar de despegue, por lo que se examinan posibles infracciones administrativas vinculadas al vuelo. De momento, como informa Reuters, ha sido sancionado sancionado con una suspensión de vuelo de seis meses.

Según la versión de los hechos que el parapentista, de nombre Peng Yujiang, ha dado al medio China Central Television, se encontraba realizando una prueba rutinaria de equipo en un lugar de entrenamiento cuando ocurrió el incidente. Peng ha contado que una repentina oleada de viento le arrastró hacia unas nubes que se habían formado rápidamente.

Ha explicado que iba a ser una jornada tranquila, que tornó en pesadilla: “Acababa de comprar un arnés de parapente de segunda mano y quería probarlo. Así que estaba realizando maniobras de paracaidismo en tierra. Al cabo de un rato, el viento se levantó de repente y me elevó en el aire. Intenté aterrizar lo antes posible, pero fracasé”.

Las nubes hacia las que fue arrastrado Peng, las conocidas como cumulonimbus, tienen una forma amazacotada y densa, parecida a una montaña o una enorme torre. El paracaidista cuenta que, a pesar de intentar descender, quedó atrapado en el sistema de nubes: “Me encontré rodeado de nubes cumulonimbus y atrapado en su interior. Era aterrador: todo a mi alrededor era blanco. Sin la brújula, no habría sabido en qué dirección me dirigía. Pensaba que estaba volando recto, pero en realidad estaba dando vueltas. Al final, conseguí volar hacia el noreste”, ha relatado.

El fenómeno de la “succión de nubes”
Según expertos citados por Reuters, Peng se encontró con un fenómeno raro y peligroso conocido como “succión de nubes”, una situación en la que fuertes corrientes ascendentes convectivas llevan a los parapentes a altitudes extremas. Los expertos explicaron que en el interior de esas nubes las temperaturas pueden caer en picado hasta los 40 grados Celsius bajo cero y los niveles de oxígeno son muy bajos.

Sin máscara de oxígeno y con la cara al descubierto, Peng tuvo que soportar las heladas condiciones hasta el punto de que se le formaron cristales de hielo en la cara, el cuerpo y el equipo, como se ve en las imágenes de vídeo que él mismo pudo grabar durante el peligroso vuelo. Además, sus guantes no se habían cerrado del todo, por lo que tenía las manos entumecidas y casi congeladas. Aun así, se las arregló para controlar su parapente utilizando la brújula y la comunicación por radio con sus compañeros de equipo.

“En cuanto salí de las nubes, me emocioné mucho porque había sobrevivido. Rápidamente informé a mis compañeros de que había salido. El momento más aterrador fue cuando intenté salir de la espiral y fallé, y cuando la vela cayó en picado. Todavía me da miedo pensar en ello. Estoy seguro de que no volveré a probar el parapente pronto, y ni siquiera estoy seguro de si volveré a hacerlo en el futuro”, ha dicho Peng en las declaraciones a la citada cadena de televisión.

Al repasar los datos de su vuelo, el parapentista cuenta que se sorprendió al saber que había alcanzado los 8.598 metros, mucho más de lo que había percibido en pleno vuelo. Incluso sospecha que pudo haber perdido brevemente el conocimiento durante el descenso.

Parapentista con experiencia
Peng Yujiang lleva cuatro años y medio volando en parapente y tiene una licencia de nivel B, el segundo de un sistema de cinco, que exige al menos 20 días de experiencia de vuelo y un mínimo de 40 vuelos individuales.

Más información
Vídeo | Ibrahim Kalesic, 88 años haciendo paracaidismo y subiendo


La asociación provincial de deportes aeronáuticos de Gansu emitió un informe el miércoles, afirmando que las sacudidas en paracaídas en tierra no requieren la aprobación previa y que lo que le ocurrió a Peng fue un accidente imprevisto.

Por su parte, un parapentista experimentado, de apellido Ou y al que han citado los medios del país asiático, explicaba que los vuelos a gran altitud requieren equipamiento especializado para bajas temperaturas, ya que que a 2.000 metros el clima ya es muy frío. También señaló que, aunque se han registrado casos de personas absorbidas por nubes hasta altitudes de entre 6.000 y 7.000 metros, pocos sobreviven a tales condiciones.

domingo, 8 de junio de 2025

_- Algo hemos hecho mal para que ascienda la ultraderecha

Tribuna Innerarity 29/05/25


_- El extremismo no habría llegado a una posición tan relevante si la forma en que se hace política no le fuera tan favorable

En la política se producen a veces constelaciones que favorecen a un actor que no ha hecho nada para merecerlo. No es posible que la ultraderecha haya conquistado una posición tan relevante si no fuera porque las condiciones en las que se practica hoy la política le han resultado muy favorables. Algo hemos tenido que hacer los demás para que los autoritarios hayan alcanzado una posición política que ellos mismos eran incapaces de conseguir. Si en buena parte del espacio público ha terminado por imponerse el marco de la extrema derecha, su modo de concebir los asuntos políticos, sus disposiciones emocionales, no es por su capacidad estratégica, ni porque hayan formulado unas ideas especialmente atractivas sino por desidia o torpeza de los demás.

El ruido en torno a las extremas derechas les ha favorecido y puede seguir haciéndolo si no actuamos con inteligencia. Nuestro griterío coincide con su silencio porque mientras callan no hacemos otra cosa que hablar de ellos. Se ha producido la paradoja de que cuando mejor les va es cuando callan, y que obtienen su peor valoración cuando tienen que hacer explícito su programa de gobierno, por ejemplo, tras la esperpéntica moción de censura de Tamames. Les viene bien el silencio y el modo incógnito, esa supuesta novedad que aparentan representar. El hecho de que se hayan colocado en el centro del debate sin que se les interrogue sobre sus propuestas concretas es debido, sobre todo, a errores ajenos. Tal vez yo contribuya a alimentar esa contradicción, pero lo hago para hablar de nosotros y no tanto de ellos.

Diversas circunstancias han provocado una perturbación de las coordinadas políticas que ha favorecido a la extrema derecha. Se han producido algunos cambios asombrosos que confieren una cierta credibilidad, por ejemplo, que ultrarricos resulten fiables cuando hablan en nombre de los trabajadores, que una parte de la casta lidere el combate contra la casta, que el reproche a las élites improductivas haya pasado de la izquierda a la derecha y ahora sea esta quien parece representar mejor la crítica a los parásitos. Especialmente inaudita es la apelación a la democracia por parte de la ultraderecha, hasta el punto de presentarse a sí mismos como el partido de la evidencia democrática. Que la extrema derecha hable en nombre de la democracia no es algo nuevo, pero sí que esa apropiación sea tan ampliamente aceptada. Podemos interpretarlo como pura demagogia, pero también como el resultado de haberse beneficiado de la desnaturalización del concepto y la práctica democrática. Más allá de la capacidad de la extrema derecha para hacerse con la lengua del adversario, habría que interrogarse sobre la manera como ha evolucionado la política contemporánea y hasta qué punto esa evolución desvela nuestra propia inconsistencia. La atención de los medios (no solo de las redes o los pseudomedios) a la polémica y el choque es el espacio que requieren provocadores como Donald Trump, cuyo histrionismo gozaría de mucha menos atención si la información no tuviera ese carácter de confrontación adictiva. La extrema derecha es una ideología que se alimenta del desprecio hacia la política, de manera que no solo el hecho de que la política se haga mal sino la descripción dramatizada de sus deficiencias favorece a quienes viven de su descrédito.

Para explicar por qué sobre ciertos temas la extrema derecha ha impuesto su manera de concebirlos es inevitable hablar sobre nuestra involuntaria colaboración, tanto en la derecha como en la izquierda. Este favor no pretendido puede realizarse adoptando el marco de los extremistas con la intención de neutralizar su empleo y lo que se consigue es que el marco se imponga sin perjudicar a quienes viven de él. Lo paradójico es que también sus más encarnizados antagonistas les presten inestimables servicios cuando plantean una forma de combate que corresponde exactamente con lo que más les conviene, extremista, sin transacciones posibles, de tosca contraposición.

La cuestión de la migración es el terreno que les proporciona las mayores ventajas, sobre todo cuando lo presentamos como un “problema” o aceptamos el discurso de “una inmigración ordenada” y damos así a entender que el interior de nuestras sociedades está perfectamente ordenado y solo se perturba por lo que proviene del exterior; quien habla de “integración” suele tener una idea demasiado homogénea de la sociedad e infravalora el pluralismo interior. El modo de hablar de la inmigración (también el de quienes no son abiertamente xenófobos) tiene un efecto sobre los miedos y la hostilidad que se despliegan en la sociedad. La categoría de “extranjeros” beatifica a quienes no lo son, que quedan así eximidos de responsabilidad en materia de inseguridad. La fijación en los delitos pequeños cometidos por los inmigrantes invisibiliza los más grandes, que suelen ser cometidos por los de aquí. Con todo ese campo de cultivo no era difícil que la extrema derecha consiguiera convencer a buena parte de las clases medias de que las evoluciones del capitalismo contemporáneo no son las causas determinantes de su empobrecimiento ni de su malestar identitario, sino los migrantes.

El actual feudalismo tecnológico ha sido preparado por el culto a la eficacia, el pragmatismo despolitizado y la asepsia ideológica, que se ofrecen como soluciones a los fracasos burocráticos. Al prestigio del tecnosolucionismo contribuye un espacio público cuyas narrativas catastrofistas preparan el terreno para la justificación de formas de gobierno autoritarias, de urgencia sin deliberación, y confieren una atención inmerecida a quienes dramatizan el malestar, se ofrecen para proteger a cualquier precio, anuncian soluciones al margen de los procedimientos democráticos y sin respetar las instituciones. Este es el terreno en el que resulta creíble el autoritarismo tecnológico.

El viejo combate entre la izquierda y la derecha ha adoptado hoy un giro inesperado y lo que ahora se confronta es la prisa y la lentitud, el cohete contra la conversación, la rapidez contra la deliberación, el descontrol frente a la regulación. El Estado, los procedimientos y la misma democracia se presentan como instituciones de la lentitud. Se ha extendido aquella convicción de Peter Thiel, el libertario que fundó PayPal con Elon Musk, de que los problemas del mundo contemporáneo no se pueden resolver en el marco de los valores y los procedimientos democráticos. Los autoritarios ya no aparecen como los defensores del pasado sino como quienes prometen un futuro transhumano y posdemocrático. Impera en algunos países un exhibicionismo tecnológico que dice querer superar la pereza burocrática, pero en realidad desprecia los procedimientos democráticos. Si se presenta como democrático es porque considera que la gente quiere eficacia, rendimiento y soluciones inmediatas, algo que la política democrática parece haber dejado de proporcionar. El tecnosolucionismo desafía la reflexión y la rendición de cuentas; configura un entorno político sin un debate significativo ni oportunidades de impugnación. Ha impuesto un ritmo a la política tan rápido porque no pierde el tiempo en tomar en consideración sus efectos sociales y medioambientales. El mantra de que la regulación impide la creatividad es el discurso que necesita para una explotación oportunista de los vacíos legislativos; esa supuesta innovación actúa en el tiempo que discurre entre el descubrimiento de un método para hacer dinero y el momento en el que el Estado consigue elaborar una ley al respecto. Si el aceleracionismo ofrece resultados inmediatos es porque, a diferencia de la deliberación democrática, no pierde el tiempo en recabar la opinión de los afectados por sus decisiones; sin reflexión, debates e inclusión, podemos llegar muy rápido a un sitio despolitizado en el que es seguro que no estaremos todos, especialmente aquellos cuyos intereses no tienen otro medio de hacerse valer.

Daniel Innerarity en catedrático de Filosofía Política (Ikerbasque / Instituto Europeo de Florencia), acaba de publicar en Galaxia-Gutenberg el libro Una teoría crítica de la inteligencia artificial, Premio Eugenio Trías de Ensayo.



Philip Glass - Metamorphosis 1

sábado, 7 de junio de 2025

"Estamos ante una generación de hombres jóvenes inviables económica y emocionalmente... Y necesitan nuestra ayuda"

Cuatro hombres jóvenes sentados en un sofá.

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,Los hombres tienen tres veces más probabilidades de ser adictos y 12 veces más probabilidades de ser encarcelados, asegura Scott Galloway.

Los hombres jóvenes están pasando dificultades. Hay suficientes estadísticas –sobre rendimiento académico, niveles de ingresos, soledad, incluso falta de sexo– que indican que los chicos no están bien. En comparación con las mujeres jóvenes, los chicos se están quedando atrás.

Scott Galloway, un profesor de la Universidad de Nueva York que en los últimos años se ha convertido en una eminencia mediática, está tratando de llevar el debate a un terreno más positivo, tanto para los jóvenes como para las jóvenes.

Es presentador de varios podcasts, entre ellos Lost Boys ("Chicos perdidos"), que se estrenó en mayo.

Ahora asesora al Partido Demócrata de EE.UU. sobre cómo hacer que los mensajes lleguen a los hombres más jóvenes. Y pronto publicará un nuevo libro titulado Notes on Being a Man ("Apuntes sobre ser hombre").

Quería hablar con Scott sobre lo que está pasando con los hombres jóvenes y cómo esto afecta a las vidas de las mujeres.

Lo que viene a continuación es un extracto de nuestra conversación, editado para mayor claridad.

Scott Galloway es profesor de la Universidad de Nueva York y autor de varios libros. A la derecha la periodista de la BBC Katty Kay. Explíqueme por qué se centra en los hombres y cuál es, en su opinión, la crisis de salud mental y física que están viviendo los jóvenes.

Mire, los datos son abrumadores: cuatro veces más probabilidades de suicidarse, tres veces más probabilidades de ser adictos, 12 veces más probabilidades de ser encarcelados, niveles récord de depresión.

Estamos criando a la generación más obesa, ansiosa y deprimida de la historia.

Por primera vez, a una persona de 30 años no le va tan bien como a sus padres a los 30. En los centros urbanos, las mujeres menores de 30 ganan más dinero que los hombres.

Por cierto, creo que eso es algo maravilloso. Creo que es un signo de victoria y [hay] también más viviendas unifamiliares en propiedad de mujeres que de hombres. No creo que debamos hacer nada para impedirlo.

Aunque la soledad es un problema para ambos géneros, parece ser especialmente dura para un hombre joven.

Las mujeres tienden a canalizar parte de esa energía romántica, si no la tienen una relación, hacia sus amistades y su carrera profesional, mientras que los hombres tienden a canalizarla hacia cosas como los videojuegos o el porno, o empiezan a aislarse de la sociedad. Así que estamos ante un grupo de hombres jóvenes inviables emocional y económicamente.

Y a nivel personal, me identifico con ello porque yo fui uno de esos hombres.

Una pareja se muestra en una situación incómoda, tras una discusión. Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

Galloway asegura que, en las parejas heterosexuales, los hombres no están logrando seguir el ritmo de las mujeres. Un tercio de las mujeres estadounidenses ganan ahora más que sus parejas. A menudo mienten en los datos del censo para que parezca que el hombre gana más. ¿Qué significa para las parejas enfrentar una situación en la que a las mujeres les va mejor, ganan más, reciben más educación, mientras que los hombres se quedan atrás?

Los hombres no han seguido el ritmo en lo que respecta a hacerse cargo de las tareas pendientes.

Si no aportan tanto económicamente, ¿lo hacen emocional, logística o domésticamente?

La realidad es que la contribución del hombre a la relación, en general, no ha seguido el ritmo de aumento de la contribución de la mujer.

Así que las mujeres están haciendo cuentas y diciendo, no estoy sacando mucho de esto. Dos tercios de las mujeres menores de 30 años tienen novio; en cambio uno de cada tres hombres tiene una relación.

Las mujeres están saliendo con hombres mayores porque quieren hombres más viables económica y emocionalmente.

Pero entonces, ¿se trata de un juego de suma cero en el que, si las mujeres progresan económica y educativamente, de alguna manera no va a funcionar para los hombres?

Creo que hay soluciones, y que obviamente no debemos hacer nada para impedir que las mujeres sean económicamente independientes.

Creo que es maravilloso y que las mujeres, al fin y al cabo, no deberían tener que rebajar su nivel de exigencia.

Deberían poder cosechar las recompensas de sus duras victorias, del hecho de que trabajen más, de que tengan una mejor función ejecutiva, de que les vaya bien en la escuela y adapten sus habilidades a una economía de la era de la información.

Me alegro por ellas.

Al mismo tiempo, hay una serie de programas que deberían elevar el nivel de los jóvenes en general y crear una mayor viabilidad económica, de modo que, si dos personas se juntan, sean económicamente viables.

Ahora mismo, ese no es el caso.

Si por ejemplo en Estados Unidos aumentamos el salario mínimo a US$25 la hora, en una economía en la que el desempleo está en mínimos históricos, la gente podría ganar más dinero.

Permítame lanzar una idea muy provocadora: creo que los jóvenes necesitan beber más.

Hay un movimiento antialcohol que ha conseguido mucha aceptación.

El 40% de los clubes nocturnos de Londres han cerrado, porque los jóvenes no tienen dinero y hay un movimiento antialcohol.

Creo que el riesgo que supone el alcohol para el hígado de los jóvenes de 25 años es insignificante al lado del riesgo de ansiedad y aislamiento social.

Mi consejo para los jóvenes –y lo digo con cierto humor–es que salgan más de casa, beban más y tomen una serie de malas decisiones que quizá les salgan bien.

"A veces (ser proveedor) significa darse cuenta de que tu pareja es mejor en esto del dinero y apoyarla más en su carrera", considera el experto.

Otra cosa de la que ha hablado es de redefinir el concepto de proveedor y protector. Háblenos un poco sobre esas dos palabras.

Me gustaría pensar que los hombres jóvenes, si así lo desean, podrían realmente adoptar una noción de masculinidad que los guíe en las miles de decisiones que tienen que tomar cada día personal y profesionalmente.

Pero debemos definirla aspiracionalmente. Y considero que la deben componer tres pilares fundamentales: proveedor, protector y procreador.

Como proveedor, creo que todo hombre, al comenzar su carrera en una sociedad capitalista, debería asumir o aspirar a asumir la responsabilidad económica de su hogar.

Y, por cierto, a veces eso significa darse cuenta de que tu pareja es mejor en esto del dinero y apoyarla más en su carrera.

Cuando mi pareja y yo tuvimos hijos, ella trabajaba en Goldman Sachs y ganaba mucho más dinero que yo. Así que me hice cargo.

Estaba en casa para la hora del baño, organizaba yo la casa, porque me di cuenta de lo importante que era la responsabilidad económica para nuestro hogar.

¿Eso le pareció castrante de alguna manera?

Un poco, y también podemos hablar de esto, pero la dura realidad es, y no creo que queramos admitirlo, que las mujeres se sienten menos atraídas sexualmente por los hombres cuando estos pierden su viabilidad económica.

En cuanto a ser protector, creo debería ser tu mecanismo por defecto como hombre.

Los hombres necesitan ser fuertes, protectores. Piensa en los trabajos que consideras masculinos: bomberos, policías, militares. ¿Qué hacen? Protegen.

Y no es sólo físico. Me rompe el corazón que las mujeres de Nueva York digan que no se sienten seguras en el metro o que si ven a un grupo de hombres venir por la acera, cruzan la calle.

Creo que ser hombre implica que, cuando la gente chismea y critica a otros a sus espaldas, tu mecanismo por defecto como hombre sea defender a esa persona.

Puede que no estés de acuerdo con la comunidad transgénero, que no pienses que necesitamos una ley que obligue a las corporaciones a usar un tercer baño, pero cuando ves que una comunidad es demonizada, tu instinto como hombre es defender, proteger. Eso es lo que hacemos. Protegemos.

Y ahora, permíteme pasar al tercer aspecto: la procreación.

Creo que el deseo sexual, el deseo de encontrar pareja, si se canaliza correctamente, puede ser una motivación fantástica y un medio para ser un mejor hombre.

¿Para qué sirve todo esto? El objetivo es que puedas establecer relaciones profundas y significativas. Y la mayoría de la gente diría que las relaciones más profundas y significativas que tienen son las que se han forjado al encontrar pareja y tener sus hijos.

Es decir, le pregunto: ¿qué es lo más gratificante de su vida?

Un grupo de cinco amigos.Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

"Yo les digo a los jóvenes cuando doy coaching que la forma en que saben que han fracasado como hombres es cuando empiezan a culpar a los demás", dice Galloway.

Sin duda, tener cuatro hijos. No hay duda. Es mi relación con mi esposo y los cuatro hijos que tenemos.

El 60% de las personas de 30 años tenía un hijo en casa hace 40 años.

Ahora es el 27%.

¿Será porque han decidido que no quieren una familia o porque no pueden permitírselo? ¿O quizás por la dinámica de las citas en línea?

Scott, aprecio que aborde temas incómodos, tanto para hombres como para mujeres. Pero hay personas malintencionadas que aprovechan esta discrepancia entre los logros de hombres y mujeres jóvenes para convertirla en una historia de venganza.

Muchas de mis amigas, y en particular las más jóvenes, me han dicho en los últimos meses: "Dios mío, ¿sabes? Sentimos que llevamos 2.000 años de desventaja. Por fin estábamos progresando y ahora nos están volviendo a encasillar".

Bueno, primero hay que reconocer que es comprensible y natural, e incluso quizás tenga sentido, porque desde 1945 hasta, digamos 2005, Estados Unidos registró un crecimiento económico increíble.

Y de toda esa prosperidad se apoderó solo un tercio de la población, en especial de los hombres blancos heterosexuales.

Mi generación vivió una prosperidad enormemente injusta. Así que es comprensible que la gente diga: "Vale, llevas 3.000 años de ventaja, y ahora te pones nervioso cuando a los hombres no les va bien".

Pero lo que yo recomendaría es lo siguiente: la empatía no es un juego de suma cero.

Si vas a una morgue y hay cinco personas que se suicidaron, cuatro son hombres. ¿Y saben quién quiere que haya más hombres económica y emocionalmente viables? Las mujeres. Las mujeres no van a seguir prosperando a menos que tengamos más hombres viables.

Lo que les digo a los jóvenes cuando doy coaching es que la forma en que saben que han fracasado como hombres es cuando empiezan a culpar a los demás, empiezan a culpar a las mujeres por su falta de oportunidades sexuales y a los inmigrantes por sus problemas económicos.

Eso significa que se han pasado de la raya y que han perdido el rumbo.

Las mujeres aún enfrentan enormes desafíos, pero también podemos reconocer que nuestros hombres jóvenes están en apuros y necesitan nuestra ayuda.

viernes, 6 de junio de 2025

_- Manuel Blum, el venezolano que propuso "un protocolo para resolver problemas imposibles", fundó la teoría de la complejidad computacional y es el único latinoamericano en ganar el Premio Turing

Manuel Blum

_- Manuel Blum nació en Caracas.

Alice y Bob se divorciaron hace poco, viven en ciudades distintas y necesitan definir quién se quedará con el automóvil.

Lo decidirán lanzando una moneda al aire, pero hay un detalle: lo quieren hacer por teléfono.


"A Bob no le gustaría decirle a Alice CARA y oír a Alice (al otro lado de la línea) decir: 'Voy... Estoy lanzando la moneda... ¡Perdiste!'".

A Alice también le gustaría tener garantías de que la apuesta es justa.

Con ese escenario comienza un influyente artículo académico de 1981 que aborda un problema fundamental en criptografía, un campo de la informática que se enfoca en desarrollar un intercambio de información seguro y confiable.

Su autor, Manuel Blum, es considerado un pionero de la informática teórica.

Cuando era pequeño, una maestra en Estados Unidos le dijo a su madre que ni pensara que iría a la universidad, que "con suerte terminaría la secundaria".

"Mi pobre mamá respondió que yo era inteligente, solo que no hablaba inglés".

Para fortuna de su familia y de quienes usamos internet, esa maestra se equivocó.

No solo estudió en el prestigioso Massachusetts Institute of Technology, MIT, sino que también ganó en 1995 el Premio A. M. Turing, considerado el Nobel de Computación.

"Las contribuciones de Manuel Blum a la informática son fundacionales, especialmente en áreas teóricas profundas, pero su influencia también moldea silenciosamente la tecnología de la que dependemos a diario", le indica a BBC Mundo Sheon Han, programador y escritor radicado en California.

A esos extraordinarios aportes, se suma su trayectoria docente. Ha sido mentor de ganadores del Premio Turing y de otros importantes galardones.

"Sus estudiantes son reconocidos como líderes en el campo y han plasmado el estilo de Manny de cuestionamiento agudo y análisis de fundamentos", le señala a BBC Mundo Ronald Rivest, profesor del MIT y ganador del Premio Turing en 2002.

Actualmente, Blum investiga la conciencia desde la perspectiva de la computación teórica.

Su interés en el cerebro se remonta, en parte, a ese niño que llegó a pensar que "la maestra tenía razón".

"Recuerdos lindos"
Los padres del ingeniero eran judíos asquenazíes originarios de Rumania.

"La comunidad judía sefardí puso el dinero para que mis padres pudieran llegar a Venezuela".

El que sus papás emigraran a ese país, lo considera "muy afortunado".

Manuel Blum recuerda un día que sus padres lo llevaron a él y a sus dos hermanos menores al Parque del Este. "Había unas mesas y unos niños dibujando. Apenas me vio la maestra, me dio hojas y creyones. Es uno de muchos recuerdos lindos de Venezuela". "La familia de mi papá era pobrísima, no tenía ni para comer, pero en Venezuela, lo consiguió", le cuenta a BBC Mundo desde Estados Unidos.

Mientras otros miembros de su familia paterna se fueron a la nación sudamericana, la familia materna, que era más pudiente, decidió quedarse en Europa.

Pero, tiempo después, se produciría el ascenso del nazismo. "Los llevaron a un campo de trabajos forzados en Rumania. No tenían comida ni medicinas. No los mataron".

"Lograron sobrevivir y también se fueron a Venezuela".

El ingeniero, que nació en Caracas en 1938, tiene "muchos recuerdos lindos" de su infancia allá.

Años después, su familia lo llevaría a vivir al Bronx, en Nueva York. Los recuerdos de esa época "no son nada bonitos como los de Venezuela".

Sus padres, que le hablaban en alemán, decidieron empezar a hacerlo en español. Eran los tiempos de la Segunda Guerra Mundial y en su nuevo país, "la gente no quería oír alemán".

Entender el cerebro
La predicción de su maestra de primaria, dice Blum, "no fue mala para mí".

"Yo quería ser más inteligente", evoca el profesor sobre esa época. Y, por eso, le empezó a preguntar insistentemente a su padre qué podía hacer para lograrlo.

Manuel y Lenore se casaron cuando ella tenía 18 años y él 23. "Un día me dijo: 'Si entendieras cómo funciona tu cerebro, podrías ser más inteligente'.

A mis 8 años, recuerdo haber pensado: '¡Qué idea tan magnífica!'. Eso era exactamente lo que yo quería: entender mi cerebro".

"Desafortunadamente, mis notas eran malísimas. En cuarto grado saqué U en todas las materias, excepto en matemáticas y ciencias, que saqué mi primera S".

No sabía que significaban esas letras y cuando le preguntó a su papá, le respondió que U era una buena calificación y "una S aún mejor".

Después se enteraría de que U era unsatisfactory y S, satisfactory.

La matemática
El lazo con Venezuela continuó. De hecho, sus padres volvieron y vivieron varios años en Caracas.

En una ocasión, con 14 años, pasó unas vacaciones allá.

La pareja junto a su hijo, Avrim. "Un día, tocaron la puerta y cuando mi mamá abrió, recuerdo haber pensado: 'Esa es la muchacha más linda que he visto en mi vida'".

Al frente estaba Lenore Epstein, quien acompañaba a su madre a visitar a una amiga.

"Recuerdo lo mismo, también quedé impresionada con él", cuenta Lenore, quien se nos unió en la entrevista por Zoom.

Nacida en Estados Unidos, también vivió una época en la nación sudamericana y allí encontró su pasión por las matemáticas.

Ella es una leyenda.
"Ha realizado un trabajo influyente en lógica y criptografía, y formuló un modelo de computación completamente nuevo. Y aunque no se lo propuso, también ha dedicado gran parte de su tiempo a crear instituciones para ayudar a las mujeres a seguir sus pasos".

Así lo escribió Ben Brubaker en "The 'Accidental Activist' Who Changed the Face of Mathematics" ("La 'activista accidental' que cambió el rostro de las matemáticas") en Quanta Magazine.

Lenore y Manuel se casaron en 1961.

La moneda por teléfono
La pasión por la ciencia del joven Manuel aumentó y, con ella, vendrían muchos logros.

"Tuve la suerte de entrar al MIT. Allí aprendí a pensar".

Estudió ingeniería eléctrica en parte porque pensó que los circuitos eléctricos le ayudarían a comprender cómo funcionaba el cerebro. Después haría un doctorado en matemáticas.

Los dos científicos desarrollaron sus carreras en EE.UU. En 1981, escribió el artículo académico con el que comenzamos esta nota: "Coin flipping by telephone. A protocol for solving imposible problems" ("Lanzamiento de monedas por teléfono: un protocolo para resolver problemas imposibles"), en el que plantea el dilema de Alice, Bob y el carro.

Sheon Han lo abordó en "How this Turing Award–winning researcher became a legendary academic advisor" ("Cómo este investigador ganador del Premio Turing se convirtió en un consejero académico legendario"), que publicó en la revista MIT Technology Review.

"¿Cómo pueden dos partes participar en intercambios confiables a través de un canal de comunicación de tal manera que ninguna pueda hacer trampa?

Blum demostró que esto se puede lograr mediante el concepto de 'compromiso'. En una analogía simplificada, la idea es que Alice le da a Bob una caja cerrada con su predicción dentro, pero sin la llave. Esto evita que Alice altere su predicción y que Bob descubra su suposición anticipadamente. Una vez que Bob lanza la moneda, Alice le entrega la llave para abrir la caja".

Cuando le pregunto al profesor cómo se le ocurrió ese artículo, me responde: "Necesitábamos un 'Lanzamiento de monedas por teléfono' equitativo porque casi todos los algoritmos de la criptografía requieren de tal lanzamiento".

En nuestro día a día
En 1995, el ingeniero recibió el Premio Turing "en reconocimiento a sus contribuciones a los fundamentos de la teoría de la complejidad computacional y su aplicación a la criptografía y la verificación de programas".

Es el único ganador de esa distinción nacido en América Latina.

La teoría de la complejidad, indica el profesor Rivest, es "el estudio de lo que las computadoras pueden y no pueden hacer con recursos limitados, por ejemplo, de tiempo o espacio".

Avrim, el hijo de la pareja, también se convirtió en un científico de la computación. Aquí posa junto a sus padres. Se trata de un área que, aunque puede parecer abstracta, tiene un impacto práctico impresionante, me indica Han: "Sustenta la criptografía moderna, protegiendo todo, desde los mensajes privados hasta las transacciones financieras y la infraestructura más amplia de seguridad en internet".

"Más allá de la teoría", dice el programador, Blum también ayudó a desarrollar unas pruebas que ahora nos resultan muy familiares y que "demuestran que eres un humano en internet".

Fue así como, en 2003, presentó -junto a otros tres investigadores- "CAPTCHA, una prueba automatizada que los humanos pueden pasar, pero los programas informáticos actuales no".

El niño curioso no se va
El niño que quería entender cómo funcionaba su cerebro no ha dejado de acompañar a Blum.

"Por eso, empecé mis investigaciones con Lenore".

Juntos, en 2024, firmaron el artículo académico: "AI Consciousness is Inevitable: A Theoretical Computer Science Perspective" ("La conciencia de la IA es inevitable: Una perspectiva desde la informática teórica").

La destacada carrera de Lenore Blum en los campos de las matemáticas y la informática se expande seis décadas. Para el investigador, la "conciencia tiene que ver con la sensación fenoménica, en contraposición al mero conocimiento".

Desde muy joven, le llamaba la atención que podamos pensar y sentir.

Me dice que los robots de hoy en día pueden saber si tienen algo roto, dañado, pero no lo sienten.

"No es que quiera hacerlos sufrir", aclara.

Lo que quería, siendo joven, y lo que sigue "queriendo entender" es un sistema en el que "saber y sentir son dos cosas diferentes".

"Quería comprender qué tiene el humano en el cerebro que lo hace sufrir", es decir, qué es lo que posee que no se limita a saber que se ha lastimado. "¿Qué es lo que les falta a los robots para poder sufrir como los humanos?".

Un gran auditorio
Blum cita al filósofo David Chalmers, quien distingue entre un problema fácil y uno difícil.

En el caso del dolor, indica el profesor Blum, el problema fácil es construir un robot que sepa cuando está roto y el difícil es construir un robot que sienta dolor cuando se ha roto.

"Lenore y yo tenemos un modelo para entender la conciencia", afirma.

Se vieron por primera vez en Venezuela, se enamoraron y actualmente trabajan juntos. "Ese modelo es lo suficientemente simple como para explicarle a mi yo más joven, al niño de 10 años, lo que quería entender sobre lo que pasa dentro del cerebro".

"¿Y cómo se lo explicaría?", le pregunto.

"Le diría que dentro de la cabeza tenemos un auditorio grandísimo compuesto por unos 10 millones de personas que están mirando un escenario donde pasan cosas".

Esa es una idea que aprendió del psicólogo Bernard Baars, autor de "In the Theatre of Consciousness" ("En el teatro de la conciencia").

Ese libro de 1997, que combina la psicología y la ciencia del cerebro, presentó las ideas que científicos notables tenían sobre los procesos vinculados a la experiencia consciente y se centró en la metáfora de la mente como un teatro.

"Nuestro modelo matemático explica cómo trabaja ese auditorio", precisa el ingeniero.

"No es el modelo que un neurofisiólogo quisiera. Este es un modelo muy simple, el que un niño de 10 años hubiera querido tener y hubiera podido entender".

Con el micrófono
La cifra de 10 millones de personas en el auditorio que el profesor Blum nos invita a imaginar es porque en el cerebro hay 10 millones de columnas corticales, que son unas formaciones verticales que se extienden por la corteza cerebral.

"Cada columna tiene unas 1.000 neuronas y trabaja como un computador pequeñito", explica el investigador.

Pensemos que cada uno de esos computadores portátiles tiene una memoria cuya vida no supera los 50 años y que, al principio, no están conectados entre sí.

Marvin Minsky, quien fue una figura clave en el avance de la inteligencia artificial, fue el asesor de la tesis doctoral del profesor Blum. "Si uno de estos computadores tiene algo que decir, va al escenario y se lo transmite a los 10 millones de computadores o personas. Si otro computador o persona quiere responder, va al escenario y lo hace".

"Si dos personas en el auditorio conversan lo suficiente, crecerá una conexión entre las dos y podrán comunicarse sin tener que subir al escenario".

Ahora piensa en este ejemplo que te sonará familiar: vas a una fiesta y empiezas a hablar con alguien que tienes la certeza de que conoces, pero no recuerdas su nombre.

Lo que pasa en el auditorio es que hay una persona que decide hacer algo:

"Sube al escenario, agarra el micrófono y les transmite a las 10 millones de personas un mensaje: '¡Qué vergüenza! No recuerdo el nombre de esta persona. ¿Cómo se llama? ¡Ayúdenme!'.

Y las personas en el auditorio se ponen a pensar en eso. Una sube y dice: 'No sé el nombre, pero sé que la conocí en la escuela', otra más sube y da otra pista y así sucesivamente".

Modelo matemático
Cuando sales de la fiesta y vas camino a casa, de repente, te acuerdas del nombre.

"Y eso es muy interesante porque indica que al menos una de esos 10 millones de personas siguió pensando en eso, alguien en ese auditorio dio con el nombre porque se puso a trabajar duro para encontrarlo y tú no lo sabías, ibas conduciendo. De hecho, se te había olvidado el asunto hasta que de repente la respuesta salió de ese auditorio".

El matemático y criptógrafo Alan Turing fue pionero de la computación y teórico de la inteligencia artificial. La profesora Lenore explica que la persona que pidió ayuda, "al subirse al escenario y transmitirle al resto su inquietud, desencadenó otros recuerdos y así fue cómo salió el nombre".

"Eso es parte de nuestro modelo matemático que llamamos la Maquina Teórica de la Conciencia, the Conscious Turing Machine, que está inspirado en Turing, en la teoría moderna de la computación eficiente, y en la neurología".

El matemático inglés Alan Turing, considerado el creador de la informática moderna, ideó en los años 30 del siglo pasado la que se conoce como máquina de Turing, que es un modelo conceptual de computación, una máquina abstracta, no un aparato tangible.

"A pesar de su simplicidad, la máquina puede simular cualquier algoritmo informático, sin importar lo complicado que sea", señalan desde la Universidad de Cambridge.

En el ejemplo del auditorio, el profesor hace una comparación: cuando una persona está en el escenario transmitiendo una información a los otras 10 millones de personas "es igual a cuando uno le pone atención a algo y le surge un pensamiento".

"Aunque eso no explica cómo se siente el sufrimiento, sí permite saber que se tiene un dolor: la persona que sube al escenario dice, por ejemplo: 'Tengo un dolor terrible en mi pierna' y, así, todos en el auditorio saben que tiene ese dolor, aunque aún no lo padezcan. Entender cómo se sufre requiere más exploraciones en nuestro modelo".

El tema de la conciencia
El debate sobre qué es la conciencia es uno de los más antiguos e históricamente se asoció con la filosofía y la religión.

"Hubo una época en la que era un tabú en el ámbito científico estudiar la conciencia", cuenta la profesora Lenore.

Francis Crick ganó -junto a James Watson y Maurice Wilkins- el Premio Nobel de Medicina de 1962. Pero 30 años atrás, gracias a la influencia de varios factores, se dio un giro.

En 1995, Francis Crick, Premio Nobel de Medicina de 1962, publicó "The Astonishing Hypothesis: The Scientific Search for the Soul" ("La Hipótesis Asombrosa: La Búsqueda Científica del Alma").

"En ese libro, dijo que los neurocientíficos debían empezar a estudiar qué pasaba en el cerebro para que surgieran los sentimientos, las emociones. Con ese libro, Crick dio cierta autoridad para estudiar la conciencia", indica la matemática.

A eso se suma que en los años 90 se desarrollaron los aparatos para estudiar el cerebro (las imágenes por resonancia magnética funcional) y Baars publicó su libro sobre la conciencia.

Así, neurocientíficos, filósofos e investigadores de procesos cognitivos abrieron un nuevo campo de estudio científico enfocado en la conciencia.

Y los matemáticos se unieron.

Más allá de la eficacia
"Hay gente que mira el tema desde una perspectiva puramente matemática. Nosotros lo vemos desde la ciencia de la informática teórica, que es un tipo de matemática interesada en la computación", precisa la profesora Lenore.

La teoría de Turing explica funciones que se pueden computar eficazmente, pero no necesariamente eficientemente.

"La teoría moderna requiere que la computación sea eficiente", señala el ingeniero. Manuel Blum recuerda al neurofisiólogo Warren McCulloch como "la persona más importante de mi vida académica", ya que "me enseñó muchísimo".

Fue en los años 60 que ese campo empezó a preguntarse qué era factible hacer y cuán rápido se podía hacer.

"En un frase: ¿qué es posible solucionar eficientemente, no solo efectivamente, en términos matemáticos y computacionales?", apunta la académica.

Así, la teoría de la complejidad es clave en el modelo que los esposos Blum han desarrollado: qué se puede hacer con recursos limitados.

Para el científico no hay duda: "se puede usar la matemática para comprender la conciencia".

"Brillantez y bondad"
Han me cuenta que cuando preparaba su artículo para la MIT Technology Review sobre el profesor Blum, le emocionó notar la admiración que sus estudiantes sienten por él. "Lo adoran".

"Hay algo profundamente sutil en eso: una especie de legado intelectual arraigado no solo en la brillantez, sino en una auténtica bondad".

Mi conversación con los profesores Blum duró poco más de una hora y media.

En medio de ideas y conceptos complejos, recuerdo la afabilidad de ambos.

El ingeniero me habló en español y no fue difícil darme cuenta de su sentido del humor.

Al principio me pidió por favor que no lo llamara ni profesor ni doctor y que si lo volvía a hacer me diría "doctora Rodríguez". ("Nada más alejado de la realidad", le respondí).

Como no pude evitar dirigirme a él como profesor, en más de una ocasión me llamó "doctora" y bueno… ¿quién le discute a un admirado Premio Turing?

jueves, 5 de junio de 2025

_- El cooperativismo crece con fuerza en España impulsado por las cooperativas de trabajo

_- De las 1.565 nuevas cooperativas creadas en 2024, un 78% (1.227) son CTA, responsables de casi 3.000 nuevos empleos cooperativos (2.968), según informa COCETA.

En 2024 se constituyeron 1.565 nuevas cooperativas, según los últimos datos recabados por la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado (COCETA) y el Ministerio de Trabajo y Economía Social. En concreto, las cooperativas de trabajo asociado (CTA) lideran este fuerte crecimiento: de las 1.565 nuevas cooperativas, un 78% (1.227) son CTA, responsables de casi 3.000 nuevos empleos cooperativos (2.968).

«El cooperativismo en España se consolida como un motor clave de empleo y desarrollo económico y confirma que las CTA son parte indispensable de la columna vertebral del cooperativismo, impulsando la economía con valores y un modelo empresarial democrático y sostenible a corto y largo plazo«, explica en un comunicado COCETA, que destaca otro dato importante: el 45% de las nuevas cooperativistas son mujeres, un porcentaje notablemente superior al registrado en otros modelos empresariales.

Andalucía lidera el crecimiento de nuevas cooperativas Por comunidades autónomas, Andalucía encabeza la creación de nuevas CTA, con 284 cooperativas, seguida por Galicia (174 CTA), la Comunitat Valenciana (146 CTA) y Cataluña (129 CTA). En lo que respecta a creación de empleos cooperativos, también lidera Andalucía, con 629 empleos nuevos, seguida de Cataluña (392), Galicia (389), País Vasco (326) y la Comunitat Valenciana (322).

En cuanto a los sectores, el 75% de las nuevas cooperativas se enmarcan en el ámbito de los servicios, lo que sigue la tendencia general de la economía española. El 14% corresponde al sector de la construcción y el 8% a la industria. En este último destaca una tendencia hacia la paridad entre hombres y mujeres, a diferencia del tejido empresarial convencional, donde la industria continúa siendo un ámbito fuertemente masculinizado. «Además, el 52% del empleo cooperativo lo ocupan mujeres, lo que refuerza el papel del cooperativismo como impulsor de la igualdad de género y la cohesión social», subraya COCETA.

La consolidación de las cooperativas de trabajo asociado Entre 2023 y 2024, el cooperativismo en España continúa su tendencia de crecimiento y alcanza ya las 24.435 entidades (un 4,5%), especialmente en el modelo de cooperativas de trabajo asociado, que representan más del 81,2% del total de cooperativas activas. En total, hay 19.846 en 2024 (+4,8%).

No obstante, según recoge COCETA, el crecimiento en número de cooperativas creadas se acompaña de un menor número de personas que forman parte de los proyectos: 265 personas socias con una caída de 323 empleos cooperativos respecto al año anterior. «Este dato responde a que las nuevas cooperativas creadas son, en general, de menor tamaño y más especializadas, lo que apunta a un cambio de tendencia hacia modelos más dinámicos y adaptados a nichos concretos de mercado. Esta tendencia hacia estructuras empresariales de menor tamaño es común en el conjunto del tejido empresarial español», explica la confederación.

«Desde COCETA valoramos estos datos como una muestra del potencial transformador del modelo cooperativo para generar empleo estable y de calidad, fomentar la igualdad de oportunidades y dinamizar el tejido empresarial en todo el territorio», concluye.

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miércoles, 4 de junio de 2025

_- La derecha nacionalista española, España y lo español

_- Quien haya leído mis opiniones desde hace tiempo sabrá que estoy muy alejado de cualquier tipo de nacionalismo. Aunque, curiosamente, no lo estoy en contra de ninguna de las dos acepciones que la Real Academia de la Lengua da a ese término: a) Sentimiento fervoroso de pertenencia a una nación y de identificación con su realidad y con su historia y b) Ideología de un pueblo que, afirmando su naturaleza de nación, aspira a constituirse como Estado.

Ambas me parecen razonables, legítimas y perfectamente aceptables. Rechazo, por el contrario, el nacionalismo que, en aras de esos sentimientos o aspiraciones, considera enemigo y no nacionales a sus compatriotas que no los comparten en su misma medida (reconozco, sin embargo, mis dudas: no estoy seguro de que esos sentimientos e ideología no vayan siempre junto al totalitarismo o terminen provocándolo). Tengo la impresión de que detrás de esto último están los momentos más sangrientos y deleznables de la historia humana.

Dejando a un lado los nacionalismos que están más lejos de nosotros y que conozco peor o que incluso desconozco, el que me ha parecido siempre más aberrante y rechazable ha sido el español, el de una gran parte de la derecha española. La que tiene la boca llena de palabras de amor a España, a su bandera y a sus gentes pero que rechaza como españoles a quienes no comparten sus valores ni su imagen de España.

Nunca he podido entender cómo se puede decir que se ama a una nación y perseguir a sus nacionales o considerar que no lo son si no tienen exactamente sus mismos sentimientos, la concepción de lo que es España, o iguales aspiraciones nacionales como sus legítimos y libres ciudadanos.

La derecha nacionalista española es la que habla de «auténticos» españoles, españoles «de verdad», «buenos españoles», «patriotas»… para referirse solamente a quienes piensan como ella, mientras que el resto son (tengo que incluirme y decir somos) los enemigos de España, la anti-España, quienes no amamos a nuestra patria o nación (no pelearé por los nombres), ni nos sentimos parte de ella o cubiertos por su bandera. La derecha nacionalista española es la que cree que España es ella y suya, y que España es real y exclusivamente tal y como los nacionalistas españoles la contemplan, la imaginan o la desean.

He vivido todo eso desde que tengo uso de razón, pero lo que me sorprende y me deja desolado es que siga viviéndolo con tanta o más fuerza ahora que vivo en democracia que cuando España estaba bajo una dictadura, la de la derecha nacionalista, la de los buenos y auténticos españoles, por supuesto.

Me vienen a la cabeza estas reflexiones ahora que la derecha española se opone a que lenguas españolas reconocidas oficialmente en la Constitución se utilicen como tales en la Unión Europa.

La derecha nacionalista critica al nacionalismo catalán, vasco o gallego porque no se siente español y reclama, por tanto la españolidad de Cataluña, País Vasco o Galicia y la de todos los catalanes, vascos o gallegos. Pero, al mismo tiempo, no considera españoles a buena parte de los catalanes, vascos o gallegos, ni a lo que es catalán, vasco o gallego, como sus lenguas (¡¡o el cava, cuando pide que se boicotee!!).

El totalitarismo nacionalista lleva a este tipo de incoherencias.

Si hay españoles que hablan otras lenguas diferentes al castellano, ¿no serán esas otras lenguas tan nuestras como la que hablamos con acento castellano, andaluz, o canario? ¿Por qué oponerse entonces a su uso?

El nacionalismo español define lo español a través de lo que no es común, sino sólo propio de una parte de los españoles, como la lengua castellana, la religión católica, o los valores conservadores. Es lo que hacen todos los nacionalismos, aunque en su caso de modo exacerbado y aún más totalitario, pues puede disponer de los aparatos del Estado y de su fuerza contra los demás españoles. Luego se extraña que haya catalanes, vascos o gallegos que, rechazando esa conducta de la parte poderosa de España, rechacen por extensión a su conjunto. Yo -para nada nacionalista- me lo pregunto a mí mismo: ¿cómo reaccionaría si me impidieran hablar con mi acento andaluz, dentro o fuera de Andalucía? Y vaya por delante que estas mismas reflexiones las hago extensivas al nacionalismo periférico que pone trabas a que usen el castellano quienes lo tienen o desean tenerlo como lengua propia.

La negativa del nacionalismo español a considerar como español todo lo que es de España me vuelve a parecer lamentable. Aunque, si eso lo es, también me resulta penoso que los españoles no nacionalistas, de izquierdas o derechas, no hayamos sido capaces de configurar a lo largo de nuestra historia una concepción diferente de España: transversal, respetuosa, abierta, unida y diversa, diversa y unida, cosmopolita y capaz de abrazar a toda la ciudadanía sin establecer cainitas fronteras interiores. Una España vertebrada por el sentido común y la libertad. Una España en la que una parte de ella no hiele constantemente el corazón de la otra.

PS. Leo hoy que el líder del Partido Popular que ahora ha maniobrado para evitar que se permita el uso de las demás lenguas españolas en Bruselas, hablaba allí en gallego cuando era presidente de Galicia y reclamaba su uso oficial. Todo vale para destruir al adversario.

Fuente: 

martes, 3 de junio de 2025

Más allá del miedo: reconstruir la escuela desde lo común

Necesitamos políticas que propongan alternativas a los enfoques competitivos e individualistas y sean capaces de garantizar el bienestar de la comunidad educativa en su conjunto.

De acuerdo con el Centro de Estudios Sociológicos el 65,8% de los españoles considera que su situación económica es buena o muy buena. Sin embargo, cuando se les pregunta por la situación general de España esta cifra desciende hasta el 29,9%. ¿Cómo se explica esta diferencia? La distancia que media entre ambas cifras tiene mucho que ver con el miedo. Los mensajes constantes sobre crisis, conflictos y amenazas hacen que percibamos el entorno como hostil y peligroso. Es un miedo que no necesariamente viene de la experiencia directa, sino de lo que oímos, leemos y vemos cada día. Y ese miedo acaba marcando cómo nos relacionamos con los demás y las decisiones que tomamos.

El miedo, de hecho, se ha convertido en una forma de vida para muchos, en parte por el sesgo informativo y por unos medios que amplifican contenidos con un alto contenido emocional, funcionando como caja de resonancia. Miedos a problemas reales, como las guerras, la crisis climática o el ascenso de la extrema derecha, pero también a amenazas percibidas, muchas veces exageradas o manipuladas para instalarse en el imaginario común. Hay un rédito en el temor: asienta prejuicios, inmoviliza la esperanza y desgasta la confianza en las instituciones y en los otros.

Así, el miedo se infiltra en cada esfera de nuestra vida deformando la mirada y desdibujando el sentido y la posibilidad de un nosotros común capaz de tejer confianza y pertenencia. Y estos miedos han llegado también a lo que más queremos, a la infancia y su educación. En una sociedad donde el miedo cotiza al alza, su eco resuena en cada rincón: los medios lo amplifican, la sociedad lo absorbe, docentes y familias lo padecen y, en silencio, los y las estudiantes lo heredan.

Las familias tienen miedo de que sus hijas e hijos no sean capaces de competir en el mercado laboral en una competición (amañada) que cada vez empieza antes, tiene más filtros y termina más tarde. Miedo a un sistema productivo que agota y en el que los tiempos de cuidados se consideran improductivos. Incertidumbre por no entender las reglas y demandas del sistema educativo. Miedo a no ser capaces de proteger a las criaturas que tantas renuncias les ha costado; de todos y cada uno de los riesgos que ven en los telediarios: las tecnologías, las adicciones o el bullying.

Las docentes también tienen miedo. Desde hace tiempo han visto cómo su trabajo se volvía más complejo, al mismo tiempo que sus condiciones laborales se deterioraban. Un empeoramiento que, a diferencia de lo que sugiere cierta retórica, no se ha traducido en mejoras para el alumnado. Las docentes tienen miedo de no llegar a todo, de no estar a la altura de las expectativas crecientes que depositan en la escuela la solución a todos los males de la sociedad. Miedo ante la judicialización de la vida pública y de la burocratización. Miedo a la mercantilización de la educación que resta oportunidades y configura la educación como un supermercado a la carta.

Y en medio de esta vorágine los y las estudiantes también tienen miedo ante un futuro incierto en el que nada está garantizado. Desapego por un sistema educativo que poco tiene ver con lo que viven a diario y que le manda en ocasiones mensajes contradictorios. Miedo a fracasar, a no cumplir con las expectativas de “alumno ideal”, a no ser suficientemente “listos/as”, “esforzados/das”, “participativos/as”, “activos/as”; un miedo que se expresa en forma de resistencia, rechazo, apatía, desmotivación o inseguridad, entre otras manifestaciones y que, en última instancia, se alimenta de un ciclo de exclusión que refuerza las desigualdades existentes.

Cuando escuchamos a un niño o niña decir que tiene miedo, ya sea a la muerte, a la oscuridad o a los monstruos, debemos entender que, aunque el objeto del miedo pueda ser real, percibido o imaginario, lo que realmente importa es que el miedo en sí es real y que tiene un impacto tangible. Este miedo nos paraliza, nos inmoviliza. Su fuerza apela a nuestros instintos primarios: protegernos, escondernos, huir. Cuando sentimos que no hay salida colectiva, que el futuro no nos ofrece certezas ni esperanza, el miedo nos empuja a refugiarnos en soluciones individuales como única vía ante una suerte de sálvese quien pueda.

Así, ante problemas estructurales, respondemos con lógicas defensivas: trazamos fronteras y culpamos al otro. En este contexto, decirles a los jóvenes que son la peor generación de la historia, a las familias que no se implican o que malcrían a sus hijos, y a los docentes que son unos privilegiados poco comprometidos no hace más que alimentar el malestar y generar guerras fratricidas en las que al parecer no podemos ganar todos. Abundan las críticas, pero escasean las propuestas constructivas y transformadoras. Un escenario ideal para el inmovilismo

Es legítimo que las familias “truquen” la carrera meritocrática comprando ventajas competitivas para sus hijos e hijas, que el alumnado utilice la IA para hacer los deberes o que los docentes huyan de los centros más complejos por no querer inmolarse por una causa incierta. La mejora del sistema educativo no puede recaer sobre las conductas individuales, la culpa o el sacrificio personal. Debe apoyarse en soluciones estructurales y políticas públicas que generen condiciones equitativas para que familias, docentes y alumnado puedan sentirse bien y ejercer su tarea educativa en igualdad de condiciones, con el bien común como horizonte.

Necesitamos políticas que propongan vías alternativas a los enfoques competitivos e individualistas del sistema educativo, y que sean capaces de garantizar el bienestar de la comunidad educativa en su conjunto, sin que las mejoras de unos impliquen pérdidas para otros. Creemos que se pueden mejorar las condiciones laborales del profesorado, asegurar que dispone de los medios necesarios para realizar su trabajo, facilitar la participación efectiva de las familias y ampliar los derechos del alumnado para que pueda aprender y desarrollarse en condiciones óptimas.

El miedo educativo no es fruto del azar; responde a intereses que lo alimentan y a un discurso inmovilista que se sostiene en la idea de que “todo va mal”. Frente al miedo, es urgente reivindicar la esperanza, lo común y la corresponsabilidad. Empatía, confianza, responsabilidad compartida y escucha mutua. No basta con exigir más implicación individual a familias, docentes o alumnado: hacen falta reformas estructurales que garanticen condiciones dignas, lenguajes compartidos y derechos ampliados. Instituciones que protejan, escuchen y cuiden. Solo así dejaremos de esperar milagros individuales y podremos construir respuestas colectivas. Porque la mejora educativa no vendrá de héroes solitarios, sino de comunidades que se cuidan y sistemas que se reforman pensando en el bienestar de todos y todas. En tiempos de incertidumbre, es más necesario que nunca mandar un mensaje de tranquilidad y trazar, juntas, un horizonte de esperanza que nos permita vislumbrar un futuro más justo para todas y todos, y nos equipe con las herramientas necesarias para construirlo.

Daniel Turienzo es maestro de Educación Infantil en la red educativa en el exterior. Aina Tarabini es profesora de Sociología en la Universidad Autónoma de Barcelona, especializada en desigualdad educativa.