domingo, 30 de noviembre de 2025

Quién fue Le Duc Tho, la única persona que rechazó el Nobel de la Paz


Primer plano de Le Duc Tho, con gesto serio, ante un micrófono

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,El negociador vietnamita Le Duc Tho rechazó el Nobel de la Paz en 1973.

Pocos premios generan tanto respeto y admiración alrededor del mundo como lo hace el Premio Nobel de la Paz. 

 Desde que se empezó a entregar, en 1901, el galardón se lo han llevado activistas tan influyentes como Nelson Mandela, Martin Luther King Jr. o la Madre Teresa, e instituciones tan representativas a nivel global como el Comité Internacional de la Cruz Roja.

Es un premio tan codiciado que, en toda su historia, solo ha habido una persona que ha rechazado recibirlo: el negociador vietnamita Le Duc Tho en 1973.

En enero de ese año, después de más de 15 años de feroz guerra civil en Vietnam y luego de cuatro años de negociaciones, Le Duc Tho y el entonces secretario de Estado de EE.UU., Henry Kissinger, lograron lo que en ese momento era impensable: firmar un armisticio, conocido como los Acuerdos de Paz de París, que pondría fin a la intervención estadounidense en el conflicto y "restauraría la paz en Vietnam".

Pero al llegar octubre - mes en el que se anunció que Kissinger y Tho compartirían el premio - el conflicto seguía desenfrenado en todo el sudeste asiático, y la confianza entre las partes estaba hecha pedazos.

"La paz no se ha establecido realmente en Vietnam del Sur", dijo Tho en respuesta al galardón. "Bajo estas circunstancias, me es imposible aceptar el premio Nobel de la Paz de 1973, con el cual me ha condecorado el comité".

Con esta frase, Tho se convirtió en la primera -y hasta el momento, única- persona en no aceptar el Premio Nobel de la Paz.

Revolucionario con historia

Le Duc Tho mira a la cámara

Le Duc Tho mira a la cámara

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,

Le Duc Tho fue una pieza clave en la consolidación del Partido Comunista en Vietnam.

Le Duc Tho nació en la provincia de Ha Nam, en Vietnam del Norte, en 1911 y estuvo involucrado desde temprana edad en actividades revolucionarias en contra de los colonizadores franceses.

Ya hacia la década de 1930, Tho había sido una pieza clave para la formación del Partido Comunista de Indochina -nombre que le daban los colonizadores franceses a la península compuesta por Vietnam, Laos, Myanmar, Tailandia y Camboya.

Su rol lo había convertido en objetivo de los colonizadores, quienes lo apresaron en dos ocasiones: entre 1930 y 1936 y entre 1939 y 1944.

Después de su liberación, se convirtió en un actor clave en la creación del movimiento independentista Viet Minh, el mismo que tomaría el poder en Vietnam del Norte en 1954 con el liderazgo de Ho Chi Minh.

Con la toma de Hanoi, Tho se convirtió en una pieza clave de la insurgencia que lideró los esfuerzos por derrocar al gobierno en Vietnam del Sur: operó durante años en secreto como uno de los líderes del movimiento insurgente conocido como el Viet Cong.

Pero el rol que le traería reconocimiento internacional llegó en 1969, cuando representantes de Vietnam del Norte y EE.UU. comenzaron las negociaciones de paz en París.

Buscando la paz

Le Duc Tho levanta una mano al camarógrafo mientras camina junto a Henry Kissinger durante las negociaciones de París.

Le Duc Tho levanta una mano al camarógrafo mientras camina junto a Henry Kissinger durante las negociaciones de París.

Fuente de la imagen,Getty Images


Pie de foto,
Le Duc Tho fue declarado ganador del Premio Nobel de Paz, junto al ex secretario de Estado Henry Kissinger, en 1973.

Para muchos historiadores, el comienzo de 1968 marcó un antes y un después en la opinión pública estadounidense con respecto a la guerra en Vietnam: el año comenzó con una agresiva ofensiva por parte de las fuerzas comunistas norvietnamitas, en conjunto con las guerrillas del Viet Cong, en gran parte del territorio de Vietnam del Sur -aliado de EE.UU.

El operativo rebelde, que se vino a conocer como la Ofensiva Tet -llamada así porque se dio durante la celebración del año nuevo lunar en Vietnam, que se conoce como Tet-, fue un golpe decisivo para Lyndon B. Johnson en EE.UU., un presidente al que, a pesar de haber aumentado el número de soldados estadounidenses de 20.000 en 1963, a más de medio millón en 1968, el conflicto en Vietnam parecía estar yéndosele de las manos.

Este descontento público con la guerra le abrió las puertas al candidato presidencial republicano Richard Nixon para prometer que él sería quien la acabaría, y de paso, pondría fin a la presencia estadounidense en Vietnam.

Al ganar la elección en noviembre de 1968 y asumir el cargo en enero de 1969, Nixon encargó a su entonces asesor de Seguridad Nacional Henry Kissinger que sostuviera conversaciones secretas con el gobierno comunista de Vietnam del Norte mientras las delegaciones oficiales de varios países se reunían para diálogos de paz en París.

Richard Nixon habla con su asesor de Seguridad Nacional Henry Kissinger

Richard Nixon habla con su asesor de Seguridad Nacional Henry Kissinger

Fuente de la imagen,Getty Images


Pie de foto,
Nixon encargó a Kissinger que encontrara una manera de finalizar la implicación de EE.UU. en Vietnam.

La contraparte norvietnamita de Kissinger fue Le Duc Tho, a quien el estadounidense de origen alemán describió como "un revolucionario dedicado y austero".

Las negociaciones secretas arrancaron en agosto de 1969 y, después de casi cuatro años de charlas, en enero de 1973 alcanzaron un acuerdo que incluyó el intercambio de prisioneros de guerra, un cese al fuego supervisado internacionalmente y un retiro definitivo de las tropas estadounidenses de Vietnam.

Pero el acuerdo generó el rechazo del gobierno de Vietnam del Sur, aliado local de EE.UU. en el conflicto, y reavivó la desconfianza entre todas las partes, algo que se vio reflejado en nuevos cruentos combates y una expansión de las tropas del norte en el sur.

El Nobel

La firma del acuerdo de París de 1973

La firma del acuerdo de París de 1973

Fuente de la imagen,Getty Images


Pie de foto,
Nueve meses después de la firma del Acuerdo de París, Le Duc Tho y Henry Kissinger fueron nombrados Premio Nobel de la Paz 1973. 

Para cuando el comité del Nobel anunció que tanto Le Duc Tho como Henry Kissinger serían los ganadores del premio de la paz el 16 de octubre de 1973, la guerra seguía desarrollándose en grandes partes de Vietnam del Sur.

Gracias a que el público estadounidense había perdido el apetito por la guerra y que los prisioneros de guerra habían vuelto a sus hogares, el gobierno de Nixon empezó a ejecutar sus planes de desmontar la presencia militar en el país, lo que le dio espacio a las tropas de Vietnam del Norte para continuar su avanzada hacia el sur.

Pero el anuncio del premio generó una gran polémica en la comunidad internacional: ocasionó la renuncia de dos miembros del comité encargado de seleccionar a los ganadores, y se convirtió en el objeto de ataques de la prensa.

El diario The New York Times, en su página editorial, se refirió al premio como "el Premio Nobel de Guerra".

Tho, por su lado, terminó de avivar la polémica con una carta que le dirigió a la presidenta del comité del Nobel Aese Lionaes, en la que le explicó sus razones para no recibir el premio:

"Seré capaz de considerar" aceptar el premio sólo cuando "se respete el acuerdo de París, se silencien las armas y se establezca la paz de verdad en Vietnam del Sur".

Para la enviada especial del diario The New York Times a cubrir las negociaciones secretas entre Kissinger y Tho, Flora Lewis, la razón detrás del rechazo al premio tenía más que ver con la percepción que había en Vietnam del Norte sobre los Acuerdos de París.

Henry Kissinger pone una mano en la espalda de Le Duc Tho mientras caminan hacia una casa


Henry Kissinger pone una mano en la espalda de Le Duc Tho mientras caminan hacia una casa

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,

Para Le Duc Tho, los Acuerdos de Paris no se cumplieron a cabalidad y por eso rechazó el premio.

"Los norvietnamitas han mantenido la posición consistente de que París no fue un acuerdo de compromisos sino una victoria sobre EE.UU. Por ello, no se puede esperar que estén a gusto con que se le rindan honores por igual a su representante y a Kissinger, a quien sienten como el beligerante al que derrotaron", escribió la periodista.

Kissinger no asistió a la ceremonia de entrega temiendo manifestaciones en su contra y, con la caída de Saigón en manos de las tropas de Vietnam del Norte en 1975, hizo un intento por devolver el Nobel que había "aceptado humildemente" dos años atrás.

Lionaes fue la encargada de dar el discurso durante la ceremonia de entrega del premio, y en él se refirió a la polémica, diciendo que el galardón estaba dirigido a los esfuerzos por la paz, aunque estos no siempre generen los resultados esperados.

"Al conceder el Premio en 1973 a dos políticos responsables que estaban en el centro de los acontecimientos, el Comité Noruego del Nobel subraya su convicción de que la solución de las numerosas controversias que han llevado o pueden llevar a la guerra debe ser mediante negociaciones, no mediante una guerra total encaminada a la victoria total".

El legado de Le Duc Tho

Le Duc Tho, fotografiado en una entrevista en 1985

Le Duc Tho, fotografiado en una entrevista en 1985

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Pie de foto,
Le Duc Tho se mantuvo como una de las figuras con mayor poder en el Partido Comunista de Vietnam.

El legado del conflicto que arrasó Vietnam durante casi 20 años y de sus protagonistas sigue siendo tema de discusión actualmente en el país asiático.

Y en medio de este análisis, la imagen de Le Duc Tho, un convencido de la causa comunista que lideró el Partido Comunista de Vietnam durante casi 30 años, difiere un poco de lo que se conoce internacionalmente.

En un panel de discusiones que sostuvo el Servicio Vietnamita de la BBC para el nacimiento número 110 de Tho, el profesor Nguyen Dinh Cong de la Academia de Ciencias de Vietnam se refirió al rol del revolucionario en la vida del país.

"La influencia de Tho en el partido fue fundamental durante los 30 años que dirigió el comité central de organización. Él era el único con poder de decisión sobre la organización del partido y construyó un sistema de organización que aún perdura".

Le Duc Tho y Henry Kissinger se dan la mano frente a las cámaras en 1973

Le Duc Tho y Henry Kissinger se dan la mano frente a las cámaras en 1973

Hoy, casi 40 años después de que dejara el cargo, el país aún está intentando dejar atrás parte del legado de Tho en el partido comunista que aún gobierna Vietnam, según le dijo el profesor Ngo Ninh Long al panel.

"Muchos altos funcionarios del partido y del gobierno fueron elegidos por Le Duc Tho y sus padres, así que, ahora que tienen poder, les será difícil democratizarse".

Su legado por fuera también sigue siendo objeto de análisis, al igual que los criterios que usa el comité del Nobel para escoger a sus ganadores en su búsqueda de cumplir con la voluntad del creador del galardón Alfred Nobel.

Este pidió que el premio fuera para "aquellos que hayan hecho más o los mejores esfuerzos a favor de la fraternidad entre naciones, la abolición o reducción de ejércitos armados y la creación y promoción de congresos de paz". 

sábado, 29 de noviembre de 2025

Seis cosas que los médicos de urgencias desearían que evitaras. Algunas son más comunes de lo que imaginarías. Conócelas y evita una visita a urgencias.

Ilustración de un seto de jardín con gafas de seguridad y unas tijeras cerca.
Credit...Matt Chase

La gente llega a urgencias por todo tipo de motivos: dolor en el pecho, un brazo roto, mareos. Pero Darnell Gordon, médico de urgencias del Hospital Universitario Howard, me dijo que, a veces, una afección requiere un poco de indagación.

Los pacientes pueden sentirse avergonzados, dijo. O piensan que se meterán en problemas.

Así que mienten, dijo, u omiten información.

“No somos la policía y no estamos aquí para juzgarte”, explicó Gordon. “Así que si has ingerido algo, te has insertado algo —cualquier cosa que haya ocurrido—, dínoslo”, dijo. “Probablemente, nos enteraremos de todos modos”.

El invierno pasado escribí sobre las cosas que los médicos de urgencias desearían que evitaras, y muchos más médicos de urgencias me escribieron para decirme lo que había pasado por alto.

Así que ahora vuelvo con la segunda entrega. Aquí tienes más consejos que te ayudarán a no ir al hospital.

1. Nunca pongas los pies en el salpicadero
Si estás en el asiento del copiloto de un coche, puede ser tentador poner los pies en el salpicadero. Pero no lo hagas, nunca, dijeron varios médicos, entre ellos Ryan Gerecht, director médico del Servicio de Emergencias Médicas del Centro Médico Dartmouth Hitchcock.

Las bolsas de aire de los coches se despliegan en menos de una vigésima de segundo; cuando eso ocurre, dijo, no tienes tiempo de mover las piernas. El resultado, señaló Gerecht, es que “las rodillas, las caderas y las piernas pueden ser empujadas con fuerza contra tu cara, o golpearte la cabeza, lo que puede causar una lesión cerebral traumática”.

Ha visto fracturas faciales y de piernas, así como luxaciones de cadera. “Incluso hemos visto lesiones de la médula espinal”, dijo.

2. No descuides tus ojos cuando trabajes en el jardín
Se calcula que cada año acuden a urgencias un promedio de 188.000 personas con un “cuerpo extraño” en el ojo. Es tan agradable como suena.

Chidinma Nwakanma, profesora adjunta de medicina clínica de urgencias en Penn Medicine, me dijo que muchas de las lesiones oculares que trataba se producían cuando la gente hacía trabajos de jardinería o carpintería sin gafas de seguridad.

Siempre que haya peligro de que un proyectil se dirija hacia tu cara —“básicamente trabajos de jardinería en general”, dijo Nwakanma— corres el riesgo de sufrir una lesión ocular grave. “He visto a gente a la que le han tenido que extirpar el ojo por completo”, añadió.

Los pacientes le dirán que solo estaban podando los setos o cortando un trozo de madera, dijo Nwakanma, pero una lesión puede producirse en un segundo.

Aaryn Hammond, codirectora médica del servicio de urgencias para adultos de Atrium Health Wake Forest Baptista, dijo que unas simples gafas de protección son muy útiles para proteger la vista. “Por mucho que no luzcan bien”, dijo.

3. Y nunca cortes el césped con zapatos abiertos
Ryan LaFollette, médico de urgencias de la Universidad de Cincinnati, dijo que había visto lo que ocurre cuando la gente corta el césped en sandalias. Si resbalas, dijo, podrías sufrir una amputación. En su lugar, recomendó, usa calzado con la punta cerrada.

Y si tienes un tractor de césped, no dejes que te acompañen niños pequeños, dijo Gordon, y añadió que los accidentes son comunes.

4. Cuidado con la hornilla delantera
Cuando preparas la cena, lo normal es utilizar la hornilla delantera. Pero, si tienes niños pequeños, es mejor mantener las ollas hirviendo en la parte trasera de la estufa, dijo Gerecht.

“Un padre estará hirviendo agua para la pasta, se voltea, y un pequeño meterá la mano ahí arriba, cogerá la olla y se la echará encima”, dijo. “Ojalá ninguna cocina tuviera una hornilla delantera”.

Las quemaduras por líquidos o materiales calientes constituyen más de un tercio de las lesiones ingresadas en los centros de quemados de EE. UU. El 61 por ciento se producen en niños menores de 5 años.

5. Si te estás atragantando, olvídate de la vergüenza 
El atragantamiento es la cuarta causa de muerte por lesiones no intencionadas. Si estás en un restaurante y empiezas a atragantarte, no corras al tocador, dijo Matthew Bitner, profesor clínico de medicina de urgencias de la Facultad de Medicina Greenville de la USC.

“Lo vemos a menudo”, dijo. “La gente los mira, tosen o tienen arcadas, así que se levantan de la mesa y van al baño”.

Pero a menudo no hay nadie allí para ayudarte, dijo. Si te estás atragantando en un lugar público, haz una escena, llama la atención. Haz la señal universal de atragantamiento y coloca las dos manos sobre la garganta, dijo, y mantente cerca de otras personas para que puedan ayudarte.

6. No tomes la medicación recetada de otra persona 
Es frecuente que la gente preste o tome prestados antibióticos sobrantes y medicamentos recetados para la alergia, según una revisión bibliográfica. Pero tú y otra persona no tienen el mismo perfil médico, advirtió La Follette.

Nwakanma explicó: “No sabes cómo vas a reaccionar”. Los cuerpos de cada persona son diferentes, aunque estén emparentados, añadió. Podrías tener alergia a la medicación, por ejemplo. Y si te automedícas en casa, puedes retrasar la atención que necesitas, añadió.

Algunos médicos compartieron conmigo historias espeluznantes (como lo que les ocurre a las yemas de los dedos cuando utilizas un rallador sin la protección adecuada), pero me lo contaron con la esperanza de que la gente lo piense dos veces antes de hacer algo arriesgado.

Como dijo Bitner, el objetivo es que la gente “pase menos tiempo visitándome en urgencias”.

viernes, 28 de noviembre de 2025

«El feminismo de clase no sólo representa a las blancas asalariadas, también a las esclavas, las cuidadoras y las migrantes»

Fuentes: Rebelión [Imagen: revista Nueva Sociedad]


Montserrat Galcerán, Clara Navarro Ruiz y Marga Ferré participan en el seminario 'Feminisme de classe' organizado por EUPV-IU

La debacle económica que comenzó en 2008 contribuyó a revitalizar los estudios sobre Karl Marx; no sólo se dio una reconsideración/relecturade la teoría económica marxista (El Capital o los Grundrisse), sino que se revisaron las ideas de Marx sobre cuestiones actuales, como la ecología, la raza y el feminismo; la catedrática de Filosofía Montserrat Galcerán destaca este reexamen y vivificación del filósofo alemán en el prólogo a La invención del marxismo (Ed. Traficantes de Sueños, 2023).

Montserrat Galcerán participó el 4 de octubre en el seminario Feminisme de classe per al segle XXI, organizado por Esquerra Unida del País Valencià (EUPV)-IU en la sede de Valencia.

“El feminismo de clase no representa sólo la lucha de las mujeres blancas asalariadas, sino también la de las mujeres esclavas, las cuidadoras que no perciben una nómina o las migrantes”, destaca la también autora de La Bárbara Europa. Una mirada desde el postcolonialismo y la descolonialidad (2016) o Deseo y libertad. Una investigación sobre los presupuestos de la acción colectiva (2009).

En su intervención, Galcerán subrayó el protagonismo de las mujeres ya desde los primeros procesos de industrialización; recuerda, por ejemplo, alguno de los pasajes de La formación de la clase obrera en Inglaterra, obra del historiador británico E. P. Thompson publicada en 1963:

“A principios de la década de 1830, entre una tercera parte y una mitad de la mano de obra (para todo tipo de trabajo) de las hilanderías tenía menos de 21 años. En el estambre, la proporción de una mano de obra juvenil era bastante más elevada. De los adultos, bastante más de la mitad eran mujeres”.

Entre las autoras recientes que se inscriben en el feminismo marxista, Montserrat Galcerán destaca a la filósofa y socióloga alemana, de 87 años, Frigga Haug; es la autora, por ejemplo, de la entrada Marxismo-feminismo en el Diccionario Histórico-Crítico del Marxismo Feminista (M-F); el M-F trata de “fusionar la despatriarcalización de las relaciones de género con la reconstrucción socialista de las relaciones de producción, es decir, un ‘revolucionamiento’ de la revolución que se dispone a transformar todos los aspectos de lo social”.

Entre los puntos que ha de abordar el feminismo marxista, afirma Frigga Haug, figura el ‘atravesamiento’ de las relaciones de género por las de clase y raza.

En el texto Hacia una teoría de las relaciones de género (CLACSO, 2006), la filósofa alemana señala que hoy se ha llegado hasta el punto que el desarrollo de las fuerzas productivas “se ha introducido en la producción de vida en sí misma”; el avance de la biotecnología y la genética -vinculada a la reproducción humana- hace necesario un replanteamiento de las relaciones de género.

En el seminario de EUPV-IU, la doctora en filosofía por la Universidad Complutense, Clara Navarro Ruiz, autora del libro El capitalismo de hoy, la incertidumbre de mañana (2022) y de la tesis doctoral Mientras caemos: fundamentos para una crítica interseccional del capitalismo a partir de sus límites civilizatorios (2019) destaca las aportaciones de otra filósofa y activista de ideario feminista marxista, Silvia Federici, que en Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación primitiva (2004) señala la violencia ejercida contra la mujer como una de las bases del estado moderno y del capitalismo incipiente.

En el campo de la economía feminista, Clara Navarro Ruiz subraya los trabajos teóricos de la economista Amaia Pérez Orozco (Subversión feminista de la economía. Sobre el conflicto capital-vida, de 2014) y de la también economista, chilena, Cristina Carrasco Bengoa (El trabajo doméstico y la reproducción social, de 1991); a ello se agrega la lucha de colectivos como Las Kellys, asociación de camareras de piso -que limpian hoteles- surgida en el estado español en 2016; o de Territorio Doméstico, colectivo feminista y mestizo que batalla por los derechos de las trabajadoras del hogar.

Entre las actuales vías de reflexión, la doctora en filosofía apunta el concepto de “doble jornada” laboral femenina, que implica, además del trabajo en una empresa, el trabajo doméstico y de los cuidados; una encuesta del CIS, publicada en enero de 2024, revela que la mujeres dedican 172 minutos de media a las tareas del hogar en un día laborable, mientras que los hombres se ocupan durante 126 minutos.

Otro punto relevante, afirma Clara Navarro Ruiz, es la Teoría de la Reproducción Social y su relación con el feminismo marxista; la reproducción social se lleva a término, principalmente, en el ámbito de la familia pero también hay trabajos reproductivos -socializados por el Estado- que se desarrollan en instituciones como escuelas y hospitales; reproducir la fuerza de trabajo en sentido amplio incluye a las trabajadoras, pero también a la infancia, las personas mayores, enfermas y desempleadas; la economía neoliberal considera la reproducción social como un área de lucro (Cinzia Arruzza, CLACSO, 2006).

¿Qué importancia tienen estas tareas? según el estudio El valor del trabajo de los cuidados no remunerados (Instituto Aragonés de la Mujer, 2021), el valor anual de horas invertidas en tareas domésticas por la población aragonesa representa el 37% del PIB de esta autonomía (el 21,2% las mujeres y el 15,8% los hombres).

En el Seminari Feminista de EUPV-IU ha participado asimismo la presidenta de la red Transform Europe! (think tank vinculado al Partido de la Izquierda Europea -PIE-), Marga Ferré, quien recuerda que la población femenina trabajadora en el estado español se situaba, en 2024, en el 46,4% del total de personas ocupadas, según la Encuesta de Población Activa (EPA); además, del total de personas ocupadas el mismo año, el 15% provenían de otros países (3,3 millones).

En consecuencia, resalta Marga Ferré, “ya no hemos de pensar la clase trabajadora en términos de hombre obrero, blanco y con un empleo en el sector industrial”; añade que la fragmentación de la clase obrera es una especialidad de la clase dominante y, por ello, “me parece un gran error” incurrir en este fraccionamiento; tal vez sea la razón por la que el Manifiesto Comunista, publicado por Marx y Engels en 1848, concluye con una apelación colectiva: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”.

La presidenta de Tranform Europe! resalta el viraje creciente hacia la izquierda por parte de las mujeres jóvenes; así, en las elecciones al Bundestag de Alemania en febrero de 2025, “el 35% de las mujeres jóvenes de entre 18 y 24 años apoyaron a Die Linke, en comparación con tan sólo el 15% de los hombres jóvenes del mismo grupo de edad”.

Además la encuesta de la radiotelevisión pública vasca, EiTB Focus, daba cuenta el 5 de octubre de la fortaleza de EH Bildu en intención de voto entre las mujeres, hasta el punto de situarse -en el sector femenino de la población- 10 puntos por encima del PNV.

“El mismo patrón se observa en Corea del Sur, Argentina y Túnez. En todo el mundo, las mujeres menores de 30 años son más izquierdistas o progresistas”, concluye la exdiputada de IU en la Asamblea de Madrid; menciona el caso de la marea verde feminista en Argentina, que supuso la movilización de centenares de miles de mujeres y niñas a favor de la despenalización del aborto; la presión popular logró que el Congreso argentino aprobara -en diciembre de 2020- la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

jueves, 27 de noviembre de 2025

Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt ganan el Premio Nobel de Economía por explicar cómo la innovación impulsa el crecimiento económico sostenido

llustración de Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt


Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt ganaron el Premio Nobel de Economía, por sus explicaciones del crecimiento económico impulsado por la innovación.

Este es el último galardón del año que se entrega en reconocimiento a destacadas contibuciones a la humanidad, según la Fundación Nobel en Suecia.

La Real Academia de las Ciencias de Suecia decidió otorgar el premio en dos mitades, la primera a Mokyr, de la Universidad Northwestern (EE.UU.) "por haber identificado los prerrequisitos para el crecimiento sostenido a través del progreso tecnológico".

La otra mitad se otorgó de modo conjunto a Philippe Aghion, del Collège de France e INSEAD y la London School of Economics and Political Science (Reino Unido) y a Peter Howitt, de la Universidad Brown (EE.UU.) "por la teoría del crecimiento sostenido a través de la destrucción creativa".

Mokyr utilizó fuentes históricas como un medio para descubrir las causas de que el crecimiento sostenido se convierta en la nueva norma.

Aghion y Howitt también estudiaron los mecanismos que subyacen al crecimiento sostenido.

"Mejor calidad de vida, salud y bienestar"
"El trabajo de los galardonados demuestra que el crecimiento económico no puede darse por sentado. Debemos defender los mecanismos que subyacen a la destrucción creativa para no caer en el estancamiento", dijo el presidente del Comité del premio en Ciencias Económicas, John Hassler.

La Academia recordó que durante los últimos dos siglos, por primera vez en la historia, "el mundo experimentó un crecimiento económico sostenido" que logró que "sacar un gran número de personas de la pobreza y sentó las bases de nuestra prosperidad".

En este sentido, destacaron que el avance de la tecnología es la base del "crecimiento económico sostenido, que se traduce en una mejor calidad de vida, salud y bienestar para las personas de todo el mundo".

Aunque, señalan, no siempre fue así, no que el estancamiento fue la norma durante la mayor parte de la historia de la humanidad.

Y aquí entra en juego los estudios de los laureados.

Joel Mokyr utilizó fuentes históricas como un medio para descubrir las causas de que el crecimiento sostenido se convirtiera en la nueva normalidad. Demostró que, para que las innovaciones se sucedan en un proceso autogenerado, "no solo necesitamos saber que algo funciona, sino también tener explicaciones científicas de por qué", detallaron desde la Academia.

Esto último solía faltar antes de la revolución industrial, lo que dificultaba el desarrollo a partir de nuevos descubrimientos e inventos.

Mokyr también enfatizó la importancia de que la sociedad esté abierta a nuevas ideas y permita el cambio.

Por otro lado, Philippe Aghion y Peter Howitt también estudiaron los mecanismos detrás del crecimiento sostenido.

En un artículo de 1992, construyeron un modelo matemático para lo que se denomina destrucción creativa: cuando un producto nuevo y mejor entra al mercado, las empresas que venden los productos más antiguos salen perdiendo.

"La innovación representa algo nuevo y, por lo tanto, es creativa. Sin embargo, también es destructiva, ya que la empresa cuya tecnología se vuelve obsoleta se ve superada por la competencia", reflejaron desde la institución escandinava.

De diferentes maneras, los galardonados muestran cómo la destrucción creativa genera conflictos que deben gestionarse de manera constructiva. De lo contrario, la innovación se verá bloqueada por empresas consolidadas y grupos de interés que corren el riesgo de verse perjudicados.

miércoles, 26 de noviembre de 2025

"La ciencia es la mayor fuerza igualadora del mundo": Omar Yaghi, el refugiado palestino que ganó el Nobel de Química

Omar Yaghi sentado con unas estructuras moleculares de colores.

Fuente de la imagen,Cortesía: UC Berkeley

Pie de foto,Omar Yaghi es profesor de química en la UC Berkeley.

"Crecí en un hogar muy humilde, éramos una docena en una pequeña habitación", recuerda el químico Omar Yaghi.

Ese espacio lo tenían que compartir aún más: en una mitad "dormíamos, comíamos" y, en la otra mitad, estaban unas vacas que criaban.

Los padres de Yaghi eran palestinos y, tras verse forzados a abandonar su tierra, llegaron a la vecina Jordania, donde él nacería en 1965.

Ante la carencia de servicios básicos en el área donde vivían, una de las tareas que sus padres le encomendaban de niño era la de buscar agua.

El suministro se ponía a la disposición de las familias de la zona cada dos semanas durante pocas horas.

"Almacenábamos tanta agua como podíamos en esas cuatro horas, esa era el agua que usaríamos durante dos semanas. Si se agotaba, teníamos que buscar otra fuente", contó el científico en un video del Premio Tang, que ganó en 2024.

Los recuerdos de su infancia los volvió a evocar vívidamente el miércoles 8 de octubre cuando recibió la noticia de que había ganado el Premio Nobel de Química.

"Nací en una familia de refugiados", le dijo a un periodista del sitio web del galardón.

"Creo que mi padre terminó sexto grado y mi madre no podía leer ni escribir".

Esta es la historia del extraordinario viaje de quien es considerado el padre del campo de las estructuras metalorgánicas.

Los dibujos que lo hechizaron
Y es que para Yaghi, su vida "ha sido todo un viaje", uno que la ciencia le permitió hacer.

"La ciencia es la mayor fuerza igualadora del mundo", señaló.


Miembros del Comité del Nobel con una pantalla detrás que muestra los rostros de los tres ganadores del Premio Nobel de Química

Fuente de la imagen,JONATHAN NACKSTRAND/AFP via Getty Images

Pie de foto,

Miembros del Comité del Nobel con una pantalla detrás que muestra los rostros de los tres ganadores del Premio Nobel de Química 

Esta semana se anunciaron los ganadores de los Premios Nobel, incluido el de Química.

El profesor de la Universidad de California en Berkeley compartió el Nobel con Susumu Kitagawa y Richard Robson.

La Academia Sueca de las Ciencias resaltó en el trabajo de los tres la hazaña de desarrollar una "nueva arquitectura molecular".

Qué son las revolucionarias "estructuras metalorgánicas"
Y en el caso de Yaghi ese desarrollo comenzó con algo que vio cuando tenía 10 años.

Tras lograr entrar en una biblioteca, se acercó a una de las estanterías y agarró un libro al azar.


Los dibujos de unas moléculas lo dejaron absolutamente cautivado, contó en el video del Premio Tang.

Y aunque no sabía de qué se trataban esas ilustraciones, ese momento se convirtió en una especie de tesoro que quiso mantener en secreto.

Recuerda que era un niño callado, independiente, que le encantaba leer y estudiar.

Al mismo tiempo que se preguntaba "de qué están hechas las cosas", ayudaba a su padre en una tienda que tenía.

En una charla que ofreció a jóvenes en la Escuela Secundaria Superior de Hsinchu, en Taiwán, contó que colaborar con su padre fue absolutamente crucial para hacerle "apreciar la calidad y el trabajo duro".

Limpiando las mesas, las ventanas, haciendo que la tienda se viera atractiva para los clientes, aprendió la ética del trabajo.

"Él me enseñó que si vas a hacer un trabajo, lo tienes que hacer bien. De lo contrario, no lo hagas. Eso me lo enseñó cada día".

"Un compromiso increíble"
Su padre, quien tenía una carnicería en Amán, la capital jordana, imaginó un destino distinto para Yaghi y le dijo que quería que se fuera a Estados Unidos a continuar con su educación.

Pero él, con 15 años, quería quedarse con su familia, cursar la universidad y trabajar en Jordania.

Omar Yaghi con una bata azul habla con un estudiante también con una bata azul

Omar Yaghi con una bata azul habla con un estudiante también con una bata azul

Fuente de la imagen,Cortesía: UC Berkeley


Pie de foto,
Para Yaghi, profesor y estudiante deben estar en el mismo nivel en el ambiente de la investigación científica. Su padre insistió y lo convenció.

"Me conmueve mucho ver cómo mis padres refugiados dedicaron cada minuto de su tiempo a sus hijos y a su educación, que la vieron como una manera de salir adelante, de superar situaciones difíciles. Eso requiere un compromiso increíble", dijo el científico en una rueda de prensa tras conocerse la noticia del Nobel.

"Y no me faltó amor. No tuvimos muchas de las comodidades que otros tenían, pero sí tuve mucho amor".

Viajó y se inscribió en una escuela comunitaria en Nueva York.

"Siendo un adolescente, él mismo se abrió su camino en Estados Unidos", le dice a BBC Mundo Jorge Andrés Rodríguez Navarro, catedrático del Departamento de Química Inorgánica de la Universidad de Granada, quien mantiene una relación no solo profesional sino de amistad con el químico.

El joven Yaghi se mantenía con el dinero que ganaba empacando comestibles y limpiando pisos, mientras brillaba académicamente. Se graduó de químico con honores.

La educación que recibió la evocó tras conocerse que había ganado el Nobel.

"Este reconocimiento es realmente un testimonio del poder del sistema de escuelas públicas en Estados Unidos, que toma a personas como yo, que vienen de contextos muy desventajosos, de un entorno de refugiados, y te permite trabajar duro y distinguirte", dijo.

"Un gran inspirador"
Como profesor, Yaghi también ha dejado una huella en muchos estudiantes, investigadores y colegas de diferentes países.

"El primer día que llegué a su laboratorio me dio las llaves de su despacho para que lo utilizara libremente y él se fue al despacho de los estudiantes. Es una persona increíble", le cuenta a BBC Mundo el químico Daniel Maspoch, profesor de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (Icrea).


Yaghi con una bata azul rodeado de estudiantes también con batas azules

Yaghi con una bata azul rodeado de estudiantes también con batas azules

Fuente de la imagen,Cortesía: UC Berkeley

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El laboratorio de Yaghi recibe estudiantes de distintos países.


"Me puse feliz cuando supe que había ganado el Nobel".

Maspoch había visto a Yaghi en conferencias, pero fue en 2019, cuando lo invitó a Barcelona a ofrecer una charla, que lo pudo conocer mejor.

El vínculo se consolidó en 2024, cuando Maspoch pasó una temporada en el laboratorio de Yaghi.

"Pude compartir unos tres meses con él y con su grupo. Fue una experiencia inolvidable. Es una persona muy transparente, ayuda a todo el mundo, es un gran mentor, un gran inspirador, especialmente para los científicos jóvenes".

"Cuando hablas con él, te das cuenta de que realmente te hace pensar mucho más allá de la ciencia que haces, va un paso más adelante.

"El grado de reflexión que tiene te lleva a momentos en los que sientes que vale la pena dedicarse a la ciencia. Verlo en acción es precioso".

"Al mismo nivel"
El profesor Rodríguez no solo ha hecho trabajos con Yaghi sino que los une una amistad que comenzó hace unos 25 años.

Primero intercambiaron cartas, después correos electrónicos. Y es que el científico español le comentó que estaba interesado en el área en que estaba trabajando.


Yaghi combinó la química orgánica con la química inorgánica al desarrollar las estructuras metalorgánicas.

El profesor Omar Yaghi posa junto al profesor Jorge Rodríguez Navarro en una oficina

El profesor Omar Yaghi posa junto al profesor Jorge Rodríguez Navarro en una oficina

Fuente de la imagen,Cortesía: Jorge Rodríguez Navarro


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El profesor Jorge Rodríguez Navarro pasó una estancia en el laboratorio de Yaghi en Berkeley en 2022.


"En la parte científica, él ve las cosas con una gran profundidad, es un innovador, ha hecho materiales preciosos que, además, tienen utilidad", explica Rodríguez.

"Y en la parte humana, es una persona muy cercana. Se podría pensar que el Premio Nobel es una persona engreída, él no lo es".

Algo que Rodríguez halla fascinante es la relación de Yaghi con sus estudiantes y cómo él reconoce su trabajo y sus aportes.

Dice que no se queda corto a la hora de resaltar cuando son sus pupilos los que han motivado un descubrimiento.

Y es que, para Yaghi, en el ambiente de la investigación científica "el estudiante y el profesor están en el mismo nivel".

En el video del Premio Tang, resaltaba la importancia de que siempre estén abiertos los canales para las preguntas y las críticas.

"Que el estudiante no tenga miedo de contradecir al profesor; cuando eso pasa, surge la magia, creas magia porque ahora tienes dos personas analizando un problema sin sentir temor a decir: 'No sé' o a compartir su idea valiosa.

"Necesitas a los dos para que se dé un descubrimiento: el estudiante está ahí, haciendo el experimento, haciendo observaciones, tomando decisiones sobre qué observación seguir".

"Empezar estés donde estés"
Tras conocer que había ganado el Nobel, Yaghi insistió en la importancia de la ciencia en el desarrollo social.

"No se pueden resolver los problemas de la sociedad sin ciencia. Se necesita ciencia, materiales y la tecnología que la acompaña", dijo en la rueda de prensa.

Un modelo colorido de las estructuras metalorgánicas sobre una mesa

Un modelo colorido de las estructuras metalorgánicas sobre una mesa

Fuente de la imagen,JONATHAN NACKSTRAND/AFP via Getty Images)

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Las estructuras moleculares creadas por los tres laureados son conocidas como las MOF. Muchos expertos ven con optimismo el futuro de las estructuras metalorgánicas para abordar varios de los retos que tenemos como sociedad.

Por ejemplo, para combatir el cambio climático, para la captura de dióxido de carbono y de agua en sitios en donde es muy difícil acceder a ella, en el desarrollo de energías limpias, en el campo de la biomedicina.

"Estos materiales son una de las plataformas más preciosas, más importantes, de la química moderna", indica Maspoch.

"Las estructuras metalorgánicas tienen un enorme potencial, ya que ofrecen oportunidades antes impensables para crear materiales a medida con nuevas funciones", afirmó Heiner Linke, presidente del Comité Nobel de Química.

Yaghi ganó el Premio Tang "por sus extraordinarias contribuciones al desarrollo sostenible con sus pioneras estructuras metalorgánicas y otras estructuras ultraporosas que pueden adaptarse para la captura de carbono, el almacenamiento de hidrógeno y metano, así como la recolección de agua del aire del desierto".

En su discurso, en el evento en que se le entregó ese galardón, el químico volvió a evocar su travesía.

"Mientras reflexiono sobre mi viaje, me recuerdo que la vida raras veces te ofrece las condiciones perfectas. Con frecuencia nos encontramos esperando el momento correcto, los recursos correctos o las circunstancias correctas para empezar a perseguir nuestros sueños.

"Pero si hay algo que mi vida me ha enseñado es que esperar las condiciones ideales puede con frecuencia significar una espera eterna.

"La clave es empezar estés donde estés con lo que sea que tengas y confiar en que con un pensamiento sólido el viaje irá tomando su propia forma a medida que te mueves hacia adelante".



https://youtube.com/shorts/Y3U24gSBaUQ?si=24PitzYiBou0EWFg

Joan Peiró: obrero del vidrio, secretario general de la CNT y ministro de la República


Fuentes: Rebelión




CGT-València, la Fundación Salvador Seguí y la Fundación Ferrer i Guàrdia rinden homenaje al militante anarcosindicalista 

 “Lo interesante ahora es saber que para el Sindicalismo y Anarquismo aún es tiempo de renovarse espiritual y orgánicamente”, afirmó el militante anarcosindicalista catalán y secretario general de la CNT -en los años 20 del siglo pasado-, Joan Peiró Belis (1887-1942); escribió estas palabras en el libro Problemas del sindicalismo y del anarquismo, publicado en 1930 (durante el denominado periodo de entreguerras); en el citado texto añadió:

“El sindicato es el instrumento para la defensa de clase. Harto se comprende, además, que el concepto general de clase, desde nuestro punto de vista, no admite más que una: la sujeta a la ley del salario”.

Antes de cumplir los 10 años, Joan Peiró empezó a trabajar como vidriero en una factoría de Barcelona; y antes de la veintena, se enroló en la militancia sindicalista (estuvo influido por el sindicalismo revolucionario francés); en esa época, pasada la infancia, Peiró aprendió a leer y escribir; accedió a la Secretaría General de la CNT en 1922, cuando ya había desempeñado tareas de responsabilidad en el sindicato (a partir del congreso de la Confederación Regional del Trabajo de Cataluña, de 1918).

Los pormenores de la biografía de Joan Peiró Belis pueden seguirse en la obra de 598 páginas Juan Peiró, mi padre. Una vida ejemplar, escrita por el hijo del histórico cenetista, José Peiró Olives; editada en 2025 por la Fundación Salvador Seguí, la biografía fue presentada el 8 de octubre en el Centre cultural Octubre de Valencia, en un acto de homenaje organizado por la CGT-València, la Fundación Salvador Seguí y la Fundación Ferrer i Guàrdia.

Joan Peiró murió fusilado por la dictadura franquista el 24 de julio de 1942, en el denominado paredón de España del municipio valenciano de Paterna; había ejercido como ministro de Industria de la II República -durante el Gobierno de Largo Caballero-, y al concluir la guerra española se exilió en Francia; fue detenido por los nazis; la dictadura solicitó la extradición del anarcosindicalista, que se hizo efectiva en febrero de 1941.

Pasó por la prisión y fue objeto de torturas, se le trasladó a Valencia en abril y, en 1942, afrontó un juicio en el que fue condenado a muerte y ejecutado junto a seis militantes cenetistas; la nota informativa de la CGT recuerda las palabras que Joan Peiró dirigió a su abogado, al conocer la resolución judicial: “Con mi muerte, me gano a mí mismo”.

Además de la presentación de Juan Peiró, mi padre. Una vida ejemplar, en la que participaron la nieta del anarcosindicalista, Amapola Peiró, el presidente de la Fundación Salvador Seguí, Emili Cortavitarte, y la secretaria de la Mujer de CGT-València, Carmen Jareño, el acto de reconocimiento al sindicalista incluyó la instalación de un azulejo -en su memoria- en el paredón del cementerio de Paterna.

José Peiró Olives permaneció expatriado junto a su padre hasta que éste fue capturado; el libro de la Fundación Salvador Seguí destaca la vinculación militante de Joan Peiró con la CNT, además de otros aspectos como su labor periodística -ejerció la dirección de Solidaridad Obrera y del periódico libertario Catalunya-; el desempeño del cargo de comisario general de la Energía Eléctrica, en el Gobierno de Negrín y, en el exilio de Francia, la participación en la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE), constituida en 1939.

En el verano de 2017 se cumplió el 75 aniversario del fusilamiento de Joan Peiró; por este motivo, el historiador Emili Cortavitarte publicó un artículo en el periódico Rojo y Negro (La forja de un revolucionario), en el que se refería a los últimos días del vidriero y cooperativista nacido en el barrio de Sants (Barcelona):

“En el juicio militar, declararon a favor de Peiró una serie de personas vinculadas a los vencedores. De nada sirvieron, la Falange de Mataró aumentó el tono de las acusaciones y el fiscal incluso le hizo responsable de la Semana Trágica de 1909. La sentencia fue: pena de muerte y no tramitación expresa de propuesta de conmutación”.

En 1989 los restos mortales de Joan Peiró fueron trasladados al Cementerio Viejo de Mataró, donde se hallan actualmente; antes reposaban en el camposanto de Paterna, municipio en el que el anarcosindicalista fue soterrado -tras su fusilamiento- en 1942.

Años atrás, en la época que Joan Peiró ingresó por segunda vez en el ejecutivo republicano -comisario en el ámbito de la Energía Eléctrica (abril de 1938)-, “preparaba un libro sobre la más adecuada gestión de los recursos económicos de España. Sus artículos recogen la crítica a las nacionalizaciones de las empresas, excepto algunas de carácter estratégico, y su defensa de las colectivizaciones (…)”, subraya Emili Cortavitarte.

Los años 20 tuvieron relevancia en la trayectoria de Peiró; fue objeto de dos atentados y estuvo en las cárceles de Soria y Vitoria; ubicado en la Secretaría General de la CNT, tuvo lugar la Conferencia de Zaragoza (1922), en la que se abordó Nuestra posición ante la política y el sindicato se calificó como “un organismo netamente revolucionario”; en 1925, el líder sindical estuvo entre los promotores de la Cooperativa del Vidrio de Mataró; durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) pasó de nuevo por la prisión y se desempeñó, por segunda vez, como secretario general de la CNT.

Asimismo resulta de interés la biografía del autor de Juan Peiró, mi padre. Una vida ejemplar; así, nacido en 1917 en el municipio de Badalona, José Peiró Olives se formó -hasta los 14 años- en la escuela racionalista de la Cooperativa del Vidrio de Mataró; además de trabajar como vidriero, militó en la CNT, compromiso que se prolongará -durante la guerra de España- con el enrolamiento voluntario en la Brigada Ascaso; Joan Peiró participó, en concreto, en el Frente de Aragón.

Finalizado el conflicto de 1936-1939, se exilió con su familia a Francia, donde se implicó en la lucha de la Resistencia contra la ocupación del III Reich, y contra el gobierno colaboracionista de Vichy; en reconocimiento al compromiso, José Peiró Olives recibió la Medalla de la Defensa de París, entre otros galardones.

Su recorrido militante continuó como secretario del comité peninsular de las Juventudes Libertarias y, asimismo, de la Federación Local de la CNT en París; colaboró a menudo en periódicos libertarios, y participó en la lucha antifranquista; su retorno al estado español -desde el exilio- se produjo tras la muerte del dictador; en 1978 José Peiró Olives publicó el libro Juan Peiró. Teórico y militante del anarcosindicalismo español.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes. 

martes, 25 de noviembre de 2025

Qué vergüenza, qué impotencia, qué rabia y qué pena

Una reflexión crítica sobre la sentencia del Supremo, la condena al Fiscal General y el uso político de la justicia y las elecciones en España.

Me acabo de enterar en la ciudad mexicana de Puebla de que el Tribunal Supremo de mi país ha condenado al Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, a dos años de inhabilitación y a pagar al pobrecito Alberto González Amador una cantidad de dinero para compensarle de los daños morales que ha sufrido por una filtración que no hizo. Esto sí que es un fallo. Imagino que el litigante ya no pensará exiliarse de este país a cuya Hacienda había robado pues ahora le van a pagar un dinerito gratis y que habrá desterrado la idea del suicidio, idea que no le hubiera resultado muy difícil llevar a cabo disponiendo de un bonito ático.

La sentencia me ha desconcertado. O filtró o no filtró la noticia. Si la filtró, la sentencia es ridícula; si no la filtró, es injusta. Porque da la impresión por la sentencia de que lo hizo a medias. ¿Para qué se celebró el juicio entonces? Podrían habérselo ahorrado. ¿Para qué sirvió la declaración de los testigos? Podrían no haber declarado. Veremos lo que dice la sentencia. Tendrán que hacer juegos malabares para justificar la condena. Porque nadie ha visto una sola prueba. Ni media prueba.

Aunque en el juicio no ha quedado probada la culpabilidad del Fiscal, el señor Feijóo va más lejos al afirmar que fue el Presidente del gobierno quien le dio instrucciones al Fiscal para que llevase a cabo la filtración. ¿Qué pruebas tiene para poder decirlo? Ninguna. Pero que esté tranquilo, que si se presenta una denuncia ante el Supremo, en el juicio que se celebre le darán la razón y condenarán al Presidente. Lo que tiene el señor Feijóo no son pruebas sino un motivo, que es pedir la convocatoria de elecciones. Qué manía con las elecciones desde el día que se formó gobierno y empezaron a decir que era ilegítimo. Un gobierno, como dice el portavoz del PP Miguel Tellado, que nunca debería haberse constituido y que pronto estará enterrado en una fosa. Qué pasión por las elecciones. Hoy conmemoramos el cincuenta aniversario de la muerte del dictador que nos tuvo cuarenta años sin comicios. A estos demócratas del PP y de Vox jamás se les ocurrió ni mencionarlas en tan largo período de tiempo.

Vergüenza
Al recibir la noticia me han embargado cuatro sentimientos que todavía están peleándose dentro de mí para ver cuál prevalece sobre los otros. Y no hay manera. No se me va la vergüenza de haber visto culminada una operación de acoso y derribo al Fiscal General (y en definitiva al Gobierno) sin que exista prueba fehaciente de la culpabilidad. Es más, es que hay pruebas de la inocencia del condenado. Porque hay seis acreditados periodistas (unos periodistas que no se dedican como ha hecho el ínclito periodista Miguel Ángel Rodríguez a difundir bulos y a mentir descaradamente delante del tribunal), que tenían la noticia antes de que le hubiera llegado al Fiscal General. Ya lo dijeron en la fase de instrucción. Este hecho tendría que haber sido suficiente para no sentar al Fiscal en el banquillo. Claro que, como la operación diseñada tenía que llegar a donde ha llegado, esas declaraciones no sirvieron para nada ni en un momento ni en otro. El Tribunal Supremo ha condenado a un inocente. Prevaricación en estado puro. No tengo otro remedio que aceptar la sentencia, pero no la comparto, no la considero justa, no la considero respetable. Siento una profunda vergüenza por la decisión de esos cinco jueces que han firmado una sentencia de naturaleza política, contra toda evidencia. Sí, qué vergüenza.

Impotencia
El segundo sentimiento que me invade es el de impotencia.
Resulta desesperante tener que aceptar el veredicto, a sabiendas de que es injusto. José Luis Martín Pallín acaba de decir que se trata de un golpe de estado que, en lugar de utilizar armas ha utilizado palabras, que en lugar de emplear estrategias militares ha puesto en marcha procesos judiciales. Dice que estos jueces son “activistas políticos”. Creí que no iban a ser capaces, sinceramente. Pensé que, ante la contundencia de lo sucedido en el juicio, no se iban a atrever. Pero lo han hecho. Como ciudadano de a pie, nada puedo hacer para luchar contra la sentencia. Solo puedo alzar la voz para decir que este sí que es un fallo. Un fallo de gran calado. Siento una enorme impotencia porque todo el que ha seguido el proceso ha podido comprobar que no hay pruebas contra el Fiscal, que no hay ni siquiera indicios fundados.

Rabia
El tercer sentimiento que me embarga es el de rabia por lo que acabo de saber. Una rabia enorme, sorda, dolorosa. Porque creo que todo el proceso ha estado lleno de irregularidades, de exageraciones y de falsedades. Era un caso con final incluido. Creí que no iban a ser capaces, pero lo han sido. Fue un acto de ingenuidad por mi parte pensar que de algo valdría el hecho de no haber encontrado una prueba fehaciente de la filtración. Claro que, como dice Rafael Rufián, podría haber tenido en cuenta que le están juzgando el juez de Rajoy, Ángel Hurtado, y la fiscal de Ayuso, la inefable señora Almudena Lastra. Esa fiscal que tiene bien archivadita la causa que una y otra vez piden que sea activada los familiares de las víctimas que fallecieron en las residencias de la Comunidad de Madrid durante la pandemia. Esa fiscal que tiene su despacho en la planta tercera planta donde alguien ha dicho que le entregaron los datos de la discordia.

Pena
Y me da mucha pena. Sí, me da pena. He sentido una enorme tristeza en esta mañana del día veinte de noviembre. Porque veo que la verdad no importa, que las pruebas no importan, que las mentiras pronunciadas ante el tribunal no importan, que los bulos no importan, que lo único que importa es acabar con el adversario político. Y eso en la cúpula del poder judicial. Ha sido el Tribunal Supremo quien ha consumado esta felonía. Siento pena por el condenado porque considero que es un inocente que paga los platos rotos de una polarización extrema. Siento pena porque se le ha dado la razón a quien no la tiene. Porque se ha compensado con dinero a quien ha robado sin contemplaciones, a quien ha pedido cuatro años de cárcel a quien no había hecho nada merecedor de una condena.

Ha sido una sorpresa la celeridad que han tenido en hacer pública la sentencia. La han difundido antes incluso de haber sido redactada. Han tenido prisa. Una prisa inusitada. Y la han hecho coincidir con este día 20 de noviembre, fecha en la que el dictador Francisco Franco moría en la cama de una habitación de un Hospital de Madrid que lleva el paradójico nombre de La Paz. No hubieran podido escoger una fecha mejor.

Y ahora viene la vergonzosa celebración de esta victoria. Estoy seguro de que esos cuatro sentimientos van a ser alimentados durante un buen tiempo por quienes se frotan las manos por esta injusta sentencia. Como si la justicia fuera infalible, como si fuera inocente. Lo estoy viendo en algunas reacciones que me llenan de sonrojo. No la califico de injusta por capricho ni por sectarismo. Nadie me podrá demostrar que es una sentencia justa hasta que no me aporte una prueba incontestable de la filtración. Porque no la hay a pesar de las búsquedas desesperadas y exorbitantes, propias de casos de la gravedad extrema del terrorismo.

Voy a poner un ejemplo de lo que vamos a tener que soportar en los próximos días. Son las palabras de Margalida Prohens, presidenta del Gobierno de las Islas Baleares. Del Partido Popular, faltaba más. Dice con todo el descaro: “El Supremo condena hoy una manera de hacer y de entender la política, la de la degradación de las instituciones que son de todos, la de la destrucción personal del adversario político, la del barro, la del todo vale, la de la mentira, la de los muros y la del desprecio a la ley”. Y se queda tan pancha. Eso es objetividad, rigor, ausencia de muros y respeto al adversario.

Una de las personas que celebrará con regocijo la sentencia será la señora Ayuso. Decía hace unos días que ella nunca critica a los jueces. Claro que no. ¿Cómo va a criticar a los suyos? ¿Cómo va a criticar a la señora Almudena Lastra, “su” Fiscal? Y otro que se alegrará de su premonición es el Ínclito MAR: “el Fiscal General irá palante”. Y ha ido. Gracias a sus bulos y a sus mentiras. Lo tenía muy claro. La maquinaria estaba muy bien engrasada. La presunción de inocencia se había roto desde el primer momento. Solo faltaba montar un proceso de instrucción y un juicio que diese forma legal a la maniobra.

Se dirá que el escándalo es tremendo. Por primera vez resulta condenado el Fiscal General del Estado. Pues sí, un escándalo de primera magnitud. Pero el escándalo no es que haya sido acusado, juzgado y condenado el Fiscal sino que haya sido acusado, juzgado y condenado injustamente. Ese es el escándalo. Y por eso tengo tanta vergüenza, tanta impotencia, tanta rabia y tanta pena.