¿Se acuerdan cuando hace unas semanas Hillary Clinton se quejaba de que los Demócratas no la consideran “progresista”? La gran victoria de Bernie Sanders en Wisconsin puso fin a esa táctica y desencadenó el viraje a la derecha de Paul Krugman y de Hillary y Bill Clinton, lo cual inadvertidamente le da la razón a Bernie cuando niega que son progresistas en las cuestiones más importantes.
Esta última semana, el discurso de Hillary y sus representantes se ha movido a la derecha y han cambiado de postura respecto los asuntos más relevantes. De hecho, en varios casos la deriva a la derecha va más allá de las políticas que practicaron hace una década - a pesar de que estas políticas demostraron ser un fracaso. Sin darse cuenta también han demostrado cuán terribles fueron las políticas que resultaron del tan alardeado “pragmatismo” de Clinton y de su compromiso con las demandas más extremas de los Republicanos. Este es el caso de la infame “reforma” de la seguridad social de Clinton — una política que ambos Clintons defendieron. Tom Frank detalla en su nuevo libro titulado Listen, Liberal como el “pragmatismo” de los Clintons y su entusiasmo por trabajar con las peores facciones del Partido Republicano llevaron a la “reforma” de la seguridad social. Zach Carter justo acaba de escribir el artículo que yo planeaba escribir sobre esta farsa. Lo ha titulado “Nada de lo que Bill Clinton dijo para defender su Reforma de la Seguridad Social es cierto”: les recomiendo leerla.
Como criminólogo (también soy asesor económico de Bernie), voy a dedicar la primera de dos columnas sobre el viraje de Hillary a la derecha al intento de Bill Clinton de defender tanto sus políticas sobre drogas como la acusación de Hillary a los consumidores negros de “super-depredadores”. La segunda columna explica como Paul Krugman al hablar de la banca se ha unido a esta deriva derechista con tal de apuntalar el giro de Hillary.
Bill defendió sus políticas que contribuyeron a aumentar el encarcelamiento masivo de negros y Latinos por delitos relacionados con las drogas en el mismo mitin de campaña del pasado 7 de abril que llevó a Zach Carter a ridiculizar su defensa de la reforma del “Bienestar”. El discurso de Bill fue muy protestado por los miembros de Black Lives Matter, lo cual llevó a que Bill se saliera del guión atacando vehemente a algunos de los manifestantes y dio pie también saliera en defensa de su proyecto de ley sobre la delincuencia y de que Hillary atacara a los “super-depredadores”.
Bill planteó cuatro puntos esenciales en relación a la delincuencia en su intento de defenderse y de atacar a los manifestantes. En primer lugar, reclamó que su proyecto de ley contra la delincuencia hizo reducir mucho el crimen. La realidad es que la delincuencia callejera estaba reduciéndose antes de su proyecto de ley y la tendencia continuó después. (Los crímenes financieros de la élite estaban disparándose gracias a la lucha de Clinton por las tres “des”: la desregulación, des-supervisión y de facto des-criminalización de las finanzas — pero los Clintons y los autores y difusores del mito de los negros y latinos “super-depredadores” miraron hacia otro lado).
En segundo lugar, Bill alegó que todo lo malo de su proyecto de ley contra la delincuencia era debido a las demandas de los Republicanos. El libro de Tom Frank muestra como el “pragmatismo de los Clinton y las promesas de trabajar con la derecha más dura le llevó a elaborar un proyecto de ley que produjo la reclusión masiva de americanos. Este problema estaba agravado por la estipulación de las sentencias que castigaba a los consumidores de cocaína en crack cien veces más severamente (por peso) que a los consumidores de cocaína en polvo. Parece probable que los encargados de elaborar el borrador de la ley no sabían que los principales consumidores de cocaína en crack son negros y Latinos y que, en cambio, la cocaína en polvo la consumen mayoritariamente los blancos. Amplios sectores de la población respondieron con lo que los científicos sociales llaman un “pánico moral” respecto al consumo de la cocaína en crack a pesar de tener efectos idénticos a la cocaína en polvo. El proyecto de ley de Bill recibió apoyo de ambos partidos, incluido Bernie.
Lo que Bill no discute, pero si que enfatiza el libro de Tom Frank, es que la inmensa desigualdad racial en las penas impuestas — y su falta de fundamento dada la equivalencia química entre ambas sustancias — se puso de manifiesto el primer año de la ley. En 1995, la Comisión de Armonización de Penas de los Estados Unidos había recopilado los datos, había llevado a cabo los análisis y había hecho el esbozo para poner fin a tal disparidad — y Bill y el Congreso Republicano sin demora se pusieron pragmáticamente a trabajar mano a mano para bloquear la derogación de la desigualdad racial en las penas. Después de abandonar el poder, Bill se disculpó repetidamente por su Ley sobre la delincuencia pero hace unos pocos días en Filadelfia volvió a alabar su desastrosa ley. Se está posicionando excepcionalmente a la derecha cuando sigue sus instintos naturales al salirse de guión.
En tercer lugar, Bill se ha desviado tanto a la derecha que ha resucitado una postura racista que Hillary en su día promovió (y de la que después se desdijo). Hillary agredió a los consumidores negros de crack calificándolos como “super-depredadores”. Esta expresión fue acuñada con tal de generar pánico moral y así producir el encarcelamiento masivo de negros. La CNN se hizo eco del uso que hizo Hillary del término:
“Suelen ser los tipos de chicos que llamamos ‘super-depredadores’” dijo Clinton en un mitin en 1996, cuando la delincuencia era una preocupación pública importante, según las encuestas del momento. “Sin consciencia, sin empatía… podemos hablar de por qué acabaron así pero primero tenemos que hacerlos arrodillar”.
Hillary estaba citando a tres autores de la ultraderecha que habían tenido cargos oficiales durante el gobierno de Reagan. Ninguno de ellos era criminólogo pero aun así afirmaban que el crecimiento de los “super-depredadores”, mayoritariamente negros, era tan grande que deberíamos estar suficientemente aterrorizados como para apoyar una “guerra” a gran escala contra los consumidores de droga negros y Latinos. No solo acuñaron el término de “super-depredadores” y enfatizaron que eran principalmente negros – sino que les llamaron “asilvestrados”. La palabra que se usa para referirse a los animales que una vez fueron domésticos y pasan a vivir en las condiciones de un animal salvaje. Los consumidores de crack negros eran demonizados como subhumanos – animales salvajes cuyos ancestros habían sido en algún momento domésticos (como esclavos) y los cuales, como Hillary reclamó, debían ponerse de rodillas como perros adiestrados. Nada de esto era verdad pero las mentiras racistas permitieron crear el pánico moral que tanto daño creó a nuestra Nación. El libro de Michelle Alexander, The New Jim Crow: Mass Incarceration in the Age of Colorblindness hace un tratamiento excelente de este vergonzoso resultado.
Hillary con el tiempo (en 2016) se retractó de haber empleado la expresión y meme racista “super-depredador”. Bill lo ha desenterrado porque se puso nervioso y rabioso con los manifestantes de Black Lives Matter pero en una intervención no planificada deshizo el discurso que habían trazado reflexivamente.
En cuarto lugar, Bill atacó a los manifestantes de Black Lives Matter de forma vergonzante. De hecho, su ataque fue el resultado de su disparatado intento por apoyar el uso de la expresión “super-depredadores” por parte de Hillary meses después de que ella se retractara. Bill invocó los mismos mitos racistas y usó el mismo lenguaje racista que usaron hace una década a pesar de que ha sido completamente desacreditado por los criminólogos. La CNN menciona esto al respecto del mitin de Filadelfia:
Él también defendió que Hillary Clinton usara la expresión ‘super-depredadores’: “No sé como caracterizaría los líderes de las bandas que hacían que niños de 13 años se colocaran de crack y los mandaban a las calles a asesinar otros niños afroamericanos” dijo el ex-presidente. “Quizás ustedes pensaron que eran buenos ciudadanos — ella no”.
(Bill también parece haberse hecho venir bien la escena del interrogatorio de la película LA Confidencial “Estabas colocado, Ray?”). Evidentemente, los activistas de Black Lives Matter nunca han sugerido que los “buenos ciudadanos” “asesinan” “niños”. El hecho que Bill lo afirmara muestra que estaba aterrado por la gran victoria de Bernie en Wisconsin. La narración que hace Bill sobre los “líderes de las bandas que hacían que los niños de 13 años se colocaran de crack y los mandaban… a asesinar otros niños afroamericanos” es un mito racista. Incluso los autores de ultraderecha que inventaron el término “super-depredador” y calificaron a los consumidores negros de crack como animales abandonaron la expresión y sus demandas hace unos cinco años. Bill ha ido más allá que la ultraderecha al desenterrar estos mitos racistas asegurando que eran y son acertados y haciendo la absurda afirmación de que los activistas de Black Lives Matter apoyan a los asesinos de los niños negros.
Postscript (added at 4:50 p.m. CDT April 9, 2016)
¿Cuán desastroso fue el discurso sobre la delincuencia de Bill en el mitin de Filadelfia? Justo acabo de encontrar una editorial del Wall Street Journal que han publicado bajo el título de “En defensa de Bill Clinton”. La editorial del equipo del WSJ elogia a los Clintons por “decir la verdad” sobre los “super-depredadores”, asevera falsamente que la ley de la delincuencia es lo que redujo el crimen y aplaude que haya dicho que los miembros de Black Lives Matter busquen defender aquellos que asesinan los niños negros. Los subordinados de Murdoch también incluyen a los demócratas y a los “agitadores” (otro meme racista que el WSJ desentierra después de treinta años para este editorial) de Black Lives Matter sobre por qué deberían alabar que Bill exhume la ficción racista de los “líderes de las bandas que hacían que los niños de 13 años se colocaran de crack y los mandaban a las calles a asesinar otros niños afroamericanos”... seguir
http://www.sinpermiso.info/textos/el-viraje-a-la-derecha-de-hillary-y-bill-clinton-y-paul-krugman-para-frenar-a-bernie-sanders
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