Víctor Arrogante
Vamos a hacer un análisis de urgencia sobre los resultados, que no desbloquean la situación en España. En esta ocasión, las encuestas y sondeos demoscópicos, han estado más cerca de los resultados en las elecciones gallegas y vascas. El PP ha sido el partido más votado y ha obtenido la mayoría absoluta de los escaños en el Parlamento de Galicia. En el País Vasco, el PNV, como se vaticinaba, también ha sido el partido más votado, ganando posiciones, lo que le permitirá gobernar con comodidad pactando. En Euskadi los partidos constitucionalistas se hunden y Podemos manteniéndose gana. Ciudadanos desaparece. Veremos como afectan estos números a la cuestión nacional, aunque afectará más a los partidos, según los resultados obtenidos en cada lugar, según las valoraciones que les interesen.
El pueblo gallego y vasco, 2.255.579 de electores en Galicia y 1.714.256 en el País Vasco estaban llamados a las urnas para elegir a los representantes en sus respectivos parlamentos. Pese a lo que se temía la participación en general se ha mantenido. En relación con las elecciones de 2012, en Galicia ha habido una abstención del 36,24% (en 2012 fue del 45,09%), de las más bajas de las elecciones. En el País Vasco, la participación ha llegado al 62,26 (En 2012 fue del 65,83%). En el ámbito nacional, si se celebraran las elecciones generales ahora, todo parece que la participación caería hasta el 60,4%, frente al 69,8% que arrojó en los comicios del 26J.
Ni Rajoy ni Sánchez ni Iglesias ni Rivera han sido candidatos en estas elecciones, pero se han jugado tanto como si lo hubieran sido. Por las experiencias anteriores, nadie se fiaba de las encuestas. Aseguraban la mayoría absoluta del PP en Galicia, mientras Rajoy y Sánchez se jugaban su carrera política. Los líderes nacionales han volcado sus agendas en las autonómicas, cuyos resultados no parece que vayan a tener mayores repercusiones en el ámbito nacional.
Rajoy ha estado muy presente en la campaña de su tierra, aunque alejado de Feijóo –el gran triunfador–, que a su vez ha escondido las siglas del partido. El presidente nacional, necesitaba la victoria, sabedor que en el País Vasco, Alonso lo tenía difícil y no merecía la pena hacer mayor esfuerzo, como así ha resultado ser. Las urnas han confirmado la victoria de Feijóo, que tendrá que compartir con Rajoy. Una derrota en Galicia hubiera puesto al presidente en funciones en el disparadero como candidato a la presidencia del Gobierno de España. El PP tenía los dedos cruzados para que Feijóo revalidase una nueva mayoría absoluta en la Xunta y mantener sus diez escaños en Euskadi. Ha conseguido lo uno (ha conseguido más votos y escaños en Galicia), pero no lo otro (ha perdido un escaño en Euskadi).
Como se preveía, el PNV no ha conseguido la mayoría absoluta en el Eusko Legebiltzarra, porque era imposible, pero seguirá en el gobierno sin necesitar al PP, bastándole con los votos del PSOE. Ciudadanos ni está ni se le espera. A la vista de estos resultados el candidato del PNV, Iñigo Urkullu, lo tiene casi hecho para repetir como Lehendakari. En el País Vasco la votación de investidura no exige mayoría absoluta, sino que basta con ser el candidato más votado. Por esto, la mayor amenaza para Urkullu, con 29 escaños, es un candidato presentado por EH-Bildu y Elkarrekin Podemos, que suman 28 escaños. Pero el PNV tiene fácil que le apoyen los socialistas; ya gobiernan juntos en las diputaciones vascas.
Pedro Sánchez no ha dicho nada especial en campaña, sabiendo las dificultades para ganar las elecciones, incluso para superar a las Mareas, como así ha ocurrido. Ha pasado días tranquilos entre Galicia y Euskadi, lejos de la tormenta creada por el mismo en Ferraz contra sus «barones» y por su liderazgo. Ha pedido el voto para Mendia, para no caer en el soberanismo del PNV, Bildu y Podemos. El partido ha pasado a ser la cuarta fuerza más votada, aunque como consecuencia de afinidades y lealtades, tendrá un papel importante en la investidura de Urkullu, al ser «una de las primeras opciones para gobernar», como ha declarado Josu Erkoreka, que rechaza un pacto a la navarra en Euskadi (PNV, Bildu y Podemos), como ha propuesta Otegi, que sin poder presentarse es un ganador. Los socialistas en el peor escenario posible se han encontrado con el fantasma del 'sorpasso' de Podemos en Galicia, quedando en tercera posición.
El papel de Pablo Iglesias, ha estado marcado por su polémica intervención, sobre su preferencia por el discurso duro, frente al tono amable, que fue contestado por Iñigo Errejón y otros líderes de Podemos en Twitter, que nada ha gustado al exmagistrado Luís Villares y su candidatura. «El día que dejemos de dar miedo», ha dicho Iglesias, «seremos uno más y ese día no tendremos ningún sentido como fuerza política». A lo que Errejón rebatió: «A los poderosos ya les damos miedo, ese no es el reto. Lo es seducir a la parte de nuestro pueblo que sufre pero aún no confía en nosotros». Miguel Urbán decía: «No queremos un Podemos moderado» y Monedero: Podemos «no se hizo un hueco riéndole las gracias al 1%; ¿Seguimos sonriendo?». Como no se pueden valorar unas elecciones autonómicas en clave nacional, hay que afirmar que Unidos Podemos, ha obtenido unos excelentes resultados al superar al PSOE.
Sobre Albert Rivera pocos comentarios, salvo destacar su erre que erre, para que el PSOE pacte con el PP y se desbloquee la formación de un gobierno. Como todos, lo uno y lo otro, al cerrar la posibilidad de un Gobierno formado por un partido «con 85 diputados y 41 partidos más», en referencia al PSOE y Podemos. Ciudadanos aspiraba a estrenarse en ambos parlamentos y ha fracasado. En Galicia, Rivera prometió que, de conseguir representación, serviría para reforzar a Alberto Núñez Feijóo y con ese mensaje, sus votantes han votado directamente, sin intermediarios. En Euskadi, en el único lugar donde tenían expectativas era en Araba y tampoco ha conseguido los votos necesarios para conseguir el escaño deseado. Dice que no han rematado el año como pretendían, cuando lo que ha ocurrido que la rematada ha sido la formación.
En Galicia, el PP ha revalidado la corrupción generalizada, como alternativa a la decencia, siendo la única Comunidad Autónoma en la que un gobierno lo hace con mayoría absoluta; no puede ser mejor. Además se ha producido el sorpasso de En Marea sobre el PSOE. Ciudadanos, como se preveía, ha pinchado. En concreto, los resultados han sido (95,94% escrutados):
· PP: 653.888 votos (47,66%) y 41 escaños
· En Marea: 259.737 votos (18.93%) y 14 escaños
· PSdeG-PSOE: 245.273 votos (17,88%) y 14 escaños
· BNG: 114.825 votos (8.37%) y 6 escaños
En el País Vasco, el PNV vuelve a ser la fuerza política más votada y los populares, en funciones en el gobierno de España, los que menos votos han obtenido; vaya papelón el del exministro Alonso. Por cierto la euforia mostrada en la sede popular en Alava es vergonzosa por escandalosa. El PSOE de Idoia Mendia pierde hasta 7 escaños, un desastre sin paliativos para un partido que tanto se ha entregado en su historia en el territorio. En definitiva, los resultados, con el 99,93% de los votos escrutados han sido:
· EAJ-PNV: 397.292 votos (37,64%) y 29 escaños
· EH-Bildu: 224.067 votos (21,23%) y 17 escaños
· Elkarrekin Podemos: 156.586 votos (14,83%) y 11 escaños
· PSE-EE: 126.092 votos (11,94%) y 9 escaños
· PP: 107.309 votos (10,16%) y 9 escaños
Ahora toca gestionar los resultados, para formar gobiernos cuanto antes, aunque en este ámbito autonómico el procedimiento está claramente establecido. Sobre como van a afectar estos resultados al bloqueo político en el ámbito nacional, en los próximos días veremos que movimientos no ofrecen los partidos, que serán unos u otros en función de la valoración que cada uno haga y del grado de crisis interna que cada cual soporte. El temor de los socialistas a quedar relegados a un tercer puesto en Galicia y a la cuarta en Euskadi se ha cumplido. El PSOE ha retrocedido en apoyo electoral; ha perdido sin contemplaciones. Pedro Sánchez ha estado siendo bombardeado sin contemplaciones por el PP, no tiene aliados en los medios de comunicación y cuenta con unos enemigos poderosos en casa, demasiado poco ha caído o quizás precisamente por eso.
Compromis tenía previsto «tomar la iniciativa» a partir del 26 para tratar de negociar un acuerdo con PSOE y Unidos Podemos, además de buscar la abstención de Ciudadanos, que ya ha dicho que no quiere saber nada. Los resultados se lo han puesto fácil a los «barones» autonómicos del PSOE contra el secretario general y Rajoy a verlas venir sin dar un paso para evitar las terceras elecciones.
@caval100
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