_- Rafael Poch
La Vanguardia
Varios centenares de miles de funcionarios pararon o salieron a la calle en protesta en Francia contra la degradación de la función pública, en un momento en el que el Gobierno del joven y voluntarioso presidente Emmanuel Macron se dispone a aplicar nuevos recortes.
El cuchillo del recorte social neoliberal corta muy fino en Francia pero el suyo es un corte constante: desde hace treinta años, una generación. Y parece que empieza a tocar hueso. Basta con conversar con cualquier funcionario del sistema hospitalario o enseñante del sistema de la educación nacional. Siempre la misma descripción: profesionales agotados, centros en estrés y frustración, mucha frustración, sobre todo entre los funcionarios veteranos que tienen una perspectiva biográfica de la lenta degradación.
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