La madrugada del 16 de noviembre de 1989 un grupo de militares salvadoreños irrumpió en la Universidad Centroamericana (UCA) de San Salvador. Ordenaron a seis sacerdotes y dos mujeres que salieran al jardín. Que se acostaran boca abajo. Al día siguiente, aparecieron muertos. Ignacio Ellacuría, rector de la institución y firme opositor al Gobierno, era una de las víctimas. 28 años después, se abre un halo de esperanza para que se haga justicia.
El homenaje que cada año se realiza en honor de los fallecidos iba a pasar casi desapercibido, pero desde Estados Unidos llegó una de las noticias más esperadas: el Tribunal Supremo ha dado luz verde esta semana a la extradición a España del excoronel Inocente Orlando Montano, tras rechazar su petición de permanecer en Estados Unidos, donde llegó, con documentación fraudulenta, en 2001, y donde trató de vivir desapercibido. Montano, que cumplía condena por fraude migratorio, es uno de los 17 militares salvadoreños sobre los que pesa una orden de detención solicitada por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco.
“Nos muestra que en Estados Unidos las cosas funcionan mejor que en nuestro país y son más respetuosos de sus propias leyes y acuerdos internacionales”, ha celebrado el actual rector de la UCA, Andreu Oliva, quien ha asegurado que la extradición es “cuestión de tiempo”. La institución prepara ahora una solicitud para reabrir la causa penal, después de que el Constitucional anulase una ley de amnistía el pasado año, que bloqueaba cualquier intento de reabrir el proceso. El juicio, celebrado en 2012, dejó solo dos condenados.
Montano era viceministro de Seguridad Pública [Defensa] en el momento de la matanza. A sus 74 años, es el primer militar salvadoreño que responderá en España por el asesinato de Ignacio Ellacuría y sus compañeros, los también sacerdotes españoles Armando López, Juan Ramón Moreno, Segundo Montes e Ignacio Martín. El cura salvadoreño asesinado era Joaquín López; las dos mujeres, Elba Julia Ramos y su hija Celina. Montano ha tratado en vano de frenar su extradición argumentando problemas de salud.
Según documentos judiciales de la época, Montano había participado en una reunión con el coronel René Ponce, quien encargó al batallón el asesinato de los curas, una versión que ha sido, no obstante, contradicha por algunos militares. De lo que no hay duda es que durante la Guerra Civil de El Salvador, Montano dirigió uno de los batallones más sanguinarios que combatió al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Montano salió de El Salvador en 2001. Viajó a Estados Unidos y se acogió al Estatus Temporal de Protección (TPS, en sus siglas en inglés). Para ello, utilizó documentación falsa, en tanto ocultó su pasado como militar para no levantar sospechas. Durante 10 años vivió cerca de Boston, hasta que fue detenido.
El aniversario de la matanza coincide con la visita a El Salvador del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, quien se refirió al crimen, casi tres décadas después. "Me he sentido conmovido por la historia de los jesuitas en El Salvador y la búsqueda de la verdad, la justicia, reparación y no repetición", aseguró Zeid Ra'ad.
https://elpais.com/internacional/2017/11/17/actualidad/1510911238_303442.html
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