Las razones aducidas por las partes en litigio, Rusia y los países miembros de la OTAN, para defender sus posturas ─seguridad, soberanía, libertad, etc.─ y el enquistamiento e inamovilidad de sus posiciones, recuerdan momentos históricos previos al desencadenamiento de graves conflictos con terribles consecuencias económicas y humanas para millones de personas.
Esto no podemos aceptarlo
La población europea está siendo arrastrada a participar en un juego geopolítico en el que no tiene nada que ganar. Son los grandes poderes económicos, como de costumbre, los que pretenden sacar provecho del enfrentamiento.
Se han difundido bulos como los tantas veces oídos sobre las intenciones del adversario y los medios se han encargado de agitar los ánimos de la población para prepararla anímicamente a lo que se daba por hecho: la inevitabilidad de la violencia guerrera.
Sin menospreciar otros enfoques que ayudan a entender el actual conflicto como uno más de los que enfrentan a las potencias entre sí a causa de sus intereses geopolíticos y económicos contrapuestos, desde Attac queremos poner el acento en la gravedad de las consecuencias más directas e inmediatas del choque militar. Por un lado, el incremento del poder y beneficios de la industria armamentista y energética-especulativa, síntesis ambas del actual factótum grandes-fondos-de-inversión. Por otro, el sufrimiento y empobrecimiento del grueso de la ciudadanía afectada, que sufrirá con el estallido de la guerra, además de graves pérdidas humanas, la destrucción habitacional y un encarecimiento salvaje de todos los bienes y servicios dependientes de los precios de la energía. Basta recordar cómo han quedado los países que han experimentado guerras “liberadoras”.
Lo que la situación actual reclama con urgencia es oponerse, de la forma más unitaria y contundente posible, a esta deriva militar del conflicto, de graves consecuencias para el sistema-mundo en el que vivimos. Tiempo habrá para proponer los términos por dónde ha de transitar la solución diplomática y negociada del conflicto.
El uso de la fuerza debe desterrarse absolutamente y para siempre de las relaciones internacionales. Attac España y su Consejo Científico animan a los movimientos sociales españoles y europeos a sumarse a una necesaria y urgente movilización ciudadana por el NO A LA GUERRA.
25/02/2022
PRIMEROS FIRMANTES QUE SUSCRIBEN ESTA DECLARACIÓN:
Agustí Colom Cabau. Economista. Profesor de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona. Integrante del Consejo Científico de Attac España.
Albert Recio Andreu. Economista. Exprofesor de Economía Aplicada. Universidad Autónoma de Barcelona. Integrante del Consejo Científico de Attac España.
Alicia García Ruiz. Filósofa y socióloga. Profesora de Filosofía en la Universidad Carlos III de Madrid. Integrante del Consejo Científico de Attac España.
Y 42 firmas más.
https://www.sinpermiso.info/textos/no-a-la-guerra
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