No es extraño, para un activista centrado en una de las millones de causas nobles que existen en el mundo, el intentar reclutar otros activistas para su causa en particular. Esto no es exactamente lo que quiero hacer. Primero, para tener éxito, debemos convertir en activistas a millones de personas que no se encuentran activas en absoluto.
Por supuesto, prefiero los tipos de activismo que eliminan la necesidad de más activismo, como las campañas para automatizar el registro de votantes o para equiparar el salario mínimo interprofesional al coste de la vida. Pero, mayoritariamente, quiero que todo el mundo continúe haciendo aquello que le inspira. No obstante, creo conocer una manera de desplazar nuestro énfasis y unificar movimientos, una manera que no suele pasársenos por la cabeza.
No es extraño que un activista piense que su campo específico es el de máxima prioridad unificadora.
Por ejemplo:
Si no obtenemos dinero de la política, ¿cómo podemos promulgar o imponer alguna ley que no esté favorecida por el dinero? Hemos legalizado el soborno, ¡por Dios! ¿Qué otras cosas importan hasta que arreglemos eso?
O:
Si no creamos medios de comunicación creíbles, democráticos e independientes, no podemos informar. El “puerta a puerta” no puede vencer a la televisión. Solo sabemos que Cindy Sheehan fue a Crawford o que “Occupyers” fueron a Wall Street porque la televisión corporativa decidió decírnoslo. ¿Por qué convocar elecciones si no podemos saber la verdad acerca de los candidatos?
O:
Perdone, la tierra se está cociendo. Nuestras especies y muchas otras están perdiendo su hábitat. Si no es ya demasiado tarde, es el momento de decidir si incluso tendremos nietos. Si no tenemos ninguno, ¿qué importará el tipo de elecciones, o las redes de televisión que estos tienen?
Podemos seguir argumentando sin parar de este modo, así como asegurando que un mal social precede y causa otro mal social. El racismo o el militarismo, o el materialismo extremo son la enfermedad, mientras que los otros males sociales son los síntomas.
Tampoco quiero hacer esto exactamente. Quiero que trabajemos en todo, y que usemos todos los medios de unificación. Quiero que reconozcamos cómo cada problema contribuye a los otros, y viceversa. Personas hambrientas y asustadas no pueden terminar con el cambio climático. Una cultura que coloca un trillón de dólares al año para el asesinato en masa de personas lejanas, de piel oscura, no puede construir escuelas o terminar con el racismo. A menos que distribuyamos la riqueza, no podemos redistribuir el poder. No podemos crear medios de comunicación a menos que tengamos algo importante que decir. No podemos proteger el medio ambiente mientras ignoramos categóricamente al principal consumidor de petróleo en la tierra, solo porque criticar a las fuerzas armadas sería inapropiado. Pero continuaremos ignorándolo si no creamos buenos medios de comunicación. Tenemos que hacer todo esto, y hay varias maneras en las cuales podemos estar más unidos, ser más estratégicos y potencialmente más efectivos.
Una manera a la que, según pienso, no le prestamos la suficiente atención, consiste en concentrarse en la abolición completa y total de la guerra, la eliminación de todas las armas militares, todas las bases, todos los portaaviones, misiles, drones armados, generales, coroneles y, si fuera necesario, todos los senadores de Arizona.
¿Por qué la abolición de la guerra? Te daré 10 razones.
1. De hecho, tiene sentido. Una postura razonable se opone a algunas guerras y vitorea otras, pero vitorear a las tropas incluso en las guerras malas no atrae mucha energía, porque no tiene ningún sentido. Jeremy Corbyn solo gano votos señalando que las guerras generan terrorismo, son contraproducentes a su manera, poniéndonos en peligro más que protegiéndonos. Éstas, las guerras, deben de ser sustituidas por ayudas, diplomacia, cooperación, el imperio de la ley, herramientas de no violencia y habilidades para la reducción del conflicto. No tiene sentido afirmar que las guerras son, en cierto punto, buenas, pero que no deben de ser utilizadas en exceso - ¿Cuál es el sentido de las guerras si no el ganarlas? Y, si las guerras hacen del asesinato algo aceptable, ¿por qué la tortura es inaceptable? Y, si se aceptan las bombas lanzadas por aviones con piloto, ¿cuál es el problema con los drones? Y si el ántrax es bárbaro, ¿por qué el fosforo blanco o el Napalm son civilizados? Nada de esto tiene sentido, y es una razón por la cual el principal asesino de las tropas norteamericanas es el suicidio. Sabes cómo amar a las tropas, terminar con la guerra y darles opciones de vida que no le haga querer matarse a sí mismos.
2. El apocalipsis nuclear, a la par con el caos climático, es un peligro creciente, y continuará creciendo a menos que la abolición de la guerra tenga existo.
3. El mayor destructor de agua, aire, tierra y atmosfera es el militarismo. Es la guerra o el planeta. Es momento de elegir.
4. La guerra mata, primero y principalmente, a través de la retirada de los recursos allí donde son necesarios. Incluso de hambrunas y enfermedades epidémicas creadas por la guerra. Cualquier activismo que busca financiación para cualquier necesidad humana o medioambiental tiene que volverse hacia el final de la guerra. Es ahí donde se encuentra todo el dinero, más dinero al año que el que podría tomarse de inmediato, y una sola vez, de los multimillonarios.
5. La guerra genera ocultamiento, vigilancia, clasificación de los asuntos públicos, espionaje de activistas injustificado, mentiras patrióticas y acciones ilegales llevadas a cabo por agencias secretas.
6. La guerra militariza a la policía local, convirtiendo lo publico en un enemigo.
7. La guerra alimenta, así como se alimenta de racismo, sexismo, intolerancia, odio y violencia doméstica. Enseña a la gente a resolver los problemas disparando un arma.
8. La guerra divide a la humanidad en un momento en el que debemos unirnos alrededor de grandes proyectos si queremos sobrevivir y prosperar.
9. Un movimiento para la abolición de toda guerra, todas las armas y todas las atrocidades que se generan en la guerra puede unir a los opositores de un gobierno o grupo con los opositores de los crímenes de otro gobierno o grupo. Sin igualar todos los crímenes entre sí, podemos unirnos como opositores de guerra más que como opositores mutuos.
10. La guerra es lo que nuestra sociedad hace principalmente, absorbe la mayor parte de los gastos federales discrecionales, su promoción permea nuestra cultura. Es la auténtica base de la creencia de que el fin puede justificar medios nocivos. Una forma ideal de abrir nuestras mentes, para replantear lo que estamos haciendo en este planeta, es enfrentarnos a los mitos que nos venden la guerra como necesaria, inevitable o gloriosa.
Así, no trabajemos para unas fuerzas armadas medioambientalmente sensibles, en las cuales las mujeres tienen el mismo derecho a ser arrastradas a su interior, en contra de su propia voluntad. No nos opongamos a las armas ineficientes o que no matan lo suficientemente bien. Construyamos un movimiento amplio y diverso, en el cual uno de los factores unificadores sea la eliminación, en su totalidad, de la institución de asesinato en masa organizado.
David Swanson fue secretario de prensa de D. Kucinich en su candidatura presidencial de 2004. Actualmente dirige la página electrónica AfterDowningStreet.org y ha sido el impulsor de Impeachbybee.org. Recientemente, ha publicado War No More: The Case for Abolition.
Fuente:
https://www.counterpunch.org/2017/06/20/the-unifying-force-of-war-abolition/