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lunes, 28 de febrero de 2022

_- ¡No a la guerra!


_- La situación de extrema tensión política y militar gestada en Europa a lo largo de los últimos meses, ha desembocado en una intervención militar rusa en Ucrania que pone en grave peligro la paz en nuestro continente.

Las razones aducidas por las partes en litigio, Rusia y los países miembros de la OTAN, para defender sus posturas ─seguridad, soberanía, libertad, etc.─ y el enquistamiento e inamovilidad de sus posiciones, recuerdan momentos históricos previos al desencadenamiento de graves conflictos con terribles consecuencias económicas y humanas para millones de personas.

Esto no podemos aceptarlo

La población europea está siendo arrastrada a participar en un juego geopolítico en el que no tiene nada que ganar. Son los grandes poderes económicos, como de costumbre, los que pretenden sacar provecho del enfrentamiento.

Se han difundido bulos como los tantas veces oídos sobre las intenciones del adversario y los medios se han encargado de agitar los ánimos de la población para prepararla anímicamente a lo que se daba por hecho: la inevitabilidad de la violencia guerrera.

Sin menospreciar otros enfoques que ayudan a entender el actual conflicto como uno más de los que enfrentan a las potencias entre sí a causa de sus intereses geopolíticos y económicos contrapuestos, desde Attac queremos poner el acento en la gravedad de las consecuencias más directas e inmediatas del choque militar. Por un lado, el incremento del poder y beneficios de la industria armamentista y energética-especulativa, síntesis ambas del actual factótum grandes-fondos-de-inversión. Por otro, el sufrimiento y empobrecimiento del grueso de la ciudadanía afectada, que sufrirá con el estallido de la guerra, además de graves pérdidas humanas, la destrucción habitacional y un encarecimiento salvaje de todos los bienes y servicios dependientes de los precios de la energía. Basta recordar cómo han quedado los países que han experimentado guerras “liberadoras”.

Lo que la situación actual reclama con urgencia es oponerse, de la forma más unitaria y contundente posible, a esta deriva militar del conflicto, de graves consecuencias para el sistema-mundo en el que vivimos. Tiempo habrá para proponer los términos por dónde ha de transitar la solución diplomática y negociada del conflicto.

El uso de la fuerza debe desterrarse absolutamente y para siempre de las relaciones internacionales. Attac España y su Consejo Científico animan a los movimientos sociales españoles y europeos a sumarse a una necesaria y urgente movilización ciudadana por el NO A LA GUERRA.

25/02/2022

PRIMEROS FIRMANTES QUE SUSCRIBEN ESTA DECLARACIÓN:

Agustí Colom Cabau. Economista. Profesor de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona. Integrante del Consejo Científico de Attac España.

Albert Recio Andreu. Economista. Exprofesor de Economía Aplicada. Universidad Autónoma de Barcelona. Integrante del Consejo Científico de Attac España.

Alicia García Ruiz. Filósofa y socióloga. Profesora de Filosofía en la Universidad Carlos III de Madrid. Integrante del Consejo Científico de Attac España.
Y 42 firmas más.

https://www.sinpermiso.info/textos/no-a-la-guerra

miércoles, 19 de febrero de 2020

Bertrand Russell. El filósofo que dijo sí al amor libre y no a la guerra. El pensador británico siempre fue a contracorriente y sus ideas aperturistas fueron calificadas de lascivas y peligrosas. Se cumplen 50 años de su muerte

Bertrand Russell (1872-1970), figura central de la filosofía del siglo XX, no fue un hombre unidimensional. Tanto como el conocimiento, le preocupaban los asuntos políticos y sociales de su época. Los últimos años de su vida los dedicó a combatir las armas nucleares, impulsar el Tribunal contra los Crímenes de Guerra y a oponerse a la intervención de Estados Unidos en Vietnam. Su activismo antibelicista y feminista, de hecho, le causó muchos problemas: fue encarcelado dos veces (1918 y 1961); expulsado del Trinity College, en Cambridge; y le acusaron de lascivia e incluso de inducir al suicidio. No le importó: respondía solo ante su conciencia.

Fue un librepensador.
En 1920 viajó a Rusia y conoció a Lenin, que le decepcionó. A su vuelta no ahorró críticas al nuevo régimen, lo que no implicaba elogios a Occidente. Cuando le preguntaron qué tenía contra el “mundo libre” respondió de inmediato: “Que no es libre”. Y fue un pensador muy precoz. Siendo adolescente inició una investigación sobre tres cuestiones que le apremiaban: Dios, la inmortalidad y el libre albedrío. Concluyó que “no había razones para creer” en ninguna de ellas.

El amor libre y la lucha contra las estrecheces de la moralidad imperante marcaron su trayectoria. En 1957 el obispo de Rochester le escribió: “En su libro, Matrimonio y moral, no se pueden ocultar las pezuñas hendidas de la lascivia (…) a veces deben acosarlo recuerdos de asesinatos, suicidios e incalculable dolor causados por los experimentos de jóvenes unidos fuera del matrimonio”. No fue la única crítica. Pero mucho de lo que le atribuían no figuraba en el libro. Sí defendía la igualdad de derechos (políticos y sexuales) de hombres y mujeres, y calificaba de “superstición cristiana” la idea de que el sexo fuera impuro, herencia, decía, de Pablo de Tarso: “Si no tienen don de continencia, cásense. Pues más vale casarse que abrasarse”. Añadía que la ética cristiana degrada a la mujer, quien había empezado a ser libre al decaer la noción de pecado, ayudada por los anticonceptivos y su incorporación al trabajo, que le daba independencia. Proponía la educación sexual y profundizar en la igualdad: “Mantener lo antiguo exige que la educación de las jóvenes busque volverlas estúpidas, supersticiosas e ignorantes; requisito que cumplen las escuelas donde interviene la Iglesia”, porque “la ignorancia nunca puede fomentar la conducta recta ni el conocimiento estorbarla”. Además, sugería los “matrimonios a prueba” y defendía las relaciones extramatrimoniales si no suponían daño para nadie.
El 18 de febrero de 1961, Bertrand Russell (88 años) se manifiesta en Londres por la prohibición de las armas nucleares.

El 18 de febrero de 1961, Bertrand Russell (88 años) se manifiesta en Londres por la prohibición de las armas nucleares. JIMMY SIME CENTRAL PRESS

Matrimonio y moral se publicó en el año 1929 y fue un éxito. Pero le supuso mil problemas, sobre todo en Estados Unidos, adonde viajó en 1938 y donde tuvo que quedarse, forzado por la guerra. Iba a impartir un curso en la Universidad de Chicago y pensaba titularlo Las palabras y los hechos, conectando con la perspectiva del atomismo lógico, que sugería analizar los problemas filosóficos descomponiéndolos en sus elementos mínimos lingüísticos. El título pareció demasiado claro a la academia y fue rebautizado: Correlación entre hábitos motrices orales y somáticos. El rector de la Universidad, un neotomista, no lo apreciaba y no le renovó el contrato.

Tampoco fue bien acogido en la Universidad de California. Ya se veía sin ingresos (la guerra le impedía obtener dinero del Reino Unido) cuando le llegó una invitación de The City College of New York. Su llegada al centro provocó una masiva protesta de clérigos católicos. La madre de una alumna (no inscrita en las clases de Russell) se querelló alegando que su presencia era “peligrosa para la virtud de su hija”. Ante el tribunal, sus obras fueron descritas como “lascivas, libidinosas, lujuriosas, venéreas, eroticomaniacas, afrodisiacas, irreverentes, parciales, falsas y privadas de fibra moral”. Sin trabajo, se puso a escribir Historia de la Filosofía Occidental y sobrevivió gracias a un anticipo por la obra.

El laicismo le llegó casi por herencia. Cuando quedó huérfano, a los cuatro años, se vio que su padre, vizconde de Amberley, había dejado establecido que no lo educara la familia sino otras personas que eran ateas y podrían protegerlo de los “males de una formación religiosa”. Los abuelos amenazaron con un pleito que inclinó a los tutores a cederles la custodia. Siendo todavía un adolescente, decidió que el matrimonio era nefasto y lo racional, el amor libre. Corría el final del siglo XIX. Descubrió el sexo y la masturbación, una práctica que mantuvo hasta los 20, cuando se enamoró de Alys Pearsall Smith, que sería su primera esposa. Por aquellos años trabajaba ya en los tres volúmenes de Principia Mathematica, que se publicaría entre 1910 y 1913, escritos conjuntamente con Alfred North Whitehead. Con ellos alumbraron la filosofía analítica, una de las principales corrientes del siglo XX.

El matrimonio, decía, le aportó estabilidad. Más tarde recomendaría a sus alumnos (hombres y mujeres) la convivencia prematrimonial para escapar de los apremios sexuales de la edad. Con Pearshall cubría una de sus pasiones (“el ansia de amor”) y podía dedicarse a las otras dos: “La búsqueda del conocimiento y la piedad por el sufrimiento de la humanidad”.

Su actividad filosófica quedó a veces subordinada a la política. Aun así, su influencia aumentaba, a lo que contribuyó el Círculo de Viena, que impulsó el análisis lingüístico como método de abordar (y disolver) los problemas filosóficos. También uno de sus discípulos: Ludwig Wittgenstein, cuyo Tractatus prologaría, facilitando su publicación. Russell lo describe “apasionado, profundo, intenso, dominante”. Un día, Wittgenstein le preguntó: “¿Cree usted que soy un perfecto idiota?”. “¿Para qué quiere saberlo?”, replicó Russell. “Si lo soy me haré aeronauta, pero si no lo soy me convertiré en filósofo”, dijo el discípulo.

Pearsall lo acompañó en sus campañas por la igualdad de las mujeres, pero la relación entre ambos ya había decaído cuando él se convirtió en objetor frente a la participación inglesa en la Primera Guerra Mundial. Su actividad fue incesante: escribió cartas y manifiestos, intervino en mítines y sugirió que la función del ejército era más sofocar revueltas obreras que defender las fronteras de un hipotético enemigo. Por ello fue acosado por los belicistas y hasta por mujeres que criticaban su feminismo militante. El Departamento de Guerra lo consideró peligroso y le prohibió acercarse a la costa, para que no se comunicara con submarinos alemanes. Finalmente fue condenado a seis meses de prisión y expulsado del Trinity College, aunque sería readmitido en 1944. Años más tarde recordaría su estancia en prisión como placentera, dedicado a la lectura y la escritura, y visitado por la activista Dora Black, que sería su segunda esposa, y por su amante en aquellos años, Colette O’Neil.

Aunque Black era contraria al matrimonio, se casaron en 1921, poco antes del nacimiento de su primer hijo: John Conrad. El segundo nombre hacía honor a su amigo Joseph Conrad. Poco después nació una hija, Kate, y se planteó un problema: ninguna escuela era satisfactoria. El matrimonio decidió fundar una que fuera libre. Resultó un desastre: “Muchos de los principios que regían la escuela eran erróneos. Un grupo de niños no puede estar feliz sin una cierta medida de orden y rutina”, porque “dejarlos en libertad era establecer el reino del terror en el que los fuertes hacían sufrir a los débiles. Una escuela es como un mundo: solo el Gobierno puede evitar la brutalidad y la violencia”, escribió Russell en su Autobiografía.

En 1944 pudo dejar Estados Unidos y volver a Inglaterra, donde ya no era tan mal visto, y en 1950 recibió el Premio Nobel de ¡Literatura!, sin haber publicado obra alguna de ficción. Estimulado por el premio reelaboró algunos cuentos y los publicó en libro. Russell se opuso a la Primera Guerra Mundial, pero no a la Segunda. Creía que enfrentarse al nazismo era una obligación moral. Nazis y fascistas lo aborrecían por igual. En 1922, no había podido viajar a Italia para un congreso de filosofía. Mussolini anunció que a él no le pasaría nada, pero que cualquier italiano que le hablara acabaría muerto.

Terminada la segunda guerra, se movilizó contra las armas atómicas y a favor de un Gobierno mundial, convencido de que otra guerra no dejaría vencedores ni vencidos. En 1955 se publicó un manifiesto contra las armas nucleares encabezado por su firma y la de Albert Einstein. Creía que la mera exposición del peligro bastaría para abrir los ojos a la gente. No fue así, lo que le llevó a pensar que “había descubierto un hecho político”, que “posiblemente” la gente prefiere morir a ver vivos a sus enemigos. Una reflexión que lo incitó a combatir los nacionalismos y proponer que todas las armas quedaran bajo el control de un Gobierno mundial.

La crisis de los misiles en Cuba acentuó, si cabe, la conciencia de que había que moverse en todas direcciones. Escribió a los Gobiernos implicados y trató de provocar movilizaciones con escaso éxito. Paralelamente, intentó convencer a Israel de que revisara la situación de los palestinos. El resultado de toda esta actividad fue la creación de la Fundación Russell para la Paz, a la que se dedicó hasta el límite de sus fuerzas. También se opuso a la guerra del Vietnam y a cualquier violación de los derechos humanos, participando junto a Jean-Paul Sartre en el Tribunal contra los Crímenes de Guerra.

Una de las consecuencias de esta actividad fue su segundo ingreso en prisión (esta vez sólo una semana) acusado de desobediencia civil. Tenía 88 años. Le acompañó, tanto en la desobediencia como en la condena, su cuarta esposa, Edith Finch, con la que conviviría hasta su muerte. Poco antes escribió que estaba convencido de que, por desastroso que pareciera el presente, “la mejor parte de la historia humana no reside en el pasado, sino en el futuro”.

https://elpais.com/elpais/2020/01/31/ideas/1580485200_697662.html?por=mosaico

jueves, 11 de abril de 2019

Aniversario de la OTAN. Setenta años son más que suficientes

Kate Hudson
Campaign for Nuclear Disarmament (CND-UK)

Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo

Al cumplirse el septuagésimo aniversario de la OTAN (el pasado 4 de abril), es momento para hacer una valoración de la alianza militar nuclearizada nacida para asegurar la superioridad militar de Occidente durante la Guerra Fría. Lo más sorprendente de esta organización es que durante sus primeros cuarenta años de existencia –es decir, durante la Guerra Fría– la OTAN no se embarcó en guerras o campañas militares. Y, sin embargo, en los treinta años posteriores, cuando su rival político y militar –la Unión Soviética– ya no existía, la OTAN ha ampliado enormemente el territorio bajo su control, ha cambiado su declaración de principios de una posición defensiva a una agresiva, y se ha embarcado en una serie de guerras (incluyendo la intervención en Afganistán, que sigue activa desde hace dos décadas). Estas actividades han transformado el final de la Guerra Fría, que podía haber supuesto una oportunidad única para una nueva diplomacia y una evolución pacífica, en una nueva era de tensión global, con un cerco a China y Rusia que crea las condiciones para una nueva guerra fría, anula las normas del derecho internacional, especialmente en lo relativo a la soberanía nacional e introduce el concepto espurio de “guerra humanitaria”.

El pasado 12 de marzo se conmemoró un segundo aniversario de la OTAN que vale la pena recordar, pues se cumplieron veinte años desde que los primeros antiguos estados del Pacto de Varsovia se unieron a la organización atlantista. En dicha fecha firmaron su adhesión Hungría, Polonia y la República Checa, que pocos días después se encontraban en guerra con su vecina Yugoslavia. Esa fue una guerra ilegal que trajo consecuencias devastadoras para lo que quedaba de Yugoslavia, incluyendo el legado tóxico del uranio empobrecido. Fue asimismo la primera vez que Tony Blair utilizó su justificación infundada para las guerras de intervención.

Forces.net, el servicio informativo de las fuerzas armadas británicas es uno de los pocos medios de comunicación que ha cubierto el aniversario de la ampliación de la OTAN hacia el este de Europa. Algunos de sus razonamientos son muy válidos, como cuando menciona que la primera ampliación de 1999 inició “una marcha aparentemente imparable de la frontera de la alianza hacia Rusia”. El informe también señala elocuentemente que, aunque las acciones rusas en Crimea han renovado el interés de la OTAN por Rusia, algunos se han cuestionado “si la expansión de la OTAN ha sido una provocación para Rusia y ha creado el riesgo de una nueva Guerra Fría”.

Esta es la pregunta crucial y, ahora que la OTAN se está expandiendo a América Latina, es preciso comprender las implicaciones de dicha evolución. Estos son algunos de los temas que deberá abordar el movimiento cuando se celebre la cumbre de la OTAN que tendrá lugar en Londres el mes de diciembre, a la que se espera asista Donald Trump y ante la cual la Campaña para el Desarme Nuclear (CND) está preparando grandes movilizaciones.

Protesta: “No a Trump-NO a la OTAN”. Manifestación en Londres

Central London, diciembre 2019

Mientras tanto, la red “No a la guerra-No a la OTAN”, de la que forma parte CND, ha emitido el siguiente comunicado sobre el 20ª aniversario de la guerra de la OTAN en Yugoslavia. Por favor, léanlo y estén listos para participar en próximos actos contra la OTAN.

¡Detengamos las guerras e intervenciones de la OTAN!

El 24 de marzo de 1999 comenzó la guerra ilegal en Yugoslavia. Veinte años después, la red internacional “No a la guerra-No a la OTAN” recuerda este ataque deliberado contra un estado soberano. Ahí se abrió la Caja de Pandora de la que saldrían otras tantas guerras ilegales, en Afganistán, Libia, Irak y Siria, que han dejado un rastro sangriento de destrucción, destituciones forzosas, aflicción y muerte.

La guerra de Yugoslavia fue el modelo que sentó las bases para la exacerbación de los conflictos étnicos y nacionalistas y para una militarización de las sociedades que las prepara para la guerra. Quienes huyen de las zonas de combate siguen amenazados por operaciones militares, ya sea a cuenta de la agencia europea de control de fronteras, Frontex, de la OTAN o de ambas.

La supuesta legitimación de estas guerras se basó en una sarta de mentiras, utilizadas para asentar el dominio, ganar influencia o conseguir recursos y hegemonía.

Durante este tiempo, la OTAN se ha desarrollado a escala global convirtiéndose en la alianza militar por antonomasia. Esto ha quedado claramente de manifiesto tras la decisión colectiva de sus miembros de aumentar el gasto en defensa hasta al menos el 2% del PIB para 2014. Este nuevo impulso militarista reducirá la influencia de China y Rusia y asegurará recursos para la hegemonía capitalista.

Las contradicciones existentes entre los estados miembros de la OTAN no pueden ocultar este objetivo común y la permanente expansión territorial de la OTAN sirve para dichos propósitos. Las preparaciones para la guerra, y más recientemente contra Venezuela, subrayan esta actitud agresiva. El abandono del armamento nuclear nunca ha sido considerado seriamente como una opción. La carrera armamentística nuclear se reavivará hasta un nivel nunca visto en décadas mediante la modernización global y el despliegue de nuevas armas nucleares previsto por EE.UU. tras su abandono del tratado de euromisiles INF. Y, lo que aún es más grave, la estrategia de atacar primero de la OTAN supone una amenaza para el planeta en su conjunto.

Desde su fundación en 2009, la red internacional “No a la Guerra-No a la OTAN” ha logrado, mediante diferentes acciones, reducir el respaldo de la ciudadanía a la OTAN en algunos estados importantes, llegando en ocasiones a deslegitimarla. Nuestro objetivo –veinte años después del ataque ilegal a Yugoslavia y setenta años después de la creación de la OTAN– sigue siendo el mismo: vencer al dinosaurio belicista y reemplazarlo con una organización internacional que busque la seguridad y el desarme colectivo.

Kate Hudson es secretaria general del CND desde septiembre de 2010. Anteriormente fue presidenta de la organización desde 2003. Es una activista antinuclear y contra la guerra reconocida a escala nacional e internacional.

Fuente:

https://cnduk.org/nato-70-years-is-enough/

sábado, 8 de julio de 2017

El potencial unificador de la lucha por la abolición de la guerra. David Swanson, 29/06/2017.

No es extraño, para un activista centrado en una de las millones de causas nobles que existen en el mundo, el intentar reclutar otros activistas para su causa en particular. Esto no es exactamente lo que quiero hacer. Primero, para tener éxito, debemos convertir en activistas a millones de personas que no se encuentran activas en absoluto.

Por supuesto, prefiero los tipos de activismo que eliminan la necesidad de más activismo, como las campañas para automatizar el registro de votantes o para equiparar el salario mínimo interprofesional al coste de la vida. Pero, mayoritariamente, quiero que todo el mundo continúe haciendo aquello que le inspira. No obstante, creo conocer una manera de desplazar nuestro énfasis y unificar movimientos, una manera que no suele pasársenos por la cabeza.

No es extraño que un activista piense que su campo específico es el de máxima prioridad unificadora.

Por ejemplo:

Si no obtenemos dinero de la política, ¿cómo podemos promulgar o imponer alguna ley que no esté favorecida por el dinero? Hemos legalizado el soborno, ¡por Dios! ¿Qué otras cosas importan hasta que arreglemos eso? O:

Si no creamos medios de comunicación creíbles, democráticos e independientes, no podemos informar. El “puerta a puerta” no puede vencer a la televisión. Solo sabemos que Cindy Sheehan fue a Crawford o que “Occupyers” fueron a Wall Street porque la televisión corporativa decidió decírnoslo. ¿Por qué convocar elecciones si no podemos saber la verdad acerca de los candidatos? O:

Perdone, la tierra se está cociendo. Nuestras especies y muchas otras están perdiendo su hábitat. Si no es ya demasiado tarde, es el momento de decidir si incluso tendremos nietos. Si no tenemos ninguno, ¿qué importará el tipo de elecciones, o las redes de televisión que estos tienen?

Podemos seguir argumentando sin parar de este modo, así como asegurando que un mal social precede y causa otro mal social. El racismo o el militarismo, o el materialismo extremo son la enfermedad, mientras que los otros males sociales son los síntomas.

Tampoco quiero hacer esto exactamente. Quiero que trabajemos en todo, y que usemos todos los medios de unificación. Quiero que reconozcamos cómo cada problema contribuye a los otros, y viceversa. Personas hambrientas y asustadas no pueden terminar con el cambio climático. Una cultura que coloca un trillón de dólares al año para el asesinato en masa de personas lejanas, de piel oscura, no puede construir escuelas o terminar con el racismo. A menos que distribuyamos la riqueza, no podemos redistribuir el poder. No podemos crear medios de comunicación a menos que tengamos algo importante que decir. No podemos proteger el medio ambiente mientras ignoramos categóricamente al principal consumidor de petróleo en la tierra, solo porque criticar a las fuerzas armadas sería inapropiado. Pero continuaremos ignorándolo si no creamos buenos medios de comunicación. Tenemos que hacer todo esto, y hay varias maneras en las cuales podemos estar más unidos, ser más estratégicos y potencialmente más efectivos.

Una manera a la que, según pienso, no le prestamos la suficiente atención, consiste en concentrarse en la abolición completa y total de la guerra, la eliminación de todas las armas militares, todas las bases, todos los portaaviones, misiles, drones armados, generales, coroneles y, si fuera necesario, todos los senadores de Arizona.

¿Por qué la abolición de la guerra? Te daré 10 razones.

1. De hecho, tiene sentido. Una postura razonable se opone a algunas guerras y vitorea otras, pero vitorear a las tropas incluso en las guerras malas no atrae mucha energía, porque no tiene ningún sentido. Jeremy Corbyn solo gano votos señalando que las guerras generan terrorismo, son contraproducentes a su manera, poniéndonos en peligro más que protegiéndonos. Éstas, las guerras, deben de ser sustituidas por ayudas, diplomacia, cooperación, el imperio de la ley, herramientas de no violencia y habilidades para la reducción del conflicto. No tiene sentido afirmar que las guerras son, en cierto punto, buenas, pero que no deben de ser utilizadas en exceso - ¿Cuál es el sentido de las guerras si no el ganarlas? Y, si las guerras hacen del asesinato algo aceptable, ¿por qué la tortura es inaceptable? Y, si se aceptan las bombas lanzadas por aviones con piloto, ¿cuál es el problema con los drones? Y si el ántrax es bárbaro, ¿por qué el fosforo blanco o el Napalm son civilizados? Nada de esto tiene sentido, y es una razón por la cual el principal asesino de las tropas norteamericanas es el suicidio. Sabes cómo amar a las tropas, terminar con la guerra y darles opciones de vida que no le haga querer matarse a sí mismos.

2. El apocalipsis nuclear, a la par con el caos climático, es un peligro creciente, y continuará creciendo a menos que la abolición de la guerra tenga existo.

3. El mayor destructor de agua, aire, tierra y atmosfera es el militarismo. Es la guerra o el planeta. Es momento de elegir.

4. La guerra mata, primero y principalmente, a través de la retirada de los recursos allí donde son necesarios. Incluso de hambrunas y enfermedades epidémicas creadas por la guerra. Cualquier activismo que busca financiación para cualquier necesidad humana o medioambiental tiene que volverse hacia el final de la guerra. Es ahí donde se encuentra todo el dinero, más dinero al año que el que podría tomarse de inmediato, y una sola vez, de los multimillonarios.

5. La guerra genera ocultamiento, vigilancia, clasificación de los asuntos públicos, espionaje de activistas injustificado, mentiras patrióticas y acciones ilegales llevadas a cabo por agencias secretas.

6. La guerra militariza a la policía local, convirtiendo lo publico en un enemigo.

7. La guerra alimenta, así como se alimenta de racismo, sexismo, intolerancia, odio y violencia doméstica. Enseña a la gente a resolver los problemas disparando un arma.

8. La guerra divide a la humanidad en un momento en el que debemos unirnos alrededor de grandes proyectos si queremos sobrevivir y prosperar.

9. Un movimiento para la abolición de toda guerra, todas las armas y todas las atrocidades que se generan en la guerra puede unir a los opositores de un gobierno o grupo con los opositores de los crímenes de otro gobierno o grupo. Sin igualar todos los crímenes entre sí, podemos unirnos como opositores de guerra más que como opositores mutuos.

10. La guerra es lo que nuestra sociedad hace principalmente, absorbe la mayor parte de los gastos federales discrecionales, su promoción permea nuestra cultura. Es la auténtica base de la creencia de que el fin puede justificar medios nocivos. Una forma ideal de abrir nuestras mentes, para replantear lo que estamos haciendo en este planeta, es enfrentarnos a los mitos que nos venden la guerra como necesaria, inevitable o gloriosa.

Así, no trabajemos para unas fuerzas armadas medioambientalmente sensibles, en las cuales las mujeres tienen el mismo derecho a ser arrastradas a su interior, en contra de su propia voluntad. No nos opongamos a las armas ineficientes o que no matan lo suficientemente bien. Construyamos un movimiento amplio y diverso, en el cual uno de los factores unificadores sea la eliminación, en su totalidad, de la institución de asesinato en masa organizado.

David Swanson fue secretario de prensa de D. Kucinich en su candidatura presidencial de 2004. Actualmente dirige la página electrónica AfterDowningStreet.org y ha sido el impulsor de Impeachbybee.org. Recientemente, ha publicado War No More: The Case for Abolition.

Fuente:
https://www.counterpunch.org/2017/06/20/the-unifying-force-of-war-abolition/

viernes, 18 de diciembre de 2015

El asalto contra Stop the War en realidad está dirigido a Corbyn

Tariq Ali The Independent/La Jornada

 El movimiento Stop de War (Detengan la Guerra), del que soy miembro fundador, fue creado para oponerse a la guerra, que evidentemente era una venganza contra Afganistán, en 2001. Recuerdo haber discutido en esa época sobre el desastre que sería para los afganos una intervención bélica; desestabilizaría al vecino Pakistán y terminaría no resolviendo nada.

Me equivoqué en un punto: porque todavía no ha terminado. También denunciamos que la guerra contra Irak estaba basada en una mentira enorme. Un millón de vidas más tarde, el país sigue siendo una ruina; su infraestructura está destruida y el vacío político que existe provocó el surgimiento del Isis (hasta Obama reconoce este hecho), mientras los políticos occidentales responsables de estos crímenes están libres. En ese tiempo muchos kurdos famosos fueron invitados a los estudios de la BBC para apoyar la guerra.

Hicimos campaña, como minoría contra la campaña de seis meses de la OTAN en Libia, que costó entre 20 mil y 30 mil vidas y dejó al país dividido en tres zonas yihadistas (Isis, Al Qaeda y variables locales de ambos grupos).

En ninguno de estos casos los medios ingleses condujeron una cacería de brujas para acusarnos de ser una fuerza maligna para la política británica. Entonces, ¿a qué se debe el actual ataque contra Stop the War, en el que participan incluso algunos miembros destacados del Partido Verde, quienes argumentan que hemos perdido la brújula moral?

La respuesta es simple: además de las guerras en Medio Oriente, ahora tenemos esa horrenda y desagradable guerra en Inglaterra, cuyo objetivo es el líder laborista, Jeremy Corbyn. Algunos esperaban que la mayor parte del Parlamento votara en favor de bombardear Siria. Esto no sucedió.

El patético discurso en favor de la guerra del laborista Hilary Benn (quien también, en su momento, apoyó la guerra contra Irak) fue inflado a niveles inconcebibles por los medios y el establishment político, desesperado por sustituir a Corbyn.

¿Cómo explicar que la mayoría de los legisladores laboristas votó en contra? Fácil. Fueron intimidados por los militantes de Stop the War. Tres páginas de esta basura fue publicada en The Independent. El verdadero intimidador fue el chico de Bullingdon (club de estudiantes de la universidad de Oxford, en el que estudió el primer ministro David Cameron, N de la T) en el Parlamento, quien acusó a los parlamentarios antiguerra de ser simpatizantes del terrorismo, al igual que Bush lo hizo cuando lanzó su guerra contra el terror.

Pero no hubo mención alguna de los diputados laboristas que fueron convencidos de votar por los bombardeos, gracias a videos sobre Siria que vieron en el Ministerio de Defensa.

¿Acaso alguien intimidó al leal contingente escocés en el Parlamento, o más bien decidieron por sí mismos que debían respetar el hecho de que 70 por ciento de los escoceses se considera opuesto a la guerra?

Al frente de esta campaña contra Corbyn, quien no hizo el menor intento de ocultar sus opiniones sobre la política doméstica ni interior antes de las elecciones, están sus propios colegas thatcherianos en las bancas de adelante y las de atrás.

Ningún opositor al Partido Conservador jamás ha despertado semejante odio y encono, siendo un líder recién electo.

La bilis se reserva para aquellos que rehúsan abandonar la socialdemocracia. Al darse cuenta de que los argumentos contra la austeridad son populares, los bandidos se han cambiado al patriotismo, la defensa de sus razones y la seguridad de su reino, volviendo sagrados los ridículos misiles Trident en el proceso.

Una prueba general de esto se aprecia en todos los programas matutinos, los cuales sugieren que si Corbyn resulta electo todo el ejército se amotinará. Dado que Corbyn es miembro fundador de Stop the War, el asalto propagandístico en su contra está esencialmente diseñado para debilitarlo y destruirlo.

Stop the War se opone a las intervenciones extranjeras, especialmente en lugares en que el gobierno británico ya está involucrado. Existe una larga tradición de actividades de este tipo en la política inglesa, comenzando con la observación que hizo William Morris en 1885, quien afirmó que la derrota del ejército británico en Sudán, bajo el mando del general Gordon y a manos de Mahdi (el líder religioso por excelencia), era positivo porque debilitó al imperio británico. Él, entonces, escribía como socialista.

Durante los años 50, la Campaña para el Desarme Nuclear impidió que Gran Bretaña se convirtiera en réplica de Estados Unidos o Alemania Occidental.

Durante más de 100 años, diputados laboristas fueron parte del movimiento antes de que la capitulación de Aneurin Bevan (líder laborista histórico, promotor de una red de seguridad social, nacido en 1897 y fallecido en 1960, N de la T) diera marcha atrás a la decisión del año siguiente.

Stop the War se ha fundado en distintos momentos. Es y siempre ha sido una coalición de individuos y organizaciones que difieren en sus opiniones sobre muchos temas. Por eso siempre se han hecho campañas en torno a un solo tema. Nunca se han hecho campañas de antipatía contra el Talibán, de Saddam; de Kadafi o de Assad. Se exige que sean retiradas todas las tropas extranjeras (incluidas las rusas) y que cesen los bombardeos aéreos.

Los argumentos contra la guerra de Stop the War no son tan distintos de los que plantean columnistas conservadores que no pueden ser intimidados: Simon Jenkins, Peter Hitchens, Peter Oborne. Ninguno de los tres simpatiza con Corbyn.

Hemos sido consistentes durante años, y por eso la organización ha sobrevivido. No existe en otro lugar un organismo similar. El reciente incremento de actividades contra la debacle en Siria se debe a la creciente convicción de que el caos asesino en la región, que tanta miseria a provocado, sólo empeorará con más bombas. La imagen de cientos de miles de refugiados sirios buscando techo en Europa ha hecho que muchos se den cuenta que la paz no se obtiene con la guerra que promueven Estados Unidos, Europa y Rusia.

Por eso la tendencia contra Stop the War, que han adoptado algunos de los verdes más importantes, sugiere una pérdida de valentía política. ¿Es muy cínico detectar en este comportamiento un temor a que el Flautista de Islington (Corbyn, N de la T) está atrayendo apoyo electoral de muchos verdes y, por tanto, tiene que ser acusado de algo?

La brújula moral del movimiento antibelicista no ha cambiado. No es ni mejor ni peor que el día en que se fundó. Las guerras continúan. Espero que este domingo haya una gran marcha.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/12/13/opinion/025a1mun
Traducción: Gabriela Fonseca

sábado, 28 de noviembre de 2015

Manifiesto | "No en nuestro nombre" "Nos negamos a participar en el falso mercadeo entre derechos y seguridad", dice un manifiesto contra la guerra que pide no intervenir en Siria tras los atentados del pasado 13 de noviembre en el centro de París

Llamamiento 'No en nuestro nombre'

Los brutales atentados perpetrados en París el pasado 13 de noviembre buscaban instaurar un clima y un régimen de terror entre la población, levantando muros de sospecha y odio entre vecinos, quebrando la vida en comunidad e instaurando la política del miedo en nuestro día a día. Si la respuesta a la barbarie pasa por suspender derechos, recortar libertades y encerrarnos en casa, la victoria del terrorismo será total. Si al dolor por las víctimas inocentes se responde provocando más dolor a otras también inocentes, la espiral será imparable. Si buscamos culpables entre nuestros vecinos y vecinas por el simple hecho de vestir o pensar diferente, si criminalizamos a quienes huyen precisamente de ese mismo horror, estaremos contribuyendo a apuntalar los mismos muros que el fanatismo quiere crear. No podemos permitirlo.

El fanatismo terrorista del Daesh (ISIS) es funcional y retroalimenta al fanatismo racista europeo, mientras nuestros Gobiernos practican recortes de derechos sociales y libertades fundamentales, xenofobia institucional y bombardeos indiscriminados, que se han demostrado ineficaces. Nos negamos a participar en el falso mercadeo entre derechos y seguridad. Aquí, en París, en Iraq o en Siria, son los pueblos los que ponen las muertes mientras unos y otros trafican con influencias, armas e intereses geoestratégicos. El odio fanático de unos no puede esgrimirse como justificación para nuevos odios. Nos negamos a ser rehenes del odio, el terror y la intolerancia, eso sería claudicar ante el terrorismo.

Las y los abajo firmantes creemos que la democracia, los Derechos Humanos y la aspiración a una paz con justicia no son un camino ni una moneda de cambio para nada, sino que constituyen en sí mismos el camino y el horizonte, además de la mejor respuesta contra quienes quieren acabar con ellos. Por eso nos oponemos drásticamente a cualquier respuesta al odio que implique más odio, más intolerancia, más muertes de inocentes y menos derechos y libertades.

Desde el convencimiento de que en estos momentos la ciudadanía no solo no puede esconderse, sino que debe ser protagonista y liderar la respuesta contra el terror, nos convocamos el sábado 28 de noviembre a las 12:00 en la Puerta del Sol de Madrid para mostrar nuestra repulsa a los ataques terroristas de París y Líbano, nuestra repulsa a los bombardeos contra la población civil siria, nuestra repulsa a recortes democráticos como ineficaces garantías de seguridad y nuestra repulsa a la política exterior belicista iniciada por el Trío de las Azores (Bush-Blair-Aznar). Invitamos al resto de municipios a sumarse a esta iniciativa impulsando convocatorias ciudadanas similares.

Contra el terrorismo, contra la islamofobia y contra sus guerras.

Ni los recortes de libertades ni los bombardeos nos traerán la seguridad y la paz.

NO en nuestro nombre.

Firmantes

Ada Colau - Alcaldesa Barcelona

Chechu Monzón “Wyoming” - presentador de TV
 Pilar Bardem – Actriz
 Alberto San Juan – Actor
 Yayo Herrero – Activista Ecologista
 Juan Diego Botto - Actor
 Pepe Viyuela – Actor
 Sukeina Aali-Taleb - Periodista y escritora saharaui
 Xulio Ferreiro - Alcalde de A Coruña
 Belen Gopegui – Escritora 
Pilar Manjón – Presidenta Asociación 11-M Afectados del Terrorismo
 Antonio Segura – Abogado Asociación 11-M Afectados del Terrorismo 
Carlos Bardem – Actor
 Aitana Sánchez Gijón - Actriz
 Jose María Gonzalez “Kichi” - Alcalde de Cádiz
 Emma Suárez - Actriz
 Enrique Villalobos – Presidente FRAVM (Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid)
 Pedro Santiesteve - Alcalde de Zaragoza
 Andrés Lima - Director de teatro
 Antonio de la Torre - Actor y periodista
 Amparo Climent – Actriz
 Pedro del Cura - Alcalde de Rivas
 Marta Sanz – Escritora
 Gerardo Pisarello - Jurista y activista de los derechos humanos
 Isaac Rosa – Escritor
 Saliha ahouari al-lal - Trabajadora social
 Montxo Armendáriz - Cineasta
 Daniel Bernabé – Escritor
 Eduardo Jover – Actor
 Rosana Torres Reinés – Periodista
 Bahia Mahmud Awah - Escritor saharaui
 Liman Boicha - Escritor saharaui
 Ali Salem Iselmu - Activista saharaui
 Mohamed Salem Abdelfatah - Activista saharaui
 Berta Ojea López – Actriz
 Mohamed Said Alilech - Presidente de la asociación jóvenes musulmanes de España
 Esther García - Productora ejecutiva de El deseo
 María Luz Olier Arenas – Actriz
 Mohamed Merabet - Activista
 Pablo Telatko – Trabajador ONCE
 Puy Oria – Productora
 Javier Ceballo – Médico
 Miguel Ángel Alcántara – Productor teatro
 Carlos Olalla – Actor
 Aquilina Blanco Huertas – Enfermera 
Jorge Montes Salguero – Historiador del Derecho UNED
 Marta Simón Alonso – Periodista
 Alejandro Pannocchia Alonso – Operador, Teatro Real
 Mª Pilar Cuesta – Actriz
 José Manuel Seda – Actor
 José María Alfaya – cantautor
 Daniel Martorell – Actor, Cantante, Músico
 José Sarrión – Profesor
 Javi Couso – Activista Anti Guerra
Justa Montero - Activista feminista
Pablo Moreno – Grimey Rafael Anguis – Grimey Orlis Pineda – Cantautor Eduardo Velasco Querino – Actor Raquel Varela Conde – Actriz Luciano Federico – Actor Alfonso Noval Sánchez – Actor Shangay Lily –Artivista, feminista, escritor Marisa Tejada – Directora La Fábrica Ángeles Ramírez - Profesora de la UAM Roberto Montoya - Escritor y periodista Cristina Maristany - Escritora Manolo Garí – Activista ecologista-pacifista María Eugenia Rodríguez Palop - Profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III Javier Laso - Corresponsal RTVE Pedro Ibarra - Catedrático jubilado de Ciencia Política UPV-EHU Natividad Corral - Psicoanalista Juan Domingo Sánchez Estop - Escritor y filósofo Lago Martínez - Editor de Luzes COLECTIVOS Asociacion marroquí de derechos humanos(AMDH) Asociacion de Refugiados palestinos en España Centro Amani Vía Democrática (marruecos) Frente Democrático para la liberacion de palestina Colectivo Paraguay Resiste

"No se vence al terror con más terror, no se apaga el fuego con más fuego", ha enfatizado, ahora como entonces, Teresa Rodríguez.

No en nuestro nombre muestra su “repulsa a los ataques terroristas de París y Líbano, a los bombardeos contra la población civil siria, a recortes democráticos como ineficaces garantías de seguridad y a la política exterior belicista iniciada por el Trío de las Azores (Bush-Blair-Aznar)”. “Contra el terrorismo, contra la islamofobia y contra sus guerras. Ni los recortes de libertades ni los bombardeos nos traerán la seguridad y la paz. No en nuestro nombre”, reza el texto del llamamiento, promovido también por Pilar Manjón, presidenta de la principal asociación de vícitmas del 11-M, el escritor Isaac Rosa y por actores como Pilar y Carlos Bardem, Aitana Sánchez-Gijón, Emma Suárez, Juan Diego Botto o Chechu Monzón, Wyoming.
http://politica.elpais.com/politica/2015/11/28/actualidad/1448713173_691172.html


se habla de la suerte"

martes, 17 de septiembre de 2013

75 documentalistas latinoamericanos se posicionan "por la vida del pueblo sirio y por la paz del mundo"

COMUNICADO DE DOCUMENTALISTAS LATINOAMERICANOS Y DEL CARIBE CONTRA EL ATAQUE A SIRIA Y POR LA PAZ

Los poderes fácticos de este mundo, vuelven a contarnos ficciones, a construirnos irrealidades para preparar nuestra aquiescencia a una guerra de proporciones y consecuencias incalculables.

La arrogancia de unos, la pasividad de otros, la feliz intervención positiva de otros mas, nos han colocado en los dias previos a un desenlace de salida pacífica o de abismo bélico, ésto último en caso de que los representantes y voceros de la mas absoluta minoría y de sus intereses financieros, económicos, geopolíticos, de dominación, logren su objetivo de atacar a un país con la excusa de castigar un supuesto ataque con armas químicas, ataque dudoso, con las informaciones surgidas hasta ahora, ataque construído mediáticamente, y mediáticamente protestado con muchos argumentos, testimonios y confesiones incluso por parte del bando contrario al gobierno sirio. Este ataque se sumaría a 33 meses de “guerra civil” auspiciada y pagada por potencias extranjeras, con el uso de mercenarios, que ha cobrado ya mas de 100.000 muertes.

Si fuera necesario refrescar la memoria de la consciencia mundial acerca de la absoluta falta de autoridad moral del gobierno de EEUU para “castigar” a nadie, recordemos que gobiernos anteriores de este país lanzaron dos bombas atómicas sobre dos poblaciones civiles, en los estertores de una guerra ya ganada -la guerra del pacífico durante la II Guerra llamada mundial- y contaminaron más recientemente a Irak con 3.000 toneladas de uranio empobrecido. Son estos dos episodios de una larga historia bélica, que comienza con la conquista de su actual territorio, basada en el genocidio de indígenas, la ocupación de tierras (alto porcentaje de lo que fue México) y continúa con decenas de intervenciones, desarrollo de golpes de estado y otras agresiones.

Como trabajadores de la conciencia, nosotrxs, documentalistas de América Latina, deseamos expresarnos rotundamente en contra de una aventura bélica más, que se haría en contra de la opinión y aspiración de la gran mayoria de los pueblos del mundo; queremos deplorar el uso de la mentira y el engaño para lograr el consentimiento del mundo a este atentado a la vida y a la soberanía de los pueblos; y deseamos hacer votos para que la humanidad consciente, que se moviliza todos estos días contra esta agresión, logre vencer las fuerzas minoritarias pero poderosas, que no dejan transitar al mundo por el camino de la vida, la justicia y la paz.

Por la vida del pueblo sirio y por la paz del mundo,

Liliane Blaser, Venezuela
Humberto Rios, Argentina
Ivan Sanjines, Bolivia
Susana Molina, Cuba
Cristian Calónico, Mexico
Mercedes Ramires, Costa Rica
Miguel Littin, Chile
Orlando Senna, Brasil
... y
hasta 75
Ana Maneiro, Venezuela
documentalistasamericalatina@gmail.com