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domingo, 4 de diciembre de 2022

_- Las 10 mejores universidades del mundo y cuáles son las mejor calificadas en América Latina, según el ranking de Times Higher Education

_- El índice es una referencia para los estudiantes a la hora de elegir un centro de estudios.

Las mejores universidades del mundo están en Estados Unidos y Reino Unido, pero la calidad de los institutos superiores de China está ganando terreno rápidamente.

Eso es parte de lo que se desprende delranking mundial que cada año hace el Times Higher Education, una institución británica que da seguimiento de los centros educativos de niveles superiores en el mundo.

La Universidad de Oxford encabeza el ranking por séptimo año consecutivo.

10 mejores universidades del mundo

Universidad de Oxford, Reino Unido.
Universidad de Harvard, EE.UU.
Universidad de Cambridge, Reino Unido.
Universidad de Stanford, EE.UU.
Instituto de Tecnología de Massachusetts, EE.UU.
Instituto de Tecnología de California, EE.UU.
Universidad de Princeton, EE.UU.
Universidad de California, Berkeley, EE.UU.
Universidad de Yale, EE.UU.
Imperial College London, Reino Unido 

EE.UU. y Reino Unido tienen las 10 universidades mejor evaluadas por Times Higher Education.

El ranking 

Para hacer su análisis se basa en 13 indicadores de desempeño en las áreas de enseñanza, investigación, transferencia de conocimiento y perspectiva internacional.

En el caso de América Latina, Times Higher Education incluyó instituciones de 11 países, siendo Brasil la nación que tuvo la mayor cantidad de universidades entre los primeros 20 puestos.

Las 20 mejor evaluadas de América Latina

Universidad de Sao Paulo (Brasil)
Universidad de Campinas (Brasil)
Pontificia Universidad Católica (Chile)
Universidad de Antofagasta (Chile)
Universidad de Costa Rica (Costa Rica)
Universidad de Desarrollo (Chile)
Universidad de Río Grande del Sur (Brasil)
Universidad Federal de Sao Paulo (Brasil)
Universidad Icesi (Colombia)
Universidad Peruana Cayetano Heredia (Perú)
Universidad Autónoma de Chile (Chile)
Universidad Diego Portales (Chile)
Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil)
Universidad de Sergipe (Brasil)
Instituto Tecnológico de Monterrey (México)
Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (Brasil)
Pontificia Universidad Javeriana (Colombia)
Universidad de La Serena (Chile)
Universidad de los Andes (Colombia)
Universidad Autónoma de Sinaloa (México)

Ascenso de China, caída de EE.UU.

La institución encargada del ranking destaca en su análisis que "la supremacía en investigación de las universidades estadounidenses está disminuyendo, en parte debido a una brecha creciente en la producción entre las universidades de élite y el resto".

En el caso de las universidades en China, resaltan que en cuanto a la calidad de la investigación, "se está poniendo al día" y aumentó su puntuación de 55,6 a 58 en este aspecto, mientras que en el caso de EE.UU. cayó de 70 puntos a 69,4. Aunque señalan que el país asiático tiene un eslabón débil: la internacionalización.

Por ejemplo, en el caso de la institución de más alto rango de China, la Universidad de Tsinghua, obtuvo un puntaje de 40,3 en perspectiva internacional este año, por debajo del 50,6 del año anterior.

EE.UU. es el país más representado en general, con 177 instituciones, y también el más representado entre las 200 principales (58).

China continental ahora tiene el cuarto número más alto de instituciones en el top 200 (11, en comparación con 10 el año pasado), superando a Australia, que ha caído al quinto lugar (junto con los Países Bajos).

La Universidad de Fudan y la Universidad Jiao Tong de Shanghái, la tercera y cuarta universidades con la puntuación más alta en China, respectivamente, aumentaron significativamente su puntuación general este año, impulsadas en gran medida por su sólido desempeño acorde a las referencias dadas.

El puntaje general promedio de las universidades en los EE. UU. aumentó en 0,1 entre 2022 y 2023, mientras que en China el aumento durante el mismo período fue de 1,6. El aumento promedio en todo el mundo fue de 0,7.

martes, 27 de junio de 2017

Las claves del éxito de las universidades catalanas. Los campus resaltan su capacidad de atraer a profesionales de excelencia y el polo científico que los rodea.

No hay receta para el éxito que tenga un solo ingrediente.
Tampoco para despuntar en los ranking de universidades. En todo caso, dicen los implicados, hay un cúmulo de factores. “Aunque estas clasificaciones hay que mirarlas con cuidado porque subes y bajas con facilidad”, matiza Margarita Arboix, rectora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), una de las instituciones mejor posicionadas en el informe de la Fundación Cyd (Conocimiento y Desarrollo). No hay parámetro en el que no se cuele, entre los primeros puestos, alguna universidad catalana, especialmente las que se levantan alrededor del área metropolitana de Barcelona: la UAB, la Pompeu Fabra (UPF) y la Universidad de Barcelona (UB). Su secreto, dicen, una mezcla de capacidad de atracción de talento, internacionalización y, sobre todo, calidad docente.

Las tres tienen en común el ecosistema empresarial, científico y tecnológico que las rodea. “El sistema se ve favorecido por un entorno de altísimo desarrollo, donde es más fácil el fenómeno de la colaboración. Tener un entorno rico en oportunidades, ayuda”, apunta Màrius Rodriguez, vicerrector de Relaciones Institucionales de la UAB. “Tenemos poca transferencia de conocimiento pero tenemos buena ciencia, que es la condición para avanzar y tener buena transferencia”, agrega Jaume Casals, rector de la UPF. También cuentan con mecanismos para sortear la rigidez en la contratación docente y atraer talento. “Nuestro secreto es el espíritu de renovación, la juventud y la lucha contra la telaraña normativa. Hemos desarrollado un sistema que nos ha permitido reclutar personas de otros entornos, personas consagradas a la universidad y a la investigación”, sostiene Casals. Por ejemplo, convocatorias de la Generalitat como las de investigadores ICREA para fichar talentos docentes que, por restricciones burocráticas o económicas, no podrían entrar en la rueda del profesorado con plaza fija.

Tener a los mejores docentes y cuidarlos supone un efecto llamada al talento. “El hecho de tener un buen nivel de docencia le da prestigio a tu facultad, atraes estudiantes buenos y eso es tener el talento garantizado”, sintetiza Arboix, que aboga por cuidar a profesores e investigadores y facilitarles el trabajo. “Hay que invertir en personal de apoyo para ayudarlos en sus investigaciones. La burocracia es impresionante. Hay que cuidar el talento y darle instrumentos para hacer su trabajo más fácil”, señala la rectora.

Evaluación trimestral
La última arista del triángulo del éxito es la internacionalización. “Las conexiones internacionales, la tradición de movilidad de ir y recibir gente ayuda a tejer redes internas para investigación y captar talento”, apunta Ernest Pons, portavoz de la UB. “Tenemos una clarísima vocación internacional. Los referentes más potentes los encuentras en contextos amplios”, apostilla Martínez.

A ojos del alumno, la excelencia del sistema catalán lo resume Joan Carles Rodríguez, estudiante de tercer curso de Derecho en la UPF. “Hay tres elementos que marcan la diferencia en la UPF. Primero, la calidad docente, pues la mayoría son profesores que tienen experiencias profesionales, no solo docentes. Segundo, el modelo de la UPF está basado en seminarios y evaluación trimestral, que hacen que practiquemos en grupos reducidos los conocimientos adquiridos de teoría y que seamos más constantes. Y tercero, la internacionalización: uno de cada tres alumnos hace una estancia fuera de la universidad”, concluye. Joan Carles terminará la carrera el año que viene en la Universidad Católica de Milán.

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2017/05/19/catalunya/1495178078_176609.html

martes, 20 de septiembre de 2016

¿Por qué China construye una universidad a la semana? Andreas Schleicher Jefe de Educación de la OCDE

China ha estado gestando una revolución silenciosa que está causando un giro importante en la composición mundial de graduados universitarios.

La potencia asiática ha estado construyendo el equivalente a casi una universidad por semana.

Durante décadas, Estados Unidos tuvo la mayor proporción de estudiantes universitarios. Y por esto, también dominaban el mercado profesional.

Como un reflejo de esta antigua supremacía, casi un tercio de los graduados de entre 55 y 64 años en las economías más grandes del mundo son ciudadanos estadounidenses.

Pero ese panorama está cambiando rápidamente entre las generaciones más jóvenes. En términos de "producir" graduados, China ha superado a Estados Unidos y a los sistemas combinados de universidades en los países de la Unión Europea.

La brecha existente se va acentuar todavía más. Las predicciones más modestas estiman un crecimiento para 2030 del 300% de graduados entre 25 y 34 años, comparado con un aumento del 30% esperado en Europa y EE.UU.

Costoso
En EE.UU., muchos estudiantes se enfrentan a dificultades para costear sus estudios superiores. En Europa, la mayoría de los países han puesto un freno a la expansión de universidades, ya sea al no destinar fondos públicos o al no permitir que las instituciones recauden dinero por sí mismas.

Y mientras Occidente ha estado pasivo, China y otros países asiáticos como India adelantan el paso.

No se trata únicamente de un aumento en el número de estudiantes. Los jóvenes chinos e indios tienden a estudiar matemáticas, ciencia, computación e ingeniería –las áreas más relevantes para los avances tecnológicos y de innovación.

En 2013, el 40% de los graduados chinos completó sus estudios en una carrera relacionada con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). Más del doble que los egresados estadounidenses.

Esto quiere decir que los egresados que son el motor de la prosperidad en las economías basadas en el conocimiento cada vez más tendrán origen chino o indio.

Para el año 2030, China e India podrían formar el 60% de los egresados de carreras STEM, en comparación con solo un 8% de europeos y un 4% de estadounidenses.

Sueldos altos
Países como China e India están apostando su futuro con esta transformación.

Con el incremento de estudiantes en instituciones superiores, se podría pensar que podría haber un exceso de "sobre calificados".

Pero esto no está ocurriendo. En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que tienen un mayor registro de graduados, la mayoría observa una remuneración que también asciende.

Esto sugiere que un aumento en los "trabajadores del conocimiento" no conduce a una disminución de su salario, a diferencia de la forma en que los avances tecnológicos y la globalización han reducido los ingresos de los trabajadores sin educación universitaria.

El verdadero reto de los países occidentales será prepararse para una futura competencia con las economías asiáticas dentro del sector del conocimiento.

Calidad
Hay quienes cuestionan la calidad y relevancia de los títulos universitarios otorgados en China.

En efecto, todavía no hay una metodología directa que permita comparar los procesos de aprendizaje de los egresados en diferentes universidades y países.

Pero China ha demostrado que es posible inculcar calidad y cantidad simultáneamente en sus escuelas.

En las más recientes pruebas PISA de la OCDE, el 10% más desfavorecido entre los niños de 15 años de edad en Shanghái obtuvo mayores calificaciones en matemáticas que el 10% de los niños de 15 años más privilegiados en EE.UU.

La rápida expansión de China en la educación superior muestra la magnitud del desafío para Occidente y que el futuro podría ser indiferente a la tradición y reputación del pasado.

El éxito será de aquellos individuos, universidades y países que se adapten rápidamente y se abran a los cambios. La tarea para los gobiernos será asegurarse de que sus países asuman estos desafíos.

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160316_china_universidad_semana_popular_ps.shtml

miércoles, 27 de agosto de 2014

ARTUR ÁVILA. GANADOR DE LA MEDALLA FIELDS DE MATEMÁTICAS

“Me gusta trabajar en la playa, el sonido del mar me ayuda”. El matemático brasileño es el primer latinoamericano en conseguir la medalla Fields.
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Todo ha sucedido muy rápido y desde muy temprano. A los 16 años, cuando todavía se encontraba en secundaria, Artur Ávila (Río de Janeiro, 1979) ingresó en una maestría del Instituto Nacional de Matemática Pura y Aplicada (IMPA), en su ciudad natal. Seis años después había completado su doctorado. La semana pasada, con 35, viajó a Seúl para convertirse en el primer latinoamericano en recibir la medalla Fields, concedida cada cuatro años a investigadores menores de 40 por la Unión Internacional de Matemáticas, y considerada el Nobel de la disciplina. Junto a él obtuvieron el premio la iraní Maryam Mirzakhani (la primera mujer en ganarlo) y otros dos profesores universitarios. El galardón se le concedió por sus aportaciones a los estudios de sistemas dinámicos.El interés de Ávila por las asignaturas científicas le viene desde niño. Sin embargo, fueron las Olimpiadas de Matemáticas de Brasil en 1995, en las que participó siendo un adolescente, lo que despertó su pasión por esta disciplina. En esa ocasión ya destacó entre miles de estudiantes. “Sirvieron para dirigir mi interés. Me volví más entusiasta. La competición tiene ese efecto. Y después de ella, me pusieron en contacto con el IMPA”.

En este centro de excelencia, escondido en medio de un bosque, acudió a un curso de verano. Y ese mismo año comenzó su maestría en dicha institución. “Dejé de lado los estudios en el colegio, no me resultaban muy difíciles. Tenía bastante claro qué quería hacer y estaba muy enfocado”. Completaba su segundo año de estudios cuando comenzó el grado en Matemáticas en la Universidad Federal de Río de Janeiro. La legislación brasileña solo permite tener el certificado de postgrado tras completar el grado. “Así que lo hice por una formalidad, para tener el diploma”.

—¿Qué hay que hacer para que otros jóvenes se interesen por la asignatura?
—Las matemáticas son una de las actividades más creativas. Se puede apostar por problemas más imaginativos y no por la aplicación repetitiva de fórmulas memorizadas.

Con solo 22 años, Ávila ya había concluido su doctorado. Luego decidió marcharse por “motivos personales” al Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS), en París. “Tuve la suerte de irme al sitio con el mayor número de matemáticos del mundo. Tardé un poco en adaptarme al nuevo ambiente, pero se complementaba bastante con lo que hacía antes”.

Estuvo cinco años dedicándose a sus investigaciones solo en Francia, pero ahora tiene un régimen de trabajo que le da libertad para elegir dónde quiere estar. “La mitad del año la paso en Brasil y la otra en París. No tengo obligaciones docentes. Y por razones obvias prefiero estar en Río durante su verano”. Investiga tanto para el IMPA como para el CNRS y coopera con matemáticos de todo el mundo. Quienes trabajan con él aseguran que es una persona muy abierta y colaboradora, que agota todas las posibilidades hasta conseguir solucionar un problema.

El interés de Ávila por las asignaturas científicas le viene desde niño. Sin embargo, fueron las Olimpiadas de Matemáticas de Brasil en 1995, en las que participó siendo un adolescente, lo que despertó su pasión por esta disciplina. En esa ocasión ya destacó entre miles de estudiantes. “Sirvieron para dirigir mi interés. Me volví más entusiasta. La competición tiene ese efecto. Y después de ella, me pusieron en contacto con el IMPA”.

En este centro de excelencia, escondido en medio de un bosque, acudió a un curso de verano. Y ese mismo año comenzó su maestría en dicha institución. “Dejé de lado los estudios en el colegio, no me resultaban muy difíciles. Tenía bastante claro qué quería hacer y estaba muy enfocado”. Completaba su segundo año de estudios cuando comenzó el grado en Matemáticas en la Universidad Federal de Río de Janeiro. La legislación brasileña solo permite tener el certificado de postgrado tras completar el grado. “Así que lo hice por una formalidad, para tener el diploma”.

—¿Qué hay que hacer para que otros jóvenes se interesen por la asignatura?
—Las matemáticas son una de las actividades más creativas. Se puede apostar por problemas más imaginativos y no por la aplicación repetitiva de fórmulas memorizadas.

Con solo 22 años, Ávila ya había concluido su doctorado. Luego decidió marcharse por “motivos personales” al Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS), en París. “Tuve la suerte de irme al sitio con el mayor número de matemáticos del mundo. Tardé un poco en adaptarme al nuevo ambiente, pero se complementaba bastante con lo que hacía antes”.

Estuvo cinco años dedicándose a sus investigaciones solo en Francia, pero ahora tiene un régimen de trabajo que le da libertad para elegir dónde quiere estar. “La mitad del año la paso en Brasil y la otra en París. No tengo obligaciones docentes. Y por razones obvias prefiero estar en Río durante su verano”. Investiga tanto para el IMPA como para el CNRS y coopera con matemáticos de todo el mundo. Quienes trabajan con él aseguran que es una persona muy abierta y colaboradora, que agota todas las posibilidades hasta conseguir solucionar un problema.

—¿Podría explicar su trabajo a un lector normal?
—Se trata de estudiar la evolución de un sistema a lo largo del tiempo. Su comportamiento puede ser regular, pero también se pueden producir pequeños cambios que modifiquen de manera diferente el sistema. Popularmente se conoce como efecto mariposa.

Se equivocan quienes piensan que para una ciencia aparentemente muy estricta sea necesario meterse a estudiar en un aula durante horas. Ávila prefiere trabajar en la playa. “El sonido del mar me ayuda a concentrarme”. Solo acude a una oficina cuando está con otras personas que lo prefieran. De lo contrario, le gusta ir a dar un paseo o tomarse algo en un café. “Busco siempre un ambiente relajado. Cualquier situación así es propicia para hablar de números”. Sus estudios no buscan una aplicación práctica. “Eso es un trabajo difícil. No podría hacerlo porque no es lo mío”. Lo suyo es la matemática pura.

El interés de Ávila por las asignaturas científicas le viene desde niño. Sin embargo, fueron las Olimpiadas de Matemáticas de Brasil en 1995, en las que participó siendo un adolescente, lo que despertó su pasión por esta disciplina. En esa ocasión ya destacó entre miles de estudiantes. “Sirvieron para dirigir mi interés. Me volví más entusiasta. La competición tiene ese efecto. Y después de ella, me pusieron en contacto con el IMPA”.

En este centro de excelencia, escondido en medio de un bosque, acudió a un curso de verano. Y ese mismo año comenzó su maestría en dicha institución. “Dejé de lado los estudios en el colegio, no me resultaban muy difíciles. Tenía bastante claro qué quería hacer y estaba muy enfocado”. Completaba su segundo año de estudios cuando comenzó el grado en Matemáticas en la Universidad Federal de Río de Janeiro. La legislación brasileña solo permite tener el certificado de postgrado tras completar el grado. “Así que lo hice por una formalidad, para tener el diploma”.

—¿Qué hay que hacer para que otros jóvenes se interesen por la asignatura?
—Las matemáticas son una de las actividades más creativas. Se puede apostar por problemas más imaginativos y no por la aplicación repetitiva de fórmulas memorizadas.

Con solo 22 años, Ávila ya había concluido su doctorado. Luego decidió marcharse por “motivos personales” al Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS), en París. “Tuve la suerte de irme al sitio con el mayor número de matemáticos del mundo. Tardé un poco en adaptarme al nuevo ambiente, pero se complementaba bastante con lo que hacía antes”.

Estuvo cinco años dedicándose a sus investigaciones solo en Francia, pero ahora tiene un régimen de trabajo que le da libertad para elegir dónde quiere estar. “La mitad del año la paso en Brasil y la otra en París. No tengo obligaciones docentes. Y por razones obvias prefiero estar en Río durante su verano”. Investiga tanto para el IMPA como para el CNRS y coopera con matemáticos de todo el mundo. Quienes trabajan con él aseguran que es una persona muy abierta y colaboradora, que agota todas las posibilidades hasta conseguir solucionar un problema.
Fuente: El País.
Clasificación mundial de universidades.
Clasificación española.

sábado, 17 de agosto de 2013

Ningún campus español alcanza los 200 primeros en el ‘ranking’ de Shanghái

Hay 10 universidades españolas entre las 500 mejores del mundo, una menos que en 2012
El sistema sale mejor parado en las clasificaciones por áreas de conocimiento

El ranking de Shanghái de 2013 coloca a 10 universidades españolas entre las 500 mejores del mundo (al menos, según los criterios de esta clasificación, que se fijan sobre todo en el impacto de investigador de los campus y los reconocimientos, como los premios Nobel y las Medallas Fields, recibidos en su historia por sus alumnos y profesores); el año pasado fueron 11 (se ha caído de la lista la Universidad de Vigo). Y, al igual que entonces, ninguna está entre las 200 primeras. Las que aparecen más arriba, entre los puestos 201 y 300, son la Autónoma de Barcelona, la Autónoma de Madrid, la Complutense y la Universidad de Barcelona. Le siguen la Politécnica de Valencia, Granada, Pompeu Fabra y Valencia (301-400) y País Vasco y Zaragoza (401-500, a partir del puesto 100 se hacen grupos y se colocan dentro los campus por orden alfabético).

En general, la imagen que ofrece el más famoso ranking internacional de universidades sobre el sistema español es muy parecido al de los últimos años (hay una menos en la lista de 500, pero una más entre el 201 y 300). Y, de hecho, probablemente hubiera sido un milagro que las cosas mejorasen, teniendo en cuenta que la clasificación valora principalmente la investigación, y esta ha sufrido una importantísima sangría presupuestaria en los últimos años en España: las subvenciones del Plan Nacional para Ciencia (del que los investigadores de las universidades consiguen en torno al 60%) han caído alrededor un 26% (110 millones) entre 2008 y 2012, y la convocatoria de 2013, todavía no se ha publicado. Ello, sin contar un recorte general de la inversión pública en universidades de más de 1.200 millones desde 2010.

Así, el undécimo ranking internacional de universidades de la Universidad Jiao Tong de Shanghái, presentado hoy, coloca una vez más a los campus anglosajones en los primeros puestos; hay que llegar hasta el número 20 para encontrar un campus que no sea ni estadounidense ni británico: el Instituto Tecnológico de Zúrich, de Suiza. En los 10 primeros lugares repiten las mismas universidades que en 2012: Harvard (EE UU), Stanford (EE UU), Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, EE UU), Universidad de California, Berkeley (EE UU), Cambridge (Reino Unido), Instituto de Tecnología de California (EE UU), Princeton (EE UU), Columbia (EE UU), Universidad de Chicago (EE UU) y Oxford (Reino Unido). El campus francés Pierre y Marie Curie (en el puesto 37) le arrebata a Paris-Sud (39) la segunda mejor el segundo mejor puesto de la Europa continental y las universidades mejor colocadas del área Asia-Pacífico son las japonesas de Tokio (21) y Kioto (26) y Melbourne (56), en Australia.

La universidad china también elabora cada año subclasificaciones por áreas temáticas y, en este caso, el panorama español mejora. En los 10 campos de conocimiento y materias elegidos Ciencias NaturalesIngeniería y TecnologíaCiencias de la Vida y AgriculturaMedicina,Ciencias SocialesMatemáticasFísicaQuímicaInformática y Economíahay universidades españolas entre las 200 primeras y, en la mitad de ellos, entre las 100 primeras. Así, los mejores resultados se pueden encontrar en Química --con Zaragoza (puesto 51-75), Politécnica de Valencia (76-100), Barcelona y Valencia (101-150), Autónoma de Barcelona, Autónoma de Madrid, Complutense, Oviedo y Rovira y Virgili (150-200)—y Matemáticas –Autónoma de Madrid (51-75), País Vasco (76-100), Autónoma de Barcelona, Complutense, Politécnica de Valencia, Granada y Sevilla (101-150), Politécnica de Cataluña y Santiago de Compostela (151-200).

Numerosos expertos desde distintas universidades de todo el mundo  han cargado con fiereza contra esta y otras clasificaciones similares (como la de la publicación británica Times Higher Education) que se han hecho increíblemente populares en la última década y llegan a condicionar políticas y financiación. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, se ha quejado en numerosas ocasiones de que no hay campus españoles entre las 100 primeros en estos ranking. Sin embargo, numerosos especialistas señalan importantes sesgos y limitaciones metodológicas de este tipo de clasificaciones, y advierten sobre los peligros de obsesionarse con ellas y olvidar en el camino otros objetivos importantes que no miden los ranking, como la calidad de la docencia o la equidad. La Comisión Europea se ha embarcado en el desarrollo de la suya propia, el U-Multirtanking. Este, ha dicho la comisaria europea de Educación, Androulla Vassiliou, quiere alejarse de los ranking “centrados de una manera desproporcionada en la investigación de excelencia”, haciendo distintas clasificaciones: en reputación de la investigación, calidad de la enseñanza y el aprendizaje, internacionalización, éxito en la transferencia de conocimiento (por ejemplo, asociaciones con empresas y start-up), y contribución al crecimiento regional. El proyecto, cuya primera edición se espera en 2014, ya ha recibido las primeras críticas por parte de la Liga Europea de Universidades de Investigación (LERU, en sus siglas en inglés), la asociación que engloba a algunas de las más importantes universidades de investigación de Europa (entre ellas, Cambridge, Oxford, Zúrich, Ámsterdam o Barcelona). Leer más en El País.


Las 10 primeras

1. Harvard (EE UU)
2. Stanford (EE UU)
3. Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, EE UU)
4. Universidad de California, Berkeley (EE UU)
5. Cambridge (Reino Unido)
6. Instituto de Tecnología de California (EE UU)
7. Princeton (EE UU)
8. Columbia (EE UU)
9. Universidad de Chicago (EE UU)
10. Oxford (Reino Unido)

Las españolas

201-300.  Universidad Autónoma de Barcelona
201-300. Universidad Autónoma de Madrid
201-300. Universidad Complutense
201-300. Universidad de Barcelona
301-400. Universidad Politécnica de Valencia, Granada, Pompeu Fabra y Valencia
301-400. Universidad Politécnica de Valencia
301-400. Universidad de Granada
301-400. Universidad Pompeu Fabra
301-400. Universidad de Valencia.
401-500. Universidad del País Vasco
401-500. Universidad de Zaragoza

Matemáticas

1. Princeton
2. Harvard
[...]
51-75. Autónoma de Madrid
76-100. Universidad del País Vasco
101-150. Autónoma de Barcelona
101-150. Complutense
101-150. Politécnica de Valencia
101-150. Granada
101-150. Sevilla
151-200. Politécnica de Cataluña
151-200. Santiago de Compostela

Física

1. Harvard
2. Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT)
[...]
76-100.  Universidad de Valencia
101-150. Autónoma de Madrid
101-150. Universidad de La Laguna
151-200. Autónoma de Barcelona.
151-200. Complutense
151-200. Cantabria
151-200. Barcelona
Mientras, en España, el gobierno actual condena a los más humilde a no acceder a la Universidad.
Los nuevos sistemas de becas del PP amenazan con expulsar a miles de universitarios