No tire sus viejas deportivas. La pátina de lo gastado es tendencia, o al menos esto parece indicar el furor por el modelo Superstar de las zapatillas deportivas de lujo Golden Goose. Las reconocerá por su estrella, su discreto logotipo dorado y sobre todo por su estética envejecida. Inspirada en la horma de las bambas skater y de elaboración artesanal Made in Italy, no las verá nunca nuevas. Cuando se compran ya están sucias e incluso, en algunos de sus modelos, roídas y con una cinta adhesiva que falsea un uso obsesivo por ellas. Su precio, hasta 1.741 euros en sus modelos más exclusivos.
Gracias a su éxito, esta firma veneciana fundada en 2000 por el matrimonio Alessandro Gallo y Francesca Rinaldo se encuentra en plena cresta de la ola. Inspirados en la energía de lugares como California, Nueva York o Tokio, el efecto envejecido dota de carácter y personalidad y habla de las huellas que dejan los viajes y el movimiento constante. Tras los agujeros en las camisetas, los rotos en los tejanos, el efecto envejecido en zapatos de edición limitada celebran la individualidad.
Aunque llevan meses vistiendo los pies de conocidas estrellas y chicas it, un post viral en Mashable ha abierto el debate sobre hasta que punto es ético vender a este precio un par de zapatillas que parecen viejas. En Footwearnews.com hablan incluso de “apropiación de la pobreza”. (Yo diría mimetización de la pobreza a un altísimo precio, reírse de los pobres así imitándolos en sus externalidades -signos- en una relación desigual y muy asimétrica. El pobre no puede comprar, con los sueldos actuales, unas igual. Además, su deseo es por lo nuevo, no por lo viejo y gastado, que es lo que ha tenido y suele tener)
Los expertos en lujo coinciden de forma rotunda en que hoy el tiempo es lo más valioso. Quizá por eso el precio de estas zapatillas que parecen haber vivido siete vidas ronde los quinientos euros. ¿Cuánto cuestan días de caminatas, bailes, desenfrenos y aventuras? En un mundo en el que la moda rápida ha generado uniformidad, lo viejo y vivido promete autenticidad y busca consolar con el recibo de todo aquello que no se ha podido experimentar por una agenda demasiado apretada.
http://elpais.com/elpais/2016/08/30/estilo/1472555829_113491.html
Comentario:
Por este camino, ¿a dónde llegaremos? O ya hemos llegado. Para comprar algo roto y con apariencia de viejo hace falta mucho dinero, ¿eso marca la diferencia? O es reírnos de los pobres aparentando ir a la moda? Reírse de la clase obrera es un escalón más para robarles su dignidad. La moda tiene ideología, la de la clase dominante y es un instrumento más de dominación cultural y confusión ideológica para mantener la hegemonía.