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viernes, 2 de agosto de 2019

Las olvidadas pioneras de la neurociencia. Una investigación revela la desconocida presencia de mujeres en los laboratorios del Instituto Cajal, donde llegaron a estudiar el clítoris en 1932

23 JUL 2019 - 09:30 CEST
En un escándalo denunciado por la comunidad científica desde hace décadas, la mayor parte del legado del nobel Santiago Ramón y Cajal lleva desde 1989 almacenado en una sala del actual Instituto Cajal, un centro del CSIC localizado cerca del estadio de fútbol del Real Madrid. Allí, en una de las cajas, llama la atención una serie de dibujos de 1932, por su contenido —son minuciosos esquemas de las terminaciones sensitivas del clítoris— y también por sus firmas: C. del Valle y Mª G. Amador.

Los escritos de Cajal, nacido en 1852 en la aldea navarra de Petilla de Aragón, muestran los pensamientos de un hombre ilustrado de su época.
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 En su libro Charlas de café, publicado con casi 70 años, reflexionaba sobre el “feminismo militante y bullicioso” que, a su juicio, germinaba hace un siglo: “Aunque se demuestre —y ello desgraciadamente tiene algunos visos de verdad— que la mujer actual vale, tomada en conjunto, intelectualmente menos que el hombre, siempre podrán las feministas argüirnos: 'Esperad que la sociedad conceda a todas las jóvenes de la clase media el mismo tipo de educación e instrucción que al hombre, dispensando además a las más inteligentes de la preocupación y cuidado de la prole, y entonces hablaremos”.

Una nueva investigación revela que el propio Cajal acogió a algunas de esas mujeres pioneras que desafiaban el machismo de la época y empezaban a ocupar el espacio reservado durante siglos a los hombres. Entre ellas figuran Conchita del Valle y María García Amador, ilustradoras en el laboratorio de Jorge Francisco Tello, uno de los primeros discípulos de Cajal. En un artículo en francés publicado en 1932 sobre las “terminaciones sensitivas de los órganos genitales externos”, las dos mujeres dibujaban con maestría el órgano del placer sexual femenino a partir de disecciones de cadáveres al microscopio. “Creemos que es el primer artículo científico que se publicó sobre la inervación del clítoris”, subraya Fernando de Castro, del Instituto Cajal.

El nuevo trabajo, publicado en la revista Frontiers in Neuroanatomy, descubre el insólito papel de estas mujeres en la denominada Escuela de Cajal. Cuando el ya ganador del Nobel de Medicina recibió la medalla Echegaray, en 1922, elaboró una lista con sus discípulos. Allí, entre 27 hombres, aparecen los nombres de dos mujeres: Laura Forster y Manuela Serra.

Dibujos de la inervación del clítoris elaborados por Conchita del Valle y María García Amador.
Dibujos de la inervación del clítoris elaborados por Conchita del Valle y María García Amador.

LEGADO CAJAL Forster, una médica australiana nacida en Sídney en 1858, llegó al laboratorio de Cajal procedente de la Universidad de Oxford en 1911 para “aprender a dominar las técnicas” del sabio español. En uno de sus trabajos científicos, la investigadora relataba que el propio Cajal le había sugerido que explorara la degeneración traumática en la médula espinal de las aves, un fenómeno que él ya había estudiado en mamíferos. Al publicar sus resultados, la australiana expresó “las más cordiales gracias al Dr. Cajal por sus amistosos consejos”.

En sus Charlas de café, el neurocientífico rebatía a “los detractores de la mentalidad de la mujer” que ponían sobre la mesa “el volumen y peso exiguos” del cerebro femenino para defender su supuesta inferioridad. “Buena parte de los genios y talentos superiores poseyeron un cerebro pequeño o mediano, igual o apenas superior al promedio del de la mujer. De mí sé decir que, habiendo contemplado en la Sociedad Real de Londres el vaciado de la cabeza de Newton, quedé admirado de la exigüidad de su capacidad craneal”, argumentaba, sin embargo, Cajal.

“La presencia de mujeres en los laboratorios era totalmente inusual”, recalca Elena Giné, coautora de la investigación y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. “Cajal incluyó a Forster y a Serra en su Escuela porque las consideraba al mismo nivel que los hombres”, subraya.

Manuela Serra y su hermana Carmen eran ayudantes en el laboratorio de Cajal. No eran médicas, pero Manuela llegó a firmar en 1922 un artículo de investigación en solitario, sobre las células del tejido nervioso de la rana. “Hay muy poca información disponible y ni siquiera tenemos fotografías de ella [Manuela Serra]”, lamentan los investigadores, que también citan a la médica toledana María Soledad Ruiz-Capillas (1902-1990) y a su colega cántabra María Luisa Herreros (1917-1985) como investigadoras del círculo del Nobel español.

Cajal, pese a todo, ha sido habitualmente acusado de machismo, como señala la historiadora Sacramento Martí en su libro Misoginia y comprensión en clásicos españoles del siglo XX, publicado por la editorial Áltera en 2015. Martí recuerda una de sus reflexiones más polémicas, también extraída de Charlas de café: “La reina de las hormigas da a la esposa ejemplo insuperable de recato y de modestia. Bella, esbelta y alada durante el efímero velo nupcial, arráncase las alas y reclúyese de por vida en el hogar para consagrarse, asistida de abnegadas obreras, al cuidado y multiplicación de la prole”.

El equipo de De Castro analiza un factor que “contribuyó a la idea de que en la Escuela de Cajal no había mujeres”: el libro Santiago Ramón y Cajal: el hombre, el sabio y el pensador, publicado en 1977. Su autora, Enriqueta Lewy, se incorporó como bibliotecaria al Instituto Cajal en 1926, cuando solo tenía 16 años. Su dominio del alemán facilitó la correspondencia de Cajal con otros científicos europeos. Las memorias de Lewy, escritas tras su exilio en la Unión Soviética y China a causa de la guerra civil española, daban la idea de que ella fue la única mujer en el entorno del padre de la neurociencia. “Es curioso que, siendo una persona muy activa en el movimiento feminista, no mencionase al resto de mujeres ni siquiera de pasada”, apunta De Castro.

La neuropsicóloga Cristina Nombela, de la Universidad Autónoma de Madrid, defiende la relevancia del trabajo de aquellas pioneras, incluso el de las ilustradoras del clítoris Conchita del Valle y María García Amador. “Estas señoras no hacían un trabajo de calcar, sino que tenían un estilo y firmaban sus obras, como artistas”, explica. A juicio de Nombela, el redescubrimiento de estas mujeres olvidadas por la historia obliga a revisar la percepción que se tiene de Santiago Ramón y Cajal. “Yo, honestamente, creo que, para su época, no era machista”, sentencia.

https://elpais.com/elpais/2019/07/22/ciencia/1563816129_798499.html

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Alvaro Bilbao, Las nuevas tecnología y la educación de nuestros hijos.

Compartimos la ponencia de Álvaro Bilbao en nuestro encuentro de Barcelona. El neuropsicólogo explora mitos y realidades sobre el efecto de las nuevas tecnologías en el cerebro de nuestros hijos, un tema de enorme importancia para los padres y madres de hoy en día, y nos ofrece pautas para cuidar su cerebro. No os perdáis esta interesantísima reflexión.

Álvaro Bilbao es neuropsicólogo y psicoterapeuta. Formado en el cuidado del cerebro y colaborador de la Organización Mundial de la Salud. Trabaja en el Centro Estatal de Referencia de Atención al Daño Cerebral y da clases en Universidades sobre rehabilitación de la memoria. Pero como él mismo afirmó en el encuentro en Barcelona, “seguramente la parte más importante de mi currículum es que soy padre de tres hijos”. Para este experto, “educar es ayudar a nuestros hijos a crear conexiones valiosas en su cerebro”. Por eso, en su web ofrece cursos para padres y además está a punto de lanzar un libro “que habla precisamente de esto: de la gran oportunidad que es para los padres tener conocimientos de cómo funciona el cerebro. Insiste en que “casi todos queremos para nuestros hijos que se sientan seguros, que tengan confianza y que se sientan felices. Ayudarles a conectar la parte emocional del cerebro con la parte racional es posiblemente una de las mejores estrategias para lograrlo”.

Álvaro nos trajo una serie de mitos y realidades sobre las nuevas tecnologías. Entre los mitos, la idea de que los niños deben familiarizarse pronto con la tecnología, porque son nativos digitales. Álvaro desmonta este mito afirmando que “cuando habéis regalado una tablet a vuestra madre, se ha hecho enseguida con el aparato. La tecnología de hoy es tan intuitiva que no hace falta entrenamiento”. El segundo mito es que la tecnología ayuda a desarrollar el cerebro. Aunque el debate está abierto, hay estudios que demuestran lo contrario. Además Álvaro derriba esta idea con una pequeña encuesta entre los asistentes. “Llevamos usando los smartphones la mayoría de nosotros desde el año 2010. ¿Quiénes de vosotros notáis que en los últimos cinco años sois un poco más inteligentes?”. El auditorio estalla en risas y nadie levanta la mano. “Ahora quiero que levantéis la mano Álvaro Bilbao peque 2aquellos de vosotros que desde que tenéis un smartphone os notáis un poquito menos pacientes, os cuesta estar en una cena con vuestra pareja sin consultar el móvil, os cuesta estar en la parada del autobús sin sacar el móvil para consultar algo porque os cuesta más trabajo esperar”. En este momento, se levantan muchas manos. “Lo que sabemos de las tecnologías es que nos están volviendo un poquito más impacientes. Eso os ocurre a vosotros, que tenéis el cerebro bien desarrollado, así que os pido que os imaginéis el efecto que puede tener en vuestros hijos”, concluye. “La tecnología, un iPad como los que podéis tener en casa, es doscientas mil veces menos complejo que una persona. Cuando queremos estimular la inteligencia de una persona, estimular su memoria, lo mejor que podemos hacer es ponerlo frente a otro ser humano”, asevera el experto. Álvaro Bilbao lo tiene claro: “Lo que sabemos hoy es que los niños que pasan más tiempo delante de las tecnologías tienen mayor probabilidad de desarrollar trastorno de déficit de atención, problemas de comportamiento, depresión infantil y obesidad (no solo porque no se muevan sino porque además son menos capaces de resistirse a estímulos tan interesantes como la bollería industrial, las bebidas azucaradas, etc.” Álvaro asegura que los efectos de la tecnología se están viendo en un dato muy preocupante: “Sabemos que como mucho el 4% de los niños tiene TDAH. Sin embargo, la cantidad de niños que toman medicación por déficit de atención a lo largo de su vida escolar alcanza el 9%. En los 20 últimos años la cantidad de niños que toman medicación neuropsiquiátrica por TDAH o depresión infantil se ha multiplicado en EEUU, y esa tendencia se está extendiendo aquí en España, por 7. Eso nos debería hacer pensar mucho como sociedad acerca de lo que estamos haciendo con nuestros hijos”. Álvaro Bilbao desmonta además la idea de que las tecnologías ayudan a desarrollar más reflejos o una atención más rápida. Y su argumento es el siguiente: “El cerebro humano no necesita entrenamiento para esto porque está diseñado para captar estos estímulos. Por eso nos gustan, porque son fáciles. No contribuyen a nuestro desarrollo cerebral sino que relajan una parte del cerebro que se tiene que esforzar”.

Frente a estos mitos, Álvaro habla de lo que realmente necesita el cerebro de nuestros hijos: necesita aprender a focalizar su energía y centrar su atención. “Muchas veces cuando queremos que nuestro hijo cene les ponemos un móvil delante que lo que hace es desactivar esta conexión” con la circunvolución frontal, la encargada de fijar la atención, “en vez de enseñar al niño a focalizar su atención, le enseña que tiene que estar atento a distintas cosas a la vez”. Mientras grandes ejecutivos pagan mucho dinero para aprender a tener una atenciçon más plena (el famoso “mindfulness”), “nosotros nos empeñamos en que nuestros hijos tengan una atención más corta, más limitada y más disgregada”.

Además, Álvaro nos deja una frase preciosa: “El cerebro de nuestros hijos necesita que les enseñemos a saborear la vida, no a consumirla”. El núcleo estriado es la parte del cerebro que se fija en lo que nos gusta, lo que nos atrae, en función de dos criterios: la rapidez de la satisfacción y la intensidad de la satisfacción. “El niño que tiene esta parte del cerebro copada con cosas emocionantes, rápidas, etc., no puede prestar atención a otras cosas. Si enseñamos a nuestro hijos a estar con los videojuegos, el móvil, la tele, las redes sociales, la profesora y la pizarra le parecerán menos importantes, los libros le parecerán someramente aburridos, perderá la capacidad de disfrutar de la lectura y pasar un buen rato con un amigo en un parque le parecerá mucho más aburrido que ir a casa y conectarse en el ordenador a hablar con sus amigos porque el núcleo estriado se ha llenado de cosas más intensas”. Por eso, Álvaro nos invita a “educar el paladar emocional de nuestros hijos”.

La tercera necesidad del cerebro de nuestros hijos es el autocontrol: “El lóbulo frontal es la parte más importante del cerebro de los seres humanos. Nos permite tener autocontrol, paciencia, tolerar la frustración, ajustarse a las normas sociales”. Álvaro Bilbao relaciona el autocontrol con la prevención del TDAH, una mejor tolerancia a la frustración y con el éito académico y social. “Es importante que enseñemos a nuestros hijos a tener autocontrol, a no dejarse llevar por la tecnología”, nos dice Álvaro Bilbao.

Álvaro Bilbao reconoce que su postura puede ser muy contraria a la tecnología, pero recuerda que Bill Gates o Steve Jobs limitaron mucho el acceso de sus hijos a los aparatos y sistemas que ellos mismos crearon. “La clave del éxito es dejar de pensar en la manera en la que nos han querido vender que lo emocionante y lo positivo es que estemos conectados a todas las personas porque cuando uno está conectado a todo el mundo no puede estar realmente conectado a las personas que más quiere”. “El mejor consejo que os puedo dar es que estéis muy conectados con vuestros hijos, que les ayudéis a controlarse frente a la tecnología”, concluyó su ponencia Álvaro.

El público tenía muchas preguntas sobre tecnología y trastorno de déficit de atención. En concreto, preguntaron al neuropsicólogo cómo limitaba el acceso de sus hijos a la tecnología, a lo que él contestó: “Con una palabra mágica: “no””. Y además, invitó a los asistentes a “plantarse” como padres y madres ante las escuelas que ahora apuestan por apoyarse en exceso en los nuevos dispositivos y tecnologías para enseñar. Por último, dejó claro que ante un problema de déficit de atención real o aprendido por elementos como las nuevas tecnologías, “el cerebro siempre se puede transformar. Es muy importante enseñar autocontrol, a no cambiar de tema de conversación, a mantener la atención y ahí los padres somos fundamentales”.

http://www.gestionandohijos.com/ponencia-de-alvaro-bilbao-el-cerebro-de-nuestros-hijos-necesita-que-les-ensenemos-a-saborear-la-vida-no-a-consumirla/

viernes, 19 de septiembre de 2014

Le cerveau ne pense pas tout seul. El cerebro no piensa solo

Les progrès de l’imagerie cérébrale ont réactivé un vieux fantasme : celui de pouvoir tout expliquer par l’observation du cerveau — la pauvreté, la délinquance, l’échec scolaire… Lourde de dérives potentielles, cette illusion repose sur de fausses évidences.

A la fin des années 1980, la convergence des progrès en physique nucléaire et en informatique a permis l’avènement de l’imagerie par résonance magnétique fonctionnelle (IRMf) et le développement spectaculaire des neurosciences cognitives, c’est-à-dire l’étude des mécanismes neurobiologiques de la cognition et de ses dysfonctionnements, le terme de cognition étant ici entendu comme quasi synonyme de pensée. Entre cinq et huit articles se référant à l’IRMf paraissent désormais chaque jour dans les revues scientifiques internationales. Certains auteurs bénéficiant de relais médiatiques importants laissent entendre que l’imagerie cérébrale permettrait de lire dans nos pensées, de deviner nos préférences politiques, de prédire nos compétences sociales et de dévoiler notre personnalité.

Près de trois siècles après que le célèbre anatomiste de la Renaissance André Vésale eut situé l’esprit dans le cerveau, Franz Joseph Gall (1758-1828) proposa de le décomposer en facultés localisées dans des régions cérébrales spécifiques. Cette doctrine, la phrénologie, se propagea en Europe et aux Etats-Unis tout au long du XIXe siècle. Elle joua un rôle déterminant dans la psychotechnique, la science de l’application pratique de la psychologie, dans les débuts de la criminologie et de la police scientifique. Cesare Lombroso (1835-1909), fondateur de l’école italienne de criminologie, défendra ainsi sa thèse du « criminel né » (1876), et Alphonse Bertillon (1853-1914) inventera l’anthropométrie judiciaire.

La croyance en l’association d’une région cérébrale propre à chaque faculté psychologique et d’une « bosse » correspondante sur la boîte crânienne (dont la célèbre « bosse des maths ») a bien été invalidée. En revanche, l’hypothèse d’une dissociation possible de l’esprit en composants élémentaires correspondant à des substrats cérébraux spécifiques persiste. Là où l’indispensable neuro-imagerie médicale identifie les anomalies anatomiques du cerveau, permettant de diagnostiquer une lésion ou une tumeur, la neuro-imagerie cognitive, née de la rencontre avec (...)
par Evelyne Clément, Fabrice Guillaume, Guy Tiberghien et Bruno Vivicorsi, septembre 2014
Fuente: http://www.monde-diplomatique.fr/2014/09/CLEMENT/50779

El cerebro no piensa solo
Los avances en las imágenes cerebrales han revivido una vieja fantasía: la de ser capaz de explicarlo todo mediante la observación del cerebro - la pobreza, la delincuencia, fracaso escolar ... pesados ​​abusos potenciales, esa ilusión se basa en pruebas falsas.

A finales de 1980, la convergencia de los avances en la física nuclear y la informática ha llevado a la llegada de la imagen de resonancia magnética funcional (fMRI) y el espectacular desarrollo de la neurociencia cognitiva, es decir, la estudiar los mecanismos neurobiológicos de la cognición y su disfunción, la cognición término que se entiende aquí como cuasi sinónimo de pensamiento. Entre cinco y ocho artículos que se refieren a la fMRI ahora aparecen a diario en revistas científicas internacionales. Algunos autores se benefician de la facilidad de los medios importantes, sugieren que las imágenes cerebrales podría leer nuestras mentes, adivinar nuestras preferencias políticas, predecir nuestras habilidades sociales y revelar nuestra personalidad.

Casi tres siglos después de que el famoso anatomista del Renacimiento Andrés Vesalio había localizado a la mente en el cerebro, Franz Joseph Gall (1758-1828) propuso dividirlo en facultades localizadas en regiones específicas del cerebro. Esta doctrina, la frenología, se extendió por Europa y Estados Unidos durante el siglo XIX. Ella jugó un papel clave en la psicología industrial, la ciencia de la aplicación práctica de la psicología en los primeros días de la criminología y la ciencia forense. Cesare Lombroso (1835-1909), fundador de la escuela italiana de criminología, defenderá también su tesis del "criminal nato"(1876), y Alphonse Bertillon (1853-1914) inventará la antropometría judicial.

La creencia en la combinación de una facultad psicológica para cada región del cerebro y una "caja" que corresponde al cráneo (incluyendo el famoso "cajón de las matemáticas") fue invalidado. Sin embargo, la hipótesis de una posible disociación de la mente en componentes elementales correspondientes a los sustratos cerebrales específicos persiste. Ahí dónde las indispensables neuroimaginería médica identifica las anormalidades anatómicas del cerebro, permitiendo diagnosticar una lesión o tumor, la neuroimagen cognitiva, nacida del rencuentro con (...)

viernes, 14 de junio de 2013

¿Qué está pasando ahí? Modelar el funcionamiento interno del cerebro.

What’s Going On in There? Modeling the Inner Workings of the Brain
Ver vídeo aquí.
Ver aquí en español.

By JENNIFER CUTRARO

A three-dimensional visualization, using yellow fluorescent protein labeling, of long-range connecting neurons in a clarified adult mouse brain. Go to related article and more videos »

Overview
What does current research tell us about the brain, and what does the future of brain research hold? In this lesson, students explore the frontiers of brain science. They learn about new techniques for studying the brain, familiarize themselves with President Obama’s brain research initiative, and build interactive models of the brain and its components.

Materials 
Computers with Internet access, projection equipment, craft supplies, including poster paper, markers, play dough, cotton balls, string and glue.

Warm-Up 
When students arrive, project the series of images of a clarified mouse brain at the front of the room, without explaining what the images show. For each visualization, have students jot the following in their notebooks.

Describe what you see.
Are these images related in any way? Why or why not?
What do you think you might be looking at?
How were these visualizations made?
Ask for volunteers to share their ideas. After a few students have offered their answers, explain to the class that the images represent different parts of a mouse brain that has been processed using a new technique that makes brain tissue transparent. Ask: Why might it be helpful for scientists to study a transparent brain?

You might then show an image of a normal mouse brain, so students can see that an intact brain is normally opaque, and then show them how a mouse brain processed using the new technique becomes clear. Ask: Why might it be helpful for scientists to study a transparent brain? (Note: Here you might choose to have students read the related article about this research in lieu of or in addition to the article we’ve chosen below.)

Finally, explain that students will now read about and model activity inside the brain, in a nod to Mr. Obama’s new initiative to map the human brain.

Related 
In the op-ed “What Our Brains Can Teach Us,” David Eagleman likens the brain to an alien landscape:

After President Obama’s recent announcement of a plan to invigorate the study of neuroscience with what could amount to a $3 billion investment, a reasonable taxpayer might ask: Why brain science? Why now?

Here’s why. Imagine you were an alien catching sight of the Earth. Your species knows nothing about humans, let alone how to interpret the interactions of seven billion people in complex social networks. With no acquaintance with the nuances of human language or behavior, it proves impossible to decipher the secret idiom of neighborhoods and governments, the interplay of local and global culture, or the intertwining economies of nations. It just looks like pandemonium, a meaningless Babel.

So it goes with the brain. We are the aliens in that landscape, and the brain is an even more complicated cipher.

Read the entire article with your class, using the questions below.

Questions
For discussion and reading comprehension:

What is a neuron? What is the “voltage spike” to which the author refers? How do neurons communicate?
What does the author mean when he writes, “Learning to better speak the language of the brain is our best hope for turning the chaos into order, for unmasking and addressing the hidden patterns behind disease”? What is “the language of the brain”?
How will a better understanding of how the brain works promote advances in technology, society and machinery? Explain.
After reading this op-ed, how would you now answer the questions: “Why brain science? Why now?” raised at the beginning of the article?
What questions do you have about brain science after reading this article?
Activity | Drawing inspiration from Mr. Eagleman’s article, students imagine themselves as alien visitors to the landscape of the brain and build interactive maps, models of the brain or components of it.

To begin, ask students to close their eyes and envision themselves as the author puts it, “aliens in the landscape of the brain.” While their eyes are closed, read the following passage aloud:

[The brain] is composed of 100 billion electrically active cells called neurons, each connected to many thousands of its neighbors. Each neuron relays information in the form of miniature voltage spikes, which are then converted into chemical signals that bridge the gap to other neurons. Most neurons send these signals many times per second; if each signaling event were to make a sound as loud as a pin dropping, the cacophony from a single human head would blow out all the windows. The complexity of such a system bankrupts our language; observing the brain with our current technologies, we mostly detect an enigmatic uproar.

With their eyes still closed, ask students to visualize some of the things the author describes. What do they think a neuron looks like? What does it look like when a “neuron relays information in the form of miniature voltage spikes”? What does a brain look like? How would the brain look if you could see the thousands of connections between billions of cells? Have students make sketches on poster paper to show what they visualized.

Next, have students use their sketches as a starting point for developing paper or 3-D models of the brain and its neurons. Provide students with a wide variety of craft materials, like paper, play dough, pipe cleaners, glue, scissors, string and cotton balls.

To start, have students sketch a brain model on poster paper, identifying the main regions of the brain and the function of each. If students wish, they may instead build and label a model of the brain.

From there, have students make the connection that the brain is composed of neurons that interact in neural networks. Students might, for example, build a model of a neuron that explains how their structure relates to their firing. Or they might devise a way to call out a section of the brain, highlighting the interconnections of neurons.

To extend the activity, students could also explore the role of neurons in forming memories, building additional models to show the role of neurotransmitters in forming short-term memories, and proteins called kinases in long-term memories. Students also could show how the brain and nervous system interact with other body systems.

Students also may use models to show how neurons in the brain affect movement, speaking and sensory perception.

When students have finished building their models, allow time for them to share with the class. Ask students to first show their sketches representative of the brain’s landscape, as seen through the eyes of an alien visitor. Then ask how their model or models help to make sense of this landscape.

Going Further

Students pair up and take on the role of presidential speechwriters, preparing a script for the president to deliver to the nation, as he tries to marshal support for his initiative to map activity within the human brain.

The speech should outline several key components:

A statement of the problem. Why does the president believe it is important to advance our understanding of the brain?
What advances does the new brain initiative promise?
The technologies scientists are using to better understand the brain today and how they might apply those technologies in the future.
A persuasive argument that will rally supporters. Argumentative writing is one of the skills emphasized by the Common Core Standards. How might you get listeners excited about this initiative? What case will you make for why it is needed? This Learning Network post can help you understand how arguments are constructed.
Common Core ELA Anchor Standards, 6-12:

Reading
1. Read closely to determine what the text says explicitly and to make logical inferences from it; cite specific textual evidence when writing or speaking to support conclusions drawn from the text.
2. Determine central ideas or themes of a text and analyze their development; summarize the key supporting details and ideas.

Speaking and Listening
1. Prepare for and participate effectively in a range of conversations and collaborations with diverse partners, building on others’ ideas and expressing their own clearly and persuasively.
2. Integrate and evaluate information presented in diverse media and formats, including visually, quantitatively, and orally.
3. Evaluate a speaker’s point of view, reasoning, and use of evidence and rhetoric.
4. Present information, findings, and supporting evidence such that listeners can follow the line of reasoning and the organization, development, and style are appropriate to task, purpose, and audience.
5. Make strategic use of digital media and visual displays of data to express information and enhance understanding of presentations.

Language
1. Demonstrate command of the conventions of standard English grammar and usage when writing or speaking.

McREL Standards

Life Sciences
5. Understands the structure and function of cells and organisms.
11. Understands the nature of scientific knowledge.
6. Understands relationships among organisms and their physical environment.
7.Understands biological evolution and the diversity of life.


Nature of Science
11.Understands the nature of scientific knowledge
12.Understands the nature of scientific inquiry
13.Understands the scientific enterprise
Fuente: The NYT.

lunes, 11 de marzo de 2013

La importancia de las emociones en el proceso educativo




Leer más sobre Neurociencias, en la revista de diciembre de 2012 del Concejo Escolar del Estado, Participación Educativa, dedicada a "La investigación sobre el cerebro y la mejora de la educación". Descargarla aquí.