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domingo, 16 de mayo de 2021

Pablo Iglesias, la derrota de una ilusión. Políticos y analistas de distintas tendencias reconocen al exlíder de Podemos que supo “canalizar la indignación”, aunque la mayoría le reprocha su “cesarismo”

Nadie podía imaginar que aquel chico de coleta que ametrallaba con su discurso en las tertulias de televisión se convertiría en uno de los grandes protagonistas de la política española. Que el joven profesor de Políticas, cargado de lecturas y sueños anticapitalistas, orador enardecido en las plazas del 15-M, llegaría a encabezar los sondeos de intención de voto. Y que un día no muy lejano enfilaría la escalinata de La Moncloa sosteniendo una cartera de cuero con la inscripción “vicepresidente segundo del Gobierno”.

Ni él podía imaginar que todo eso sucedería en muy poco tiempo. La historia de Pablo Iglesias Turrión (Madrid, 42 años) tiene mucho de epopeya escrita a ritmo de vértigo. En un suspiro se erigió en un líder que amenazaba con poner en jaque a la élite del país. Cabalgando sobre la indignación popular tras la Gran Recesión, Iglesias, junto a otros profesores, creó un partido de la nada en marzo de 2014. En diciembre del año siguiente, entraba en el Congreso con 69 diputados y más del 20% de los votos. Y proclamaba que eso no era más que el comienzo. Él aspiraba, como dijo el viejo Marx de los communards parisinos, a “asaltar los cielos”.

Ese fulgor irresistible se fue consumiendo a la misma velocidad con que creció. Cuando Iglesias llegó al Gobierno, en enero de 2020, Podemos había entrado en declive electoral y el tamaño de sus ilusiones ya era mucho más terrenal: actuar como un complemento del PSOE, el aliado pequeño pero rebelde en permanente forcejeo para defender las esencias de la izquierda. Y todo sucedió de nuevo vertiginosamente. En año y medio, ha abandonado el Gobierno y se ha retirado de la política tras admitir que su figura se ha “gastado”.

Pocos políticos han despertado tantos entusiasmos y tantos odios. Para valorar el rastro que deja en la política española, EL PAÍS ha consultado a una decena de personalidades, políticos que fueron de primera fila y otros en activo que se han mantenido al margen de los combates con Iglesias, así como analistas y científicos sociales.

José Luis Rodríguez Zapatero, “un cauce para la desafección”. Al expresidente del Gobierno, que tiene una relación de “respeto y afecto” por Iglesias, más allá de “discrepancias políticas e ideológicas muy claras”, no le cogió de sorpresa su retirada. “La última vez que hablé con él ya le noté la impronta de una reflexión sobre su futuro y el de Podemos”, cuenta. Zapatero explica que siempre consideró positivo que la “desafección” que se extendió tras la Gran Recesión “tuviese un cauce, a través de Podemos, para participar en el debate político”. “Que un proyecto muy crítico y muy alternativo al sistema tenga una representación en las instituciones es una buena muestra de que la democracia admite la representación política de cualquiera, y más en un caso de una fuerza muy enfocada en temas sociales”.

“La socialdemocracia tiene una teoría de gobierno y de los límites del poder, y construir una fuerza a su izquierda es muy difícil”, apunta el expresidente.

La primera vez que habló con Iglesias e Íñigo Errejón, relata, les explicó cuáles eran los límites que imponían la UE, el BCE y los mercados. ¿Los subestimó Iglesias? “No podemos olvidar los orígenes de su formación política ni las reminiscencias ideológicas de quien quiere cambiarlo todo e inventar un nuevo modelo”, responde Zapatero. “Pero yo procuro no juzgar y respetar las opiniones. Eso es cultivar la democracia”.

Los ataques a Iglesias, incluso después de su retirada, le parecen al expresidente un “mal síntoma”: “Él hizo críticas muy duras y tuvo su réplica. Pero creo que esta retirada debería servir para una reflexión colectiva sobre la necesidad de rebajar los antagonismos, porque la temperatura política es excesiva”. Zapatero cree que Iglesias seguirá siendo un “referente político” y que no dejará de hacer “aportaciones a la reflexión de las fuerzas progresistas”.

José Bono, diagnóstico correcto, medicina errada. Ese primer encuentro de Zapatero con Iglesias y Errejón fue en 2014 en casa de Bono, quien los reunió en una cena. “Vimos que quien podría quitarnos votos al PSOE era Errejón”, recuerda el exministro de Defensa, mucho más crítico que el expresidente. “Debo reconocer que Iglesias es muy listo. Pronto dejó de llamarnos ‘casta’ y se convirtió en un auténtico castizo: llegó a vicepresidente y su pareja a ministra en un tiempo récord”. El también expresidente del Congreso dice que tiene de él “un buen concepto personal”, aunque, ironiza, “quizá algo menos bueno que el que él tiene de sí mismo”. Y evoca una frase que le oyó en una ocasión a Iglesias: “Somos víctimas de nuestra propia lucidez”.

Según Bono, Podemos “ha sido más un termómetro para medir la fiebre de la política española que una medicina”. “Diagnosticaron bien, pero su medicina es antigua y cargada de odio social”, critica. El veterano socialista atribuye el “gran fracaso” del PSOE en las elecciones madrileñas al temor a que gobernase con Iglesias. “Los ciudadanos no quieren las soluciones extremistas y él lo lleva en su genotipo político. Su épica antifascista no motiva lo más mínimo a quienes ya fuimos antifranquistas militantes. Además, ser antifascista no te convierte en demócrata. Stalin era antifascista”. Aunque condena el acoso a Iglesias, el exministro resalta que este calificó en su día los escraches de “jarabe democrático”. “Le deseo que sea feliz y que tenga suerte en la vida”, concluye.

José Manuel García-Margallo, “concepción totalitaria”. El que fue ministro de Asuntos Exteriores con el PP ha estudiado a fondo las obras de Iglesias. “Tenemos una buena relación”, asegura, y recuerda algunos duelos, siempre con buen estilo, que mantuvo en el Congreso con él, en los que Iglesias incluso alabó la “erudición” de su contrincante. Margallo también elogia su “formación brillante” y su destreza para “capitalizar el descontento”. Por lo demás, apenas salva nada de su legado. “Tiene una concepción totalitaria de la política, todo al servicio de una concepción revolucionaria, aunque no violenta. Su afán es el control total, como se ve cuando habla de los medios. Es puro leninismo”, sostiene.

Le achaca, además, que crease un “movimiento exótico”, una suerte de “peronismo en el que cabe todo” y lo que él llama un “partido minarete, cesarista, donde se debe obediencia ciega al líder”. Según Margallo, el exlíder de Podemos “ha dinamitado el mapa de la Transición” y además “ha podemizado al PSOE”. Sobre el acoso que ha sufrido, replica: “Tienen la piel muy fina. A mí también me han hecho escraches. Y nos han llamado organización criminal”. Y sentencia: “Podemos ya no existe, ha explosionado”.

Gabriel Rufián, “la voz de toda una generación”. “No siempre nos hemos llevado bien”, admite el portavoz de ERC en el Congreso, lo que no impide las alabanzas: “Como a todas las personas grandes, la historia se encargará de ponerlo en su lugar y de enterrar esa criminalización que se ha hecho de él. Ya sucedió con Julio Anguita, otra especie de enemigo público número uno. Ha pasado con todos los líderes de la izquierda y siempre pasará. También con Yolanda Díaz, le buscarán a ver si robó un caramelo”. Para Rufián, el exvicepresidente supo dar voz “a toda una generación”. “Fue capaz de verbalizar las sospechas, las angustias, las rabias, la desafección, el dolor que había en la calle. Mucha gente pensaba: ‘Este tipo dice lo que yo pienso’. Fue cuando nos dimos cuenta de que nos habían engañado”, manifiesta. Con todo, Rufián opina que a Iglesias le ha sucedido en ocasiones lo mismo que reconoce que le sucedía a él en sus comienzos en la política: “Tardé en darme cuenta de que no solo es importante lo que digas, sino cómo lo digas”.

El portavoz de ERC niega que el exlíder de Podemos haya actuado como “el puente” entre su formación y el PSOE. “No es así”, rechaza. “Nosotros casi siempre negociamos directamente con el PSOE”. En la cuenta de sus errores, se detiene en uno: “No haber evitado la repetición de elecciones en 2019. Por culpa de eso, tenemos 52 diputados de Vox”.

Gaspar Llamazares, contra la “estrategia populista”. Aunque el excoordinador de IU nunca se entendió con Iglesias, arranca con un reconocimiento similar al de Rufián: “Fue un soplo de aire fresco y supo poner voz a las aspiraciones de toda una generación”. Y también lamenta el “acoso intolerable” contra él. La gran diferencia de Llamazares con el exlíder de Podemos estriba en la “estrategia populista”, que, según él, conduce a la “demolición de las instituciones intermedias”, al “debilitamiento del sistema parlamentario” y a la conformación de organizaciones políticas que funcionan “por la relación directa entre el líder y la masa”. Esa estrategia, según Llamazares, ha conducido a la “polarización” y ha “contaminado a todos los partidos”.

El exlíder de IU señala que, con Unidas Podemos en el Gobierno, se han logrado “conquistas sociales”, pero también se ha agudizado “esa noción de la política en la que prima la imagen sobre el contenido” y se han provocado “peleas innecesarias”. Llamazares no tiene claro el futuro de la organización sin Iglesias: “Aquí se puede aplicar aquello de que ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio”.

Mónica Oltra, elogio de la retirada. “Iglesias ha tenido un gesto extraordinario”, subraya la vicepresidenta valenciana y líder de Compromís. “Ha sido una figura determinante en la política española y retirarse así, poniendo por encima el interés colectivo, no lo ha hecho nunca nadie”. Oltra rechaza la frecuente acusación contra Iglesias de haber alimentado la crispación: “Esa es la visión del establishment, que es incapaz de responder a las fuerzas políticas que cuestionan las reglas del juego. El acoso y derribo que ha sufrido ha sido intolerable”.

Una de las apuestas de Iglesias fue la de las confluencias con formaciones nacionalistas como Compromís, que acabó decantándose por el partido de Errejón. “Ha habido una aceleración del tiempo tan grande, con ciclos electorales tan cortos, que nos han faltado tiempo de maduración y serenidad para consolidar las cosas. Todo parece haberse vuelto efímero”, justifica.

Aitor Esteban, “la realidad es más complicada”. Para el portavoz del PNV en el Congreso, los mayores méritos de Iglesias son haber contribuido a crear “un partido de la nada que en cinco años”, pese a “errores de bulto y algunas contradicciones”, ha logrado entrar en el Gobierno. La incógnita ahora es “si Podemos aguanta como organización, ya que, tras la marcha de otros líderes, tenía tintes muy personalistas”. Y si Iglesias va a dejar la organización “completamente en manos de otras personas, o se mantiene en una segunda línea”. De su trayectoria, Esteban extrae una lección: “Como otras figuras emergentes de la llamada nueva política, desde un cierto adanismo, apuntaba muy alto, a asaltar el cielo, como decía él. Al final el mundo te va colocando ante la realidad, más complicada de lo que parece”.

Ignacio Sánchez-Cuenca, lo positivo del populismo. “Es un personaje excesivo, para lo bueno y para lo malo”, opina el sociólogo y escritor de quien “logró encarnar el espíritu del 15-M” y conectar con el “sentimiento de insatisfacción” de la sociedad. Eso sí, con una actitud “personalista y narcisista”, que le llevó a ejercer el liderazgo de una manera “muy autoritaria” y a prescindir de “todo el que no formase parte de su camarilla incondicional”. Otra cosa son los ataques que ha sufrido, señala Sánchez-Cuenca: “La campaña contra él ha sobrepasado los límites admisibles en un sistema democrático”.

Frente a otras opiniones, el sociólogo defiende que el populismo “tiene un lado inquietante, pero también una dimensión positiva”: “Es un elemento corrector de lo que ha dejado de funcionar en una democracia representativa”. En ese sentido, Podemos, según él, ha ofrecido una lección al PSOE: “Hay que ser más permeables a lo que sucede en la sociedad, salir del ensimismamiento, no estar tan pendientes de lo que dice Bruselas”. Por el contrario, cree que el partido de Iglesias pecó de un “exceso de voluntarismo”: “La posibilidad de darle la vuelta al calcetín de la Transición era muy remota”.

Cristina Monge, de la esperanza a la decepción. La politóloga también cree que “las élites” desataron contra Iglesias ataques “que no son de recibo en una democracia europea”. Pero al tiempo destaca que “igual que despertó muchas esperanzas, ha acabado generando decepción”. Iglesias aprovechó la “ventana de oportunidad del 15-M con mucha fe, empuje y liderazgo”. Solo que ese mismo liderazgo, opina Monge, fue devorando al partido: “Al final, la organización era él”. La politóloga sí cree que el lenguaje de Podemos “ha aportado crispación”. Y le achaca una “obsesión enfermiza por el sorpasso al PSOE”. “Su principal problema es que ha acabado pareciéndose mucho a la antigua IU”, remacha.

Daniel Bernabé, el giro progresista. El escritor y periodista, buen conocedor de la trayectoria de Iglesias, lo define con un símil muy del gusto de este: “Es ese personaje que en toda serie introduce cambios de argumento”. “Ha acertado en todas las grandes decisiones”, sostiene, “pese a que, cuando Errejón se fue, le daban por muerto”. Sobre la acusación de cesarismo, Bernabé defiende que fue una reacción de Iglesias a “maniobras poco éticas para arrebatarle el control del partido”, que atribuye fundamentalmente al sector de Errejón.

Su mayor contribución, asegura, ha sido “girar la política española hacia el progresismo”. “El propio Pedro Sánchez es una reacción del PSOE a Podemos”, afirma. Entre sus errores, un estilo “a veces arrogante y teatral” y, sobre todo, la compra del chalet. Su caída le deja una conclusión inquietante: “Se puede destruir a un político machacándolo con acusaciones falsas. Eso es adulterar la democracia”.

El País.

jueves, 25 de febrero de 2021

Los 14 tipos de amor: la clasificación que propone un psicólogo luego de analizar más de mil formas de expresar amor en 50 idiomas

"Sin duda, no existe una palabra que de cuenta de la amplia gama de sentimientos y experiencias que envuelve el amor", le dijo el psicólogo Tim Lomas a la BBC.

Lomas, profesor de psicología positiva en la Universidad del Este de Londres, Reino Unido, se dio a la tarea buscar palabras que se refirieran a sentimientos relacionados con el amor en cerca de 50 idiomas.

Su investigación le arrojó más de 600 palabras que expresan amor y que muchas veces resultan imposible traducir a otros idiomas.

A partir de este catálogo y de trabajos de otros psicólogos que han clasificado los tipos de amor, Lomas concluyó que existen "al menos" 14 "sabores" de amor que describen los distintos matices que puede tener este sentimiento.

"Una relación no es exclusivamente un solo tipo de amor", explica Lomas. "Por ejemplo, una relación romántica puede tener varios tipos de amor".

"La metáfora de los sabores nos permite apreciar que una relación pueda mezclar varios sabores para crear un "gusto único".

Una relación amorosa puede experimentar varios tipos de amor.

A cada "sabor", Lomas le puso una etiqueta en griego, pues fue el idioma en el que más palabras encontró relacionados con el amor.

Los sabores del amor

Meraki: amor experiencial
Es el amor que sentimos por ciertas actividades, experiencias o vivencias, como practicar algún deporte, cocinar o viajar.

Érōs: amor estético
Se refiere al amor que podemos sentir hacia objetos o conceptos que nos causan admiración y anhelo, como una obra de arte.

Chōros: amor de arraigo
Es el amor que sentimos por un lugar, especialmente al que llamamos hogar.
El hogar suele despertarnos sentimientos de amor.
Toska en ruso y hiraeth en galés, son dos términos complejos que expresan el sentimiento de anhelo y arraigo a un lugar.

Philia: amor de amigos
Es el lazo que nos une a nuestros amigos. Es el sentimiento con base en el que se construye una amistad y que despierta confianza. Es lo que en español llamamos cariño.

Philautia: amor propio
Se refiere al autoestima y la capacidad que cada quien tiene de quererse y cuidarse a sí mismo.

Storgē: amor familiar
Se refiere al cuidado y el afecto que prima entre quienes comparten lazos familiares. Lomas menciona que puede haber una frontera difusa entre Storgē y Philia, pues son comunes los casos en los que un amigo es tan cercano que se considera parte de la familia.
El Storgē es el amor que sienten quienes comparten lazos familiares.

Epithymia: amor pasional
Es el tipo de amor que despierta la pasión romántica y los deseos sexuales.
En Chile, la étnia yagán usa la palabra mamihlapinatapei para referirse a dos personas que se cruzan miradas para expresarse que se desean mutuamente.

Paixnidi: amor juguetón
Esta palabra significa "juego" y se refiere al tipo de amor coqueto que involucra atrevidas muestras de afecto. En idioma tagalo existe la palabra gigil, que se refiere a las ganas irresistibles de pellizcar o apretar a la persona a quien se quiere.

Mania: amor posesivo
Es el amor basado en la dependencia, que generalmente está asociado a sentimientos de posesión, ansiedad y manipulación. En francés, lo describen como amour fou, que traduce "amor loco".
La mezcla de distintos "sabores" de amor da como resultado un "gusto único", según explica el sicólogo Tim Lomas.

Prâgma: amor racional
Es el contrario a la Mania. Se refiere al amor duradero y sosegado que está más relacionado con el compromiso a largo plazo y las ganas de construir una vida juntos más allá de que con el tiempo el deseo y la pasión disminuyan.
En coreano, el término noun jeong se refiere a una afinidad o conexión que no necesariamente está acompañada del romance.

Anánkē: amor desventurado
Es lo más cercano al amor a primera vista, ese sentimiento de conocer a alguien y sentir que queremos estar con esa persona para siempre, como si estuviéramos destinados a estar juntos.
En japonés, se usa el término koi no yokan para explicar la sensación de haber conocido a alguien de quien será inevitable enamorarse.

Koinōnía ese es amor fugaz que se siente cuando se crea una conexión con otra persona.
Este amor muchas veces se relaciona con el de los amantes desventurados, quienes a pesar de sentir que están destinados a estar juntos, la vida se encarga de separarlos.

Agápē: amor compasivo
Es el tipo de amor que mueve hacia la compasión desinteresada e incondicional, como por ejemplo el sacrificio que unos padres hacen por el bienestar de sus hijos o las obras de caridad.
En el idioma pastún, del sur de Asia, la palabra melmastia significa mostrar bondad y hospitalidad con otras personas, especialmente hacia extraños.

Koinōnía: amor momentáneo
Tiene que ver con esos chispazos en los que por unos segundos sentimos conexión con alguien. Es un instante en el que nos sentimos identificados, en los que con solo mirarse dos personas saben que están pensando exactamente lo mismo.
La caridad es una forma de amor.
En francés, la palabra que mejor los explica es frisson, que significa emoción o escalofrío y que se usa para describir esos momentos en que dos personas sienten emoción y algo de miedo al ver la potente conexión que se ha creado entre ellos.

Sébomai: amor reverencial
Es el amor sumiso y devoto hacia una divinidad o un ser superior. Por extensión, también se refiere al amor que se puede sentir por ídolos como actores o cantantes, por quienes algunas personas profesan un sentimiento casi religioso.

sábado, 18 de julio de 2015

Admiración. Hacía mucho tiempo que no me sorprendían tanto unas declaraciones de nadie

Vivimos tiempos huérfanos de admiración. Los líderes políticos, que lo saben mejor que nadie, recurren a escenografías insólitas, como Sánchez, o a viejos lemas admirables, como Rivera, para tratar de encender una chispa que alumbre siquiera un instante. La admiración parece hoy reservada para simples ciudadanos que intentan aportar un poco de honestidad, de serenidad o de cordura al panorama nacional, presentándose o no a unas elecciones. Por eso, quiero reflejar aquí mi admiración por el comunicado de Irene Villa acerca de los desdichados tuits difundidos por Guillermo Zapata. Nunca lo habría creído de mí misma pero así ha sido, y así lo reconozco. Irene Villa habría tenido muy fácil cualquier otro camino, habría encontrado cientos de voces que jalearan una declaración de honor maltrecho, de ofensa irreparable, de venganza imprescindible, miles de personas la estaban esperando para levantarla como una bandera del sacrosanto combate entre la España inmortal y los luciferinos radicales, pero ella ha escogido el camino de la ecuanimidad, de la cordura y, me atrevo a suponer, de la sinceridad. Ha dicho, igual que ciertos anónimos portavoces de la Audiencia Nacional que sin embargo no han dado la cara, que le parece una barbaridad que se juzgue a alguien por un chiste de una especie que ni la molesta ni la molestará. El problema, ha añadido, no es mío, sino de la gente capaz de hacer esa clase de chistes. Hacía mucho tiempo que no me sorprendían tanto unas declaraciones de nadie. Y más allá del escándalo, otro más, que supone que algunos jueces desautoricen en secreto la actuación de la fiscalía y de su propio tribunal en un caso cargado de repercusiones políticas, su actitud me parece admirable. Y lo digo.

 29 JUN 2015 - 

viernes, 7 de junio de 2013

El Principito, Valentín Fuster y su libro, "El círculo de la motivación".

Es una cuestión de disciplina —me decía más tarde el Principito—.
Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta.
Hay que dedicarse regularmente a arrancar los baobabs, cuando se les distingue de los rosales, a los cuales se parecen mucho cuando son pequeñitos.
Es un trabajo muy fastidioso pero muy fácil.

«Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos»

«Te haces responsable para siempre de lo que has domesticado»

«El tiempo que perdiste con tu rosa hace que tu rosa sea tan importante»

«Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro». Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusión a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.

Los baobabs: son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: «¡Niños, atención a los baobabs!». Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.

Los volcanes: tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.

El zorro personaje medular de la historia, quien le hace ver al principito la esencia, pero también las dificultades y costos de la amistad.

XI

El segundo planeta estaba habitado por un vanidoso:

-¡Ah! ¡Ah! ¡Un admirador viene a visitarme! -Gritó el vanidoso al divisar a lo lejos al principito.

Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.
-¡Buenos días! -dijo el principito-. ¡Qué sombrero tan raro tiene!
-Es para saludar a los que me aclaman -respondió el vanidoso. Desgraciadamente nunca pasa nadie por aquí.
-¿Ah, sí? -preguntó sin comprender el principito.
-Golpea tus manos una contra otra -le aconsejó el vanidoso.
El principito aplaudió y el vanidoso le saludó modestamente levantando el sombrero.

"Esto parece más divertido que la visita al rey", se dijo para sí el principito, que continuó aplaudiendo mientras el vanidoso volvía a saludarle quitándose el sombrero.

A los cinco minutos el principito se cansó con la monotonía de aquel juego.

-¿Qué hay que hacer para que el sombrero se caiga? -preguntó el principito.

Pero el vanidoso no le oyó. Los vanidosos sólo oyen las alabanzas.

-¿Tú me admiras mucho, verdad? -preguntó el vanidoso al principito.

-¿Qué significa admirar?

-Admirar significa reconocer que yo soy el hombre más bello, el mejor vestido, el más rico y el más inteligente del planeta.
-¡Si tú estás solo en tu planeta!
-¡Hazme ese favor, admírame de todas maneras!
-¡Bueno! Te admiro -dijo el principito encogiéndose de hombros-, pero ¿para qué te sirve?
Y el principito se marchó.

"Decididamente, las personas mayores son muy extrañas", se decía para sí el principito durante su viaje.
Antoine de Saint-Exupéry, El Principito
Leer aquí El Principito

Una introducción al libro de Fuster aquí.