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sábado, 6 de junio de 2020

Federico

En el 122 aniversario del nacimiento de Federico García Lorca

A Federico se le ha comparado con un niño, se le puede comparar con un ángel, con un agua “mi corazón es un poco de agua pura”, decía él en una carta), con una roca; en sus más tremendos momentos era impetuoso, clamoroso, mágico como una selva. Cada cual le ha visto de una manera. Los que le amamos y convivimos con él le vimos siempre el mismo, único y, sin embargo, cambiante, variable como la misma naturaleza. Por la mañana se reía tan alegre, tan clara, tan multiplicadamente como el agua del campo, de la que parecía siempre que venía de lavarse la cara. Durante el día evocaba campos frescos, laderas verdes, llanuras, rumor de olivos grises sobre la tierra ocre; en una sucesión de paisajes espa­ñoles que dependían de la hora, de su estado de ánimo, de la luz que despidieran sus ojos: quizá también de la persona que tenía enfrente. Yo le he, visto en las noches más altas, de pronto, asomado a unas barandas misteriosas, cuando la luna correspondía con él y le plateaba su rostro; y he sentido que sus brazos se apoyaban en el aire, pero que sus pies se hundían en el tiempo, en los siglos, en la raíz remotísima de la tierra hispánica, hasta no sé dónde, en busca de esta sabiduría profunda que llameaba en sus ojos, que quemaba en sus labios, que en­candecía su ceño de inspirado. No, no era un niño entonces. ¡Qué viejo, qué viejo, qué “antiguo”, qué fabuloso y mítico! Que no parezca irreverencia: solo algún viejo “cantaor” de flamenco, solo alguna vieja “bailadora”, hechos ya estatuas de piedra, podrían serle comparados. Solo una remota montaña andaluza sin edad, entrevista en un fondo nocturno, podría entonces hermanársele.

No hay quien pueda definirle. Su presencia, comparable quizá, solo y justamente con el tifón que asume y arrebata, traía siempre asociaciones de lo sencillo elemental. Era tierno como una concha de la playa. Inocente en Su tremenda risa morena, como un árbol furioso. Ardiente en sus deseos, como un ser nacido para la libertad. Y tenía para su obra futura un instinto tan primario de defensa, que no puede por menos de traerme la memoria de un genio: Goethe. Con una diferencia, y es que Federico era incapaz de la fría serenidad con que aquel Júpiter encadenó el complicado mecanismo de sus instintos y pasiones y lo redujo a ruedas dentadas al servicio de su rendimiento intelectual. En Federico todo era inspiración, y su vida, tan hermosamente de acuerdo con su obra, fue el triunfo de la libertad, y entre su vida y su obra hay un intercambio espiritual y físico tan constante, tan apasionado y fecundo, que las hace eternamente inseparables e indivisibles. En este sentido, como en otros muchos, me recuerda a Lope.

En Federico, que pasaba mágicamente por la vida, al parecer sin apoyarse; que iba y venía ante la vista de sus amigos con algo de genio alado que dispensa gracias, hace feliz un momento y escapa enseguida como la luz, que él llevaba efectivamente; en Federico se veía sobre todo al poderoso encantador, disipador de tristezas, hechicero de la alegría, conjurador del gozo de la vida, dueño de las sombras, a las que él desterraba con su presencia. Pero yo gusto a veces de evocar a solas otro Federico, una imagen suya que no todos han visto: al noble Federico de la tristeza, al hombre de soledad y pasión que en el vértigo de su vida de triunfo difícilmente podía adivinarse. He hablado antes de esa nocturna testa suya macerada, por la luna, ya casi amarilla de piedra, petrificada como un dolor antiguo. “¿Qué te duele, hijo?”, parecía preguntarle la luna. “Me duele la tierra, la tierra y los hombres, la carne y el alma humana, la mía y la de los demás, que son uno conmigo.”

En las altas horas de la noche, discurriendo por la ciudad, o en una tabernita (como él decía), casa de comidas, con algún amigo suyo, entre sombras humanas, Federico volvía de la alegría, como de un remoto país, a esta dura rea1idad de la tierra visible y del dolor visible. El poeta es el ser que acaso carece de límites corporales. Su silencio repentino y largo tenía algo de silencio de río, y en la alta hora, oscuro como un río ancho, se le sentía fluir, fluir, pasándole por su cuerpo y su alma sangres, remembranzas, dolor, latidos, de otros corazones y otros seres que eran él mismo en aquel instante, comoel río es todas las aguas que le dan cuerpo, pero no limite. La hora mala de Federico era la hora del poeta, hora de soledad, pero de soledad generosa, porque es cuando el poeta siente que es la expresión de todos los hombres.

Su corazón no era ciertamente alegre. Era capaz de toda la alegría del universo; pero su sima profunda, como la de todo gran poeta, no era la de la alegría. Quienes le vieron pasar por la vida como un ave llena de colorido, no le conocieron. Su corazón era como pocos, apasionado, y una capacidad de amor y de sufrimiento ennoblecía cada día más aquella noble frente. Amó mucho, cualidad que algunos superficiales le negaron. Y sufrió por amor, lo que probablemente nadie supo. Recordaré siempre la lectura que me hizo, tiempo antes de partir para Granada, de su última obra lírica, que no habíamos de ver terminada. Me leía sus Sonetos del amor oscuro, prodigio de pasión, de entusiasmo, de felicidad, de tormento, puro y ardiente monumento al amor, en que la primera materia es ya la carne, el corazón, el alma del poeta en trance de destrucción. Sorprendido yo mismo, no pude menos que quedarme mirándole y exclamar: “Federico, ¡qué corazón! ¡Cuánto ha tenido que amar, cuánto que sufrir!” Me miró y se sonrió como un niño. Al hablar así no era yo probablemente el que hablaba. Si esa obra no se ha perdido; si, para honor de la poesía española y deleite de las generaciones hasta la consumación de la lengua, se conservan en alguna parte los originales, cuántos habrá que sepan, que aprendan y conozcan la capacidad extraordinaria, la hondura y la capacidad sin par del corazón de su poeta.

Epílogo de Obras completas. Ed. Aguilar. 1957

Federico García Lorca (1898 – 1936) Vicente Aleixandre (1898 – 1984)

Fuente:

https://labaladadecarabanchel.blogspot.com/2020/06/en-el-dia-del-122-aniversario-del.html

domingo, 10 de junio de 2018

Antonio Gramsci (1891-1937), 81 años de su fallecimiento, una figura digna de amor


Manuel Sacristán Luzón


Nota edición SLA. Componen esta entrada algunos de los textos que Manuel Sacristán (1925-1985) fue publicando a lo largo de su vida sobre el revolucionario sardo, una de sus referencias político-filosóficas más esenciales. Se cumplieron ayer, 26 de abril de 2018, 81 años de su fallecimiento. Las principales aproximaciones del autor de Las ideas gnoseológicas de Heidegger sobre el filósofo de la praxis pueden consultarse en el primer volumen de sus “Panfletos y Materiales”, Sobre Marx y marxismo, en el segundo, Papeles de filosofía , en Pacifismo, ecologismo y política alternativa (edición de Juan-Ramón Capella) , y en su influyente Antología, recientemente reeditada por Akal. Su libro interrrumpido, la presentación que estaba escribiendo para esta Antología , texto recuperad o por su amigo y discípulo Jacobo Muñoz (1942-2018) , fue transcrit a , presentada, anotada y editada por su también discípulo Albert Domingo Curto: El orden y el tiempo (Madrid, Trotta, 1998).

De su gran amigo y compañero, Francisco Fernández Buey (1943--2012) , puede (y debe) verse (entre numerosos otros escritos) un libro imprescindible: Leyendo a Gramsci (Mataró (Barcelona), El Viejo Topo, 2001), traducido recientemente al inglés por la editorial Brill. Su último texto sobre el luchador antifascista italiano, “Sobre culturas nacionales y estrategia internacionalista en los Cuadernos de la cárcel ”, está incluido en Giaime Pala, Antonio Firenze y Jordi Mir Garcia (eds), Gramsci y la sociedad intercultural, Mataró (Barcelona), Editorial Montesinos, 2014, pp. 13-42

1. Reflexiones.

1.1. Breve nota (1969)

(1891-1937). Político y filósofo italiano, fundador del PCI. Estudió lingüística y Filología (sobre todo Glotología) en la Universidad de Turín, sin llegar a terminar la carrera por su dedicación a la política... Encarcelado en 1926, muere el 27 de abril de 1937, a los seis días de haber cumplido la condena que el fiscal había motivado con la frase “Durante veinte años tenemos que impedir que funcione este cerebro”. La obra de Gramsci consta de artículos periodísticos anteriores a su encarcelamiento y de una treintena de cuadernos de notas escritos en la cárcel (“Quaderni del carcere”). Las cartas escritas por Gramsci desde la cárcel fueron consideradas por Benedetto Croce como una nueva pieza de la literatura italiana.

1.2. Centro de anudamiento (1969)

Gramsci propone un marxismo al que llama “filosofía de la práctica”. Esta filosofía de la práctica no es un pragmatismo, sino un modo de pensar que historiza los problemas teóricos al concebirlos siempre como problemas de cultura y de la vida global de la humanidad... La filosofía ha de entenderse en la práctica de la humanidad, “concretamente, es decir, históricamente”. Por eso el tema del hombre es “el problema primero y principal de la filosofía”, de la práctica.

En la concepción marxista de Gramsci la cuestión “¿qué es el hombre?” entendida como cuestión filosófica no pregunta por la naturaleza biológica de la especie sino por otra cosa que él formula del modo siguiente: “¿Qué puede llegar a ser el hombre? Esto es, si el hombre puede dominar su propio destino, si puede “hacerse”, si puede crearse la vida”. Piensa Gramsci que todas las filosofías han fracasado hasta ahora en el tratamiento de esa pregunta porque han considerado al hombre reducido a su individualidad biológica. Pero la humanidad del individuo comporta elementos de tres tipos: primero, el individuo mismo, su singularidad biológica; segundo, “los otros”; tercero, “la naturaleza”. El segundo y el tercer elementos son de especial complejidad: el individuo no entra en relación con los otros y con la naturaleza mecánicamente, sino ”orgánicamente” (con los otros) y “no simplemente (con la naturaleza) por ser él mismo naturaleza, sino activamente, por medio del trabajo y de la técnica” (incluyendo en este último concepto también los “instrumentos mentales”, esto es, la ciencia y la filosofía)” (...) Esas relaciones..., son activas, conscientes, es decir, corresponden a un grado mayor, o menor de inteligencia de ellas que tiene el hombre. Por eso puede decirse que uno se cambia a sí mismo, se modifica, en la medida misma en que cambia y modifica todo el complejo de relaciones del cual él es el centro de anudamiento. Con eso ultima Gramsci su reelaboración del concepto de “naturaleza humana” de Karl Marx: “que la “naturaleza humana” es el “complejo de las relaciones sociales” (como ha escrito Marx) es la respuesta más satisfactoria, ya que incluye la idea de devenir... Puede también decirse que la naturaleza del hombre es la “historia”

1.3. Digno de amor (1979)

Eso tiene que contar mucho entre los factores de mi inhibición. A mí me parece que la historia de Gramsci es la historia de una catástrofe. Por eso, entre otras cosas, no me puedo poner ahora a cultivar la moda Gramsci. ¿Cómo va a haber esperanza de nada en la historia de una catástrofe? Uno puede tenerle mucho amor a Gramsci; yo se lo tengo, desde luego; es un figura muy digna de amor; pero no porque sea una perspectiva de éxito del movimiento obrero, sino que como cualquier mártir es digno de amor.

1.4. Un criterio: el orden y los tiempos (1970)

La mejor manera de evitar las parcialidades monográficas o polémicas en la consideración de la vida y la obra de Gramsci consiste en satisfacer respecto de ellas el criterio que él declaró obligado para la comprensión de un hombre y de su obra. “la búsqueda del leit-motiv , del ritmo del pensamiento en desarrollo, tiene que ser más importante que las afirmaciones casuales y los aforismos sueltos”. Las varias dificultades que se oponen a esa tarea no impiden ver como motivo rector del pensamiento y la práctica del fundador de L´Ordine Nuovo el problema del orden de la vida de los hombres, el tema de la caducidad del orden viejo, y el de los tiempos con y en que puede aparecer el orden nuevo...

1.5. Una elección (1970)

La profesionalización de Gramsci en el periodismo revolucionario está bien documentada con palabras suyas.“Entré en el Avanti! cuando el Partido Socialista estaba reducido a una situación extrema y todos los que eran capaces de escribir huían y repudiaban el partido. Entré en el Avanti! libremente, por convicción. En los primeros días de diciembre me habían nombrado director del Instituto de enseñanza media [gimnasio] de Ouix [Valle de Susa], con 2.500 liras de sueldo anual y tres meses de vacaciones al año. Pero el 10 de diciembre de 1914 me comprometí con el Avanti! por 90 liras de sueldo al mes, o sea, 1.080 liras al año”. En esta orgullosa respuesta al provocador de 1921 vibra tal vez aún la irritación por los comadreos con que algunos paisanos inquietaban a su familia, contando cómo el hijo lejano, en vez de progresar sólidamente por el camino recto y que lleva a los nobles honores, los seguros sueldos de la Academia, zigzagueaba entre la redacción de un periódico revolucionario, la Universidad, el local en que daba una conferencia sobre Marx. Indicios de esa irritación hay en una carta a su hermana Grazietta de principios de 1916.

1.6. Leninismo (1970)

En 1918 ha estudiado Gramsci El Imperialismo y Estado y revolución de Lenin. Mas para el “filósofo de la práctica” no ha sido menos importante en ese estudio la reflexión acerca de la obra material de Lenin. “L’opera di Lenin”: así se titula un artículo de septiembre de 1918 en el que Gramsci insiste agudamente en la peculiaridad rusa de la revolución, en su concreción social. Poco antes había escrito, refutando la interpretación del pensamiento bolchevique como utopía, que no existen ni dos constituciones políticas iguales ni dos estructuras económicas iguales. Observar este punto (...) es importante para estimar el leninismo de Gramsci, mucho más de raíz, por analogía de situación, de lo que podría serlo por la mera lectura, hasta el punto de captar como esencial en él la atención predominante al análisis de lo concreto y particular; mas, al mismo tiempo, completamente libre de imitación directa, precisamente por la atención prestada a lo concreto y particular, a lo específicamente ruso o a lo específicamente italiano. Eso permite apreciar justamente las partes respectivas del ejemplo ruso y de los motivos propios de la experiencia de Gramsci en la constitución del tema central de sus esfuerzos intelectuales y prácticos desde 1919 hasta la derrota del proletariado italiano en 1922: el tema de los consejos obreros en que quiere hacer desembocar las comisiones obreras de fábrica y taller.

1.7. La principal aportación (1977)

Yo no veo que en 1924 Gramsci tuviera ya en claro que el enemigo principal e inmediato fuera el fascismo. Creo que por esa fecha, aunque ya había comprendido que la revolución no estaba al alcance de la mano, seguía pensando en el fascismo como en cosa pasajera y no muy diferente de otras formas de dominación capitalista. No me parece que Gramsci haya podido rectificar ese eufórico error de la III Internacional antes de su prisión. En cambio, sí que lo tenía corregido en 1928, cuando el VI Congreso de la Internacional exacerbó ese error hasta lo catastrófico. Ése es el momento en que cuaja, en mi opinión, su mayor aportación: la explicación de la dificultad de la revolución en Occidente. El hecho mismo ya lo habían visto otros, principalmente Trotski y Lenin. Pero Gramsci coloca ese hecho en el centro de su reflexión, y descubre en él la vital complejidad del estado por así decirlo occidental, o sea, del estado capitalista que vive ya sobre base propiamente capitalista, arraigado en una sociedad que no tiene ya con él más contradicciones que las orgánicas a ese modo de producción. Dejémoslo en eso: me parece mejor mejor subrayar ese punto central que recitar una lista de méritos de Gramsci sin que nos podamos detener ante ninguno de ellos.

1.8. El asesinato y el médico fascista (1985)

Esta carta, enigmática a ratos, sugiere por ciertos matices que Gramsci empezará a comprender que el médico del penal, Cisternino..., estaba asesinándole. Por otra parte, el aferrarse a peregrinas explicaciones disimuladoras de la tuberculosis sugiere que esa ancestral reacción de los hombres de clases y países pobres ante dicha enfermedad ha ayudado a Cisternino en su asesinato. En cuanto a ésta, Zucàro (Vita del Carcere di Antonio Gramsci, Milano-Roma, 1954) ha escrito tras una entrevista con Cisternino y sin que éste lo haya desmentido: “El doctor Cisternino le abandona (MSL: a Gramsci), y hasta le dice en una ocasión que, como fascista que es, lo único que desearía es su muerte (MSL: de Gramsci)”.

1.9. Voluntad y comprensión de los hechos (1970).

La intensa actividad política de Gramsci durante esas semanas -a partir de la primavera siguiente su nombre aparecerá con frecuencia en los informes de la policía- está sin duda animada por la convicción de que los hechos rusos confirmaban su inspiración revolucionaria contra el marxismo oficial, evolucionista o fatalista, de la derecha y la izquierda respectivamente. Por lo que hace al desarrollo del pensamiento socialista de Gramsci, eso quiere decir que la revolución rusa le confirma los fundamentos doctrinales idealistas. En el artículo más importante y más célebre de este período Gramsci ha escrito la siguiente lapidaria afirmación. “La revolución de los bolcheviques está más hecha de ideología que de hechos (Por eso, en el fondo, importa poco saber más de lo que sabemos ahora.) Es la revolución contra El Capital de Carlos Marx (...) Lo cierto es que lo esencial de su doctrina depende del idealismo filosófico y que en el desarrollo interior de esta doctrina se encuentra la corriente ideal en la cual confluye con adecuación histórica el movimiento proletario y socialista”.

La última frase de este texto da la clave de su totalidad, pero permite también adivinar la nueva problemática que la doctrina de un socialismo revolucionario por idealista va a significar para Gramsci. Da la clave de toda esa doctrina porque muestra su motivación: constituir la fundamentación ideal de la voluntad revolucionaria, contrapuesta a la pasiva espera del cumplimiento, por algún mecánico deus ex machina, de las “previsiones” del materialismo histórico. Y permite ver el nuevo aspecto de la problemática doctrinal de Gramsci porque la voluntad que positivamente ha realizado la revolución “contra El Capital” no se ha movido en absoluto por consideraciones filosóficamente idealistas, sino por una comprensión de los hechos que ella misma atribuye al análisis marxiano (...) La prisa del hacer periodístico le obliga casi a simultanear, o alternar al menos, formulaciones en los dos sentidos, en el de la reafirmación idealista y voluntarista, y en el de la reconsideración de su lectura de Marx. Así, por ejemplo, entre los dos artículos recordados, precisamente siete días después de la segunda edición de “La revolución contra El Capital”, Gramsci publica una nota interpretativa de la Revolución de Octubre que le muestra sumido en una reflexión acerca del pensamiento de Marx bastante menos simple que su “renegarle” de la semana anterior: “La nueva generación parece querer un regreso a la genuina doctrina de Marx, para la cual el hombre y la realidad, el instrumento de trabajo y la voluntad no están separados, sino que se identifican en el acto histórico”.

A eso siguen una versión mejorada de la idea del materialismo histórico como conjunto de “cánones” interpretativos y una conclusión digna de nota: los miembros de la “nueva generación” creen no que “la guerra ha destruido el materialismo histórico” al provocar una revolución contra El Capital, “sino que la guerra ha modificado las condiciones del ambiente histórico normal, por lo cual la voluntad social, colectiva de los hombres ha conseguido una importancia que no tenía normalmente” (Gramsci considera la “concentración” de los trabajadores de la ciudad y el campo “en las trincheras” que ha suplido la concentración “normal” en la gran industria). “Estas nuevas condiciones son, también ellas, hechos económicos, han dado a los sistemas de producción un carácter que no tenían antes”, por ejemplo, con la estatificación transitoria de la industria bélica y pesada en general. “La educación del proletariado se ha adecuado a ello necesariamente y ha llevado en Rusia a la dictadura”. Esa oscilación entre puntos de vista no aparece sólo en la alternancia de unos artículos que se suceden a escasa distancia de tiempo: ocurre incluso en un mismo artículo, y así documenta, con una claridad que sin duda el lector de hoy debe a la urgencia periodística de Gramsci, la situación de crisis del pensamiento socialista de éste. En el mismo artículo “La revolución contra El Capital” por ejemplo, a renglón seguido del cuadro de aquellos bolcheviques que renegaban de Carlos Marx, se lee: “Y, sin embargo, también en estos acontecimientos hay una fatalidad, y si los bolcheviques reniegan de algunas afirmaciones del Capital, no reniegan, en cambio, de su pensamiento inmanente, vivificador”.

1.10. Advertencia (Antología) (1969).

El criterio en que se basa esta antología es la intención de presentar al lector una imagen concreta -puesto que no puede ser completa- de la obra de Antonio Gramsci, entendiendo por “obra” lo producido y lo actuado, el fruto del poieîn y el del práttein. Esa intención no se inspira principalmente en el deseo de reconstruir la individualidad de Antonio Gramsci, sino en la necesidad de pasar por encima de las clasificaciones académicas tradicionales cuando se quiere entender el pensamiento revolucionario. Para que haya pensamiento revolucionario tiene que haber ruptura con la estructuración del pensamiento culturalmente consagrado. Y para que el pensamiento revolucionario se logre, esa ruptura tiene que responder a la naturaleza de las cosas, no ser veleidad de decadente harto de ciencia aprovechada, pero no entendida.

Del mismo modo que Marx no ha sido ni economista, ni historiador, ni filósofo, ni organizador, aunque aspectos de su “obra” se puedan catalogar académicamente como economía, historia, filosofía, organización político-social, así tampoco es Gramsci un crítico literario, un crítico de la cultura, un filósofo o un teórico político. Y del mismo modo que para la obra de Marx es posible indicar un principio unitario -aquella “unión del movimiento obrero con la ciencia”- que reduce las divisiones especiales a la función de meras perspectivas de análisis provisional, así también ofrece explícitamente la obra de Gramsci el criterio con el cual acercarse a la “obra” íntegra para entenderla: es la noción de práctica, integradora de todos los planos del pensamiento y de todos los planos de la conducta.

En el caso de Gramsci la conveniencia de acentuar la unidad práctica de la “obra” parece obvia, porque las publicaciones antológicas en lengua castellana no se han beneficiado casi hasta ahora de la disponibilidad, desde hace años, de numerosos escritos políticos juveniles en los que se manifiesta inequívocamente la raíz de todo el hacer de Gramsci.

El criterio general recién expuesto se ha especificado en las dos reglas siguientes para la construcción de esta antología:

1ª, no separar completamente los textos “personales” de los textos públicos, sino considerar que la cronología es más fuerte razón de homogeneidad que el género literario; 2ª, acentuar la temática en la que más se realiza la unidad de la “obra”, el “genero” literario que más se puede considerar como capaz de contener aquella unidad; ese género es la literatura política; en él confluyen naturalmente el filósofo y el periodista, el historiador y el político, el crítico literario y el crítico de la cultura. La última consecuencia importante de esos puntos de vista ha sido la ordenación de los textos según un esquema básico cronológico. Este esquema puede ser llevado hasta el detalle cuando se trata de la juventud de Gramsci. Para los cuadernos de la cárcel y para las cartas sin fecha segura se ha preferido evitar riesgos de error grave: la datación es más global.

Causas de dos órdenes, técnicas de edición y también sustantivas, debidas a la problematicidad de algunos puntos de la investigación, impiden que esta antología aparezca con el estudio introductorio que el editor había previsto. El editor se propone publicarlo más adelante, aparte. Por el momento, conviene hacer de necesidad virtud, descubrir que los textos de Gramsci están probablemente mejor sin compañía, o sin más compañía que la de las tablas cronológicas que los preceden fase por fase

1.11. Cuadernos de la cárcel

1.11.1. Símbolos de resistencia (1985)

Los Cuadernos que escribió Antonio Gramsci en la cárcel de Turi (cerca de Bari, en la Apulia) entre 1929 y 1933 y luego en clínicas de Fornila y Roma desde aquella fecha hasta 1935, o quizá algo más tarde, fueron primeramente editados por Felice Platone, bajo la inspiración y con la colaboración de Palmiro Togliatti, a partir de 1948. Esa edición, que fue traducida al castellano en la Argentina, no reproducía los Cuadernos tal como son, sino que reagrupaba temáticamente los trozos para conseguir volúmenes relativamente monográficos. Eso hacía, sin duda, más fácil y agradable la lectura de los textos, pero alejaba de la real composición de los Cuadernos. En 1975 apareció la edición crítica de éstos tal como fueron escritos. Dirigió la edición crítica Valentino Gerratana, persona particularmente capacitada para la tarea, no siempre fácil. De esta edición existe traducción castellana publicada por la editorial mexicana ERA.

El proceso de Gramsci, que terminó con una condena a 20 años, 4 meses y 5 días de presidio, estaba destinado a destruir al hombre, como redondamente lo dijo el fiscal, Michele Isgrò "Hemos de impedir funcionar a este cerebro durante veinte años". Por eso los Cuadernos de la cárcel no valen sólo por su contenido (con ser éste muy valioso), ni tampoco sólo por su contenido y por su hermosa lengua, serena y precisa: valen también como símbolos de la resistencia de un "cerebro" excepcional a la opresión, el aislamiento y la muerte que procuraban día tras día sus torturadores. El mismo médico de la cárcel de Turi llegó a decir a Gramsci, con franqueza fácilmente valerosa, que su misión como médico fascista no era mantenerle en vida. El que en condiciones que causaron pronto un estado patológico agudo Gramsci escribiera una obra no sólo llamada a influir en generaciones de socialistas, sino también, y ante todo, rica en bondades intrínsecas, es una hazaña inverosímil, y los Cuadernos son un monumento a esa gesta.

Si no existieran en castellano varias antologías de textos de Gramsci, más la edición completa mencionada, la edición de un cuaderno aislado tendría sus inconvenientes. Pero como Gramsci tiene ya cierta presencia en nuestra lengua, este volumen va a ofrecer la gran ventaja de permitir la lectura seguida de un texto coordinado de Gramsci con la continuidad y la unidad con las que él lo concibió. Desde este punto de vista la elección del cuaderno 11º es muy acertada, por su contenido y por el hecho de que es uno de los cuadernos menos retocados y corregidos por Gramsci. (La crítica gramsciana distingue tres estadios de redacción en el conjunto de los Cuadernos y en cada uno de ellos. Pero la distinción no tiene prácticamente importancia para el cuaderno.)

1.11.2. Composición y finalidad (1958)

Antonio Gramsci, el filósofo marxista más importante de la Europa Occidental, es sobre todo conocido por su obra póstuma (...). Se trata de los treinta y dos Cuadernos de la cárcel, unas tres mil páginas manuscritas (unas cuatro mil en la transcripción mecanográfica), escritas en la prisión desde 1929 hasta 1935, poco antes de su muerte. Al quedar excluido de la vida política por su detención, Gramsci se traza planes de estudio teórico que intenta desarrollar a pesar de las naturales dificultades del régimen carcelario, contra las cuales lucha tenazmente para conseguir material de estudio. Los editores del legado de Gramsci han recogido ejemplos de esa permanente tensión: en setiembre de 1930 el filósofo escribe al entonces jefe del gobierno italiano. “Para mí, que aun tengo que cumplir quince años de reclusión, se trata de una importante cuestión de principio: saber qué libros puedo leer”. Ya esa circunstancia basta para explicar la abundancia de notas sueltas, citas de memoria, etc., en los Cuadernos de la cárcel aunque éstos contienen también estudios largos. pero toda la obra del filósofo queda estructurada por su finalidad: “determinar un renacimiento adecuado” del marxismo, “levantar esta concepción que, por las necesidades de la vida práctica, se ha venido “vulgarizando, a la altura que debe alcanzar para la solución de las tareas más complejas que propone el actual desarrollo de la lucha; es decir, levantarla a la creación de una nueva cultura integral”.

1.12. Für ewig.

Gramsci tiene presente el poema de Pascoli “Per sempre” (de los Canti di Castelvecchio). Basta una lectura del poema para comprobar que Gramsci está usando la expresión “para siempre” o “para la eternidad” con trágica ironía, y que está muy lejos de desear, satisfecho, calma para producir una obra académica sistemática. Como frecuentemente se toma al pie de la letra su frase de esta carta, ignorando todo su trágico autosarcasmo, puede ser útil al lector repasar el poema de Pascoli…

2. Tablas cronológicas (1969)

22.01.1891. Nacimiento de A. G. en Ales, Cagliari (Cerdeña), cuarto de los siete hijos de un empleado del estado. 29.I.1891. Bautizo.

1894-96. AG acude a un colegio de monjas en Sórgono, cerca de Nuoro (Cerdeña). Presunta caída, causa supuesta de una deformación de la columna vertebral.

1898. Detención del padre de AG acusado de irregularidades administrativas, presumiblemente por rencillas electorales. La familia Gramsci se establece en Ghilarza (Cerdeña), en condiciones de miseria. Empieza a ser visible la deformación de la columna vertebral de AG. AG acude a la escuela elemental de Ghilarza.

1899. Llegan a Ghilarza los funcionarios y técnicos del catastro, entre ellos algún socialista. 1902. AG trabaja durante las vacaciones en la oficina del catastro con su hermano mayor, Gennaro.

1903. AG termina la escuela elemental con calificación máxima. Trabaja fijo en el catastro, interrumpiendo los estudios. Pero estudia personalmente latín. Hasta

1905. Fundación de la Liga de mineros de Bugerru (Cerdeña).

1904. 31.XI. El padre de AG en libertad. 4.XI. La tropa dispara contra los mineros de Bugerru: tres mineros muertos. Huelga general de solidaridad en la península. AG hace sus primeras lecturas de prensa socialista, que le envía su hermano Gennaro desde Turín, donde está haciendo el servicio militar.

1905-06. AG cursa la escuela media elemental en Santulussurgiu, a unos 15 kilómetros de Ghilarza.

1908 (finales). AG termina la escuela media elemental con examen en Oristano (Cerdeña). Fase sardista juvenil en AG. Se matricula para cursar la escuela media superior (Liceo) en Cagliari. Vive con su hermano Gennaro en una habitación. Aislamiento, mucho estudio, gran miseria, hambre.

1909. AG asiste ocasionalmente a la Asociación Anticlerical de Vanguardia.

1910. Último curso de liceo. Gustos literarios de AG: Croce, Salvemini, Cecchi, Papini; disgusto por G. Deledda. Simpatía por el “socialismo campesino” de Salvemini. Socialsardismo. Primeras lecturas de Marx, más tarde recordadas por AG. Recibe la credencial de corresponsal del periódico L´Unione Sarda en el pueblo de Aidomaggiore. El director del periódico es su profesor de italiano en el Liceo (Raffa Garzia). Primera corresponsalía y primer texto impreso de AG. Presencia frecuente de AG, con su hermano Gennaro, en la Cámara del Trabajo de Cagliari. Ejercicio Oprimidos y opresores.

1911 . Registro de la Policía en la habitación de Gramsci. AG obtiene el grado medio ( licenza liceale ). Pasa algunas semanas en Oristano, dando clases a su sobrino. AG llega a Turín para concurrir a las becas en favor de los estudiantes pobres de las provincias del antiguo reino de Cerdeña (70 liras mensuales). Gana una con el número 9 (Palmiro Togliatti la gana en la misma convocatoria con el número 2). AG sufre desvanecimientos por desnutrición y frío en Turín. Propone a sus amigos una investigación acerca de la relación entre criminalidad y desarrollo del capitalismo en Cerdeña (MMF, pp.25-26). AG se matricula en la facultad de Letras de Turín, especialidad Filología Moderna. Vive con Angelo Tasca, que ya milita en el PSI. AG hace averiguaciones de glotología sarda. Lecturas de Hegel.

1912 . AG sufre persistentes dolores de cabeza. Junio: no se examina. Verano: En Ghilarza y Bossa Marina (Cerdeña) con su familia. Vuelve a Turín Exámenes en noviembre (30 cum laude en glotología).

1913. AG se matricula en el segundo curso de Letras. Compra libros sobre Cerdeña. Asiste a algunas clases de Derecho, donde intima con Togliatti (que estudia Derecho). No se examina por mala salud. 9.X: Adhesión escrita a la campaña antiproteccionista de La Voce , primera intervención política pública de AG. 26.X-2.XI: Primeras elecciones por sufragio universal en Cerdeña, que impresionan vivamente a AG. Noviembre: Regreso a Turín. Según Tasca, AG es ya activamente socialista. Consigue retraso en los exámenes por salud. Noviembre o diciembre: Según Togliatti, (que ingresa más tarde), AG ingresa en el PSI.

1914. Exámenes. Termina segundo de Letras. Primera manifestación de la idea de una revista de educación socialista. AG apoya la candidatura del meridional Salvemini para un distrito obrero del norte. Junio: “Semana roja”, con ocupación de tierras, sobre todo en Romaña y Las Marcas. Escribe para I.G.P. el artículo “Neutralidad activa y operante”. Sólo acude a un examen (literatura neolatina). Fines de año: AG pierde la beca por cuatro meses.

1915. Último examen universitario de AG (Literatura italiana). Depresión nerviosa. Mayo: Huelga general contra la guerra. Entrada de Italia en la Primera Guerra Mundial. Conferencia de Zimmerwald. Tesis de Lenin sobre la guerra. G vuelve a escribir asiduamente en IGP [Il grido del popolo]. AG alude a la conferencia de Zimmerwald en IGP. Fines de año: intensa colaboración en IGP. Redactor de la página torinesa de Avanti!

1916. AG escribe numerosos artículos de crónica ciudadana y teatral en A [Avanti]. Da conferencias sobre Marx y otros temas. En una carta a su hermana Grazietta habla de los resentimientos que provoca su actividad política ya conocida por los familiares y paisanos. Art “Socialismo y cultura” en IGP, exposición de su primera concepción de la revolución. Art. “Sofismas curialescos”, planteamiento de su interpretación juvenil de Marx.

1917. Varias conferencias. Vive con 50 liras de sueldo de A (20 menos que la beca). Aparición del número único de La Città Futura , iniciativa de la federación Juvenil Socialista, redactado por Gramsci [“Se puede considerar como punto de llegada de la formación juvenil de Gramsci”, G. Fiori]. Aparición, a propósito de los católicos de la posterior tesis sobre las alianzas de clase y contra el anticlericalismo (Santhià).

Revolución en San Petersburgo (23-27.II, calendario ruso). AG escribe artículos sobre Lenin en IGP. Art “Notas sobre la revolución rusa”, art. “Los maximalistas rusos”.

Detención de la dirección socialista turinesa. AG pasa a ser miembro del nuevo Comité provisional del PSI (primera responsabilidad política organizativa de AG) y director efectivo de IGP.

Revolución de octubre. Reunión de los socialistas “intransigentes revolucionarios” (fracción PSI) en Florencia. AG participa como representante del Ejecutivo provisional de la sección de Turín y como director de IGP en funciones. Coincide con Bordiga en la necesidad de una intervención activa del proletariado en la crisis de la guerra. Art “La revolución contra El Capital ”, en A . En IGP aparece el mismo día un artículo proponiendo “un club de vida moral” o asociación de cultura socialista, organismo intermedio entre el partido socialista y el sindicato. Es la primera manifestación de la búsqueda por Gramsci de organismos políticos (socialistas) de masas.

1918. Una carta de AG prueba que no había renunciado aún a doctorarse (con una tesis sobre historia del lenguaje). Estudia a Lenin. Art. “Nuestro Marx”. El nombre de Gramsci aparece frecuentemente en los informes de la Policía. Artículos: “Cultura y lucha de clases”, “Utopía”. Congreso de Roma del PSI: el partido tiene 2.000 afiliados. Art.. “La obra de Lenin”. Final de IGP para ser sustituido por una edición piamontesa de Avanti . AG redactor. En pocos meses pasa de 16.000 a 50.000 ejemplares. Desde el 5.XII G. trabaja exclusivamente para el periódico. Aparece el primer número del periódico de Bordiga, Il Soviet.

1919. Fundación del PPI (Partito Popolare italiano). Probable enfermedad de AG. Asesinato de Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht en Berlín bajo gobierno socialdemócrata. Fundación de la Tercera Internacional. La dirección del PSI decide por diez votos contra tres la adhesión a la IC. Fundación del Movimiento fascista italiano. Proclamación de la República socialista bávara. Destrucción de la redacción milanesa de A. por una banda fascista. Propaganda de AG entre los soldados sardos de la brigada “Sassari”, llevados a Turín para reprimir el movimiento obrero. Primer número del seminario L.O.N. [L´Ordine Nuovo]. Artículos. “Leninismo y marxismo en Rodolfo Mondofo”; “Democracia obrera” en colaboración con Togliatti, “El giro de L´Ordine Nuovo” (Spriano). Primera aparición de los consejos de fábrica. La sección torinesa del PSI organiza un Comité de Estudios para los consejos de fábrica, dirigido por Togliatti.

1920. AG publica en L.O.N., “El programa de acción de la sección socialista torinesa”. AG y Palmiro Togliatti, reelegidos para la Comisión ejecutiva de la sección torinesa del PSI. Art. “El instrumento de trabajo”. Asamblea de la Asociación Joven Cerdeña, que documenta el final del sardismo juvenil de AG. Primeras ocupaciones de fábricas en Turín: la policía desaloja a los obreros. AG publica su Discurso a los anarquistas . Reaparece L.O.N. (suspendido durante la huelga) con el artículo de AG “Por una renovación del Partido Socialista”: fue la moción presentada al Consejo Nacional del PSI en Milán el 18-22.IV y es el texto aprobado por Lenin en el punto 17 de las tesis del II Congreso de la I.C. AG asiste a la conferencia de los “abstencionistas” (bordiguianos), en Florencia, y rechaza el abstencionismo electoral por políticamente insuficiente. Art. “El consejo de fábrica”. Art. “Los grupos comunistas”. AG adopta una posición política intermedia entre la corriente de LON y la extremista de Bordiga (abstencionismo electoral). “El programa de l´Ordine Nuovo”. AG da cuenta en LON del acuerdo de Lenin y el II Congreso de la IC con las tesis de LON sobre Italia. Art. “El Partido Comunista” en el que AG indica su perspectiva negativa sobre la huelga, por la falta de un partido Comunista. Aparece en LON el manifiesto-programa comunista para el inminente Congreso del PSI en Florencia (luego celebrado en Livorno). Firman: Bombacci, Bordiga, Fortichiari, Gramsci, Misiano, Polano, Repossi y Terracini. La fracción comunista se reúne en Imola para preparar su actuación en el Congreso del PSI. Se elige como Comité Central al grupo de los firmantes del manifiesto.

1921. Primer número de L.O.N. diario, con el lema “Decir la verdad es revolucionario”. Director: AG. XVII Congreso Nacional del PSI en Livorno (Congreso de la escisión). Proclamación de los votos el día 21: 14.695 votos reformistas; 93.038 “comunistas unitarios” (Serrati); 58.783 votos “comunistas puros” (Bordiga y L.O.N.). Constitución y Primer Congreso del P.C.d´I. en el teatro San Marco, de Livorno AG miembro del Comité Central. LON se convierte en órgano del PCI bajo la dirección de AG. Giolitti disuelve la Cámara de los Diputados y convoca elecciones para el 15 de mayo. Toda la derecha, menos el PPI, se presenta a ellas con Mussolini en un “bloque del orden”. Huelga de solidaridad en Turín, terminada con lock-out y ocupación de las fábricas Fiat por la tropa. AG publica el artículo “Hombres de carne y hueso”. Se malogra un intento de negociación de AG con D´Annunzio. Caída del gobierno Giolitti, gobierno Bonomi. Bajo su dirección los sindicatos (C.G.L.), el PSI y Mussolini negocian un “pacto de pacificación”, definido por Bonomi: “Intentemos aislar a los comunistas y luego todos juntos los presionaremos”. III Congreso de la IC. Política de alianza con la socialdemocracia ante la “estabilización relativa” del capitalismo. La delegación italiana (Bordiga, Terracini) y la izquierda alemana y húngara se oponen. LON publica en primera página una entrevista con Arrigo Benedetti, jefe de los Arditi del Popolo. LON publica el elogioso artículo de AG “Los Arditi del Popolo”. Cain Haim (“Chiarini”), cuya representatividad era dudosa, propone a Gramsci, en nombre de la IC, que suplante a Bordiga en la dirección del PCI. El CE de la IC intenta modificar la orientación izquierdista del PCI. AG considera la propuesta irrealizable. La IC publica las 24 tesis sobre el “Frente Único Obrero”. LON las reproduce el 31 de diciembre. El PCI tiene 42.956 militantes.

1922. II Congreso del P.C. d´I. (“Congreso de Roma”). 31.089 votos a favor de las izquierdistas “tesis de Roma”; 4.151 en contra. AG presenta, con Angelo Tasca, el informe sobre sindicatos. El Congreso rechaza la política de frente único, también político, de la IC. AG, poco activo en el Congreso, queda encargado de representar al P.C. d´I. en el C.E. de la I.C. AG sale para Moscú con los delegados italianos a la segunda conferencia del CE ampliado de la IC: Gennari, Bordiga, Graziadei y Ambrogi. AG pasa a formar parte del CE. AG en el sanatorio de Serebriani bor (Sb). Conoce en el sanatorio a Julia Schucht, que ha acudido a visitar a su hermana Eugenia, internada en Sb. Nota sobre el futurismo, para Trotski. IV Congreso de la IC: política de fusión de todos los partidos obreros no socialdemócratas (para Italia, fusión del PCI con los socialistas de la III Internacional, dirigidos por Serrati). El Congreso ve la primera manifestación clara de ruptura política entre Gramsci y Bordiga, al intentar responder a la carta crítica dirigida a los italianos por Lenin, Zinoviev, Trotski, Radek y Bujarin el 24.XI: Bordiga propone retirarse, Gramsci propone intervenir en las gestiones de fusión para poner condiciones. Agresión fascista a Gennaro Gramsci en Turín (confundiéndole con AG que está en Moscú). Crisis del movimiento obrero italiano.

1923. Detención de Bordiga en Italia. Orden de detención contra AG. Terracini reorganiza el PCI. Confusión política en el PCI: Bordiga,. en la cárcel, escribe un manifiesto contra la política del frente único de la IC; AG, por su parte, esboza su aplicación de la política de la IC, en pugna a la vez con la derecha (Tasca) y con la izquierda (Bordiga). El resto del grupo de LON (Togliatti, Terracini, Scoccimarro) vacila. Terracini va a Moscú a sustituir a Gramsci en el CE de la IC. Togliatti asume la dirección en Italia. III Conferencia del CE ampliado de la IC. Se discute la “cuestión italiana”. Por acuerdo entre Gramsci y Zinoviev, la conferencia organiza un nuevo CE italiano. Gramsci mismo no queda incluido, sino que recibe el encargo de situarse en Viena por delegación de la IC para hacer coordinación entre partidos y atender a los exiliados. “El “acto de autoridad” (Gramsci) fue aconsejado por el propio Gramsci. AG sale de Moscú para Viena. Llegada a Viena. AG escribe una serie de artículos sobre política italiana en la Correspondance Internationale .

1924 . Gramsci se niega a firmar el manifiesto escrito por Bordiga contra la política de la I.C. Escribe a sus colegas de LON en ese sentido (carta a Scoccimarro). Carta de Gramsci, preocupado por el asunto Trotski. Carta a Togliatti y Terracini de Viena, proponiéndoles constituir un nuevo grupo dirigente del PCI frente al grupo extremista para restablecer la disciplina internacional del partido. Primer número de L´Unità , en Milán. Gramsci se instala en Roma. Se celebra en Como la Primera Conferencia Nacional del PCI, en preparación del III Congreso. AG critica la política extremista del antiguo ejecutivo y pasa a formar parte de nuevo. Nace en Moscú el primer hijo de Gramsci, Delio. El C.C. del P.C. d´I. se reúne en Roma y elige a Gramsci secretario general del partido. AG está de nuevo en Roma después de varios viajes para reorganizar el partido. AG acude Cerdeña para asistir al Congreso de la federación sarda del PCI. Visita a su familia. Vuelve a la península el 6.XI. Los diecinueve diputados comunistas vuelven al parlamento para utilizarlo como “caja de resonancia”.

1925. Gramsci conoce a su cuñada, Tatiana Schucht. Discurso de Gramsci ante el Parlamento contra el proyecto de ley sobre asociaciones secretas. AG interviene en numerosas reuniones y actividades preparatorias del III Congreso del PCI. En agosto tiene en Nápoles una larga discusión con Bordiga (Nápoles es el centro del extremismo), ante partidarios de éste, sin llegar a un acuerdo político. A fines de agosto y principios de septiembre A.G. compone con Togliatti (del cual parece ser la redacción) las tesis políticas para el III Congreso. Llegan a Roma Julia Schucht, su hermana Eugenia y el hijo de Julia Schucht y Gramsci, Delio. La Policía registra la habitación de A.G.

1926. III Congreso del P.C. d´I en Lyon. AG presenta el informe político. AG es secretario general y Togliatti representante del P.C. d´I en el C.E. de la I.C. (saldrá para Moscú en marzo). El Congreso representa el triunfo definitivo de la política de la I.C. en el P.C. d´I, el final de la “cuestión italiana” y la consolidación del grupo dirigente histórico del. P.C.I. Julia Schucht deja Italia. A.G. pasa unos días con su hijo Delio en Trafòi (Bolzano) antes de que éste emprenda viaje para la U.R.S.S. Nace en la URSS el segundo hijo de A.G. y Julia Schucht, Giuliano. A. G. escribe La cuestión meridional. La dirección del P.C. d´I organiza la salida clandestina de Gramsci al extranjero. Fracasan dos intentos. Gramsci es detenido a las 22,30 horas (8-XI). Ingresa en la cárcel romana de Regina Coeli en régimen de incomunicación. Se aplica a AG una condena gubernativa de cinco años de destierro en residencia fija. AG llega a Ustica. Vive con Bordiga y cuatro desterrados más. Organizan una escuela.

1927. El Tribunal Militar dicta mandato de detención contra AG. Ingreso de AG en la cárcel de San Vittore, de Milán. AG sufre insomnio; no duerme más de tres horas diarias. AG recibe visitas de su hermano Mario y de Piero Sraffa. AG pide libros de temas sardo y el Breviario di neolinguistica de Bertoni y Bartoli.

1928. Las autoridades rechazan una solicitud de autorización para escribir, presentada por AG. Auto de procesamiento contra AG. AG ingresa en la cárcel de Regina Coeli, de Roma, en la misma celda que los coimputados Terracini y Scoccimarro. Vista de la causa contra la dirección comunista ante el tribunal especial. Veintidós acusados (...). Gramsci y Scoccimarro: veinte años, cuatro meses, cinco días. Informe médico oficial sobre AG al Ministerio de Justicia: “Periodontitis expulsiva debida a trastornos urémicos y a un ligero agotamiento nervioso”. Salida de AG para la cárcel de Turi (Bari). Llegada Turi en estado grave. Registro con el número 7.047. Trato amenazador del médico de la cárcel, Cisternino. AG, en celda individual. AG sufre un taque de uremia que le impedirá andar durante tres meses. Tatiana Schucht acude a Turi.

1929. AG consigue autorización para escribir en la celda. Segundo plan de estudios de Gramsci. AG sistematiza y resume el plan de estudios del 9-II. La salud de AG empeora. Incapacidad de ingerir, dolores de cabeza y de riñón. Visita de su hermano Carlo Gramsci.

1930. Visita comprobada de Gennaro Gramsci a Antonio. Nueva visita de Tatiana Schucht. AG se beneficia de un indulto de un año, cuatro meses y cinco días. AG tiene noticia de que Julia Schucht está internada en un sanatorio. Primer vómito de sangre de A.G. AG empeora y es ya incapaz de masticar. Intensa crisis física y nerviosa de AG. Los presos comunistas de Turi proyectan un curso a la hora del paseo. Se suspende por roces entre Gramsci y otros.

1931. Visita de Carlo Gramsci. IV Congreso del P.C. d´I, celebrado entre Colonia y Düsseldorf. Se mandan noticias a AG escritas en tinta simpática, en una revista inglesa. Según testimonios de un posterior expulsado del P.C. d´I., Gramsci no se muestra de acuerdo. La información es probablemente verdadera, porque por otros indicios se ve a Gramsci elaborando ya una política de amplias alianzas con el objetivo primero democrático de la “Asamblea Constituyente”. AG recibe obras de Marx en la ed. Costes y artículos del Economist sobre el Primer Plan quinquenal soviético. En carta a Tatiana Schucht: “Como dicen en Cerdeña, doy vueltas por la celda como una mosca que no sabe dónde caerse muerta”. A la una hora (3.VIII), vómito de sangre. Carlo Gramsci y Piero Sraffa acuden a Turi, pero el último no consigue autorización para ver a AG. Dirige una carta a Mussolini reclamando se fijen las lecturas autorizadas. Carta a Tatiana Schucht pidiendo cuadernos pequeños. AG acusa recibo de los cuadernos pequeños.

1932. AG dice a Tatiana Schucht que está escribiendo unas notas sobre los intelectuales italianos. Visita de Carlo Gramsci. Perspectivas de un intercambio de A.G. por clérigos que se encuentran en la U.R.S.S. AG sufre dolores en el pecho. En carta a Tatiana Schucht: “El conjunto de la existencia se hace insoportable”. Tatiana presenta una instancia de revisión médica en favor de AG. La celebración de los diez años de fascismo reduce la pena de AG a doce años, cuatro meses. Eso permite a Piero Sraffa pedir la libertad condicional para Gramsci. Pero el régimen exige una petición de gracia. Gramsci se niega y el régimen le impone incomunicación (que los demás presos consiguen burlar, manteniendo el contacto con él). Muerte de la madre de AG (éste la ignoró hasta su muerte).

1933. AG sin dientes, padece insomnios, trastornos digestivos, tuberculosis pulmonar, arteriosclerosis, mal de Pott y abscesos. La dirección de la cárcel revoca la autorización para escribir. El camarada de Gramsci, Gustavo Trombetti, se instala en su celda para velarle. Visita del doctor Umberto Arcangeli, enviado por Tatiana Schucht una vez conseguida la autorización. Arcangeli establece el diagnóstico verdadero. Tatiana solicita el traslado de AG a una clínica. El gobierno admite la instancia de traslado a la clínica. Al mismo tiempo el Tribunal especial rechaza el recurso sobre libertad condicional. Traslado de AG a la clínica del doctor Cusumano, en Formia.

1934. El profesor Puccinelli, de Roma, visita AG. En el extranjero arrecia la campaña por la libertad de AG. Romain Rolland publica su folleto. Pacto de unidad de acción entre el PCI y el PSI. AG consigue la libertad provisional sin cambio en su situación material (Decreto del 25-X).

1935. Nueva crisis de la salud de Gramsci. Traslado de Gramsci a la clínica Quisisana de Roma. El 24/25 llega Tatiana Schucht, Carlo Gramsci y Piero Sraffa. Presunta, pero hoy discutida, interrupción definitiva de los Cuadernos de Gramsci.

El PCI presenta el programa de la Asamblea Constituyente.

1937 21.IV: Gramsci cumple condena.

25.IV: Gramsci sufre una hemorragia cerebral.

27.IV: Dieciséis horas: muerte de Antonio Gramsci.

viernes, 28 de abril de 2017

_--Aniversario de la muerte de Gramsci

_--El intelectual marxista es un clásico porque sus aportaciones fueron cruciales para el progreso del conocimiento, pero los intentos de apropiarse de sus ideas y de extraer de su obra lo que en ella no hay han contaminado su dimensión real

Antonio Gramsci,  uno de los fundadores del partido comunista italiano,  murió en las cárceles fascistas a los cuarenta y seis años.


El 27 de abril de 1937 moría Antonio Gramsci. Las privaciones sufridas durante los 10 años de cárcel acabaron con la frágil salud del preso político más temido por Mussolini. Se convirtió en el símbolo de la lucha antifascista en Italia. Era “el Gramsci de todos”. El Partido Comunista Italiano se consideraba el depositario principal del legado de uno de sus fundadores. Otras izquierdas evocaban al Gramsci impulsor del movimiento de los “consejos de fábrica” con la intención de resaltar su flanco más radical o bien el más democrático. Liberales italianos de la talla de Piero Gobetti consideraban a Gramsci un renovador progresista de la tradición inaugurada en el Risorgimento. Este gran intelectual admiraba en aquel joven periodista “el fervor moral, escepticismo e insaciable necesidad de ser sincero”. Y Benedetto Croce comentaba tras la muerte de aquel: “Como hombre de pensamiento era uno de los nuestros, de aquellos que en los primeros decenios del siglo en Italia se esforzaron en formarse una mente filosófica e histórica adecuada a los problemas del presente”.

¿Por qué Gramsci llegó a convertirse en el intelectual y político marxista más admirado de la segunda mitad del siglo XX? El interés lo despierta, en primer lugar, su personalidad, su carácter y las circunstancias que lo modelan; también, su sensibilidad e inteligencia; la enorme fortaleza mostrada desde pequeño ante su imperfección física (“ese sardo jorobado”, como lo llamaba Mussolini,) y ante la adversidad en general; en resumen, su humanidad. Todo ello se transparenta en su escritura y estilo intelectual. Buena parte de los escritos anteriores a la prisión son artículos en prensa; los Cuadernos de la cárcel son borradores con la intención de volver una y otra vez sobre los grandes asuntos. En las Cartas se sigue el rastro de sus avatares: aislamiento en la prisión, desafecto de los compañeros más próximos de partido, agravamiento de la enfermedad y la crisis emocional que le produce la relación con las personas más queridas.

La trayectoria intelectual y política de Gramsci refleja aquel momento de entreguerras: el auge de los extremismos; una mayor fusión entre las masas y la política, intelectuales y vida pública. En este marco acomete un análisis propio, agudo, de la sociedad y el Estado en Occidente. Ha comprendido como pocos el calado del fascismo y la derrota de la revolución en Europa. En los últimos años da muestras de una conciencia escindida y un fundado temor por el futuro del proyecto político al que se mantuvo fiel hasta el final. Su reflexión se desarrolla en condiciones muy precarias. No solo avanza su enfermedad; también, su escepticismo y pesimismo. En el pensamiento de Gramsci asoman de manera intermitente tensiones entre libertarismo y estrategia leninista, aprecio a sus maestros liberales y lealtad al socialismo marxista; entre inspiración originaria de la Ilustración y el sesgo autoritario del movimiento comunista internacional. Su obra representa el último intento de recomposición del marxismo como pensamiento práctico; un intento original, penetrante, ambiguo y, a la postre, no consumado.

Tras su muerte se multiplica el conocimiento de su honestidad intelectual, lucidez e integridad moral. Sin embargo, tanta admiración iba a convertirse en un obstáculo para descubrir al “Gramsci de Gramsci”. Lamentablemente, este ha sido más interpretado que leído con respeto. Y entre tantas lecturas, su dimensión real queda contaminada: ha primado el intento de explotar la autoridad moral de su vida, apropiarse de sus ideas y extraer de su obra lo que en ella no hay. No pocas veces se retuerce el sentido de sus afirmaciones; o se instrumentan categorías centrales del código gramsciano. El desafío es cómo rescatar a Gramsci de hagiógrafos y comentaristas dispuestos a utilizar su figura para un roto o un descosido.

Gramsci ha vuelto a la actualidad política española. Más pretextos que buenas razones explican ese retorno. A mitad de los años ochenta del siglo pasado, el filósofo argentino Ernesto Laclau, junto a la politóloga Chantal Mouffe, compusieron una versión “posmoderna” de las categorías de Gramsci. Les sirvió más tarde para remozar el populismo peronista y dar una apariencia teórica al tosco “socialismo bolivariano”. Esa versión la importó Podemos de la mano de Íñigo Errejón, quien no solo consiguió hacer inteligible esa chocante versión, sino convertirla en soporte doctrinal de su formación política y uno de sus recursos de seducción. Una vez más la ingente personalidad de Gramsci estimula una enésima resurrección del interés por el político italiano al precio de hacer decir a Gramsci lo que no dice y aparecer como lo que no es.

Se trata de una operación interpretativa tan alambicada como carente de anclaje historiográfico y que he analizado detenidamente en Revista de libros (diciembre de 2016). Este sofisticado ejercicio discursivo sobre los conceptos de Gramsci tiene tales efectos polisémicos que termina “deconstruyendo” la figura histórica de aquel. Resuelve de modo extemporáneo y ajeno a su forma de pensar dilemas tan dramáticamente experimentados por él como los siguientes: entre autonomía moral de las personas y autogobierno colectivo, hegemonía y democracia, teoría y praxis, razones y emociones. Interpretar a Gramsci desde un prejuicio posmoderno, posfactual y con intención populista supone desconsiderar los supuestos ilustrados de la propuesta gramsciana de aggiornamento del marxismo y distorsiona el alcance de sus categorías provocando un maltrato de sus ideas hasta hacerlas irreconocibles. Al proceder al vaciado del Gramsci histórico se obvia cualquier constricción proveniente de sus escritos, intención y contexto. Según el universo conceptual de estos intérpretes, Gramsci opera como uno de sus múltiples “significantes”, lo que permite instrumentalizarlo discursiva, emocional y simbólicamente. Se pierde el sentido genuino de su figura y obra, se diluye el valor y el alcance de sus propias contradicciones; también, su autenticidad.

Tomarse a Gramsci en serio es no obviar su condición radical de “pasado ausente”. Respetando su historicidad podremos rastrear con cierta corrección epistémica e integridad intelectual al Gramsci real. De esta manera, se desvanece también la ingenua pretensión de hallar en él un menú de recetas para tratar un presente cuyos rasgos básicos se obvian. A los textos de Gramsci podría aplicarse aquello de que “con fecha se entienden todos; sin fecha, ninguno”. En fin, tratemos a Gramsci como un clásico. Lo es no porque aborde los asuntos de siempre, sino por la forma en que lo hace; no porque consideremos perennes sus aportaciones sino porque fueron cruciales para el progreso del conocimiento. Un clásico es aquel cuyo proyecto ya no cabe aplicar pero de cuyo bagaje no podemos prescindir.

Ramón Vargas-Machuca Ortega es catedrático de Filosofía Política y autor de El poder moral de la razón. La filosofía de Gramsci (Tecnos, 1982).

http://elpais.com/elpais/2017/04/26/opinion/1493216043_062565.html

La cultura según Gramsci
¿Una broma de mal gusto?
Gramsci abrazó la fe antes de morir (? una infamia más)


Nuestro Gramsci, M. Monereo