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El endeudamiento de las administraciones públicas aumenta en 43.350 en el último año, hasta los 1,095 millones de euros, según los datos del Banco de España.
La deuda del conjunto de las administraciones públicas batió récords en el primer trimestre, hasta los 1,095 billones de euros, y escaló hasta el 100,5% del PIB, lo supone una subida de más de un punto porcentual respecto al 99,2% con el que cerró 2015, según los datos del Banco de España, que ponen de manifiesto que el endeudamiento público sigue creciendo.
La deuda del conjunto de las administraciones públicas ha crecido en 43.350 en el último año (un 4,1% más) mientras que desde el cierre de 2015 ha crecido en 22.969 millones (un 2,14%).
Las emisión de deuda de las administraciones públicas para cubrir los desequilibrios presupuestarios durante la crisis han sido el principal factor del gran incremento del endeudamiento en España, que en 2007 suponía un 35,5% del PIB.
Es la segunda vez que la deuda pública sobrepasa el 100% del PIB desde que existen registros del Banco de España (1995), ya que hace un año, en el primer trimestre de 2015, fue del 100,2% del conjunto de bienes y servicios del país (cuyo volumen era menor que ahora) según los datos revisados por la entidad supervisora el pasado 31 de marzo. Según un estudio histórico del Fondo Monetario Internacional (FMI), la deuda pública española superó o rozó el 100% del PIB entre los años 1900 y 1909, tuvo su nivel máximo (149% del PIB) en 1881, año en el que se empezó a contabilizar, y su mínimo en 1975 (7,3% del PIB).
El Gobierno en funciones mantiene que la deuda pública cerrará el año en el 99,1% del PIB, tal y como se refleja en el programa de estabilidad remitido a Bruselas, y cree que el repunte de marzo, según aseguró cuando se conoció el dato mensual el pasado 18 de mayo, se debe al volumen de deuda en circulación a principios de año.
Reparto pro administraciones Del total del endeudamiento público, la mayor parte (962.147 millones de euros) se corresponde con el de la Administración Central del Estado, mientras que las comunidades autónomas registraron una deuda de 264.174 millones de euros. Por su parte, la deuda de los ayuntamientos se situó en 35.083 millones en el primer trimestre y la de la Seguridad Social, 17.188 millones de euros.
Dentro de las comunidades autónomas, Catalunya (72.278 millones de euros), Comunidad Valenciana (41.953 millones), Andalucía (31.484 millones) y Madrid (28.380 millones) siguen concentrando dos tercios de toda la deuda en el primer trimestre. En todos estos casos la deuda creció respecto al trimestre anterior, salvo la de la Comunidad Valenciana, que se mantuvo exactamente igual.
En porcentaje del PIB, la Comunidad Valenciana, con un endeudamiento que supone ya el 41%, sigue encabezando a las regiones más endeudadas en relación a su riqueza, seguida de Castilla-La Mancha, con el 35,4%, y Catalunya, con el 35,1%. En cambio, la Comunidad de Madrid (13,8% del PIB), País Vasco (15,1%) y Canarias (15,6%) son las que menor deuda tienen respecto al PIB.
En cuanto a los ayuntamientos, entre los que cuentan con más de medio millón de habitantes, Madrid, con una deuda de 4.729 millones de euros, sigue en cabeza de las corporaciones locales más endeudadas, cifra que contrasta con el endeudamiento del ayuntamiento de Barcelona, situado en 727 millones en el primer trimestre. Ambas corporaciones locales han reducido su endeudamiento respecto al trimestre anterior, con un descenso del 0,8% en el caso de Madrid, y una caída del 13% en Barcelona.
Madrid, 1.000 millones de euros menos de deuda
El equipo de Ahora Madrid logra reducir el endeudamiento de la capital en más de 1.000 millones de euros en sus nueve primeros meses de gestión. La ciudad debía 4.729 millones de euros en el primer trimestre.
La deuda del Ayuntamiento de Madrid se situó en 4.729 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que supone un descenso del 19,7% con respecto al mismo periodo del año pasado (cuando el endeudamiento era de 5.892 millones), según los datos difundidos este miércoles por el Banco de España.
Con estos datos, el Consistorio ha logrado reducir su deuda en más de 1.000 millones en esos 12 meses, que coinciden con la primera etapa del mandato de Ahora Madrid y Manuela Carmena al frente del gobierno local tras las elecciones de mayo de 2015.
Con respecto al último trimestre de 2015, el endeudamiento se reduce también levemente, con 38 millones menos frente al cierre del año pasado.
En conjunto, las corporaciones locales tienen una deuda de 35.083 millones en el primer trimestre, equivalente al 3,2% del PIB. En un año, los municipios han recortado su endeudamiento un 8,3%.
Pese al fuerte descenso, el Ayuntamiento de Madrid continúa como la corporación con más volumen de endeudamiento en términos cuantitativos en el primer trimestre, por encima de la de Zaragoza, de 1.093 millones (un 29,35 % más), y de Barcelona, que se sitúa en 727 millones (un 16,53% menos).
Por su parte, la deuda de la Comunidad de Madrid se situó en 28.380 millones en el primer trimestre del año (el 13,8% de su PIB), la cifra más alta de la serie histórica desde el año 2000 y que supone un crecimiento del 7,4% con respecto al mismo periodo del año pasado (26.413 millones).
En total, el endeudamiento de las autonomías a finales de marzo suma 264.174 millones (el 24,3% del PIB), tras un crecimiento del 9,91% en el último año. La deuda de la Administración central es de 810.066 millones (el 74,4% del PIB, con un aumento interanual del 1,61%).
Fuente: http://www.publico.es/economia/deuda-publica-escala-al-100.html /
http://www.publico.es/espana/carmena-reduce-deuda-madrid.html
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domingo, 10 de julio de 2016
sábado, 18 de julio de 2015
Desafíos para el nuevo municipalismo
La Ley 27/ 2013 de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local va en la dirección de vaciar competencialmente a las entidades locales.
El municipalismo como forma de gobierno ligada a la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos hunde sus raíces en la España del siglo XIX. En un trabajo de 2014 del Observatorio Metropolitano titulado La apuesta municipalista, se repasan los antecedentes de esta idea de gestión municipal vinculada a la democracia directa, y a tradiciones políticas como el federalismo democrático de corte republicano o el anarquismo (con la aportación de intelectuales como Pi i Margall o Fernando Garrido). La apuesta municipalista (por retomar la expresión del Observatorio) que han encarnado las nuevas candidaturas de unidad popular entronca en gran medida con esta corriente subterránea.
Recientemente, el profesor Juan Torres López señalaba que una de las rémoras más grandes de la “izquierda radical” a la hora de lograr confianza y apoyo social es "su falta de experiencia en la gestión de los asuntos ordinarios de la gente normal y corriente". Esta afirmación, más allá de que se esté de acuerdo o no con ella, viene a llamar la atención sobre un hecho relevante: la necesidad de repensar las instituciones y la gestión cotidiana de los ayuntamientos desde los nuevos gobiernos locales.
Con este objetivo, la Universidad de Valencia acaba de publicar una interesante obra colectiva destinada a repensar el gobierno municipal para los nuevos tiempos, dotando a los nuevos actores institucionales de herramientas para el diseño e implementación de las políticas públicas. La obra se titula Democracia desde abajo. Nueva agenda para el gobierno local, y está dirigida por Joan Romero y Andrés Boix. El libro está concebido como una hoja de ruta para los ayuntamientos surgidos en el País Valenciano tras las elecciones del 24 de mayo (aunque propone reflexiones útiles para el conjunto de España), y aborda tanto cuestiones de carácter general como políticas sectoriales en materias como el territorio, servicios sociales, cultura o medio ambiente. Como señala Romero, la agenda neoliberal para las ciudades y los municipios se impone a partir de la segunda mitad de los años 90, desempeñando las administraciones locales un papel fundamental. Esta agenda, orientada hacia una apuesta decidida por la producción inmobiliaria como motor de la actividad económica, se vio favorecida por un contexto internacional de abundante liquidez, y por unas instituciones que actuaron como vectores de mercantilización del territorio.
Sin embargo, dicha agenda se ha venido abajo estrepitosamente con la crisis de 2008, transformando la política municipal. Los más de 8.000 ayuntamientos se enfrentan a una difícil situación, siendo las instituciones que más han sufrido la crisis económica. Según datos del Ministerio de Hacienda, en el periodo comprendido entre 2010 y 2012 las entidades locales redujeron en más de un 63% su inversión total. Asimismo, en el periodo 2009- 2012, redujeron su gasto en más de 13.000 millones de euros. Este hecho se traduce irremediablemente en más desempleo y más pobreza producto del austericidio que vivimos desde el inicio de la crisis financiera global.
Una de las consecuencias más conocidas de estas políticas de austeridad es la voluntad recentralizadora de los estados de la periferia europea, en el marco de las políticas impuestas por Berlín y Bruselas. En el caso de España, este proceso se ha concretado en la Ley 27/ 2013 de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL), que coloca el déficit cero como elemento rector de la política local. Tristemente, la nueva norma va más allá, pues arrebata a los ayuntamientos algunos servicios sociales en favor de las comunidades autónomas. En definitiva, como señala Boix, dicha ley va en la dirección de vaciar competencialmente a las entidades locales.
Frente a este proyecto recentralizador, los nuevos gobiernos de transformación que se han instalado en los ayuntamientos se encuentran ante una tensión evidente: por una parte, las expectativas generadas y la situación de emergencia de muchas familias pueden sobrecargarlos de demandas. Por otra, la voluntad recentralizadora y las trabas del Gobierno central pueden sustraerles los instrumentos necesarios para satisfacer dichas demandas. Frente a la mayor demanda de participación de la sociedad española, el gobierno central vacía competencialmente las instituciones que pueden satisfacerla. Se trata de una tensión que solo podrá resolverse en la gestión cotidiana, y de la que dependerá en gran medida el arraigo que alcancen los nuevos gobiernos en la sociedad española.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/27328-desafios-para-nuevo-municipalismo.html
Edgar Bellver Franco y Joan O. Monzonís. Diagonal
El municipalismo como forma de gobierno ligada a la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos hunde sus raíces en la España del siglo XIX. En un trabajo de 2014 del Observatorio Metropolitano titulado La apuesta municipalista, se repasan los antecedentes de esta idea de gestión municipal vinculada a la democracia directa, y a tradiciones políticas como el federalismo democrático de corte republicano o el anarquismo (con la aportación de intelectuales como Pi i Margall o Fernando Garrido). La apuesta municipalista (por retomar la expresión del Observatorio) que han encarnado las nuevas candidaturas de unidad popular entronca en gran medida con esta corriente subterránea.
Recientemente, el profesor Juan Torres López señalaba que una de las rémoras más grandes de la “izquierda radical” a la hora de lograr confianza y apoyo social es "su falta de experiencia en la gestión de los asuntos ordinarios de la gente normal y corriente". Esta afirmación, más allá de que se esté de acuerdo o no con ella, viene a llamar la atención sobre un hecho relevante: la necesidad de repensar las instituciones y la gestión cotidiana de los ayuntamientos desde los nuevos gobiernos locales.
Con este objetivo, la Universidad de Valencia acaba de publicar una interesante obra colectiva destinada a repensar el gobierno municipal para los nuevos tiempos, dotando a los nuevos actores institucionales de herramientas para el diseño e implementación de las políticas públicas. La obra se titula Democracia desde abajo. Nueva agenda para el gobierno local, y está dirigida por Joan Romero y Andrés Boix. El libro está concebido como una hoja de ruta para los ayuntamientos surgidos en el País Valenciano tras las elecciones del 24 de mayo (aunque propone reflexiones útiles para el conjunto de España), y aborda tanto cuestiones de carácter general como políticas sectoriales en materias como el territorio, servicios sociales, cultura o medio ambiente. Como señala Romero, la agenda neoliberal para las ciudades y los municipios se impone a partir de la segunda mitad de los años 90, desempeñando las administraciones locales un papel fundamental. Esta agenda, orientada hacia una apuesta decidida por la producción inmobiliaria como motor de la actividad económica, se vio favorecida por un contexto internacional de abundante liquidez, y por unas instituciones que actuaron como vectores de mercantilización del territorio.
Sin embargo, dicha agenda se ha venido abajo estrepitosamente con la crisis de 2008, transformando la política municipal. Los más de 8.000 ayuntamientos se enfrentan a una difícil situación, siendo las instituciones que más han sufrido la crisis económica. Según datos del Ministerio de Hacienda, en el periodo comprendido entre 2010 y 2012 las entidades locales redujeron en más de un 63% su inversión total. Asimismo, en el periodo 2009- 2012, redujeron su gasto en más de 13.000 millones de euros. Este hecho se traduce irremediablemente en más desempleo y más pobreza producto del austericidio que vivimos desde el inicio de la crisis financiera global.
Una de las consecuencias más conocidas de estas políticas de austeridad es la voluntad recentralizadora de los estados de la periferia europea, en el marco de las políticas impuestas por Berlín y Bruselas. En el caso de España, este proceso se ha concretado en la Ley 27/ 2013 de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL), que coloca el déficit cero como elemento rector de la política local. Tristemente, la nueva norma va más allá, pues arrebata a los ayuntamientos algunos servicios sociales en favor de las comunidades autónomas. En definitiva, como señala Boix, dicha ley va en la dirección de vaciar competencialmente a las entidades locales.
Frente a este proyecto recentralizador, los nuevos gobiernos de transformación que se han instalado en los ayuntamientos se encuentran ante una tensión evidente: por una parte, las expectativas generadas y la situación de emergencia de muchas familias pueden sobrecargarlos de demandas. Por otra, la voluntad recentralizadora y las trabas del Gobierno central pueden sustraerles los instrumentos necesarios para satisfacer dichas demandas. Frente a la mayor demanda de participación de la sociedad española, el gobierno central vacía competencialmente las instituciones que pueden satisfacerla. Se trata de una tensión que solo podrá resolverse en la gestión cotidiana, y de la que dependerá en gran medida el arraigo que alcancen los nuevos gobiernos en la sociedad española.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/27328-desafios-para-nuevo-municipalismo.html
Edgar Bellver Franco y Joan O. Monzonís. Diagonal
sábado, 13 de junio de 2015
La izquierda española recupera poder en los ayuntamientos. Carmena, elegida nueva alcaldesa de Madrid. Colau, nueva alcandesa de Barcelona
El PSOE y las candidaturas ligadas a Podemos pactan alianzas. Los socialistas gobernarán en 16 capitales, el PP en 17, la izquierda en 6.
La izquierda ha consumado sin apenas sobresaltos el histórico vuelco en el poder municipal como consecuencia de las elecciones del pasado 24 de mayo. El nuevo ciclo político arranca en 8.122 ayuntamientos en toda España, sin incidentes y con el resultado de mayoría de capitales de provincia gobernadas por partidos de la izquierda.
En todas las capitales en las que era posible un acuerdo entre el PSOE y las candidaturas de movimientos ciudadanos vinculados a Podemos se ha cumplido el pacto para elegir alcaldes de la izquierda. “El PSOE nos ha apoyado y en el futuro podremos seguir colaborando”, resumió Pablo Iglesias, líder de Podemos.
En Oviedo estuvo a punto de romperse el pacto por falta de acuerdo previo en Gijón pero, finalmente, la candidatura de Podemos apoyó al socialista Wenceslao López. Si hubo excepción en los acuerdos de la izquierda en Cuenca donde el PP se hizo con la alcaldía por la falta de acuerdo entre PSOE e Izquierda Unida.
Y en todas las capitales en las que Ciudadanos podía decidir el color del gobierno municipal lo ha hecho a favor del PP y para amortiguar la enorme pérdida de poder de los populares. Uno de los pocos sobresaltos, precisamente, se produjo en Almería donde estaba previsto hasta ayer que Ciudadanos apoyara al PSOE pero, finalmente, su abstención dio también este ayuntamiento al PP y Luis Rogelio Rodríguez-Comendador repetirá como alcalde, aunque sin mayoría absoluta.
Los nuevos ayuntamientos más llamativos son los de Madrid con Manuela Carmena y Ada Colau en Barcelona, simbolizando un cambio que en esos casos tienen como protagonistas a movimientos ciudadanos y candidaturas populares que han obtenido el apoyo del PSOE en la elección de los alcaldes. Las dos mujeres son el símbolo del cambio político que los nuevos partidos pretenden prolongar a las generales y que se inició hace poco más de un año con la irrupción de Podemos en la vida política española.
“Queremos gobernar escuchando, que nos llamen por el nombre de pila”, aseguró Carmena en presencia de dirigentes de Podemos como Pablo Iglesias e Iñigo Errejón y el líder de Equo Juan López de Uralde, formaciones que apoyaron su candidatura.
El PP, pensando en las elecciones generales, reaccionó a la histórica jornada lamentando que no se permita gobernar a la lista más votada, que es la suya en la inmensa mayoría de los casos, y acusando al PSOE de haberse radicalizado para pactar con la izquierda extrema para desalojar a los populares de las instituciones. Su objetivo es movilizar a los suyos con el rechazo al poder de la izquierda. Mariano Rajoy escribió un significativo tuit por la tarde: "Enhorabuena a los concejales del @PPopular. Mi apoyo a los que aun ganando no han podido ser alcaldes por pactos excéntricos y sectarios".
El PP tiene 19 alcaldes de capitales de provincia, frente a 43 que logró en las anteriores municipales. Desde ayer, los populares gobernarán en Málaga, Murcia, Ourense, León, Salamanca, Ávila, Palencia, Cáceres, Badajoz, Granada Jaén, Albacete, Almería, Cuenca, Teruel, Guadalajara, Logroño, Burgos y Santander. Ciudadanos ha mitigado la pérdida de poder del PP al ayudarle a gobernar en cinco: Guadalajara, Granada, Jaén, Almería y Burgos.
El PSOE pasa de gobernar en nueve capitales a gobernar en 17: Lugo, Valladolid, Segovia, Toledo, Ciudad Real, Córdoba, Sevilla, Huelva, Alicante, Castellón, Lleida, Huesca, Soria, Palma de Mallorca, Oviedo, Tarragona y Las Palmas. Todos ellos los gobierna con acuerdos a dos o tres con las candidaturas vinculadas a Podemos y con otros partidos de izquierda, salvo en Soria donde tiene mayoría absoluta. Solo en algún caso como Valladolid el nuevo alcalde socialista, Óscar Puente, lo hará en coalición con la candidatura ligada a Izquierda Unida. En el resto de casos serán gobiernos en minoría. En Palma de Mallorca el acuerdo con MÈS consiste en alternar dos años cada partido al frente del ayuntamiento, pero de momento ha tomado posesión el candidato socialista.
La novedad de la toma de posesión de nuevos alcaldes han sido las cinco capitales en las que hay alcaldes de candidaturas procedentes de movimientos ciudadanas y que han tenido el voto del PSOE en la investidura. Son Madrid con Manuela Carmena, Barcelona con Ada Colau, Zaragoza con Pedro Santisteve, A Coruña con Xulio Ferreiro y Cádiz con José María González.
Se suma también Valencia donde el alcalde elegido es Joan Ribó de Compromís, así mismo apoyado por los partidos de la izquierda. Otro caso singular es el de Zamora, donde gobernará Francisco Guarido de IU, tras años de hegemonía absoluta del PP.
El cambio pone fin al poder de alcaldes históricos del PP como Rita Barberá en Valencia, Javier León de la Riva en Valladolid y Teófila Martínez en Cádiz, entre otros. Y supone el paso a un incierto futuro de oposición municipal a candidatos notorios como Esperanza Aguirre en Madrid.
En las próximas semanas serán investidos los presidentes autonómicos en lo que también se percibirá un vuelco territorial y un retroceso del poder del PP.
Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2015/06/13/actualidad/1434184191_318317.html
La izquierda ha consumado sin apenas sobresaltos el histórico vuelco en el poder municipal como consecuencia de las elecciones del pasado 24 de mayo. El nuevo ciclo político arranca en 8.122 ayuntamientos en toda España, sin incidentes y con el resultado de mayoría de capitales de provincia gobernadas por partidos de la izquierda.
En todas las capitales en las que era posible un acuerdo entre el PSOE y las candidaturas de movimientos ciudadanos vinculados a Podemos se ha cumplido el pacto para elegir alcaldes de la izquierda. “El PSOE nos ha apoyado y en el futuro podremos seguir colaborando”, resumió Pablo Iglesias, líder de Podemos.
En Oviedo estuvo a punto de romperse el pacto por falta de acuerdo previo en Gijón pero, finalmente, la candidatura de Podemos apoyó al socialista Wenceslao López. Si hubo excepción en los acuerdos de la izquierda en Cuenca donde el PP se hizo con la alcaldía por la falta de acuerdo entre PSOE e Izquierda Unida.
Y en todas las capitales en las que Ciudadanos podía decidir el color del gobierno municipal lo ha hecho a favor del PP y para amortiguar la enorme pérdida de poder de los populares. Uno de los pocos sobresaltos, precisamente, se produjo en Almería donde estaba previsto hasta ayer que Ciudadanos apoyara al PSOE pero, finalmente, su abstención dio también este ayuntamiento al PP y Luis Rogelio Rodríguez-Comendador repetirá como alcalde, aunque sin mayoría absoluta.
Los nuevos ayuntamientos más llamativos son los de Madrid con Manuela Carmena y Ada Colau en Barcelona, simbolizando un cambio que en esos casos tienen como protagonistas a movimientos ciudadanos y candidaturas populares que han obtenido el apoyo del PSOE en la elección de los alcaldes. Las dos mujeres son el símbolo del cambio político que los nuevos partidos pretenden prolongar a las generales y que se inició hace poco más de un año con la irrupción de Podemos en la vida política española.
“Queremos gobernar escuchando, que nos llamen por el nombre de pila”, aseguró Carmena en presencia de dirigentes de Podemos como Pablo Iglesias e Iñigo Errejón y el líder de Equo Juan López de Uralde, formaciones que apoyaron su candidatura.
El PP, pensando en las elecciones generales, reaccionó a la histórica jornada lamentando que no se permita gobernar a la lista más votada, que es la suya en la inmensa mayoría de los casos, y acusando al PSOE de haberse radicalizado para pactar con la izquierda extrema para desalojar a los populares de las instituciones. Su objetivo es movilizar a los suyos con el rechazo al poder de la izquierda. Mariano Rajoy escribió un significativo tuit por la tarde: "Enhorabuena a los concejales del @PPopular. Mi apoyo a los que aun ganando no han podido ser alcaldes por pactos excéntricos y sectarios".
El PP tiene 19 alcaldes de capitales de provincia, frente a 43 que logró en las anteriores municipales. Desde ayer, los populares gobernarán en Málaga, Murcia, Ourense, León, Salamanca, Ávila, Palencia, Cáceres, Badajoz, Granada Jaén, Albacete, Almería, Cuenca, Teruel, Guadalajara, Logroño, Burgos y Santander. Ciudadanos ha mitigado la pérdida de poder del PP al ayudarle a gobernar en cinco: Guadalajara, Granada, Jaén, Almería y Burgos.
El PSOE pasa de gobernar en nueve capitales a gobernar en 17: Lugo, Valladolid, Segovia, Toledo, Ciudad Real, Córdoba, Sevilla, Huelva, Alicante, Castellón, Lleida, Huesca, Soria, Palma de Mallorca, Oviedo, Tarragona y Las Palmas. Todos ellos los gobierna con acuerdos a dos o tres con las candidaturas vinculadas a Podemos y con otros partidos de izquierda, salvo en Soria donde tiene mayoría absoluta. Solo en algún caso como Valladolid el nuevo alcalde socialista, Óscar Puente, lo hará en coalición con la candidatura ligada a Izquierda Unida. En el resto de casos serán gobiernos en minoría. En Palma de Mallorca el acuerdo con MÈS consiste en alternar dos años cada partido al frente del ayuntamiento, pero de momento ha tomado posesión el candidato socialista.
La novedad de la toma de posesión de nuevos alcaldes han sido las cinco capitales en las que hay alcaldes de candidaturas procedentes de movimientos ciudadanas y que han tenido el voto del PSOE en la investidura. Son Madrid con Manuela Carmena, Barcelona con Ada Colau, Zaragoza con Pedro Santisteve, A Coruña con Xulio Ferreiro y Cádiz con José María González.
Se suma también Valencia donde el alcalde elegido es Joan Ribó de Compromís, así mismo apoyado por los partidos de la izquierda. Otro caso singular es el de Zamora, donde gobernará Francisco Guarido de IU, tras años de hegemonía absoluta del PP.
El cambio pone fin al poder de alcaldes históricos del PP como Rita Barberá en Valencia, Javier León de la Riva en Valladolid y Teófila Martínez en Cádiz, entre otros. Y supone el paso a un incierto futuro de oposición municipal a candidatos notorios como Esperanza Aguirre en Madrid.
En las próximas semanas serán investidos los presidentes autonómicos en lo que también se percibirá un vuelco territorial y un retroceso del poder del PP.
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- Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid
- Colau tendrá mayoría absoluta con los votos de ERC, PSC y CUP
Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2015/06/13/actualidad/1434184191_318317.html
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