Mostrando entradas con la etiqueta batalla de Kursk. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta batalla de Kursk. Mostrar todas las entradas

sábado, 11 de mayo de 2024

II Guerra Mundial: la heroicidad del pueblo soviético

Fuentes: Rebelión
El 9 de mayo de 1945 soldados soviéticos izaban en el Reichstag alemán la bandera de la Unión Soviética como colofón a la derrota del fascismo hitleriano en Europa.




Desde el 22 de junio de 1941 la Alemania nazi lanzó la invasión contra la URSS y hasta el día final de la guerra murieron 27 millones de soviéticos, otros 20 millones resultaron heridos y dos millones desaparecidos.

Fueron enormes las pérdidas materiales; la destrucción total de 80 000 ciudades y poblados; cientos de miles de kilómetros de carreteras, vías férreas, puentes e instalaciones económicas.

Por esa épica resistencia dentro y más allá de sus territorios que duró casi cuatro años, el mundo reconoce que la hoy extinta Unión Soviética fue el principal actor que salvó a Europa y al mundo del fascismo alemán.

Cuando este 9 de mayo se realice otro desfile militar por la tradicional Plaza Roja de Moscú, los pueblos y países del planeta felicitarán al heroico pueblo soviético por haber librado a la Humanidad del monstruoso nazismo.

En los últimos años Estados Unidos, Reino Unido y otras naciones europeas han tratado de tergiversar esa historia al intentar darle el papel principal en esa conflagración a Occidente pero la historia no se puede negar con propaganda mal intencionada. De difundir la verdadera historia se han encargado numerosos estudiosos del orbe, así como los actuales dirigentes de Rusia y en especial el presidente Vladimir Putin.

La II Guerra Mundial se inició el 1ro de septiembre de 1939 cuando Alemania invadió Polonia, en la primavera de 1940 invadió Europa occidental y para 1941 controlaba enormes recursos de casi todo el viejo continente.

Con la integración de 190 divisiones con más de cinco millones de soldados; 400 200 tanques, cerca de 50 000 cañones y piezas de artillería y casi 5 000 aviones, el 22 de junio de 1941 Hitler lanzó la operación “Barba Roja” para adueñarse de toda la Unión Soviética.

Hitler había calculado que con los golpes de sus ejércitos por el sur, el centro y el norte, en dirección a las ciudades de Kiev, Moscú y Leningrado la operación solo duraría alrededor de 10 semanas y provocarían la rendición de los soviéticos antes de que comenzara el fuerte invierno.

Tamaña equivocación. En los primeros tres meses los hitlerianos obtuvieron éxitos operativos al ocupar extensos territorios, incluidos Bielorrusia y la mayoría de Ucrania, cercaron Leningrado y llegaron a las cercanías de Moscú.

Pero la victoria del Ejército Rojo en la batalla de Moscú que duró del 30 de septiembre de 1941 al 20 de abril de 1942 destruyó el mito de la invencibilidad alemana y los planes de guerra relámpago, al tiempo que fortaleció el espíritu de lucha de los soviéticos y de los otros pueblos y países que enfrentaban al fascismo.

Hechos épicos sucedieron como el cerco y la batalla de Leningrado que duró del 8 de septiembre de 1941 al 27 de enero de 1944 (29 meses o sea 872 días) durante los cuales los alemanes bombardearon constantemente la ciudad y la bloquearon para que no pudiera abastecerse. La derrota y retirada de los alemanes tras la operación soviética de Leningrado-Novgorod dejaron más de un millón de muertos, muchos de ellos civiles debido al hambre padecida.

La batalla de Stalingrado (actual Volgogrado) se cuenta entre las más violentas entre el Ejército Rojo y la Wehrmacht (Fuerzas Armadas) de la Alemania nazi que tuvo lugar entre el 23 de agosto de 1942 y el 2 de febrero de 1943. Las bajas estimadas se elevaron a más de dos millones de personas entre soldados de ambos bandos y civiles soviéticos. Se le considera la batalla más sangrienta de la historia de la humanidad.

Fueron muchas las batallas del Ejército Rojo y su pueblo contra las hordas nazis que no pueden quedar en el olvido como la de Kursk. La batalla de Kursk fue un gran enfrentamiento armado que se libró entre julio y agosto de 1943 en la región homónima de la Unión Soviética durante la cual se enfrentaron el mayor numero de tanques y blindados de toda la guerra. O la heroicidad de los 28 hombres del general Iván Panfilov (solo sobrevivieron 6) que antes de morir en las cercanías de Moscú, destruyeron 18 tanques de los 54 que integraban la 11 división Panzer del ejército nazi.

Este 9 de mayo, en la Plaza Roja de Moscú volvieron a desfilar las tropas rusas en memoria de aquellos que cayeron por la liberación de la Patria y como recordatorio para que las fuerzas fascistas no vuelvan a resurgir.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

sábado, 13 de enero de 2024

_- ¿Y si todos los libros de historia están mal y la Segunda Guerra Mundial no empezó en 1939?

Pearl Harbor
_- Una imagen de las consecuencias del ataque japonés a la base estadounidense de Pearl Harbor en 1941.FOX PHOTOS (GETTY IMAGES)

Dos de los principales historiadores del conflicto, Antony Beevor y Olivier Wieviorka, apuntan que pudo arrancar en 1937 y en 1941, respectivamente

Sobre la Segunda Guerra Mundial se han escrito decenas de miles de libros. Se ha analizado cada batalla, el frente o la retaguardia, los generales y los gobernantes, los resistentes y colaboracionistas, por no hablar del Holocausto. Sin embargo, existen pocas investigaciones que tengan la ambición de abarcar en un solo volumen uno de los acontecimientos más decisivos y catastróficos no solo del siglo XX, sino de la historia. Dos de las más importantes, La Segunda Guerra Mundial (Pasado y Presente), del británico Antony Beevor, y Histoire totale de la Seconde Guerre Mondiale, del francés Olivier Wieviorka, que acaba de ser editada en Francia, coinciden en plantearse una cuestión crucial: ambas ponen en duda que el conflicto comenzase en 1939.

Beevor argumenta en su ensayo de 800 páginas, que apareció hace una década, que la Segunda Guerra Mundial comenzó en realidad en 1937, cuando Japón invadió China, mientras que Wieviorka cree que no se puede hablar de una contienda global hasta 1941, con el ataque japonés contra Pearl Harbour y la invasión nazi de la URSS. No son los únicos. El periodista  Manu Leguineche arrancaba así su historia general del conflicto, Los años de la infamia (Ediciones B): “La Segunda Guerra Mundial empezó en mi pueblo, Guernica [en 1937]. Así lo aseguró el embajador de Estados Unidos en Madrid, Claude Gernade Bowers, en 1954 en su libro Misión en España. El bombardeo, por vez primera en la historia, de una ciudad abierta le sirvió a la fuerza aérea alemana para ensayar sus aviones y sus bombas”.

Ian Kershaw, uno de los grandes especialistas en el nazismo, divide su historia del siglo europeo en dos periodos. El primero, titulado Descenso a los infiernos (Crítica), abarca desde 1914 a 1949, porque considera que, en realidad, hubo una única gran guerra en Europa que, además, no acabó en 1945, con la capitulación de Alemania, sino en 1949, cuando quedaron claros los contornos de la posguerra. “Había pensado concluir este primer volumen en 1945, cuando cesaron los combates”, escribe Kershaw. “Pero aunque las hostilidades acabaron oficialmente en Europa en mayo de ese año (continuaron hasta el mes de agosto contra Japón), el fatídico rumbo que siguieron los años 1945-1949 vino determinado de forma tan evidente por la guerra y las reacciones ante ella, que pensé que estaba justificado mirar un poco más allá del momento en que la paz volvió a instalarse oficialmente en el continente”.
Soldados soviéticos en la batalla de Stalingrado, entre septiembre de 1942 y febrero de 1943.Soldados soviéticos en la batalla de Stalingrado, entre septiembre de 1942 y febrero de 1943.
ROGER VIOLLET (ROGER VIOLLET VIA GETTY IMAGES)

Según la cronología canónica, la Segunda Guerra Mundial estalla con la invasión nazi de Polonia, el 1 de septiembre de 1939. El 22 de junio de 1941, Hitler lanza la invasión a gran escala de la URSS, pese a haber firmado un pacto con Stalin. El 7 de diciembre de 1941, Japón ataca por sorpresa la base estadounidense en HawáiEl 7 de diciembre de 1941, Japón ataca por sorpresa la base estadounidense en Hawái, y Estados Unidos entra en el conflicto. El 8 de mayo de 1945, se produce la rendición incondicional de Alemania (en los países occidentales se conmemora el 8, mientras que en Rusia se celebra el 9, en uno de los primeros signos de la división que se iba a abrir entre los antiguos aliados). El 14 de agosto de 1945, tras el lanzamiento de dos bombas atómicas contra Hiroshima y Nagasaki, Japón se rinde incondicionalmente y acaba “un conflicto bárbaro en el que murieron entre 60 y 70 millones de personas, un macabro balance en el que los civiles se llevaron la peor parte”, escribe Wieviorka.

Pero en una contienda tan brutal y compleja, que implicó a 23 países y se desarrolló en todos los continentes menos América (aunque uno de los principales contendientes fuese Estados Unidos), es imposible que no haya debates en torno a su cronología. “Yo mismo y otros historiadores tenemos el sentimiento de que no se puede ignorar la guerra chino-japonesa que empezó en 1937 y que continuó hasta 1945″, explica por correo electrónico Antony Beevor, el más famoso historiador vivo del conflicto. “Tampoco se puede ignorar el enfrentamiento entre la URSS y Japón en la batalla de Jaljin Gol, conocida también como el incidente de Nomonhan, en agosto de 1939, porque cambió el curso de la guerra: Japón decidió no invadir Siberia, sino atacar en sus territorios en Asia a Estados Unidos, Reino Unido y Holanda”.
El soldado coreano Yang Kyoungjong, combatiente en el ejército alemán, capturado por los aliados en Normandía, en junio de 1944.El soldado coreano Yang Kyoungjong, combatiente en el ejército alemán, capturado por los aliados en Normandía, en junio de 1944.

De hecho, su libro La Segunda Guerra Mundial arranca con una imagen que une esos múltiples conflictos, que la historiografía más tradicional ha tratado de forma separada: muestra a un soldado coreano, prisionero de los aliados, poco después del desembarco de junio de 1944. Aquel combatiente, Yang Kyoungjong, fue reclutado a la fuerza por los japoneses y enviado a Manchuria en 1938. Fue capturado posteriormente por los soviéticos en la batalla de Jaljin Gol, pero en 1942 lo obligaron a combatir en Járkov, donde fue a su vez capturado por los nazis, que también lo obligaron a servir en un batallón de extranjeros encargado de la defensa de la playa de Utah, durante el desembarco aliado en Normandía de junio de 1944. Pasó un tiempo en un campo de prisioneros en el Reino Unido y, cuando fue liberado, emigró a Estados Unidos. Falleció en 1992 en Illinois, después de haber sobrevivido a demasiadas guerras, que en realidad fueron una.

El libro de Wieviorka, una obra monumental de casi 1.000 páginas, editada a medias por Perrin y el Ministerio francés de Defensa, adopta otro punto de vista: la contienda fue, en realidad, una amalgama de guerras diferentes, pero no se convirtió en global hasta 1941. “A los historiadores les gusta cuestionar las divisiones cronológicas, incluso cuando parecen obvias”, explica por correo electrónico Wieviorka, de 63 años, autor de una amplísima bibliografía sobre el conflicto y un gran experto en la Resistencia francesa. “Por ejemplo, las fechas de la Primera Guerra Mundial (¿terminó en 1918?) o de la Guerra Fría (¿empezó en 1917?, ¿en 1943?, ¿en 1945?, ¿en 1947?) están abiertas al debate. La Segunda Guerra Mundial no es una excepción. El punto de vista de Beevor es totalmente defendible. Por mi parte, creo que debemos fijarnos en el significado de las palabras. Si pensamos en el conflicto como una guerra mundial, que obliga a los beligerantes a conectar los distintos teatros de operaciones, la guerra se convierte en verdaderamente mundial en 1941, con la entrada en liza de Estados Unidos, Japón y la Unión Soviética”.
Soldados soviéticos celebran en Berlín el final de la Segunda Guerra Mundial el 9 de mayo de 1945, en una foto tomada por Mark Redkin.Soldados soviéticos celebran en Berlín el final de la Segunda Guerra Mundial el 9 de mayo de 1945, en una foto tomada por Mark Redkin.
LASKI DIFFUSION (GETTY IMAGES)
Sin embargo, Wieviorka no comparte la opinión de Leguineche —y de otros historiadores— de que la Guerra Civil española (1936-1939, aunque para ciertos investigadores empezó en 1934 en Asturias) formó parte de ese gran conflicto. “Algunos autores afirman que la Guerra de España fue un ‘ensayo general’ de la Segunda Guerra Mundial. No comparto esta opinión. Hay que admitir que hubo una serie de presagios de ese conflicto, como el bombardeo de civiles. Pero, por lo demás, sigo siendo escéptico. En primer lugar, porque Asia no participó en modo alguno, ni tampoco Estados Unidos. En segundo lugar, porque el componente naval desempeñó un papel limitado. Por último, y sobre todo, me parece que las cuestiones internas pesaron más que las cuestiones más globales que caracterizaron la Segunda Guerra Mundial”.

Otro gran investigador del contienda, Max Hastings, también escribió una historia global, Se desataron todos los infiernos. Historia de la Segunda Guerra Mundial (Crítica). No pone en duda la cronología oficial, pero aporta una frase que resume muy bien la dimensión de aquel cataclismo: “Fue la más colosal y terrible experiencia de cuantas haya vivido el ser humano, que siempre inspira a quienes la abordan desde nuestros tiempos una gran humildad nacida de la gratitud por no haber tenido que vivir nada comparable”. Lo peor no es que todavía no sepamos ni cuándo empezó ni cuándo terminó: lo peor es que para algunos dictadores, como Vladímir Putin, todavía puede ser utilizada para empezar una nueva guerra.