Mostrando entradas con la etiqueta deuda privada. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta deuda privada. Mostrar todas las entradas

martes, 21 de abril de 2015

Democracia y dinero: Islandia, a un paso de adoptar un sistema de dinero soberano.

El pasado 20 marzo se publicó en un pequeño país europeo, Islandia, conocido por la resistencia democrática de sus ciudadanos a ceder su soberanía a los acreedores extranjeros, y rescatar a sus imprudentes bancos, un informe parlamentario sobre la reforma del sistema monetario nacional. El informe recoge varias propuestas de reforma y concluye que el dinero soberano puede ser una base sólida para el futuro sistema monetario islandés.

A los buenos lectores de este blog no les tomará por sorpresa esta noticia, comentábamos en El eterno rescate a la banca española, que en marzo del año pasado los islandeses habían puesto en marcha la comisión parlamentaria que estudiaría la posibilidad de una reforma monetaria. Continuaban de esta forma su resistencia a la tiranía de los banqueros que habían comenzado en el año 2008 con su negativa al rescate bancario. Ahora se da un nuevo paso en esta reforma, que es,  tal y como se recoge en nuestra página web, uno de los cambios institucionales fundamentales que proponemos para acometer los retos que enfrenta actualmente nuestra sociedad.

Pero no es Islandia el único país que da pasos en esta dirección, no hace mucho tiempo, miembros del parlamento británico debatieron sobre la creación monetaria, siendo el dinero soberano la propuesta de reforma del partido laborista. No en vano el prólogo del informe presentado en el parlamento islandés ha sido escrito por Adair Turner, ex presidente de la autoridad regulatoria británica sobre servicios financieros y miembro del comité de desarrollo de políticas del Financial Stability Board, una nueva agencia internacional creada tras la crisis de 2008 y que trata de monitorizar y hacer recomendaciones sobre el sistema financiero internacional. En Reino Unido el debate está muy vivo, en parte gracias al gran trabajo de Positive Money, cuyo documento  Creando un sistema de dinero soberano  ha sido traducido por nuestro compañero Jordi Llanos.

¿Qué es esto del dinero soberano? Para explicarlo podemos retomar los artículos que en este blog hemos ido publicando en torno a la controversia monetaria.

En  La ciencia perdida del dinero hablábamos sobre el dictamen que arroja la Historia sobre el dinero y los sistemas monetarios, recogido en el libro de Stephen Zarlenga que da título al artículo:

Zarlenga examina la historia monetaria y llega a una sencilla conclusión. A pesar de la falsa controversia acerca de si el dinero debe guardar una relación fija con un patrón metálico, lo realmente importante es ¿Quién controla el dinero, quién lo emite? Cuando la emisión es privada, el dinero siempre se emite con interés, y tras un breve periodo de abundancia, suele sobrevenir un periodo de escasez, los precios de los productos caen, los productores son incapaces de encontrar el interés para pagar los préstamos, ya que debe crearse con nuevos préstamos, y los usureros terminan expropiando la garantía de los préstamos, desahuciando a los desdichados deudores.

La cuestión es que nuestro sistema monetario es dual, una parte pequeña, las reservas del banco central y las monedas y billetes son emitidas públicamente, pero la mayor parte del dinero se emite por la banca comercial al conceder préstamos. Explicamos de forma muy sencilla el funcionamiento de nuestro sistema monetario  en este vídeo de nuestra página web.

En  Modernizar el dinero, intentábamos explicar cómo habíamos llegado a tener ese sistema monetario dual. El momento clave es el año 1694 y la creación del Banco de Inglaterra. Este banco, en principio privado, fue el primer banco de emisión (creador de dinero) que mantuvo la confianza del público, gracias a la garantía implícita, e inconsciente, del estado. El problema fue que durante mucho tiempo la realidad de este hecho no fue conocida por el público, atribuyéndose erróneamente la garantía de los billetes emitidos por los bancos al mantenimiento de una reserva de oro, la cual, en un sistema moderno, nunca puede ser completa.

En  Frederick Soddy y el dinero endógeno, hablábamos sobre el control que puede tener el banco central sobre la oferta monetaria, llegando a la conclusión de que tal control no existe, o es tremendamente tosco:

Los despistados ciudadanos poco a poco vamos tomando conciencia de que los bancos crean dinero, en sentido amplio, al realizar sus préstamos. Usualmente se suponía que esto seguía el proceso conocido como “reserva fraccionaria”, es decir, los bancos creaban créditos por importe superior a las reservas de las que disponían ¿Reservas de qué? De dinero bueno, de base monetaria, que crean los bancos centrales, que originalmente era la deuda del Rey, aunque por una lamentable confusión durante un tiempo se confundió con el oro. Los bancos lo que harían sería multiplicar estas reservas un cierto número de veces.
Lo que nos dice el Banco de Inglaterra, sin embargo, es que esto no es así. Los bancos crearían crédito según la demanda del mismo, y el banco central iría detrás, creando reservas para cuadrar las cuentas. El multiplicador monetario es un mito.

Por último, en  Dinero endógeno: Dos visiones, comentábamos las propuestas de una parte de los defensores de la teoría del dinero endógeno, aquellos que se desmarcan del dinero soberano. Es hora, por tanto, de explicar en qué consiste el dinero soberano, y nadie mejor que el artífice original de la reforma para explicarlo. Según el científico y premio nobel Frederick Soddy:

- La emisión y retirada de dinero debe ser potestad de la nación por el bien general, y debe cesar totalmente de proporcionar una fuente de beneficio para las corporaciones privadas. El dinero no debe devengar interés por su existencia, sino sólo cuando es realmente prestado por un legítimo propietario que se lo da al prestatario. “El verdadero mal es que ahora tenemos un acordeón en lugar de una moneda".
- Una parte muy importante de la deuda pública debe ser cancelada y la misma suma de Moneda Nacional emitida para reemplazar el crédito creado por los Bancos.
- Los bancos deben ser obligados a mantener una reserva de Moneda Nacional equivalente a cada dólar (o euro, o libra, etc) depositado en ellos, a excepción de los depósitos que están realmente 'invertidos', y no estén disponibles para ser utilizados como dinero.

En resumen, se obliga a los bancos a mantener el 100% de los depósitos del público, que seguirían siendo propiedad del depositante (en la actualidad, cuando dejas tu dinero en el banco, técnicamente pierdes la propiedad del mismo). En ese caso ¿quién crearía el dinero? Lo crearía íntegramente el banco central, y decidiría como se inyecta en la sociedad el parlamento (esto se puede hacer de varias formas, mediante obras públicas, pagos en las cuentas de los ciudadanos, reduciendo impuestos, prestándolo a los bancos, etc). Los bancos seguirían jugando un papel central en el sistema de pagos y en el sistema inversión, pero sólo podrían prestar dinero que ha dejado de estar disponible como dinero, al igual que un amigo que le presta a otro cien euros, y dejan de estar disponibles para el primero hasta que el segundo los devuelva.

Hay, por supuesto, muchos más detalles, en el documento citado anteriormente, “Creando un sistema de dinero soberano” podréis encontrarlos, pero no me gustaría cerrar el artículo sin citar uno esencial,  que señaló el prestigioso columnista de Financial Times Martin Wolf hace un año (tenéis que registraros para leerlo). Mediante este sistema, el derecho de señoreaje vuelve al estado, y eso, en el caso de Reino Unido, supondría un 4% del PIB en ingresos anuales para las arcas públicas, que se podría traducir en recorte de impuestos o aumento del gasto. Incluso, tal y como señalé en un artículo en mi blog personal, dependiendo de cómo se haga la transición al nuevo sistema, si es drástica o paulatina,  se podría lograr eliminar por completo la deuda pública y reducir de forma considerable la deuda privada.

Quizás lo más importante es que un sistema de dinero soberano es una precondición que permite a las sociedades mayor libertad de elección, pudiendo elegir entre solucionar sus problemas mediante el crecimiento de la producción o hacerlo directamente, evitando el crecimiento y sus consecuencias indeseadas. En un sistema monetario como el actual, la ausencia de crecimiento hace imposible el pago de las deudas.

Sólo queda cerrar este artículo con las históricas palabras del parlamentario islandés encargado del informe, recogidas por la prensa islandesa:

Islandia, siendo un estado soberano con una moneda independiente, es libre de abandonar el actual sistema inestable de reserva fraccionaria e implementar un sistema monetario mejor.

Y las del primer ministro al recibirlo:
Me alegra mucho recibir este nuevo informe sobre la reforma monetaria. Los hallazgos serán una contribución importante para la discusiones venideras, aquí y en cualquier lugar, sobre la política y la creación monetaria.

Y pedirle, dada la importancia de estos hechos, un esfuerzo adicional en la difusión, querido lector. Podemos contribuir a un debate sobre la cuestión en nuestro país. Muchas gracias.
Fuente: Jesús Nácher http://autonomiaybienvivir.blogspot.com.es/
http://autonomiaybienvivir.blogspot.com.es/2015/04/democracia-y-dinero-islandia-un-paso-de.html

miércoles, 31 de julio de 2013

¿Qué entendemos por una auditoría ciudadana de la deuda?

No debemos, no pagamos

Carlos Arribas Ugarte, Manuela López Andújar, Antonia Molina Habas et al. Diario Información

Se dice que no hay dinero. Todas las políticas de recortes (especialmente las de sanidad, educación, salarios y pensiones) se justifican por la necesidad de controlar el déficit y pagar una deuda, en continuo crecimiento, que permita tranquilizar a los mercados. Sin embargo, esta justificación es sencillamente falsa.

Sabemos que lo que se está haciendo es pagar con dinero público deudas privadas, la estafa fallida de la burbuja inmobiliaria de los bancos y demás entidades financieras. Es el poder de estos agentes lo que domina la vida social y política. Las últimas pruebas del control de las finanzas y de los mercados sobre la vida pública son, por una parte, la entrega de más dinero con una disminución de la tasa de interés del 0,75 al 0,5% por parte del Banco Central Europeo a dichas entidades, una política que sólo sirve para cubrir sus pérdidas y facilitar que continúen acumulando y especulando. Por otra, el rechazo de la reforma de la injusta ley hipotecaria. Se trata en definitiva de un gran robo a la ciudadanía, un robo organizado por la banca, las entidades financieras y las multinacionales utilizando para ello la Administración central del Estado y las instituciones internacionales (Comisión Europea, Banco Central y Fondo Monetario Internacional). Frente a estas políticas, los gobiernos autonómicos y municipales, así como los patronales y los sindicatos mayoritarios o las han avalado o no han sido un freno.

La alternativa que propone la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda y el 15M es la paralización del pago de la deuda pública y el inicio de un proceso de control ciudadano de las cuentas públicas, independiente de las instituciones, que determine la parte que no ha de pagarse por considerarse ilegítima. Ésta es la única política responsable. El Ayuntamiento de Alicante, a diferencia del de Alcoi y Muro, se opuso a la aprobación de una moción, y voces diversas se alzaron en contra de su realización, poniéndose en entredicho el significado de la auditoría ciudadana.

La auditoría es un instrumento de control ciudadano que permite entender el origen de la deuda pública. Su importancia radica tanto en conseguir una salida de la crisis a favor de la gente trabajadora como en el proceso democrático y de empoderamiento de la ciudadanía en el que se basa. La auditoria se centra en la identificación de la deuda ilegítima. Numerosas deudas son ilegítimas porque han sido contraídas violando el derecho y/o porque no han beneficiado a la población. Aquí incluimos, por ejemplo, las deudas resultantes de una política fiscal regresiva o el rescate financiero de bancos y grandes empresas con fondos públicos.

Algunos partidos se han mostrado a favor de la auditoria pero su planteamiento resulta pobre. Pobre en tres sentidos: en el concepto mismo de deuda ilegítima que utilizan, en el tipo de proceso que proponen, de donde se excluye a la ciudadanía como el agente principal, y en la falta de un pronunciamiento allí donde gobiernan que muestre la rebeldía necesaria contra el gobierno central y contra las instituciones europeas para declarar la moratoria del pago. Por otra parte, las instituciones no pueden llevar a cabo este proceso, pues históricamente, junto a los agentes sociales a ellas vinculados, siempre se han opuesto a cualquier cambio social significativo, solo logrado mediante la movilización ciudadana.

Además, el alto nivel de clientelismo y corrupción oculta, invalida la participación en un primer nivel de análisis y decisión de la auditoría, de aquellas instituciones o agentes sociales cuya vida o supervivencia dependa de la Administración y de las entidades financieras. Tampoco la simple reactivación de los órganos de participación ciudadana existentes y ninguneados por las administraciones sería una medida eficaz.

Por ello, y por el grado de deliberación colectiva y de desobediencia imprescindible para llevarla a cabo, la auditoría tiene que ser realizada de forma directa por técnicos y por una ciudadanía que sean independientes de las instituciones. Agentes principales serían el tejido asociativo y aquellos movimientos sociales activamente implicados en la lucha contra las políticas de austeridad y de contrarreforma laboral, las mareas, colectivos de gente trabajadora, consumidores, usuarios, así como otros colectivos habitualmente excluidos de los procesos de decisión.

Existen procedimientos de deliberación y decisión ciudadana diseñados para facilitar la participación real del conjunto de la ciudadanía activa, como los procesos de participación popular aplicados en Elx 2008, el 15M o Porto Alegre, que podrían servir para desarrollar la auditoría.

En el proceso de auditoría ciudadana el análisis de la deuda del Estado es el tema central, pues las políticas de austeridad y de privatizaciones que tienen lugar en otros ámbitos territoriales dependen de las políticas aplicadas por la Administración central. Paralelamente, se deben realizar auditorías sectoriales (sanidad, educación, medio ambiente, de género, compañías eléctricas) y en los niveles autonómico y local.

Estos procesos requieren trabajar en colaboración con el resto de movimientos para unir recursos y esfuerzos. Cada movimiento ciudadano, cada lucha sectorial, cada comité de trabajadores, cada sección sindical, cada asamblea local, constituye una fuente de información sobre los procesos de endeudamiento, de recortes y de privatización de las diferentes instituciones públicas. Además, entendemos que las propuestas de auditoría de la deuda pública que presentan diferentes partidos políticos en las instituciones, en caso de llevarse a cabo, deben sacar a la luz información habitualmente oculta y permitir su acceso a la población para facilitar el proceso de auditoría ciudadana.

La Auditoría ciudadana constituye un eje central para caminar hacia un nuevo modelo social y económico, para unificar las luchas contra el paro, los recortes y las privatizaciones, para evitar la extensión de actitudes populistas. En definitiva para recobrar el control sobre nuestras vidas.

Carlos Arribas Ugarte, Manuela López Andújar, Antonia Molina Habas, Llanos Frías López, Fernando Patón Villarroya y Manuel Girón en representación de la Plataforma Auditoria Ciutadana del Deute del País Valencià (Alacant)
Fuente: http://www.diarioinformacion.com/op...

viernes, 19 de julio de 2013

La deuda pública española supera por vez primera los 20.000 euros por habitante

El pasivo aumenta en 23.000 millones solo en el mes de mayo y roza el 90% del PIB
El lastre crece 20 puntos y 200.000 millones en año y medio de Gobierno de Rajoy

La deuda pública española sigue su carrera al alza y, solo en mayo, ha engordado en 23.349 millones de euros, lo que representa un incremento de más de unos dos puntos del producto interior bruto (PIB). El pasivo ha batido un nuevo récord, al alcanzar los 937.334 millones y rozar el 90% del PIB, en concreto, el 89,6%, según los datos publicados hoy por el Banco de España. Por primera vez en la historia, el lastre supera los 20.000 euros por cada ciudadano, a razón de dividir el montante total entre los 46.704.314 habitantes recogidos por los últimos datos de población publicados por el Instituto Nacional de Estadística con cifras a 1 de enero pasado.
El aumento por habitante ha sido de 500 euros solo en un mes, hasta los 20.070 euros por persona. Si hubiese que pasar el cepillo por los trabajadores la cuenta saldría peor, unos 56.000 euros.
El lastre de la deuda no ha dejado de engordar debido en buena parte al rescate de la banca. En año y medio de Gobierno de Mariano Rajoy, se ha disparado en 200.000 millones, lo que equivale a unos 20 puntos del PIB, tanto como creció en las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero (la primera en bonanza y la segunda en crisis). A la recaída en la recesión se suma el efecto del rescate de la banca.
El Gobierno ha insistido hoy en que la deuda quedará en el 91,4% del PIB al finalizar 2013, un nivel similar al que calculan organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estima el 91,8%, pero el panorama oscurece a más largo plazo. El Fondo prevé que no deje de crecer hasta alcanzar el 110% del PIB en 2018.
Deuda y crisis se retroalimentan: el déficit que genera la crisis se financia con más deuda y esta, a su vez, supone un lastre para el crecimiento. Nunca como este año España había dedicado tanto dinero a pagar: había presupuestados 38.660 millones, un 33% más que el año anterior.
El incremento de la deuda del mes de mayo, de más de 23.000 millones, solo es superado por el registrado en febrero (30.025 millones) y diciembre de 2012 (52.384 millones), ambos meses coincidentes con entregas del rescate europeo para la banca española.
Fuentes del Ministerio de Economía explicaron que el aumento mayo "se debe fundamentalmente a la variación mensual de 31.813 millones de euros en el saldo de los valores [bonos y obligaciones] a medio y largo plazo". Esto, añaden las mismas fuentes, se debe al importante volumen de emisión [de títulos del Tesoro Público] en mayo". En total, se trata de unos 10.000 millones de euros aproximados del programa de subastas habitual del Tesoro, unos 7.000 millones del bono sindicado a 10 años, y diversas emisiones de comunidades y otros actores que consolidan como deuda del conjunto de las Administraciones Públicas.
Ahora, más de la mitad de las emisiones de deuda previstas por el Tesoro se han cubierto, así que el Gobierno prevé que el aumento de la relación entre el pasivo y el PIB se ralentice hasta finales de año y quede en el citado 91,4%.. Fuente, El País.