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viernes, 26 de abril de 2024

Buena nutrición y ayuno: un científico italiano da consejos sobre la longevidad. Valter Longo, quien quiere vivir hasta los 120 o 130 años, ve la clave de la longevidad en la dieta —legumbres y pescado— y en el ayuno.

A man with shaggy hair wearing a lab coat, his face and torso lit by the sun in a room otherwise in shadow.
Valter Longo en su laboratorio de Milán, en enero. “Para estudiar el envejecimiento, Italia es increíble”, afirma Longo, un jovial hombre de 56 años. “Es el nirvana”.Credit...Alessandro Grassani para The New York Time
La mayoría de los miembros de la banda DOT seguían el lema de vivir rápido y morir jóvenes. Pero mientras bebían y se drogaban, un estilo de vida habitual en la escena grunge de la década de 1990, después de los conciertos en el Whiskey a Go Go, el Roxy y otros clubes de la Costa Oeste, el guitarrista de la banda, Valter Longo —un estudiante de doctorado italiano obsesionado con la nutrición— luchaba contra una adicción a la longevidad que le duraría toda la vida.

Ahora, décadas después de que Longo abandonara su banda grunge para dedicarse a la bioquímica, el profesor italiano se sitúa con su melena de rockero y su bata de laboratorio en el nexo de unión de las obsesiones italianas por la alimentación y el envejecimiento.

“Para estudiar el envejecimiento, Italia es increíble”, afirmó Longo, un jovial hombre de 56 años, en el laboratorio que dirige en un instituto oncológico de Milán, donde participará en una conferencia sobre el envejecimiento a finales de este mes. Italia tiene una de las poblaciones más envejecidas del mundo, con múltiples regiones con centenarios que tientan a los investigadores en busca de la fuente de la juventud. “Es el nirvana”.

Longo, que también es catedrático de gerontología y director del Instituto de Longevidad de la USC en California, aboga desde hace tiempo por una vida más larga y mejor a través de la alimentación Lite Italian, una de las teorías de una explosión mundial sobre cómo mantenerse joven en un campo que, en sí mismo, aún está en su adolescencia.

Además de identificar los genes que regulan el envejecimiento, ha creado una dieta a base de plantas y frutos secos con suplementos y galletas de col rizada que imita el ayuno para, según él, permitir que las células se deshagan del equipaje nocivo y rejuvenezcan, sin el inconveniente de pasar hambre de verdad. Ha patentado y vendido sus kits de dieta ProLon, ha publicado libros superventas (La dieta de la longevidad) y la revista Time lo ha calificado de influyente “evangelista del ayuno”.

El mes pasado publicó un nuevo estudio basado en ensayos clínicos con cientos de personas mayores —incluidas las de la ciudad calabresa de la que procede su familia— que, según él, sugiere que los ciclos periódicos de su falso ayuno podrían reducir la edad biológica y evitar enfermedades asociadas al envejecimiento.

Su fundación privada, también con sede en Milán, elabora dietas para enfermos de cáncer, pero también asesora a empresas y escuelas italianas, promoviendo una dieta mediterránea que, en realidad, no es común para la mayoría de los italianos.

“Casi nadie en Italia sigue la dieta mediterránea”, afirmó Longo, de maneras desenfadadas y acento italiano. Añadió que muchos niños italianos, sobre todo en el sur del país, son obesos, hinchados con lo que él llama las cinco P venenosas: pizza, pasta, proteínas, papas y pan.

Hace poco, la nutricionista de la fundación, Romina Cervigni, se sentó frente a una pared llena de fotos de Longo tocando la guitarra con personas centenarias y estanterías de sus libros sobre la dieta de la longevidad, traducidos a varios idiomas y llenos de recetas.

“Es muy parecida a la dieta mediterránea original, no a la actual”, dijo, señalando fotografías en la pared de un cuenco de legumbres antiguas parecidas al garbanzo, y de una vaina de frijoles verdes calabresa apreciada por Longo. “Su favorita”.

Longo, que ha dividido su tiempo entre California e Italia durante la última década, ocupó en su día un nicho de mercado. Pero en los últimos años, multimillonarios de Silicon Valley que esperan ser siempre jóvenes han financiado laboratorios secretos. Los artículos sobre bienestar han conquistado las portadas de los periódicos y los anuncios de dietas y entrenamientos para rejuvenecer, protagonizados por personas de mediana edad, pululan por las redes sociales de personas de mediana edad que no están en muy buena forma.

Pero aunque conceptos como la longevidad, el ayuno intermitente y la edad biológica —¡solo se es tan viejo como lo sienten las células!— han cobrado fuerza, gobiernos como el italiano se preocupan por un futuro más apremiante, en el que la creciente población de ancianos agote los recursos de los cada vez más escasos jóvenes.

Image A shelf of red and white books. On the cover of one the books is a close-up of the face of an older woman.

Algunos de los libros de Longo en una estantería en la fundación que dirige.Credit...Alessandro Grassani para The New York Times Y, sin embargo, muchos científicos, nutricionistas y fanáticos de la longevidad de todo el mundo siguen observando a Italia, buscando entre sus regiones de centenarios el ingrediente secreto para la longevidad.

“Probablemente se reproducían entre primos y parientes”, dijo Longo, refiriéndose a las estrechas relaciones en las pequeñas ciudades de las colinas italianas. “En algún momento, sospechamos que eso generó en cierto modo el genoma de la superlongevidad”.

Según su hipótesis, los inconvenientes genéticos del incesto desaparecieron poco a poco porque esas mutaciones mataban a sus portadores antes de que pudieran reproducirse o porque el pueblo detectó una enfermedad monstruosa —como el alzhéimer de aparición temprana— en una línea familiar concreta y se alejó de ella. “Si estás en un pueblo pequeño, lo más probable es que te identifiquen”.

Longo se pregunta si los centenarios italianos habrían estado protegidos de enfermedades posteriores por un periodo de inanición y una dieta mediterránea a la antigua en los primeros años de vida, durante la abyecta pobreza de la Italia rural de la época de la guerra. Después, el aumento de proteínas y grasas y la medicina moderna tras el milagro económico de la posguerra los protegieron de la fragilidad a medida que envejecían y los mantuvieron con vida.

Podría ser, dijo, una “coincidencia histórica que nunca se volverá a ver”.

Los misterios del envejecimiento se apoderaron de Longo a una edad temprana.

Creció en el puerto noroccidental de Génova, pero todos los veranos visitaba a sus abuelos en Molochio, Calabria, un pueblo conocido por sus centenarios. Cuando tenía 5 años, vio en una habitación cómo moría su abuelo, de unos 70 años.

“Probablemente era algo muy prevenible”, dijo Longo.

A los 16 años se trasladó a Chicago a vivir con unos parientes y no pudo evitar darse cuenta de que sus tíos y tías de mediana edad, alimentados con la “dieta de Chicago” de salchichas y bebidas azucaradas, sufrían diabetes y enfermedades cardiovasculares que sus parientes de Calabria no padecían.

“Era en la década de 1980”, dijo, “básicamente una pesadilla de dieta”.

Mientras estuvo en Chicago, a menudo iba al centro a enchufar su guitarra en cualquier club de blues que lo dejara tocar. Se matriculó en el reputado programa de guitarra de jazz de la Universidad del Norte de Texas.

“Peor aún”, dijo. “Tex-Mex”.

Al final entró en conflicto con el programa de música cuando se negó a dirigir la banda de música, así que se centró en su otra pasión.

“El envejecimiento”, dijo, “estaba en mi mente”. Con el tiempo, se doctoró en bioquímica en la UCLA y realizó su formación posdoctoral en neurobiología del envejecimiento en la USC. Superó su escepticismo inicial sobre este campo para publicar en las mejores revistas y se convirtió en un ferviente evangelizador de los efectos de su dieta sobre el envejecimiento. Hace unos 10 años, deseoso de estar más cerca de sus ancianos padres en Génova, aceptó un segundo empleo en el instituto de oncología IFOM de Milán.

Encontró una fuente de inspiración en la dieta pescetariana de Génova y en todas las legumbres de Calabria.

“Los genes y la nutrición”, dijo de Italia como laboratorio del envejecimiento, “son increíbles”.

Pero también le pareció que la dieta italiana moderna —los embutidos, las capas de lasaña y las verduras fritas que el mundo ansiaba— era horrenda y una fuente de enfermedades. Y, al igual que otros investigadores italianos que buscan la causa del envejecimiento en la inflamación o esperan eliminar las células senescentes con fármacos específicos, afirmó que la falta de inversión de Italia en investigación era una vergüenza.

“Italia tiene una historia increíble y una gran cantidad de información sobre el envejecimiento”, dijo. “Pero no invierte prácticamente nada”.

De vuelta a su laboratorio ―donde sus colegas preparaban la “mezcla de caldo” para ratones, de una dieta que imita el ayuno― pasó frente a una fotografía en una estantería en la que se veía una pared rota y se leía: “Nos estamos desmoronando poco a poco”. Habló de cómo él y otros habían identificado un importante regulador del envejecimiento en la levadura, y de cómo ha investigado si la misma vía actuaba en todos los organismos. Dijo que su investigación se benefició de su anterior vida de improvisación musical, porque le abrió la mente a posibilidades inesperadas, entre ellas utilizar su dieta para matar de hambre a células afectadas de cáncer y otras enfermedades.

Longo considera que su misión es prolongar la juventud y la salud, no simplemente aumentar la esperanza de vida, un objetivo que, según él, podría conducir a un “mundo aterrador” en el que solo los ricos podrían permitirse vivir durante siglos, lo que podría obligar a limitar el número de hijos.

En su opinión, un escenario más probable a corto plazo sería la división entre dos poblaciones. La primera viviría como ahora y alcanzaría los 80 años o más gracias a los avances médicos. Pero los italianos tendrían que cargar con unos años largos —y, dado el descenso de la natalidad, potencialmente solitarios— cargados de horribles enfermedades. La otra población seguiría dietas de ayuno y avances científicos y viviría hasta los 100 y quizá 110 años con relativa buena salud.

Practicante de lo que predica, Longo se ve a sí mismo en esta última categoría.

“Quiero vivir hasta los 120 o 130 años. Ahora te vuelves paranoico porque todo el mundo te dice: ‘Sí, claro que tienes que llegar al menos a los 100’”, dijo. “No te das cuenta de lo difícil que es llegar a los 100”. 

jueves, 8 de noviembre de 2018

'The Times' se pregunta por qué los españoles vivimos tanto, si bebemos y fumamos: "Más sexo y tapas", dice.

España será el país con más esperanza del mundo en 2040, según un estudio de la Universidad de Washington. Algo estamos haciendo bien

En España vivimos potencialmente más años que en Reino Unido. Es un hecho refrendado por diversos estudios; el último, del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (EE UU), lo conocíamos hace unas semanas tras su publicación en The Lancet y auguraba que el nuestro sería el país más longevo del mundo en 2040, con una esperanza de vida de 85,8 años, frente a los 83,3 años que proyectaba para los británicos, quienes ocuparían el puesto 23 de las 195 naciones analizadas.

Para los británicos, los protagonistas imbatibles del turismo de sol y playa -y sangría y fiesta- en España, este ranking puede resultar difícil de entender. "¿Por que viven tanto los españoles, si fuman y beben?", se preguntaba en un reciente artículo el diario The Times. Sí, bebemos. Pero según los datos de la OCDE estamos haciendo los deberes y de los 17,5 litros puros de alcohol per cápita que se consumían en nuestro país en 1980, hemos bajado a los 9,8 en 2010 y a los 8,6 en 2016. La misma estádistica muestra que en Reino Unido, el consumo por persona mayor de 15 años pasó de 10,8 litros en 1980 a 10,6 en 2010, con un pico de aumento muy importante en 2002, cuando casi llegaron a los 12 litros; un consumo que han logrado reducir a 9,5 litros en 2016.

Y sí, fumamos. Y más del doble que ellos: mientras aquí quemamos 1.533,5 gramos de tabaco por persona, según los últimos datos de la misma organización, en Reino Unido se inhalan 643,9 gramos per cápita. Entonces, ¿qué es lo que hacemos bien? Aparte de comer paella -y, sobre todo, verduras, legumbres y pescado- el análisis de The Times da algunas claves no solo para ellos, sino para nosotros, que algo podemos celebrar.

Estos son los hábitos de los españoles que, según dicen, "todos deberían adoptar".

1. El paseo. El diario británico remarca que tenemos una palabra para ello (¿se te habría ocurrido pensar que ellos no?). Vamos menos al gimnasio, pero una cosa sí hacemos el 76% de nosotros: pasear al menos cuatro días por semana durante 10 minutos o más, según los datos del Eurobarómetro de 2014, y el 37% caminamos hasta el trabajo o vamos en bicicleta.

2. Dieta mediterránea. Alarga la vida y protege de los efectos de la contaminación. Si hay algo que no debemos dejar de hacer los españoles es comer pescado, frutas y verduras frescas, nueces, legumbres, aceite de oliva... Y, según The Times, vino tinto. Aunque, como ya advertimos en BuenaVida, solo hay un grupo de población que puede beneficiarse de una copa de tinto al día. Según explica en el diario británico Helen Bond, portavoz de la British Dietetic Association, nuetsro consumo de carne roja y sal "es relativamente alto", pero solo el 20% de los españoles, "compra productos ultraprocesados, según un estudio llevado a cabo en Brasil", mientras las familias británicas son las que más alimentos de este tipo consumen en Europa.

3. La siesta. Hace años que redujimos el tiempo destinado a la comida y a la consabida siesta (según un estudio de Simple Logica, que se menciona en el artículo de The Times, solo el 18% de los españoles sigue practicándola), pero quizá deberíamos replantearnos volver a los 26 minutos de ojos cerrados en el sofá que recomienda la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen): mejoran la memoria, el estado de ánimo y la salud cardiovascular, pero solo si se hace de forma regular y sin pasarse de tiempo.

4. Horario laboral más largo, pero con más descansos. En España trabajamos de media 1.687 horas al año, 331 más que en Alemania, 173 más que en Francia, 117 más que en Suiza, pero solo seis más que en Reino Unido. Sin embargo, mientras allí la jornada acaba a las seis de la tarde, aquí muchos la prolongamos hasta las ocho. Es algo que nos criticamos a menudo, ocupa largas discusiones de café (el que nos tomamos en el descanso de la mañana), y queremos cambiar desde hace décadas. Pero no todos están de acuerdo. Dice The Times: "Algunos españoles consideran que una jornada más larga, pero más relajada, es mejor para la salud". En realidad, un café en la oficina aumenta la productividad de los trabajadores, como han demostrado los suecos con su fika, quienes por cierto, trabajan 78 horas menos que nosotros al año.

5. Hacemos más (y mejor) el amor. Llegar más tarde a casa no nos impide tener más relaciones. Los hombres españoles se sitúan como los mejores amantes, según un estudio de onePoll.com con 15.000 mujeres de todo el mundo. Y las mujeres españolas practican sexo, dice el artículo mencionando un estudio de la farmacéutica Gedeon Richter, una media de 2,1 veces por semana, frente a las 1,7 de las británicas. Empezamos más tarde (a los 19 años, mientras allí se arrancan a los 18), pero luego lo incorporamos a nuestra rutina con más asiduidad. Como hemos contado en Buenavida, el sexo reduce el riesgo de accidentes cerebro-vasculares y diabetes tipo 2, y dejar de practicarlo puede tener estos efectos en nuestro cuerpo.

6. Usamos más palabras felices. Un estudio publicado en la National Academy of Sciences por el profesor Peter Dodds, de la Universidad de Vermont, analizaba 100.000 palabras de las 10 lenguas más habladas del mundo y concluyó, que aunque todas tienen un sesgo positivo en su uso -se emplean más palabras como "amor" o "risa" que otras negativas como "triste" o "llanto"-, el español es el idioma más alegre y el que utiliza más vocablos que levantan el ánimo. Aunque el estudio no diferencia entre el español que se habla en España del que se usa en otros países.

7. Tapas por la noche. Sabemos que tenemos a la comunidad internacional despistada con los conceptos tapa, ración y pincho, y que muchas veces no termina de quedar claro que tapear puede llegar a componerse de más alcohol que comida (aunque también de más paseos). Y aunque el diario británico asume que tras un almuerzo más copioso que el suyo, nuestra cena es a base de tapas ("pequeños platos de comida"), nosotros sabemos que esto no siempre es así, pero que una cosa sí es cierta: nuestro refranero nos advierte de que "de grandes cenas están las sepulturas llenas". Reducir la ingesta de calorías en general nos ayuda a vivir más, y si se distribuyen adecuadamente los hidratos, las proteínas y las grasas el beneficio puede ser aún mayor.

https://elpais.com/elpais/2018/11/02/buenavida/1541151962_969962.html

viernes, 8 de diciembre de 2017

_- Los secretos de 5 de los países del mundo en los que la gente vive más tiempo

_- A lo largo de la historia los exploradores han buscado la legendaria fuente de la eterna juventud. Y aunque hasta ahora han fracasado en el intento de hallarla, en algunos lugares del mundo sus habitantes han logrado alcanzar una vida sustancialmente más longeva que el promedio mundial, que es alrededor de 71 años.

Cada uno tiene su propia fuente secreta de vitalidad. Y la BBC habló con habitantes de algunos de estos países -que destacan en la clasificación realizada en el Reporte Mundial sobre la Felicidad 2017- para descubrir las razones por las cuáles estos sitios parecen favorecer una larga vida.

Japón: dieta y comunidad
Viviendo en promedio 83 años, los japoneses tienen una de las esperanzas de vida más altas. Okinawa, llamada con frecuencia como "la tierra de los inmortales", se ha convertido en un centro mundial e investigación sobre la longevidad gracias a que en estas islas ubicadas al sur de Japón residen más de 400 personas mayores de 100 años.

El tofu es uno de los elementos centrales de la dieta de los residentes en Okinawa.
Muchos atribuyen esta situación a la dieta local, que incluye mucho tofu -una especie de cuajada de soya- y batata, así como una cantidad pequeña de pescado.

Pero la existencia de círculos sociales activos entre las personas mayores y de una comunidad fuerte también contribuyen a lograr menores niveles de estrés y a un importante sentimiento de arraigo.
Para que los extranjeros puedan aprovechar estos beneficios, sin embargo, es fundamental aprender el idioma, afirma Daniele Gatti, director ejecutivo de Velvet Media y residente desde hace muchos años en Japón.
"Este país tiene una maravillosa calidad de vida si puedas saltar el obstáculo del lenguaje para entender mejor la mentalidad, la cual es mucho más diferente de la cultura occidental de lo que piensan la mayor parte de los visitantes", le explicó a la BBC.
"Así que los extranjeros que quieren mudarse acá deben considerar seriamente que tendrán que dedicar una parte sustancial de su tiempo a aprender el idioma. Esa es la clave para lograr una integración más profunda en la sociedad local y vivir una vida plena y llena de sentido", dijo.

España: tiempo para comer, digerir y caminar
La dieta mediterránea, rica en el saludable aceite de oliva, vegetales y vino, ha contribuido durante mucho tiempo a la larga vida de los españoles (cuya edad promedio es de 82,8 años).
Pero este país tiene otro secreto sobre la longevidad oculto bajo su manga: la siesta.

El aceite de oliva es parte integral de la dieta mediterránea.
"La gente cree que todos los españoles están durmiendo la siesta cuando las tiendas están cerradas entre las 2:00 pm y las 5:00 pm, pero eso simplemente obedece a la forma cómo los horarios de trabajo están organizados", aseguró Miquel Àngel Diez i Besora, residente de Barcelona y guía turístico.
"Si tienes un horario continuo y solo media hora de descanso para almorzar, entonces te comes algo rápido. En cambio, si estás obligado a parar durante dos o tres horas, entonces vas a tu casa o a un restaurante donde te puedes sentar, comer dos platos y postre, y aún tienes tiempo suficiente para hacer bien la digestión. Eso va a ser más sano", añadió.
Pero además, la configuración de las ciudades de España también permite que la gente se mueva más, dado que las tiendas y los restaurantes tienden a estar a una distancia corta de la casa de la mayor parte de la gente, lo que favorece que se desplacen caminando.

La configuración de las ciudades en España favorece que los ciudadanos opten por trasladarse caminando o usando transporte público.
"Cuando me mudé de Moscú a Barcelona, me di cuenta de que la gente aquí prefiere caminar, ir en bicicleta o incluso caminar unas cuantas calles para tomar el transporte público, en lugar de conducir sus autos", afirmó Marina Manasyan, cofundadora de la empresa Barcelona Eat Local Food Tours, que organiza visitas gastronómicas para que los visitantes conozcan las virtudes de la comida local.
"Así oxigenas tus células y reduces tu huella de carbono", agregó.

Singapur: ejercicio y prevención
Con amplio acceso a instalaciones médicas de última tecnología y un sistema sanitario que ha sido considerado como "milagroso", los habitantes de Singapur son más longevos que nunca hasta llegar a una edad promedio de 83,1 años.

Los parques y jardines públicos abundan en Singapur.
El país tiene una de las tasas de mortalidad infantil y materna más bajas del mundo y ha hecho de la medicina preventiva el centro de su sistema de salud.
La cultura y un ambiente urbano accesible también contribuyen a una vida más larga.
"Verás a mucha gente yendo a los gimnasios o haciendo ejercicio en los numerosos parques públicos", dijo Bino Chua, quien actualmente reside en Singapur y escribe un blog de viajes.

El país abrió recientemente su primer parque terapéutico, diseñado para reducir el estrés y mejorar la salud mental de los adultos mayores. En Singapur también son más difíciles de mantener los hábitos de vida poco saludables. "Los extranjeros deben saber que los vicios son mucho más costosos aquí. Los cigarrillos y el alcohol son penalizados con altos impuestos y cuestan mucho más que en otros países", señaló Chau.

Suiza: equilibrio y queso
Los hombres están mucho mejor en Suiza que en cualquier otra parte del mundo, viviendo en promedio hasta los 81 años de edad.

Siendo uno de los países más ricos de Europa, el acceso a un sistema de salud de alta calidad, elevados niveles de seguridad personal y una sensación de bienestar contribuyen con esta circunstancia.

La dieta de los suizos es alta en consumo de quesos y leche.
Algunos estudios, además, señalan los altos niveles de consumo de queso y leche como un elemento determinante.
Su céntrica localización geográfica, ha llevado a muchas empresas multinacionales a instalar allí sus oficinas principales para Europa y con ello han llegado muchos trabajadores extranjeros, quienes pueden aprovechar esa ubicación para realizar escapadas de placer frecuentes que les permitan tener un buen equilibrio entre trabajo y vida personal.

"Es un pináculo profesional, muy bien ubicado", dijo Gatti, quien también vivió en Suiza. "Vivir allí permite disfrutar de unos maravillosos viajes de fin de semana alrededor del continente y pasar tiempo al aire libre en los encantadores Alpes", agregó.

Corea del Sur: tradiciones y fermentados
Corea del Sur va camino a convertirse en el primer país con una esperanza de vida de 90 años, de acuerdo con investigaciones recientes, lo que se atribuye a una economía fuerte y en crecimiento, un amplio acceso al sistema de salud y menos problemas de tensión arterial que en los países occidentales.
El país también tienen una dieta rica en alimentos fermentados, que se considera que ayudan a reducir los niveles de colesterol y aumentan las defensas inmunológicas.

En Corea del Sur la alimentación es rica en fibra y en nutrientes.
"En su conjunto, la comida coreana tiene un alto contenido de fibra y rica en nutrientes", dijo Camille Hoheb, fundadora de la empresa Wellness Tourism Worldwide.
Quienes residen en Corea del Sur afirman que uno de los elementos que contribuyen a mejorar la calidad de vida cotidiana son sus tradiciones y su cultura enfocada en la comunidad.
"Los Jimjilbang (baños públicos provistos de bañeras de agua caliente, mesas de masaje y saunas) ofrecen la oportunidad a las personas de reunirse, socializar y así ayudan a reducir el estrés", señaló Hoheb.

Indicó que en Corea del Sur también hay una capacidad general entre la población para centrarse en el presente "que se deriva de las enseñanzas budistas, así como una actitud que favorece la cultura de cooperación por encima del individualismo".

http://www.bbc.com/mundo/noticias-40883397

domingo, 13 de enero de 2013

Consejos para vivir 100 años


En el mundo viven hoy 455.000 personas de 100 años o más.
Se calcula que más de 455.000 personas de 100 años o más viven hoy en el mundo.

Aunque sin duda está muy bien poder alcanzar una vida longeva, nadie quiere vivir muchos años con enfermedades, discapacidad y falta de independencia.

Entonces, ¿cuál es el secreto de una vida larga que a la vez es una buena vida?
Nora Hardwich, de 106 años, es una de los 12.000 centenarios que viven en el Reino Unido.
Nora ha dedicado su vida a su comunidad. Durante muchos años fue la encargada de la oficina de correos en el pueblo de Ancaster, en Inglaterra. Y para ella, el secreto de su longevidad ha sido su estilo de vida filantrópico.
Nora está en lo correcto.

Los estudios han demostrado que dar algo o hacer algo por los demás ofrece al individuo un sentido de propósito en la vida e incrementa su autoestima. Esa sensación que se experimenta con los actos de generosidad puede resultar en la liberación de hormonas, específicamente de endorfinas, las cuales se cree que reducen el estrés, promueven el bienestar y fortalecen el sistema inmune.

Beber, pero poco, ayuda
Pero Nora, además, tiene otra clave para una vida longeva: una copa ocasional de whisky.
En esto Nora también está en lo correcto. Algunos estudios han demostrado que las mujeres que beben pequeñas cantidades de alcohol cada noche tienen más probabilidad de envejecer con mejor salud que las abstemias. Y también la nutrición parece tener un impacto en el envejecimiento. Algunas investigaciones han demostrado que una dieta baja en calorías puede incrementar las expectativas de vida, incluso hasta por 25 años.
Hasta ahora, sin embargo, los científicos no logran ponerse de acuerdo en cuáles son los factores que tienen el mayor impacto en la longevidad.
 "La ciencia está algo perpleja ante este asunto", le dice a la BBC el profesor Tim Spector, experto en envejecimiento del King's College de Londres. "Todavía no logramos entender qué es lo que hace a un centenario. Porque todos ellos tienen características únicas", agrega.
Algunos investigadores creen que la respuesta está en los genes. Para otros es el estilo de vida.
Pero tal como señala Alice Herz-Sommer, de 108 años de edad, la explicación de su vida larga está en la actitud. "Mi hermana gemela era una pesimista terrible. Nunca, nunca se reía, y murió antes de cumplir los 70 años", dice Alice. "Yo soy optimista. Para mí lo único que cuenta son las cosas buenas, nunca los malos pensamientos" agrega.

Actitud
Alice no ha tenido una vida fácil. Es la sobreviviente de más edad del Holocausto. Estuvo en el campo de concentración de Terezín, cerca de Praga, junto con su pequeño hijo Rafael. Y su esposo murió en el campo de Belsen en Alemania.
Es el secreto de Nora, de 106 años, es la filantropía y una copa ocasional de whisky.

Según el profesor Spector, puede haber algo de verdad en la afirmación de Alice sobre la calma interna y el optimismo.
El científico es autor del libro Identically Different (Identicamente Diferente), en el cual investiga la epigenética, un nuevo campo de estudio sobre cómo el ambiente y las decisiones que tomamos pueden tener un impacto en nuestro código genético.
"Lo que hemos encontrado con nuestros experimentos con gemelos es que una pequeña diferencia en el desarrollo o la actitud en la vida puede tener un enorme impacto en las vías genéticas", dice el científico.
Cree que la forma como una persona ve o enfrenta una situación puede afectar sus genes y provocar cambios químicos en el cerebro y alterar los niveles de estrés. Y esto puede tener un impacto en la salud y longevidad.

La actitud ante la vida es especialmente importante en las personas de edad avanzada, dice el profesor Spector. "Si usted tiene la voluntad para realizar actividades entonces es una persona optimista. Si usted es algo pesimista y dice: 'si hago esto o aquello puedo romperme una pierna y terminar en el hospital' entonces lo más seguro es que se quede en la cama todo el día".

Según Tim Spector, las investigaciones han demostrado que un estilo de vida activo es vital para tener una vida larga y una vida sana. Pero a esto, dice, se deben agregar las influencias genéticas y las ambientales.

De manera que en la longevidad, como en muchas otras cosas en la vida, también se trata, al menos en parte, de una cuestión de suerte.
BBC.