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martes, 3 de julio de 2018

La victoria de López Obrador lleva al poder a la izquierda en México. El líder de Morena obtiene un 53% de los votos, según el conteo rápido, 30 puntos más que Ricardo Anaya y José Antonio Meade, que reconocen su derrota antes de conocer los datos oficiales.

Andrés Manuel López Obrador, sí, AMLO, será presidente de México.



Andrés Manuel López Obrador en el escenario del Zócalo de la Ciudad de México saluda a sus seguidores.Por primera vez, un político curtido como líder social, que mira hacia la izquierda, gobernará el país de habla hispana más grande del mundo, la segunda economía de América Latina, el vecino del sur de la gran potencia universal. Según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral, logró entre el 53% y 53,8% de los votos, por delante de Ricardo Anaya (22%-22,8%) y José Antonio Meade (15,7%-16,3%). Más claro: López Obrador es el presidente con mayor respaldo de la historia de México. No hizo falta, en cualquier caso, esperar a tener resultados oficiales. Tras conocerse las encuestas de salida, sus dos rivales, reconocieron la derrota y felicitaron al ganador. México no solo ha elegido presidente, también un futuro distinto. La victoria supone un tsunami político. Morena, el partido de López Obrador, gobernará también la Ciudad de México y obtiene el poder en varias gobernaciones. Si hace 18 años el país decidió poner fin a la hegemonía del PRI después de 70 años, ahora exige una transición, un cambio de régimen tras dos décadas de alternancia entre los partidos tradicionales.

El triunfo de López Obrador es la constatación de que el país exige a gritos un cambio. El hartazgo y el enojo con el sistema actual han podido más que cualquier otro factor. México le brinda la oportunidad a quien se lo había denegado en dos ocasiones. A los 64 años, el líder de Morena promete una transformación a la altura de la Independencia, la Reforma y la Revolución. A partir de ahora ya las grandilocuentes propuestas deberán ser aterrizadas. López Obrador deberá concretar cómo acabará con la corrupción más allá de la honestidad que promulga y tendrá que definir un plan para reducir los niveles de violencia.

México ha dado en las urnas la espalda al legado de Enrique Peña Nieto, encarnado en José Antonio Meade y ha rechazado el cambio que proponía Ricardo Anaya. Lo ha hecho de manera abrumadora en una jornada democrática como se recuerdan pocas: sin apenas incidentes que resaltar; sin acusaciones de fraude de ida y vuelta. Una tranquilidad pasmosa, comparada con el turbulento día a día que azota el país.

Uno de los mayores desafíos de López Obrador desde esta noche hasta el 1 de diciembre que asuma la presidencia - cinco largos meses de transición- será abordar la forma de superar la polarización generada durante una campaña repleta de crispación. Su figura, pese a contar con un respaldo mucho mayor del que tuvo en sus dos primeros intentos, sigue siendo motivo de confrontación. El líder de Morena ha sabido incorporar a críticos a su proyecto, pero sigue teniendo furibundos detractores, que no confían en él. Consideran que la aparente moderación de su discurso es una fachada. Si para la elección consiguió despejar la idea de que es un peligro para México, a partir de ahora deberá alejar los fantasmas que lo consideran un autoritario y que gobernará para todos los mexicanos. En su primera intervención tras la victoria, López Obrador llamó "a la reconciliación de todos los mexicanos", al tiempo que lanzó un mensaje de tranquilidad para los inversores y el sector empresarial.

La contundente victoria de López Obrador pone patas arriba el sistema tradicional de partidos de México. Desde 1988, la política mexicana ha girado principalmente en torno al partido hegemónico PRI; el conservador PAN y el progresista PRD. Todo eso puede quedar reducido a cenizas. Tan significativa es la victoria del líder de Morena como la derrota del resto de partidos. La irrupción de Morena, la formación creada ad hoc por López Obrador, como principal fuerza en el Congreso, pone a la izquierda ante un reto ingente, en la medida en que el triunfo lo ha logrado en coalición con un partido, Encuentro Social. En el polo ideológico opuesto, la formación evangélica se prepara para tener en el Congreso un peso que jamás había soñado.

Más incierto será el camino para el PRI y el PAN. En el caso del tricolor, no solo abandonará el Gobierno el próximo 1 de diciembre. Al mal resultado de Meade se suma, a falta de resultados concretos, la más que previsible pérdida de poder a nivel local, lo que obliga al partido que está en el imaginario de todos los mexicanos desde hace décadas a iniciar una travesía en el desierto. Nunca antes el PRI se ha visto ante este escenario. La apuesta por Meade, un tecnócrata con amplia trayectoria en el Gobierno con el que Peña Nieto pretendía contener el desgaste de su administración y del partido, resultó un fiasco. La losa era demasiado pesada. Además, las fracturas internas volvieron inviable una campaña condenada al fracaso desde el inicio.

El final del sexenio plagado de violencia y corrupción, junto a los resultados de esta elección, complican sobremanera la imagen del presidente –durará cinco meses aún en el cargo- y deja muy tocado al grupo que le ha apoyado todo este tiempo. Entre muchos dirigentes del denominado viejo PRI cunde la preocupación de que, de no lograr una transición rápida en el poder del partido, la estructura se pueda ver absorbida por el ascenso de Morena.

El futuro de la derecha tampoco es nada halagüeño. El PAN se ve ahora envuelto en una encrucijada. Ricardo Anaya entregó su caudal político al éxito del Frente, una alianza con la izquierda, que propició desde la presidencia del partido conservador. La apuesta, no obstante, generó una división en el PAN. Los detractores del candidato consideran que, de haber ido en solitario, el tradicional partido opositor mexicano hubiese tenido más opciones de enfrentarse a López Obrador. Los gestos contra Anaya se han multiplicado desde el mismo momento de su designación. También la dirigencia del PAN ha movido ficha al respecto. Horas antes de la elección, la formación expulsó a varios dirigentes con peso antaño, una señal que muchos interpretaron como la aceptación de la derrota por anticipado, un intento por contener una crisis que se antoja inevitable.

México afronta desde este lunes una nueva era. Un desafío que trasciende a un país de 120 millones de personas, que ha decidido abrir la puerta del poder a la izquierda.

https://elpais.com/internacional/2018/07/02/mexico/1530496335_470433.html?rel=lom

Claudia Sheinbaum arrasa en la capital mexicanaLa candidata del partido de López Obrador vence a su principal rival, Alejandra Barrales (del Frente) y logra un triunfo histórico: que el Ejecutivo federal y el de la Ciudad de México estén controlados por la misma formación.

martes, 27 de febrero de 2018

AYUDANDO A LOS NIÑOS A TENER ÉXITO. Lo que funciona y por qué

Por Paul Tough
125 pp. Houghton Mifflin Harcourt. $ 18.99.

Hace cuatro años, el periodista del New York Times Magazine, Paul Tough, publicó un libro titulado "Cómo triunfan los niños", que argumentaba que con la obsesión moderna por aumentar los puntajes de los estudiantes en lectura y matemáticas se pierde la mayor parte de lo que importa en educación. En cambio, los rasgos de carácter como la determinación, la curiosidad, la persistencia y el autocontrol son las claves del éxito en la escuela, la universidad y la vida.

Los padres y maestros cansados ​​de las pruebas aceptaron el mensaje y Tough pasó los siguientes años hablando, viajando e informando sobre los programas que trabajan para poner en práctica estas ideas. Pero al hacerlo, se dio cuenta de una "paradoja": muchos de los educadores que eran inusualmente buenos enseñando gran dominio y autocontrol no utilizaron esas palabras para describir sus objetivos. A menudo, ni siquiera eran conscientes de que eran avatares de lo que Tough creía que era un nuevo enfoque innovador para la educación. ¿Por qué? ¿Y qué significa eso? El nuevo libro de Tough, "Helping Children Succeed", describe su intento de averiguarlo.

Menos una secuela completa de "Cómo triunfan los niños" que una breve compañía, "Helping Children Succeed" sostiene que las habilidades como la regulación emocional y la adherencia no se pueden enseñar de la misma manera que los niños son entrenados para decodificar fonemas y resolver ecuaciones cuadráticas. "Ningún niño aprendió curiosidad llenando hojas de trabajo de curiosidad", señala. En cambio, el carácter es el producto de entornos en los que los niños forman vínculos fuertes y seguros con los maestros y cuidadores, y se les enseña de maneras que estimulan su autonomía y capacidad para resolver problemas.

Para los niños pequeños agobiados por las cicatrices mentales del estrés tóxico y las infancias empobrecidas, este enfoque puede romper un ciclo generalizado de fracaso. "Las disfunciones neurocognitivas pueden convertirse rápidamente en disfunciones académicas", escribe Tough. "A medida que se retrasan, se sienten peor consigo mismos y peor en la escuela. Eso crea más estrés, que a menudo alimenta los problemas de conducta, lo que lleva, en el aula, a la estigmatización y al castigo, lo que mantiene sus niveles de estrés elevados, lo que hace que sea aún más difícil concentrarse, y así sucesivamente".

Tough es experto en traducir la jerga académica en una prosa precisa y accesible. "Helping Children Succeed" emplea la narrativa heroica estándar del progreso en las ciencias: social, cognitiva, neuro y más. Los nuevos hallazgos de investigación suelen ser un poco innovadores, contraintuitivos o reveladores. Al abordar la primera infancia, donde las políticas sociales estadounidenses son particularmente débiles, ve grandes oportunidades para ayudar a los padres en apuros a mejorar su crianza, incómodo como puede ser el juicio implícito. Los centros asequibles de aprendizaje temprano para los hijos de padres que trabajan, es decir, la mayoría de los niños, pueden ayudar a los estudiantes de bajos ingresos a ponerse al día con sus pares más adinerados.

Pero Tough reconoce que los primeros años pasan rápidamente. La mayor parte del trabajo de construcción del carácter duro tendrá que suceder en las escuelas públicas "profundamente rotas". Para encontrar ejemplos de cómo las escuelas podrían ser mejores, busca principalmente redes nacionales de escuelas como Aprendizaje Expedicionario y Logro Primero. Tough sabe que esto es complicado, y complicando, porque las escuelas charter como Achievement First se ven a menudo tan centrada en la mejora de resultados de los exámenes de lectura y matemáticas, sin descanso, - las habilidades muy “cognitivas” que su libro antes argumentado se insistirá lo suficiente, en detrimento del carácter .

Muchas escuelas chárter, explica Tough, han cambiado hacia un enfoque más equilibrado, con una disciplina menos severa y una mayor disposición a dejar que los estudiantes tengan dificultades, fracasen y aprendan de la experiencia. De lo contrario, sus expertos examinadores se fundarán en la universidad y más allá. La lección más amplia parece ser que, si bien los rasgos de carácter son distintos desde el punto de vista educativo y neurológico de la experiencia académica tradicional, los tipos de escuelas que mejor enseñan ambos conjuntos de habilidades pueden ser una misma cosa.

¿Cómo crear más escuelas de ese tipo, que son pocas y distantes? "Ayudando a los niños a tener éxito" deja sin respuesta esa pregunta, el gran enigma sin resolver de la política educativa moderna. Lo que significa que los maestros, legisladores y líderes escolares necesitan un montón de las cualidades que promueve de manera persuasiva y dura: desafíos en vista de la creciente desigualdad económica, la curiosidad de mirar más allá del dogma educativo asentado, la persistencia y el autocontrol cuando los presupuestos se encogen y las atenciones disminuyen. La ciencia del carácter se ha convertido en una nueva ventana valiosa sobre lo que debería ser la educación. Pero construir grandes escuelas sigue siendo un viejo desafío, (para el que no existe una varita mágica) aún no resuelto.

Kevin Carey es el autor de "El fin de la universidad: crear el futuro del aprendizaje y la Universidad de todos lados".

‘Helping Children Succeed,’ by Paul Tough.

https://www.nytimes.com/2016/06/12/books/review/helping-children-succeed-by-paul-tough.html?emc=edit_tnt_20160610&nlid=31217582&tntemail0=y