_--El día 6 de Marzo, los estibadores inician una huelga contra un decreto del Gobierno del PP que destruye hasta los cimientos los derechos sociales conseguidos con la organización y la lucha, y recogidos en convenios y leyes, como el Convenio 137 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por España en 1973, para garantía y regularidad del empleo y las retribuciones mínimas de este colectivo de trabajadores.
La excusa es una sentencia que dictó el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el 11/12/14 que obliga a modificar la legislación y a liberalizar los puertos. Esta norma, según los estibadores, va mucho más allá de lo que marca la Unión Europea, que no obliga explícitamente a degradar sus condiciones laborales. Esencialmente consiste en poner los puertos a disposición de las grandes empresas del sector, la mayoría multinacionales, libres de trabas sociales, convenios colectivos, control de la profesionalidad y capacitación de los trabajadores, etc...
Los representantes sindicales de los estibadores afirman que la eliminación del registro de trabajadores portuarios, elemento esencial de esta batalla, donde están censados los trabajadores formados y experimentados en el trabajo en el sector, y que el gobierno del PP quiere eliminar, persiste en 12 de los 27 países de la Unión Europea y por lo tanto debe mantenerse. El gobierno afirma, por el contrario, que la única forma de ejecutar la sentencia y regular el régimen jurídico del servicio portuario de manipulación de mercancías se logra derogando la relación laboral especial de los estibadores portuarios y la extinción de la totalidad de los contratos de los trabajadores que actualmente prestan sus servicios.
El decreto tendrá los siguientes efectos:
1. Los contratos indefinidos se convierten en empleos precarios pendientes de contratación por las empresas estibadoras. Éstas dispondrán de un periodo de tres años en el que estarán obligadas a contratar al 75%, 50% y 25% durante el primero, segundo y tercer año. Por lo tanto podrán sustituir al 25%, 50%, y al 75% el primero, segundo y tercer año. En conclusión, es un Expediente de Regulación de Empleo que afecta a los 6.150 trabajadores de la estiba en todo el país, un despido colectivo.
2. Aquellos trabajadores que no sean contratados deberán ser indemnizados por la autoridad portuaria, o sea con fondos públicos. Se estima que la liquidación de las sociedades portuarias -SAGEP- tendrá un coste total para el erario público de 350 millones de euros.
La negociación de los estibadores con la patronal ANESCO, con la que habían llegado a un acuerdo sobre la nueva regulación de la estiba después de la sentencia, ha quedado rota ante este regalo ministerial que les ofrece la posibilidad de obtener mano de obra más barata y con menos derechos laborales.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao declaraba que “la estiba es un sector históricamente cerrado lo que supone una inflación salarial”. Este es el meollo de la cuestión, abaratar el trabajo en los puertos a través de la precarización del empleo y la destrucción de los convenios colectivos.
¿Quiénes son los estibadores?
Es un colectivo de 6.150 trabajadores de una media de edad de 38 años. Operan en un sector básico, el de la carga y descarga de mercancías que entran y salen de España por barco. Carga valorada anualmente en unos 200.000 millones de euros, esas ci fras suponen el 86% de lo que el país exporta y el 65% de lo que importa.
Por las características de su trabajo están muy organizados. La representación sindical la ostenta la Coordinadora con un 74%, UGT con un 16% y CCOO con un 8%, teniendo posiciones también CGT, LAB, ELA, CIGA.
Los estibadores han sufrido profundas transformaciones desde los años 80 en los que el trabajo era manual y se necesitaba mucha mano de obra. La tecnificación y mecanización de los puertos desde los 80, la incorporación de grandes grúas y el transporte de contenedores supuso pasar de 12.000 a 5.000 trabajadores. Con este excedente, a principios de los 80 se creó la oficina especial de registro de estibadores para recoger a aquellos trabajadores capacitados para los que no había empleo, que de una forma u otra se ha venido manteniendo hasta la última reforma de 2012, año en el que PSOE y PP conjuntamente hacen una ley de régimen jurídico de la estiba, creando las Sagep, sociedades que emplean a los estibadores, que ahora quieren destruir.
¿Qué condiciones de trabajo tienen?
El gobierno del PP y sus voceros mediáticos desprestigian a los estibadores describiéndolos como un sector privilegiado, totalmente ajeno a la realidad de los trabajadores normales. Esto es falso, es intoxicación y propaganda preparándose para la guerra que el gobierno ha declarado a los estibadores. Tratan de aislarlos del resto de la sociedad, evitar que los trabajadores de otros sectores se vean reflejados en su lucha y que se despierte la solidaridad necesaria para combatir al gobierno.
Las condiciones de trabajo se estipulan en un acuerdo marco estatal que regula diversas materias como clasificación profesional, rotación, exclusividad, registro, etc. Luego en cada puerto se acuerdan los salarios, rendimientos, horarios, productividad. Hay un salario garantizado de alrededor de 1.000 €/mes. Las diferencias salariales se producen por el interés de las grandes empresas porta-contenedores en descargar aceleradamente, por lo que pagan primas de productividad a los trabajadores. Esto puede dar altos salarios, aunque muy trabajados, en los grandes puertos y salarios decentes en los puertos medianos y pequeños. Es un buen ejemplo el puerto de Tarragona: los profesionales que operan ahí tienen cuatro categorías laborales con sueldos brutos base que van desde los 850 euros hasta los 1.650 euros mensuales brutos. A esta suma hay que añadirles primas, si doblan turno, y los pluses de nocturnidad y festivos, además de las que perciben por rendimiento. Con todo ello, el sueldo medio bruto de un profesional en el que se den estas circunstancias, oscila entre los 60.000 y 70.000 euros/anuales.
Las palabras de los estibadores del puerto de Tarragona reflejan claramente cuáles son sus privilegios: “Cada día a las 7 de la mañana las empresas de estiba entregan a Estarraco (sociedad de estiba de Tarragona) las operativas y el personal previsto para el día, la misma operación se repite a mediodía. A partir de ahí se procede a hacer el sorteo con los trabajadores disponibles. No sabemos nunca si vamos a trabajar o no ese día. Los turnos son de 6 u 8 horas y es habitual que dupliquen la jornada, hasta un máximo de 12 horas de trabajo. Lo que la gente normal puede programarse el día, nosotros no lo tenemos. Nuestra vida es el trabajo”.
De hecho bromean con que los divorcios son habituales en este colectivo. El trabajo ha cambiado mucho en los últimos 20 años. “En los inicios nos pasábamos el día cargando y descargando sacos. Los contenedores transformaron el sector, y de la actividad manual se pasó a la grúa”. Con la mecanización se pasó de operativos de 20 trabajadores a 10, mientras que las grúas simplificaron las descargas de tres personas a una. El representante de los estibadores de Tarragona afirma que la formación de estos profesionales es constante. “Manejar una grúa no es fácil y aquí todos tenemos el carné profesional. Antes éramos mano de obra pura y dura, mientras que ahora manejamos las grúas, las máquinas, los camiones, los sistemas informáticos y gestionamos el trabajo, una misma persona tiene una gran polivalencia, lo que ayuda a la empresa a reducir los costes ya que un mismo trabajador puede hacer muchas actividades”.
Esta mejora también se ha dado en la seguridad. La estiba siempre ha sido una profesión en que la siniestralidad ha sido elevada. Aseguran los representantes del comité que uno de cada cuatro trabajadores tiene a lo largo de su vida un accidente grave y, de los cuatro que participan en la entrevista, todos han sufrido uno u otro percance. “Podríamos estar los cuatro muertos” afirma Jordi Morro. Este es el “maravilloso mundo de privilegiados” que quiere borrar del mapa el ministerio, un colectivo que –como a los mineros– la Seguridad Social reconoce penosidad y peligrosidad y les permite por esas condiciones de trabajo anticipar la edad de jubilación.
La solidaridad en la lucha imprescindible para ganar
La política de privatización de servicios públicos de la Unión Europea, de la que el gobierno del PP es firme partidario, ha puesto su diana en los puertos españoles donde, de un total de 150 empresas, un puñado de 12 multinacionales que agrupan a unos 4.000 estibadores, controlan la mayor parte del tráfico portuario descargando millones de toneladas de mercancías procedentes de China, Extremo Oriente u otros países. Pero se han encontrado con unos trabajadores muy organizados, incluso internacionalmente, que se resisten a la precarización y semi-esclavitud que este sistema y el gobierno que lo representa han impuesto a la clase obrera con las reformas laborales desde el inicio de la crisis. Pero esta lucha por un trabajo digno de los estibadores no puede ser sólo suya. Es del conjunto de la clase obrera de este país que se verá reflejada en ella y cuya solidaridad y comprensión de los motivos de la lucha es imprescindible para ganar.
La guerra declarada por el PP a los estibadores es una guerra total, incluso el presidente de la confederación empresarial valenciana, primer puerto en tráfico de contenedores del país, pide la intervención del ejército, como en la huelga de los controladores aéreos. La lucha de los estibadores debe hacer sentir la fuerza potencial de la clase obrera. Lo que está en juego son empleos, condiciones de trabajo y salarios dignos, frente a la precariedad masiva y la miseria generalizada que se nos ofrece en la actualidad como trabajo asalariado. La decisión de luchar por su futuro es clara, la organización y la confianza en la victoria es total. Desde Lucha de Clases queremos explicar, difundir la lucha de los estibadores y neutralizar la intoxicación y falsedad que se transmite de sus condiciones de vida y trabajo.
Los sindicatos de clase y la coordinadora deberían hacer un llamamiento a los partidos de la izquierda y juntos convocar una gran movilización, que partiendo de cada zona portuaria, confluya en Madrid, como vimos en la marcha de los mineros, y muestre el potencial de la clase obrera y obligue a dar marcha atrás al gobierno y al parlamento, porque esta huelga es la referencia de la lucha de clases en nuestro país.
Fuente:
http://www.marxist.com/huelga-de-los-estibadores-el-partido-popular-destruye-los-derechos-de-los-trabajadores-portuarios-para-beneficiar-a-las-grandes-empresas.htm
viernes, 10 de marzo de 2017
jueves, 9 de marzo de 2017
La manifestación en Madrid fue multitudinaria: "Esto ha superado las expectativas", dice una de las organizadoras.
Las mujeres toman la calle por la igualdad de derechos en una marcha de asistencia récord
eldiario.es
La cabecera en Madrid la ha liderado el movimiento feminista con una gran pancarta morada con el lema "Juntas y fuertes, feministas siempre"
Como cada 8 de marzo el feminismo ha salido a la calle en el Día Internacional de la Mujer para protestar contra todas las formas de discriminación y violencia machista en un grito colectivo que retumba en decenas de países. En esta ocasión, la asistencia ha rebasado las expectativas y la marcha ha quedado taponada nada más comenzar.
Pasadas las 18.30 de la tarde, y tras el paro de media hora de la mañana, grupos de manifestantes ya se concentraban por la madrileña plaza de Cibeles, de donde arrancaba la manifestación. En la cabecera se situaba el movimiento feminista madrileño, con una pancarta morada con el lema "Juntas y fuertes, feministas siempre" y justo debajo la frase "Paro internacional contra el heteropatriarcado".
Las asistentes han comenzado a andar a ritmo de una canción de la rapera feminista Gata Cattana, recientemente fallecida, al mismo tiempo que la fuente de Cibeles y el Ayuntamiento de Madrid se iluminaba de morado. Sin embargo, no han podido avanzar muchos metros porque cientos de personas taponaban la calle Alcalá en dirección Gran Vía, por donde tenían que proseguir. "Al principio solo han cortado un carril y los coches han tenido que parar porque había muchísima gente", resume una de las activistas.
Poco antes del inicio, las organizadoras valoraban muy positivamente el seguimiento del paro laboral de 12.00 a 12.30 celebrado este mediodía, y han querido lanzar un mensaje: "Si nos matan, nos acosan, sufrimos discriminación, agresiones y brecha salarial, produzcan sin nosotras".
Tras casi una hora con la cabecera taponada, la manifestación ha conseguido avanzar por Gran Vía al tiempo que sus integrantes lanzaban los lemas que hoy eran razones: "Que viva la lucha de las mujeres", "No es un caso aislado se llama patriarcado" o "la lucha será feminista o no será".
Mientras la cabecera avanzaba por una de las principales arterias de la capital, todavía seguía parte de la manifestación en Cibeles. "Viendo a Argentina y a Polonia nos podíamos esperar esto, pero ha superado las expectativas. Está siendo absolutamente multitudinaria" asegura una de las organizadoras, que califica la protesta de "éxito total".
Una de las miles de mujeres que han ido a la marcha, Carmen, cuenta a eldiario.es que trabaja como administrativa en una oficina y ha venido con tres amigas, ataviadas todas con boinas moradas, algo que llevan haciendo desde hace muchos años. "Somos veteranas en el 8 de marzo", exclama. Ha hecho el paro laboral de esta mañana porque "hay que involucrarse en la lucha de las mujeres" y asegura que en pocas otras manifestaciones del 8M había visto Madrid tan abarrotada.
"El feminismo está fuerte"
Algunas mujeres han venido con los clásicos gorros rosas con los que asistieron a la Women's March las estadounidenses el pasado enero contra la proclamación de Donald Trump y muchas otras con el brazalete morado con el que el movimiento feminista ha llamado a participar en este 8 de marzo. "Ni una menos", gritan mientras siguen caminando a ritmo de batucada en referencia al colectivo argentino que convocó las multitudinarias movilizaciones contra los feminicidios en el país.
"No son muertes, son asesinatos", han coreado algunas de las asistentes al mismo tiempo que otras comentan entre ellas la enorme afluencia de la marcha. Para las más jóvenes, como Susana, que tiene 20 años, el feminismo está en un momento "de eclosión porque cada vez más gente se da cuenta de lo necesario que es". Su amiga Rosa asiente para unirse a los cánticos que comienzan a entonar a su lado: "Mujeres unidas jamás serán vencidas", exclama.
Pepa lleva viniendo 30 años a la manifestación del 8M en Madrid y asegura que no recuerda una tan multitudinaria. Dice que a cada rato se emociona porque es una muestra "de que el feminismo está fuerte". Cree que este es un momento especialmente reivindicativo porque "en contra del discurso oficial de que la igualdad esta conseguida, esto es una buena muestra de que es necesario". Señala a un par de chicas jóvenes que gritan consignas y portan una pancarta en la que se lee "mi cuerpo, mis normas". Y es que en la Gran Vía se mezclan las más veteranas, pero también muchísimas chicas jóvenes.
Como Alicia, que trabaja en una tienda de ropa del centro de la capital. Tiene 19 años y sonríe al mirar hacia Cibeles iluminada de color morado porque no se imaginaba "que fuera a venir tanta gente". Alicia no ha secundado el paro de esta mañana porque "mis condiciones de recién contratada y precariedad" no me lo permitían. Sin embargo, lo ha cambiado por la protesta en la calle, porque de alguna u otra manera, "el feminismo es imparable", asiente.
Sobre las 21.00 la cabecera ha llegado a Plaza España, donde finalizaba la manifestación. Allí la Solfónica ha cantado varias canciones, entre ellas, una en honor a las mujeres que han estado un mes en huelga en la Puerta del Sol contra la violencia machista y que finalizaron este martes.
A la espera de la lectura del manifiesto, las organizadoras han asegurado que todavía había gente en Cibeles: "Se ha desbordado y nos ha desbordado a nosotras", reconoce una de ellas, que celebra que "el feminismo está presente en la ciudad de Madrid. Compañeras, hermanas, lo estamos consiguiendo: Viva la lucha feminista", ha dicho desde el escenario.
El manifiesto, leído por varias mujeres de diferentes edades y territorios, ha recordado los crímenes machistas de Argentina y las luchas feministas de Rusia, Polonia o el Sáhara. "Plantamos cara y exigimos soluciones", exclaman. Por ello, piden que los derechos de las mujeres "no sean cuestionados", que "se respete la diversidad de género y sexual" y que se acoja a "todas las personas que deseen migrar". Además han reivindicado currículos feministas en la educación, el fin de los recortes y una política feminista, "no feminizada".
Fuente:
http://www.eldiario.es/sociedad/mujeres-calle-laboral-reivindicar-derechos_0_620138657.html
Economía española: Lo que ofrece Rajoy, lo que España necesita.
Ganas de escribir
Hay que reconocer que Mariano Rajoy ha sido el líder más inteligente en estos últimos meses. Ha conseguido llevarse el gato al agua, aunque lo ha hecho de una forma bien expresiva de lo que puede esperarse de él y de su partido: dejando hacer y pasar a los demás y limitándose a recoger parsimoniosamente el fruto de los errores ajenos.
Ahora, con su nuevo gobierno empieza una nueva fase que en lo esencial no cambiará mucho de la primera, aunque tendrá nuevas consecuencias porque las circunstancias ya no son las mismas.
En su primer mandato se ha limitado a hacer lo contrario de lo que había predicado y a soslayar cuando le ha convenido los mandatos más equivocados de Bruselas que decía compartir, consciente como debe ser de que detrás de ellos solo hay intereses y fundamentalismo ideológico y no una respuesta acertada a nuestros problemas económicos ni conveniente para nuestros intereses.
Su política es la de favorecer que la gran empresa imponga el modelo de crecimiento y la disciplina laboral, que la devaluación salarial se convierta en nuestra estrategia de competitividad y que la deuda (es decir, el negocio bancario) siga siendo el motor de la economía. Y, en lugar de poner en marcha con integridad la política de austeridad que le imponía Bruselas, ha sido suficientemente inteligente como para descargar los sacrificios de gasto sobre ayuntamientos y comunidades autónomas (a costa de la mayoría de las políticas de bienestar social que suelen corresponder a estas administraciones) y para sortear en la mayor medida de lo posible (y aunque eso haya sido a base de realizar constantes trampas en las cuentas públicas) sus exigencias de déficit. Así, lo que ha hecho el gobierno de un Partido Popular que presume de “liberal” es dar un empuje pseudo-keynesiano a sus políticas, lo que, unido a la mejor coyuntura exterior, ha permitido que la economía española presente ciertos síntomas de mejora en los dos últimos años. La paradoja es que el PP ha conseguido vender su gestión como de éxito económico haciendo justamente lo contrario de lo que decía que había que hacer para tener éxito en la gestión económica. Mariano Rajoy en estado puro.
Lo que ahora posiblemente va a ocurrir es que el gobierno tendrá que dar ciertas cuentas de esa gestión con la que ha conseguido engañar a todo el mundo. Bruselas le exigirá los recortes que compensen sus desajustes anteriores, se entrará en una nueva fase de contención de gasto tras la alegría pre-electoral y eso puede producir un frenazo de la ya de por sí limitada expansión (inesperadamente prolongada por el impasse de casi un año que hemos vivido en la formación del gobierno). Sobre todo, si la coyuntura exterior no mejora sensiblemente. Pero como la legislatura tiene muchos componentes de inestabilidad y Rajoy querrá salvar sus muebles es muy posible que su gobierno siga limitándose a afrontar el día a día con luces cortas y sin la menor intención de meterse en las complicaciones que supone realizar cambios de demasiada envergadura. No creo que se pueda esperar otra cosa que más de lo mismo que hemos visto en la segunda fase de la anterior.
Mientras tanto se van a quedar sin afrontar los grandes problemas que a mi juicio sigue teniendo pendiente la economía española.
El primero es la creciente pérdida de peso de los salarios en la renta nacional que, además de otras consecuencias no menos importantes, dinamita los motores endógenos de la actividad económica y destruye a las empresas y al tejido empresarial que viven del mercado interno (que suelen ser intensivos en empleo) en un contexto en el que el externo no nos resulta demasiado favorable.
El segundo, una dinámica de generación de deuda que puede llegar a ser insoportable a poco que suban los tipos de interés, se frene la ya de por sí débil recuperación de la actividad o se pongan en claro algunas sospechosas incoherencias de nuestras cuentas públicas que podrían estar sobrevalorando el PIB y ocultando la verdadera magnitud de nuestro endeudamiento.
El tercero, nuestra dependencia de las cada vez más insoportables y equivocadas directrices que emanan de Bruselas y que, entre otras muchas cosas, es la responsable de la pérdida continuada de activos bajo control nacional y de fuentes de riqueza que nos permitan apropiarnos de su valor añadido.
El cuarto, y unido a todo lo anterior, la pérdida de tejido productivo y la externalización de nuestros mejores activos y de la decisión sobre ellos.
Y si fuese necesario resumir todos esos problemas en uno solo o principal, nuestra escasa capacidad para generar valor añadido y, sobre todo, para apropiarse de él. Una patología que cualquiera puede percibir sin necesidad de palabra alguna, por ejemplo, cuando pasea por cualquier ciudad inglesa o alemana y encuentra más paneles solares que en cualquier lugar de la soleada España.
España necesita a mi juicio un gran pacto de rentas orientado a salvar el mercado interno teniendo en cuenta que éste vive en gran parte de la masa salarial.
Necesita un pacto fiscal que imponga eficacia y equidad en la recaudación y que reconsidere al mismo tiempo todas las políticas de gasto.
Necesita un pacto de soberanía que nos permita hacernos fuertes y defender los intereses nacionales en la Unión Monetaria.
Y necesitamos una estrategia ampliamente compartida orientada a recuperar nuestro tejido productivo y a poner en marcha una estrategia de reactivación sostenible.
Puede parecer una perogrullada pero ninguna economía puede salir adelante con un mínimo de éxito si (como le viene pasando a la española) su industria, su sector primario y sus servicios de alto valor añadido van a menos.
El problema principal a la hora de avanzar en esa dirección es que no cabe esperar que el PP haga otra cosa que servir a quienes no tienen el más mínimo interés en que la economía española cambie, porque son los que se aprovechan de su estado actual. Y, por otro lado, que los errores que han cometido las direcciones del PSOE y de Podemos en esta última coyuntura han sido tan clamorosos y desgraciados que seguramente costará tiempo crear condiciones tan favorables como las que ha habido para cambiar la correlación de fuerzas y el escenario político.
Fuente:
http://www.juantorreslopez.com/economia-espanola-lo-que-ofrece-rajoy-lo-que-espana-necesita/
miércoles, 8 de marzo de 2017
Los laboratorios farmacéuticos inventan enfermedades
Ecoportal
Joan-Ramon Laporte es jefe del servicio de farmacología del Hospital Vall d’Hebron. Es catedrático de farmacología en la UAB y dirige la Fundación Instituto Catalán de Farmacología. «Los medicamentos son la tercera causa de muerte tras el infarto y el cáncer, según estudios hechos en EEUU. Cada año mueren 100.000 personas por errores de medicación y 100.000 por efectos adversos».
La implicación de los medicamentos en patologías comunes es muy importante. Los medicamentos producen enfermedades que no se distinguen de las otras. Te pueden producir un infarto de miocardio, que te caigas y te rompas el fémur o un ataque psicótico».
«Sólo en Cataluña hay entre 6.000 y 9.000 fracturas de cuello de fémur al año: entre el 13 y el 14 % de ellas tiene que ver con el omeoprazol y medicamentos análogos. Dificulta la absorción del calcio y las personas que lo toman habitualmente desarrollan osteoporosis. Un 8,4 % de las fracturas las producen medicamentos para dormir. Más de 300 tienen que ver con antidepresivos».
«La industria farmacéutica está medicalizándolo todo. Los laboratorios se inventan enfermedades, convierten la tristeza en depresión, la timidez en fobia social o el colesterol en una enfermedad. Los lobbies farmacéuticos promueven más mentiras que medicamentos. Dicen que son más eficaces de lo que realmente son».
«Aunque los permisos de comercialización los otorga la Agencia Europa del Medicamento, cada país puede decidir si financia un determinado medicamento. En España se financian todas las novedades. Por ejemplo, hay seis medicamentos anti-neoplásicos que Gran Bretaña ha rechazado financiar y que aquí se financian». «Cuando un medicamento sale al mercado es tan poco conocido, porque se ha estudiado tan poco, que no estamos seguros de que no pueda tener efectos indeseados graves».
«En España nos polimedicamos. Hace 15 años se daban entre 12 y 13 recetas por persona y año. Ahora, casi 20. Por lo menos la mitad de los medicamentos que tomamos son innecesarios. Hay gente que durante toda su vida toma medicación para dormir, sin embargo al cabo de tres o cuatro semanas el cuerpo ya lo ha asimilado y es tan eficaz como el placebo ».
«Los laboratorios no dan acceso público a los ensayos clínicos. Tampoco se lo dan al sistema de salud. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios aprueba medicamentos sin ver los datos de cada uno de los pacientes que han participado en los ensayos».
«El tiempo que se tarda en retirar un medicamento porque produce efectos indeseados graves ha pasado de seis o siete años en 2004 a 12 o 14 años hoy en día. Cuesta mucho más retirarlos y esto es por la creciente influencia de la industria sobre los sistemas de salud, tal como ha denunciado el Consejo de Europa».
Fuente:
http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Salud/Los-laboratorios-farmaceuticos-se-inventan-enfermedades
Joan-Ramon Laporte es jefe del servicio de farmacología del Hospital Vall d’Hebron. Es catedrático de farmacología en la UAB y dirige la Fundación Instituto Catalán de Farmacología. «Los medicamentos son la tercera causa de muerte tras el infarto y el cáncer, según estudios hechos en EEUU. Cada año mueren 100.000 personas por errores de medicación y 100.000 por efectos adversos».
La implicación de los medicamentos en patologías comunes es muy importante. Los medicamentos producen enfermedades que no se distinguen de las otras. Te pueden producir un infarto de miocardio, que te caigas y te rompas el fémur o un ataque psicótico».
«Sólo en Cataluña hay entre 6.000 y 9.000 fracturas de cuello de fémur al año: entre el 13 y el 14 % de ellas tiene que ver con el omeoprazol y medicamentos análogos. Dificulta la absorción del calcio y las personas que lo toman habitualmente desarrollan osteoporosis. Un 8,4 % de las fracturas las producen medicamentos para dormir. Más de 300 tienen que ver con antidepresivos».
«La industria farmacéutica está medicalizándolo todo. Los laboratorios se inventan enfermedades, convierten la tristeza en depresión, la timidez en fobia social o el colesterol en una enfermedad. Los lobbies farmacéuticos promueven más mentiras que medicamentos. Dicen que son más eficaces de lo que realmente son».
«Aunque los permisos de comercialización los otorga la Agencia Europa del Medicamento, cada país puede decidir si financia un determinado medicamento. En España se financian todas las novedades. Por ejemplo, hay seis medicamentos anti-neoplásicos que Gran Bretaña ha rechazado financiar y que aquí se financian». «Cuando un medicamento sale al mercado es tan poco conocido, porque se ha estudiado tan poco, que no estamos seguros de que no pueda tener efectos indeseados graves».
«En España nos polimedicamos. Hace 15 años se daban entre 12 y 13 recetas por persona y año. Ahora, casi 20. Por lo menos la mitad de los medicamentos que tomamos son innecesarios. Hay gente que durante toda su vida toma medicación para dormir, sin embargo al cabo de tres o cuatro semanas el cuerpo ya lo ha asimilado y es tan eficaz como el placebo ».
«Los laboratorios no dan acceso público a los ensayos clínicos. Tampoco se lo dan al sistema de salud. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios aprueba medicamentos sin ver los datos de cada uno de los pacientes que han participado en los ensayos».
«El tiempo que se tarda en retirar un medicamento porque produce efectos indeseados graves ha pasado de seis o siete años en 2004 a 12 o 14 años hoy en día. Cuesta mucho más retirarlos y esto es por la creciente influencia de la industria sobre los sistemas de salud, tal como ha denunciado el Consejo de Europa».
Fuente:
http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Salud/Los-laboratorios-farmaceuticos-se-inventan-enfermedades
martes, 7 de marzo de 2017
_--Tres españoles galardonados con el premio de arquitectura Pritzker. El estudio catalán RCR Arquitectes recibe la distinción más prestigiosa en esta disciplina
_-Rafael Aranda, Ramón Vilalta y Carme Pigem reciben el galardón más prestigioso de su disciplina
“Había dos pritzkers portugueses (Eduardo Souto de Mora y Álvaro Siza) y solo uno español. De un plumazo tenemos cuatro”. Carme Pigem (Olot, Girona, 1962) bromea ante los amigos y empleados reunidos en el patio de su estudio. También han llegado su padre y su suegra. En la antigua Fundición Artística Barberí, “donde se fundieron las cuádrigas de Gargallo del Estadio Olímpico”, una joven arquitecta pincha discos. Ha empezado la fiesta. Carme y sus dos socios —su marido, Ramon Vilalta (Vic, Barcelona, 1960), y Rafael Aranda (Olot, 1961)— llevan tres décadas dedicándose a la arquitectura con devoción casi religiosa. Por eso la celebración del premio Pritzker, el galardón mundial más importante en el campo de la arquitectura, concedido al estudio RCR Arquitectes, formado por el trío, tiene algo de liturgia.
“El respeto por lo existente y la convivencia entre lo local y lo universal” es lo que ha visto en sus trabajos un jurado preocupado por un mundo en el que lo genérico está arrasando a lo particular. El Pritzker premia este año la estrecha colaboración entre los tres proyectistas y la búsqueda de la universalidad desde el cuidado de las raíces, al reconocer a este trío cosmopolita y a la vez de pueblo que desde que se conocieran en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallès de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) apostó por diseñar a seis manos.
Hasta hoy, el galardón solo había reconocido a un español, Rafael Moneo, en 1996. Los nuevos ganadores tienen claro qué otro arquitecto nacional lo merecería: “Sin duda, Enric Miralles”, fallecido en julio de 2000.
Aunque varios dúos de diseñadores se han hecho con el premio, dotado con 100.000 dólares, como Herzog & De Meuron, en 2001, o Sejima & Nishizawa, en 2010, esta es la primera vez que reconoce a tres profesionales, subrayando el componente colectivo del oficio.
Todos creen que ese triángulo es la base de su equilibrio. “Eso y saber de dónde venimos y hasta dónde queremos llegar”, opina Aranda, hijo de un obrero de Villanueva de la Tapia (Málaga), el primer miembro de su familia nacido en Cataluña. La madre de Pigem era locutora de radio en Olot. Su padre la conoció cuanto instalaba cables en la emisora. El de Ramón, profesor de dibujo, murió con 50 años. “Crecí viendo cómo mi madre se levantaba a las cinco para trabajar en una fábrica textil”.
Ese pasado, insisten, es su vacuna. “No creemos ni en fronteras ni en purezas”, aseguran, tratando de desmontar los mitos construidos en torno a su exquisito trabajo. “El hombre de Cromañón no era de ningún sitio. No podemos retroceder”, defiende Pigem. ¿Qué cambiará entonces el Pritzker? “Queremos seguir controlando y disfrutando lo que hacemos”, responden. ¿Conseguirán hacerlo trabajando en Francia, Bélgica o Dubái? “Trabajamos igual, a partir del lugar. Es fundamental ir encontrando la arquitectura, evitar que te asalte. Retrasar el encuentro multiplica las sensaciones y convierte un edificio en un descubrimiento”, explica Vilalta.
Una de sus primeras obras, el Estadio Tussols-Basil de Olot (2000) es una pista de atletismo salpicada por los árboles, que llegaron antes que la pista.
También las personas han definido la arquitectura de RCR. “Las casas han sido nuestro laboratorio”, explica Pigem. Sus primeros logros fueron viviendas extraordinarias para gente corriente: la casa para un herrero o una peluquera del pueblo. Su vocación perfeccionista ha hecho que los persiguiera la leyenda de que obligaban a firmar contratos que impedían modificar sus trabajos. Ellos lo desmienten: “A lo que obligamos es a construir bien; luego el tiempo puede intervenir. No para tapar, para sumar”, indica Vilalta.
Lo esencial son las raíces
No resulta fácil entender esta arquitectura de alta costura, arraigo local y ambición universal en el marco de un pueblo del prepirineo gerundense de 34.000 habitantes. “Cuando decidimos vivir en Olot, los de [la revista] El Croquis vinieron y nos dijeron que teníamos que salir al mundo”, recuerda Aranda. Son felices de no haberlo hecho: “Cuando vives en un pueblo has de tener claro qué aporta lo que construyes. Te lo tropiezas a diario. Se convierte en tu conciencia”.
En 2009, la muestra del pintor francés vivo más cotizado, Pierre Soulages, se convirtió en la más vista en la historia del Pompidou. Para entonces, el propio artista ya había encargado a RCR el diseño del museo al que dejará su legado en Rodez, al otro lado de los Pirineos. Cuentan que el edificio de apartamentos que acaban de concluir en Dubái está en la ciudad real, no en la de postal. El cliente les ha encargado ahora su casa.
Los autores del flamante y rompedor restaurante Enigma de Albert Adrià, en Barcelona, fueron, mucho antes, los diseñadores de Les Cols, también en Olot: “Entre huertos y gallinas tuvimos que plantearnos cómo hablar a lo que ya existía”. Decidieron hacerlo de tú a tú: sin alterar el lugar, pero con voz propia. Con la chef Fina Puigdevall dejaron claro cómo la vanguardia y la alta cocina deben convivir con la agricultura y el kilómetro cero.
Algunos maestros modernos descubrieron que viajar por el mundo lleva a recuperar las raíces. RCR defiende lo contrario: para ellos son las raíces lo esencial para poder volar. El principal premio de arquitectura acaba de darles la razón.
MINIMALISMO Y NATURALEZA
Aunque los integrantes del estudio RCR (las iniciales de los nombres de pila de sus tres miembros) consideran que arquitectura solo hay una —“la que contribuye al bienestar físico y espiritual”—, en una era en la que la disciplina se debate entre ser posticónica o aceptar la construcción como fondo de inversión, ellos defienden un valor clásico: la belleza, “fundamental para todo en la vida”. Premiando a RCR, el Pritzker deja atrás la defensa de una arquitectura social (las construcciones de emergencia de Shigeru Ban o las viviendas incrementales de Aravena) determinante para apuntalar el futuro de la profesión. La obra exigente, de factura artesana y corte minimalista de RCR supone un reconocimiento a la arquitectura entendida como una forma de arte que incide en la vida cotidiana sin renunciar a sus aspiraciones estéticas.
Algunas de las obras de los arquitectos premiados:
http://www.bbc.com/mundo/noticias-39136994
http://cultura.elpais.com/cultura/2017/03/01/actualidad/1488368379_614805.html
“Había dos pritzkers portugueses (Eduardo Souto de Mora y Álvaro Siza) y solo uno español. De un plumazo tenemos cuatro”. Carme Pigem (Olot, Girona, 1962) bromea ante los amigos y empleados reunidos en el patio de su estudio. También han llegado su padre y su suegra. En la antigua Fundición Artística Barberí, “donde se fundieron las cuádrigas de Gargallo del Estadio Olímpico”, una joven arquitecta pincha discos. Ha empezado la fiesta. Carme y sus dos socios —su marido, Ramon Vilalta (Vic, Barcelona, 1960), y Rafael Aranda (Olot, 1961)— llevan tres décadas dedicándose a la arquitectura con devoción casi religiosa. Por eso la celebración del premio Pritzker, el galardón mundial más importante en el campo de la arquitectura, concedido al estudio RCR Arquitectes, formado por el trío, tiene algo de liturgia.
“El respeto por lo existente y la convivencia entre lo local y lo universal” es lo que ha visto en sus trabajos un jurado preocupado por un mundo en el que lo genérico está arrasando a lo particular. El Pritzker premia este año la estrecha colaboración entre los tres proyectistas y la búsqueda de la universalidad desde el cuidado de las raíces, al reconocer a este trío cosmopolita y a la vez de pueblo que desde que se conocieran en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallès de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) apostó por diseñar a seis manos.
Hasta hoy, el galardón solo había reconocido a un español, Rafael Moneo, en 1996. Los nuevos ganadores tienen claro qué otro arquitecto nacional lo merecería: “Sin duda, Enric Miralles”, fallecido en julio de 2000.
Aunque varios dúos de diseñadores se han hecho con el premio, dotado con 100.000 dólares, como Herzog & De Meuron, en 2001, o Sejima & Nishizawa, en 2010, esta es la primera vez que reconoce a tres profesionales, subrayando el componente colectivo del oficio.
Todos creen que ese triángulo es la base de su equilibrio. “Eso y saber de dónde venimos y hasta dónde queremos llegar”, opina Aranda, hijo de un obrero de Villanueva de la Tapia (Málaga), el primer miembro de su familia nacido en Cataluña. La madre de Pigem era locutora de radio en Olot. Su padre la conoció cuanto instalaba cables en la emisora. El de Ramón, profesor de dibujo, murió con 50 años. “Crecí viendo cómo mi madre se levantaba a las cinco para trabajar en una fábrica textil”.
Ese pasado, insisten, es su vacuna. “No creemos ni en fronteras ni en purezas”, aseguran, tratando de desmontar los mitos construidos en torno a su exquisito trabajo. “El hombre de Cromañón no era de ningún sitio. No podemos retroceder”, defiende Pigem. ¿Qué cambiará entonces el Pritzker? “Queremos seguir controlando y disfrutando lo que hacemos”, responden. ¿Conseguirán hacerlo trabajando en Francia, Bélgica o Dubái? “Trabajamos igual, a partir del lugar. Es fundamental ir encontrando la arquitectura, evitar que te asalte. Retrasar el encuentro multiplica las sensaciones y convierte un edificio en un descubrimiento”, explica Vilalta.
Una de sus primeras obras, el Estadio Tussols-Basil de Olot (2000) es una pista de atletismo salpicada por los árboles, que llegaron antes que la pista.
También las personas han definido la arquitectura de RCR. “Las casas han sido nuestro laboratorio”, explica Pigem. Sus primeros logros fueron viviendas extraordinarias para gente corriente: la casa para un herrero o una peluquera del pueblo. Su vocación perfeccionista ha hecho que los persiguiera la leyenda de que obligaban a firmar contratos que impedían modificar sus trabajos. Ellos lo desmienten: “A lo que obligamos es a construir bien; luego el tiempo puede intervenir. No para tapar, para sumar”, indica Vilalta.
Lo esencial son las raíces
No resulta fácil entender esta arquitectura de alta costura, arraigo local y ambición universal en el marco de un pueblo del prepirineo gerundense de 34.000 habitantes. “Cuando decidimos vivir en Olot, los de [la revista] El Croquis vinieron y nos dijeron que teníamos que salir al mundo”, recuerda Aranda. Son felices de no haberlo hecho: “Cuando vives en un pueblo has de tener claro qué aporta lo que construyes. Te lo tropiezas a diario. Se convierte en tu conciencia”.
En 2009, la muestra del pintor francés vivo más cotizado, Pierre Soulages, se convirtió en la más vista en la historia del Pompidou. Para entonces, el propio artista ya había encargado a RCR el diseño del museo al que dejará su legado en Rodez, al otro lado de los Pirineos. Cuentan que el edificio de apartamentos que acaban de concluir en Dubái está en la ciudad real, no en la de postal. El cliente les ha encargado ahora su casa.
Los autores del flamante y rompedor restaurante Enigma de Albert Adrià, en Barcelona, fueron, mucho antes, los diseñadores de Les Cols, también en Olot: “Entre huertos y gallinas tuvimos que plantearnos cómo hablar a lo que ya existía”. Decidieron hacerlo de tú a tú: sin alterar el lugar, pero con voz propia. Con la chef Fina Puigdevall dejaron claro cómo la vanguardia y la alta cocina deben convivir con la agricultura y el kilómetro cero.
Algunos maestros modernos descubrieron que viajar por el mundo lleva a recuperar las raíces. RCR defiende lo contrario: para ellos son las raíces lo esencial para poder volar. El principal premio de arquitectura acaba de darles la razón.
MINIMALISMO Y NATURALEZA
Aunque los integrantes del estudio RCR (las iniciales de los nombres de pila de sus tres miembros) consideran que arquitectura solo hay una —“la que contribuye al bienestar físico y espiritual”—, en una era en la que la disciplina se debate entre ser posticónica o aceptar la construcción como fondo de inversión, ellos defienden un valor clásico: la belleza, “fundamental para todo en la vida”. Premiando a RCR, el Pritzker deja atrás la defensa de una arquitectura social (las construcciones de emergencia de Shigeru Ban o las viviendas incrementales de Aravena) determinante para apuntalar el futuro de la profesión. La obra exigente, de factura artesana y corte minimalista de RCR supone un reconocimiento a la arquitectura entendida como una forma de arte que incide en la vida cotidiana sin renunciar a sus aspiraciones estéticas.
Algunas de las obras de los arquitectos premiados:
http://www.bbc.com/mundo/noticias-39136994
http://cultura.elpais.com/cultura/2017/03/01/actualidad/1488368379_614805.html
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¿Quiénes escriben los discursos de los políticos?
Negros. ‘Logógrafos’. Escritores fantasma. Creadores de frases para la historia. Están detrás de las consignas de Kennedy, Churchill y Luther King. Dan forma y emoción a las palabras de líderes que no tienen tiempo para redactarlas o cualidades para afrontar la hoja en blanco. Al contrario de lo que sucede en el mundo anglosajón, en España viven bajo la sombra del anonimato.
DETRÁS DE las grandes figuras políticas, hay orfebres de las palabras, albañiles de discursos, forjadores de conceptos, fabricantes de revestimientos intelectuales que, en ocasiones, llegan a acuñar ideas-fuerza o imágenes poderosas llamadas a perdurar. Y es que no todas las palabras de los discursos, mítines y conferencias políticas se las lleva el viento de la historia; algunas continúan en nuestra memoria porque crearon huella en contextos singulares y conservan el sentido decenios después. Ahí está la ensoñación de Martin Luther King: “Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en una nación donde serán juzgados no por el color de su piel, sino por su carácter”; la descarnada confesión de Winston Churchill ante el Parlamento británico: “No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”; la reconvención de John F. Kennedy: “No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país”; la exhortación de Ronald Reagan a Mijaíl Gorbachov ante la puerta de Brandeburgo: “Derribe ese muro”.
Son frases-sentencia que han quedado indefectiblemente asociadas a quienes las pronunciaron. Aunque, en realidad, casi ninguna de ellas nació de sus mentes ni cobró forma en sus manos. Ennoblecieron y encumbraron a esas personalidades, a veces de forma inmerecida, pero fueron creadas por escritores especializados en discursos. Las imágenes de la serie House of Cards que muestran a Frank Underwood (Kevin Spacey) construyendo laboriosamente su arenga presidencial resultan improbables dado que las celebridades políticas carecen del tiempo material suficiente para hacer frente a sus múltiples compromisos discursivos y, a menudo, tampoco poseen las cualidades necesarias. Eso no significa que carezcan de talla política. Hay buenos políticos poco cultivados y torpes de expresión, de la misma manera que existen pésimos gobernantes que disponen del “poder retórico”. De hecho, ni Adolfo Suárez escribía –sus mejores frases salieron de la pluma de Fernando Ónega– ni tampoco lo hacía John F. Kennedy.
Pensemos en nuestro país y en las intervenciones públicas del Rey, el presidente del Gobierno, los ministros y altos cargos institucionales, los líderes políticos y hasta los alcaldes de los grandes municipios. Lo habitual es que supervisen los borradores que les presentan y, en todo caso, efectúen algún retoque o modificación. ¿Saben los españoles que ninguno, prácticamente, de los discursos y manifestaciones políticas de alcance que han escuchado a lo largo de su vida fueron construidos por quienes los pronunciaron? Desde el “Puedo prometer y prometo” de Adolfo Suárez en la Transición hasta el último discurso de Navidad del rey Felipe, pasando por “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir” del rey Juan Carlos tras su cacería en Botsuana; el “Váyase, señor González”, “España va bien” de José María Aznar; “No estamos tan mal” de Rodríguez Zapatero en el congreso del partido que le aupó a la secretaría general del PSOE; “la niña de Rajoy”, y “asaltar los cielos” de Pablo Iglesias.
¿Quiénes son estos escritores, denominados negros, en el argot literario español, logógrafos, como prefieren ser llamados los actuales fabricantes de discursos, ghostwriter (escritor fantasma) o speechwriter (escritor de discursos) en el habla anglosajona, que adaptan su talento y genio creativo para ponerse en la piel de los dirigentes políticos y mimetizarse en sus pensamientos? ¿Y quién es el verdadero creador del discurso? ¿El que lo escribe o el que lo pronuncia con ligeras modificaciones o sin ellas? Aunque se trata de un secreto a voces, muchos de los políticos de nuestro país, y de latitudes geográficas o culturales-lingüísticas cercanas, reaccionan con aprensión ante la posibilidad de que se conozca a sus suministradores de palabras.
“Si le indicara para qué políticos he trabajado, dejarían de solicitar mis servicios”, señala el asesor de comunicación David Redoli. “Prefiero no hablar. A los políticos para los que he trabajado les molestaría que se supiera que ellos no escribían sus discursos”, indica otro logógrafo en activo. El tabú persiste, como si admitir estas ayudas resultara vergonzante, algo que conviene mantener en la penumbra, no vaya a socavar el crédito, la capacidad y posición del personaje. Al contrario de lo que ocurre en el mundo anglosajón, estos asesores viven entre nosotros bajo la sombra del anonimato, sin aplauso ni reconocimiento público y hasta negados en su existencia.
¿Alguien conoce al escritor de discursos de Felipe VI que más se prodiga en las intervenciones ordinarias? Se llama Frigdiano Álvaro Durántez Prados, tiene 47 años, es doctor en Ciencias Políticas y autor de varios trabajos sobre la creación de un espacio de “paniberismo” multinacional de los países de lenguas ibéricas u originarias de la península Ibérica. En La Moncloa, donde se supervisan previamente los textos que lee el Monarca, se elogian los escritos que envía La Zarzuela, pero se niegan a desvelar la identidad del “joven y cultivado” asesor del Rey. “Los textos de la Casa Real suelen estar impecablemente escritos”, afirma Jorge Moragas, director del Gabinete de Presidencia del Gobierno. “Casi nunca requieren de enmiendas, solo en contadas ocasiones les hacemos alguna sugerencia”. Frigdiano Álvaro Durántez apunta: “Solo soy un asesor más, este es un trabajo de equipo. El Rey es un hombre extraordinario, con conciencia y amplios conocimientos. Los discursos son suyos, él no necesitaría que se los elaboraran”.
En Estados Unidos es bien sabido que el actual guionista de Hollywood Jon Favreau ha sido uno de los colaboradores más preciados de Barack Obama. Nadie duda de que el historiador y filósofo Arthur Schlesinger y el abogado Ted Sorensen agrandaron la figura de John Fitzgerald Kennedy. Y que la periodista británica Charlie Fern escribió para George W. Bush esta promesa incumplida: “Lean mis labios; no más impuestos”. A nadie se le escapa al otro lado del charco que la también periodista Margaret Ellen Noonan, Peggy, dio a Ronald Reagan los párrafos más notables de sus intervenciones. Y en latitudes más cercanas, Philip Collins, periodista y ejecutivo de banca, cuenta en conferencias sus años como asesor de discursos del expremier británico Tony Blair; es de dominio público que Michael Dobbs, el autor de House of Cards, escribió precisamente para Margaret Thatcher discursos que la Dama de Hierro no siempre apreció; o que el diputado Henri Guaino es el autor de la polémica frase “África no ha entrado en la historia” que el expresidente de la República Francesa Nicolas Sarkozy pronunció en Dakar.
Guaino no ha sido el único asesor capaz de arruinar un discurso político. Basta recordar los “miembros y miembras” de Bibiana Aído y los “hilitos con aspecto de plastilina” que según Mariano Rajoy, entonces portavoz del Gobierno, salían del petrolero Prestige cuando se hundió en 2002 tras partirse en dos frente a la costa gallega. Los desaciertos y errores parecen avalar la tesis de que el autor último del discurso es quien lo asume como propio y lo pronuncia a riesgo de ser penalizado con el descrédito.
“No soy el autor del optimismo antropológico de ZP [José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno]: hay crímenes que cometen los negros y otros que cometen los jefes de los negros”, bromea el diputado José Andrés Torres Mora. “El código de los negros establecido en España nos impide aparecer. Está muy mal visto que hablemos. Si lo haces, te machacan llamándote engreído y vanidoso, mientras que el negro de Bill Clinton publica un libro con sus discursos y a todo el mundo le parece normal. Aquí se supone que los políticos tienen que saber y hacer de todo”. A juicio de Torres Mora, está claro a quién corresponde la autoría del discurso: “Yo no puedo cargar con la gloria ajena. José Luis dijo que yo le había ayudado en los discursos sobre la guerra de Irak, pero eran suyos porque las emociones eran suyas y el que se la jugaba era él”.
Todos los presidentes del Gobierno han contado con escritores, aunque en el caso de Felipe González podía muy bien ocurrir que, fiándose de su facilidad para la oratoria y la improvisación, se limitara a ojear los borradores que le preparaban los politólogos del partido José Enrique Serrano, Julio Feo, Enrique Guerrero o el mismo Jorge Moragas, entonces asesor de protocolo de La Moncloa y ya iniciado en el campo del discurso. José María Aznar contó con los oficios del diputado Carlos Aragonés; del entonces secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos; del diputado Gabriel Elorriaga; del politólogo Pedro Arriola y del propio Jorge Moragas. “En uno de los discursos de Aznar sobre la situación vasca, nos inspiramos en la película El Padrino III y pusimos en boca del presidente algo así como: “Tienen un concepto de la política como la del Padrino: piensan que la política es saber cuándo hay que apretar el gatillo”, recuerda Moragas. Al asesoramiento de los politólogos del PSOE, Zapatero sumó al experto en comunicación Miguel Barroso, a su primo y profesor de Derecho José Miguel Vidal Zapatero y a José Andrés Torres Mora, entre otros.
... “Aplicamos el método teatral: dos o tres actos, cuatro máximo, y jugamos con las anáforas, las aliteraciones, las antítesis y las listas de tres –al modo ‘Dios, patria, justicia’– que ya practicaban los antiguos griegos. Esto es un arte. No se improvisa”.
....
“La expresión ‘asaltar los cielos’ es de Carlos Marx y la frase ‘hay que creer en nuestros sueños con la obligación de llevarlos a cabo’ está tomada de la Revolución Francesa.
... la aseveración de que el problema de ETA no era un problema de España contra Euskadi, sino “de vascos y entre vascos”; así como la declaración “de ETA nos separan no solo los medios, sino también los fines” que abrió paso al Pacto de Ajuria Enea.
El exlehendakari figura en la selección de los 100 discursos más interesantes de la historia realizada por el historiador Antonio Rivera porque ante la Asamblea General del PNV y en el contexto del Pacto de Lizarra explicó que el terrorismo de ETA no era el resultado de ningún conflicto, sino el fruto de una mentalidad totalitaria. Aquello suponía atacar la buscada comunión entre el PNV y el abertzalismo violento. La trayectoria de Zubizarreta viene a avalar la trascendencia de los contenidos por encima del marketing.
http://elpaissemanal.elpais.com/documentos/discursos-politicos/?por=mosaico
DETRÁS DE las grandes figuras políticas, hay orfebres de las palabras, albañiles de discursos, forjadores de conceptos, fabricantes de revestimientos intelectuales que, en ocasiones, llegan a acuñar ideas-fuerza o imágenes poderosas llamadas a perdurar. Y es que no todas las palabras de los discursos, mítines y conferencias políticas se las lleva el viento de la historia; algunas continúan en nuestra memoria porque crearon huella en contextos singulares y conservan el sentido decenios después. Ahí está la ensoñación de Martin Luther King: “Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en una nación donde serán juzgados no por el color de su piel, sino por su carácter”; la descarnada confesión de Winston Churchill ante el Parlamento británico: “No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”; la reconvención de John F. Kennedy: “No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país”; la exhortación de Ronald Reagan a Mijaíl Gorbachov ante la puerta de Brandeburgo: “Derribe ese muro”.
Son frases-sentencia que han quedado indefectiblemente asociadas a quienes las pronunciaron. Aunque, en realidad, casi ninguna de ellas nació de sus mentes ni cobró forma en sus manos. Ennoblecieron y encumbraron a esas personalidades, a veces de forma inmerecida, pero fueron creadas por escritores especializados en discursos. Las imágenes de la serie House of Cards que muestran a Frank Underwood (Kevin Spacey) construyendo laboriosamente su arenga presidencial resultan improbables dado que las celebridades políticas carecen del tiempo material suficiente para hacer frente a sus múltiples compromisos discursivos y, a menudo, tampoco poseen las cualidades necesarias. Eso no significa que carezcan de talla política. Hay buenos políticos poco cultivados y torpes de expresión, de la misma manera que existen pésimos gobernantes que disponen del “poder retórico”. De hecho, ni Adolfo Suárez escribía –sus mejores frases salieron de la pluma de Fernando Ónega– ni tampoco lo hacía John F. Kennedy.
Pensemos en nuestro país y en las intervenciones públicas del Rey, el presidente del Gobierno, los ministros y altos cargos institucionales, los líderes políticos y hasta los alcaldes de los grandes municipios. Lo habitual es que supervisen los borradores que les presentan y, en todo caso, efectúen algún retoque o modificación. ¿Saben los españoles que ninguno, prácticamente, de los discursos y manifestaciones políticas de alcance que han escuchado a lo largo de su vida fueron construidos por quienes los pronunciaron? Desde el “Puedo prometer y prometo” de Adolfo Suárez en la Transición hasta el último discurso de Navidad del rey Felipe, pasando por “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir” del rey Juan Carlos tras su cacería en Botsuana; el “Váyase, señor González”, “España va bien” de José María Aznar; “No estamos tan mal” de Rodríguez Zapatero en el congreso del partido que le aupó a la secretaría general del PSOE; “la niña de Rajoy”, y “asaltar los cielos” de Pablo Iglesias.
¿Quiénes son estos escritores, denominados negros, en el argot literario español, logógrafos, como prefieren ser llamados los actuales fabricantes de discursos, ghostwriter (escritor fantasma) o speechwriter (escritor de discursos) en el habla anglosajona, que adaptan su talento y genio creativo para ponerse en la piel de los dirigentes políticos y mimetizarse en sus pensamientos? ¿Y quién es el verdadero creador del discurso? ¿El que lo escribe o el que lo pronuncia con ligeras modificaciones o sin ellas? Aunque se trata de un secreto a voces, muchos de los políticos de nuestro país, y de latitudes geográficas o culturales-lingüísticas cercanas, reaccionan con aprensión ante la posibilidad de que se conozca a sus suministradores de palabras.
“Si le indicara para qué políticos he trabajado, dejarían de solicitar mis servicios”, señala el asesor de comunicación David Redoli. “Prefiero no hablar. A los políticos para los que he trabajado les molestaría que se supiera que ellos no escribían sus discursos”, indica otro logógrafo en activo. El tabú persiste, como si admitir estas ayudas resultara vergonzante, algo que conviene mantener en la penumbra, no vaya a socavar el crédito, la capacidad y posición del personaje. Al contrario de lo que ocurre en el mundo anglosajón, estos asesores viven entre nosotros bajo la sombra del anonimato, sin aplauso ni reconocimiento público y hasta negados en su existencia.
¿Alguien conoce al escritor de discursos de Felipe VI que más se prodiga en las intervenciones ordinarias? Se llama Frigdiano Álvaro Durántez Prados, tiene 47 años, es doctor en Ciencias Políticas y autor de varios trabajos sobre la creación de un espacio de “paniberismo” multinacional de los países de lenguas ibéricas u originarias de la península Ibérica. En La Moncloa, donde se supervisan previamente los textos que lee el Monarca, se elogian los escritos que envía La Zarzuela, pero se niegan a desvelar la identidad del “joven y cultivado” asesor del Rey. “Los textos de la Casa Real suelen estar impecablemente escritos”, afirma Jorge Moragas, director del Gabinete de Presidencia del Gobierno. “Casi nunca requieren de enmiendas, solo en contadas ocasiones les hacemos alguna sugerencia”. Frigdiano Álvaro Durántez apunta: “Solo soy un asesor más, este es un trabajo de equipo. El Rey es un hombre extraordinario, con conciencia y amplios conocimientos. Los discursos son suyos, él no necesitaría que se los elaboraran”.
En Estados Unidos es bien sabido que el actual guionista de Hollywood Jon Favreau ha sido uno de los colaboradores más preciados de Barack Obama. Nadie duda de que el historiador y filósofo Arthur Schlesinger y el abogado Ted Sorensen agrandaron la figura de John Fitzgerald Kennedy. Y que la periodista británica Charlie Fern escribió para George W. Bush esta promesa incumplida: “Lean mis labios; no más impuestos”. A nadie se le escapa al otro lado del charco que la también periodista Margaret Ellen Noonan, Peggy, dio a Ronald Reagan los párrafos más notables de sus intervenciones. Y en latitudes más cercanas, Philip Collins, periodista y ejecutivo de banca, cuenta en conferencias sus años como asesor de discursos del expremier británico Tony Blair; es de dominio público que Michael Dobbs, el autor de House of Cards, escribió precisamente para Margaret Thatcher discursos que la Dama de Hierro no siempre apreció; o que el diputado Henri Guaino es el autor de la polémica frase “África no ha entrado en la historia” que el expresidente de la República Francesa Nicolas Sarkozy pronunció en Dakar.
Guaino no ha sido el único asesor capaz de arruinar un discurso político. Basta recordar los “miembros y miembras” de Bibiana Aído y los “hilitos con aspecto de plastilina” que según Mariano Rajoy, entonces portavoz del Gobierno, salían del petrolero Prestige cuando se hundió en 2002 tras partirse en dos frente a la costa gallega. Los desaciertos y errores parecen avalar la tesis de que el autor último del discurso es quien lo asume como propio y lo pronuncia a riesgo de ser penalizado con el descrédito.
“No soy el autor del optimismo antropológico de ZP [José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno]: hay crímenes que cometen los negros y otros que cometen los jefes de los negros”, bromea el diputado José Andrés Torres Mora. “El código de los negros establecido en España nos impide aparecer. Está muy mal visto que hablemos. Si lo haces, te machacan llamándote engreído y vanidoso, mientras que el negro de Bill Clinton publica un libro con sus discursos y a todo el mundo le parece normal. Aquí se supone que los políticos tienen que saber y hacer de todo”. A juicio de Torres Mora, está claro a quién corresponde la autoría del discurso: “Yo no puedo cargar con la gloria ajena. José Luis dijo que yo le había ayudado en los discursos sobre la guerra de Irak, pero eran suyos porque las emociones eran suyas y el que se la jugaba era él”.
Todos los presidentes del Gobierno han contado con escritores, aunque en el caso de Felipe González podía muy bien ocurrir que, fiándose de su facilidad para la oratoria y la improvisación, se limitara a ojear los borradores que le preparaban los politólogos del partido José Enrique Serrano, Julio Feo, Enrique Guerrero o el mismo Jorge Moragas, entonces asesor de protocolo de La Moncloa y ya iniciado en el campo del discurso. José María Aznar contó con los oficios del diputado Carlos Aragonés; del entonces secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos; del diputado Gabriel Elorriaga; del politólogo Pedro Arriola y del propio Jorge Moragas. “En uno de los discursos de Aznar sobre la situación vasca, nos inspiramos en la película El Padrino III y pusimos en boca del presidente algo así como: “Tienen un concepto de la política como la del Padrino: piensan que la política es saber cuándo hay que apretar el gatillo”, recuerda Moragas. Al asesoramiento de los politólogos del PSOE, Zapatero sumó al experto en comunicación Miguel Barroso, a su primo y profesor de Derecho José Miguel Vidal Zapatero y a José Andrés Torres Mora, entre otros.
... “Aplicamos el método teatral: dos o tres actos, cuatro máximo, y jugamos con las anáforas, las aliteraciones, las antítesis y las listas de tres –al modo ‘Dios, patria, justicia’– que ya practicaban los antiguos griegos. Esto es un arte. No se improvisa”.
....
“La expresión ‘asaltar los cielos’ es de Carlos Marx y la frase ‘hay que creer en nuestros sueños con la obligación de llevarlos a cabo’ está tomada de la Revolución Francesa.
... la aseveración de que el problema de ETA no era un problema de España contra Euskadi, sino “de vascos y entre vascos”; así como la declaración “de ETA nos separan no solo los medios, sino también los fines” que abrió paso al Pacto de Ajuria Enea.
El exlehendakari figura en la selección de los 100 discursos más interesantes de la historia realizada por el historiador Antonio Rivera porque ante la Asamblea General del PNV y en el contexto del Pacto de Lizarra explicó que el terrorismo de ETA no era el resultado de ningún conflicto, sino el fruto de una mentalidad totalitaria. Aquello suponía atacar la buscada comunión entre el PNV y el abertzalismo violento. La trayectoria de Zubizarreta viene a avalar la trascendencia de los contenidos por encima del marketing.
http://elpaissemanal.elpais.com/documentos/discursos-politicos/?por=mosaico
lunes, 6 de marzo de 2017
_--¿POR QUÉ ES MALO EL ACEITE DE PALMA? Tan apreciado por la industria como denostado por los nutricionistas, el aceite de palma está en boca de todos. Éstos son los motivos para mantenerlo lejos de tu estómago.
_--La nutrición y la alimentación son dos campos en los que con frecuencia aparece un nuevo jinete del apocalipsis, un enemigo mortal contra el que emprender una cruzada dedicada a atacar sin dar cuartel todo aquello que incluya ese ingrediente o ese comportamiento alimentario. El caso más representativo ahora mismo –y con bastante justificación–, es el del azúcar. Pero no es el único: el aceite de palma se ha convertido en otra de esas bestias negras, sobre todo por ser un ingrediente muy común en los alimentos procesados... y solo en ellos. Algo que de entrada solo puede ser calificado como agravante.
No todos los aceites y grasas vegetales son iguales, ni mucho menos, y sus efectos sobre la salud de los consumidores también son bastante diferentes. Mientras algunos tienen un perfil que podría definirse como saludable, el consumo de otros están asociados al incremento del riesgo de padecer diversos trastornos nada deseables. Por esta razón la actual norma sobre el etiquetado en los alimentos de la Unión Europea dejó claro que tenía que evitarse la poco concreta y bastante laxa expresión “aceites vegetales” –hasta hace poco habitual en las listas de ingredientes–, o por lo menos concretar en el etiquetado el origen de esos aceites y grasas. Entre los principales sospechosos de estar ocultos bajo ese genérico figura el aceite de palma y sus múltiples derivados.
Esta grasa nunca ha gozado de buena prensa, pero el sumario de su caso se enriquece cada día con más pruebas en su contra. Aunque es imposible dejar de mencionar las implicaciones políticas, medioambientales y sociales de su producción –es muy recomendable visitar el blog Carro de combate para ponerse al día sobre estas cuestiones– aquí nos centraremos en la idoneidad de su uso como alimento (más bien como ingrediente). También sumaremos a su historial las últimas implicaciones que tiene su consumo sobre la salud, recientemente comunicadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Su origen y usos
El aceite de palma y sus derivados se obtienen del fruto de la especie Elaeis guineensis, conocida como palma africana o aceitera, que con origen en el continente africano se introdujo de forma masiva en el suroeste asiático a principios del siglo XX, aunque también hay importantes plantaciones en América del Sur. Más allá de sus usos alimentarios, los derivados del aceite de palma también se emplean en la industria de la cosmética –con él se elaboran cremas, pasta de dientes o jabones– y en la producción de biodiesel.
También se puede encontrar en una amplia variedad de platos preparados, helados, salsas, margarinas, galletas, bollería, pizza, chocolates, confitería en general, aperitivos dulces y salados, palitos de pan, etcétera. Podríamos decir que, respecto a los alimentos procesados, tiene el don de la ubicuidad: los que por un motivo u otro han prescindido de su uso son minoría frente a los que lo incorporan en alguna de sus variantes.
Algunas de las empresas del sector alimentario que más usan este ingrediente son Unilever, Nestlé, Kellogg’s, Burger King, McDonalds, Starbucks o Ferrero, entre muchas otras. Para una información más completa en el blog Carro de combate hay un listado de las marcas más habituales listado de las marcas más habituales en las que vas a poder encontrar esta grasa. Además, en algunas culturas –y también en algunos establecimientos de restauración y cadenas– el aceite de palma se utiliza como el medio en el que realizar las frituras, e incluso se emplea para aliñar.
Aceite sin procesar. WIKIMEDIA
A pesar de que el Reglamento Europeo 1169/2011 Sobre la información alimentaria facilitada al consumidor entró en vigor en diciembre de 2014, todavía hay algunos fabricantes y distribuidores de alimentos que se ponen la norma por montera y evitan su mención en el etiquetado. Además, cuando se hace, puede disfrazarse usando algunos pseudónimos, por ejemplo: aceite de palmiste, grasa vegetal fraccionada e hidrogenada de palmiste, estearina de palma, palmoleina u oleina de palma, manteca de palma o haciendo uso del nombre científico de la especie (Elaeis guineensis).
Hay una doble justificación para explicar su uso masivo: es muy económico comparado con grasas y aceites de otro origen, y además es muy versátil. Una de las características más apreciadas por la industria es su temperatura de fusión, que le hace permanecer sólido a temperatura ambiente manteniendo al mismo tiempo una textura sedosa y untuosa.
Por esta razón se emplea con generosidad en confitería, formando muchas veces parte de las coberturas de chocolates, bombones y demás. Permanece sólido, mantiene la forma del producto y cuando se introduce en la boca funde de forma agradable. Se le podrían encontrar sustitutos –por ejemplo aceite de soja, otros aceites hidrogenados o manteca de coco– pero no son tan económicos como los derivados del aceite de palma. Y ya sa sabe: un balance de cuentas saneado, en verde o en positivo, es básico industria alimentaria. Cuanto más en verde mejor (el balance, claro).
Sus efectos en la salud
La causa contra el aceite de palma por sus efectos sobre la salud lleva abierta bastantes años. El argumento principal ha sido –y sigue siendo–, su perfil lipídico: es decir, la naturaleza de los ácidos grasos que lo componen. Básicamente es una grasa especialmente rica en ácidos grasos saturados, directamente vinculados con el incremento de distintas enfermedades metabólicas. Recordemos que una vez subsanado el tropezón histórico de considerar de forma automática cualquier grasa como ’mala’ –aunque aún perdure en el inmovilista conocimiento de algunos– se hicieron dos grandes grupos con las grasas, las ‘buenas’ y las ‘malas’.
El papel de las malas les tocó a aquellas que respondían al perfil bioquímico de las saturadas, y el de las buenas al resto (más o menos, con muchos matices en los que no voy a entrar). El cambio en este grasiento paradigma ha culminado con las recomendaciones de la mayor parte de instituciones sanitarias de evitar en la medida de lo posible el consumo de alimentos portadores de grasas saturadas. Lo recomiendan la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la OMS, las recientes Guías Dietéticas para Norteamericanos y ya en España la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD).
Pero el asunto toma un especial interés cuando recientes investigaciones ponen de manifiesto que no todas las grasas saturadas son iguales: datos recientes apuntan con bastante convencimiento a que no todos los alimentos portadoras de grasas saturadas son ‘malos’, y que también hay ‘buenas’ entre las grasas saturadas. Parece ser que aquellos alimentos portadores de cadenas largas e impares de carbonos de ácidos grasos serían beneficiosos, frente a aquellos ácidos grasos con cadenas más cortas y pares de carbonos.
Entrando en detalle, detalle, uno de los sospechosos de subirse al pódium de las peores grasas saturadas es el ácido palmítico, un ácido graso con una cadena de carbonos relativamente corta –16 átomos– y par. Obviamente el ácido palmítico recibe este nombre por ser un componente característico del aceite de palma, y hay pocas dudas respecto a su presencia en la dieta en relación con diversas disfunciones metabólicas, entre ellas, la diabetes. Pero no se vayan todavía, que aún hay más.
En relación directa con la manera en la que se procesa el aceite de palma, más que con su composición particular en ácidos grasos, el pasado mes de mayo la EFSA publicó un informe titulado Contaminantes presentes en los aceites vegetales fruto de su procesamiento en el que cobraba un especial protagonismo el carácter genotóxico y carcinogénico de una familia de compuestos denominadas ésteres glicidílicos de ácidos grasos, que se forman por el tratamiento de los aceites vegetales a altas temperaturas (a más de 200ºC). Algo habitual en el caso del aceite de palma, ya que este proceso es necesario para eliminar su marcada apariencia rojiza y mejorar su sabor y olor.
Serían estos compuestos de nombre impronunciable los que una vez ingeridos se transformarían gracias a nuestro metabolismo en glicidol (o 2,3-epoxi-1-propanol) una sustancia de marcado carácter teratogénico y sobre el que no se puede establecer un nivel de ingesta seguro, en palabras de la jefa del Panel de expertos de la EFSA sobre contaminantes en la cadena alimentaria.
Conclusión
El caso del aceite de palma y su presencia en los alimentos queda visto para sentencia basándonos en los siguientes hechos:
Su perfil en ácidos grasos saturados es, desde hace mucho tiempo, considerado como poco saludable y por lo tanto como poco recomendable.
Dentro de este perfil saturado, recientes investigaciones aportan más pruebas de las ya existentes sobre el perjuicio que supone el ácido palmítico. Lo que convierte al aceite de palma, especialmente rico en este ácido graso, en una de las peores elecciones alimentarias.
En nuestro medio es prácticamente imposible encontrarlo fuera de los alimentos procesados, los cuales ya sabes que cuentan con dos velas negras (por definición) por su escaso interés nutricional y su habitual riqueza en hidratos de carbono refinados, azúcares y sal, además de por la naturaleza de sus grasas. La presencia de compuestos potencialmente carcinogénicos fruto de su necesario procesamiento ponen la guinda a este pastel que, esperemos, no lleve aceite de palma.
Ahora, el que decide eres tú.
http://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2017/02/16/articulo/1487259154_419212.html?rel=cx_articulo#cxrecs_s
EL CASO DE LA NUTELLA
La actual polémica con el aceite de palma está en cierta medida originada por el mensaje de que “La Nutella provoca cáncer” . Un mensaje como solo algunos medios de comunicación y el juego del “teléfono roto” típico de las redes sociales son capaces de generar. Te recomiendo que para poner un poco de cordura sobre este tema te acerques al siempre muy recomendable blog de Beatriz Robles sobre seguridad alimentaria, además de a este artículo que ha publicado en Buena Vida.
No todos los aceites y grasas vegetales son iguales, ni mucho menos, y sus efectos sobre la salud de los consumidores también son bastante diferentes. Mientras algunos tienen un perfil que podría definirse como saludable, el consumo de otros están asociados al incremento del riesgo de padecer diversos trastornos nada deseables. Por esta razón la actual norma sobre el etiquetado en los alimentos de la Unión Europea dejó claro que tenía que evitarse la poco concreta y bastante laxa expresión “aceites vegetales” –hasta hace poco habitual en las listas de ingredientes–, o por lo menos concretar en el etiquetado el origen de esos aceites y grasas. Entre los principales sospechosos de estar ocultos bajo ese genérico figura el aceite de palma y sus múltiples derivados.
Esta grasa nunca ha gozado de buena prensa, pero el sumario de su caso se enriquece cada día con más pruebas en su contra. Aunque es imposible dejar de mencionar las implicaciones políticas, medioambientales y sociales de su producción –es muy recomendable visitar el blog Carro de combate para ponerse al día sobre estas cuestiones– aquí nos centraremos en la idoneidad de su uso como alimento (más bien como ingrediente). También sumaremos a su historial las últimas implicaciones que tiene su consumo sobre la salud, recientemente comunicadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Su origen y usos
El aceite de palma y sus derivados se obtienen del fruto de la especie Elaeis guineensis, conocida como palma africana o aceitera, que con origen en el continente africano se introdujo de forma masiva en el suroeste asiático a principios del siglo XX, aunque también hay importantes plantaciones en América del Sur. Más allá de sus usos alimentarios, los derivados del aceite de palma también se emplean en la industria de la cosmética –con él se elaboran cremas, pasta de dientes o jabones– y en la producción de biodiesel.
También se puede encontrar en una amplia variedad de platos preparados, helados, salsas, margarinas, galletas, bollería, pizza, chocolates, confitería en general, aperitivos dulces y salados, palitos de pan, etcétera. Podríamos decir que, respecto a los alimentos procesados, tiene el don de la ubicuidad: los que por un motivo u otro han prescindido de su uso son minoría frente a los que lo incorporan en alguna de sus variantes.
Algunas de las empresas del sector alimentario que más usan este ingrediente son Unilever, Nestlé, Kellogg’s, Burger King, McDonalds, Starbucks o Ferrero, entre muchas otras. Para una información más completa en el blog Carro de combate hay un listado de las marcas más habituales listado de las marcas más habituales en las que vas a poder encontrar esta grasa. Además, en algunas culturas –y también en algunos establecimientos de restauración y cadenas– el aceite de palma se utiliza como el medio en el que realizar las frituras, e incluso se emplea para aliñar.
Aceite sin procesar. WIKIMEDIA
A pesar de que el Reglamento Europeo 1169/2011 Sobre la información alimentaria facilitada al consumidor entró en vigor en diciembre de 2014, todavía hay algunos fabricantes y distribuidores de alimentos que se ponen la norma por montera y evitan su mención en el etiquetado. Además, cuando se hace, puede disfrazarse usando algunos pseudónimos, por ejemplo: aceite de palmiste, grasa vegetal fraccionada e hidrogenada de palmiste, estearina de palma, palmoleina u oleina de palma, manteca de palma o haciendo uso del nombre científico de la especie (Elaeis guineensis).
Hay una doble justificación para explicar su uso masivo: es muy económico comparado con grasas y aceites de otro origen, y además es muy versátil. Una de las características más apreciadas por la industria es su temperatura de fusión, que le hace permanecer sólido a temperatura ambiente manteniendo al mismo tiempo una textura sedosa y untuosa.
Por esta razón se emplea con generosidad en confitería, formando muchas veces parte de las coberturas de chocolates, bombones y demás. Permanece sólido, mantiene la forma del producto y cuando se introduce en la boca funde de forma agradable. Se le podrían encontrar sustitutos –por ejemplo aceite de soja, otros aceites hidrogenados o manteca de coco– pero no son tan económicos como los derivados del aceite de palma. Y ya sa sabe: un balance de cuentas saneado, en verde o en positivo, es básico industria alimentaria. Cuanto más en verde mejor (el balance, claro).
Sus efectos en la salud
La causa contra el aceite de palma por sus efectos sobre la salud lleva abierta bastantes años. El argumento principal ha sido –y sigue siendo–, su perfil lipídico: es decir, la naturaleza de los ácidos grasos que lo componen. Básicamente es una grasa especialmente rica en ácidos grasos saturados, directamente vinculados con el incremento de distintas enfermedades metabólicas. Recordemos que una vez subsanado el tropezón histórico de considerar de forma automática cualquier grasa como ’mala’ –aunque aún perdure en el inmovilista conocimiento de algunos– se hicieron dos grandes grupos con las grasas, las ‘buenas’ y las ‘malas’.
El papel de las malas les tocó a aquellas que respondían al perfil bioquímico de las saturadas, y el de las buenas al resto (más o menos, con muchos matices en los que no voy a entrar). El cambio en este grasiento paradigma ha culminado con las recomendaciones de la mayor parte de instituciones sanitarias de evitar en la medida de lo posible el consumo de alimentos portadores de grasas saturadas. Lo recomiendan la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la OMS, las recientes Guías Dietéticas para Norteamericanos y ya en España la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD).
Pero el asunto toma un especial interés cuando recientes investigaciones ponen de manifiesto que no todas las grasas saturadas son iguales: datos recientes apuntan con bastante convencimiento a que no todos los alimentos portadoras de grasas saturadas son ‘malos’, y que también hay ‘buenas’ entre las grasas saturadas. Parece ser que aquellos alimentos portadores de cadenas largas e impares de carbonos de ácidos grasos serían beneficiosos, frente a aquellos ácidos grasos con cadenas más cortas y pares de carbonos.
Entrando en detalle, detalle, uno de los sospechosos de subirse al pódium de las peores grasas saturadas es el ácido palmítico, un ácido graso con una cadena de carbonos relativamente corta –16 átomos– y par. Obviamente el ácido palmítico recibe este nombre por ser un componente característico del aceite de palma, y hay pocas dudas respecto a su presencia en la dieta en relación con diversas disfunciones metabólicas, entre ellas, la diabetes. Pero no se vayan todavía, que aún hay más.
En relación directa con la manera en la que se procesa el aceite de palma, más que con su composición particular en ácidos grasos, el pasado mes de mayo la EFSA publicó un informe titulado Contaminantes presentes en los aceites vegetales fruto de su procesamiento en el que cobraba un especial protagonismo el carácter genotóxico y carcinogénico de una familia de compuestos denominadas ésteres glicidílicos de ácidos grasos, que se forman por el tratamiento de los aceites vegetales a altas temperaturas (a más de 200ºC). Algo habitual en el caso del aceite de palma, ya que este proceso es necesario para eliminar su marcada apariencia rojiza y mejorar su sabor y olor.
Serían estos compuestos de nombre impronunciable los que una vez ingeridos se transformarían gracias a nuestro metabolismo en glicidol (o 2,3-epoxi-1-propanol) una sustancia de marcado carácter teratogénico y sobre el que no se puede establecer un nivel de ingesta seguro, en palabras de la jefa del Panel de expertos de la EFSA sobre contaminantes en la cadena alimentaria.
Conclusión
El caso del aceite de palma y su presencia en los alimentos queda visto para sentencia basándonos en los siguientes hechos:
Su perfil en ácidos grasos saturados es, desde hace mucho tiempo, considerado como poco saludable y por lo tanto como poco recomendable.
Dentro de este perfil saturado, recientes investigaciones aportan más pruebas de las ya existentes sobre el perjuicio que supone el ácido palmítico. Lo que convierte al aceite de palma, especialmente rico en este ácido graso, en una de las peores elecciones alimentarias.
En nuestro medio es prácticamente imposible encontrarlo fuera de los alimentos procesados, los cuales ya sabes que cuentan con dos velas negras (por definición) por su escaso interés nutricional y su habitual riqueza en hidratos de carbono refinados, azúcares y sal, además de por la naturaleza de sus grasas. La presencia de compuestos potencialmente carcinogénicos fruto de su necesario procesamiento ponen la guinda a este pastel que, esperemos, no lleve aceite de palma.
Ahora, el que decide eres tú.
http://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2017/02/16/articulo/1487259154_419212.html?rel=cx_articulo#cxrecs_s
EL CASO DE LA NUTELLA
La actual polémica con el aceite de palma está en cierta medida originada por el mensaje de que “La Nutella provoca cáncer” . Un mensaje como solo algunos medios de comunicación y el juego del “teléfono roto” típico de las redes sociales son capaces de generar. Te recomiendo que para poner un poco de cordura sobre este tema te acerques al siempre muy recomendable blog de Beatriz Robles sobre seguridad alimentaria, además de a este artículo que ha publicado en Buena Vida.
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domingo, 5 de marzo de 2017
FRANCISCO MORA / EXPERTO EN NEUROEDUCACIÓN. “Hay que acabar con el formato de clases de 50 minutos”.
El doctor en Medicina apuesta por cambiar las metodologías pero pide cautela ante la aplicación de la neurociencia a la educación
La neuroeducación, la disciplina que estudia cómo aprende el cerebro, está dinamitando las metodologías tradicionales de enseñanza. Su principal aportación es que el cerebro necesita emocionarse para aprender y desde hace unos años no hay idea innovadora que se dé por válida que no contenga ese principio. Sin embargo, uno de los máximos referentes en España dentro de este campo, el doctor en Medicina Francisco Mora, pide cautela y advierte de que en la neuroeducación todavía hay más preguntas que respuestas.
Mora, autor del libro Neuroeducación. Solo se puede aprender aquello que se ama, que ya cuenta con once ediciones desde 2013, es también doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford y se empezó a interesar por el tema en 2010, cuando acudió al primer Congreso Mundial de Neuroeducación celebrado en Perú.
Defiende que la educación puede transformarse para hacer el aprendizaje más efectivo, por ejemplo, reduciendo el tiempo de las clases a menos de 50 minutos para que los alumnos sean capaces de mantener la atención. El profesor de Fisiología Humana de la Universidad Complutense alerta de que en la educación se siguen dando por válidas concepciones erróneas sobre el cerebro, lo que él llama neuromitos. Además, Mora está adscrito al departamento de Fisiología Molecular y Biofísica de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos.
Pregunta: ¿Por qué es importante tener en cuenta los hallazgos de la neuroeducación para transformar la forma de aprender?
Respuesta: A nivel internacional hay mucho hambre por anclar en sólido lo que hasta ahora solo han sido opiniones, y ese interés se da especialmente en los profesores. Lo que hace la neuroeducación es trasladar la información de cómo funciona el cerebro a la mejora de los procesos de aprendizaje. Por ejemplo, conocer qué estimulos despiertan la atención, que después da paso a la emoción, ya que sin estos dos factores no se produce el aprendizaje. El cerebro humano no ha cambiado en los últimos 15.000 años; podríamos tener a un niño del paleolítico inferior en un colegio y el maestro no darse cuenta. La educación tampoco ha cambiado en los últimos 200 años y ya disponemos de algunas evidencias que hacen urgente esa transformación. Hay que rediseñar la forma de enseñar.
P: ¿Cuáles son las certezas que ya se pueden aplicar?
R: Una de ellas es la edad a la que se debe aprender a leer. Hoy sabemos que los circuitos neuronales que codifican para transformar de grafema a fonema, lo que lees a lo que dices, no terminan de conformar las conexiones sinápticas hasta los seis años. Si los circuitos que te van a permitir aprender a leer no están conformados, se podrá enseñar con látigo, con sacrificio, con sufrimiento, pero no de forma natural. Si se empieza a los seis, en poquísimo tiempo se aprenderá, mientras que si se hace a los cuatro, igual se consigue pero con un enorme sufrimiento. Todo lo que es doloroso tiendes a escupirlo, no lo quieres, mientras que lo que es placentero tratas de repetirlo.
P: ¿Cuál es el principal cambio que debe afrontar el sistema educativo actual?
R: Hoy comenzamos a saber que nadie puede aprender nada si no le motiva. Es necesario despertar la curiosidad, que es el mecanismo cerebral capaz de detectar lo diferente en la monotonía diaria. Se presta atención a aquello que sobresale. Estudios recientes muestran que la adquisición de conocimientos comparte sustratos neuronales con la búsqueda de agua, alimentos o sexo. Lo placentero. Por eso hay que encender una emoción en el alumno, que es la base más importante sobre la que se sustentan los procesos de aprendizaje y memoria. Las emociones sirven para almacenar y recordar de una forma más efectiva.
P: ¿Qué estrategias puede utilizar el docente para despertar esa curiosidad?
R: Tiene que comenzar la clase con algún elemento provocador, una frase o una imagen que resulten chocantes. Romper el esquema y salir de la monotonía. Sabemos que para que un alumno preste atención en clase, no basta con exigirle que lo haga. La atención hay que evocarla con mecanismos que la psicología y la neurociencia empiezan a desentrañar. Métodos asociados a la recompensa, y no al castigo. Desde que somos mamíferos, hace más de 200 millones de años, la emoción es lo que nos mueve. Los elementos desconocidos, que nos extrañan, son los que abren la ventana de la atención, imprescindible para aprender.
P: Usted ha advertido en varias ocasiones de la necesidad de ser cautos ante las evidencias de la neuroeducación. ¿En qué punto se encuentra?
R: La neuroeducación no es como el método Montessori, no existe un decálogo que se pueda aplicar. No es todavía una disciplina académica con un cuerpo reglado de conocimientos. Necesitamos tiempo para seguir investigando porque lo que conocemos hoy en profundidad sobre el cerebro no es aplicable enteramente al día a día en el aula. Muchos científicos dicen que es muy pronto para llevar la neurociencia a las escuelas, primero porque los profesores no entienden de lo que les estás hablando y segundo porque no existe la suficiente literatura científica como para afirmar a qué edades es mejor aprender qué contenidos y cómo. Hay flashes de luz.
P: ¿Podría contar alguno de los más recientes?
R: Nos estamos dando cuenta, por ejemplo, de que la atención no puede mantenerse durante 50 minutos, por eso hay que romper con el formato actual de las clases. Más vale asistir a 50 clases de 10 minutos que a 10 clases de 50 minutos. En la práctica, puesto que esos formatos no se van a modificar de forma inminente, los profesores deben romper cada 15 minutos con un elemento disruptor: una anécdota sobre un investigador, una pregunta, un vídeo que plantee un tema distinto… Hace unas semanas la Universidad de Harvard me encargó diseñar un MOOC (curso online masivo y abierto) sobre Neurociencia. Tengo que concentrarlo todo en 10 minutos para que los alumnos absorban el 100% del contenido. Por ahí van a ir los tiros en el futuro.
P: En su libro Neuroeducación. Solo se puede aprender aquello que se ama alerta sobre el peligro de los llamados neuromitos. ¿Cuáles son los más extendidos?
R: Existe mucha confusión y errores de interpretación de los hechos científicos, lo que llamamos neuromitos. Uno de los más extendidos es el de que solo se utiliza el 10% de las capacidades del cerebro. Todavía se venden programas informáticos basados en él y la gente confía en poder aumentar sus capacidades y su inteligencia por encima de sus propias limitaciones. Nada puede sustituir al lento y duro proceso del trabajo y la disciplina cuando se trata de aumentar las capacidades intelectuales. Además, el cerebro utiliza todos sus recursos cada vez que se enfrenta a la resolución de problemas, a procesos de aprendizaje o de memoria.
Otro de los neuromitos es el que habla del cerebro derecho e izquierdo y de que habría que clasificar a los niños en función de cuál tienen más desarrollado. Al analizar las funciones de ambos hemisferios en el laboratorio, se ha visto que el hemisferio derecho es el creador y el izquierdo el analítico -el del lenguaje o las matemáticas-. Se ha extrapolado la idea de que hay niños con predominancia de cerebros derechos o izquierdos y se ha creado la idea equivocada, el mito, de que hay dos cerebros que trabajan de forma independiente, y que si no se hace esa separación a la hora de enseñar a los niños, se les perjudica. No existe dicha dicotomía, la transferencia de información entre ambos hemisferios es constante. Si se presentan talentos más cercanos a las matemáticas o al dibujo, no se refiere a los hemisferios, sino a la producción conjunta de ambos.
P: ¿Está influyendo la neuroeducación en otros aspectos de la enseñanza?
R: Hay un movimiento muy interesante que es el de la neuroarquitectura, que pretende crear colegios con formas innovadoras que generen bienestar mientras se aprende. La Academia de Neurociencias para el Estudio de la Arquitectura en Estados Unidos, ha reunido a arquitectos y neurocientíficos para concebir nuevos modos de construir. Nuevos edificios en los que, aún siendo importante su diseño arquitectónico, se contemple la luz, la temperatura o el ruido, que tanto influyen en el rendimiento mental.
http://economia.elpais.com/economia/2017/02/17/actualidad/1487331225_284546.html?rel=lom
_--Miguel Ángel Martínez-González, el sabio de la dieta mediterránea
_--Es uno de los cerebros del mayor proyecto científico sobre dieta mediterránea, sus efectos en la salud y en la obesidad, la gran pandemia del siglo XXI. Este catedrático de la Universidad de Navarra, profesor visitante en Harvard, explica cómo lograr una sociedad más sana y alerta sobre las tácticas agresivas de algunas empresas alimentarias.
TARDA MENOS de dos minutos en darse cuenta de que el doctor Miguel Ángel Martínez-González predica con el ejemplo. Sube a pie las escaleras de la facultad hasta el segundo piso en el que imparte una clase de bioestadística a futuros médicos, toma el café sin azúcar y, en un menú de restaurante que ofrece como alternativa lentejas, pasta y carne, elige sin dudar las legumbres. Lleva más de dos décadas buscando evidencia científica que apoye las bondades atribuidas por la tradición a la dieta mediterránea.
Este catedrático de Salud Pública de la Universidad de Navarra, y desde junio también catedrático visitante de Harvard, es uno de los cerebros del ensayo Predimed, el más amplio realizado hasta ahora sobre los efectos de la dieta originaria del sur de Europa: el seguimiento de una cohorte integrada por 7.500 participantes reclutados en toda España durante una década ha demostrado que esta reduce en un 66% los problemas circulatorios, en un 30% los infartos e ictus y en un 68% el riesgo de cáncer de mama.
En el pasillo que hay junto a su despacho del campus en Pamplona, donde se desarrolla la entrevista, cuelgan de un corcho los trabajos que su departamento ha publicado recientemente en revistas científicas. “Es el muro de la autoestima”, bromea. El doctor malagueño, de 59 años, colabora en diversas investigaciones desde los noventa con la Escuela de Salud Pública de Harvard, referencia mundial en nutrición. De allí tomó la inspiración, y los conocimientos, para contribuir a crear no solo el proyecto Predimed –sus hallazgos ya se incluyen en las guías nutricionales oficiales de Estados Unidos–, sino también el SUN, un programa en el que más de 22.000 personas, el 50% de ellas profesionales sanitarios, han puesto a disposición de los investigadores –de forma continuada desde 1999– datos sobre su salud y estilo de vida que han servido para decenas de trabajos de investigación. También ha comenzado recientemente otro proyecto, Predimed Plus, que persigue demostrar a través del seguimiento de casi 7.000 pacientes obesos durante cuatro años que con la dieta mediterránea mejorarán su dieta, incrementarán su actividad física y perderán peso.
Ya es un hecho científico: la dieta mediterránea es saludable. Entonces, ¿por qué hay tanto sobrepeso en España? Mucha gente dice que conoce y sigue la dieta mediterránea. Pero la realidad es que las generaciones jóvenes han incorporado la norteamericana. Se come demasiada carne roja y procesada. No quiero decir que tengamos que hacernos vegetarianos. Pero la evidencia científica indica que, a medida que se aumenta el porcentaje de proteínas vegetales sobre las animales, se reduce brutalmente la mortalidad cardiovascular y por cáncer. La dieta mediterránea, sobre todo el consumo de aceite de oliva virgen extra, frutos secos, frutas, verduras y legumbres, es la mejor opción. Después, mejor comer pescado que carne y, esta, preferentemente de ave o conejo. También conviene reducir el consumo de azúcar y sal, y llevar una vida menos sedentaria. Usar más las escaleras y menos el ascensor.
¿Por qué a la gente le cuesta tanto adelgazar? Primero, porque hay que tener mucha fuerza de voluntad para perder kilos y no volverlos a recuperar. Pero es que, además, cierta industria alimentaria ejerce gran presión para poner muchos alimentos a nuestra disposición a todas horas, a un coste muy barato y en grandes cantidades. ¿Qué es lo que está más al alcance en las estanterías de los supermercados? Alimentos ultraprocesados, con gran densidad energética porque les han metido mucha grasa, azúcar y sal, a veces en contra de la naturaleza del producto, como pasa con el kétchup. ¿Qué tendrá que ver la salsa de tomate con él? Y se vende y consume en cantidades industriales. Además, las raciones grandes y baratas hinchan a la gente. Vivimos en una cultura de sobrealimentación. Deberían hacerse más fáciles las opciones más sanas.
Por mucho que la industria quiera tentarla, la gente sabe que todo eso muy sano no puede ser. Nadie les obliga a comerlo. La mayor parte de las elecciones que hacemos no son muy racionales. El economista Richard H. Thaler, un referente en la teoría de las finanzas conductuales, y Cass R. Sunstein, otro experto en economía conductual, lo explican muy bien en uno de mis libros favoritos, Un pequeño empujón (Taurus). La gente suele optar por la decisión más fácil, y hay cierta industria que le da ese pequeño empujoncito. Por eso creo que hay que poner fácil lo saludable, dar pistas de qué se debe elegir para comer bien. Son estrategias de salud pública para construir una sociedad más sana. De tal manera que, por defecto, te ofrezcan pan integral. El refresco, sin azúcar. Thaler y Sunstein lo llaman paternalismo libertario. La gente debe ser libre para elegir, pero creo que hay que informar y proteger contra elecciones que no se piensan mucho y que son dañinas. Sin forzar. Esto es lo que enseño en medicina preventiva.
El Gobierno acaba de anunciar la creación de una tasa que penaliza el consumo de bebidas carbonatadas. ¿Qué le parece? Soy partidario de que se subvencionen el aceite de oliva virgen extra, las frutas y las verduras a base de gravar el consumo de carne roja y procesada, comida basura y bebidas azucaradas. Así se lanza un mensaje claro de qué es sano y qué no.
Hablaba antes del pan. ¿Es dieta mediterránea? Hemos debatido mucho en torno a este tema. La conclusión a la que hemos llegado es que el pan blanco es uno de los problemas más graves que tenemos en España. La gran mayoría lo consume y, además, se hincha. Conviene saber que es fundamentalmente un almidón, y nuestro cuerpo es supereficiente transformando el almidón en azúcar. Es como tomar glucosa. Basta con poner un poco de miga en la boca, enseguida sabe dulce. ¿Y por qué se molesta la industria en quitar el grano entero? Porque las harinas refinadas aguantan mejor. Son muy útiles comercialmente, pero les quitan la parte más nutritiva y que permite que se absorban los azúcares más lentamente. Le estamos dando a la gente, con el pan blanco, un combustible de rápida absorción. Y eso, especialmente cuando ya se tiene sobrepeso, cierta resistencia a la insulina, es una bomba. Habría que consumir menos y, preferiblemente, integral.
Proliferan ahora los libros sobre las diversas teorías de qué alimentos engordan más o menos. Que si las grasas no son tan malas como se pensaba y el azúcar es la razón de la epidemia de obesidad y diabetes… ¿Qué es peor, el azúcar o las grasas? El azúcar es un gran problema. Se añade en grandes cantidades a los refrescos, zumos y productos envasados. Los niños se acostumbran a esos sabores extradulces y, claro, luego no quieren comerse una pera. Pero, por otra parte, está demostrado que la grasa saturada tiene un efecto negativo sobre la enfermedad cardiovascular. Tanto las grasas como el azúcar pueden ser problemáticos.
La industria dice que no hay que demonizar alimentos, que hay que comer de todo. No se ha demostrado científicamente que comer una amplia variedad de alimentos sea mejor que restringir algunos. Pero, al productor de carne de vacuno, ¿qué le va a interesar decir? Pues que no hay que demonizar ningún alimento. La industria tiene muchos más recursos que las autoridades de salud pública para lanzar estos mensajes. Ha pasado antes. Algunas empresas de alimentación han usado tácticas similares a las que usó la industria tabacalera. Como pagar a científicos para que dijeran que el tabaco no perjudicaba la salud tanto como se creía. Se llegó a decir que los cánceres de pulmón incipientes producían el deseo de fumar para calmar el dolor. También se ha empleado dinero para desprestigiar a los epidemiólogos que trabajamos en nutrición.
¿Comparar la industria alimentaria con la del tabaco no es un poco desproporcionado? Hace dos años se publicó un informe en PLoS Medicine con los documentos internos de la industria del azúcar de los años cincuenta y sesenta. Allí se constata que se sabía perfectamente que era la causa de la caries dental. En aquellos documentos internos se detalla cómo pagaron a científicos para que sembraran la duda sobre todo lo que pudiera perjudicarlos. Los expertos en marketing que aconsejaban a las empresas azucareras fueron contratados después por las del tabaco, que imitaron estas estrategias. Por otra parte, sí es destacable que en los últimos años ha habido movimientos responsables dentro de la propia industria alimentaria para retirar las grasas trans [las más dañinas] de sus productos, usar edulcorantes que no sean calóricos y reducir el contenido de sal.
¿Usted ha aceptado dinero de la industria? En dos ocasiones. La primera, en un momento en que nos negaron todos los fondos y la cohorte SUN dedicada al estudio de hábitos alimentarios corrió peligro de desaparecer. Aceptamos una oferta de Danone para ver los efectos metabólicos del yogur sobre la obesidad. Fueron unos 40.000 euros en 2013. Concluimos que el consumo de yogur reducía el riesgo de obesidad, pero también dijimos que el consumo de fruta lo reducía aún más. Después de publicar el estudio acabamos nuestra colaboración con ellos y les pedí que no me llamaran más.
¿Si publicó lo que quiso, por qué rechazarlos? Es una presión muy sutil. Me invitaron a que fuera a un simposio en Boston para hablar de nuestros descubrimientos con el yogur. No me gusta aparecer en un congreso de la mano de una industria concreta. Considero que es mejor para todos que los investigadores sean independientes.
¿No ha recibido dinero de los productores de aceite de oliva? No. La segunda ocasión fue el Consejo Internacional de Frutos Secos quien nos pagó. Participamos en una convocatoria pública competitiva para financiar Predimed Plus porque repartíamos frutos secos entre los participantes. Obtuvimos un proyecto de 50.000 euros para dos años, menos del 3% del dinero que recibimos durante esa época. Ahora, la totalidad de nuestra financiación es pública: fondos estadounidenses, españoles y europeos.
Hay investigadores que aceptan dinero de la industria. Es un tema delicado. En 2013, nuestro trabajo publicado en PLoS Medicine concluía que era cinco veces más probable que los estudios realizados con financiación de cierta industria concluyeran a favor de esas empresas. También es interesante contrastar cualquier estudio que haya recibido dinero de compañías de alimentación con otros independientes y compararlos. No se puede fiar uno solo de investigaciones financiadas por los interesados. No se puede ser juez y parte. Otra posibilidad sería que la industria aportara ese capital a un fondo anónimo y que no tuviera capacidad para decidir qué proyectos se van a financiar. Por otro lado, las agencias públicas tendrían que incrementar sus inversiones en epidemiología nutricional. La alimentación interesa a toda la población.
La obesidad es ya una epidemia de alcance global. Es la gran pandemia del siglo XXI, y va a provocar el hecho insólito de que en las sociedades desarrolladas retrocedamos en expectativa de vida. En Estados Unidos acabamos de saber que ya ha pasado. Un macroestudio reciente realizado en Israel muestra que incluso la gente cuyo peso está dentro de la normalidad, pero en la parte alta, rozando el sobrepeso, sin ser aún obesos, tiene un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular. La OMS asocia la obesidad con 15 tipos de cánceres. Eso tiene un impacto en la calidad de vida. Por eso estamos haciendo el ensayo Predimed Plus, para ver si con dieta mediterránea no solo se está más sano, sino también más delgado.
¿La obesidad es genética? Es hereditaria, porque las costumbres se pueden pasar de padres a hijos, pero el componente genético no puede explicar la pandemia actual. En Harvard hicieron un estudio muy interesante en 2012: tomaron 32 genes relacionados con la obesidad y vieron qué pasaba cuando se tomaban bebidas azucaradas. Si no se consumían refrescos azucarados, la genética no predecía nada. Es muy llamativo. Solo en presencia de una dieta insana, la genética se relaciona con la obesidad. Por supuesto, el papel de los padres es clave, y el de la escuela, los profesionales sanitarios, los medios y la cultura del entretenimiento.
¿Hasta dónde puede llegar la medicina preventiva? Empecé a formarme como cardiólogo, pero enseguida me di cuenta de que me gustaba actuar antes, la epidemiología, los grandes números. En los noventa, la medicina preventiva era insignificante en España. Ha ido ganando prestigio gracias a la medicina basada en la evidencia científica. Antes el médico se fiaba de su inspiración, de su ojo clínico, de su experiencia. Ahora hay investigaciones que afirman que tras estudiar a 10.000 pacientes, esto es lo que suele pasar. Ha cambiado el lenguaje de la medicina.
Se solía decir que un buen médico era alguien mayor, con experiencia. Era una visión subjetiva. Ahora tiene una base más objetivada, cuantificada, rigurosa, científica, pero nunca debe faltar el afecto humano al paciente y la atención personalizada.
¿No podemos acabar obsesionándonos con la prevención? La gente confunde la medicina preventiva con los tratamientos precoces o los chequeos. Pero lo principal es el estilo de vida y la dieta. La vida es simple, al menos en teoría: no fumar, estar delgado, tener actividad física, comer sano y controlar la presión arterial, el colesterol y la glucosa. Si se tienen bajo control estas cosas, se reduce en un 76% la mortalidad cardiovascular.
Hoy en día, con un simple análisis de sangre o saliva se puede pronosticar un cáncer en una persona totalmente sana. Esa medicina preventiva tiene aplicaciones que son habas contadas. Es muy poca gente la que puede beneficiarse ahora mismo. No hay recursos. En cambio, comer más lentejas y menos carne está al alcance de toda la población desde ya mismo.
Hay un empeño en hacer que la gente viva muchos más años. La calidad de vida es fundamental. Y mucha se pierde por las enfermedades neurodegenerativas. Estamos investigando el efecto de la dieta mediterránea en demencias como el alzhéimer y el párkinson y hemos empezado a ver que también es beneficioso. Calculo que en un año se publicarán los resultados. Creo que va a ser un bombazo.
http://elpaissemanal.elpais.com/documentos/nutricion-dieta-mediterranea/
TARDA MENOS de dos minutos en darse cuenta de que el doctor Miguel Ángel Martínez-González predica con el ejemplo. Sube a pie las escaleras de la facultad hasta el segundo piso en el que imparte una clase de bioestadística a futuros médicos, toma el café sin azúcar y, en un menú de restaurante que ofrece como alternativa lentejas, pasta y carne, elige sin dudar las legumbres. Lleva más de dos décadas buscando evidencia científica que apoye las bondades atribuidas por la tradición a la dieta mediterránea.
Este catedrático de Salud Pública de la Universidad de Navarra, y desde junio también catedrático visitante de Harvard, es uno de los cerebros del ensayo Predimed, el más amplio realizado hasta ahora sobre los efectos de la dieta originaria del sur de Europa: el seguimiento de una cohorte integrada por 7.500 participantes reclutados en toda España durante una década ha demostrado que esta reduce en un 66% los problemas circulatorios, en un 30% los infartos e ictus y en un 68% el riesgo de cáncer de mama.
En el pasillo que hay junto a su despacho del campus en Pamplona, donde se desarrolla la entrevista, cuelgan de un corcho los trabajos que su departamento ha publicado recientemente en revistas científicas. “Es el muro de la autoestima”, bromea. El doctor malagueño, de 59 años, colabora en diversas investigaciones desde los noventa con la Escuela de Salud Pública de Harvard, referencia mundial en nutrición. De allí tomó la inspiración, y los conocimientos, para contribuir a crear no solo el proyecto Predimed –sus hallazgos ya se incluyen en las guías nutricionales oficiales de Estados Unidos–, sino también el SUN, un programa en el que más de 22.000 personas, el 50% de ellas profesionales sanitarios, han puesto a disposición de los investigadores –de forma continuada desde 1999– datos sobre su salud y estilo de vida que han servido para decenas de trabajos de investigación. También ha comenzado recientemente otro proyecto, Predimed Plus, que persigue demostrar a través del seguimiento de casi 7.000 pacientes obesos durante cuatro años que con la dieta mediterránea mejorarán su dieta, incrementarán su actividad física y perderán peso.
Ya es un hecho científico: la dieta mediterránea es saludable. Entonces, ¿por qué hay tanto sobrepeso en España? Mucha gente dice que conoce y sigue la dieta mediterránea. Pero la realidad es que las generaciones jóvenes han incorporado la norteamericana. Se come demasiada carne roja y procesada. No quiero decir que tengamos que hacernos vegetarianos. Pero la evidencia científica indica que, a medida que se aumenta el porcentaje de proteínas vegetales sobre las animales, se reduce brutalmente la mortalidad cardiovascular y por cáncer. La dieta mediterránea, sobre todo el consumo de aceite de oliva virgen extra, frutos secos, frutas, verduras y legumbres, es la mejor opción. Después, mejor comer pescado que carne y, esta, preferentemente de ave o conejo. También conviene reducir el consumo de azúcar y sal, y llevar una vida menos sedentaria. Usar más las escaleras y menos el ascensor.
¿Por qué a la gente le cuesta tanto adelgazar? Primero, porque hay que tener mucha fuerza de voluntad para perder kilos y no volverlos a recuperar. Pero es que, además, cierta industria alimentaria ejerce gran presión para poner muchos alimentos a nuestra disposición a todas horas, a un coste muy barato y en grandes cantidades. ¿Qué es lo que está más al alcance en las estanterías de los supermercados? Alimentos ultraprocesados, con gran densidad energética porque les han metido mucha grasa, azúcar y sal, a veces en contra de la naturaleza del producto, como pasa con el kétchup. ¿Qué tendrá que ver la salsa de tomate con él? Y se vende y consume en cantidades industriales. Además, las raciones grandes y baratas hinchan a la gente. Vivimos en una cultura de sobrealimentación. Deberían hacerse más fáciles las opciones más sanas.
Por mucho que la industria quiera tentarla, la gente sabe que todo eso muy sano no puede ser. Nadie les obliga a comerlo. La mayor parte de las elecciones que hacemos no son muy racionales. El economista Richard H. Thaler, un referente en la teoría de las finanzas conductuales, y Cass R. Sunstein, otro experto en economía conductual, lo explican muy bien en uno de mis libros favoritos, Un pequeño empujón (Taurus). La gente suele optar por la decisión más fácil, y hay cierta industria que le da ese pequeño empujoncito. Por eso creo que hay que poner fácil lo saludable, dar pistas de qué se debe elegir para comer bien. Son estrategias de salud pública para construir una sociedad más sana. De tal manera que, por defecto, te ofrezcan pan integral. El refresco, sin azúcar. Thaler y Sunstein lo llaman paternalismo libertario. La gente debe ser libre para elegir, pero creo que hay que informar y proteger contra elecciones que no se piensan mucho y que son dañinas. Sin forzar. Esto es lo que enseño en medicina preventiva.
El Gobierno acaba de anunciar la creación de una tasa que penaliza el consumo de bebidas carbonatadas. ¿Qué le parece? Soy partidario de que se subvencionen el aceite de oliva virgen extra, las frutas y las verduras a base de gravar el consumo de carne roja y procesada, comida basura y bebidas azucaradas. Así se lanza un mensaje claro de qué es sano y qué no.
Hablaba antes del pan. ¿Es dieta mediterránea? Hemos debatido mucho en torno a este tema. La conclusión a la que hemos llegado es que el pan blanco es uno de los problemas más graves que tenemos en España. La gran mayoría lo consume y, además, se hincha. Conviene saber que es fundamentalmente un almidón, y nuestro cuerpo es supereficiente transformando el almidón en azúcar. Es como tomar glucosa. Basta con poner un poco de miga en la boca, enseguida sabe dulce. ¿Y por qué se molesta la industria en quitar el grano entero? Porque las harinas refinadas aguantan mejor. Son muy útiles comercialmente, pero les quitan la parte más nutritiva y que permite que se absorban los azúcares más lentamente. Le estamos dando a la gente, con el pan blanco, un combustible de rápida absorción. Y eso, especialmente cuando ya se tiene sobrepeso, cierta resistencia a la insulina, es una bomba. Habría que consumir menos y, preferiblemente, integral.
Proliferan ahora los libros sobre las diversas teorías de qué alimentos engordan más o menos. Que si las grasas no son tan malas como se pensaba y el azúcar es la razón de la epidemia de obesidad y diabetes… ¿Qué es peor, el azúcar o las grasas? El azúcar es un gran problema. Se añade en grandes cantidades a los refrescos, zumos y productos envasados. Los niños se acostumbran a esos sabores extradulces y, claro, luego no quieren comerse una pera. Pero, por otra parte, está demostrado que la grasa saturada tiene un efecto negativo sobre la enfermedad cardiovascular. Tanto las grasas como el azúcar pueden ser problemáticos.
La industria dice que no hay que demonizar alimentos, que hay que comer de todo. No se ha demostrado científicamente que comer una amplia variedad de alimentos sea mejor que restringir algunos. Pero, al productor de carne de vacuno, ¿qué le va a interesar decir? Pues que no hay que demonizar ningún alimento. La industria tiene muchos más recursos que las autoridades de salud pública para lanzar estos mensajes. Ha pasado antes. Algunas empresas de alimentación han usado tácticas similares a las que usó la industria tabacalera. Como pagar a científicos para que dijeran que el tabaco no perjudicaba la salud tanto como se creía. Se llegó a decir que los cánceres de pulmón incipientes producían el deseo de fumar para calmar el dolor. También se ha empleado dinero para desprestigiar a los epidemiólogos que trabajamos en nutrición.
¿Comparar la industria alimentaria con la del tabaco no es un poco desproporcionado? Hace dos años se publicó un informe en PLoS Medicine con los documentos internos de la industria del azúcar de los años cincuenta y sesenta. Allí se constata que se sabía perfectamente que era la causa de la caries dental. En aquellos documentos internos se detalla cómo pagaron a científicos para que sembraran la duda sobre todo lo que pudiera perjudicarlos. Los expertos en marketing que aconsejaban a las empresas azucareras fueron contratados después por las del tabaco, que imitaron estas estrategias. Por otra parte, sí es destacable que en los últimos años ha habido movimientos responsables dentro de la propia industria alimentaria para retirar las grasas trans [las más dañinas] de sus productos, usar edulcorantes que no sean calóricos y reducir el contenido de sal.
¿Usted ha aceptado dinero de la industria? En dos ocasiones. La primera, en un momento en que nos negaron todos los fondos y la cohorte SUN dedicada al estudio de hábitos alimentarios corrió peligro de desaparecer. Aceptamos una oferta de Danone para ver los efectos metabólicos del yogur sobre la obesidad. Fueron unos 40.000 euros en 2013. Concluimos que el consumo de yogur reducía el riesgo de obesidad, pero también dijimos que el consumo de fruta lo reducía aún más. Después de publicar el estudio acabamos nuestra colaboración con ellos y les pedí que no me llamaran más.
¿Si publicó lo que quiso, por qué rechazarlos? Es una presión muy sutil. Me invitaron a que fuera a un simposio en Boston para hablar de nuestros descubrimientos con el yogur. No me gusta aparecer en un congreso de la mano de una industria concreta. Considero que es mejor para todos que los investigadores sean independientes.
¿No ha recibido dinero de los productores de aceite de oliva? No. La segunda ocasión fue el Consejo Internacional de Frutos Secos quien nos pagó. Participamos en una convocatoria pública competitiva para financiar Predimed Plus porque repartíamos frutos secos entre los participantes. Obtuvimos un proyecto de 50.000 euros para dos años, menos del 3% del dinero que recibimos durante esa época. Ahora, la totalidad de nuestra financiación es pública: fondos estadounidenses, españoles y europeos.
Hay investigadores que aceptan dinero de la industria. Es un tema delicado. En 2013, nuestro trabajo publicado en PLoS Medicine concluía que era cinco veces más probable que los estudios realizados con financiación de cierta industria concluyeran a favor de esas empresas. También es interesante contrastar cualquier estudio que haya recibido dinero de compañías de alimentación con otros independientes y compararlos. No se puede fiar uno solo de investigaciones financiadas por los interesados. No se puede ser juez y parte. Otra posibilidad sería que la industria aportara ese capital a un fondo anónimo y que no tuviera capacidad para decidir qué proyectos se van a financiar. Por otro lado, las agencias públicas tendrían que incrementar sus inversiones en epidemiología nutricional. La alimentación interesa a toda la población.
La obesidad es ya una epidemia de alcance global. Es la gran pandemia del siglo XXI, y va a provocar el hecho insólito de que en las sociedades desarrolladas retrocedamos en expectativa de vida. En Estados Unidos acabamos de saber que ya ha pasado. Un macroestudio reciente realizado en Israel muestra que incluso la gente cuyo peso está dentro de la normalidad, pero en la parte alta, rozando el sobrepeso, sin ser aún obesos, tiene un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular. La OMS asocia la obesidad con 15 tipos de cánceres. Eso tiene un impacto en la calidad de vida. Por eso estamos haciendo el ensayo Predimed Plus, para ver si con dieta mediterránea no solo se está más sano, sino también más delgado.
¿La obesidad es genética? Es hereditaria, porque las costumbres se pueden pasar de padres a hijos, pero el componente genético no puede explicar la pandemia actual. En Harvard hicieron un estudio muy interesante en 2012: tomaron 32 genes relacionados con la obesidad y vieron qué pasaba cuando se tomaban bebidas azucaradas. Si no se consumían refrescos azucarados, la genética no predecía nada. Es muy llamativo. Solo en presencia de una dieta insana, la genética se relaciona con la obesidad. Por supuesto, el papel de los padres es clave, y el de la escuela, los profesionales sanitarios, los medios y la cultura del entretenimiento.
¿Hasta dónde puede llegar la medicina preventiva? Empecé a formarme como cardiólogo, pero enseguida me di cuenta de que me gustaba actuar antes, la epidemiología, los grandes números. En los noventa, la medicina preventiva era insignificante en España. Ha ido ganando prestigio gracias a la medicina basada en la evidencia científica. Antes el médico se fiaba de su inspiración, de su ojo clínico, de su experiencia. Ahora hay investigaciones que afirman que tras estudiar a 10.000 pacientes, esto es lo que suele pasar. Ha cambiado el lenguaje de la medicina.
Se solía decir que un buen médico era alguien mayor, con experiencia. Era una visión subjetiva. Ahora tiene una base más objetivada, cuantificada, rigurosa, científica, pero nunca debe faltar el afecto humano al paciente y la atención personalizada.
¿No podemos acabar obsesionándonos con la prevención? La gente confunde la medicina preventiva con los tratamientos precoces o los chequeos. Pero lo principal es el estilo de vida y la dieta. La vida es simple, al menos en teoría: no fumar, estar delgado, tener actividad física, comer sano y controlar la presión arterial, el colesterol y la glucosa. Si se tienen bajo control estas cosas, se reduce en un 76% la mortalidad cardiovascular.
Hoy en día, con un simple análisis de sangre o saliva se puede pronosticar un cáncer en una persona totalmente sana. Esa medicina preventiva tiene aplicaciones que son habas contadas. Es muy poca gente la que puede beneficiarse ahora mismo. No hay recursos. En cambio, comer más lentejas y menos carne está al alcance de toda la población desde ya mismo.
Hay un empeño en hacer que la gente viva muchos más años. La calidad de vida es fundamental. Y mucha se pierde por las enfermedades neurodegenerativas. Estamos investigando el efecto de la dieta mediterránea en demencias como el alzhéimer y el párkinson y hemos empezado a ver que también es beneficioso. Calculo que en un año se publicarán los resultados. Creo que va a ser un bombazo.
http://elpaissemanal.elpais.com/documentos/nutricion-dieta-mediterranea/
sábado, 4 de marzo de 2017
Las ocho mujeres de Sol, cumplen una semana en huelga de hambre. "Los políticos nos quieren invisibilizar".
Candela Salvador
www.publico.es
8 Mujeres llevan en huelga de hambre en la Puerta del Sol, Madrid-España más de una semana para exigir que las violencias machistas se consideren una cuestión de Estado.
Llevan siete días en la madrileña Puerta del Sol para reclamar los derechos de las mujeres maltratadas en casos de violencia machista. Han recogido más de 100.000 firmas para forzar que esta lacra se considere "cuestión de Estado".
Gloria, Martina, Patricia, Marian, Susana, Sara, Sonia y Celia llevan 7 días apostadas en la madrileña Puerta del Sol en huelga de hambre, una situación que no piensan cambiar hasta que se aseguren que las mujeres "pueden vivir”. El pasado jueves a las 8 de la tarde llegaron al centro de Madrid con una idea clara, reclamar los derechos de las mujeres maltratadas. Sus propuestas están recogidas un manifiesto de 25 puntos que, entre otras cosas, pide impulsar la ley de 2004 de medidas de protección integral contra la violencia de género, en la que se contemple la figura de "feminicidio". Durante estos días las fuerzas han ido decayendo. “Hemos pasado por todos los fenómenos meteorológicos y eso nos ha afectado mucho, pero no nos vamos a mover ”, han advertido a Público.
El pasado sábado, 11 de Febrero, recibieron el apoyo de la Plataforma de Artistas contra la Violencia de Género, con la participación de la cantante Cristina Valle, y el domingo lanzaron una petición a Mariano Rajoy en la que reclamaban que se formase un gabinete de crisis de forma urgente. Pero los días han ido pasando y no han recibido atención de los partidos políticos. “Nadie se ha acercado por aquí, ni se ha puesto en contacto con nosotras.
Los políticos nos quieren invisibilizar”, afirma Gloria Vázquez, presidenta de la asociación 'Ve la luz', organización que ha puesto en marcha esta protesta. Tras una semana sin ingerir nada sólido, no se rinden: “Quieren que nos vayamos a un albergue, pero no vamos a irnos. Queremos estar aquí y que la gente vea lo que ocurre", afirma la presidenta de 'Ve la Luz'.
El pasado fin de semana recibieron la visita de la vicealcaldesa de Madrid, Marta Higueras, y la diputada socialista Ángeles Álvarez, quienes les facilitaron una carpa y plásticos para refugiarse. “El Ayuntamiento nos trajo una carpa de verano. Una vez se inició el protocolo de huelga de hambre, el Samur Social nos trajo hamacas y una carpa para poder dormir. Cuando vino la lluvia nos empapamos y decidimos volver a la carpa que habíamos traído nosotras. Me quejé de la situación y me respondieron: 'Es lo que tenemos'. Tras la queja nos dijeron que nos traerían otra cosa pero era la misma carpa y nos devolvieron nuestras ropas tan mojadas como se las llevaron”, relata Gloria Vázquez.
"Maite Higueras trató de convencernos para que nos fuéramos a un albergue. Me dijo que si éramos consciente de que nos estábamos poniendo enfermas, son ellos quienes nos están enfermando”, afirma Vázquez. Fuentes municipales han querido matizar a Público que "se les ofreció acudir a la Unidad de Estancias Breves debido a la fuerte lluvia que estaba cayendo". Asimismo, afirman que el Samur Social de Madrid está pendiente de su estado de salud y sus necesidades.
A pesar de no tener el apoyo de los partidos políticos sí cuentan con el amparo de otras asociaciones de mujeres. “Estamos apoyando sin duda y sin fisura esta campaña”, han afirmado a Público desde la 'Fundación Mujeres'. Asimismo, coinciden con las activistas en huelga de hambre en que “el Gobierno debería estar más cerca y las Instituciones deberían escuchar”. Además,en la tarde del jueves, comenzaron a llegar grupos de activistas con sus tiendas de campaña para apoyar la causa de estas mujeres "Han venido a apoyarnos grupos de compañeras y sabemos que a lo largo del fin de semana irán llegando más, pero el Ayuntamiento no les da ha dado permiso para acampar con nosotras" comenta Gloria Vázquez.
Esta situación ha provocado que el jueves por la mañana agentes de la policía local llegaran para desalojar las tiendas de las chicas que han venido a apoyar a las ocho mujeres en huelga de hambre. Aunque finalmente han podido quedarse. "Los permisos están pedidos, pero aún no nos han dado nada. Hemos pasado la noche aquí y no nos moveremos. Tenemos que apoyarnos y cuidarnos entre todas", ha señalado a Público una de las chicas que se unió este jueves a la protesta.
Desde el Ayuntamiento les han recomendado que deben pasar la noche en un centro habilitado, "un espacio feminista". Sin embargo, ninguna de las chicas piensan moverse. "Nos quieren ocultar y nosotras no nos vamos a ninguna parte", han expresado. Los transeúntes que pasan por la Puerta del Sol también les ofrecen muestras constantes de apoyo, su carpa es un ir y venir de ciudadanos. “Mucho ánimo y gracias por estar aquí” es una de las frases más escuchadas.
Mientras tanto estas mujeres continúan con la recogida de firmas para pedir un anteproyecto de ley que impulse un gabinete de crisis para la lucha contra la violencia machista y que se aborde como cuestión de Estado”, tal y como recoge en su petición de Change.org. Ya han conseguido más de 4.000 firmas, que se suman a las cerca de 100.000 que han recogido durante estos días en la calle. “Cuando reunamos las suficientes las llevaremos al Congreso”, afirman.
“Queremos una ley específica y especializada que tenga como tronco la violencia machista y a través de sus ramas trate cada una de las especialidades de este problema. Además, pretendemos que se considere el síndrome de negación parental como indicio de violencia machista”, afirma Gloria Vázquez.
Asimismo, estas mujeres han lanzado la campaña “Todas a Sol” , en la que cada tarde organizan una cacerolada en muestra de repulsa por la situación que están viviendo. Tras una semana en huelga de hambre, no dudan. “Tenemos que ir cerrando puertas al maltratador, necesitamos políticos que no tengan miedo al maltratador y por ello vamos a luchar”, argumenta Vázquez.
Fuente:
http://www.publico.es/sociedad/mujeres-semana-despues-ocho-mujeres.html
www.publico.es
8 Mujeres llevan en huelga de hambre en la Puerta del Sol, Madrid-España más de una semana para exigir que las violencias machistas se consideren una cuestión de Estado.
Llevan siete días en la madrileña Puerta del Sol para reclamar los derechos de las mujeres maltratadas en casos de violencia machista. Han recogido más de 100.000 firmas para forzar que esta lacra se considere "cuestión de Estado".
Gloria, Martina, Patricia, Marian, Susana, Sara, Sonia y Celia llevan 7 días apostadas en la madrileña Puerta del Sol en huelga de hambre, una situación que no piensan cambiar hasta que se aseguren que las mujeres "pueden vivir”. El pasado jueves a las 8 de la tarde llegaron al centro de Madrid con una idea clara, reclamar los derechos de las mujeres maltratadas. Sus propuestas están recogidas un manifiesto de 25 puntos que, entre otras cosas, pide impulsar la ley de 2004 de medidas de protección integral contra la violencia de género, en la que se contemple la figura de "feminicidio". Durante estos días las fuerzas han ido decayendo. “Hemos pasado por todos los fenómenos meteorológicos y eso nos ha afectado mucho, pero no nos vamos a mover ”, han advertido a Público.
El pasado sábado, 11 de Febrero, recibieron el apoyo de la Plataforma de Artistas contra la Violencia de Género, con la participación de la cantante Cristina Valle, y el domingo lanzaron una petición a Mariano Rajoy en la que reclamaban que se formase un gabinete de crisis de forma urgente. Pero los días han ido pasando y no han recibido atención de los partidos políticos. “Nadie se ha acercado por aquí, ni se ha puesto en contacto con nosotras.
Los políticos nos quieren invisibilizar”, afirma Gloria Vázquez, presidenta de la asociación 'Ve la luz', organización que ha puesto en marcha esta protesta. Tras una semana sin ingerir nada sólido, no se rinden: “Quieren que nos vayamos a un albergue, pero no vamos a irnos. Queremos estar aquí y que la gente vea lo que ocurre", afirma la presidenta de 'Ve la Luz'.
El pasado fin de semana recibieron la visita de la vicealcaldesa de Madrid, Marta Higueras, y la diputada socialista Ángeles Álvarez, quienes les facilitaron una carpa y plásticos para refugiarse. “El Ayuntamiento nos trajo una carpa de verano. Una vez se inició el protocolo de huelga de hambre, el Samur Social nos trajo hamacas y una carpa para poder dormir. Cuando vino la lluvia nos empapamos y decidimos volver a la carpa que habíamos traído nosotras. Me quejé de la situación y me respondieron: 'Es lo que tenemos'. Tras la queja nos dijeron que nos traerían otra cosa pero era la misma carpa y nos devolvieron nuestras ropas tan mojadas como se las llevaron”, relata Gloria Vázquez.
"Maite Higueras trató de convencernos para que nos fuéramos a un albergue. Me dijo que si éramos consciente de que nos estábamos poniendo enfermas, son ellos quienes nos están enfermando”, afirma Vázquez. Fuentes municipales han querido matizar a Público que "se les ofreció acudir a la Unidad de Estancias Breves debido a la fuerte lluvia que estaba cayendo". Asimismo, afirman que el Samur Social de Madrid está pendiente de su estado de salud y sus necesidades.
A pesar de no tener el apoyo de los partidos políticos sí cuentan con el amparo de otras asociaciones de mujeres. “Estamos apoyando sin duda y sin fisura esta campaña”, han afirmado a Público desde la 'Fundación Mujeres'. Asimismo, coinciden con las activistas en huelga de hambre en que “el Gobierno debería estar más cerca y las Instituciones deberían escuchar”. Además,en la tarde del jueves, comenzaron a llegar grupos de activistas con sus tiendas de campaña para apoyar la causa de estas mujeres "Han venido a apoyarnos grupos de compañeras y sabemos que a lo largo del fin de semana irán llegando más, pero el Ayuntamiento no les da ha dado permiso para acampar con nosotras" comenta Gloria Vázquez.
Esta situación ha provocado que el jueves por la mañana agentes de la policía local llegaran para desalojar las tiendas de las chicas que han venido a apoyar a las ocho mujeres en huelga de hambre. Aunque finalmente han podido quedarse. "Los permisos están pedidos, pero aún no nos han dado nada. Hemos pasado la noche aquí y no nos moveremos. Tenemos que apoyarnos y cuidarnos entre todas", ha señalado a Público una de las chicas que se unió este jueves a la protesta.
Desde el Ayuntamiento les han recomendado que deben pasar la noche en un centro habilitado, "un espacio feminista". Sin embargo, ninguna de las chicas piensan moverse. "Nos quieren ocultar y nosotras no nos vamos a ninguna parte", han expresado. Los transeúntes que pasan por la Puerta del Sol también les ofrecen muestras constantes de apoyo, su carpa es un ir y venir de ciudadanos. “Mucho ánimo y gracias por estar aquí” es una de las frases más escuchadas.
Mientras tanto estas mujeres continúan con la recogida de firmas para pedir un anteproyecto de ley que impulse un gabinete de crisis para la lucha contra la violencia machista y que se aborde como cuestión de Estado”, tal y como recoge en su petición de Change.org. Ya han conseguido más de 4.000 firmas, que se suman a las cerca de 100.000 que han recogido durante estos días en la calle. “Cuando reunamos las suficientes las llevaremos al Congreso”, afirman.
“Queremos una ley específica y especializada que tenga como tronco la violencia machista y a través de sus ramas trate cada una de las especialidades de este problema. Además, pretendemos que se considere el síndrome de negación parental como indicio de violencia machista”, afirma Gloria Vázquez.
Asimismo, estas mujeres han lanzado la campaña “Todas a Sol” , en la que cada tarde organizan una cacerolada en muestra de repulsa por la situación que están viviendo. Tras una semana en huelga de hambre, no dudan. “Tenemos que ir cerrando puertas al maltratador, necesitamos políticos que no tengan miedo al maltratador y por ello vamos a luchar”, argumenta Vázquez.
Fuente:
http://www.publico.es/sociedad/mujeres-semana-despues-ocho-mujeres.html
viernes, 3 de marzo de 2017
Los inmigrantes, siempre el chivo expiatorio, responden a las mentiras del UKIP
The Guardian/eldiario.es
Ake Achi no recuerda cuándo empezó a trabajar en la plantación de su familia, en Costa de Marfil, aunque dice que debió de ser "cuando aprendí a caminar". No había guarderías ni nadie que cuidara de los niños, así que su hermana y él iban a los campos con su madre. Sin embargo, sus padres tenían familiares en Francia y, una noche, despertaron a los dos pequeños de 11 años y los metieron en un vehículo con la esperanza de conseguir una vida mejor.
Hace una década, Achi se mudó a Londres para mejorar su inglés y buscar oportunidades. Tuvo que trabajar mucho. Compaginaba sus estudios en la Universidad de Kingston con un empleo de guardia de seguridad a jornada completa. Hoy es delegado sindical y ayuda a los trabajadores a combatir las injusticias que cometen los poderosos, aunque las culpas recaigan con demasiada frecuencia sobre los inmigrantes. También es fundador de Right2workuk, un grupo que lucha por el derecho de los inmigrantes a trabajar en Gran Bretaña.
Achi pertenece a un movimiento nuevo, One Day Without Us (1DWU), cuyo objetivo consiste en dar voz a los frecuentemente despreciados inmigrantes. El próximo lunes, cuando miles de personas salgan a la calle para manifestarse contra el sometimiento de Theresa May a Donald Trump, los inmigrantes y no inmigrantes que lo deseen podrán sumarse a un acto contra la xenofobia que se celebrará en todo el país: 1DWU les invita a cogerse del brazo, sostener sus pancartas y hacerse una fotografía en lo que será una demostración nacional de solidaridad.
"Cuando las cosas van mal, siempre se culpa a los inmigrantes", dice Achi. El Gobierno ha prohibido que los trabajadores no comunitarios se queden en Gran Bretaña con carácter permanente si ganan menos de 35.000 libras (41.000 euros) al año o llevan menos de una década en el país. Es una medida que afecta a muchos trabajadores; por ejemplo, de una institución que, como afirma Achi, "no sobreviviría sin nosotros": el NHS (Sistema Nacional de Salud). Pero acusar a los inmigrantes del lamentable estado de la Seguridad Social británica es menos comprometido que acusar al Gobierno por haberla empujado a lo que la Cruz Roja describe como "una crisis humanitaria".
1DWU no podría llegar en mejor momento. Hasta ahora, los inmigrantes carecían de una voz propia capaz de hacerse oír y el debate ha sido demasiado a menudo sobre ellos pero sin ellos. También es crucial por otro motivo: el UKIP ha planteado el asunto desde la emoción y el poder de las historias personales, Por el contrario, los que han defendido la contribución de los inmigrantes se han apoyado en datos y estadísticas.
En cierta ocasión, alguien recordó a Nigel Farage, entonces líder del UKIP, que los inmigrantes aportan mucho a las arcas públicas, a lo que él contestó: "Prefiero comunidades unidas donde los jóvenes británicos tengan una oportunidad real de conseguir empleo". Como de costumbre, su posición se basaba en un mito; las comunidades que sufren los índices más altos de paro juvenil coinciden a menudo con las que tienen menos inmigrantes. Pero esa no es la cuestión.
Farage se presentó como paladín de la comunidad contra los ideólogos de la obsesión por el dinero; decía que el dinero no es lo más importante de la vida, asaltando audazmente uno de los mensajes tradicionales de la izquierda: "Lo social importa más que los mercados". Y su desventurado sucesor, Paul Nuttall, ha intentado usar el poder de las historias personales.
Pero tienden a ser falsas. Sabe que los votantes se sienten atraídos por un pasado vital emocionante, como el de ser jugador profesional de fútbol (falso) y sacarse un doctorado (falso). Sabe que Hillsborough es una tragedia emocional para todos los británicos y también resultó ser falsa la noticia publicada en su página web de que había perdido a uno de sus amigos en el suceso.
Ahora, por el contrario, hay una oportunidad de promover casos verídicos e igualmente emocionales desde la causa de los inmigrantes. Tienen pasados que cautivan. Y aunque todos dependemos de ellos, están preocupados, asustados y enfadados por el trato que reciben. Como Birgit Möller, una alemana de 55 años que lleva en Gran Bretaña desde casi antes de que yo naciera.
Möller, una apasionada de la educación y los niños, trabaja en una guardería. Tiene un marido y un hijo que también viven aquí. Llegó atraída por la pluralidad social de Londres, "por el clamor de tantas personas de sitios diversos, unidas en una sola comunidad", pero la tóxica campaña del referéndum de la UE, que presentó a los inmigrantes como un problema, le ha dejado "tan impactada como insegura".
"Nunca me había visto en la necesidad de defender mi derecho a vivir y trabajar aquí. No sé lo que va a pasar". En su opinión, hay muchos problemas en Gran Bretaña que no tienen nada que ver con la inmigración, "como la enorme diferencia de ingresos y el excesivo poder de las empresas". Y, al igual que Achi, cree que "se busca un chivo expiatorio para no tener que enfrentarse a las cuestiones reales, muy difíciles de resolver".
Silvia Aced lleva veinte años en Gran Bretaña. Antes trabajaba en la red de transportes y ahora lo hace con niños discapacitados. "Yo misma soy madre de un niño autista y he dedicado mi vida a cosas como esa. Sé por experiencia lo que significa tener un niño con necesidades especiales y lo que cuesta defenderlos".
Aced opina que usar a los inmigrantes como chivos expiatorios es algo "terrible", y explica el sencillo principio que está detrás de 1DWU: "Imagina que faltamos un día al trabajo, solo uno. Sería el caos. La gente se queja cuando los trabajadores del metro hacen huelga, pero sería poca cosa en comparación con el caos que se produciría si nosotros dejamos de trabajar".
El debate sobre la inmigración no será fácil de cambiar. Los sucesivos gobiernos británicos han sido incapaces de ofrecer la vivienda, los empleos estables y bien pagados y el nivel de vida que la gente necesita y tampoco han invertido lo necesario en servicios públicos; especialmente, en los últimos tiempos.
La inmigración se ha convertido en un discurso válido para todo con el que se explican problemas que, en realidad, son culpa de los poderosos. Romper esa lógica va a ser muy difícil, porque implica debatir con mucho tacto con millones de personas que no son conscientes de la contribución de los inmigrantes a la sociedad británica.
Esta no es una causa que podamos ganar con datos y estadísticas. Las sensaciones y las emociones desempeñan un papel crucial. Los inmigrantes han estado ausentes de un debate que les afectaba; pero, si logran que su voz se oiga, podrán hablar de su contribución diaria y cambiar el rumbo de las cosas. El Ukip es un partido de timadores, vendedores de mitos, charlatanes y tramposos profesionales, pero han conseguido envenenar el debate sobre la inmigración porque han monopolizado el discurso emocional durante demasiado tiempo.
El contraataque de los inmigrantes, muchos de los cuales viven el futuro con preocupación, acaba de empezar. Y nos recordarán que el origen de los problemas que sufrimos no está en unas personas que han enriquecido este país, incluso en sentidos que no se pueden explicar con palabras.
Traducido por Jesús Gómez.
Fuente original:
http://www.eldiario.es/theguardian/inmigrantes-expiatorio-responden-mentiras-UKIP_0_613488975.html
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