martes, 13 de mayo de 2025

_- 5 maneras de distinguir una obra maestra original de una falsa

Asistentes de una galería sostienen una obra del artista español Pablo Picasso titulada 'Femme au beret et a la robe quadrillee' (Marie-Therese Walter) con un precio estimado en torno a los US$50 millones.

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Asistentes de una galería sostienen una obra original del artista español Pablo Picasso.

Cuando se trata de falsificación y plagio parece no haber nada nuevo bajo el sol.

Recientes revelaciones, que van desde el descubrimiento de un taller de falsificación de arte en Roma hasta la acusación de que una obra maestra barroca en la Galería Nacional de Londres no es más que una burda imitación, no hacen otra cosa que recordarnos que la duplicidad en el mundo del arte tiene una larga historia.

La noticia de la confiscación de más de 70 obras de arte fraudulentas en un laboratorio clandestino en Roma fue seguida del lanzamiento del libro NG6461: The Fake Rubens (NG6461: El falso Rubens), de la autora Euphrosyne Doxiadis, que asegura que la Galería Nacional de Londres tiene un cuadro que no es en absoluto lo que parece.

La conclusión de Doxiadis reafirma aquella alcanzada en 2021 por la compañía suiza Art Recognition, que determinó mediante el uso de la inteligencia artificial que había una probabilidad del 91% de que la obra "Sansón y Dalila", un óleo sobre madera atribuido al maestro Peter Paul Rubens, fuera creada por alguien que no era Rubens.

El óleo "Sansón y Dalila", atribuido al pintor flamenco Peter Paul Rubens, en la Galería Nacional de Londres.

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El óleo "Sansón y Dalila", atribuido al pintor flamenco Peter Paul Rubens, en la Galería Nacional de Londres.

La afirmación de la experta de que la pincelada que vemos en el cuadro de Rubens es burda y totalmente incompatible con la fluidez de su mano es fuertemente cuestionada por la Galería Nacional, que se mantiene firme en su atribución. La divergencia de opiniones entre los expertos del museo y aquellos que dudan de la autenticidad de la obra abre un espacio interesante para reflexionar sobre el valor y mérito artístico. ¿Existe legitimidad en la falsificación? ¿Pueden las falsificaciones ser obras maestras?

A medida que se aplican herramientas de análisis más sofisticadas a pinturas y dibujos cuya legitimidad ha estado en duda, así como a aquellas cuya validez nunca han sido cuestionadas, es probable que los debates sobre la integridad de los iconos culturales se aceleren.

Lo que sigue son 5 reglas simples para detectar una obra maestra falsa.

1. Los pigmentos

Los pigmentos anacrónicos te delatarán en todo momento.

Estos han sido la perdición del falsificador de arte alemán Wolfgang Beltracchi y su esposa Helene, que consiguieron vender obras maestras modernistas improvisadas por millones de dólares antes de que el descuido de usar pintura prefabricada en sus audaces paletas sellara su destino.

"Barcazas en el Támesis", de André Derain, de 1906.

"Barcazas en el Támesis", de André Derain, de 1906.

Fuente de la imagen,Getty Images


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André Derain, el autor de obras reconocidas como "Barcazas en el Támesis", fue plagiado por el falsificador de arte alemán Wolfgang Beltracchi.

Beltracchi, cuyo modus operandi era crear "nuevas" obras de numerosos artistas -desde Max Ernst hasta André Derain- en lugar de recrear las perdidas, siempre tuvo cuidado de mezclar sus propias pinturas para asegurarse de que solo contuvieran ingredientes disponibles para el artista por el que estuviera tratando de hacerse pasar.

Solo resbaló una vez. Y eso fue suficiente.

Al fabricar un disparatado paisaje rojo de caballos en rompecabezas, que atribuyó al expresionista alemán Heinrich Campendonk, Beltracchi echó mano de un tubo de pintura ya preparado que contenía una pizca de blanco de titanio, un pigmento relativamente nuevo, al que Campendonk no habría tenido acceso.

Era todo lo que necesitaban los investigadores para demostrar que la obra vendida por unos US$3 millones era falsa.

Los artistas pueden ser visionarios, pero no son viajeros en el tiempo.

2. El pasado de la obra

Es edificante creer que el valor de una persona no está ligado a su pasado. No ocurre lo mismo con el arte.

Un cuadro, una escultura o un dibujo sin una historia no es, por desgracia, más inspirador. Más bien, es sospechoso. O, mejor dicho, debería serlo. Y con demasiada frecuencia, la codicia puede interferir en la claridad de la evaluación de la autenticidad de un cuadro o una escultura.

Las cosas tienen las historias que queremos que tengan. Ese fue ciertamente el caso de una serie de Vermeers falsos que salieron del taller del retratista holandés Han van Meegeren, uno de los falsificadores más prolíficos y exitosos del siglo XX.

Una visitante contempla las obras de Han van Meegeren (1889-1947), el 11 de mayo de 2010, en el Museo Boijmans Van Beuningen de Róterdam.

Una visitante contempla las obras de Han van Meegeren (1889-1947), el 11 de mayo de 2010, en el Museo Boijmans Van Beuningen de Róterdam.

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Tras engañar al mundo del arte, el falsificador de las obras de Johannes Vermeer consiguió su propia exposición titulada "Los Vermeers falsos de Van Meegeren".

Desesperados por creer que los lienzos de Vermeer que aparecieron milagrosamente, incluyendo una representación de "Cristo y los hombres de Emaús", pudieran ser obras maestras perdidas de la misma mano que creó "La joven de la perla" y "La lechera", los coleccionistas ignoraron la flagrante ausencia de cualquier rastro de la procedencia de las pinturas: su propietario anterior, historial de exposiciones y comprobante de venta.

Todos fueron engañados.

Pero, en un giro notable, después de ser acusado por las autoridades holandesas del delito de vender un Vermeer -por lo tanto, un tesoro nacional- al funcionario nazi Hermann Göring, Van Meegeren decidió exponerse como un estafador poco después del final de la Segunda Guerra Mundial.

Para demostrar su inocencia -si se le podría llamar inocencia- y demostrar que simplemente había vendido una falsificación sin valor de su propia serie, Van Meegeren realizó la extraordinaria hazaña de crear una obra maestra fresca de la nada ante los ojos asombrados de los expertos.

Voilà, un Vermeer.

3. La presión del trazo

Los gestos de los artistas -sus pinceladas y sus trazos-, estudiados e instintivos al mismo tiempo, son las huellas dactilares escritas sobre lienzos.

La ligereza de los trazos de un artista y la rigidez de los de otro son extremadamente difíciles de falsificar, especialmente si eres consciente de que cada contracción del pincel será examinada por ojos sospechosos y equipos de vanguardia.

Trabajar la presión del trazo bajo presión es algo difícil de hacer. El falsificador británico Eric Hebborn -quien murió en circunstancias sospechosas en Roma en 1996 después de una carrera falsificando más de 1.000 obras- superó este obstáculo con el alcohol.

Una asistente de galería examina la obra "Figuras adorando a un ídolo pagano", que se cree fue creada originalmente por el falsificador británico Eric Hebborn, pero que recientemente se ha comprobado que esto es incorrecto.

Una asistente de galería examina la obra "Figuras adorando a un ídolo pagano", que se cree fue creada originalmente por el falsificador británico Eric Hebborn, pero que recientemente se ha comprobado que esto es incorrecto.

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La fluidez del trazo en las obras falsificadas por Hebborn sigue confundiendo hasta a los expertos. 

Según todos los relatos, el brandy era la herramienta de Hebborn para calmar sus nervios. Ello le permitió habitar sin inhibiciones la mente y el músculo de cualquier viejo maestro que estuviera interpretando.

Mientras que las falsificaciones en manos de los falsificadores Beltracchi y Van Meegeren están plagadas de gestos incoherentes, la fluidez de los dibujos falsificados por Hebborn sigue confundiendo a los expertos.

Hasta el día de hoy, las instituciones que poseen obras que pasaron por sus manos se niegan a aceptar que todas son falsas.

4. La biografía del autor

Cuando el análisis de los pigmentos, la procedencia y la presión del pincel todavía te dejan perplejo, puede ser necesario profundizar un poco más.

Durante 20 años, desde la década de 1990, la autenticidad de una obra de una naturaleza muerta supuestamente de Vincent van Gogh ha sido confirmada y refutada una y otra vez por los expertos.

Para algunos, los rojos abrasadores y azules submarinos que resonaban inquietantemente en el ramo de rosas, margaritas y flores silvestres no tenían el timbre de la verdad y parecían casar con la paleta del pintor.

La ausencia registros de propiedad de la pintura no ayudó.

Este cuadro de Van Gogh ocultaba otro en su interior.

Fuente de la imagen,Getty Images


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Este cuadro de Van Gogh ocultaba otro en su interior. 

Pero una radiografía realizada en 2012 descartó las dudas cuando reveló que el artista reutilizó un lienzo con el que había creado otra obra, algo a lo que hizo referencia explícita en una carta de enero de 1886.

"Esta semana", le comentó Van Gogh a su hermano Theo, "pinté una obra enorme con dos torsos desnudos, dos luchadores... y me gusta mucho hacerlo".

La lucha estática de los dos atletas atrapados en la pintura durante más de un siglo no sólo rescató la obra de las acusaciones injustas de ilegitimidad, sino que creó una especie de cuadro compuesto fresco, una impresión vívida y desesperada por sobrevivir.

5. La escritura

La última garantía para autentificar una obra de arte es el corrector ortográfico.

Eso le habría ahorrado al coleccionista Pierre Lagrange US$17 millones, el precio que pagó en 2007 por una falsificación de una pequeña pintura de 30x46 cm atribuida falsamente al expresionista estadounidense Jackson Pollock.

Famoso por su estilo goteante, Pollock tiene una firma sorprendentemente legible, una inconfundible "c" antes de la "k" final. Una consonante omitida haría más que exponer la falsificación: destrozaría la reputación de toda una galería.

Un visitante frente a la obra de Jackson Pollock en el Instituto de Arte de Chicago, Chicago, Illinois, Estados Unidos, el 17 de octubre de 2022.

Un visitante frente a la obra de Jackson Pollock en el Instituto de Arte de Chicago, Chicago, Illinois, Estados Unidos, el 17 de octubre de 2022.

Fuente de la imagen,Getty Images


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Un error en la firma de una falsificación del expresionista Jackson Pollock destrozó la reputación de una prestigiosas galería de arte.

La firma descuidada fue solo una de las muchas 'banderas rojas' halladas en obras atribuidas falsamente a Rothko, De Kooning, Motherwell y otros que la galería Knoedler&Co, una de las instituciones de arte más antiguas y estimadas de Nueva York, logró vender por US$80 millones.

Las obras fraudulentas habían sido suministradas por un traficante dudoso que afirmaba que venían de un enigmático coleccionista, "Mr X". Justo antes de que el escándalo estallara en la prensa, la galería cerró sus puertas después de 165 años.

El presunto autor de las falsificaciones, un septuagenario chino autodidacta llamado Pei-Shen Qian, que había operado desde un taller de falsificación en Queens, Nueva York desapareció. Más tarde apareció en China.

lunes, 12 de mayo de 2025

La Universitat de València organiza una jornada sobre antigitanismo y “racismo opaco”. El genocidio nazi contra el pueblo romaní sumó medio millón de muertes

Fuentes: Rebelión [Imagen: genocidio romaní - wikipedia]


El informe 2024 Discriminación y Comunidad Gitana, de la Fundación Secretariado Gitano, destaca la atención de 384 casos de discriminación durante 2023; la mayoría de estos, 136, corresponde al discurso de odio en Internet y las redes sociales; seguido de la denegación del acceso a restaurantes, bares, discotecas o piscinas (65); y la discriminación y antigitanismo en los medios de comunicación (63).

Además Secretariado Gitano ha recogido 32 ejemplos de barreras en el acceso al empleo e igualdad de oportunidades; 28 casos de dificultades para alquilar una vivienda por prejuicios; 27 casos de discriminación hacia el alumnado gitano; y 11 paradas e identificaciones policiales por perfil étnico.

La llegada del pueblo gitano al estado español se produjo hace cerca de 600 años; actualmente continúan dándose muestras de discriminación y rechazo; en este contexto, el Aula d’Història i Memòria Democrática de la Universitat de València (UV) organizó el 20 de febrero una jornada sobre Antigitanismo, un racismo opaco: del genocidio nazi a la España franquista.

Otro acto programado por la UV es la proyección del filme Tiefland, estrenado en febrero de 1954 con la dirección de la cineasta y actriz alemana Liene Riefenstal; a la realizadora germana se le ha considerado una propagandista del III Reich; Tiefland “se rodó con la participación forzada de personas gitanas deportadas desde campos de concentración nazis”, detalla la nota informativa de la UV.

En el acto convocado por la UV participó, asimismo, la catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla, María Sierra, quien se ha dedicado durante la última década al estudio del pueblo gitano, los tópicos racistas y los procesos de racialización en el estado español y Europa.

María Sierra es autora de Holocausto gitano. El genocidio romaní bajo el nazismo (Ed. Arzalia, 2020); “Aunque aún no está definitivamente determinado el número de víctimas de esta persecución, se estima que en torno a medio millón de personas consideradas zigeuner (gitanas) murieron en los campos de concentración nazis, los guetos o víctimas de los fusilamientos masivos ejecutados por las fuerzas especiales”.

La historiadora señala el ejemplo de Rosa Mettbach, austriaca y de familia sinti (comunidad gitana mayoritaria en Alemania); fueron sometidos a reclusión en el campo de internamiento nazi de Lackenbach, donde se encerraba a personas gitanas austriacas; Rosa Mettbach logró escapar, pero de nuevo fue capturada y enviada a Lackenbach; pasó además por los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau (Polonia) y Ravensbrück (norte de Alemania).

La mujer resistente salvó la vida, pero no se libró de la realización de trabajos forzados ni de las torturas; su madre, hermana y sobrinos perdieron la vida en el gueto de Lodz (Polonia ocupada por el III Reich).

“La operación de liquidación sistemática de la población romaní europea que ideó y efectuó el nazismo sólo se entiende cabalmente si se inscribe en la historia del antigitanismo, un fenómeno complejo que tiene una trayectoria tan larga como la historia del pueblo roma en el mundo occidental”, escribe María Sierra.

La historiadora detalla también precedentes de discriminación, como los ocurridos en el estado español durante el reinado –en el siglo XV- de los reyes católicos:

“Igual que sucedió con otras minorías -judíos y moriscos-, los gitanos fueron amenazados de expulsión; en caso de querer permanecer en tierras españolas, una Pragmática de 1499 los obligaba a abandonar su lengua e indumentaria y someterse a la obediencia de algún señor”.

A estos casos de represión se suman otros como los desplegados -también en España, a mediados del siglo XVIII- por el monarca Fernando VI de Borbón: mediante una Orden de 1749 dispuso la captura de toda la población gitana del país (la gran redada).
 
Pero los precedentes no se limitan al estado español; así, en el ámbito alemán, Franfcfort determinó la expulsión de la población romaní en 1449 y en otras ciudades germanas sólo les fue permitida la acampada en la periferia; Holocausto gitano detalla el extremo al que se llegó en algunos territorios, como Sajonia, donde el príncipe elector los sancionó con la pena capital.
 
María Sierra se encargó de la edición del libro de memorias Philomena Franz. Entre el amor y el odio. Una vida gitana (Ed. Xordica, 2021); Philomena Franz estuvo en el campo de extermino de Auschwitz, entre otros, y sobrevivió a las matanzas de la población gitana durante el nazismo; en estos centros pereció una parte de la familia de esta escritora sinti, nacida en 1922 en Biberanch an der Rib (Baden-Wurtemberg, Alemania).
 
“En 1938 el régimen nazi expulsó a los gitanos del sistema educativo alemán y Philomena tuvo que abandonar la escuela secundaria para pasar a ser una trabajadora obligada en una fábrica de municiones. Después llegarían los estudios científicos raciales del nazismo, que clasificaron a los gitanos como inferiores y asociales”, se subraya en Entre el amor y el odio.
 
Cuando Philomena Franz ingresó en Auschwitz, en marzo de 1943, fue marcada con la letra Zeta (zigeuner, gitano) y el guarismo 10.500; entre sus experiencias figura la de permanecer en una fila a la espera de una posible gasificación.

En 2018 María Sierra publicó en la revista Ayer el artículo Historia gitana: enfrentarse a la maldición de George Borrow. Sobre las iniciativas racistas emprendidas por el nazismo contra la población romaní, escribe:

“Estuvo tan llena de inconsistencias como para albergar un proyecto (del Propio Himmler, jefe policial en la Alemania nazi) de reserva en la que guardar, cual curiosidad étnica, a unos cuantos clanes puros de gitanos-sinti alemanes, a los que protegería la paradoja de su origen ario”.

Ello no obsta para que se impusieran los baldones de asocial y vago (el calificativo de zigeuner); de hecho, concluye María Sierra, “fue lo que primó y llevó a la muerte al 70-80% de los romaníes (sin consideración de su mayor o menor pureza)”.Hitler llegó al extremo, pero las persecuciones pueden rastrearse desde la llegada de las comunidades gitanas a Europa y América. 

domingo, 11 de mayo de 2025

_- La mitad de los premios Nobel tienen padres entre el 5% más rico

_- Todos sabemos que nacer en una familia acomodada ofrece ventajas: es más fácil ir a la universidad, tienes más información, mejores redes de contactos… y puedes permitirte más riesgos, porque cuentas con un colchón. No es lo único que importa, porque la suerte y el esfuerzo también juegan su papel —seguro que conoces gente que subió el ascensor social—, pero el peso del dinero es innegable.

El último gráfico lo ilustra con un caso extremo: la mitad de los ganadores del premio Nobel son hijos de padres del 5% más rico de su país de nacimiento. Esa es la conclusión de una investigación que rastreó el origen social de cientos de premiados.
 
5% pobre
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La mitad de los Nobel tienen padres del 5% rico
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   ¿Las profesiones de los padres sobrerrepresentadas? Abundan científicos, funcionarios, ingenieros, maestros, médicos… y también empresarios. ¿Y qué país ofrece más oportunidades científicas a las familias modestas? Según el estudio, Estados Unidos.

Pero lo esencial del gráfico es lo que falta: los niños cuyo potencial se perdió. El talento está ampliamente repartido, pero las oportunidades no. Eso significa, como resumen los autores, que “hay una vasta reserva de talento científico sin destapar en los países con menos ingresos”. Muchos niños no reciben la educación, los estímulos ni el apoyo necesarios para llegar lejos. Y eso no solo es injusto: es una pérdida para todos. Nos estamos perdiendo innovación, crecimiento, descubrimiento y en esencia, un futuro mejor.

Fuente: newsletter de Kiko Llaneras

El violentómetro, el invento de una mexicana que ayuda a personas de todo el mundo a identificar los signos de violencia

Montaje de Martha Alicia Tronco Rosas con el violentómetro
Pie de foto,Martha Alicia Tronco Rosas quiso hacer una herramientas que fuera eficaz, didáctica y que a la vez fuera económica y útil para hablar de violencia.

Tan simple como una regla de 30 centímetros.

Ese es violentómetro, un invento que, hace 16 años se creó en México y que ayuda a personas de todo el mundo a identificar los signos de violencia.

Un material gráfico y didáctico en forma de regla que consiste en visualizar las diferentes manifestaciones de violencia que se encuentran ocultas en la vida cotidiana y que muchas veces se confunden o desconocen.

Lo que empezó como un sencillo proyecto dentro del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México, hoy se puede ver en múltiples países y se ha traducido a idiomas como el maya, el italiano, euskera o chino.

Su creadora es la mexicana Martha Alicia Tronco Rosas, doctora en FIlosofía y Ciencias de la Educación, Fundadora del Programa Institucional de Gestion con Perspectiva de Género del Instituto Politécnico Nacional e investigadora de este centro.

Una idea desde el mundo de la ciencia

En 2007, Martha Tronco propuso crear la unidad de género en el IPN porque, aunque había "algunas instancias que daban cierto apoyo en temas de violencia dentro de la institución, pero no desde una perspectiva que era la necesaria, desde mi punto de vista, una perspectiva de género", explica.

Porque empezó a observar, por un lado, que las mujeres científicas en el Instituto tenían un menor crecimiento que los hombres y, por otro, que estas apenas tenían responsabilidades como directoras en las unidades académicas.

Pero cuando creó la unidad de género, se encontró con un problema mayor que, sin hacer mucho ruido, recorría las aulas.

ViolentómetroFuente de la imagen,Daniel Pardo/BBC Pie de foto,

Una simple regla con distintos abusos ha servido para visualizar la violencia en infinidad de países. 

El silencio se rompió con cartas anónimas que dejaban a Tronco en su despacho, por debajo de la puerta.

"Llegaron muchas denuncias en torno a que las personas eran maltratadas, eran violentadas. Mujeres, directivos, relaciones de pareja entre estudiantes", relata.

Así, como investigadora, propuso hacer una encuesta a más de 14.000 estudiantes de nivel medio y superior para, dice, "saber todo": desde posibles problemas de salud, consumo de alcohol y sustancias a, por supuesto, hábitos violentos.

El único requisito era haber tenido al menos una relación de pareja en el año anterior.

"Me cela, pero solo un tantito"

"Los resultados fueron impresionantes, en el sentido de que detectamos mucha problemática: embarazos y paternidades no contemplados, por ejemplo, o adicciones", explica Tronco.

Cuenta que lo que más le llamó la atención, el "foco rojo", fue cómo la gente percibía la violencia.

Había respuestas como "a mí me celan, pero un poquito"; "yo sí he tenido algunos jaloneos (empujón violento) con mi pareja"; "me ha pellizcado un poquito"; "en ocasiones revisa mis documentos o mi celular".

"Pero no la expresaban y percibían como si fuera algo violento. Siempre observaba en esas respuestas una supuesta situación de amor, entre comillas, de protección. Pero eso tiene un nombre y se llama violencia".

Una propuesta económica y útil

Tras la encuesta, Marta Tronco pensó que era necesario hacer un material útil en todos los espacios posibles, que no se tirara y que fuera económico, pues el proyecto en inicio nació sin presupuesto.

"Así surgió la idea de una regla de escritorio de 30 centímetros. Y en cada centímetro una de las manifestaciones de violencia que nos dijeron en la encuesta. Así nació el violentómetro".

La regla se divide en tres colores diferentes y cada uno engloba una situación, "iniciando sobre lo más sutil, aquella violencia que se enmarca en acciones que no implican una acción física, los 10 centímetros siguientes con acciones que implica violencia sobre objetos o sobre la persona, pero en menor medida, y los últimos 10 centímetros, con acciones con violencia física extrema".

Material didáctico e informativo sobre violencia encima de una mesa. Fuente de la imagen,Daniel Pardo/BBC Pie de foto,

La idea, nacida en México, se expandió a otros países y se puede ver en distintas partes de América Latina, España o China. En el primer tramo están acciones como celar, mentir, hacer bromas hirientes, ridiculizar o controlar y prohibir cosas o ver a gente. En el segundo, destruir objetos personales, pellizcar o jalonear, en el tercero, amenazas con objetos, amenazas de muerte, forzamiento de relaciones sexuales y, en última instancia, el asesinato.

Una escala de violencia que, en la relaciones personales, no tiene por qué pasar por todos los puntos.

"Puede que solo haga bromas hirientes, que te ridiculice, te intimide y te cachetee. Pero igual es violencia y se debe estar atento y pedir ayudar", sostiene Martha.

En el caso más extremo de la violencia están los feminicidios, que en México son una auténtica lacra social. Según cifras oficiales ofrecidas por UNESCO, en 2024 un promedio de 10 mujeres murieron de modo violento cada día.

Una idea en más países

De esa primera idea salieron otras para ayudar no solo a ver si se está sufriendo violencia, sino también si se está ejerciendo sobre otras personas y qué se debe revisar en ese caso. Luego pasaron la idea del violentómetro a una app para que los más jóvenes tuvieran ese acceso.

Después, la idea, nacida en México, se expandió a otros países y se puede ver en distintas partes de América Latina, España o China.

En lo más cercano, Martha empezó a ver el impacto de esta herramienta cuando vio que se lo pedía "desde la abuelita para dárselo a los nietos o cuando en las escuelas lo querían dar de aguinaldo".

Martha Tronco explica que esta sencilla herramienta ha servido para visibilizar muchos tipos de violencia que no se percibían como tal y que la gente los reconozca.

"En México, como en muchos países latinoamericanos, tenemos mucha violencia. Por eso creo que ha tenido tanto impacto. Y en México en concreto ha servido para darnos cuenta de qué hacemos o qué sentimos en este tipo de relaciones", dice.

Violentómetro

Violentómetro

Fuente de la imagen,

Y, remarca, esto no es solo algo de relaciones de pareja.

"El violentómetro ha permitido darnos cuenta de que esto que vivimos de manera cotidiana no es protección, no es amor, no es cariño. Y que esta violencia que podemos sufrir muchas veces la replicamos en otros, porque son las formas que hemos aprendido, las que hemos visto en cómo se ha relacionado nuestro entorno".

Aquí, dice, toca hacer una revisión muy puntual y personal para no repetir esquemas violentos.

"Porque no te conviene"

Dentro de los posibles comportamientos violentos que aparecen en esta herramienta, algunos pueden ser sutiles y la línea entre lo que es acto violento o no puede ser poco clara.

Por ejemplo: ¿es violencia que lleve siempre el pelo largo y vestidos porque a mi pareja le gusta? ¿o que no vaya a ciertos lugares o con cierta gente?

¿Cuál es la línea entre complacer un deseo y algo violento?

"A veces no nos damos cuenta porque es muy sutil el controlar y el prohibir está en el número 11 del violentómetro, por ejemplo. Y no nos damos cuenta porque consideramos que es un acto de amor, que marca algo que no te conviene. Pero cuando la toma de decisiones no es personal y libre, cuando aquello me genera una serie de problemas, es violencia", apunta Tronco.

Y, dentro de la violencia, uno de los problemas que conversamos con Tronco fue no solo lo complicado de verla, sino de comunicarla.

"Es un tema que da vergüenza. No nos reconocemos cuando somos violentadas. Y es algo que nos puede pasar a todas".

También advierte Martha Tronco que las violencias que aparecen en el violentómetro se pueden dar todas o aparecer salpicadas y que tampoco son algo que ocurren de un día para otro, de golpe.

"Es como una humedad en la casa. Va despacito y, de repente, un día, ves una mancha enorme en la pared y no te habías dado cuenta. Incorporamos lo que la otra persona quiere, poco a poco, y llega un momento en que no nos reconocemos", señala.

Por eso, remarca, es importante hacer un ejercicio de autoconocimiento. "Hay que hacer una revisión de lo que somos y de lo queremos hacer y lo que no más allá de agradar a la otra persona".

Y aunque su invento es una ayuda, reconoce que la información, si bien válida y necesaria, no lo es todo.

Mujeres indígenas en una marcha en protesta.Fuente de la imagen,Getty Images "Ahora se tiene mucha más información que antes y es un elemento necesario, pero no transformador completamente. La parte social, la parte familiar, es la que puede hacer la diferencia, que tengamos comportamientos diferentes. Nos toca a todos hacer una revisión de los vínculos que tenemos, una revisión de la familia, nuestros espacios, nuestras amistades".

También habla de la interseccionalidad en la violencia. "No es lo mismo ser una mujer blanca, con un nivel educativo alto y heterosexual que ser indígena, lesbiana, analfabeta y pobre. Las mujeres somos diversas y tenemos muchas necesidades diferentes".

El último cálculo de ONU Mujeres sobre violencia indica que, en todo el mundo, 736 millones de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja; y de violencia sexual fuera de la pareja, o ambas, el 30% de las mujeres de 15 años o más al menos una vez en su vida. Esto sin incluir datos de acoso sexual.

Para 2023, unas 51.100 mujeres y niñas murieron a manos de sus parejas u otros familiares en todo el mundo. Esto significa que, en promedio, 140 mujeres o niñas fueron asesinadas cada día por alguien de su propia familia, según datos de ONU Mujeres.

En el caso de los hombres, solo el 12% de los homicidios que sufren se producen en la esfera privada. Cuando hablamos de mujeres y niñas esta cifra asciende al 60%.

¿Entonces, cómo hacemos para cómo se incluya a los hombres en la conversación?, le pregunto a Martha Tronco.

Y destaca una experiencia que tuvo durante un Curso de Paternidades.

"Les preguntábamos algo muy sencillo: '¿Qué tipo de padres quieres ser? ¿Quieres ser como el padre que tuviste?' Fue un punto medular. Muchos, llorando, decían que no querían eso para sus hijos", explica.

Y les toca, a juicio de Tronco, "hacer esta revisión profunda, que nos responsabilicemos todos".