miércoles, 12 de agosto de 2009

Un buen artículo de Paul Krugman

Premiar a los malos actores.
(De el País 09/08/2009)

Los estadounidenses están enfadados con Wall Street, y con razón. Primero, el sector financiero nos hundió en una crisis económica, y luego fue rescatado a costa del contribuyente. Y ahora, con la economía todavía profundamente deprimida, el sector está pagándose a sí mismo primas gigantescas. Si no están furiosos, es que no han estado prestando atención.
Pero aplastar la economía y desplumar al contribuyente no son los únicos pecados de Wall Street. Incluso antes de la crisis y las ayudas de emergencia, muchos tiburones del sector financiero amasaron fortunas mediante actividades que eran inútiles, si no destructivas, desde un punto de vista social.
Y siguen erre que erre. Fíjense en dos noticias recientes. Una tiene que ver con el aumento de las operaciones de alta velocidad: algunas instituciones, Goldman Sachs incluida, han estado usando ordenadores superrápidos para adelantarse a otros inversores, comprando o vendiendo acciones una fracción de segundo antes de que nadie pueda reaccionar. Las ganancias derivadas de las operaciones de alta velocidad son una de las razones por las que Goldman está obteniendo beneficios récord y probablemente pague primas también récord.

...Vemos enormes bonificaciones por parte de empresas que han sido las principales receptoras de las ayudas federales. Citi ha recibido alrededor de 45.000 millones de dólares de los contribuyentes; Goldman ha reembolsado los 10.000 millones que recibió en ayuda directa, pero se ha beneficiado enormemente tanto de los avales federales como de los rescates de otras instituciones financieras. ¿Qué se supone que tienen que pensar los contribuyentes cuando estos casos de beneficencia tienen nóminas de nueve dígitos?
La especulación basada en información que no está al alcance de la población en general es un asunto muy distinto. Como demostró en 1971 el economista de la Universidad de California en Los Ángeles Jack Hirshleifer, esa clase de especulación suele combinar "rentabilidad privada" con "inutilidad social".
Como dijo en 1973 el gran economista de Stanford, Kenneth Arrow, la especulación basada en información privada impone una "pérdida social doble": consume recursos y debilita los mercados.
Las altas finanzas -operaciones con valores y mercancías, en comparación con la banca normal y corriente- se han convertido en una parte muchísimo más importante de nuestra economía, y su proporción del PIB se ha multiplicado por seis. Y los sueldos por las nubes en el sector financiero han desempeñado un importante papel en el drástico aumento de la desigualdad.
¿Qué debemos hacer? Aquí Kugman propone dos medidas; control salarial y aumento de impuestos a las rentas más altas, lo contrario que ha venido sucediendo con los neocom, nada de control, sueldos por las nubes para los ejecutivos y reducción de impuestos a los más ricos. Las consecuencias han sido ya conocidas, aparte de la reducción de sueldos para los más pobres y la bajada del nivel de vida, la crisis que tenemos y que nos ahoga. (Para leer el artículo original clik en el titular)

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