...En primer lugar, hay que regresar a la época en que su estrella se hizo más luminosa, el Hollywood de la década de los 50.
La misma década en que, por ejemplo, el senador Joseph McCarthy emprendía una cruzada política contra todo lo que sonara a comunismo y en la que cuestiones como la homosexualidad, el aborto, o los derechos civiles eran, además de controvertidos, prácticamente tabú.
Marilyn Monroe dio la cara en cada ocasión en que se vio enfrentada a uno de estos dilemas, sin miedo a que su posición pudiera afectar su carrera cinematográfica.
Respaldo público a Arthur Miller
Durante su matrimonio con el dramaturgo Arthur Miller (1956-1961), el autor de "Muerte un viajante" se vio sometido a una investigación del Comité del Senado de Actividades Antiamericanas (HUAC, por sus siglas en inglés) y a una subsiguiente sanción por su ideología política.
Por sorprendente que parezca, el presidente del HUAC, Francis Walter, le ofreció en privado una salida airosa a Miller: retiraría los cargos si accedía a que Marilyn posara con él en un póster de campaña. Miller no aceptó.
El Comité lo interrogó sobre sus "inclinaciones comunistas" y le exigió que diera nombres de otros comunistas.
Pese a la presión, Miller rehusó delatar a nadie y fue condenado por desacato al Congreso en 1957.
"No creo que un hombre se tenga que convertir en un informador para ejercer su profesión libremente en Estados Unidos", le dijo Miller a los periodistas al conocerse el veredicto.
La condena fue sobreseída al año siguiente tras una apelación.
Marilyn apoyó a Miller tanto en público como en privado durante todo el proceso, si bien había sido advertida del riesgo que esto suponía para su fulgurante carrera.
Defensa de Ella Fitzgerald y los derechos civiles
Marilyn Monroe también se involucró en el tema de la defensa de los derechos civiles.
La cantante estadounidense Ella Fitzgerald lo comprobó de primera mano.
"Tengo con Marilyn Monroe una gran deuda", dijo en su momento la estrella del jazz.
"Fue gracias a ella que pude actuar en el Mocambo, un club nocturno muy popular en West Hollywood, California, en los años 50".
"Marilyn le dijo personalmente al dueño del Mocambo que quería que me contratara inmediatamente. Le prometió que si lo hacía, ella iría al club cada noche y se sentaría en una mesa en la primera fila.
Le dijo -y era verdad, por su estatus de celebridad- que la prensa se volvería loca".
"El dueño aceptó y Marilyn estuvo allí, en primera fila, cada noche.
Después de aquello, nunca más tuve que actuar en un club de jazz pequeño".
"Era una mujer inusual, por delante de su tiempo. Y ella no lo sabía", sentenció Fitzgerald... (de la BBC)
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