Cuando una persona está pasando por un duelo debemos ser muy cuidadosos con las palabras y con las formas en la que nos vamos a dirigir a ella.
En una carta de pésame a la familia Besso, Albert Einstein incluyó su ahora famosa cita "Ahora que se ha apartado de este extraño mundo un poco por delante de mí. Aquello no significa nada. La gente como nosotros, quiénes creen en la física, saben que la distinción entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión obstinadamente persistente."
Es un momento sensible, las emociones están a flor de piel y tener tacto, en estos momentos, será algo imprescindible.
Por este motivo, hoy descubriremos algunas de las cosas que debemos decirle a una persona que está pasando por un duelo y, también, aquellas que debemos callar.
Porque, en ocasiones, en nuestro afán de ayudar, hacemos todo lo contrario.
Si necesitas llorar, hazlo
¿Qué te decían cuando eras pequeño y llorabas? “No llores”. ¿Qué te decían cuando estabas triste? “No estés triste”.
Intentar inhibir las emociones no es positivo para nadie y, menos aún, si se lo estás diciendo a una persona que está pasando por un duelo.
Debes permitirle a la persona expresar sus sentimientos si así lo desea. Jamás debes darle a entender que eso es algo que no debe hacer, que tiene que contener.
En estos momentos, lo mejor que puede hacer es desahogarse llorando, gritando o expresando sus emociones y sentimientos de cualquier otra manera.
Si me necesitas, aquí estoy
Relacionado con la situación anterior, muchas personas suelen practicar la huida. No les gusta esta situación y, entonces, se apartan.
Esto tampoco es positivo porque la persona que está pasando por el duelo necesita contacto. Un abrazo o simplemente alguien que se quede a su lado.
No es necesario hablar, aunque sabemos que para muchos guardar silencio es incómodo. Sin embargo, estar ahí, al lado de esa persona, para ella será algo necesario y fundamental.
De esta manera, si la persona quiere hablar o de repente llorar, sabrá que tiene alguien a su lado que le quiere y apoya.
Por eso nunca escapes, aunque te sientas violento, incómodo. Hay personas que creen que, como tiene que superar su proceso de duelo, debe estar solo. Esto no es así.
Créenos, en estos momentos te necesita más que nunca.
Sé que cuando estés preparado, seguirás con tu vida
¿Por qué nos gusta tanto mandar? Entre el “no llores” y el “ahora tienes que mirar para delante” no cesamos en nuestro intento de dar órdenes y “redirigir” la vida de la otra persona.
En estos momentos tan dolorosos lo que menos le preocupa es el futuro, mirar hacia adelante y todas esas cosas que ahora le parecen una nimiedad.
No necesita saber lo que va a pasar o lo que va a tener que hacer, ¡porque ya lo sabe! Pero, ahora, tan solo se encuentra centrada en su dolor.
Debemos permitirle que gestione la situación por sí misma.
No es una persona inútil, simplemente está pasando por un proceso de duelo que tiene que superar.
Cuando lo haga, ya actuará como crea conveniente.
No sé cómo te sientes en realidad
Acostumbramos a decir a todas las personas que están pasando por un mal momento la frase “sé como te sientes”.
No nos damos cuenta de que la variante ideal sería “entiendo que te tienes que sentir muy mal”, porque ese “sé como te sientes” puede provocar una reacción agresiva.
La persona que está pasando por el duelo se encuentra muy sensible y, quizás, tú nunca has pasado por una situación así.
Decir esta frase puede favorecer la respuesta de “¿cómo puedes saber cómo me siento? A ti nunca te ha ocurrido lo mismo que a mí”.
Siempre que podamos, tenemos que evitar decir esto y darle a entender que podemos empatizar con ella hasta cierto límite. Que no podemos conocer exactamente su grado de dolor, pero que lo entendemos.
El duelo tiene su propio momento, por lo que debemos respetarlo en todos sus sentidos, incluido el tiempo en el que tarde en superarse.
Intentar fingir que ya lo hemos superado o presionar a alguien para que recorte su tiempo de duelo es negativo.
Puede que sean semanas, meses, incluso años. Cada persona es un mundo.
¿Cuántas veces has dicho lo que no deberías en un proceso de duelo? ¿Cuántas veces has pronunciado un “sé lo que sientes”?
Ahora ya sabes cómo puedes ayudar de la mejor manera a esa persona que tanto lo necesita.
6 Consejos para superar el duelo
Para superar esta etapa es muy importante que aceptemos lo ocurrido. No olvides que tu ser querido desearía que fueras feliz. Procura distraerte y compartir tu tiempo con familiares y amigos
Afrontar la pérdida de un ser querido y sobrellevar el duelo, es quizá una de las pruebas más difíciles que nos puede poner la vida en cualquier momento. Tener que aceptar que alguien que amamos ya no estará presente físicamente en nuestros días, nos da un fuerte golpe y una confusión, que casi siempre nos hace caer en prolongados periodos de depresión y tristeza.
Todos tenemos formas diferentes de reaccionar ante la muerte de un ser querido y el contar con un apoyo puede ser clave para superar el dolor que esto nos produce. Según las investigaciones, el paso del tiempo, el contar con un apoyo en el entorno social y el mantener los hábitos de vida saludables, hace que las personas superen el duelo con más facilidad. Sin embargo, dependiendo del impacto que cause la muerte en la persona afectada, el tiempo de recuperación puede tardar meses o hasta un año.
Es muy importante tener en cuenta que el duelo implica síntomas emocionales y también físicos. Las personas que pasan por esta etapa por lo general sufren constantemente de cansancio extremo, pérdida del apetito o pérdida del deseo sexual. Cuando el duelo es tan complicado e incluye estos síntomas sumados a la depresión, se recomienda buscar ayuda de un psicólogo profesional que pueda ayudar a determinar cuál es la mejor forma para superar el duelo.
Si estás pasando por un momento tan difícil como la pérdida de un ser querido, te invitamos a tener en cuenta las siguientes recomendaciones que te ayudarán a aceptar la ausencia de esa persona y a continuar con el ritmo de tu vida.
Tiempo
El tiempo es clave en la superación del duelo. Algunas personas pueden tomarse más tiempo que otras, pero todos necesitamos darnos ese tiempo para hacernos a la idea de que esa persona ya no está y que debemos continuar nuestra vida.
Aceptar el duelo
El dolor ante una pérdida es algo inevitable y con él se mezclan una serie de emociones que nos pueden hacer sentir bastante mal y enfermos. Este proceso es algo muy normal que sólo se podrá superar poco a poco, siempre y cuando la persona no se hiera echándose culpas o reprimiendo sus sentimientos.
Expresar los sentimientos
Siempre habrá una persona dispuesta a escucharnos y a compartir el dolor que sentimos por la ausencia de nuestro ser querido. Hablar de lo sucedido y de todas las emociones que esto deriva, es una forma de aceptar que nuestro ser querido ya no está y que sólo nos queda su recuerdo. Cuando no expresamos todas esas emociones de tristeza y frustración, podemos caer en un estado de aislamiento que nos afectará más en el duelo y hará sentir muy mal a quienes nos rodean.
La vida continúa
Aunque perder a alguien es muy difícil y nos quita las ganas de seguir el ritmo norma de nuestra vida, la realidad es que la vida continúa y hay otras personas que también nos necesitan. Piensa en que tu ser querido siempre quiso lo mejor para ti y se alegrará de que puedas ser feliz a pesar de su ausencia. Procura hacer actividades que te distraigan y que te gusten, comparte con tus amigos y familiares, y dedica todos tus logros a esa persona que ya no está. Todas estas cosas te ayudarán a salir de la depresión y darás un paso muy importante a la superación.
Cuidar tu salud y la de los tuyos
El profundo dolor que nos genera la pérdida de un ser querido nos puede hacer olvidar de cosas importantes como la buena alimentación, el ejercicio y todos esos buenos hábitos que mejoran nuestra calidad de vida. Es muy importante dar un paso a recuperar este estilo de vida, pues esto nos ayuda a salir del estado de depresión y evita que nos enfermemos.
Apoyar a nuestros familiares
Aunque nosotros estamos sintiendo mucho dolor, debemos recordar que no somos los únicos que sufrimos la perdida de esa persona y que quizá nuestra familia necesita de mucho apoyo. Cuando apoyamos a nuestros familiares o personas cercanas, tenemos más posibilidad de sentirnos mejor y ayudar a que los demás también se sientan así. La familia puede aprovechar para recordar momentos felices al lado de esa persona y todas esas anécdotas que quedarán en el corazón para siempre.
http://mejorconsalud.com/6-consejos-para-superar-el-duelo/
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