martes, 4 de octubre de 2016
Evolución La adaptación al cambio es la clave de la supervivencia.
El término adaptación es uno de los pilares del pensamiento de Charles Darwin, un concepto sin el que no se comprende la teoría de la evolución. El naturalista inglés estableció que las especies que logran sobrevivir no son ni las más fuertes ni las más inteligentes. La clave de la supervivencia consiste en la capacidad para adaptarse a los cambios. Quienes no logran hacerlo, desaparecen. La crisis del PSOE aporta una insospechada variante política a la teoría que Darwin elaboró observando la variedad de picos que habían llegado a desarrollar los pinzones de las islas Galápagos. Cuando se produjeron las 17 dimisiones de la ejecutiva, yo estaba convencida de que los críticos habían calibrado a la micra las consecuencias de una cirugía tan masiva. Su experiencia, y la de sus mentores, me llevó a descartar cualquier otra hipótesis. Reconozco que estaba equivocada. Con independencia del desenlace de esta triste historia, su estrategia no obtuvo el fulminante efecto que buscaba. Desde entonces me pregunto si no habremos llegado de una vez al auténtico y definitivo final del bipartidismo, tantas veces anunciado y nunca consumado. Los críticos del PSOE han pretendido aplicar una solución del siglo XX a una situación del siglo XXI. Hay quien ha pedido incluso que se suspendan las primarias. Y no se trata de estar a favor o en contra de la elección directa del líder, sino de que, a estas alturas, esa petición es tan incomprensible como si hubiera sido formulada en sánscrito. La adaptación al cambio es la clave de la supervivencia. Aunque parezca mentira, un partido tan rancio en apariencia como el PP lo ha entendido mucho mejor. Después de atraerse a Ciudadanos, ni siquiera necesitan discutir sobre las primarias.
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