El factor suerte
También la suerte jugó a su favor. "Pensaron que la policía jamás iba a sospechar de dos chicas tan jóvenes. Apenas teníamos 18 años. Recuerdo que Paco Benet nos envió a ver a un importante dirigente anarquista, Manuel Amit, que vivía en las afueras de Madrid para intentar sacarle también. Cuando nos vio, pensó que nuestra juventud hacía imposible la fuga. Es un recuerdo triste porque Amit fue capturado y murió en la cárcel", rememora Probst Solomon.El grupo eligió un domingo para escapar debido a que la distancia horaria entre recuento y recuento era más larga que en los días laborables. Lamana y Sánchez Albornoz burlaron la vigilancia y corrieron campo a través hacia el monasterio. Allí les esperaban Paco Benet y las mujeres en un coche. Tras 20 horas de viaje llegaron a Barcelona, donde ellas siguieron hacia Francia y los fugados cruzaron los Pirineos a pie hasta llegar al país vecino no sin antes sortear las dificultades producidas por la intensa lluvia y la falta de comida y brújula. Para aumentar las dificultades, Sánchez Albornoz sufrió la rotura de un tobillo.
La escritora Probst Solomon, de ascendencia judía, quien perdió a varios familiares en los campos nazis, vive ahora obsesionada con el color que están tomando algunos acontecimientos en Europa: "Después de toda la historia. Es horrible que esto vuelva a ocurrir en Europa. Antes fueron los judíos, los gitanos. Ahora son los musulmanes de Bosnia. No pido que la gente se juegue la vida, sino que luche por ella".
* Este artículo apareció en la edición impresa de El País del 04 de febrero de 1993.
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