martes, 26 de septiembre de 2023

_- Huevos al plato: cinco maneras de preparar una solución fácil para cenas

_- Verdes, estilo tex-mex, con pisto, con longaniza y setas... Todos estos huevos se preparan diferente, pero te solucionan igual cualquier comida sin matarte en la cocina. Requisito imprescindible: un buen pan para mojar.

Huevos al plato
El pan es innegociable

Huevos al plato verdes 
Tiempo: 12 minutos 
Dificultad: Facilísima 
Ingredientes 
Para 2 personas 
½ cebolla 
2 puñados de espinacas 
3 hojas de acelga 
3 cucharadas de pesto 
2 dientes de ajo 
Aceite de oliva virgen extra 
Sal 
Pimienta 
1 cucharada de piñones 
4 huevos 

Instrucciones 
1. En una sartén calentar dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Picar la cebolla en dados pequeños y cocinar hasta que coja color. Añadir un poco de sal, el ajo picado y cocinar dos minutos más. 2. Añadir las espinacas, las hojas de acelga picadas y cocinar con la tapa durante tres minutos más. 
3. Añadir el pesto, dos cucharadas de agua y pimienta. Cocinar un minuto más. 
4. Cascar los huevos uno por uno en un bol pequeño y añadirlos a la sartén. Poner la tapa y cocinar a fuego medio durante cuatro minutos. 
Servir. 

Huevos al plato con chili con carne 
Tiempo: 50 minutos 
Dificultad: La de esperar a que se cocine el chile con carne 

Ingredientes 
2 personas 
150 g de carne picada 
100 g de tomate triturado 
½ cebolla 
1 zanahoria 
100 g de alubias negras 
2 cayenas secas (o al gusto) 
Aceite de oliva virgen extra 
Sal 
2 cucharadas de cilantro fresco 
2 cucharadas de maíz cocido 
4 huevos 

Instrucciones 
1. En una sartén amplia sofreír la carne picada con un poco de aceite y sal hasta que coja color. Consejo Prepara más chili con carne y úsalo en otros platos o congélalo 
2. Retirar y en la misma sartén añadir las cayenas, la cebolla y la zanahoria picadas en trozos pequeños. 
3. Cuando la cebolla coja color añadir el tomate triturado y la carne, dejar cocinar durante 30 minutos. 
4. Añadir las alubias negras, remover bien, corregir de sal y hacer cuatro huecos para colocar los huevos. 5. Cascar los huevos y añadirlos a la sartén. Tapar y cocinar cuatro minutos a fuego medio. 

Servir con el cilantro picado y el maíz cocido por encima. 

Huevos al plato con pisto clásico de verduras 
Tiempo: 50 minutos 
Dificultad: La de cocinar el pisto (pero vale la pena) 

Ingredientes 
2 personas 
½ cebolla 
½ pimiento rojo 
2 tomates 
½ pimiento verde 
⅓ berenjena 
⅓ calabacín 
Aceite de oliva virgen extra 
½ cucharada de azúcar 
2 dientes de ajo 
Sal 
½ cucharadita de pimentón 
½ cucharadita de comino 
4 huevos 

Instrucciones 
1. Picar todas las verduras en trozos de un centímetro aproximadamente. En una sartén sofreír la cebolla y los pimientos con un poco de sal. Consejo Para optimizar el tiempo y la energía empleados, recomendamos hacer cuatro u ocho veces más pisto, que tiene aplicaciones culinarias casi infinitas 
2. Cuando la cebolla esté translúcida añadir la berenjena. Cocinar unos siete minutos, añadir el calabacín y un poco más de sal. Cocinar tres minutos más y añadir los tomates pelados y picados. 
3. Añadir el azúcar y dejar cocinar durante 20 minutos removiendo de vez en cuando. Cascar los huevos y añadirlos al sofrito, haciendo cuatro huecos en este. Tapar y cocinar durante cuatro minutos. 
4. En una sartén aparte calentar dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra junto con los dos dientes de ajo cortados en láminas. Cuando empiecen a tostarse retirar la sartén del fuego y añadir el comino, el pimentón y un poco de sal. 
Verter el sofrito sobre los huevos recién hechos con una cuchara. 


Huevos al plato con nata, gorgonzola y bacon 
Tiempo: 20 minutos 
Dificultad: La de no comerse el bacon solo mientras esperas 

Ingredientes 
2 personas 
50 ml de nata para montar 
½ cebolla 
⅓ de puerro 
50 g de gorgonzola 
30 g de bacon 
Pimienta negra 
Sal 
1 cucharada de mantequilla 
4 huevos 

Instrucciones 
1. Picar el bacon en trozos pequeños, colocarlos en una sartén fría y ponerla a fuego medio, para que se vaya haciendo poco a poco y sacando la grasa. 
2. Cuando el bacon esté bien tostadito, retirar y añadir a la sartén la mantequilla. Picar la cebolla y el puerro en trozos pequeños y añadir a la sartén. Cocinar con la tapa durante siete minutos. 
3. Añadir la nata, el gorgonzola en trozos y una cantidad generosa de pimienta negra. Cocinar durante otros cinco minutos, añadir los huevos cascados, tapar y cocinar durante cuatro minutos. 

Servir con el bacon crujiente por encima. 

Huevos al plato con longaniza y setas 
Tiempo: 20 minutos 
Dificultad: Hay que abrir una longaniza 

Ingredientes 
2 personas 
200 g de longaniza 
250 g de setas variadas (champiñones, rebozuelos, boletus…) 
½ cebolla 
50 g de nata para cocinar 
Sal 
Pimienta negra 
4 huevos 

Instrucciones 
1. Abrir la longaniza y retirar la tripa. En una sartén freír en un poco de aceite la carne hasta que quede muy tostada. 
2. Retirar la longaniza y en la misma sartén sofreír la cebolla cortada en trozos muy pequeños. Cuando esté bien dorada, retirarla de la sartén. 
3. Añadir las setas cortadas en trozos medianos a fuego alegre. Cocinar durante dos minutos, añadir una cucharada de aceite y cocinar dos minutos más, hasta que cojan un poco de color. 
4. Incorporar la longaniza y la cebolla, añadir la nata, un poco de sal y pimienta negra. Dejar cocinar durante tres o cuatro minutos. 
Añadir los huevos cascados, tapar y cocinar cuatro minutos. 

El huevo, cuestión de técnica 
Un merengue se elabora con apenas dos ingredientes –claras de huevo y azúcar–, pero requiere de un juego de temperatura muy exacto para que esa textura aireada se mantenga compacta y uniforme. 
Unas natillas, pese a ser el postre más elaborado por las abuelas de este país, puede acabar fácilmente en una tortilla deconstruida con sabor a vainilla si no se remueve con saña y se controla que la mezcla no supere los 65ºC. Pero no hace falta irse tan lejos, sus formatos más básicos también exigen precisión. Unos huevos revueltos son el mejor ejemplo: es el desayuno más simple que puede haber, pero para conseguirlos realmente cremosos se necesita una paciencia inquebrantable, ya que hay que cocinarlos a fuego muy bajo sin parar de remover, tarea que puede alcanzar los quince minutos. 
Los clásicos Benedict tienen su dificultad, y es que para hacer un huevo escalfado, se han estrellado antes muchos huevos (y todos ellos sin patatas). 
Hasta un huevo frito tiene su misterio, porque no hay cosa peor que un huevo frito al que vas a hincarle el pan y, en vez de chorrear la yema obscenamente por el plato, aparece cuajada. Es cierto que, una vez los preparas bien y entiendes cuál es el método para obtener una clara cocida y una yema cruda, la clave para obtener la puntillita del huevo frito o la potencia del fuego para que no se cuajen los revueltos, siempre quedan perfectos.

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