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jueves, 2 de agosto de 2012

Oswaldo Payá y Harold Cepero, cubanos fallecidos la semana pasada en Bayamo en accidente de circulación, después que su coche se estrellara contra un árbol conducido por el español Ángel Carromero

Bailar en la casa del trompo
Más allá de la política, también está la fatalidad
En Cuba hay dichos muy redondos para calificar situaciones especialmente delicadas en las que una persona se ve envuelta debido a su impericia o irresponsabilidad. Una de estas frases, quizás la mejor para el caso de alguien metido en un berenjenal por hacerse el listo, es: “Vino a bailar a la casa del trompo”. Y es que, antes o después, ir de tigre cinturita en los predios de un experto bailador, más cuando uno no lo es, suele traer malas consecuencias. Este, lamentablemente, parece el caso del español Ángel Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular, que conducía el vehículo en que viajaban Jens Aron Modig, de la Liga Juvenil Cristiano Demócrata de Suecia, y los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, ambos fallecidos la semana pasada en Bayamo luego de que su coche se estrellara contra un árbol.

Como antes hicieron otros dirigentes y eurodiputados del PP, Carromero entró a Cuba con visado de turista para sostener contactos con Payá y apoyar logísticamente a su Movimiento Cristiano Liberación. Estos viajes de turismo político opositor —también los hay de turismo revolucionario— suelen terminar antes de empezar con una expulsión en el mismo aeropuerto. Se consigue así el titular buscado. En otras ocasiones el régimen cubano deja hacer a los políticos europeos, que por algunos días se pasean por la isla creyéndose una especie de James Bond, o bien una tarde va y los deporta, creándose de este modo un escenario de crisis diplomática en el que, por cierto, La Habana se mueve como pez en el agua.
Más allá de la política, también está la fatalidad. Que un extranjero al volante de un coche de turismo se encuentre un terraplén o un caballo en medio de una carretera o incluso de una autopista, y que se estampe provocando muertos, por desgracia es bastante habitual. En el Consulado español de La Habana las estadísticas hablan: casi todos los años se dan varios casos de españoles condenados por “homicidio por conducción imprudente”, penado entre uno y diez años de cárcel. Tan frecuente es el problema que el Ministerio de Asuntos Exteriores en su página web aconseja que, en el caso de viajes al interior de la isla, se contraten “los servicios de un chófer, dado que la eventual responsabilidad penal del conductor/a en caso de accidente automovilístico suele dirimirse al cabo de largos procesos judiciales durante los cuales las autoridades cubanas impedirán la salida del país de los implicados”.

La tesis de una tenebrosa conspiración para matar a Payá, que la familia y parte de la oposición sugirió al principio, se desvanece luego de las declaraciones del propio Carromero y Modig confirmando que todo fue un accidente fatal. Al parecer, el azar y la imprudencia política se han cruzado hoy de modo macabro en una carretera de Cuba y, paradójicamente, el disidente más apoyado por el PP ha fallecido en un coche que iba pilotado por un joven inexperto de este partido. Carromero viajó a Cuba con las bendiciones del PP y ahora puede ser condenado a varios años de cárcel, o perdonado, pero en ese caso el Gobierno de Mariano Rajoy deberá un favor. Y si “bailar en la casa del trompo” es un refrán cubano, otro, para momentos complicados como este, es: “La situación es de pánico terror”. Leer aquí en El País a Mauricio Vicent,. Más en Público. 50 años de la Chica de Ipanema. Vídeo.

sábado, 18 de septiembre de 2010

A proposito de Cuba: "Los mosquitos del Caribe"

Una de las cosas que me han sorprendido de mi viaje a Cuba es la ausencia de mosquitos durante el mismo. Sencillamente no los he visto, o he tenido suerte o la época de las lluvias no había llegado a pesar de que cada tarde-noche había tormentas y lluvias que solían durar entre media y una hora.
He aquí una carta publicada recientemente en "El País" que da cuenta de la realidad de los mosquitos y de la importancia histórica de su existencia y picaduras:
"Leí con interés el artículo de Mario Vargas Llosa, titulado El señor del Caribe en el que glosa el libro Mosquito Empires, del profesor J. R. McNeill. Me sorprende una afirmación, errónea,...
es de general conocimiento que los ingleses tomaron La Habana, capitulando Juan de Prado, el 14 de agosto -1762- y que esto condujo a un cambio capital en la geopolítica del Caribe, además de obtener un botín valorado en más de tres millones de libras (de la época) y un quinto de la flota española. La mortalidad por la fiebre amarilla entre las tropas inglesas ocurrió fundamentalmente y de forma espectacular, después de la toma de La Habana, tanto que George Keppel, conde Albemarle escribió: "Hemos enterrado más de 3.000 hombres después de la capitulación".
Si el tiempo no hubiese estado especialmente seco aquel año y las lluvias se hubiesen adelantado nada más que dos semanas, como era lo normal, la mortandad en las tropas inglesas sitiadoras les hubiese impedido la toma de La Habana como pasó con Cartagena de Indias en 1741. Prado fue juzgado en Madrid y condenado a muerte por no haber sabido defender La Cabaña, indultado después por el Rey. En cambio, Lezo y Eslava, los defensores de Cartagena, gracias al Aedes aegypti, vectores del virus de la fiebre amarilla, que llegó a tiempo esta vez, terminaron como héroes. (RAFAEL NÁJERA MORRONDO (Profesor emérito de la Escuela Nacional de Sanidad. Instituto de Salud Carlos III) 16/09/2010 Leer más. Foto: Playa caribeña en la península de Anchón, Trinidad, Cuba.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

4. Jueves 26 de agosto, La Habana. Cuba.

En la Habana, si uno pasea y observa atentamente, redescubre cosas importantes que nos habían pasado desapercibidas, después de tanta tecnología como nos han vendido, resulta que existen tecnologías sencillas, ecológicas y eficientes como las que nos presentan en este video y además funcionan prácticamente sin gasto de energía. Veanlo.




3. Miércoles 25 de agosto, La Habana.

El miércoles 25 fui en taxi hasta El Morro, fortaleza situada a la entrada de la bahía de La Habana, desde donde se divisa una bella panorámica de la ciudad.
Destaca el Capitolio y se aprecian multitud de edificios altos que el taxista me iba enumerando. En la misma dirección del Capitolio algo a la izquierda desde nuestra posición y casi dando al mar está la embajada de España, un magnífico edificio, sin duda el mejor edificio de todas las embajadas, que en su mayoría se encuentran en el barrio de Miramar, zona residencial alejada del centro.
Tomé varias fotos de todo el panorama, hacia la derecha se divisa el malecón de unos 7 km de largo y donde se pueden apreciar varios altos edificios, el que más destaca por su altura es un hospital, después hay hoteles y edificios de apartamentos. Para llegar a la fortaleza del Morro, se pasa por un túnel que cruza debajo de la bahía, construido en los años 50 por una empresa francesa. En el paseo por el malecón hacia la Habana Vieja se encuentra un edificio protegido por guardias que es la Oficina de Intereses Norteamericanos. Al lado, hay todo un terreno donde se hacen manifestaciones antiamericanas en los momentos tensos de las relaciones Cuba-USA.

El viaje desde mi hotel en Miramar hasta el Morro, con espera y explicaciones y vuelta a la Habana Vieja cuesta 15 €.

Una vez en la Habana Vieja, entré de nuevo por la Plaza de la Catedral y me dirigí a la Plaza Vieja, donde tomé una cerveza de producción propia en la Taberna "La Muralla" acompañado por una especie de tapa-ración de langosta que costó 4,5 pesos y la jarra de cerveza de 1/2 litro 2 pesos. La cantidad de langosta era abundante, el sabor era soso y le faltaba aliño, aunque ponen como una cucharada de mahonesa. La cuestión es que con ello se "come", pues viene con la típica ensalada de coles, judías verdes y zanahoria y con el bochorno debido a la humedad que hay no se tiene, tampoco, muchas ganas de comer. Después seguí hasta la calle Brasil también llamada del Teniente Rey, que desemboca en la Plaza del Santo Cristo del Buen Viaje, en una de cuyas esquinas -con la calle Bernaza- se encuentra un pequeño restaurante, el Hanoi, donde ponen comida criolla a buen precio, platos a 3.95 a base de cerdo, pollo, pescado o vacuno -ropa vieja, carne de vaca en finos trozos con tomate-. Una cerveza de medio litro nacional cuesta 1.40 €, el mojito 2 € (en la Bodeguita de en Medio cuesta 4€) y una mariscada 12 €, después de comer, tomar una cerveza y escuchar música, continué hasta la plaza del Capitolio, donde tomé un descapotable que me llevó al hotel. El descapotable es incomodo y con el calor que hace más el viento llega uno más cansado al hotel. No hay nada como un buen aire acondicionado,...

¿Y qué hacemos esta noche en La Habana?
(Fuente: El País) En la Casona de Línea (Línea entre D y E), el genial Ray Fernández hace menearse al público con la depurada ironía de sus canciones. Es una noche calurosa y la capital cubana acoge una amplia variedad de expresiones culturales. En apenas unos centenares de metros a la redonda, la calle Línea y la calle 23 acogen conciertos, salas de cine, teatros y espacios musicales al mismo tiempo.

La Habana es una de esas ciudades donde la cultura forma parte fundamental de su rutina. Además de las dos casas de la Música (la de Miramar, en la calle 35 y 20; y la de Centro Habana, en Galiano y Neptuno), los museos, galerías, el universal Ballet Nacional de Alicia Alonso (Parque Central) y el Teatro Nacional (Paseo y 39), son decenas los espacios donde la música, el teatro y otras expresiones artísticas campan en la ciudad a precios muy asequibles, cuando no gratuitos.

El Centro Cultural Bertolt Bretch (13 esquina I) ofrece un sinfín de planes casi a diario en sus dos salas, con un ambiente juvenil; el Pabellón Cuba, en La Rampa (23 entre M y N), ha acogido este verano un festival de música de trovadores; las escalinatas de la Universidad de La Habana es un espacio habitual para conciertos como el que recientemente ofreció el cantante X-Alfonso, igual que la plaza de la calle D, a la altura de Malecón o el parque Villalón de Vedado.

Y así se van hilvanando multitud de eventos en varios rincones de la ciudad donde la afluencia es numerosa. La feria del libro es, probablemente, la máxima expresión en este sentido, donde lo literario se mezcla con lo social, lo musical y, en fin, lo cultural.

Las exposiciones y conferencias de espacios como la Casa de las Américas (Malecón y G) o la Casa del Alba (Línea y D), los grupos teatrales y de ballet que llenan los teatros Raquel Revuelta (Línea y B) o Trianón (Línea entre Paseo y A), los cines que ocupan los dos lados de la carretera desde el Hotel Nacional hasta el imponente cementerio Colón o las salas de teatro de Centro Habana, como Lázaro Peña (San Carlos esquina Peñalver), donde el mes pasado cantó Pablo Milanés –a 30 pesos, un euro, la mejor entrada–, configuran un panorama que desborda los locales más turísticos de la agitada vida cultural de La Habana.

Combinar recintos conocidos como La Zorra y el Cuervo (23 entre N y 0) o El Gato Tuerto (O entre 17 y 19), donde diferentes grupos actúan con vistas al extranjero, con otros lugares donde tomar el pulso al fervor cultural local es imprescindible para conocer esta ciudad desde dentro. Quizá el mayor desafío sea poder enterarse de todas las actividades diseminadas por la ciudad; se soluciona encendiendo la televisión, escuchando la radio y, sobre todo, preguntando.


miércoles, 25 de agosto de 2010

1. Lunes 23 de agosto, desde La Habana, Cuba

Salimos de Madrid aproximadamente a las 15:20 (pasada la hora indicada de salida 15:05) y a las 16:50 sobrevolamos Lisboa y entramos en el Atlántico, según explicó el piloto volábamos a unos 9.000 m y a algo más de 800 km/h, nos dirigimos al sur de las Azores y de ahí a las Bermudas, cerca de Nassau para llegar a La Habana, Cuba, a la 7:20 hora local, después de unas 10 horas de vuelo.
Previsión que se cumplió. Durante el vuelo (con Air Europa en un Boeing 767-300 de dos motores) ha habido muy poca turbulencia, solo dos inicios en el que se han encendido los indicadores del cinturón, pero nada importante. El vuelo se hace pesado a partir de las 6 horas y muy pesado a partir de las 8 horas. Nos pusieron una, llamada, comida y casi al llegar una merienda (bocadillo de York y queso con una bebida).
El cielo al aterrizaje -perfecto- está muy cubierto, el aeropuerto Internacional José Martí de la Habana tenía una temperatura de 24º C y se apreciaba que había llovido mucho. Pasamos los trámites de entrada sin problemas. Se aprecia organización y seguridad muy alta, para ser un país no desarrollado. Nos esperaba una guía -una mujer muy agradable, culta y bien preparada, sabiendo hacer y conociendo su oficio- de la empresa mayorista y nos llevaron en un autobús (Yutong, de fabricación china) que nos fue repartiendo por los respectivos hoteles a los distintos pasajeros,empezando por la Habana Vieja, el primero el hotel Sevilla. Después los del barrio del Vedado y por último los de Miramar, que es donde está el Panorama, más de una hora en total, pero nos iban describiendo y comentando las distintas zonas y monumentos por los que pasábamos, con lo cual fue como una primera presentación panorámica de la Habana, con especial atención a sus mejores hoteles. Llegué muy tarde a la habitación y me fui a descansar. Se notó la diferencia horaria (jet land). El lunes 23 tomé un taxi hasta la Habana Vieja, 10 pesos convertibles, visité la Plaza de la Catedral, paseé por sus calles, tomé un zumo de mango, un mojito en la Bodeguita del Medio (que tiene una fama a nivel mundial que, en mi opinión, se merece algo menos, por lo pequeña e incomoda, pero goza de la fama que le dejó Ernest Hemingway, Nobel de literatura en 1954, asiduo parroquiano durante sus estancias en la isla) donde tocaba un conjunto cubano, de esos que hay en muchos sitios, y sonaba bien, muy bien como todos los que oí y te hacen recuperar y revivir unos sonidos ya perdidos en nuestros países y que son magníficos. Después de pasear por la calle del Obispo, recorrer su mercadillo de artesanía y comer en "El Patio", en la Plaza de la Catedral, una brocheta de langosta con verduras (calabazas, judías verdes, cebolla, pimientos, zanahoria y patatas) y una salsa algo insípida, con generosos trozos de langosta, parece que toda la cola, una cerveza cubana, Cristal de ½ litro y un café con leche, oyendo música cubana muy bien cantada e interpretada; un teclado, el requinto, el contrabajo, las maracas, y algún que otro instrumento como los palos y timbales como percusión, cantaron: ¡¡Ay Candela!!; Guantanamera; Chan-Chan; Quizás, quizás; El manicero... y muchas más, casi todas conocidas pero casi olvidadas.
Después de volver al hotel para descansar un rato y comprobar que todos los taxis oficiales, incluidos los “coco car” cobraban 10 pesos convertibles, lo que en euros significa algo menos de 10 € (casi un 12% menos) pero caro, pues volver de la Habana, ir al centro otra vez, supone en total 40 euros mal contado al día en transporte, lo cual es muy caro. Con ese dinero se puede comer y cenar abundantemente y bien. Así que traté de informarme de otras vías más baratas, los cubanos no podían pagar eso,... era evidente. ¿Qué tal los autobuses? Desaconsejados, por lo complejo de las líneas, los posibles robos, lo llenos que van, etc., después de mucho hablar, pues no daban soluciones alternativas, me hablaron de los taxis privados, esos modelos antiguos, principalmente americanos, Ford, Chevroles, Cadillac, de los años 60 o menos, con matrícula amarilla que los identifica como coche privado, mientras que los oficiales la tienen azul. Los privados tienen unas claves que solo entienden los cubanos, así se extiende el brazo y desde Miramar, el barrio a 14 km del centro y lleno de embajadas, se les grita, cuando se acercan a la acera, en la Avenida, ¡¡Habana!! y sin llevar nada encima que pudiera delatar fácilmente nuestra condición de turistas; no hablar nada para no descubrirnos, mejor que poco, no llevar libro-guía, ni, por supuesto, la típica cámara, no vestir, en lo posible, ropa muy distinta de la llevada por los cubanos, no poner "cara de turista", y, a pesar de todo, creo con toda seguridad, que se dan cuenta que no somos cubanos, aunque aprecian el esfuerzo, siguen el juego y hacen como que no lo saben. El ruido de esos coches es un poema, sus frenos y frenazos, sus traqueteos a punto de caerse en pedazos,... los cubanos cruzando las calles a su aire, a punto de ser atropellados, la gente en el coche no habla, indican el lugar y después permanecen callados. Te dejan en el Capitolio como parada final. Al volver, se toman cerca del Capitolio también, al inicio del Paseo del Prado, o de Martí, que partiendo del Capitolio baja hasta el Malecón. Total el recorrido cuesta 1 peso, es decir 10 veces menos. Así que de 40 al día se pasa a 4. La vuelta por ese medio la he hecho hoy y la indicación es; séptima, 30, que es la indicación del cruce de calles que queda en Miramar cerca del hotel. Supone una aventura, pero es un método para conocer otras vistas y otras gentes. (No lo utilicé mucho, pues un día me hicieron cambiar de "carro" y no sabía por donde estaba, lo cual unido a que no se hablaba nada me impedía conversar y conocer a las personas que viajábamos juntas, y perdía interés humano, aunque lo siguiera teniendo económico)
Terminé, después de tomar agua en la terraza del H. Inglaterra y escuchar a otro grupo de soneros allí, paseando por el Prado llegué al Malecón y al oscurecer me vine en un Coco-car, que no deja de ser otra aventura también, su motor de 125 cc de una Vespa tienen “más ruidos que nueces”, y sus saltos y giros para evitar los baches, es todo un riesgo, que al final te sale por otros 10 pesos como si hubieses venido en un taxi normal.
Hoy 24, fui al Museo de la Revolución, que estaba en restauración y pintura. Hay algunos documentos y materiales interesantes. Compré en un mercado una botella grande de agua y me vine a la aventura en otro Ford de la década de los 50, a descansar unas horas al hotel.
Conclusiones de estos primeros días:
1. No se puede ir a un hotel lejos del centro pues al final sale muchísimo más caro, casi el doble de caro que le cuesta al que se aloja en el centro. Por lo tanto nada del barrio de Miramar, ni el Panorama, donde me alojé ni el Meliá de esa zona, aunque tengan buenas instalaciones, desde piscina a centros de negocio, parada de taxis, etc., a no ser que vaya uno con la idea de pasarse en la piscina todo el día. En La Habana Vieja, la primitiva ciudad que estaba rodeada de murallas de las que sólo quedan unos metros cerca del puerto, y de calles estrechas trazadas a cordel en direcciones que se cortan a 90º con numerosas plazas muy bellas; la de la Catedral, de San Francisco, la Plaza Vieja, la del Santo Cristo del buen Viaje -donde juegan los niños a las canicas o bolas- y algunas más, tiene casas particulares con aire acondicionado y pequeños hoteles u hostales como el de los Frailes, totalmente recomendables. (comercial@habaguanexhfrailes.co.cu). Si se aloja uno ahí puede ir paseando a casi todos los lugares históricos importantes.

Havana City Guide [Cuba] from julien widmer on Vimeo.


2. En Cuba hace una temperatura entre 24º y 34º grados en verano, aproximadamente, menos en el norte que dan a las aguas del Atlántico, como La Habana, y más en el sur que da a las aguas del Caribe, auténtico caldo caliente. Ahora bien, esas temperaturas para un español del sur, son normales, pero la humedad es lo que no es normal para nosotros, es un clima subtropical. Ha llovido en forma de tormenta tropical, durante una media hora a una hora en total, casi todas las tardes, debido a que esa humedad y calor crea nubes de desarrollo vertical, cúmulos-nímbus, que terminan en tormentas de agua y rayos. La humedad nos hace transpirar y sudamos bastante, siendo la sensación de calor mayor que en España y las ganas de sentarse al fresco y dedicarse sólo a contemplar, muy grandes. Hacer trabajar a los nativos, en esas circunstancias, tuvo que ser, a la fuerza, muy cruel y violento, seguramente por eso desaparecieron, ayudados también por las nuevas enfermedades y después con el tráfico de esclavos, la violencia y el mal trato fue con los negros (en su mayor parte procedentes de la actual Nigeria), pues, de lo contrario, evidentemente, no trabajaban, así que el mal trato y la violencia era un círculo vicioso.
3. Cuba es un país del Caribe y subdesarrollado económicamente. Nosotros, España, pertenecemos al primer mundo, aunque algunos, muchos, al parecer por los comentarios no ya inexactos o erróneos sino impertinentes, oídos a algunos españoles, parezcan olvidarlo. Así que los parámetros para juzgar o comparar a Cuba, no pueden ser igual a los nuestros, sino a lo de los países de su entorno, desde Haití a Honduras, Guatemala, El Salvador, México o Jamaica. A ello hay que agregarle el factor histórico de su origen y evolución, la historia de las invasiones, guerras y matanzas ocurridas en la Isla, junto a la desaparición o genocidio de los indígenas y la cruel trata de esclavos, apoyado en la ideología racista que ha imperado en el Caribe. No deberíamos ignorar tampoco, a pesar de todo, que "UNICEF confirma que Cuba es el único país de América Latina y el Caribe que ha eliminado la desnutrición infantil". La existencia en el mundo en desarrollo de 146 millones de niños menores de cinco años bajos de peso, contrasta con la realidad de los infantes cubanos, reconocidos internacionalmente por estar ajenos a ese mal social. Y la educación es otro logro reconocido mundialmente tanto en calidad de la educación recibida como en extensión y generalización a toda la población de esa educación de buena calidad, lo que se nota en todos los cubanos con los que nos relacionamos, en su conversación y en su trato educado y culto. Curiosamente las evaluaciones internacionales (Tipo Pisa) no registran los logros cubanos, los ignoran y Cuba no suele aparecer en ellas...
Uno de los principales logros de Cuba estaría en la escolarización del 100% de los niños hasta 9º grado, es decir, una educación Primaria y Secundaria universal, pública, gratuita y de calidad.
4. Cuba no deja indiferente a casi nadie. Como ya hemos mostrado en este blog y, desde luego, recomiendo absolutamente el viaje a Cuba, les va a gustar mucho y, sobre todo, su gente. Es lo mejor de Cuba, hablan un español con una cadencia y musicalidad muy dulce, con un vocabulario muy amplio y exacto, conservan palabras que ya hemos olvidado o dejado de usar y que me recordaban a mi abuelo sevillano y son ocurrentes, ingeniosos, simpáticos, muy cultos, agradables, entablan rápidamente conversación y los españoles nos sentimos muy bien acogidos. También te puedes encontrar algo de la típica picaresca española, pero muy leve; a veces, intentan venderte algo y sacar unos pesos de más, no es difícil darse cuenta y puedes decidir hacerle el juego o negarte, no son pesados. Lo que si presencié fue la no correspondencia, ni respeto, por parte de más de algún español, hacia el pueblo cubano, pero bueno "hay gente para todo" y muchos españoles van de "nuevos ricos" en su trato hacia mujeres y hombres cubanos... una pena y que no muestra nada positivo a favor de esos españoles, 
Cuba globalmente es una maravilla y, si te gusta la música, ya no te cuento; encontrarás músicos por todas partes y con muy buena formación, buen trato y seguridad como en ningún país de su entorno, serán unas vacaciones de ensueño, inolvidables, te las recomiendo.
No olvidéis el texto escrito en un pequeño cuadro colgado de una pared alejada del paso, en el aeropuerto de Baracoa, que dice: "Las palabras rendición y derrota están borradas totalmente de nuestra terminología".

Fotos del autor: 1. La Plaza Vieja, en La Habana Vieja. 2. El Malecón -desde un autobús-. 3. El Capitolio desde la calle Brasil de la Habana Vieja. Un patio en la Plaza Vieja.

sábado, 24 de abril de 2010

El Premio Ambiental Goldman para el cubano Humberto Ríos Labrada

Humberto Ríos Labrada, científico e investigador en biodiversidad, trabajó con agricultores para ampliar la diversidad de los cultivos y desarrollar sistemas agrícolas de bajos insumos, alentando el cambio en la agricultura cubana: de la químico-dependencia a la sostenibilidad.
Rara vez se rinde homenaje a los héroes populares del medio ambiente, y sin embargo, cada día cobra más importancia para el bienestar de nuestro planeta el esfuerzo que dedican estos ecologistas de base a la protección de los recursos naturales del mundo. Por ello Richard N. Goldman y su finada esposa Rhoda H. Goldman (1924-1996), líderes cívicos y filántropos de San Francisco, California, USA, establecieron en 1990 el Premio Ambiental Goldman. El Premio Goldman continúa hoy con su misión original de honrar cada año a héroes populares de la ecología en cada una de las seis regiones continentales habitadas del mundo: África, Asia, Europa, Islas y Naciones Isleñas, Norteamérica, y Sur y Centroamérica. El Premio rinde homenaje a quienes han venido realizando una constante e importante labor para proteger y mejorar el ambiente natural, frecuentemente a riesgo de sus propias vidas. Cada uno de los galardonados recibe $125,000 dólares, el mayor premio concedido a ecologistas de base. Para el Premio Goldman, son dirigentes "de base" aquellas personas involucradas en campañas locales que logran obtener cambios positivos mediante la participación de la comunidad o la ciudadanía en los asuntos que afectan su bienestar. Con su homenaje a estos líderes, el Premio busca inspirar a otras personas comunes y corrientes a actuar de forma extraordinaria para proteger el mundo natural.
Los ganadores del Premio
Los ganadores del Premio Goldman frecuentemente dedican sus esfuerzos a la protección de ecosistemas y especies en peligro, combatir proyectos destructivos de desarrollo, promover la sostenibilidad medioambiental, influir en la elaboración de normas protectoras del medio ambiente y luchar por la justicia ecológica. Con frecuencia el premio se ha otorgado a mujeres y hombres de aldeas remotas o barrios urbanos pobres que decidieron asumir grandes riesgos personales para proteger el medio ambiente.
Lo que el Premio Goldman aporta a sus galardonados
El Premio Goldman amplifica las voces de estos líderes populares al ofrecerles:
* Reconocimiento internacional, lo cual les da mayor credibilidad
* Visibilidad mundial a las causas que defienden
* Apoyo financiero de US$125,000 dólares para que puedan seguir trabajando en aras de la renovación y protección del medio ambiente
Anuncio anual del premio y eventos relacionados
El premio se anuncia cada mes de abril para coincidir con el Día de la Tierra. Un jurado internacional selecciona a los ganadores del Premio Ambiental Goldman a partir de una lista confidencial de candidatos nombrados por organizaciones y personalidades ecologistas de todo el mundo. Los galardonados viajan a San Francisco y Washington DC en una gira de diez días.
"The Green Revolution model that was focused on monoculture, fertilizers and pesticides degraded the biodiversity and traditional knowledge of the Cuban people. Farmers are indispensable to the rescue of biological diversity and culture that this planet greatly needs." - Humberto Ríos Labrada. Ver más sobre el premio. Más sobre Humberto y sus méritos información aquí.

viernes, 9 de abril de 2010

Yo sé que hay gente que me quiere, yo sé que hay gente que no me quiere. (De la canción de Silvio Rodríguez, "Esta Canción")

Eso mismo ocurre con Cuba, hay gente que la quiere y hay gente que no la quiere.
Y, curiosamente, la mayoría de la gente que no la quiere, es gente de derechas y de extrema derecha. Pero ahora, en esta debacle de lo que consideramos izquierda, que entre errores y traiciones -el dinero es muy atractivo y más en tiempos de crisis- no sabemos todavía hasta cuando durará la caída, hay momento que no sabemos incluso quienes son “los nuestros”. En este maremagnun nos quieren hacer creer que en Cuba se tortura cuando todos sabemos que es verdad, si hablamos de territorio cubano, pero sólo en Guantánamo y que se mata en Honduras, en Colombia, en México (más de 30.000 asesinados) y muchos otros países o Palestina por no ir lejos, se encarcela sin acusación en cárceles secretas de Polonia, en Hungría y otros países “democráticos” de la antigua URSS, pero eso no se denuncia. O que en Irak se sigue matando, después de comprobar que no había nada de las llamadas armas de destrucción masiva, etc., etc. Por no hablar de esa muerte indigna y terrible que causa el Hambre. Y no se denuncia, parece que debemos mirar todos como papanatas con orejeras de burro hacia Cuba y, ante todo lo demás, que es gravísimo, ni mirarlo, ni caso. Por lo que se ve, ahora solo toca Cuba, aplicando la teoría del eslabón más débil, es a Cuba a la que toca denunciar y es únicamente ella la que se debe “democratizar” olvidando que su población tiene educación, medicina, y servicios sociales mejores que muchos países del llamado primer mundo. Evidentemente algo huele a podrido en esta polémica. `Jamás´, me escribió una vez un amigo y lo suscribo palabra por palabra, `podremos devolverle a Cuba todo lo que nos ha dado y nos da (hechos y esperanzas)[Belén Gopegui]´”. Para aclararnos algo veamos unos pasajes del programa de RTV 59 segundos sobre Cuba.



viernes, 17 de julio de 2009

Salutación al ángel bueno


Salutación al ángel bueno

César López • La Habana


Ha transcurrido una década de la muerte de Rafael Alberti, y se aprovecha la oportunidad para celebrar un Seminario que tanto agradecemos. Quien les habla agradece el honor y el placer que le proporciona el poder pronunciar estas palabras de inauguración y bienvenida. Pero aquella vez, hace diez años, el periódico me trajo la noticia. Esa noticia obligó a recordar, desde luego, un verso por demás inolvidable: "Verte y no verte. / Yo, lejos navegando; / tú, por la muerte"

...

Yo me voy a la mar de junio,
A la mar de junio, niña.
Lunes. Hay sol. Novilunio.
...
Yo me voy a la mar de junio
A la mar, niña,
Por sal, saladita
¡Qué dulce!

(Para leer el artículo clik en el titular)