Recientemente ha sido noticia que un un cuidadoso metaanálisis que involucra a 1.256.407 niños en cinco estudios ha concluido que las vacunas no están asociadas con las afecciones del trastorno de espectro autista. El análisis también determinó que los componentes de las vacunas, como el timerosal, y las vacunas múltiples, tampoco se asocian con el autismo. Los tres investigadores que firman el estudio son miembros de la Escuela Clínica Nepean de la Universidad de Sidney, Australia.
De toda la información que nos dan, un dato está notablemente ausente: cuánto costó el estudio. Cuántas horas de estos tres investigadores con qué salarios y usando qué recursos se necesitaron para llegar a estas conclusiones.
Otros estudios similares realizados en el pasado han llegado a las mismas conclusiones, como uno que incluyó a todos los niños nacidos en Dinamarca entre 1990 y 1996, otro estudio de Polonia u otra revisión crítica de 2004.
El actual movimiento antivacunas se originó en un estudio fraudulento del exmédico Andrew Wakefield. Ese solo estudio fraudulento, que nadie pudo replicar jamás, ha provocado que se invierta una incalculable cantidad de recursos, dinero, tiempo y dedicación de numerosos científicos.
¿Cuánto ha costado la mentira de Wakefield?
Cada uno de los embustes que se le puedan ocurrir a cualquiera, literalmente a cualquiera, en cualquier lugar del mundo, puede dar lugar a un dispendio en recursos científicos que muy probablemente habrían estado mejor dedicados a otras investigaciones.
La presión de la opinión pública, que frecuentemente no sólo dispone de escasa información, sino que además está sometida al bombardeo de la desinformación, motiva a instituciones e investigadores a emprender estos estudios incluso si no hay un mecanismo plausible para la correlación establecida por el proponente del fenómeno.
No es necesario demostrar que algo ocurre, que un fenómeno es real. Ni siquiera es necesario presentar un solo caso de estudio bien analizado. Basta decir que el cáncer se cura con alguna pócima o alimento milagroso y curanderos, alternativistas, pseudomédicos, conspiranoicos y periodistas poco avisados se encargarán de difundirlo y presentarlo, frecuentemente, como un descubrimiento o una denuncia que valerosamente enfrentan a algún villano poderoso y malévolo.
En 1922, al monje budista japonés Mikao Usui se le ocurrió afirmar que podía curar a la gente acercándole sus manos. Aseguraba que al hacerlo, él transfería a la persona una misteriosa energía llamada “ki” o “chi” y cuya existencia nadie ha demostrado. Usui bautizó a su presunta técnica como “reiki” (palabra en japonés que significa, muy apropiadamente, “atmósfera misteriosa”) y se lanzó, junto con sus adeptos, a por acercarle las manos a personas enfermas o simplemente deprimidas e insatisfechas y asegurar que ello tenía un efecto real. Se funda así un negocio multimillonario que en menos de 100 años se ha difundido por todo el planeta con variantes aún más extravagantes, como el reiki para animales o vegetales.
Uno pensaría que sería responsabilidad del señor Usui o de sus honorables asociados de negocios demostrar la existencia de la tal energía llamada “ki” y, una vez habiéndolo hecho, demostrar, en condiciones debidamente controladas y con todo el rigor que le exigimos a cualquier procedimiento médico, que tal energía realmente se “transfiere” de un practicante de reiki a su “paciente” y, finalmente, demostrar que esa transferencia energética es, efectivamente, responsable de las curaciones milagrosas que prometen.
Si así lo hicieran, seguramente habría numerosos científicos interesados en desentrañar el mecanismo mediante el cual ocurre esa curación. Quizás podría enriquecer de modo generosísimo nuestra comprensión de los mecanismos de la biología, la fisiología, la patología y el tratamiento de numerosas afecciones.
No ha sido así. Los “maestros reiki” siguen instalándose por todo el mundo, exigiendo dinero de verdad a gente ignorante y deseosa de respuestas a cambio de pasarles las manos cerca. En estos casi 100 años, presionados por los creyentes en las maravillas del reiki, diversos científicos, investigadores, universidades y hospitales se han ocupado en tratar de determinar si hay algo de verdad en las ya de por sí implausibles afirmaciones de Usui y sus adeptos. En estos años se han hecho literalmente cientos de estudios, de más o menos calidad, que al ser analizados críticamente llegan a la bastante esperable conclusión de que el reiki no muestra capacidad de curar nada y su eficacia es igual a la del placebo.
Como pasa con el reiki, hay una horda cada vez más numerosa de supuestas “terapias alternativas”, literalmente cientos de ellas que ofrecen afirmaciones sobre las más extrañas, descabelladas o francamente ridículas prácticas que alguien aseguró que eran “curativas” y otros creyeron… sin demostrarción de por medio. Y de muchas de ellas hay estudios y estudios que, o bien demuestran que no hay capacidad curativa alguna, o resultan sesgados, poco rigurosos, irreproducibles o francamente fraudulentos.
En otros espacios alternativos distintos de la medicina, las cosas no son muy distintas. Científicos de diversas disciplinas se ven presionados para “demostrar” que tal o cual locura es falsa o incorrecta, desde los círculos de las cosechas (que desde 1994 se sabe que son un fraude nacido de una broma práctica de dos ciudadanos ingleses) hasta la telepatía o la “energía libre”, que es como ahora se llama a lo que serían las máquinas de movimiento perpetuo de toda la vida.
No importa que sepamos que es imposible obtener de un sistema más energía de la que se introduce en él, porque esto violaría la primera y segunda leyes de la termodinámica, que están empíricamente validadas y se confirman día a día. La idea de obtener algo a cambio de nada (que es la premisa esencial de la magia) sigue consumiendo recursos para demostrar que sigue siendo imposible.
Y en ocasiones, lo que está en juego son vidas. Muchas. Desde la década de 1990 se comercializaron varios presuntos “detectores moleculares” con nombres aparentemente técnicos como Quadro Tracker, Ade650, Ade651, Alpha6, H3TEC, HEDD1, AL-6D y GT200. Se trataba de genuinas “varitas mágicas” que afirmaban ser capaces de detectar a distancia, incluso dentro de recipientes cerrados, muy diversas sustancias: drogas, armas, explosivos e incluso personas. No son sino un mango de plástico negro totamente vacío al que está fijada una antena telescópica que gira libremente como una bisagra. Los fabricantes afirmaban que no necesitaba electricidad pues se alimentaba de la electricidad estática del propio operador. El mango tenía una ranura donde se introducían tarjetas que indicaban al aparato qué detectar: mariguana, cocaína, explosivo C40 o inmigrantes ilegales. Cada aparato podía llegar a venderse en más de 30 mil euros.
En realidad, se trataba de aparatos inútiles cuyo aparente funcionamiento se debía al “efecto ideomotor”, los movimientos involuntarios realizados en respuesta a una idea y que son también responsables del movimiento del puntero de la ouija y de las varitas de los zahoríes. Era muy fácil determinar que estos aparatos no tenían ningún mecanismo plausible de funcionamiento. Sin embargo, numerosos gobiernos invirtieron cantidades millonarias en su adquisición. Tailandia, México en su lucha contra el narcotráfico e incluso las fuerzas de ocupación occidentales en Irak fueron clientes de los fabricantes. No fue sino hasta que hubo una serie de atentados con autos bomba que pasaron sin ser detectados por los retenes con personal militar equipado con estos aparatos que el gobierno británico prohibió su compra y empezó a investigar a sus principales fabricantes.
Y pese a ello, fue necesario el esfuerzo de numerosos militares, civiles y científicos en cada uno de los distintos países víctimas de los delincuentes para que las corporaciones que utilizaban los dispositivos los retiraran aceptando –no de muy buen grado– que habían sido objeto de una estafa. Dos de los fabricantes han sido sentenciados a penas de cárcel por fraude en Inglaterra.
Sin embargo, las investigaciones raras veces consiguen que los creyentes en una u otra afirmación maravillosa y disparatada acepten siquiera la posibilidad de estar en el error. Todavía en distintos países hay corporaciones militares y policiacas que arriesgan la vida de su personal y de civiles inocentes confiando en los improbables “detectores moleculares”. Los movimientos antivacunas están influyendo en nuevos brotes preocupantes de enfermedades prácticamente erradicadas. El reiki se difunde con cada vez más practicantes que simulan y cobran sin control alguno. Y, por supuesto, todas las pseudoterapias son uno de los mayores negocios del mundo, con ventas sólo en Estados Unidos de más de 34 mil millones de dólares en 2007 según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de ese país.
Esto subraya el absurdo de la inversión que puede hacer la sociedad para confirmar cosas que ya se saben, pero con la esperanza o bien de encontrar un verdadero milagro o de convencer a los creyentes y ayudarles así a conservar su dinero y mejorar las probabilidades de tratamiento exitoso de sus afecciones, labor en la cual ciertamente no tienen interés en colaborar.
Investigar las afirmaciones de aspecto más incongruente no es forzosamente un desperdicio. Pero una mayor alfabetización científica de nuestra sociedad al menos pondría, como es lógico, la carga de la prueba sobre los hombros de quienes hacen tales afirmaciones, y les exigiría pruebas sólidas antes de lanzarse a financiar la búsqueda del monstruo del Lago Ness, las hadas en el fondo del jardín o la capacidad del bicarbonato de sodio para curar todos los cánceres. O simplemente rendirse ante ellos y admitir como medicamentos diversos preparados, pócimas o mejunjes sin exigirles que demuestren que sirven para lo que afirman en su publicidad.
Algo no marcha bien cuando parte de la política de investigación de una sociedad se ve dictada por los caprichos de cualquiera que tenga una idea descabellada y un medio de comunicación a su alcance para difundirla, obligando a todos a pagar una elevada factura por las falsedades cuando toman por asalto el imaginario popular.
Este post ha sido realizado por Mauricio Schwarz (@Elnocturno) y es una colaboración de Naukas con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.
Libro recomendado:
Las pseudociencias ¡vaya timo!
Mario Bunge
Mostrando entradas con la etiqueta fraude. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta fraude. Mostrar todas las entradas
sábado, 28 de junio de 2014
jueves, 26 de junio de 2014
Corrupción, el costo tabú de la educación, BBC
Del desvío de fondos destinados a programas de ayuda a la compra de puestos en universidades, los sistemas de educación en el mundo entero están marcados por una palabra que nadie quiere mencionar: corrupción. Y sus efectos en la formación de mentes jóvenes -factor fundamental en el desarrollo de los países- pueden ser incalculables.
"Siempre ha habido mucha resistencia a hablar sobre este problema. Nadie quería asociar esta palabra con la educación", dice Muriel Poisson investigadora del Instituto Internacional de Planificación Educativa (IIEP), con base en París, Francia, que recientemente lanzó una iniciativa internacional para intentar prevenir la corrupción en los sistemas educativos.
El IIEP, que forma parte de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), creó el que se dice es el "primer centro mundial online especializado" en prevenir la corrupción en escuelas y universidades.
El centro maneja una base de datos mundial en Internet y un centro de información sobre la malversación de fondos educativos.
"No se ha solucionado el problema, pero al menos estamos hablando de ello", dice Poisson. "Cada vez está más en la agenda", dice Poisson
Fugas
No es difícil darse cuenta de por qué la corrupción en los sistemas educativos, especialmente en los países en desarrollo, ha sido un tema incómodo.
Es más complicado pedir dinero a los donantes para mejorar la educación en los países pobres si los fondos no llegan donde deben hacerlo.
La información que están recogiendo los investigadores del IIEP apunta a la existencia de "fugas" entre el dinero y el material que se aporta al sistema y lo que finalmente llega a las aulas.
Una búsqueda en la base de datos, denominada Etico, muestra que en algunos países subsaharianos pudo haber una pérdida de hasta el 80% de los fondos para comprar libros de texto en años anteriores.
Hasta un 80% de los fondos para libros de texto se perdieron en años anteriores.
"Si hablas de corrupción, estás señalando a alguien", dice Poisson.
Esto puede implicar acusaciones contra funcionarios de alto nivel. Pero también puede plantear cuestiones más complicadas sobre quién es responsable de la corrupción de bajo nivel en escuelas y países empobrecidos.
El problema de los "profesores fantasma", es decir, que se cobren salarios para puestos que no existen o que los maestros estén ausentes de puestos sí remunerados, puede llevarse hasta el 15% o el 20% del presupuesto total para los profesores en algunos países, según el IIEP.
Pero la razón por la que los profesores no están en las aulas puede ser que no han cobrado su salario durante meses y se han visto obligados a aceptar puestos en otras escuelas o lugares.
¿De quién es la culpa?
Además, puede ser que los profesores que reciben sueldos bajos se hayan acostumbrado a completar su salario cobrando a las familias cuotas no oficiales para conseguir un puesto en la escuela.
Hay muchos factores que impiden que la educación mejore en los países en desarrollo, dice Poisson. "Pero la corrupción puede ser un factor fundamental, y normalmente son los pobres los primeros afectados", añade.
Investigación
La idea detrás de la base de datos online es crear un punto de referencia digital para la investigación sobre el tema y también proporcionar ejemplos de proyectos con ideas para atajar la corrupción.
Uno de los problemas es saber cuánto dinero desapareció del sistema, según una experta.
Uno de los casos señalados es el esquema de transparencia de un colegio en Rajastán (India), donde la información sobre el dinero destinado a la escuela y a la asistencia de los maestros está escrita en uno de los lados del edificio, de forma que todo el mundo puede analizar las finanzas.
En Brasil se han creado consejos locales para supervisar el gasto en comidas de los colegios y prevenir el fraude.
Además de la reticencia para atajar el problema de la corrupción en la educación, también son escasos los datos fiables sobre la magnitud del problema, dice Poisson. Según la investigadora, se han sacado "millones de dólares" del sistema, pero no hay ninguna estimación fiable sobre cuántos millones.
"Es difícil para la gente obtener información clara. Ha estado muy desperdigada".
La página web se ha creado para poder recabar información de este tipo, ofrecer estudios de caso de tácticas anticorrupción exitosas y crear un archivo para investigadores y legisladores.
Pero se trata de un problema con muchas dimensiones. Puede ser un fraude grave, como en el caso de contratos lucrativos adjudicados de forma deshonesta o las estafas en obras, materiales de aprendizaje, contratación de personal o materiales de la escuela.
Transparencia
Puede también implicar inflar los costes de forma que se utilicen los fondos para llenar bolsillos en lugar de amueblar mentes jóvenes.
También puede ser más localizado, como los sobornos para obtener una plaza en la universidad o la compra de títulos falsos.
En cualquier caso, son prácticas que corroen la justicia y la fiabilidad de cualquier sistema educativo. Y es un obstáculo para cualquier intento de elevar el nivel.
La ONG anticorrupción Transparencia Internacional, basada en Berlín, manifestó su preocupación sobre el fraude en la educación.
Según un informe, uno de cada seis estudiantes en todo el mundo sufrió intentos de soborno durante sus estudios.
"Es muy difícil decir si la situación ha mejorado o empeorado", dice Poisson.
"Pero la lucha contra la corrupción tendría que ser una prioridad en la agenda", concluye.
Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/06/140623_educacion_corrupcion_datos_ac.shtml
"Siempre ha habido mucha resistencia a hablar sobre este problema. Nadie quería asociar esta palabra con la educación", dice Muriel Poisson investigadora del Instituto Internacional de Planificación Educativa (IIEP), con base en París, Francia, que recientemente lanzó una iniciativa internacional para intentar prevenir la corrupción en los sistemas educativos.
El IIEP, que forma parte de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), creó el que se dice es el "primer centro mundial online especializado" en prevenir la corrupción en escuelas y universidades.
El centro maneja una base de datos mundial en Internet y un centro de información sobre la malversación de fondos educativos.
"No se ha solucionado el problema, pero al menos estamos hablando de ello", dice Poisson. "Cada vez está más en la agenda", dice Poisson
Fugas
No es difícil darse cuenta de por qué la corrupción en los sistemas educativos, especialmente en los países en desarrollo, ha sido un tema incómodo.
Es más complicado pedir dinero a los donantes para mejorar la educación en los países pobres si los fondos no llegan donde deben hacerlo.
La información que están recogiendo los investigadores del IIEP apunta a la existencia de "fugas" entre el dinero y el material que se aporta al sistema y lo que finalmente llega a las aulas.
Una búsqueda en la base de datos, denominada Etico, muestra que en algunos países subsaharianos pudo haber una pérdida de hasta el 80% de los fondos para comprar libros de texto en años anteriores.
Hasta un 80% de los fondos para libros de texto se perdieron en años anteriores.
"Si hablas de corrupción, estás señalando a alguien", dice Poisson.
Esto puede implicar acusaciones contra funcionarios de alto nivel. Pero también puede plantear cuestiones más complicadas sobre quién es responsable de la corrupción de bajo nivel en escuelas y países empobrecidos.
El problema de los "profesores fantasma", es decir, que se cobren salarios para puestos que no existen o que los maestros estén ausentes de puestos sí remunerados, puede llevarse hasta el 15% o el 20% del presupuesto total para los profesores en algunos países, según el IIEP.
Pero la razón por la que los profesores no están en las aulas puede ser que no han cobrado su salario durante meses y se han visto obligados a aceptar puestos en otras escuelas o lugares.
¿De quién es la culpa?
Además, puede ser que los profesores que reciben sueldos bajos se hayan acostumbrado a completar su salario cobrando a las familias cuotas no oficiales para conseguir un puesto en la escuela.
Hay muchos factores que impiden que la educación mejore en los países en desarrollo, dice Poisson. "Pero la corrupción puede ser un factor fundamental, y normalmente son los pobres los primeros afectados", añade.
Investigación
La idea detrás de la base de datos online es crear un punto de referencia digital para la investigación sobre el tema y también proporcionar ejemplos de proyectos con ideas para atajar la corrupción.
Uno de los problemas es saber cuánto dinero desapareció del sistema, según una experta.
Uno de los casos señalados es el esquema de transparencia de un colegio en Rajastán (India), donde la información sobre el dinero destinado a la escuela y a la asistencia de los maestros está escrita en uno de los lados del edificio, de forma que todo el mundo puede analizar las finanzas.
En Brasil se han creado consejos locales para supervisar el gasto en comidas de los colegios y prevenir el fraude.
Además de la reticencia para atajar el problema de la corrupción en la educación, también son escasos los datos fiables sobre la magnitud del problema, dice Poisson. Según la investigadora, se han sacado "millones de dólares" del sistema, pero no hay ninguna estimación fiable sobre cuántos millones.
"Es difícil para la gente obtener información clara. Ha estado muy desperdigada".
La página web se ha creado para poder recabar información de este tipo, ofrecer estudios de caso de tácticas anticorrupción exitosas y crear un archivo para investigadores y legisladores.
Pero se trata de un problema con muchas dimensiones. Puede ser un fraude grave, como en el caso de contratos lucrativos adjudicados de forma deshonesta o las estafas en obras, materiales de aprendizaje, contratación de personal o materiales de la escuela.
Transparencia
Puede también implicar inflar los costes de forma que se utilicen los fondos para llenar bolsillos en lugar de amueblar mentes jóvenes.
También puede ser más localizado, como los sobornos para obtener una plaza en la universidad o la compra de títulos falsos.
En cualquier caso, son prácticas que corroen la justicia y la fiabilidad de cualquier sistema educativo. Y es un obstáculo para cualquier intento de elevar el nivel.
La ONG anticorrupción Transparencia Internacional, basada en Berlín, manifestó su preocupación sobre el fraude en la educación.
Según un informe, uno de cada seis estudiantes en todo el mundo sufrió intentos de soborno durante sus estudios.
"Es muy difícil decir si la situación ha mejorado o empeorado", dice Poisson.
"Pero la lucha contra la corrupción tendría que ser una prioridad en la agenda", concluye.
Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/06/140623_educacion_corrupcion_datos_ac.shtml
jueves, 29 de mayo de 2014
Oxfam afirma que las familias tributan 50 veces más que las grandes empresas. La ONG pide al Gobierno que cambie las leyes tributarias, cuyo peso recae sobre el consumidor
Los responsables de Oxfam Intermón han pedido este miércoles al Gobierno que acometa una reforma fiscal que permita financiar adecuadamente las políticas sociales tras los ajustes sufridos, ya que, con el actual sistema, las familias aportan casi 50 veces más a las arcas públicas que las grandes empresas. Se trata de una de las conclusiones del informe sobre el sistema tributario español denominado Tanto tienes, ¿tanto ganas? Fiscalidad justa para una sociedad más equitativa, que han presentado en rueda de prensa el director general de la ONG, José María Vera, y la responsable de investigación, Teresa Cavero.
Cavero ha incidido en que el sistema tributario en España recauda poco, siete puntos por debajo de la media europea, y que el grueso de la recaudación proviene del trabajo y el consumo de los ciudadanos y no de las rentas del capital ni de los beneficios de las empresas. Las familias aportan alrededor del 90% de la recaudación y las empresas el resto, el 10%, y de ese porcentaje menos del 2% corresponde a las grandes compañías, según el informe.
Por ello, y ante una futura reforma fiscal, Oxfam Intermón ha pedido al Gobierno, a través de una campaña, que corrija las "ineficacias" del sistema y los "desequilibrios" causados por las medidas de austeridad aplicadas desde 2010, "que han mermado la capacidad adquisitiva de las familias españolas con subidas de impuestos, bajadas de salarios y recortes en servicios sociales". Para lograr "una fiscalidad justa para una sociedad equitativa", aconsejan recaudar más, pero con un mayor esfuerzo de las personas más ricas y de las grandes empresas, pero también "poner coto" al fraude fiscal y garantizar la progresividad de forma que se tribute en función de la capacidad y de la actividad económica.
El informe destaca los beneficios fiscales concedidos a las empresas en 2011 (28.210 millones), que el 80% de esta cantidad correspondió a las grandes empresas y que estas, sin embargo, abonaron 3.012 millones en impuestos de sociedades.
El 72% del fraude fiscal (43.0000 millones) en España corresponde a grandes fortunas y empresas, con lo que según Cavero es "mucho más eficiente" atajar el fraude por esta vía que por otras con menor repercusión. La economía sumergida, estimada en un 25%, y el fraude fiscal está haciendo, según Cruzado, que España pierda con respecto a otros países de la UE una media de 40.000 millones.
Fuente: El País.
Cavero ha incidido en que el sistema tributario en España recauda poco, siete puntos por debajo de la media europea, y que el grueso de la recaudación proviene del trabajo y el consumo de los ciudadanos y no de las rentas del capital ni de los beneficios de las empresas. Las familias aportan alrededor del 90% de la recaudación y las empresas el resto, el 10%, y de ese porcentaje menos del 2% corresponde a las grandes compañías, según el informe.
Por ello, y ante una futura reforma fiscal, Oxfam Intermón ha pedido al Gobierno, a través de una campaña, que corrija las "ineficacias" del sistema y los "desequilibrios" causados por las medidas de austeridad aplicadas desde 2010, "que han mermado la capacidad adquisitiva de las familias españolas con subidas de impuestos, bajadas de salarios y recortes en servicios sociales". Para lograr "una fiscalidad justa para una sociedad equitativa", aconsejan recaudar más, pero con un mayor esfuerzo de las personas más ricas y de las grandes empresas, pero también "poner coto" al fraude fiscal y garantizar la progresividad de forma que se tribute en función de la capacidad y de la actividad económica.
El informe destaca los beneficios fiscales concedidos a las empresas en 2011 (28.210 millones), que el 80% de esta cantidad correspondió a las grandes empresas y que estas, sin embargo, abonaron 3.012 millones en impuestos de sociedades.
El 72% del fraude fiscal (43.0000 millones) en España corresponde a grandes fortunas y empresas, con lo que según Cavero es "mucho más eficiente" atajar el fraude por esta vía que por otras con menor repercusión. La economía sumergida, estimada en un 25%, y el fraude fiscal está haciendo, según Cruzado, que España pierda con respecto a otros países de la UE una media de 40.000 millones.
Fuente: El País.
lunes, 14 de octubre de 2013
"Mi cura del cáncer fue un milagro muy currado". La médica de familia y superviviente de cáncer Odile Fernández explica cómo cambios sencillos en la alimentación y el estilo de vida pueden prevenir y alterar la evolución de la enfermedad
En los últimos tres años, la doctora andaluza Odile Fernández ha vivido el más difícil todavía. Superó un cáncer cuando los oncólogos estimaban que sólo tenía el 5 por ciento de posibilidades de curación y, contra todo pronóstico, quedó embarazada de un bebé, su segundo hijo, que ahora tiene dos meses.
Como tantos otros enfermos, ya embarcada en un tratamiento de quimioterapia Fernández preguntó a los oncólogos qué comer y qué medidas tomar para combatir por su cuenta la enfermedad. De su negativa a aceptar la respuesta del equipo que le atendía –"no hagas nada y come todo lo que te apetezca"–nace su libro 'Mis recetas anticáncer', que se publicó en junio y está en su quinta edición. “El problema es que los médicos no tienen formación sobre nutrición y todo les da miedo”, señala Fernández frente a un batido de mango, kiwi y manzana –su desayuno– en una cafetería de Madrid. “El cáncer es la enfermedad del miedo. Pero comer lechuga no va a tener una interacción con la quimio”.
Fernández, de 34 años, insiste en que el libro se titula así porque esas son las recetas que le funcionaron a ella. “No hay ninguna fórmula mágica. Pero el mensaje que quiero hacer llegar es que podemos hacer mucho contra el cáncer a través de la alimentación. No seas el sujeto pasivo. Infórmate, muévete, pregunta, toma las riendas de tu enfermedad junto a tu equipo médico”.
¿En qué medida cree que su curación se debe a los cambios en su alimentación y estilo de vida, versus tratamiento convencional?
No sabemos si fue la quimio o la alimentación. Lo que creo es que fue todo. Me habían dado un 95 por ciento de posibilidades de morir en cinco años. En principio, no se planteó como quimio curativa, sino paliativa, que podía alargar la vida unos meses o años. Pero yo no quería vivir unos pocos meses más, quería sanarme. Así que hice mi quimio junto con grandes cambios en la alimentación y en el tema emocional.
¿Cuáles fueron, en esencia, estos cambios?
Lo primero fue eliminar todo lo refinado y azucarado; los niveles altos de azúcar se relacionan con niveles más altos de cáncer. Después eliminé fritos, barbacoas, precocinados, la comida fácil de microondas. En aquel momento hacía muchas guardias y me alimentaba con mucha prisa, no había tiempo para cocinar. En lugar de eso, introduje verdura cruda y fruta y eliminé la leche y la carne.
¿Y en el estilo de vida?
Dejé de trabajar, se acabaron las guardias. Aprendí a mantener la mente en calma a través de la meditación. Era muy perfeccionista, muy dada a los demás, y aprendí a sosegarme, a pensar primero en mí y después en los otros. Empecé a hacer ejercicio. Perdí 25 kilos en la época de la quimio. Una de las cosas más importantes es tener el peso adecuado. Y aprender a decir que no, a relajarte.
¿Si tuviera que recomendar un único cambio en la dieta, cuál sería?
Huir de la comida envasada y comer alimentos frescos y de temporada. Mira cómo comían nuestras abuelas. Recuperemos la dieta mediterránea tradicional, la alimentación hecha en casa.
¿Por qué dice no a la leche?
En la facultad nos dicen que la leche es buena por el calcio, para la osteoporosis. Pero observemos las estadísticas: donde hay más osteoporosis es en los países donde más leche se consume. La leche no es tan buena. Nos enseñan ese dogma y no nos lo planteamos, pero es antinatural. Para digerirla necesitamos lactasa. La tenemos al 100 por cien cuando somos pequeños, pero a partir de los 6 o 7 años va descendiendo. Estamos concebidos para tomar leche sólo de pequeños, cuando la necesitamos.
¿Qué tiene de malo la carne?
Un alto consumo, sobre todo de carne roja y embutidos, aumenta la incidencia de cáncer, principalmente de colon. La carne no tiene fibra, viene cargada de nitratos, de pesticidas, de omega 6 por el tipo alimentación que llevan los animales. La carne blanca podríamos consumirla con moderación. Pero el problema es que somos hiper-carnívoros: hay gente que toma carne tres veces al día. En la dieta mediterránea original se hacía matanza en Navidad y se tiraba de ello todo el año.
¿Nos recomienda un plato anticancerígeno?
El gazpacho, que es de mi tierra. Lleva tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva, pimiento y pepino, todos ellos alimentos anti-cáncer y crudos.
¿Cómo se alimenta ahora?
Procuro seguir la misma alimentación que hacía durante la quimio. Mucha gente descubre que la alimentación influye y víctima del miedo cambia, pero luego vuelve a las andadas. Sin embargo, el cambio hay que mantenerlo en el tiempo.
Hay quien ha seguido todo esto –una alimentación y un estilo de vida más saludable– y no le ha funcionado. ¿Cuál es el mensaje para estas personas?
No hay fórmula mágica, y por eso tenemos tanto miedo al cáncer. No hay ningún tratamiento que sea totalmente efectivo. El problema es que no hay una enfermedad, sino enfermos, y cada caso es diferente. Hay casos de cáncer muy extendido que se curan, y otros muy localizados que se extienden. Yo creo que el tratamiento emocional marca la diferencia. No es lo mismo enfrentar un cáncer desde la positividad y la alegría que desde el miedo y la soledad. Aquí se demuestra el poder de lo emocional, pero no sólo en el cáncer sino en todas las enfermedades. Por eso reivindico que seamos parte activa.
No recomienda usar la olla exprés, presente en todos los hogares. ¿Por qué?
Porque alcanza los 140 grados, y queremos conservar los fitoquímicos de los alimentos, que se pierden a partir de los 95 grados. Está bien para legumbre y cereal, pero si metes verdura le haces fosfatina.
Asumía que la barbacoa era una forma de cocinar saludable hasta que leí su libro.
Lo que es saludable es la plancha, siempre y cuando no quemes el alimento. Pero en la barbacoa, ese color negro son los benzopirenos, carcinógenos… Lo ideal es cocinar el vapor, sin grasa ni aceite.
Recomienda encarecidamente las setas…
En Japón, donde más se consumen, algunos oncólogos lo utilizan como suplemento alimentario. Permiten que la quimio se tolere mejor.
La colonia, mejor no olerla.
Para que perduren tanto, los perfumes tienen ftalatos (un grupo de compuestos químicos). Cuanto más permanezcan en nuestro cuerpo, peor para nuestra salud. "Sexy para ellas, veneno para el bebé", decía una campaña en EEUU para mamás embarazadas. Los perfumes van al torrente sanguíneo; se asocia con cáncer de mama. Lo ideal son aceites esenciales o algo que se está perdiendo: ser más sencillos y oler a personas, no enmascarar nuestro olor.
¿Y de dónde bebemos agua?
Este es un tema muy controvertido. El agua del grifo de Madrid, por ejemplo, contiene muchos tóxicos. Se podrían eliminar si en lugar de filtrar con sales de aluminio, como se hace ahora, se filtrase con filtros de carbono. El agua embotellada no es la solución: es un atentado ecológico.
¿Cuál fue la reacción de sus compañeros tras su curación?
Cuando se cumplieron los dos años libre de enfermedad, me dijeron que había sido un milagro. Pero les dije que no, que era un milagro que había hecho yo. Lo mío es un milagro muy currado. La reacción de mis compañeros de primaria fue buena. Recomiendan mucho el libro, no sólo para cáncer, también para diabetes, hipertensión, obesidad… Los especialistas son más reacios.
¿Qué planes tiene tras la baja por maternidad?
Tengo mi plaza en atención primaria. Me gustaría continuar en sanidad pero centrada en el paciente oncológico, aconsejando sobre alimentación y estilos de vida.
¿Cuál fue para usted la mayor sorpresa al investigar y, después, escribir este libro?
El poder de los alimentos, de la naturaleza. Cómo contienen fitoquímicos anti cáncer, y como algunos medicamentos incorporan fitoquímicos en quimio. La curcumina de la cúrcuma, por ejemplo, o la quimio que se extrae de un alga del mar. Si tiene poder a nivel de laboratorio ¿por qué no tomar nosotros más algas, más cúrcuma, etc? Me sentí engañada porque nadie me hablase de esto, sólo de quimio, de radioterapia.
Pero es lo que a menudo hacen los médicos: en cuanto entras a la consulta tienen lista la receta.
Hay pacientes que si no salen de la consulta con su pastilla creen que eres un mal médico. Pero cada vez más profesionales contamos al paciente lo que puede hacer para prevenir la enfermedad. Los médicos y sanitarios tenemos mucho poder en este sentido. Más medicina preventiva y menos pastillas.
@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es
Fuente; El País.
Nota:
El que una alimentación adecuada a base de verduras, hortalizas, cereales, legumbres, frutos secos, frutas y aceite de oliva, junto a huevos, pescado y poca carne roja o ninguna -lo que conocemos por cocina mediterránea- así como nada de comidas enlatada o procesadas industrialmente, con mucha sal y aditivos químicos, tiene beneficios para la salud, parece indiscutible.
Otra cosa muy distinta es que con ello podamos curar, una vez contraído, un cáncer... Esa afirmación no se basa en evidencias científicas y puede ser un fraude médico. Los diarios están llenos de noticias de este tipo. La ciencia parece que, por distintas y variadas razones, no acaba de formar parte de la cultura cotidiana y la mayoría de la gente se guía por un tipo de pensamiento no formal, no científico, seudocientífico, Hay mucho fraude.
https://elpais.com/elpais/2017/08/30/ciencia/1504118737_744798.html?rel=lom
https://verdecoloresperanza.blogspot.com/2014/06/las-facturas-de-la-mentira.html
Libro recomendado: La pseudociencia. ¡Vaya timo! Mario Bunge.
Como tantos otros enfermos, ya embarcada en un tratamiento de quimioterapia Fernández preguntó a los oncólogos qué comer y qué medidas tomar para combatir por su cuenta la enfermedad. De su negativa a aceptar la respuesta del equipo que le atendía –"no hagas nada y come todo lo que te apetezca"–nace su libro 'Mis recetas anticáncer', que se publicó en junio y está en su quinta edición. “El problema es que los médicos no tienen formación sobre nutrición y todo les da miedo”, señala Fernández frente a un batido de mango, kiwi y manzana –su desayuno– en una cafetería de Madrid. “El cáncer es la enfermedad del miedo. Pero comer lechuga no va a tener una interacción con la quimio”.
Fernández, de 34 años, insiste en que el libro se titula así porque esas son las recetas que le funcionaron a ella. “No hay ninguna fórmula mágica. Pero el mensaje que quiero hacer llegar es que podemos hacer mucho contra el cáncer a través de la alimentación. No seas el sujeto pasivo. Infórmate, muévete, pregunta, toma las riendas de tu enfermedad junto a tu equipo médico”.
¿En qué medida cree que su curación se debe a los cambios en su alimentación y estilo de vida, versus tratamiento convencional?
No sabemos si fue la quimio o la alimentación. Lo que creo es que fue todo. Me habían dado un 95 por ciento de posibilidades de morir en cinco años. En principio, no se planteó como quimio curativa, sino paliativa, que podía alargar la vida unos meses o años. Pero yo no quería vivir unos pocos meses más, quería sanarme. Así que hice mi quimio junto con grandes cambios en la alimentación y en el tema emocional.
¿Cuáles fueron, en esencia, estos cambios?
Lo primero fue eliminar todo lo refinado y azucarado; los niveles altos de azúcar se relacionan con niveles más altos de cáncer. Después eliminé fritos, barbacoas, precocinados, la comida fácil de microondas. En aquel momento hacía muchas guardias y me alimentaba con mucha prisa, no había tiempo para cocinar. En lugar de eso, introduje verdura cruda y fruta y eliminé la leche y la carne.
¿Y en el estilo de vida?
Dejé de trabajar, se acabaron las guardias. Aprendí a mantener la mente en calma a través de la meditación. Era muy perfeccionista, muy dada a los demás, y aprendí a sosegarme, a pensar primero en mí y después en los otros. Empecé a hacer ejercicio. Perdí 25 kilos en la época de la quimio. Una de las cosas más importantes es tener el peso adecuado. Y aprender a decir que no, a relajarte.
¿Si tuviera que recomendar un único cambio en la dieta, cuál sería?
Huir de la comida envasada y comer alimentos frescos y de temporada. Mira cómo comían nuestras abuelas. Recuperemos la dieta mediterránea tradicional, la alimentación hecha en casa.
¿Por qué dice no a la leche?
En la facultad nos dicen que la leche es buena por el calcio, para la osteoporosis. Pero observemos las estadísticas: donde hay más osteoporosis es en los países donde más leche se consume. La leche no es tan buena. Nos enseñan ese dogma y no nos lo planteamos, pero es antinatural. Para digerirla necesitamos lactasa. La tenemos al 100 por cien cuando somos pequeños, pero a partir de los 6 o 7 años va descendiendo. Estamos concebidos para tomar leche sólo de pequeños, cuando la necesitamos.
¿Qué tiene de malo la carne?
Un alto consumo, sobre todo de carne roja y embutidos, aumenta la incidencia de cáncer, principalmente de colon. La carne no tiene fibra, viene cargada de nitratos, de pesticidas, de omega 6 por el tipo alimentación que llevan los animales. La carne blanca podríamos consumirla con moderación. Pero el problema es que somos hiper-carnívoros: hay gente que toma carne tres veces al día. En la dieta mediterránea original se hacía matanza en Navidad y se tiraba de ello todo el año.
¿Nos recomienda un plato anticancerígeno?
El gazpacho, que es de mi tierra. Lleva tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva, pimiento y pepino, todos ellos alimentos anti-cáncer y crudos.
¿Cómo se alimenta ahora?
Procuro seguir la misma alimentación que hacía durante la quimio. Mucha gente descubre que la alimentación influye y víctima del miedo cambia, pero luego vuelve a las andadas. Sin embargo, el cambio hay que mantenerlo en el tiempo.
Hay quien ha seguido todo esto –una alimentación y un estilo de vida más saludable– y no le ha funcionado. ¿Cuál es el mensaje para estas personas?
No hay fórmula mágica, y por eso tenemos tanto miedo al cáncer. No hay ningún tratamiento que sea totalmente efectivo. El problema es que no hay una enfermedad, sino enfermos, y cada caso es diferente. Hay casos de cáncer muy extendido que se curan, y otros muy localizados que se extienden. Yo creo que el tratamiento emocional marca la diferencia. No es lo mismo enfrentar un cáncer desde la positividad y la alegría que desde el miedo y la soledad. Aquí se demuestra el poder de lo emocional, pero no sólo en el cáncer sino en todas las enfermedades. Por eso reivindico que seamos parte activa.
No recomienda usar la olla exprés, presente en todos los hogares. ¿Por qué?
Porque alcanza los 140 grados, y queremos conservar los fitoquímicos de los alimentos, que se pierden a partir de los 95 grados. Está bien para legumbre y cereal, pero si metes verdura le haces fosfatina.
Asumía que la barbacoa era una forma de cocinar saludable hasta que leí su libro.
Lo que es saludable es la plancha, siempre y cuando no quemes el alimento. Pero en la barbacoa, ese color negro son los benzopirenos, carcinógenos… Lo ideal es cocinar el vapor, sin grasa ni aceite.
Recomienda encarecidamente las setas…
En Japón, donde más se consumen, algunos oncólogos lo utilizan como suplemento alimentario. Permiten que la quimio se tolere mejor.
La colonia, mejor no olerla.
Para que perduren tanto, los perfumes tienen ftalatos (un grupo de compuestos químicos). Cuanto más permanezcan en nuestro cuerpo, peor para nuestra salud. "Sexy para ellas, veneno para el bebé", decía una campaña en EEUU para mamás embarazadas. Los perfumes van al torrente sanguíneo; se asocia con cáncer de mama. Lo ideal son aceites esenciales o algo que se está perdiendo: ser más sencillos y oler a personas, no enmascarar nuestro olor.
¿Y de dónde bebemos agua?
Este es un tema muy controvertido. El agua del grifo de Madrid, por ejemplo, contiene muchos tóxicos. Se podrían eliminar si en lugar de filtrar con sales de aluminio, como se hace ahora, se filtrase con filtros de carbono. El agua embotellada no es la solución: es un atentado ecológico.
¿Cuál fue la reacción de sus compañeros tras su curación?
Cuando se cumplieron los dos años libre de enfermedad, me dijeron que había sido un milagro. Pero les dije que no, que era un milagro que había hecho yo. Lo mío es un milagro muy currado. La reacción de mis compañeros de primaria fue buena. Recomiendan mucho el libro, no sólo para cáncer, también para diabetes, hipertensión, obesidad… Los especialistas son más reacios.
¿Qué planes tiene tras la baja por maternidad?
Tengo mi plaza en atención primaria. Me gustaría continuar en sanidad pero centrada en el paciente oncológico, aconsejando sobre alimentación y estilos de vida.
¿Cuál fue para usted la mayor sorpresa al investigar y, después, escribir este libro?
El poder de los alimentos, de la naturaleza. Cómo contienen fitoquímicos anti cáncer, y como algunos medicamentos incorporan fitoquímicos en quimio. La curcumina de la cúrcuma, por ejemplo, o la quimio que se extrae de un alga del mar. Si tiene poder a nivel de laboratorio ¿por qué no tomar nosotros más algas, más cúrcuma, etc? Me sentí engañada porque nadie me hablase de esto, sólo de quimio, de radioterapia.
Pero es lo que a menudo hacen los médicos: en cuanto entras a la consulta tienen lista la receta.
Hay pacientes que si no salen de la consulta con su pastilla creen que eres un mal médico. Pero cada vez más profesionales contamos al paciente lo que puede hacer para prevenir la enfermedad. Los médicos y sanitarios tenemos mucho poder en este sentido. Más medicina preventiva y menos pastillas.
@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es
Fuente; El País.
Nota:
El que una alimentación adecuada a base de verduras, hortalizas, cereales, legumbres, frutos secos, frutas y aceite de oliva, junto a huevos, pescado y poca carne roja o ninguna -lo que conocemos por cocina mediterránea- así como nada de comidas enlatada o procesadas industrialmente, con mucha sal y aditivos químicos, tiene beneficios para la salud, parece indiscutible.
Otra cosa muy distinta es que con ello podamos curar, una vez contraído, un cáncer... Esa afirmación no se basa en evidencias científicas y puede ser un fraude médico. Los diarios están llenos de noticias de este tipo. La ciencia parece que, por distintas y variadas razones, no acaba de formar parte de la cultura cotidiana y la mayoría de la gente se guía por un tipo de pensamiento no formal, no científico, seudocientífico, Hay mucho fraude.
https://elpais.com/elpais/2017/08/30/ciencia/1504118737_744798.html?rel=lom
https://verdecoloresperanza.blogspot.com/2014/06/las-facturas-de-la-mentira.html
Libro recomendado: La pseudociencia. ¡Vaya timo! Mario Bunge.
Etiquetas:
alimentos,
alimentos curativos,
buenos alimentos,
cáncer,
ciencia,
dieta mediterránea,
dieta y salud,
fraude,
Mario Bunge,
medicina,
Odile Fernández,
pseudociencias,
pseudoterapias,
Salud,
seudociencias
jueves, 15 de agosto de 2013
Lucha contra el fraude laboral
Me ha llegado esto por internet, lo cuelgo porque parece ingenioso y auténtico. Por favor dadme vuestra opinión,
Es un deber ciudadano luchar contra el fraude laboral.
Es un deber ciudadano luchar contra el fraude laboral.
Para facilitarlo el Ministerio de Trabajo ha creado este link:
La denuncia es anónima.
Colabora con el Gobierno de España en la lucha contra el fraude
Yo ya he comenzado :
Resumen del mensaje
Nombre o Razón Social | PARTIDO POPULAR |
---|---|
Nombre Comercial | PP |
Dirección | Calle Génova,13 |
---|---|
Municipio | MADRID |
Código Postal | 28004 |
Provincia | MADRID |
Actividad Económica | Partido Político |
Breve descripción de los hechos (hasta 600 caracteres) | Se ha publicado en prensa que, en esa entidad, algunos complementos salariales eran pagados en dinero negro y en sobres, contraviniendo todas las leyes laborales vigentes. La Secretaria General de la empresa (Partido Popular) comentó, en rueda de prensa, el caso del empleado Luis Bárcenas que suponía el abono de un finiquito en diferido y en forma de simulación de salario. Entiendo que en este caso podrán proceder sin más dilación a ejecutar las acciones sancionadoras pertinentes. Reciban un cordial saludo. |
---|
sábado, 8 de junio de 2013
Guillermo Martínez, el que fuera número dos de la lista de UPyD a la alcaldía de León: "He llegado a la conclusión de que UPyD es un fraude a la ciudadanía"
Guillermo Martínez, (segundo por la derecha en la foto) el que fuera número dos de la lista de UPyD a la alcaldía de León, abandona un partido del que asegura que está sufriendo una descomposición interna. (05-06-2013).
Quien fuera número 2 al Ayuntamiento de León en las pasadas elecciones municipales por Unión Progreso y Democracia UPyD), Guillermo Martínez Robles, deja el partido por no estar de acuerdo con la forma de llevar la dirección del mismo en León y en la autonomía de Castilla y León. Su renuncia se suma a la de Juan Carlos Fernández, candidato a la Alcaldía de San Andrés en las últimas elecciones, que abandonó por "divergencias".
Reproducimos tal cual el comunicado que ha enviado Martínez Robles justificando su decisión:
"Alguien dijo una vez que rectificar es de sabios, pues bien con estas líneas que escribo a continuación quiero, en primer lugar, rectificar y después lavar mi imagen asociada al partido político Unión, Progreso y Democracia, que aunque sigo estando de acuerdo con su manifiesto fundacional y con su filosofía de que es necesario un cambio de hacer política en este país, las personas que actualmente dirigen este partido no merecen mi apoyo y mi confianza.
He estado, prácticamente, desde el principio en este partido, trabajando por el mismo para su asentamiento, crecimiento y desarrollo en la ciudad de León como Responsable de Organización, también he trabajado para su organización en Castilla y León como Responsable de Organización de Castilla y León y además he sido miembro del Consejo Político Nacional y Miembro del Consejo Político Territorial como integrante de su Consejo de Dirección.
También fui candidato al Senado por León en las elecciones del 2008 y candidato como número 2 por UPyD al Ayuntamiento de León en las pasadas elecciones municipales del 2011.
Pues bien, quiero comunicar mi marcha de este partido porque después de estos cinco años dentro del mismo, he llegado a la conclusión de que UPyD es un fraude a la ciudadanía.
Guillermo Martínez, el que fuera número dos de la lista de UPyD a la alcaldía de León,abandona un partido del que asegura que está sufriendo una descomposición interna.
Nació con pretensiones de ser un partido diferente, renovador de ideas y con carácter regenerador, y a día de hoy se ha convertido en un instrumento, exclusivamente, para servir a los intereses personales de las personas que componen su Consejo de Dirección y no al servicio de los ciudadanos y la democracia.
En este partido se persigue y se castiga a los integrantes discrepantes, es decir, a todos aquellos que discrepan internamente con la dirección, sin poder manifestar sus ideas, sin poder debatir otros conceptos o cuestiones diferentes a las marcadas por la dirección. No se aplican con igualdad los estatutos del partido, depende de la persona a la que afecte, si es afín o no, depende de la zona donde se produzca el hecho, etc...
Aquí no hay democracia interna como se intenta vender, prácticamente todo esta amañado, convenido previamente. Se ha amputado toda línea de comunicación entre los afiliados de los diferentes territorios, no hay información, para que así no pueda haber comunicación entre los afiliados, actuándose de forma caudillista, con una organización interna de control y autoritaria, que no coincide con lo que se traslada a la ciudadanía.
Decir que a fecha de hoy el partido de Rosa Diez está roto a nivel nacional, está sufriendo una descomposición interna, con una fragmentación total en todos los territorios, produciéndose innumerables bajas de afiliados a medida que van conociendo su funcionamiento.
Se está convirtiendo en un partido regionalista de la autonomía de Madrid, donde la dirección se vuelca, dejando al resto de las autonomías a merced de su suerte.
Así pues creo que es el momento de abandonar este barco y decir que este partido se ha convertido en un fraude más.
Por tanto es mi deber, en un ejercicio de responsabilidad política, el denunciar ante los ciudadanos que el voto a UPyD es un voto inútil y un voto a otro fraude político".
Fuente: ileon.com ver aquí la noticia.
Quien fuera número 2 al Ayuntamiento de León en las pasadas elecciones municipales por Unión Progreso y Democracia UPyD), Guillermo Martínez Robles, deja el partido por no estar de acuerdo con la forma de llevar la dirección del mismo en León y en la autonomía de Castilla y León. Su renuncia se suma a la de Juan Carlos Fernández, candidato a la Alcaldía de San Andrés en las últimas elecciones, que abandonó por "divergencias".
Reproducimos tal cual el comunicado que ha enviado Martínez Robles justificando su decisión:
"Alguien dijo una vez que rectificar es de sabios, pues bien con estas líneas que escribo a continuación quiero, en primer lugar, rectificar y después lavar mi imagen asociada al partido político Unión, Progreso y Democracia, que aunque sigo estando de acuerdo con su manifiesto fundacional y con su filosofía de que es necesario un cambio de hacer política en este país, las personas que actualmente dirigen este partido no merecen mi apoyo y mi confianza.
He estado, prácticamente, desde el principio en este partido, trabajando por el mismo para su asentamiento, crecimiento y desarrollo en la ciudad de León como Responsable de Organización, también he trabajado para su organización en Castilla y León como Responsable de Organización de Castilla y León y además he sido miembro del Consejo Político Nacional y Miembro del Consejo Político Territorial como integrante de su Consejo de Dirección.
También fui candidato al Senado por León en las elecciones del 2008 y candidato como número 2 por UPyD al Ayuntamiento de León en las pasadas elecciones municipales del 2011.
Pues bien, quiero comunicar mi marcha de este partido porque después de estos cinco años dentro del mismo, he llegado a la conclusión de que UPyD es un fraude a la ciudadanía.
Guillermo Martínez, el que fuera número dos de la lista de UPyD a la alcaldía de León,abandona un partido del que asegura que está sufriendo una descomposición interna.
Nació con pretensiones de ser un partido diferente, renovador de ideas y con carácter regenerador, y a día de hoy se ha convertido en un instrumento, exclusivamente, para servir a los intereses personales de las personas que componen su Consejo de Dirección y no al servicio de los ciudadanos y la democracia.
En este partido se persigue y se castiga a los integrantes discrepantes, es decir, a todos aquellos que discrepan internamente con la dirección, sin poder manifestar sus ideas, sin poder debatir otros conceptos o cuestiones diferentes a las marcadas por la dirección. No se aplican con igualdad los estatutos del partido, depende de la persona a la que afecte, si es afín o no, depende de la zona donde se produzca el hecho, etc...
Aquí no hay democracia interna como se intenta vender, prácticamente todo esta amañado, convenido previamente. Se ha amputado toda línea de comunicación entre los afiliados de los diferentes territorios, no hay información, para que así no pueda haber comunicación entre los afiliados, actuándose de forma caudillista, con una organización interna de control y autoritaria, que no coincide con lo que se traslada a la ciudadanía.
Decir que a fecha de hoy el partido de Rosa Diez está roto a nivel nacional, está sufriendo una descomposición interna, con una fragmentación total en todos los territorios, produciéndose innumerables bajas de afiliados a medida que van conociendo su funcionamiento.
Se está convirtiendo en un partido regionalista de la autonomía de Madrid, donde la dirección se vuelca, dejando al resto de las autonomías a merced de su suerte.
Así pues creo que es el momento de abandonar este barco y decir que este partido se ha convertido en un fraude más.
Por tanto es mi deber, en un ejercicio de responsabilidad política, el denunciar ante los ciudadanos que el voto a UPyD es un voto inútil y un voto a otro fraude político".
Fuente: ileon.com ver aquí la noticia.
jueves, 19 de julio de 2012
Hay otras soluciones
Cuando el presidente del Gobierno se marchó a Polonia para ver el partido de la selección española, al día siguiente de aprobarse el rescate de la banca, declaró muy ufano que ya se habían solucionado todos los problemas y por eso podía irse tranquilamente al fútbol. No hemos necesitado mucho tiempo para comprobar lo errado de su pronóstico.
Ahora, tras los últimos recortes, el Gobierno se empeña en hacernos creer que sus decisiones son la única opción política posible.
Modestamente, quiero aportarle dos ideas que suponen una alternativa. La primera, me la ha sugerido la afirmación del ministro de Hacienda de que es necesario subir el IVA porque hay quienes no lo pagan. Si el ministro sabe que hay quienes no pagan, y siguen sin pagar tras la reforma, ¿por qué no persigue a los defraudadores en lugar de aumentar el porcentaje de los que ya pagan?
La segunda, me surge a partir de las declaraciones recientes del ministro de Economía. Pide a las grandes empresas que reduzcan el sueldo de sus directivos. Si entiende que los beneficios obtenidos por tales directivos son excesivos, ¿por qué no sube los tramos altos del IRPF y les deja que ganen lo que quieran?— Luis Rodríguez Lobato en el País, cartas al director
Fraude Electoral
Soy socio de una cooperativa. Hace unos meses vino a mi empresa un comercial ofreciéndonos la materia prima que utilizamos a unos precios y con unas ventajas muy interesantes, he de decir que no estábamos muy contentos con el proveedor que teníamos. Firmamos un contrato con él por cuatro años como proveedor principal.
Pasados unos meses de la firma del contrato, los productos que nos traía y los precios no coincidían con lo acordado, eran de peor calidad y más caros. Hablamos con él y nos explicó que a su empresa tampoco le gustaba incumplir el contrato, pero que a su vez, las circunstancias del mercado y su proveedor, que era de otro país, les estaban obligando a aceptar condiciones distintas a las pactadas. Por esa vez aceptamos.
Unos meses después los productos y los precios volvían a empeorar, se seguía incumpliendo lo firmado en contrato y lo prometido después. Reunidos en asamblea, los socios de la cooperativa, decidimos denunciar el contrato por incumplimiento y buscar otro proveedor que no nos mintiera.
Lo has entendido correctamente. Soy español, mi empresa es España y el comercial el PP.— Reyes Maestre Fraguas, en El País, cartas al director.
Ahora, tras los últimos recortes, el Gobierno se empeña en hacernos creer que sus decisiones son la única opción política posible.
Modestamente, quiero aportarle dos ideas que suponen una alternativa. La primera, me la ha sugerido la afirmación del ministro de Hacienda de que es necesario subir el IVA porque hay quienes no lo pagan. Si el ministro sabe que hay quienes no pagan, y siguen sin pagar tras la reforma, ¿por qué no persigue a los defraudadores en lugar de aumentar el porcentaje de los que ya pagan?
La segunda, me surge a partir de las declaraciones recientes del ministro de Economía. Pide a las grandes empresas que reduzcan el sueldo de sus directivos. Si entiende que los beneficios obtenidos por tales directivos son excesivos, ¿por qué no sube los tramos altos del IRPF y les deja que ganen lo que quieran?— Luis Rodríguez Lobato en el País, cartas al director
Fraude Electoral
Soy socio de una cooperativa. Hace unos meses vino a mi empresa un comercial ofreciéndonos la materia prima que utilizamos a unos precios y con unas ventajas muy interesantes, he de decir que no estábamos muy contentos con el proveedor que teníamos. Firmamos un contrato con él por cuatro años como proveedor principal.
Pasados unos meses de la firma del contrato, los productos que nos traía y los precios no coincidían con lo acordado, eran de peor calidad y más caros. Hablamos con él y nos explicó que a su empresa tampoco le gustaba incumplir el contrato, pero que a su vez, las circunstancias del mercado y su proveedor, que era de otro país, les estaban obligando a aceptar condiciones distintas a las pactadas. Por esa vez aceptamos.
Unos meses después los productos y los precios volvían a empeorar, se seguía incumpliendo lo firmado en contrato y lo prometido después. Reunidos en asamblea, los socios de la cooperativa, decidimos denunciar el contrato por incumplimiento y buscar otro proveedor que no nos mintiera.
Lo has entendido correctamente. Soy español, mi empresa es España y el comercial el PP.— Reyes Maestre Fraguas, en El País, cartas al director.
viernes, 4 de mayo de 2012
El fraude fiscal en España
La delicada situación económica y social que afecta a España podría poner en riesgo el mantenimiento de nuestro Estado del Bienestar. Para evitarlo, es necesario obtener en los próximos años una financiación impositiva suficiente y equitativa, traducida en mayores ingresos fiscales que permitan reducir el déficit público sin recurrir a sacrificios en gastos sociales. Ello requiere una actuación verdaderamente eficiente por parte de la Administración Tributaria, que tiene que extender su actuación a la generalidad de los contribuyentes y repartiendo entre ellos, de forma equitativa, la carga impositiva conforme a su capacidad económica. Un objetivo que precisa del compromiso de las Administraciones Públicas responsables de la gestión y de toda la sociedad: gobierno, parlamento, partidos, agentes sociales y ciudadanos.
Los estudios académicos sobre el fraude fiscal han apuntado a dos conclusiones principales sobre las cuales se ha formado un amplio consenso, a saber: que el cumplimiento tributario disminuye cuando aumentan los impuestos con una administración tributaria poco eficaz (compensando y neutralizando los efectos recaudatorios de las subidas de impuestos); y que este mismo cumplimiento tributario aumenta cuando la Administración Tributaria mejora sus procedimientos de gestión y control, lo que revela la rentabilidad recaudatoria y social y el efecto multiplicador de la inversión en recursos para la gestión tributaria.
Por ello, en estos momentos de crisis económica, con un déficit cifrado a finales del año 2011 en 91.000 millones de euros y que amenaza con mantenerse en niveles elevados en los próximos años, es cuando se presenta una oportunidad excepcional y a la vez necesaria para afrontar, en positivo, una lucha eficaz para la prevención, detección y sanción del fraude fiscal.
Nuestra clase política deberá afrontar el reto de tomar decisiones trascendentes en estos momentos de dificultad y apostar valientemente por un modelo fiscal que garantice un desarrollo social y económico sostenible. Pero, ¿qué es el fraude fiscal? ¿Es la factura del fontanero con o sin IVA? ¿Los 2,4 millones de euros que la Audiencia Nacional condena pagar a Luis Figo a Hacienda referidos a una controversia por derechos de imagen? ¿O la posibilidad de establecer tu residencia en un paraíso fiscal para no tributar a la Hacienda Española?
El fraude fiscal es simplemente el hecho de dejar de ingresar a la Hacienda Pública. Pero nunca una definición tan simple tuvo efectos tan demoledores, porque supone, por un lado, una disminución de ingresos al Estado que nos permitirían costear esos servicios públicos indispensables que están siendo recortados en estos momentos, y por el otro, porque legitima una conducta defraudatoria por la cual la gente podría pensar: “todos defraudan. De manera que yo también, si puedo, defraudaré”.
Es importante delimitar si estamos o no hablando de cifras elevadas.
Los diferentes estudios elaborados sobre la materia coinciden en estimar una cifra de fraude fiscal en torno al 23% del PIB, lo cual supone que cerca de 89.000 millones de euros dejan de ingresarse anualmente. O dicho de otra manera, que uno de cada cuatro euros se escapan del control fiscal. Aún más preocupante es que nuestras cifras de fraude se sitúen diez puntos por encima de la media de nuestros países vecinos de la Unión Europea.
Y hablamos de la media, no de aquellos países con una mayor conciencia fiscal cuyas cifras de fraude están alrededor del 4%, como podrían ser Suecia o Dinamarca. De manera que es menester tener claro que sólo con rebajar nuestro fraude en estos diez puntos que nos diferencian de la media de los países de nuestro entorno, ingresaríamos anualmente cerca de 38.000 millones de euros, quince veces más que lo que se espera recaudar mediante la amnistía fiscal anunciada por el gobierno del Partido Popular.
Pero hemos de ahondar aún más en el problema del fraude y preguntarnos quién defrauda estas enormes cantidades, así como cuáles son los mecanismos para eludir al Fisco. En lo que se refiere a la primera pregunta, es sin duda más fácil visualizar a quien realmente no defrauda, esto es, la clase asalariada. Actualmente, las arcas del Estado se nutren básicamente de dos impuestos que recaen directamente sobre ella: por una parte, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que supuso en el último ejercicio liquidado un 44% de los ingresos por impuestos, siendo las rentas del trabajo quienes aportaron el 83,7% de la recaudación; y por otra, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), un impuesto totalmente regresivo que no discrimina en su tributación la capacidad económica del obligado a su pago y que aporta un 32% del importe de la recaudación por impuesto de nuestro país. En el otro vértice de la justicia impositiva, estarían los que sí defraudan al Estado, y al respecto se estima que más del 72% del fraude lo cometen actualmente los grandes patrimonios y las grandes empresas.
Podemos aportar como dato empírico el hecho de que, al cierre del ejercicio 2010, existían en nuestro país 3.113 Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV) que gestionaban un patrimonio acumulado de 26.154,3 millones de euros, reguladas por una normativa del todo ventajosa que no las empuja a gestionar el patrimonio de un conjunto de partícipes, sino a gestionar y aminorar la tributación de grandes patrimonios individuales.
De modo que, cuando hablamos de grande patrimonios, surge inevitablemente una pregunta: ¿para cuándo un impuesto sobre grandes patrimonios que grave no sólo la renta titularidad de las personas físicas, sino la totalidad de la renta real que se esconde tras estas sociedades instrumentales, muchas veces a través de entramados que acaban irremediablemente gestionados por empresas fantasma domiciliadas en paraísos fiscales? Sin entrar en las sofisticadas y modernas normativas fiscales de determinados países como Belize, Panamá, Luxemburgo, podemos poner aquí el ejemplo de la Isla de Sark, que en 2005 tenía una población de 575 habitantes al tiempo que poseía domiciliadas a más de 15.000 empresas (y uno sólo de sus residentes era el director financiero —figura similar al administrador de la sociedad en nuestra normativa estatal— de más de 2.400 de ellas). Actualmente, estos territorios están contribuyendo con su singular aportación a la pesadilla financiera que vivimos. Su insolidaridad hace que la disminución de los ingresos impositivos de los Estados, tan necesarios en el contexto actual, haga peligrar nuestro Estado del Bienestar y el mantenimiento de sus prestaciones sociales básicas. Para dar una idea de la eficacia de estos paraísos fiscales, baste con decir que la empresa de asesoramiento económico Merrill Lynch estima que unos seis billones de dólares están depositados en estos territorios, lo que supone casi un tercio de los activos de las fortunas particulares del planeta. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional calcula que una cuarta parte de la riqueza mundial se oculta en ellos, mientras que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) piensa que la evasión fiscal de los países que forman parte de ella y que se realiza a través de los paraísos fiscales, llega a los 600.000 millones de dólares.
Qué duda cabe de que no podemos permitirnos estos agujeros fiscales en un momento en que asistimos a un auténtico desplome de nuestros ingresos tributarios. Entre los años 2007 y 2010 el volumen de ingresos tributarios ha descendido en 41.140 millones de euros, lo que equivale a una caída impositiva de más del 20% en términos de recaudación. Desde luego, hay instrumentos para erradicar el fraude fiscal. Otra cosa es que se disponga plenamente de ellos. En este sentido, España es un caso paradigmático: pese a tener un nivel de economía sumergida en torno al 23% de su PIB —porcentaje sólo comparable a Grecia e Italia—, cuenta con un empleado de la Agencia Tributaria por cada 1.680 contribuyentes: un indicador tres veces inferior al de la media de los países de la OCDE y cinco veces inferior a países vecinos como Francia o Alemania. ¿Es el problema realmente grave? Sí, y espero que le lectura de este artículo ayude al lector a tener una dimensión exacta de su magnitud.
El descenso de ingresos tributarios, unido al enorme fraude fiscal existente y al inevitable aumento de gastos sociales derivado del pago de prestaciones sociales en tiempos de crisis, hacen que la situación económica del país peligre seriamente y que las necesidades de ingresos impositivos cobren una importancia primordial.
Ante tal situación, el pasado viernes 31 de marzo de 2012, el gobierno del PP aprobó una amnistía fiscal que durará ocho meses y que permitirá a las empresas y personas que defraudaron regularizar su situación con el Fisco mediante una tasa blanda del 10% de los saldos en cuentas opacas o del precio de los inmuebles y/o acciones en los que invirtieron las cantidades ocultadas. Como no podía ser de otra manera, esta amnistía viene acompañada de la clásica advertencia de aumento de sanciones, intensificación de la lucha contra el fraude y de la declaración de que “ésta será la última amnistía”, siguiendo el guión de las anteriores amnistías fiscales de 1977, 1984 y 1991 y de la amnistía laboral de 2011. Así, cualquier contribuyente, o, mejor dicho, cualquier no contribuyente podrá regularizar su situación tributaria, es decir, blanquear su dinero oculto por un pago único del 10%.
Pero hemos de ser coherentes y decir que el gran inconveniente de cualquier amnistía de este tipo es que raya los límites del principio de igualdad tributaria sancionado por el artículo 31 de la Constitución española, ya que supone un agravio comparativo para los contribuyentes que cumplen con sus obligaciones fiscales y que soportan tipos superiores que llegan hasta el 52% en el IRPF, mientras que los defraudadores podrán saldar sus cuentas con el Fisco a precio de saldo. Además, podemos señalar una serie de graves defectos que la amnistía fiscal va a provocar en el funcionamiento de nuestro sistema tributario.
Por de pronto, esta medida da a entender que el Gobierno reconoce la incapacidad de la Agencia Estatal Tributaria para luchar contra la economía sumergida, lo que choca frontalmente con los reiterados anuncios del Ejecutivo de potenciar la lucha contra el fraude. De hecho, entre 1980 y 2008, mientras el volumen de la economía española se duplicó, la economía sumergida se multiplicó por cuatro. A mayor abundamiento, la tasa del 10% se considera “cuota declarada”, lo que evitará la persecución de delitos fiscales a un precio de saldo evitando la condena penal, pagar la cuotas defraudadas, las multas de hasta seis veces el importe de la cuota descubierta, la responsabilidades civiles y los antecedentes penales. Es decir, la amnistía permite enjuagar los mayores fraudes cometidos.
Ante estas premisas, va a ser difícil explicar a la opinión pública los motivos por los que se suben los impuestos a los ciudadanos que ya los pagan y se aprueban amnistías para quienes defraudan. Pero no todo ha de ser un mensaje pesimista. Si la situación global de crisis y déficit ha propiciado una amnistía fiscal, pongámonos a trabajar por una Administración Tributaria realmente eficiente que rebaje drásticamente las cifras del fraude fiscal. Es del todo incoherente anunciar una amnistía fiscal si, al mismo tiempo, no se regula el sector como es debido para que este episodio no vuelva a repetirse y no nos viéramos obligados a hablar en futuro de una nueva amnistía a causa de la impotencia por detectar el fraude en nuestro país. Ante ello, el Gobierno está trabajando en un Anteproyecto de Ley de Medidas para la Prevención y Control del Fraude Fiscal, del cual podemos destacar como medidas anunciadas la prohibición del pago en metálico por importe superior a 2.500 euros, la eliminación de determinados obligados tributarios al régimen de estimación objetiva (los conocidos módulos) y un control más exhaustivo de las rentas en países terceros.
Es evidente que estas medidas no son más que una tirita aplicada a nuestra hemorragia fiscal. Sin embargo, ¿existirá voluntad política para aplicar nuevas medidas, regulaciones y reformas que permitan acabar con el fraude fiscal, o permitiremos que el fraude se mantenga y cuadraremos el déficit con recortes del gasto público?
Me permito concluir: no más recortes al gasto público y sí más recortes… al fraude fiscal. Miguel Ángel Mayo.
Miguel Ángel Mayo es coordinador en Cataluña del Sindicato de Técnicos de Hacienda y miembro de la Plataforma por una Fiscalidad Justa, Ambiental y Sostenible.
Fuente:
http://www.mientrastanto.org/boletin-102/notas/el-fraude-fiscal-en-espana
Los estudios académicos sobre el fraude fiscal han apuntado a dos conclusiones principales sobre las cuales se ha formado un amplio consenso, a saber: que el cumplimiento tributario disminuye cuando aumentan los impuestos con una administración tributaria poco eficaz (compensando y neutralizando los efectos recaudatorios de las subidas de impuestos); y que este mismo cumplimiento tributario aumenta cuando la Administración Tributaria mejora sus procedimientos de gestión y control, lo que revela la rentabilidad recaudatoria y social y el efecto multiplicador de la inversión en recursos para la gestión tributaria.
Por ello, en estos momentos de crisis económica, con un déficit cifrado a finales del año 2011 en 91.000 millones de euros y que amenaza con mantenerse en niveles elevados en los próximos años, es cuando se presenta una oportunidad excepcional y a la vez necesaria para afrontar, en positivo, una lucha eficaz para la prevención, detección y sanción del fraude fiscal.
Nuestra clase política deberá afrontar el reto de tomar decisiones trascendentes en estos momentos de dificultad y apostar valientemente por un modelo fiscal que garantice un desarrollo social y económico sostenible. Pero, ¿qué es el fraude fiscal? ¿Es la factura del fontanero con o sin IVA? ¿Los 2,4 millones de euros que la Audiencia Nacional condena pagar a Luis Figo a Hacienda referidos a una controversia por derechos de imagen? ¿O la posibilidad de establecer tu residencia en un paraíso fiscal para no tributar a la Hacienda Española?
El fraude fiscal es simplemente el hecho de dejar de ingresar a la Hacienda Pública. Pero nunca una definición tan simple tuvo efectos tan demoledores, porque supone, por un lado, una disminución de ingresos al Estado que nos permitirían costear esos servicios públicos indispensables que están siendo recortados en estos momentos, y por el otro, porque legitima una conducta defraudatoria por la cual la gente podría pensar: “todos defraudan. De manera que yo también, si puedo, defraudaré”.
Es importante delimitar si estamos o no hablando de cifras elevadas.
Los diferentes estudios elaborados sobre la materia coinciden en estimar una cifra de fraude fiscal en torno al 23% del PIB, lo cual supone que cerca de 89.000 millones de euros dejan de ingresarse anualmente. O dicho de otra manera, que uno de cada cuatro euros se escapan del control fiscal. Aún más preocupante es que nuestras cifras de fraude se sitúen diez puntos por encima de la media de nuestros países vecinos de la Unión Europea.
Y hablamos de la media, no de aquellos países con una mayor conciencia fiscal cuyas cifras de fraude están alrededor del 4%, como podrían ser Suecia o Dinamarca. De manera que es menester tener claro que sólo con rebajar nuestro fraude en estos diez puntos que nos diferencian de la media de los países de nuestro entorno, ingresaríamos anualmente cerca de 38.000 millones de euros, quince veces más que lo que se espera recaudar mediante la amnistía fiscal anunciada por el gobierno del Partido Popular.
Pero hemos de ahondar aún más en el problema del fraude y preguntarnos quién defrauda estas enormes cantidades, así como cuáles son los mecanismos para eludir al Fisco. En lo que se refiere a la primera pregunta, es sin duda más fácil visualizar a quien realmente no defrauda, esto es, la clase asalariada. Actualmente, las arcas del Estado se nutren básicamente de dos impuestos que recaen directamente sobre ella: por una parte, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que supuso en el último ejercicio liquidado un 44% de los ingresos por impuestos, siendo las rentas del trabajo quienes aportaron el 83,7% de la recaudación; y por otra, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), un impuesto totalmente regresivo que no discrimina en su tributación la capacidad económica del obligado a su pago y que aporta un 32% del importe de la recaudación por impuesto de nuestro país. En el otro vértice de la justicia impositiva, estarían los que sí defraudan al Estado, y al respecto se estima que más del 72% del fraude lo cometen actualmente los grandes patrimonios y las grandes empresas.
Podemos aportar como dato empírico el hecho de que, al cierre del ejercicio 2010, existían en nuestro país 3.113 Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV) que gestionaban un patrimonio acumulado de 26.154,3 millones de euros, reguladas por una normativa del todo ventajosa que no las empuja a gestionar el patrimonio de un conjunto de partícipes, sino a gestionar y aminorar la tributación de grandes patrimonios individuales.
De modo que, cuando hablamos de grande patrimonios, surge inevitablemente una pregunta: ¿para cuándo un impuesto sobre grandes patrimonios que grave no sólo la renta titularidad de las personas físicas, sino la totalidad de la renta real que se esconde tras estas sociedades instrumentales, muchas veces a través de entramados que acaban irremediablemente gestionados por empresas fantasma domiciliadas en paraísos fiscales? Sin entrar en las sofisticadas y modernas normativas fiscales de determinados países como Belize, Panamá, Luxemburgo, podemos poner aquí el ejemplo de la Isla de Sark, que en 2005 tenía una población de 575 habitantes al tiempo que poseía domiciliadas a más de 15.000 empresas (y uno sólo de sus residentes era el director financiero —figura similar al administrador de la sociedad en nuestra normativa estatal— de más de 2.400 de ellas). Actualmente, estos territorios están contribuyendo con su singular aportación a la pesadilla financiera que vivimos. Su insolidaridad hace que la disminución de los ingresos impositivos de los Estados, tan necesarios en el contexto actual, haga peligrar nuestro Estado del Bienestar y el mantenimiento de sus prestaciones sociales básicas. Para dar una idea de la eficacia de estos paraísos fiscales, baste con decir que la empresa de asesoramiento económico Merrill Lynch estima que unos seis billones de dólares están depositados en estos territorios, lo que supone casi un tercio de los activos de las fortunas particulares del planeta. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional calcula que una cuarta parte de la riqueza mundial se oculta en ellos, mientras que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) piensa que la evasión fiscal de los países que forman parte de ella y que se realiza a través de los paraísos fiscales, llega a los 600.000 millones de dólares.
Qué duda cabe de que no podemos permitirnos estos agujeros fiscales en un momento en que asistimos a un auténtico desplome de nuestros ingresos tributarios. Entre los años 2007 y 2010 el volumen de ingresos tributarios ha descendido en 41.140 millones de euros, lo que equivale a una caída impositiva de más del 20% en términos de recaudación. Desde luego, hay instrumentos para erradicar el fraude fiscal. Otra cosa es que se disponga plenamente de ellos. En este sentido, España es un caso paradigmático: pese a tener un nivel de economía sumergida en torno al 23% de su PIB —porcentaje sólo comparable a Grecia e Italia—, cuenta con un empleado de la Agencia Tributaria por cada 1.680 contribuyentes: un indicador tres veces inferior al de la media de los países de la OCDE y cinco veces inferior a países vecinos como Francia o Alemania. ¿Es el problema realmente grave? Sí, y espero que le lectura de este artículo ayude al lector a tener una dimensión exacta de su magnitud.
El descenso de ingresos tributarios, unido al enorme fraude fiscal existente y al inevitable aumento de gastos sociales derivado del pago de prestaciones sociales en tiempos de crisis, hacen que la situación económica del país peligre seriamente y que las necesidades de ingresos impositivos cobren una importancia primordial.
Ante tal situación, el pasado viernes 31 de marzo de 2012, el gobierno del PP aprobó una amnistía fiscal que durará ocho meses y que permitirá a las empresas y personas que defraudaron regularizar su situación con el Fisco mediante una tasa blanda del 10% de los saldos en cuentas opacas o del precio de los inmuebles y/o acciones en los que invirtieron las cantidades ocultadas. Como no podía ser de otra manera, esta amnistía viene acompañada de la clásica advertencia de aumento de sanciones, intensificación de la lucha contra el fraude y de la declaración de que “ésta será la última amnistía”, siguiendo el guión de las anteriores amnistías fiscales de 1977, 1984 y 1991 y de la amnistía laboral de 2011. Así, cualquier contribuyente, o, mejor dicho, cualquier no contribuyente podrá regularizar su situación tributaria, es decir, blanquear su dinero oculto por un pago único del 10%.
Pero hemos de ser coherentes y decir que el gran inconveniente de cualquier amnistía de este tipo es que raya los límites del principio de igualdad tributaria sancionado por el artículo 31 de la Constitución española, ya que supone un agravio comparativo para los contribuyentes que cumplen con sus obligaciones fiscales y que soportan tipos superiores que llegan hasta el 52% en el IRPF, mientras que los defraudadores podrán saldar sus cuentas con el Fisco a precio de saldo. Además, podemos señalar una serie de graves defectos que la amnistía fiscal va a provocar en el funcionamiento de nuestro sistema tributario.
Por de pronto, esta medida da a entender que el Gobierno reconoce la incapacidad de la Agencia Estatal Tributaria para luchar contra la economía sumergida, lo que choca frontalmente con los reiterados anuncios del Ejecutivo de potenciar la lucha contra el fraude. De hecho, entre 1980 y 2008, mientras el volumen de la economía española se duplicó, la economía sumergida se multiplicó por cuatro. A mayor abundamiento, la tasa del 10% se considera “cuota declarada”, lo que evitará la persecución de delitos fiscales a un precio de saldo evitando la condena penal, pagar la cuotas defraudadas, las multas de hasta seis veces el importe de la cuota descubierta, la responsabilidades civiles y los antecedentes penales. Es decir, la amnistía permite enjuagar los mayores fraudes cometidos.
Ante estas premisas, va a ser difícil explicar a la opinión pública los motivos por los que se suben los impuestos a los ciudadanos que ya los pagan y se aprueban amnistías para quienes defraudan. Pero no todo ha de ser un mensaje pesimista. Si la situación global de crisis y déficit ha propiciado una amnistía fiscal, pongámonos a trabajar por una Administración Tributaria realmente eficiente que rebaje drásticamente las cifras del fraude fiscal. Es del todo incoherente anunciar una amnistía fiscal si, al mismo tiempo, no se regula el sector como es debido para que este episodio no vuelva a repetirse y no nos viéramos obligados a hablar en futuro de una nueva amnistía a causa de la impotencia por detectar el fraude en nuestro país. Ante ello, el Gobierno está trabajando en un Anteproyecto de Ley de Medidas para la Prevención y Control del Fraude Fiscal, del cual podemos destacar como medidas anunciadas la prohibición del pago en metálico por importe superior a 2.500 euros, la eliminación de determinados obligados tributarios al régimen de estimación objetiva (los conocidos módulos) y un control más exhaustivo de las rentas en países terceros.
Es evidente que estas medidas no son más que una tirita aplicada a nuestra hemorragia fiscal. Sin embargo, ¿existirá voluntad política para aplicar nuevas medidas, regulaciones y reformas que permitan acabar con el fraude fiscal, o permitiremos que el fraude se mantenga y cuadraremos el déficit con recortes del gasto público?
Me permito concluir: no más recortes al gasto público y sí más recortes… al fraude fiscal. Miguel Ángel Mayo.
Miguel Ángel Mayo es coordinador en Cataluña del Sindicato de Técnicos de Hacienda y miembro de la Plataforma por una Fiscalidad Justa, Ambiental y Sostenible.
Fuente:
http://www.mientrastanto.org/boletin-102/notas/el-fraude-fiscal-en-espana
jueves, 15 de diciembre de 2011
Gestha: "el 71% de la evasión fiscal anual la cometen las grandes empresas y fortunas de España"
Según un informe publicado ayer por el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, que también señala que un control efectivo del fraude fiscal eliminaría la necesidad de aumentar los impuestos y exigir nuevos sacrificios a los españoles.
España es el tercer país más defraudador en el ranking de economías sumergidas de la UE-15, con un 23,3% de su PIB, según un informe publicado por los técnicos de Hacienda (Gestha) que también señala la "poca ambición" del Ministerio de Economía y Hacienda en la lucha contra el fraude, ya que "dedica el 80% de la plantilla a la comprobación e investigación de los pequeños fraudes e irregularidades de autónomos, pequeñas empresas y de algún trabajador que haya olvidado alguna partida en su declaración", mientras que el 71% de la evasión la cometen las grandes fortunas y las grandes empresas.
Fuente:
http://tercerainformacion.es/spip.php?article31939
España es el tercer país más defraudador en el ranking de economías sumergidas de la UE-15, con un 23,3% de su PIB, según un informe publicado por los técnicos de Hacienda (Gestha) que también señala la "poca ambición" del Ministerio de Economía y Hacienda en la lucha contra el fraude, ya que "dedica el 80% de la plantilla a la comprobación e investigación de los pequeños fraudes e irregularidades de autónomos, pequeñas empresas y de algún trabajador que haya olvidado alguna partida en su declaración", mientras que el 71% de la evasión la cometen las grandes fortunas y las grandes empresas.
Fuente:
http://tercerainformacion.es/spip.php?article31939
martes, 15 de febrero de 2011
Alan Greenspan: Los banqueros han robado … a todos, en todo el mundo.
Greenspan: Los banqueros han robado... a todos, en todo el mundo.
Número de banqueros en la carcel…cero.
Traducción de audio:
Hay dos reformas que necesitamos para crear unos niveles adecuados de uniformidad y tener unos estatutos más exigentes del control del fraude actual... lo que quiero decir esta noche... es que se han hecho cosas ciertamente ilegales y claramente criminales en algunos casos.
Quiero decir que el fraude es un hecho... el fraude crea una desestabilización considerable en mercados competitivos. Si no te puedes fiar de tus competidores... nada funciona... y esto es lo que ha pasado. Fuente de la noticia: http://estrategumtrading.com/2010/11/12/greenspan-los-banqueros-han-robado-a-todos-en-todo-el-mundo/
Número de banqueros en la carcel…cero.
Traducción de audio:
Hay dos reformas que necesitamos para crear unos niveles adecuados de uniformidad y tener unos estatutos más exigentes del control del fraude actual... lo que quiero decir esta noche... es que se han hecho cosas ciertamente ilegales y claramente criminales en algunos casos.
Quiero decir que el fraude es un hecho... el fraude crea una desestabilización considerable en mercados competitivos. Si no te puedes fiar de tus competidores... nada funciona... y esto es lo que ha pasado. Fuente de la noticia: http://estrategumtrading.com/2010/11/12/greenspan-los-banqueros-han-robado-a-todos-en-todo-el-mundo/
jueves, 11 de marzo de 2010
Fraude en los viñedos franceses. California importó 135.000 hectolitros de falso pinot noir entre 2006 y 2008
La estafa fue grande, y el desprestigio, aún más. El fraude duró dos años, periodo en el que 135.000 hectolitros (18 millones de botellas) de vino elaborado con uvas pinot noir, uno de los más apreciados del mundo, viajaron de Francia a California. La trama del morapio se fraguó, según el fallo judicial del pasado 17 de febrero, entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de marzo de 2008
La estafa fue grande, y el desprestigio, aún más. El fraude duró dos años, periodo en el que 135.000 hectolitros (18 millones de botellas) de vino elaborado con uvas pinot noir, uno de los más apreciados del mundo, viajaron de Francia a California.
La trama del morapio se fraguó, según el fallo judicial del pasado 17 de febrero, entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de marzo de 2008. Salpica a 12 hombres de negocios, agentes de Bolsa, vinicultores y bodegas de cooperativas y de particulares, todos franceses, todos ligados al mundo de la uva. Al presidente del Tribunal Correccional de Carcassonne, Jean-Hugues Desfontaines, poco le importó que las empresas californianas, supuestamente estafadas, no formasen parte de la acusación. En su veredicto multó a los 12 y condicionó la libertad de 9 de ellos a que no infrinjan la ley en los próximos meses. "Este engaño causa un severo perjuicio a nuestros vinos y a nuestra imagen", dijo Desfontaines, que no encarceló a nadie, pero sí elevó las multas. Una inspección antifraude realizada a la sociedad mercantil Ducasse destapa el embrollo. Entonces se descubre que los franceses hoy amonestados engatusaron a los californianos haciéndoles creer que adquirían un vino etiquetado como pinot noir, cuando en realidad estaba elaborado con una mezcla de uvas syrah y merlot, que cuestan la mitad. Las ganancias fraudulentas ascendieron a siete millones de euros.
La sentencia considera al director de la sociedad de negocios Ducasse, Claude Courset, "cabecilla del engaño". El falso pinot noir pasaba de unos intermediarios a otros mientras su precio se disparaba. Entre la maraña de sociedades condenadas, la principal escarmentada es Sieur D'Arques, un conocido negocio familiar afincado en la ciudad de Limoux (departamento de Aude), que tendrá que abonar 180.000 euros.
¿Y entre las timadas? Está Constellation, número uno del mundo en el negocio del vino, y E & J. Gallo, otra gigante, ambas de California. Contra todo pronóstico, ninguna denunció la venta a granel del falso buen vino. Sólo un bufete de Los Ángeles, Kingsley & Kingsley, se ha querellado contra los proveedores franceses y contra una de las estafadas, Gallo, a quien acusa de "saber que lo que vendía no era pinot". Para Guy Woodward, director de la revista Decanter, la "comedia" nace "del torpe intento" de las distribuidoras californianas "de aprovechar la locura por el pinot noir. No dice mucho de la profesionalidad de ambas el que sus compradores no supieran distinguir entre pinot, merlot y syrah", razona Woodward. ..."empresas y Administraciones locales cierran los ojos ante la manipulación fraudulenta de marcas de prestigio"...
"Es una triste verdad, pero hay una gran cantidad de vino falso en todas partes", avisa Woodward. Estos días, la Xunta de Galicia investiga si hubo fraude con unas etiquetas que no corresponderían al Ribeiro de la zona. En 2007 se descubrió que el Brunello toscano, que sólo usa la exclusiva uva sangiovese para su elaboración, fue mezclado con vino del sur. Similares polémicas se abatieron hace no tanto sobre los viñedos del Beaujolais y de Burdeos (Francia) o del Piamonte y del Véneto (Italia) El galimatías recuerda alguna escena de la película Entre copas (2005). En ella, Miles (Paul Giamatti), diestro en vinos, demuestra a su amigo Jack (Thomas Haden Church) su amor por el pinot noir y su desprecio por el merlot. Gracias al filme, en EE UU se vendió un 147% más de pinot aquel año. ¿De pinot del bueno?
PABLO GARCÍA 07/03/2010 (El País) Seguir aquí.
La estafa fue grande, y el desprestigio, aún más. El fraude duró dos años, periodo en el que 135.000 hectolitros (18 millones de botellas) de vino elaborado con uvas pinot noir, uno de los más apreciados del mundo, viajaron de Francia a California.
La trama del morapio se fraguó, según el fallo judicial del pasado 17 de febrero, entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de marzo de 2008. Salpica a 12 hombres de negocios, agentes de Bolsa, vinicultores y bodegas de cooperativas y de particulares, todos franceses, todos ligados al mundo de la uva. Al presidente del Tribunal Correccional de Carcassonne, Jean-Hugues Desfontaines, poco le importó que las empresas californianas, supuestamente estafadas, no formasen parte de la acusación. En su veredicto multó a los 12 y condicionó la libertad de 9 de ellos a que no infrinjan la ley en los próximos meses. "Este engaño causa un severo perjuicio a nuestros vinos y a nuestra imagen", dijo Desfontaines, que no encarceló a nadie, pero sí elevó las multas. Una inspección antifraude realizada a la sociedad mercantil Ducasse destapa el embrollo. Entonces se descubre que los franceses hoy amonestados engatusaron a los californianos haciéndoles creer que adquirían un vino etiquetado como pinot noir, cuando en realidad estaba elaborado con una mezcla de uvas syrah y merlot, que cuestan la mitad. Las ganancias fraudulentas ascendieron a siete millones de euros.
La sentencia considera al director de la sociedad de negocios Ducasse, Claude Courset, "cabecilla del engaño". El falso pinot noir pasaba de unos intermediarios a otros mientras su precio se disparaba. Entre la maraña de sociedades condenadas, la principal escarmentada es Sieur D'Arques, un conocido negocio familiar afincado en la ciudad de Limoux (departamento de Aude), que tendrá que abonar 180.000 euros.
¿Y entre las timadas? Está Constellation, número uno del mundo en el negocio del vino, y E & J. Gallo, otra gigante, ambas de California. Contra todo pronóstico, ninguna denunció la venta a granel del falso buen vino. Sólo un bufete de Los Ángeles, Kingsley & Kingsley, se ha querellado contra los proveedores franceses y contra una de las estafadas, Gallo, a quien acusa de "saber que lo que vendía no era pinot". Para Guy Woodward, director de la revista Decanter, la "comedia" nace "del torpe intento" de las distribuidoras californianas "de aprovechar la locura por el pinot noir. No dice mucho de la profesionalidad de ambas el que sus compradores no supieran distinguir entre pinot, merlot y syrah", razona Woodward. ..."empresas y Administraciones locales cierran los ojos ante la manipulación fraudulenta de marcas de prestigio"...
"Es una triste verdad, pero hay una gran cantidad de vino falso en todas partes", avisa Woodward. Estos días, la Xunta de Galicia investiga si hubo fraude con unas etiquetas que no corresponderían al Ribeiro de la zona. En 2007 se descubrió que el Brunello toscano, que sólo usa la exclusiva uva sangiovese para su elaboración, fue mezclado con vino del sur. Similares polémicas se abatieron hace no tanto sobre los viñedos del Beaujolais y de Burdeos (Francia) o del Piamonte y del Véneto (Italia) El galimatías recuerda alguna escena de la película Entre copas (2005). En ella, Miles (Paul Giamatti), diestro en vinos, demuestra a su amigo Jack (Thomas Haden Church) su amor por el pinot noir y su desprecio por el merlot. Gracias al filme, en EE UU se vendió un 147% más de pinot aquel año. ¿De pinot del bueno?
PABLO GARCÍA 07/03/2010 (El País) Seguir aquí.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)