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viernes, 6 de mayo de 2016

Entrevista a Frei Betto, teólogo y filósofo referente en el pensamiento latinoamericano. "Los errores de la izquierda son no organizar ni politizar al pueblo"

Carlos Alberto Libânio Christo, más conocido como Frei Betto, teólogo, filósofo y antropólogo, es uno de las grandes y escasas personalidades con mucha influencia en Latinoamérica. Sus más de cincuenta libros, el compromiso con los movimientos libertarios de Latinoamérica, su amistad con el líder de Cuba Fidel Castro y otras grandes personalidades como el recién canonizado Monseñor Óscar Arnulfo Romero de El Salvador, le convierten en un referente de la historia contemporánea latinoamericana.

En esta oportunidad, tras ser galardonado por la Universidad Nacional de Costa Rica, en el marco del VII Encuentro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra, por su trayectoria intelectual y humanística, Frei Betto, nos ofrece sus puntos de vista sobre la reciente actividad política de Latinoamérica que está estremeciendo a gobiernos democrático-populares de izquierda.

– ¿Qué te parece cómo se está configurando Latinoamérica? Sube la izquierda y ahora parece que va para abajo.
Bueno, en los últimos cincuenta años tuvimos tres grandes ciclos en Latinoamérica: primero el ciclo de las dictaduras militares, allí fracasaron; después vinieron los gobiernos neoliberales, mesiánicos neoliberales, Collor en Brasil, Fujimori en Perú, Menem en Argentina, García Meza en Bolivia, Caldera en Venezuela [1], y por ahí va. También fracasaron y fueron rechazados por el pueblo en elecciones. Entonces llegaron los gobiernos democráticos-populares, y ahora hay una amenaza: que esos gobiernos van a ser rechazados por, de nuevo, gobiernos neoliberales como Macri en Argentina [2], entonces tenemos que analizar por qué pasa eso.

Desde mi punto de vista, todos esos gobiernos han representado grandes avances sociales, también en la política exterior, soberanía, independencia antiimperialista, pero han cometido dos grandes errores: no han tratado de organizar y politizar al pueblo, un gobierno progresista no se mantiene por consignas, por promesas. Los pueblos pueden soportar la dificultad, como pasa en Cuba, si tiene formación ideológica para comprender esa dificultad y estar dispuestos al sacrificio.

– ¿No se ha luchado por la conciencia social del pueblo?
 No se ha hecho un trabajo de base, en el sentido de organizar políticamente al pueblo, y ese pueblo está sujeto y por tanto vulnerable, a toda la propaganda de la prensa burguesa que sigue dominando a estos países.

– El ascenso de la burguesía, incluso queriendo derribar gobiernos por la vía democrática que ellos mismos proponen, ¿esto va a significar un serio retroceso para Latinoamérica?
¡Sí! Tenemos que pensar ¿y nosotros qué culpa tenemos de ese proceso? O sea, no basta decir que viene el enemigo, que va a pasar eso. Estamos analizando dos factores: primero, no tratamos de organizar y politizar a la gente, por ejemplo, cuando Lula [3] llegó al gobierno mucha gente pensó que ahora el gobierno era una gran vaca que tiene que tener una teta para cada boca, y muchos movimientos sociales ya no actuaron con decisión, con coraje, ‘estamos esperando que el gobierno va a hacer esto, que el gobierno va a apoyarnos’, y el gobierno no apoyó. El gobierno ha sido muy bueno en muchos aspectos, pero ha sido bastante padre de los pobres y madre de los ricos.

– ¿Mucho asistencialismo?
Mucho asistencialismo, es el segundo factor. Han tratado de facilitar o que el pueblo se haga de bienes personales: computadora, nevera, teléfonos celulares, y no los bienes sociales: educación, salud, vivienda, saneamiento, transporte colectivo, etcétera. Entonces creó mucho más una nación de consumistas que una nación de ciudadanos, y la gente ahora tiene rabia porque ya no puede viajar en avión como pasaba en Brasil en los tiempos de Lula, los pobres podían montar en el vuelo ahora ya no pueden. Entonces tenemos que hacer autocrítica, por qué ahora la gente va a la calle, hace crítica dura a los gobiernos progresistas, por ejemplo en el caso de Venezuela, el desabastecimiento es un problema grave, es muy difícil decir a una persona que no tiene el acceso al mercado de bienes esenciales que apoye al gobierno, pero si esa persona fuera formada políticamente podría entender las dificultades. Un militante guerrillero que está en las selvas pasa por muchas dificultades, pero le mantiene seguro la ideología, eso no se trabajó, en esa formación política.

– La oligarquía, el neoliberalismo, están llevando de nuevo el caos a Latinoamérica, ¿tiene esto que ver también con la estrategia de Estados Unidos de “recuperar su patio trasero”?
Sí porque Estados Unidos, un poco entrecomillas, se ha olvidado de América Latina por todas las guerras en oriente, el narcoterrorismo y todo, y ahora se da cuenta que es hora, de nuevo, apropiarse de América Latina, entonces se trata de que Obama va a visitar a Macri, que Obama diga que el pueblo tiene ahora que decidir en la calle las cosas, y por allí va, o sea no hay que subestimar al enemigo, ellos están muy atentos de nuevo en América Latina, sabe la importancia de lo que hay en el continente, entonces nosotros tenemos, claro, que luchar para evitar esa catástrofe, pero estamos bajo la seria amenaza a nuestros gobiernos, de llegar al gobierno, al poder o poder seguir en las mismas manos, ahora ese poder trata de rechazar esos gobiernos.

– ¿Nos estamos enfrentando de nuevo a las dictaduras o al ascenso de posibles dictaduras?
 No dictaduras en el sentido de lo que pasó en Brasil, no veo ninguna señal de que, por ejemplo, los militares en Brasil tengan ningún interés en gobernar porque salieron muy desmoralizados…
–… me refiero a una dictadura económica…
…Si, a una dictadura de mercado. Una dictadura de mercado está denunciada por el papa Francisco en un documento reciente. Eso sí, la dictadura de mercado es una dictadura muy inteligente, muy sutil, una dictadura que se hace por los medios de comunicación, eso va a seguir mientras vivamos en el capitalismo, no hay otra manera, o sea tenemos que tratar ahora, lo que muchos gobiernos progresistas han tratado, la cuestión de Evo Morales de cómo vamos a salir del capitalismo, cómo vamos a crear las condiciones dentro de las contradicciones actuales para una sociedad pos capitalista, ese es un trabajo que tenemos que hacer ahora.

– Dentro de este contexto, bajo tu óptica, cómo analizas la nueva relación de Estados Unidos y Cuba, pero Estados Unidos no deja las amenazas sobre Cuba.

Dos cosas, primero es necesario para Cuba tener relaciones con Estados Unidos y poner fin al bloqueo, es muy costoso para la vida interna del pueblo de Cuba el mantener el bloqueo, Estados Unidos siempre ha sido mercado importante para los productos cubanos y hay muchos cubanos que viven en los Estados Unidos que mantienen relaciones con sus familiares en Cuba, en fin, Cuba quiere, siempre quiso, tener buenas relaciones con Estados Unidos, esa es una cosa; la segunda cosa, lo que Fidel [4] me dijo el año pasado en un conversatorio, de que Obama cambia los métodos, pero él tiene que cambiar los objetivos, y los objetivos de Obama son claros: la anexación simbólica ideológica de Cuba al sistema capitalista llamado eufemísticamente democracia, entonces no hay ninguna duda, no hay que tener ninguna ingenuidad, que quiere que Cuba vuelva a ser un país predominantemente bajo la dictadura del mercado.

– ¿Está preparada Cuba?
Primero Cuba ve con buenos ojos el acercamiento con Estados Unidos en el sentido diplomático y comercial; segundo sabe que va a haber un choque entre el tsunami consumista con la austeridad revolucionaria, los cubanos están muy seguros que eso va a pasar, entonces ahora tratan de tomar una serie de medidas como por ejemplo se va a evitar inversiones individuales como, por ejemplo, tener un McDonald en cada esquina, esas cosas no van a pasar, todas las asociaciones corporativas tienen un cincuenta y un por ciento de capital y dirección cubana. Ahora se va a discutir en el congreso del partido en el mes de abril para tener profundidad en estos temas.

– Conociendo al capitalismo y sus agentes en todo el mundo, conociendo lo que está sucediendo en Latinoamérica, ¿es posible que Cuba empiece a corromperse, en cierta manera, por los espejitos que le ofrecen?
El peligro de Cuba de transformarse en una mini China, o sea en un país de políticas socialistas con economía capitalista es muy serio, muy serio, entonces hay que llamar la atención sobre ese punto, mas yo creo que los cubanos tienen una conciencia política-ideológica mucho más avanzada que los chinos. Los chinos siempre han tenido gobiernos que vienen de la tradición imperial, muy patriarcal, muy de arriba para abajo, no, en Cuba hay una población participativa en el proceso revolucionario que en su mayoría no quiere un gobierno capitalista, entonces yo tengo mucho más confianza en que ese proceso va a ayudar a priorizar el socialismo cubano no que va a amenazar al socialismo cubano.

– Estaba leyendo en la página de Cubadebate algunos artículos que me parecen bastante temerosos. Los escritores cubanos también se preguntan si la sociedad va a aguantar ese embate. Por cierto, una cerveza publicó un anuncio que causó mucho revuelo en Cuba por ir contra los valores morales establecidos. Hay indicios de que algunos eventos están fuera del control del gobierno.

Riesgos siempre hay, hubo cuando Cuba se acercó a la Unión Soviética, tuvo que pagar un precio que no era propio de la identidad cubana, por ejemplo, o sea, un precio que, para que tu tengás una idea, cuando vino el periodo especial después de la caída del muro de Berlín, era más barato importar papas desde Alemania Oriental que cultivarlas en Cuba, o sea, no pasó por ninguna cabeza, mucho menos las de los cubanos, que un día la Unión Soviética iba a desaparecer. O sea, riesgos en todas relaciones siempre hay, no hay otra manera, ahora, creo que Cuba está preparada y tiene que prepararse más todavía para enfrentar ese acercamiento, para que David al enfrentar a Goliat sea consciente que puede vencerlo, eso es muy importante.

– Desde hace cincuenta años que triunfó la revolución, Cuba es un referente muy importante para Latinoamérica, influyente en cómo se mueve Latinoamérica. Esta nueva relación que tiene con Estados Unidos ¿de qué manera va a influir en Latinoamérica?
 Para América Latina va a ser positivo. Primero porque fue un voto del conjunto de países de América Latina la integración de Cuba en la Organización de Estados Americanos, todavía no se llevó por completo ese proceso, pero en Panamá ya se abrieron las puertas, no tiene sentido seguir a esta Organización si Cuba no está dentro de nuevo, son avances importantes, y después los organismos que se crearon como la CELAC [5], son iniciativas que demuestran que América Latina tiene derecho a su independencia y soberanía sin la participación de los Estados Unidos. Hay que tener relaciones de autoridad con los Estados Unidos no de sumisión, entonces eso tiene su reflejo porque los cubanos tienen mucho sentido de cubaneidad, un sano orgullo de su identidad nacional que se reflejó muy bien en la entrevista, en la rueda de prensa que Obama y Raúl dieron durante la visita de Obama a Cuba, cuando preguntaron sobre los derechos humanos la respuesta de Cuba fue mucho más consistente que la de Obama. Qué país, preguntó Raúl garantiza a todos los tres derechos fundamentales de alimentación, salud y educación. Qué hay de salud para la gente en los Estados Unidos, muchos estadounidenses van La Habana para tratarse.

– Dentro de este panorama hay un tema que está pasando muy desapercibido: el tema ambiental.
Sobre el tema ambiental, lo más importante que pasó en estos últimos tiempos fue la Encíclica de Francisco “Laudato Si”, tanto el creyente como el no creyente han dicho que no hay ningún documento en la historia de la Ecología más importante que este, porque todos hablan de los efectos de la degradación ambiental, pero no apuntan a los responsables, las causas, y ese documento del papa apunta a ellos. Tenemos que explotar mucho ese documento, no es un documento solo para católicos, es un documento para la Humanidad. Todavía la izquierda no ha tomado en serio el problema ambiental, la izquierda tiene sus prejuicios. Yo me recuerdo cuando Chico Méndez en Brasil, hablaba de los pueblos, de la selva, de los métodos que ellos utilizaban para defender la selva, había mucha gente de izquierda que decía ‘no, eso no tiene importancia política, y yo estoy convencido, incluso, que hoy el tema de la Ecología puede ser un tema para agregar mucho más gente a nuestra causa de liberación.

– ¿Podría la Ecología, igual que el pensamiento latinoamericano, rejuvenecer el pensamiento de la izquierda?
 Sí, podría y debe, porque en Europa no hay más izquierda, en Estados Unidos tampoco, entonces queda un poco en América Latina, asimismo mucha gente de izquierda no tiene todavía un proyecto de sociedad nueva. La izquierda en muchos países, además de Brasil, se dejó cooptar un poco por el neoliberalismo de allí viene la corrupción y todo esto.

Notas:
[1] Se refiere a los expresidentes: De Brasil, Fernando Collor de Melo; de Perú, Alberto Fujimori; de Argentina, Carlos Menem; de Bolivia, Luis García Meza y de Venezuela Rafael Caldera.
[2] Actual presidente de Argentina Mauricio Macri.
[3] Luiz Inázio Lula da Silva, expresidente de Brasil.
[4] Fidel Castro, líder de la revolución cubana.
[5] Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, organismo que no incluye a los Estados Unidos ni a Canadá.
Néstor Martínez es periodista y escritor. Red Internacional de Escritores por la Tierra.

viernes, 8 de abril de 2016

“La izquierda tiene que repensar su aparato teórico y táctico”. Entrevista a David Harvey, geógrafo y teórico social británico.

David Harvey, uno de los pensadores marxistas más prominentes de nuestro tiempo, se sentó con el activista colectivo AK Malabocas a discutir las transformaciones en el modo de acumulación capitalista, la centralidad del terreno urbano en las luchas de clase contemporáneas, y las implicancias de todo esto para la organización anti-capitalista.

AK Malabocas: En los últimos 40 años, el modo de acumulación capitalista ha cambiado globalmente. ¿Qué significan estos cambios para la lucha contra el capitalismo?
DH: Desde una perspectiva macro, cualquier modo de producción tiende a generar un tipo distintivo de oposición, la cual es un espejo curioso de sí mismo. Si miras atrás, en los ’60 o ’70, cuando el capital estaba organizado en grandes formas corporativas, jerárquicas, tenías estructuras de oposición que eran corporativas, tipos sindicalistas de aparatos políticos. En otras palabras, un sistema fordista generaba una oposición de tipo fordista.

Con el quiebre de esta forma de organización industrial, particularmente en los países capitalistas avanzados, se terminaba con una configuración del capital mucho más descentralizada: más fluida sobre el espacio y el tiempo que lo pensado previamente. Al mismo tiempo veíamos el surgimiento de una oposición que está ligada a las redes, a la descentralización y a la que no le gusta la jerarquía y las formas previas de oposición de tipo fordista.

Así, que de una manera curiosa, las y los militantes de izquierda se reorganizan a sí mismos en el mismo modo en el que la acumulación del capital se reorganiza. Si entendemos que la izquierda es una imagen en espejo de lo que estamos criticando, entonces tal vez lo que debamos hacer es romper el espejo y salir de esta relación simbiótica con aquello que estamos criticando.

MK: ¿En la era fordista, la fábrica era el principal sitio de resistencia. Dónde podemos encontrarla ahora que el capital se ha movido lejos del piso fabril hacia el terreno urbano?
DH: Antes que nada, la forma fabril no ha desaparecido. Todavía encuentras fábricas en Bangladesh o en China. Lo que es interesante es cómo el modo de producción en las ciudades centrales cambió. Por ejemplo, el sector logístico se ha expandido: UPS, DHL y todos sus trabajadores y trabajadoras están produciendo valores enormes hoy en día.

En las últimas décadas, un gran cambio tuvo lugar en el sector servicios también: los más grandes empleadores de mano de obra en la década de 1970 en los Estados Unidos eran General Motors, Ford y US Steel. Los más grandes empleadores de mano de obra hoy son Mc Donalds, Kentucky Fried Chicken y Walmart. Antes, la fábrica era el centro de la clase obrera, pero hoy encontramos a la clase obrera más que nada en el sector servicios. ¿Por qué diríamos que producir autos es más importante que producir hamburguesas?

Desafortunadamente la izquierda no se siente cómoda con la idea de organizar a los trabajadores y trabajadoras de la comida rápida. Su imagen de la tradicional clase obrera no encaja con la producción de valor de los trabajadores y trabajadoras de servicios, los de distribución, de restaurants, de los supermercados.

El proletariado no desapareció, pero hay un nuevo proletariado que tiene características diferentes del que tradicionalmente la izquierda solía identificar como la vanguardia de la clase trabajadora. En este sentido, las y los trabajadores de Mc Donalds se convirtieron en las y los trabajadores metalúrgicos del siglo XX.

MK: ¿Si esto es lo que es el nuevo proletariado, cuáles son los lugares desde organizar la resistencia hoy?
DH: Es muy difícil de organizar en los lugares de trabajo. Por ejemplo, las y los trabajadorss de la distribución se mueven de un lado a otro. Así que esta población tal vez podría organizarse mejor fuera del lugar de trabajo, quiero decir, en sus estructuras barriales.

Hay una frase interesante en el trabajo de Gramsci de 1919 que dice que organizarse en el lugar de trabajo y tener concejos fabriles está muy bien, pero que deberíamos tener también concejos en los barrios también. Y los concejos de los barrios, dijo, tienen un mejor entendimiento de lo que son las condiciones de toda la clase trabajadora, comparado con el entendimiento sectorial de la organización en el lugar de trabajo.

Las organizadoras y organizadores fabriles solían saber muy bien lo que un trabajador metalúrgico era, pero no entendían lo que el proletariado era como un todo. La organización barrial habría incluido, por ejemplo, a los trabajadores y trabajadoras de la limpieza urbana, de la distribución y las trabajadoras doméstica. Gramsci nunca tomó esto y dijo: “Vamos! el Partido Comunista debería organizar asambleas barriales”

No obstante, hay algunas excepciones en el contexto europeo donde los partidos comunistas organizaron, de hecho, concejos barriales, porque no podían organizarlos en las fábricas, por ejemplo en España. En la década de 1960 esta era una forma de organización muy poderosa. Por ello, como he discutido por un largo tiempo, deberíamos ver la organización barrial como una forma de organización de la clase. Gramsci sólo lo mencionó una vez en sus escritos y nunca lo desarrolló más en profundidad.

En Gran Bretaña en los ’80, hacía formas de organización laboral en plataformas a lo largo de la ciudad, sobre la base de concejos de oficios, que estaban haciendo lo que Gramsci sugirió. Pero dentro del movimiento sindical, estos concejos siempre fueron mirados como formas inferiores de organización laboral. Nunca se los trató como un componente fundacional de cómo el movimiento sindical debería operar.

De hecho, ocurrió que los concejos de oficios fueron a menudo mucho más radicales que los gremios tradicionales y eso era porque estaban basados en las condiciones de toda la clase trabajadora, no sólo de los sectores más privilegiados de la clase. Así, al punto de que estos tenían una definición mucho más amplia de la clase, los concejos tendieron a darse políticas mucho más radicales. Pero esto nunca fue valorado por el movimiento sindical en general, siempre fue mirado como un espacio en el que lxs radicales podían actuar.

Las ventajas de esta forma de organización son obvias: supera la brecha entre organizarse de manera sectorial, incluye todas las formas de trabajo “desterritorializado” y es muy adaptable a nuevas formas de organizaciones comunitarias y de base asamblearia, como Murray Boockchin planteó, por ejemplo.

MK: En las recientes oleadas de protesta -en España y Grecia, por ejemplo, o el movimiento Occupy- puedes encontrar esta idea de “localizar la resistencia”. Pareciera que estos movimientos tienden a organizarse alrededor de cuestiones de la vida cotidiana, más que en torno a grandes cuestiones ideológicas en las que la izquierda tradicional solía enfocarse.
DH: Por qué dirías que organizarse alrededor de la vida cotidiana no es una de las grandes cuestiones. Yo creo que es una de las grandes cuestiones. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y la vida cotidiana urbana es a lo que la gente está expuesta y en lo que encuentra dificultades. Estas dificultades residen tanto en la esfera de realización del valor como en la esfera de la producción del valor.

Este es uno de mis más importantes argumentos teóricos: todo el mundo lee el Volumen I del Capital y nadie lee el Volumen II. El Vol I es acerca de la producción del valor, el II es sobre la realización del valor. Al enfocarse en el Vol II, puedes ver claramente que las condiciones de realización son tan importantes como las de producción.

Marx a menudo hablaba de la necesidad de ver al capital como la unidad contradictoria entre la producción y la realización. Donde el valor es producido y donde es realizado son dos cosas diferentes. Por ejemplo, mucho valor es producido en China y, de hecho, es realizado por Apple o por Walmart en los Estados Unidos. Y, por supuesto, la realización del valor trata de la realización del valor por medio de costoso consumo de la clase obrera.

El capital puede conceder salarios más altos en el punto de la producción, pero luego los recupera en el punto de la realización por el hecho de que los trabajadores y trabajadoras tienen que pagar alquileres y gastos de vivienda más elevados, costos de teléfono, tarjetas de crédito y así sucesivamente. Así que las luchas de clase en torno a la realización, alrededor de viviendas más baratas por ejemplo, son tan significativas para la clase trabajadora como las luchas acerca de salarios y condiciones de trabajo. Cuál es el punto de tener un salario más alto si te es inmediatamente extraído en términos de gastos más elevados para tener un techo?

En su relación con la clase trabajadora, los capitalistas han aprendido hace mucho que pueden hacer un montón de dinero recuperando lo que antes habían entregado. Y, al punto que -particularmente en los 60 y 70- lxs trabajadorxs se empoderaron de manera creciente en la esfera del consumo, así que el capital comienza a concentrar mucho más en extraer valor a través del consumo.

Así que las luchas en la esfera de la realización, que no eran tan fuertes en los tiempos de Marx, y el hecho de que nadie lea el maldito libro (Vol II), es un problema para la izquierda convencional. Cuando vos me decís: “¿cuál es el problema macro aquí?”- bueno, ¡esto es un problema macro! La concepción del capital y la relación entre producción y realización. Si no ves la unidad contradictoria entre ambos entonces no vas a tener la imagen completa. Tiene lucha de clases escrita todo alrededor y no puedo entender por qué un montón de marxistas no logran ver cuán importante es esto.

El problema es cómo entendemos a Marx en el 2015. En los tiempos de Marx, la extensión de la urbanización era relativamente conveniente y el consumo de la clase trabajadora era casi inexistente, así que de lo único que Marx tenía que hablar era acerca de la clase trabajadora arreglándoselas para sobrevivir con un salario magro y cómo eran bastante sofisticados para hacerlo. El capital los dejaba hacer con sus propios dispositivos lo que les gustaba.

Pero hoy en día, vivimos en un mundo en el que el consumo es responsable de casi el 30 % de la dinámica de la economía global; en EE UU llega al 70 %. Así que ¿por qué estamos aquí sentados y diciendo que el consumo es casi irrelevante, pegándonos al Volúmen I y hablando acerca de la producción en lugar del consumo?

Lo que hace la urbanización es forzarnos a cierto tipo de consumo, por ejemplo: tienes que tener un auto. Y tu estilo de vida está dictado en muchos sentidos por la forma que toma la urbanización. Y de nuevo, en los tiempos de Marx esto no era significativo, pero en nuestros días es crucial. Tenemos que amigarnos con formas de organización que de hecho reconozcan este cambio en la dinámica de la lucha de clases.

Los grupos que marcaron los recientes movimientos con su estilo, viniendo de tradiciones anarquistas y autonomistas, están mucho más metidos en la política de la vida cotidiana, mucho más que las y los marxistas tradicionales.

Les tengo mucha simpatía a las y los anarquistas, tienen una mucha mejor línea en este tema, precisamente al lidiar con la política del consumo y su crítica acerca de lo que el consumo es. Parte de su objetivo es cambiar y reorganizar la vida cotidiana alrededor de nuevos y diferentes principios. Así que creo que esto es un punto crucial hacia el cual mucha de la acción política debería ser dirigida en estos días. Pero desacuerdo con vos cuando decís que esta no es una “gran cuestión”.

MK: Así que, mirando ejemplos de Europa del Sur -redes de solidaridad en Grecia, auto-organización en España o Turquía- parece ser muy crucial para construir movimientos sociales alrededor de la vida cotidiana y las necesidades básicas en estos días. ¿Ves esto como un acercamiento promisorio?
DH: Creo que es muy promisorio, pero hay una clara limitación ahí, lo que es un problema para mí. La propia limitación es la reticencia para tomar el poder en algún punto. Bookchin, en su último libro, dice que el problema con las y los anarquistas es su negación del significado del poder y su inhabilidad para tomarlo. Bookchin no va tan lejos, pero yo creo que es su rechazo a ver al Estado como un posible aliado hacia la transformación radical.

Hay una tendencia a considerar al Estado como enemigo, el enemigo al 100 %. Y hay muchos ejemplos de estados represivos fuera del control público en el que este es el caso. No hay duda: el estado capitalista debe ser combatido, pero sin dominar el poder del estado y sin tomarlo, pronto vuelves a la historia de lo que pasó por ejemplo en 1936 y 1937 en Barcelona y luego en toda España. Al rechazar tomar el Estado en un momento en el que tenían el poder para hacerlo, los revolucionarios y revolucionarias de España permitieron que el estado volviera a caer en las manos de la burguesía y del ala estalinista del movimiento comunista. Y el estado se reorganizó y aplastó la resistencia.

MK: Eso puede ser cierto para el estado español en la década de 1930, pero si miramos al estado neoliberal contemporáneo y el retroceso del estado de bienestar, ¿que queda de estado para conquistar, para aprovechar?
DH: Para empezar, la izquierda no es muy buena para responder la pregunta de cómo construimos infraestructura masiva. ¿Como construirá la izquierda el puente de Brooklyn, por ejemplo? Toda sociedad reposa sobre grandes infraestructuras, infraestructuras para toda una ciudad, como el suministro de agua, electricidad, etc. Yo creo que hay una gran reticencia dentro de la izquierda para reconocer que necesitamos diferentes formas de organización.

Hay áreas del aparato de estado, aún del aparato de estado neoliberal, que son terriblemente importantes; el centro de control de enfermedades, por ejemplo. ¿Cómo respondemos a epidemias globales como el Ébola o similares? No puedes hacerlo al modo anarquista del “hazlo tu mismo o tú misma”. Hay muchas instancias en las que necesitas alguna forma de infraestructura de tipo estatal. No podemos confrontar el problema del calentamiento global a través de formas descentralizadas de confrontación y actividades solamente.

Un ejemplo que es frecuentemente mencionado, a pesar de sus muchos inconvenientes, es el Protocolo de Montreal para enfrentar el uso de clorofuorocarbono en heladeras para limitar la afectación de la capa de ozono. Fue reforzada de manera exitosa en los ’90 pero necesitó de un tipo de organización que es muy diferente a aquella que proviene de una política basada en asambleas.

MK: Desde una perspectiva anarquista, yo diría que es posible reemplazar aún instituciones supranacionales como la OMS con organizaciones confederales que serían construidas de abajo hacia arriba y que eventualmente arribarían a una toma de decisiones global.
DH: Quizás a un cierto grado, pero tenemos que ser conscientes de que siempre habrá algún tipo de jerarquías y de que siempre enfrentaremos problemas como la responsabilidad o el recurso correcto. Siempre habrá relaciones complicadas entre, por ejemplo, gente lidiando con el problema del calentamiento global desde el punto de vista del mundo como un todo y desde el punto de vista de un grupo que está en el territorio, digamos, en Hanover o similar, y que se pregunta, por qué debería escuchar lo que ellxs están diciendo?

MK: Entonces, ¿crees que esto requeriría alguna forma de autoridad?
DH: No, va a haber estructuras de autoridad de cualquier modo, siempre las habrá. Nunca he estado en una reunión anarquista en la que no hubiera una estructura de autoridad secreta. Está siempre esa fantasía de todo siendo horizontal, pero me siento, miro y pienso, “oh dios, hay toda una estructura jerárquica acá pero está encubierta”

MK: Volviendo a las protestas recientes alrededor del Mediterráneo, muchos movimientos se han concentrado en luchas locales. ¿Cuál es el siguiente paso hacia la transformación social?
DH: En algún punto tenemos que crear organizaciones que sean capaces de ensamblar y reforzar el cambio social en una escala más amplia. Por ejemplo, será ¿Podemos en España capaz de hacer eso? En una situación caótica como la crisis económicas de los últimos años, es importante que la izquierda actúe. Si la izquierda no lo hace, entonces la derecha será la siguiente opción. Yo pienso -y odio decirlo- que la izquierda tiene que ser más pragmática en relación a las dinámicas que están ocurriendo ahora.

MK: ¿Más pragmática en qué sentido?
DH: Bueno, ¿por qué apoyé a SYRIZA aunque este no fuera un partido revolucionario? Porque abría un espacio en el que algo diferente podía pasar y eso era una movida progresiva para mí.

Es un poco como Marx diciendo: el primer paso hacia la libertad es la limitación de la duración de la jornada de trabajo. Demandas muy estrechas abren un espacio para resultados más revolucionarios, y aún cuando no hay ninguna posibilidad para ningún resultado revolucionario, tenemos que buscar soluciones de compromiso que sin embargo se apartan del sinsentido de la austeridad neoliberal y abren el espacio en el que nuevas formas de organización pueden tener lugar.

Por ejemplo, sería interesante si Podemos buscara organizar formas de confederalismo democrático, porque en cierto modo Podemos surgió de un montón de reuniones de tipo asambleario teniendo lugar a lo largo de España, así que tienen mucha experiencia con ese tipo de estructura.

La cuestión es cómo conectarán la forma asamblearia a formas más permanentes de organización, en relación a su creciente posición como un partido fuerte en el parlamento. Esto también vuelve a la pregunta de la consolidación del poder: tienes que encontrar maneras de hacerlo, porque si no la burguesía y el capitalismo corporativo van a encontrar modos de reafirmarse y tomar nuevamente el poder.

MK: ¿Qué piensas acerca del dilema de las redes de solidaridad llenando el vacío que dejó la retirada del estado de bienestar e indirectamente convirtiéndose en un aliado del neoliberalismo en ese sentido?
DH: Hay dos formas de organizarse. Una es el vasto crecimiento del sector ONG, pero mucho de eso está financiado de manera externa, no son organizaciones de base, y eso no se acerca a la cuestión de los grandes donantes que marcan la agenda, la cual no será una agenda radical. Aquí nos acercamos a la privatización del Estado de bienestar. Esto me parece que es muy diferente políticamente a las organizaciones de base en las que la gente dice “Ok, el estado no se ocupa de nada, así que vamos a tener que hacernos cargo de nosotros y nosotras mismas” Esto me parece que tiende a formas de organizaciones de base con un status político muy diferente.

MK: Pero ¿cómo evitar llenar esa brecha al ayudar, por ejemplo, a gente desempleada para que no sean exprimidos por el estado neoliberal?
DH: Bueno, tiene que haber una agenda anti-capitalista, para que cuando el grupo trabaje con gente todo el mundo sepa que no se trata sólo de ayudarla a arreglárselas sino que hay todo un intento organizado de tratar de cambiar políticamente el sistema en su integralidad. Esto quiere decir tener un proyecto político muy claro, lo cual es problemático con tipos de movimientos no centralizados, no homogéneos, donde alguna gente trabaja de un modo, otra trabajan de manera diferente y no hay ningún proyecto colectivo en común.

Y esto se conecta con la primera pregunta que hiciste: no hay coordinación acerca de lo que son los objetivos políticos. Y el peligro es que sólo estes ayudando a la gente a arreglárselas y que no haya política saliendo de ahí. Por ejemplo, Occupy Sandy ayudó a la gente a volver a sus casa e hizo un maravilloso trabajo, pero en última instancia, hicieron lo que la Cruz Roja y los servicios de emergencia federales deberían haber hecho.

MK: El fin de la historia parece haber pasado de largo. Mirando las condiciones actuales y los ejemplos concretos de lucha anti capitalista, ¿piensas que “ganar” es todavía una opción?
DH: Definitivamente; y más aún, tienes fábricas ocupadas en Grecia, economías solidarias a través de cadenas productivas siendo forjadas, instituciones de democracia radical en España y muchas cosas hermosas ocurriendo en muchos otros lugares. Hay un crecimiento saludable del reconocimiento de que necesitamos ser mucho más amplios y amplias en lo que concierne a la política en todas esas iniciativas.

La izquierda marxista tiende a desdeñar un poco estas cosas y creo que está equivocada. Pero al mismo tiempo no creo que ninguna de estas cuestiones sea lo suficientemente grande en sí misma como para lidiar con las estructuras fundamentales de poder que necesitan ser desafiadas. Aquí hablamos de nada menos que del Estado. Así que la izquierda debe repensar su aparato teórico y táctico.

Fuente: https://roarmag.org/magazine/david-harvey-consolidating-power/
Traducción: de Gabriela Mitidieri para Democracia Socialista, editado por VIENTO SUR
Roar Magazine
(Foto de Rosa Peña: De paseo en mi barrio, después de la lluvia. Rivermark. Santa Clara. California)

jueves, 7 de abril de 2016

Entrevista con Xabier Arrizabalo Montero, profesor de economía aplicada de la Universidad Complutense de Madrid. “La salida a la crisis del capitalismo solo puede ser resultado de que aquellos que vivimos de nuestro trabajo abramos una alternativa en positivo”.

Fernando Arellano Ortiz El Cronicón

No hay alternativa de superar la profunda crisis civilizatoria dentro del brutal esquema de ajuste que impone el capitalismo, sostiene el economista español, sociólogo y docente universitario Xabier Arrizabalo Montero, quien estuvo en Bogotá y en Quito cumpliendo compromisos académicos.

En la capital colombiana este profesor de economía aplicada de la Universidad Complutense de Madrid dio una conferencia en la sede del partido Polo Democrático Alternativo, sustentada en su libro Capitalismo y economía mundial. Bases teóricas y análisis empírico para la comprensión de los problemas económicos del siglo XXI, editado en 2014.

Igualmente, en la capital del Ecuador, Arrizabalo Montero disertó sobre el convulso contexto actual de la economía mundial, caracterizado por la persistencia de la crisis, en el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), la universidad de posgrados del Estado.

El imperialismo, los límites del capitalismo y la crisis civilizatoria como encrucijada histórica fueron los tópicos analizados en sus charlas en estos países suramericanos por este analista económico.

En su opinión, “lo que constatamos es la universalización de las políticas de ajuste que tratan de ser la respuesta a la crisis pero que al final no hacen sino contribuir a que la economía desemboque en una crisis aún más aguda”.

Para profundizar en estos temas, dialogamos ampliamente con Arrizabalo Montero, aprovechando su paso por Bogotá.

Para los neoliberales la que está equivocada es la realidad y no su interpretación

- En el capítulo 8 de tu libro analizas el ajuste y crisis de la década de los 70 y afirmas que es el periodo de vuelta a la normalidad del imperialismo. Es decir, a partir de la crisis petrolera del 70 el capitalismo inaugura a sangre y fuego con Pinochet, lo que se llama el modelo neoliberal. Y si se mira históricamente lo que ha sido el capitalismo se puede afirmar que hasta esta etapa tan importante no solamente a partir de la plusvalía sino de la explotación tan profunda que este sistema conlleva per se, ¿podríamos colegir que el capitalismo es el crimen perfecto?
- Muy buena pregunta, no es fácil de resumir. A mí me parece que es interesante lo que señalas respecto del punto de inflexión de los 70 que va mucho más allá de la crisis petrolera, o que sea un mito o un detonante porque realmente hay eventos de fondo previos incluso en particular el año 71, la ruptura de convertibilidad de dólar/oro, esa idea de oro internacional se quiebra y se hace añicos. Desde mi punto de vista, la clave es que hablamos de crisis de los 80, hablamos de crisis hoy y entre medias qué ocurre, entre medias podemos hacer una trampa muy querida de los economistas neoclásicos que es no mirar la realidad, si la realidad y la interpretación difieren, dicen ellos, que la que está equivocada es la realidad y no su interpretación. Como por supuesto queremos ser serios y mirar la realidad, qué constatamos. Lo que constatamos es la universalización de las políticas de ajuste que tratan de ser la respuesta a la crisis pero que al final no hacen sino contribuir a que la economía desemboque en una crisis aún más aguda. Si ves la definición misma, yo diría la huida hacia adelante y la no salida. No hay alternativa dentro de este esquema de ajuste. Estamos asistiendo hoy a un escenario brutal como la experiencia de Europa, que es muy interesante. Es muy interesante porque esa Europa, la referente de desarrollo democrático, económico y social a escala mundial, en ella vemos hoy cómo los elementos básicos de ese desarrollo que le han hecho historialmente adquirir cierto estatus de referente, hoy están siendo cuestionados frontalmente, están cuestionados sin duda en Grecia, Portugal, Irlanda, España, Italia, pero también en Francia y Alemania incluso. De modo que efectivamente yo creo que lo que inaugura y además has puesto un punto de inflexión que no es cualquiera, es la experiencia de Chile. Yo hice mi tesis doctoral sobre la economía chilena durante la dictadura. Y creo que ahí sin falsa modestia hubo un elemento de cierto olfato en la medida de que lo que inauguran es un escenario de antecedente que va a tratar de aplicarse universalmente desde entonces. El tema es fascinante desde luego. Dolorosamente fascinante si queremos decirlo así.

- Tú señalas que no hay salida porque esta es una crisis civilizatoria generada por un modelo exacerbado como el capitalismo. ¿Si hoy decimos Europa es neoliberalismo o no es, porque en tu libro veo que haces un análisis de los ajustes fondomonetaristas, estamos bien enfocados, habida cuenta que este continente está entregado a la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional)?
- Exacto…

- Y el hecho de que en tu país, España, no se pueda formar gobierno es una consecuencia directa de las presiones de Ibex 35 (principal índice bursátil de referencia de la bolsa española) y de la troika. La pregunta concreta entonces es: ¿hay horizonte?
- La pregunta es brillante porque realmente lo que constatamos hoy es la imposibilidad de contener la situación, la Comisión Europea sigue el dictado del FMI en la troika. La troika como un organismo tripartito: Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional. Pero digámoslo con claridad, el Banco Central Europeo ya estaba aquí, la Comisión Europea ya estaba aquí. En general la troika es el caballo de Troya dentro del cual el Fondo Monetario Internacional, vale decir el capital financiero estadounidense, quiere tomar las riendas directamente de la política económica de Europa de una forma análoga a la que vosotros en América Latina habéis conocido bien desde los años 80, con esas políticas de ajuste, con ese Fondo Monetario Internacional dirigiendo de manera muy directa la política económica: privatizaciones, desregulación, aperturas indiscriminadas, etc. Yo creo que es muy significativo lo siguiente: ¿puede haber ajuste sin euro? Claro que puede haberlo pero lo que no puede haber es euro sin ajuste, porque el euro es un mecanismo económico del ajuste y efectivamente lo que expresa la crisis española es brutal desde el punto de vista de la Comisión Europea porque el capital tiene un programa que hay que ejecutarse ya, por ejemplo 9 mil millones de euros de recorte del gasto público social. Pero qué ocurre, que no consiguen encontrar la forma para aplicarlo y en este momento la situación es verdaderamente explosiva ya que se ponen en marcha varios juegos simultáneos, varias partidas de póker, varias partidas malas de póker digámoslo así, pero con un denominador común: el mandato electoral que se expresó el 20 de diciembre es inequívoco con aritmética parlamentaria para derogar todas y cada una de las contrarreformas del Partido Popular que es un partido adherido directamente a la dictadura. En España no ha habido ningún elemento de saneamiento. La dictadura murió en la cama y el gobierno del Partido Popular es una continuidad, en ese contexto el hecho es que hay aritmética parlamentaria porque aparte hay cálculos modificateros que piensan más en una eventualidad de repetición de las elecciones haciendo unos cálculos que posiblemente sean disparatados. Esta situación nos está enseñando a vivir en una realidad explosividad que resulta de un deterioro de las condiciones sociales que toma cuerpo en España de una forma brutal. Está habiendo regiones, (nuestras comunidades autónomas) donde los colegios se abren en los periodos vacacionales como única forma de asegurar una ingesta alimentaria diaria a los niños. Es un indicador brutal en una economía, la española, que con todas sus limitaciones hace poco trinaba por un plan de G7. En España los salarios del año 78, en el marco todavía de la transición democrática con todo el poder del franquismo perfectamente mantenido, representaban el 67% del producto, dos terceras partes, hoy representan apenas el 50% y es un problema que viene de lejos. Las crisis en realidad expresan esa huida hacia adelante, no salida de la que estamos hablando; y en ese contexto la situación social y política efectivamente está muy abierta, más abierta que nunca.

- Así como tu señalas, hablando políticamente, de que hay esta banda criminal denominada Partido Popular que es herencia directa del franquismo y que ha sumido a España en una crisis social, beneficiando en forma directa a los sectores financieros, sin embargo no nos podemos olvidar de la responsabilidad directa del Partido Socialista Obrero Español, que de “socialista” no tiene nada, y del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cuya herencia básicamente fue dejar a Mariano Rajoy. ¿No es en tu concepto el PSOE corresponsable de esta crítica realidad social que vive tu país?
- El PSOE tiene una responsabilidad directa y para mí hay un punto de inflexión en relación con el periodo reciente, que es crucial y que es mayo de 2010. En esa fecha ya con la crisis en curso y con un efecto social demoledor, con un alto desempleo, etc., Zapatero viaja a Bruselas y le recibe una delegación que está integrada no solo por la Comisión Europea sino también por el Fondo Monetario Internacional que dicho de manera llana lo que le plantea es: tienes que aplicar exactamente el programa contrario a aquel por el que te votaron. Resumidamente se trata exactamente de eso. ¿Zapatero tenía alternativas? Por su puesto que las tenía, Zapatero tenía alternativas no siendo un dirigente revolucionario, sin duda, habría bastado simplemente que siendo demócrata a la vuelta de Bruselas, y le voy a poner un poco de escenificación teatral para visualizarlo, habría bastado que al llegar al aeropuerto de Madrid convocara una rueda de prensa y hubiera dicho: señores, me quieren imponer que aplique exactamente lo contrario que aquello que lo que votasteis y yo que no voy a encabezar una rebelión simplemente llamo a las urnas. Habría sido una posición honesta, que además hubiera abierto un escenario.

- Esa experiencia de la imposición de la troika a Zapatero es una demostración de que hoy la democracia está secuestrada por el capital financiero…
- Sin duda, no solamente decía para ilustrar que sí había alternativa, es que no es verdad que no haya alternativa.

- ¿Y el caso de Alexis Tsipras en Grecia?
- Sí, absolutamente, es que quería empezar por Zapatero y acabar por Tsipras para señalar un hecho que tiene una importancia histórica y simbólica como tal y es que el Fondo Monetario Internacional que no se presenta de forma directa a las elecciones el 5 de julio de 2015 en Grecia, mueve sus fichas de la única forma que sabe hacerlo: cuestionando la democracia, haciendo un chantaje que toma la forma particular del corralito. El corralito no es una opción cualquiera, es una amenaza a la población trabajadora en el sentido de que si votan romper con las políticas de ajuste están amenazando sus ahorros. No es una cuestión cualquiera. Y en ese contexto, valerosamente la clase trabajadora en Grecia vota en contra del Fondo Monetario Internacional en una proporción que es ni más ni menos que del 62%, que incluso con voto de abstención en realidad representa casi las dos terceras partes, es un voto muy valioso. En el caso griego lo que hace el gobierno es dar un giro de 180 grados y empezar a caminar en dirección opuesta. Había salida, claro que la había. Aunque era idílica había un escenario de panacea porque la única conclusión lógica era la de respetar el mandato expresado el 5 de julio en las urnas. Cuál era un mensaje de ruptura con la Unión Europea que abría ciertas expectativas de salida. Hay un documento muy valioso de un economista diputado de Syriza que luego se fue con Unidad Popular, Costas Lapavitsas, quien se remanga, se mete de lleno en el charco y plantea, bueno, qué pasaría el día después. Y no es retórico, él habla de que antes que nada tiene que asegurarse el suministro de medicamentos, de alimentos, de energía, no es un juego y sin embargo señala la palanca que se le abriría a un gobierno democrático griego: romper con el corsé del euro movilizando simplemente el gasto público en ayuda al proceso de producción cuando en Grecia hoy un 25% de la capacidad instalada está ociosa y no se va a movilizar porque al capital privado no le conviene por cuanto vive de la actividad puramente financiera y particularmente especulativa. Pero tampoco el gobierno puede hacerlo en ese corsé férreo que es el euro que prohíbe taxativamente cualquier mecanismo de solución.

- Y cómo analizas el hecho de que Tsipras convoca un referéndum, lo gana y se asusta…
- Claro, en realidad eso tiene que ver también con una cierta idealización que pensaba, no en mi caso pero sí de otros, que Syriza era una especie de panacea. Cuando observamos bien a Syriza qué constatamos. Encontramos muchas contradicciones. Si se perdía el referendo se hubiera tenido la justificación para hacer lo que finalmente se hizo. Pero el escenario inexplicable es que se ganó y paradójicamente se va a aplicar un tercer memorándum que es más gravoso que aquel que había sido sometido a referéndum. Es un plan de ajuste que está provocando de nuevo protestas; los recortes en las pensiones son simplemente salvajes; y sin embargo insisto, es aquello por lo que se votó en contra. Esto tiene que ver con algo muy importante y es que a menudo miramos la propia realidad de las organizaciones y de los partidos desde un punto de vista un poco superficial. Desde cómo se presentan los fenómenos sin entrar a analizar elementos de fondo. Y es que incluso en el propio programa de Syriza nunca se planteó realmente ningún escenario, no digo de ruptura, sino uno frente a las exigencias de la troika europea como finalmente ocurrió que echa por tierra las reivindicaciones populares. Porque al final Syriza lo que hace es retractarse, o mejor digámoslo así, se autoretractó.

- Pero Podemos, la formación que lidera Pablo Iglesias en España, tampoco es de ruptura. Podemos es una propuesta socialdemócrata que apunta a negociar con la troika. ¿Su postura está sustentada a entenderse con Bruselas?
- De Podemos cuestionaría incluso su condición socialdemócrata por una premisa: la socialdemocracia tiene una responsabilidad histórica, es cierto, el seguir defendiendo la idea de un reformismo cuando su contenido ni siquiera son reformas, sino puras contrarreformas. Pero ojo, la socialdemocracia no deja de ser una corriente que viene del movimiento obrero traído de lo que se quiera, Podemos ni siquiera eso. En el argumento electoral de Podemos está prohibido hablar de clases, está prohibido hablar de trabajadores, nos hablan de los de abajo, nos hablan de la casta y esta formación tiene dos grandes ejes programáticos: la regeneración democrática frente a la corrupción y el combate contra los recortes sociales. Y aquí es muy importante la experiencia, creo yo, de Lula en Brasil. En las elecciones del 89 el programa presidencial de Lula partía de un no reconocimiento a la deuda, cuando tres periodos después por fin gana las elecciones, viaja unas cuantas veces a Washington y ya no habla de la deuda. Bueno, Podemos hace ese trayecto, lo ha recorrido en unos pocos meses, no sé si con viajes a Washington o no, si sé que el dirigente responsable de economía, Nacho Álvarez, amigo personal, yo le dirigí su tesis doctoral, sí se reúne constantemente con algunos banqueros, con representantes del FMI, etc., ¿para qué? Para darles garantías de que no quieren romper ni un solo plato. El problema cuál es. El problema es que en el contexto en el que estamos no hay espacios de una renegociación de la deuda que abra un escenario, y no lo digo por ninguna pretensión nacionalista, todo lo contrario, mi pretensión es intentar ojalá aproximar a esa gran mayoría social que está viendo como aspectos elementales de sus condiciones de vida están cuestionadas. Al final Podemos, no nos engañemos, devalúa más el contenido social de su programa y más esa regeneración democrática que sin contenido social se parece mucho a quítate tú que me pongo yo, a señores del capital nosotros vamos a llevar sus negocios de una forma decente sin meterles la mano.

- ¿Lo que hay en Europa son partidos como Podemos o como Syriza que únicamente están buscando llegar al poder simplemente para administrar la crisis?
- Sí, con una pretensión de algo que a mí me parece que se acerca a la cuadratura del círculo, que es una pretensión de que puede haber una gestión progresiva de la crisis según qué marcos. Y esta cuestión de los marcos importa en la actual trayectoria que tenemos desde el año 93 del euro, del Banco Central Europeo que es verdaderamente implacable. Es decir, la experiencia francesa, por ejemplo, con la de un gobierno de izquierda que privatiza Air France, la compañía de bandera con toda una tradición, quién la inicia, la inicia un ministro de Transportes, Luc Panissod que era un dirigente del Partido Comunista francés y no es una cuestión por mi parte de ajuste de cuentas, no me interesa esa discusión, simplemente constatar que en el marco del corsé del Banco Central Europeo, de la troika, el margen para aplicar las políticas es un margen muy limitado.

- Tras este contexto que me has dado respecto de la realidad socioeconómica europea, y hablando desde el punto de vista global, ¿tú crees que la periferia en este momento, América Latina en concreto y en forma puntual, va a seguir cumpliendo su infortunado rol histórico de productor de materias primas y de plataforma para la acumulación por desposesión por parte de las grandes transnacionales norteamericanas y europeas? ¿Será que se repite la historia y que estos pueblos, estas periferias, no tiene otro horizonte dentro del capitalismo?

- Claro que en el marco del capitalismo el plan que está asignado es ese. Pero fíjate que antes hablábamos de España que desde el pasado mes de enero está planteado un plan de corte de gasto público social de 9 mil millones de euros y van pasando los meses y el propio capital presiona en sentido de que haya una gran coalición política para intentar aplicar su política y como bien decíamos no se consigue. Entonces, claro que ese es el plan que está reservado para América Latina, lo que ocurre es que Estados Unidos, la potencia hegemónica única, sigue desarrollando el 42% de todo el gasto militar mundial pero a la vez es un gigante con pies de barro. Y es un gigante con pies de barro incluso en su propio patio trasero tradicional. Ahora bien, los acontecimientos de la trayectoria histórica de América Latina de los últimos 40 años arrancan con la crisis de los 70 que toma la forma de la deuda externa como hilo conductor, coartada para las políticas de ajusta que provoca una deuda social y yo le añado siempre puntos suspensivos. Puntos suspensivos que denotan el caldo de cultivo para la exclusividad social que nos permite entender cómo desde hace 15 años el mapa geopolítico de América Latina es mucho más variado que el que hubo en los años 80 y 90, mucho más uniformizado. Es verdad que Colombia con Panamá, con México, con Perú, con Chile, encarnarían un elemento mucho más directo de disciplinamiento a las políticas del Fondo Monetario que otros países con términos intermedios. Pero en ese contexto, yo creo que el mandato del imperialismo es claro y la capacidad de aplicarlo es mucho más limitado. Esto es muy interesante, hace apenas 20 años queríamos pensar en escenarios donde la situación estuviera abierta, pues seguramente habíamos recurrido a un comodín, que se habría hablado de Palestina, de Oriente Medio, la situación estaba muy explosiva. Hoy lo vemos en América Latina, hemos ido comentando la realidad en Europa, lo vemos incluso en otras situaciones, en Estados Unidos en su territorio. De repente irrumpen, no deposito ninguna ilusión, ninguna remisión ni en Bernie Sanders ni en cualquiera, pero si denota la incapacidad, fíjate la propia discusión dentro del Partido Republicano que al principio pensábamos, hace un año y medio que el llamado nuevamente iba a ser otro Bush que entroncaba con la tradición familiar, lo que representa Texas y vimos que no. Hay un tipo millonario, mercenario, provocador, que parece que va decantándose. No quiero elucubrar qué va a ocurrir, todo es publicidad en poco tiempo, precisamente porque uno de los elementos característicos, y es con lo que yo quiero responder a tu pregunta, de la situación actual es la enorme aceleración de los tiempos históricos, una aceleración brutal, una aceleración que yo no niego, produce vértigo. Entonces es cierto que los planes del imperialismo para América Latina es más de lo mismo, eso es evidente, y le podrán cambiar el nombre y lo traducirán y no sé cuánto, pero al final sigue siendo lo que tu muy bien señalas, sin embargo la capacidad de disciplinar esas políticas cada vez es más limitada. Es verdad que con vaivenes. Está lo de Venezuela hoy, luego lo de Bolivia, lo de Argentina, la propia situación de Brasil, sin duda. Pero a la vez con esta situación de incontenibilidad de la explosividad social que es el elemento más definitorio porque por decir si pensamos hoy, por ejemplo en el año 45, la salida de la Segunda Guerra Mundial, constatamos que el capital tenía que hacer concesiones para aliviar la explosividad, pero podía hacerlas porque eran compatibles con las exigencias de la contabilidad. ¿Hoy no debería el capital aliviar, aflojar la presión en Grecia? Sin duda porque se arriesga a un estallido social incontenible y sin embargo cuál es el problema. El problema es que no puede económicamente porque hacer ese alivio significa que Grecia no pagara deuda al ritmo que la paga y no pagar deuda quiere decir que alguien no la cobraría. Por ejemplo, el capital financiero alemán que es el más expuesto y por tanto ahí podríamos decir, ¿y las cuentas? Si Grecia representa el 2% del PIB de la Unión Europea, ¿no se podría hacer un acuerdo de caballeros para aliviar eso? Y ahí aparece la clave política; si Grecia muestra el ejemplo de que la movilización arranca conquistas, automáticamente en España, en Portugal, en Irlanda pero en Alemania también ya tenemos el referente, por eso la situación está tan abierta, es tan explosiva, es tan dolorosa, pero también es tan fascinante.

- La crisis económica del 2007 prácticamente ha seguido, no ha terminado. La crisis del 29 culminó con la Segunda Guerra Mundial y con ella vino el plan Marshall para Europa y unas medidas keynesianas, pero ahora no hay un Keynes. ¿No será que como no hay solución a una crisis prolongada suscitada en 2007 y 2008, se pueda repetir la historia? La historia se repite a veces como tragedia, ¿y no será que el mundo está abocado a una nueva guerra mundial para poder salir del embrollo económico que ha generado el capitalismo?

- La primera premisa es que hoy en la economía mundial se llega incluso a hablar de una tercera recesión, seamos serios. Tres recesiones en ocho años es una crisis profunda. Por tanto más bien hablemos de crisis crónica, primer elemento. Segundo, recordáis el Plan Obama que tiene un monto que equivale exactamente a una decima parte del rescate bancario. Sobre la base de esas dos premisas, cuestionaría un poco o matizaría más ampliamente la idea de guerra mundial pero no par a impugnar el contenido que tú dices sino para apoyarlo, en qué sentido; en el sentido de que ya tenemos las guerras, las tenemos, las tenemos en el corazón de Europa, la guerra de Ucrania es una guerra en el corazón de Europa y en el Oriente Medio la situación es de guerra abierta, cuando se habla de una forma dramática en Europa de cientos de miles de refugiados en torno a los cuales se esta autorretratando la Unión Europea. En Europa no se habla ni siquiera de la categoría que conocemos que es el derecho de asilo y son refugiados que vienen directamente de la guerra que ha sido dirigida, teledirigida para romper la nación Siria, no solo por los intereses geoestratégicos, también para romper lo que tiene de referente el Oriente Medio que en su momento fue la nación iraquí, sin idealizaciones. Saddam Hussein no era ningún referente, pero había una nación iraquí con un Estado, con un marco de relaciones laborales, con un sector público, con una seguridad social limitada, no era la francesa pero había elementos de economía. Lo mismo Siria, y todo eso se destruye y por tanto los alcances de tu pregunta ni siquiera señala un escenario futuro sino que ya tenemos aquí esos elementos. Lo que ocurre es que sin embargo y quizá paradójicamente a mí no me lleva a una posición pesimista, tampoco optimista, sí una sensación impotente que tiene que ver con una comprensión que es lo que trata de aportar este libro de los procesos sociales que no es esquemática, que no es lineal, que no pretende una perspectiva determinista, pretender que todo está establecido ni para bien ni para mal sino para señalar que todas las espadas están en lo alto y que por tanto tiene sentido que hablemos de esto y tiene sentido intentar intervenir, intentar agrupar para abrir una salida en positivo, salida que solo puede ser el resultado de que aquellos quienes vivimos de nuestro trabajo por oposición a aquellos que también viven de nuestro trabajo, la explotación de la que antes hablábamos, somos los que tenemos la capacidad de abrir una salida en positivo y ese es el reto.

Fuente: http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones113/nota15.htm

sábado, 24 de octubre de 2015

El presidente de Portugal intenta impedir un gobierno de izquierdas

Cavaco Silva encarga la formación de gobierno al conservador primer ministro Passos Coelho a pesar de que los socialistas dicen tener un pacto con el Bloque de Izquierda y los comunistas que tiene mayoría parlamentaria.

El presidente de Portugal Aníbal Cavaco Silva ha encargado la formación del gobierno al conservador Pedro Passos Coelho, que tuvo la lista más votada, en vez de decantarse por el socialista António Costa que había anunciado que tenía un acuerdo con el Bloque de Izquierda (Bloco de Esquerda, BE) y los ecocomunistas de la CDU.

En las elecciones parlamentarias del pasado 4 de octubre, la lista común de los dos partidos de centroderecha, el PDS del actual primer ministro Passos Coelho y el CDS de su vice Paulo Portas, fue el ganador con más del 38% de los votos, pero se quedó corto de la mayoría absoluta de escaños. Mientras, el Partido Socialista (PS) suma junto con los diputados del BE y de la CDU una mayoría holgada.

Cavaco Silva alegó razones de Estado para defender su decisión de optar por los conservadores, por la posible reacción negativa de los mercados. “Es mi deber hacer todo para impedir que se transmitan señales equivocadas a las instituciones financieras, a los inversores y a los mercados, poniendo en entredicho la confianza y la credibilidad exterior del país que tanto ha costado conquistar, con gran esfuerzo”, dijo el presidente de la República portuguesa en un mensaje televisado a la nación el jueves por la noche.

El jefe del Estado añadió que era “incomprensible que las fuerzas europeístas no hayan llegado a un acuerdo”, en referencia a un pacto entre conservadores y socialistas para facilitar un gobierno de minoría.

A Passos Coelho le corresponde pues formar un nuevo ejecutivo y presentar un programa de gobierno que debería ser posteriormente ratificado por el Parlamento. Será la primera prueba del algodón, porque las fuerzas de centroizquierda podrían tumbarlo. La siguiente ocasión será la abrobación de los presupuestos para el 2016 que ya llevan mucho retraso, lo cual ha sido criticado por Bruselas. Costa asegura que tiene atado un acuerdo con el Bloque y los comunistas, aunque todavía parece que no hay nada firmado, según medios lusos.

Leer también: No siempre manda el que gana

Fuente: http://www.lamarea.com/2015/10/23/el-presidente-de-portugal-intenta-impedir-un-gobierno-de-izquierdas/

martes, 13 de octubre de 2015

La extravagante idea de atender a los ciudadanos. Propuestas que en 1970 eran parte de un proyecto socialdemócrata nada revolucionario se han convertido hoy en ideas que se consideran radicales e irrealizables.

Bernie Sanders, el político norteamericano que inesperadamente ha saltado al ruedo como aspirante a la nominación demócrata, estuvo en 2010 más de ocho horas seguidas hablando en el Senado contra una ley que implicaba bajar los impuestos a quienes ingresaban más de 250.000 dólares anuales. En lugar de atraer la atención de Hollywood —James Stewart protagonizó en 1939 Caballero sin espada (Mr. Smith Goes to Washington) sobre un acto de filibusterismo parecido, película que, todo sea dicho estuvo prohibida en la Italia de Mussolini, la Alemania de Hitler y la España de Franco, hasta 1949—, Sanders fue duramente atacado. Pero algo cambió, porque el poco conocido senador de Vermont, asimilado al radicalismo de izquierda, atrajo la atención de los ciudadanos y sentó las bases de su nuevo y sorprendente recorrido. Su lema es una frase repetida cien veces: “No creo que sea una terrible idea radical decir que alguien que trabaja 40 horas a la semana no debería vivir en la pobreza”.

Lo llamativo del caso de Sanders, como el de Corbyn, en Gran Bretaña, es que si se analizan sus propuestas sociales (dejando al margen sus ideas en política exterior) se comprueba que lo que defienden hoy día es prácticamente igual a lo que formó parte de la corriente central del pensamiento del Partido Demócrata de Lyndon B. Johnson o del Partido Laborista, no ya de Clement Attlee, en los años 50, sino de Harold Wilson, en los 70. Propuestas que en 1970 eran parte de un proyecto socialdemócrata nada revolucionario se han convertido hoy en propuestas que se consideran radicales e irrealizables.

Lo curioso es que, aun hoy, cuando se pregunta a los ciudadanos, incluso en un país como Estados Unidos, la aplastante mayoría conecta con esas ideas: las corporaciones económicas tienen demasiado poder (74%); los bancos demasiado grandes deberían ser troceados (58%); los más ricos no pagan los impuestos que debieran (79%); los trabajadores necesitan estar mejor defendidos (70%); la creciente desigualdad es nociva. Según una reciente encuesta del Pew Center, por primera vez en la historia de Estados Unidos, la palabra “socialismo” provoca una visión positiva para el 49% de los menores de 30 años.

La única conclusión posible es que laboristas británicos, demócratas norteamericanos y socialdemócratas en general han estado muchos años a la defensiva, sin sangre en las venas, como aseguraba Tony Judt, aplastados por la propuesta de la derecha de que el incremento desproporcionado de la desigualdad no tenía la menor importancia, mientras todo el mundo disfrutara de crédito para financiar su consumo.

“Que las políticas atendieran a las preferencias de los ciudadanos parecía extravagante”, escribió José María Maravall (Las promesas políticas, 2013). En Estados Unidos, la mayoría de la población comenzó a pensar que su gobierno y su parlamento habían sido capturados por los poderosos. En Europa, la población empezó a no saber a quién podía pedir responsabilidades: ¿a su Gobierno? ¿A la Unión Europea?

Repentinamente, en Europa y en Estados Unidos asoman personalidades y movimientos políticos que reclaman la centralidad de esas ideas básicas: “Quien trabaja 40 horas a la semana no debería ser pobre”, “quien no tiene trabajo, sigue teniendo derechos sociales”. Casi todo lo que se hace desde hace muchos años, se lleva a cabo en contra de las opiniones públicas o gracias a su ignorancia premeditada, con argumentos tecnocráticos. “La democracia representativa se socava cuando los ciudadanos votan, pero apenas deciden”, termina su libro José María Maravall. “En mayo de 1968 se reclamaba: “sed realistas, pedir lo imposible”. Hoy día, por el contrario, se descalifican como irrealistas medidas que sí son posibles”. Y necesarias, querido profesor Maravall.
solg@elpais.es

http://elpais.com/elpais/2015/10/09/opinion/1444402505_828524.html

viernes, 2 de octubre de 2015

JEREMY CORBYN » 15 cosas que aprendimos en el discurso de Corbyn. Ideas de política exterior, economía, estrategia ciudadana y gustos literarios extraídos de la primera intervención del líder laborista.

Todos los ojos de la izquierda europea están puestos en el nuevo líder de la oposición británica, que promete una nueva forma de hacer política, "más honesta y más inclusiva". Jeremy Corbyn, el más izquierdista de cuantos contendían a liderar el Partido Laborista, se hizo con la victoria el pasado 12 de septiembre con un contundente 60% de los votos, pero cuenta con pocos apoyos entre los parlamentarios laboristas. Ayer martes realizó su primera intervención como líder en el Congreso anual del partido.

Estas son 15 ideas que se desprenden de un discurso que duró una hora:

1. Corbyn cree que el Partido Laborista no ha perdido, sino que ha ganado.

Como apunta Jonathan Freedland en The Guardian, durante la hora que duró el discurso de Jeremy Corbyn, el 7 de mayo desapareció de la historia y fue reemplazado por el 12 de septiembre. El Partido Laborista no fue el que cosechó hace cuatro meses su segunda derrota consecutiva, una de las más contundentes de su historia reciente, sino el que hace apenas dos semanas acometió una refundación sin precedentes al movilizar, en torno al propio Corbyn, a un sector de la ciudadanía tradicionalmente desencantado con la política. El líder recurrió a un símil futbolístico para ilustrar la, a su juicio, falta de tino de los columnistas al describir la nueva situación: “Si fueran periodistas deportivos escribiendo sobre un equipo de fútbol, dirían: ‘Han tenido un verano horrible. Tienen 160.000 nuevos seguidores. Han vendido todas las entradas. Los nuevos seguidores son jóvenes y optimistas. No sé cómo este club va a poder sobrevivir a una crisis así”. Lo cierto es que, en el discurso, apenas hubo espacio para reflexionar sobre los motivos que provocaron la derrota electoral en las pasadas elecciones generales.

2. El debate sobre la inmigración y la insistencia en su capacidad de gestionar la economía no están entre sus prioridades.

Los analistas coinciden en que la preocupación por los efectos, culturales y económicos, de la inmigración, así como la desconfianza en la capacidad del equipo de Miliband para gestionar la economía, fueron dos de los factores más importantes por los que una parte del electorado tradicional laborista se decantó por los tories o por el UKIP. Pero Corbyn no mencionó la inmigración, al margen de la crisis de los refugiados, a la que sí se refirió. Tampoco mencionó el déficit, más que de pasada. Y al contrario que en el caso de Miliband, a quien se le echaron encima el año pasado por olvidarse de mencionarlo en su discurso, lo de Corbyn no fue un despiste: directamente no estaba en sus papeles. Por lo que se escuchó en su discurso, su prioridad ahora son las 251.000 personas que votaron por él, más que los que los 11 millones de que votaron en mayo por Cameron.

3. Votará por permanecer en la Unión Europea, pero luchará por cambiarla.

Su posición en el referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, que se celebrará antes del final de 2017, ha dado mucho que hablar desde su elección como líder. La ambigüedad que ha mostrado históricamente en el asunto fue criticada por amplios sectores de un partido que, en general, apoya con matices el estatu quo. Tanto que, en un intento por acallar las críticas, se vio obligado a declarar, poco después de su elección, que el partido apoyará la permanencia, sea cual sea el acuerdo al que llegue Cameron en sus negociaciones con el resto de Estados miembros. En su discurso de ayer no fue tan explícito. “No hay nada bueno en un primer ministro vagando por Europa intentando regatear los derechos que protegen a nuestros trabajadores”, dijo. “Como decidió nuestro Congreso ayer [por el lunes], nos opondremos a ello y defenderemos una Europa social, una Europa de unidad y solidaridad que defienda esos derechos”.

4. Primero cambiará la política, luego cambiará el país.

Corbyn habló casi más del medio que del fin. “He recibido un mandato enorme, un mandato para el cambio”, aseguró. “Lo primero y principal es que se trata de un voto para cambiar la manera en que hacemos política”. Con la ayuda de las redes sociales –“el centro de la comunicación en el futuro”- Corbyn quiere convertir al partido en un “movimiento” que funcione “en cada comunidad y en cada centro de trabajo, no solo en Westminster”.

5. Su relación con determinados medios no va a ser buena, y no le importa.

En su salto oficial del seno del partido al escenario de la política nacional, Corbyn dejó claro que cuenta con las críticas de la prensa y que está dispuesto a sobrellevarlas con humor. Lo demuestra el hecho de que dedicara las primeras líneas de su discurso a reírse de los ataques que ha recibido de los tabloides en los últimos meses, llevándolos al terreno de su nuevo estilo de liderazgo inclusivo y abierto al debate. “Noto que algunos periódicos han desarrollado un interés en mi persona”, dijo. "Según un titular, Jeremy Corbyn celebra la idea de que un asteroide barra de un plumazo la humanidad. Los asteroides son un tema bastante polémico y no es el tipo de asunto que quisiera descartar sin un debate en profundidad en el seno del partido”.

6. No es el mejor redactor de discursos de la historia, ni le adorna la virtud de la concisión.

Su discurso desafió las normas de cualquier manual de oratoria política moderna. Careció de una estructura sólida, de una narrativa atractiva y -prolongándose durante casi una hora- de concisión. Saltó de un tema a otro sin orden aparente ni ritmo. Los más optimistas lo ven como una expresión más de esa nueva forma de hacer política, más honesta, menos efectista. Pero lo peor fue que, como no tardaron en revelar los medios, recurrió al corta y pega: utilizó párrafos enteros de un texto remitido a su equipo hace dos semanas por el escritor y asesor político Richard Heller, que ya se lo había ofrecido antes, sin éxito, a Ed Miliband y a todos los líderes laboristas desde Neil Kinnock. Ojo, no se trata de plagio, ya que el propio autor reconoce que lo envió para que se utilizara en el discurso. Pero dio pie a un glorioso titular a toda página en el conservador Daily Telegraph: “Nueva política, viejo discurso”.

7. No tiene intención de ceder en su posición sobre el desarme nuclear.

El domingo, en el arranque del Congreso, Corbyn sufrió un revés al rechazar el partido someter a votación la posición oficial sobre la renovación del sistema de submarinos nucleares Trident. Se trata del único arsenal nuclear de Reino Unido, y el año próximo el Parlamento deberá pronunciarse sobre su renovación. Se trata de uno de los más espinosos debates en el seno del Partido Laborista, dividido acerca de la necesidad de que el país cuente con un sistema de disuasión nuclear. Corbyn, cuya militancia antinuclear es tan antigua como su carnet del partido, se opone frontalmente, al contrario que algunos miembros destacados de su equipo directo. Ayer insistió en que, en ese asunto, no está dispuesto a ceder: “He sido claro con mi postura sobre un asunto, y creo que me arropa el mandato de mi elección”, dijo. “No creo que gastar 100.000 millones de libras, una cuarta parte de nuestro presupuesto en Defensa, en una nueva generación de armas nucleares sea lo correcto”.

8. Se opone a una intervención en Siria, pero podría apoyarla si cuenta con el respaldo de la ONU.

Corbyn es un pacifista, pero no hasta el punto de renunciar sin matices a cualquier intervención militar. Todo indica que pronto David Cameron llevará al Parlamento su propuesta de extender la acción militar británica contra el Estado Islámico de Irak a Siria. Se trata de otro de los asuntos en que las fracturas en el partido, y en el propio Gobierno en la sombra, son más evidentes. De su discurso y del pronunciado por el portavoz de Exteriores, Hilary Benn, se puede deducir que pueden haber llegado a un compromiso de apoyar los bombardeos en Siria, solo si forma parte de un acuerdo de la ONU. “La respuesta a ese trágico y complejo conflicto no es simplemente arrojar más bombas”, advirtió Corbyn. “Reino Unido necesita un Ejército moderno para mantenernos seguros. Y para liderar misiones humanitarias y de pacificación, trabajando con y fortaleciendo las Naciones Unidas”. Por la noche, en una entrevista con Katherine Viner, directora de The Guardian, John McDonnell, portavoz de economía y principal aliado de Corbyn, optó por que se conceda a los diputados libertad de voto en este asunto. “No hemos llegado a una conclusión clara sobre Siria”, admitió. “Pero tengo que reconocer que en este asunto respeto a la gente que piensa diferente que yo, porque ir o no a la guerra es una decisión moralmente muy exigente”.

9. Va muy en serio con nacionalizar los ferrocarriles.

Horas antes de su discurso, el Congreso respaldó el compromiso de Corbyn de renacionalizar los ferrocarriles británicos. “Fue maravilloso ver cómo el Congreso aprobó nuestro plan de devolver las concesiones privadas a la titularidad pública a medida que vayan expirando”, dijo Corbyn desde el escenario. “La posición del laborismo ahora es conseguir esa red de ferrocarriles completamente integrada y pública que los británicos quieren y necesitan”. Se trata de una decisión que, en repetidas encuestas en los últimos años, comparte la mayoría de los votantes.

10. La crisis de la vivienda es prioritaria.

Lo dijo así de claro: “La política de vivienda es una prioridad absoluta”. “Puede que en ningún otra área el fracaso de los tories haya sido tan completo y dañino para la gente”, añadió, antes de señalar que en la pasada legislatura se construyeron medio millón de viviendas menos de las que se necesitaban. Su propuesta es un ambicioso programa de construcción de más de 100.000 viviendas sociales. Algo que, dijo, podría financiarse con lo que se ahorraría en ayudas al alquiler después de atacar “las rentas exorbitantes” que piden algunos caseros.

11. El viejo socialista conoce los problemas del nuevo mercado laboral.

Corbyn quiso dejar claro que no es un líder anclado en la realidad de las fábricas industriales, sino que comprende los cambios del mercado laboral. “He expresado algunas ideas sobre cómo debemos apoyar a los pequeñas empresas y a los autónomos”, explicó. “Eso es porque uno de cada siete personas en el mercado laboral trabaja para sí misma”. “Ganan menos que otros trabajadores y tienen menos seguridad”, dijo. Anunció que equipararían sus bajas de maternidad y paternidad a las de los trabajadores por cuenta ajena y que ha encargado que se estudien todas las maneras en que se puede ayudar a los autónomos.

12. La austeridad es cosa del pasado.

Siete años, el tiempo que lleva el país soportando las políticas de austeridad, es mucho tiempo en política. Ese es el argumento que utilizó Corbyn para transmitir su mensaje de que la contención en el gasto es cosa del pasado. “La austeridad de los tories es la receta desfasada y fallida del pasado”, aseguró. “Nos corresponde a nosotros, a los laboristas, aportar la alternativa. Cualquier economista dirá que, con los tipos de interés tan bajos, ahora es el momento de la inversión pública en infraestructuras”.

13. Sus preferencias literarias son las que cabría esperar.

El nuevo líder laborista citó a dos escritores en su discurso. La primera, la estadounidense Maya Angelou, poeta, novelista, ensayista y activista por los derechos humanos, que falleció en 2014. Luchó por los derechos de los negros y fue amiga de Martin Luther King y de Malcolm X. El segundo, el nigeriano Ben Okri (Minna, 1959), uno de los escritores vivos más importantes del continente africano. “No puedes controlar todos los eventos que te sucedan, pero puedes decidir que no te empequeñezcan”, citó de la primera. Del segundo, escogió esta frase: “La cosa más auténtica sobre nosotros es nuestra capacidad de crear, de sobreponernos, de perdurar, de transformar, de amar”.

14. La defensa de los derechos humanos debe ser la piedra angular de la política exterior.

El discurso de Corbyn incluyó más temas de política exterior que el que diera su predecesor, Ed Miliband, el año pasado. Entre ellos, una petición a David Cameron para que Reino Unido intervenga con el régimen de Arabia Saudí para salvar a Alí Mohammed al-Nimr, un activista pro democracia saudí condenado a muerte por decapitación y crucifixión por un delito que supuestamente cometió cuando tenía 17 años. “Debemos ser muy claros respecto a lo que defendemos en materia de derechos humanos”, concluyó Corbyn. No pidió disculpas en nombre del partido por la Guerra de Irak, como estaba previsto, pero sí la mencionó: “No ayudó a nuestra seguridad nacional cuando fuimos a la guerra con Irak desafiando a las Naciones Unidos y guiados por documentos falsos”.

15. Tiene cuatro años y medio para concretar sus políticas. ¿O no?

Corbyn quiso convertir las discrepancias que arrastra el partido en una fortaleza de su liderazgo. Todas las sensibilidades, dijo, tienen cabida en la “nueva política” que promete. “No creo que nadie ostente el monopolio de la sabiduría. Todos tenemos ideas y una visión de cómo las cosas pueden ser mejores. Quiero un debate abierto en nuestro partido y en nuestro movimiento. Escucharé a todo el mundo porque creo firmemente en que el liderazgo consiste en escuchar”. Quien viniera a Brighton buscando concreción en las posturas, tendrá que esperar. Este ha sido su discurso de presentación como líder, defienden algunos, y tiene por delante cuatro congresos más para concretar hasta las elecciones generales de 2020. Pero otros argumentan que, por mucho que el debate y la pluralidad sean la nueva tónica, el partido necesita aclarar sus posturas con urgencia en al menos dos asuntos -la decisión sobre bombardear Siria y la decisión sobre la renovación de Trident- y deberá tener listo un programa para un año 2016 con elecciones en dos plazas cruciales para el laborismo: la alcaldía de Londres y el Parlamento escocés.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/09/30/actualidad/1443625949_221873.html?rel=lom

miércoles, 26 de agosto de 2015

No es preciso vivir debajo de un puente para ser de izquierdas.

En un verano cuajado de noticias densas y trascendentales, la derecha española ha logrado crear una polémica con las vacaciones de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Capitaneados por Francisco Marhuenda al mando de La Razón y sus infectas mentiras habituales, se discute si una persona de izquierdas tiene derecho a disfrutar de una escapada estival de una semana, inviertiendo 600 euros –de su dinero- en el alquiler de una casa compartida. Con 71 años y 50 años de profesión en la que ha sido una jueza de gran prestigio.

Políticos (de los oficiales y de los ejecutan esa labor en medios y dicen ser periodistas) ven normal que la anterior alcaldesa dedicase algo más de esa cantidad, en este caso por noche, en el Penha Longa Hotel Golf Resort de Portugal en viaje privado también, aunque dejara en la capital española la grave crisis del Madrid Arena con cinco jóvenes muertas por la incompetencia. Ana Botella puede porque es de derechas. Los despilfarros oficiales llegaron a llamar la atención hasta de prensa extranjera como Der Spiegel. Y, tras su relevo, vamos conociendo muchos más.

El 'debate' de las vacaciones de Carmena llena horas y horas de televisión. Han llegado a equiparar las vacaiones de la alcaldesa con la invitación de un empresario en duda a un par de ministros, como publicó eldiario.es, o con las que disfruta a todo yate el privilegiado imputado Rodrigo Rato. Solo por las preferentes o por sacar a bolsa una caja quebrada –con lo que ha supuesto- parece que debería reembolsarnos algunos dineros antes de darse sus chapuzones.

El gran tema latente es que la derecha española y sus fieles becerros entienden que para ser de izquierdas hay que vivir debajo de un puente. Con habilitarse espacio en una chabola levantada en la ribera, uno ya es un rico propietario y ha de ser de derechas para “conservar” sus pertenencias. Si has firmado un fascal de letras con un banco y habitas en la casa que aún les pertenece para lo que gusten mandar, entonces ya te has convertido en un potentado que no puede sino votar al PP o en su caso a Ciudadanos. Partidos que cuidan amorosamente de nuestros servicios, pensiones y futuro manteniéndolos alejados de los recortes y la especulación. Ese es el conjunto de la idea que quieren inculcar. Con éxito, siquiera sea por la machacona insistencia del mensaje. De este modo excluyen de cualquier compromiso social serio a cuantos tienen los mínimos medios de subsistencia. A los gestores de estas falsas tramas les guía una clara y sucia intencionalidad política, pero la mayoría lo piensa realmente, aunque pueda parecer increíble.

Pasó desapercibida esta joya que firmó en ABC en Marzo, de 2015, del siglo XXI, Marcos Sueiro, con el expresivo título de Carolina Bescansa, la 'oveja negra' de una dinastía gallega y que no tiene desperdicio de principio a fin. “Carolina Bescansa -escribía dolido el autor- nació en una de las familias patricias de Santiago de Compostela. La cofundadora de Podemos es descendiente de uno de los clanes que han dado color a la vida local”. Carolina destacaba por su inteligencia superior a la de varios de sus hermanos, dice, pero todo se truncó: “En una familia tan extensa siempre hay pequeñas decepciones, pero la menor de las Bescansa superó casi todas las expectativas”.

¿Qué hizo Carolina? Tras relatar las virtudes que adornan a su familia y las amistades que atesoran, Sueiro concluye con una reflexión que es todo un tratado del pensamiento conservador español. La irrupción de Bescansa en un partido de izquierda ha provocado un daño que abochorna a su linaje con el peor de los lamparones: “… la fuerza de su apellido ha replegado a todos los componentes de la saga, que evitan contestar a preguntas sobre el compromiso revolucionario de su sobrina. En las reuniones entre las dinastías médicas y universitarias en la residencia Bescansa de la isla de la Toja se evitan las preguntas 'innecesarias e incómodas'. El tiempo dirá qué lugar ocupará en la vida española y si su éxito radicará en seguir cuestionando el lugar de donde procede”.

En las reuniones entre las dinastías médicas y universitarias en la residencia Bescansa de la isla de la Toja se evitan las preguntas 'innecesarias e incómodas'. El tiempo dirá qué lugar ocupará en la vida española y si su éxito radicará en seguir cuestionando el lugar de donde procede, señala ABC.

Ser de izquierdas no es una religión, no implica sacerdocio ni voto de pobreza. Por el contrario estas condiciones sí se exigen en la religión católica a la que se apresta con fervor de boquilla, preferentemente la derecha, y basta ver el cómo lo cumplen. Los Evangelios están llenos de esa doctrina que rechaza la usura, la avaricia y el egoísmo y propicia la generosidad. En estos momentos cuentan con un Papa que parece tratar de reconducir el catolicismo a su espíritu original. La gran diferencia es que la derecha opta –como mucho- por la caridad que les hace sentir superiores, y la izquierda por la justicia. Los resultados de la justicia son más sólidos y más dignos. Se trata de hacer políticas que disminuyan las desigualdades y que brinden oportunidades a todos, no de hacer tabla rasa en la precariedad.

La derecha, según se deduce, aplaude el brutal aumento de la desigualdad social que ha propiciado el Gobierno de Rajoy –como demuestran datos unánimes, no manipulados-. Y todas sus secuelas. Fiel seguidor de lo que hoy manda en Europa: el liberalismo que, como describen con profusión sus profetas televisivos, consiste en, a la manera del viejo Oeste americano, llegar, plantar la tienda, cuidarse de uno mismo y a los demás que les zurzan. Unos lo consiguen, otros no. Los que no lo consiguen (a los que ellos llaman débiles) sobran. Estamos viendo atestar las fronteras a las víctimas más acuciantes de esta ideología fanática. Y de los hipócritas que se lucran con el negocio de las armas, cerrando los ojos a sus consecuencias. Y salen neofascistas de debajo de las piedras, sin rubor alguno. Tienen claro que estas personas, refugiados y emigrantes, están de más. ¿Qué hacemos con ellas? ¿Las dejamos morir? ¿Las gaseamos mejor que ya el nazismo probó su eficacia? No se van a evaporar. Aumentarán, porque viene implícito (empotrado) en las políticas que aplican.

Todo esto está apoyando la derecha en la práctica, incluidos los no tan ingenuos seguidores de las consignas manipuladoras. En España con el regalo añadido de una corrupción descomunal. Si los políticos conservadores pueden gastar lo que les plazca, propio y ajeno, y robar con total impunidad, sus votantes sustentan la Ley del Gran Embudo, aparcando todo escrúpulo. Esta gente muestra un desahogo patológico en elegir de la moral lo que les conviene.

En definitiva, se han apañado una vida de derechos, prerrogativas y hasta desmanes a imponer. Sin contrapartida alguna que sí exigen a los demás. La izquierda es la que se preocupa de molestas bagatelas como la equidad o los derechos de las personas y punto. Alguien habrá de hacerlo porque esta situación es insostenible y augura días muy negros –aún más negros-. En su infinita ignorancia, gran parte de quienes la apoyan son como aquel gallo jactancioso del cuento que, creyendo ser invitado en la boda, acabó en la cazuela para servir de manjar en el convite.
"http://www.eldiario.es/autores/rosa_maria_artal/"

Fuente: http://www.eldiario.es/zonacritica/izquierdas-preciso-vivir-debajo-puente_6_423517654.html

martes, 7 de julio de 2015

Tania Sánchez: “Estoy disponible para participar en la lista de Pablo Iglesias”. La excandidata de IU revela su disposición a integrarse en la candidatura de Podemos

Tania Sánchez (Madrid, 1979), excandidata de Izquierda Unida a la presidencia de la Comunidad de Madrid y exdiputada regional por ese partido, conoció la semana pasada que la justicia archivaba la querella presentada por el PP contra ella por prevaricación en su etapa como concejal de Rivas (Madrid).

Tras esa noticia, Sánchez, líder de la plataforma Convocatoria por Madrid, revela a EL PAÍS que está dispuesta a ir en la lista que Pablo Iglesias (Podemos) está confeccionando para las generales, que será votada en primarias.

Pregunta. Una vez despejado su futuro judicial, su futuro político cambia. ¿Va a integrarse en la lista de Podemos para las elecciones generales?
Respuesta. Con independencia de la causa judicial, yo entiendo que el proceso que abre Podemos, especialmente la propuesta que hace Pablo Iglesias, ofrece una voluntad de construir candidaturas que vayan más allá de Podemos e incorporen a personas de la sociedad civil en una voluntad de trabajar de aquí a las generales, para generar una movilización muy amplia de un sector popular que quiere un cambio. En ese sentido, si esa es la voluntad y ese es el perfil del proceso que está construyendo Pablo Iglesias, eso es coincidente con la posición política de Convocatoria por Madrid, por lo que yo estaría disponible a discutir participar del mismo.

P. ¿Se ofrece entonces para participar en la lista de Iglesias?
R. Entendiendo que la voluntad de esa lista no sea exclusiva de un partido, sino que tenga la voluntad de construir un proyecto que vaya más allá de la estructura partidista, sí.

P. ¿Qué posición tendrá dentro del partido?
R. Yo entiendo que lo que tiene Podemos es una voluntad de construir una herramienta donde pueda participar mucha gente sin necesidad de tener una vinculación absolutamente partidista.

P. ¿Le ha pedido Pablo Iglesias que se integre en la lista?
R. No he hablado aún con él.

P. ¿Es consciente de que si finalmente se integra en la lista de Iglesias será polémico, porque fue la candidata de IU?
R. Yo fui la candidata de un proyecto político que tenía una voluntad firme y colectiva por construir un referente para Madrid, capaz de desbancar al PP y que sumase lo mejor de todos los espacios políticos y sociales. Una estructura de dirección bloqueó ese proyecto y un grupo amplio de militantes decidimos que, si el proyecto político por el que nos movíamos, que se define primero por un interés del país y por último, muy por último, por estructuras partidarias no iba a ser desarrollado en esa herramienta, pues íbamos a desarrollarlo por otras vías. Son tiempos de cambio, de mucha militancia líquida, de mucha descomposición de estructuras y composición de otros proyectos.

P. También podría enfrentarse a críticas de nepotismo por su relación personal pasada con Pablo Iglesias.
R. Cuando los procesos van a ser sometidos a votación popular, a primarias, esto queda fuera de lugar. Da igual lo que haga que siempre me van a criticar. Estamos en un momento en el que hay mucho nerviosismo con las fuerzas del cambio y cualquiera que tenga una posición en la que esté empujando en ese proceso de cambio va a recibir muchísimas críticas.

P. ¿Cree que otros dirigentes de IU deberían seguir su camino?
R. Creo que el resultado de las elecciones municipales demuestra el fracaso de la dirección política de Cayo Lara y un éxito de la organización de base de IU. Por eso creo que esa organización de base no se puede quedar fuera del proyecto político de cambio. La dirección no es creíble cuando apuesta por algo que ha estado impidiendo en el proceso previo a las municipales.

P. ¿Alberto Garzón debería entrar también en esa lista?
R. Creo que el conjunto de militantes de ese espacio político no deberían de dejar de participar del cambio.
P. ¿Se puede hacer una unidad popular selectiva, excluyendo a algunas fuerzas?
R. La unidad popular se tiene que basar en un acuerdo político sobre lo que se quiere hacer. Y creo que hay dirigentes de este país que no creen que haya un cambio de régimen, porque yo he debatido con ellos, que no creen que se pueda hacer una alternativa al modelo europeo y que no creen que haya otra forma de hacer política y que buena parte de lo que nos pasa tiene que ver con demasiados años de derrotas y pocos de victorias. Quien no crea que estamos en momento histórico y no esté en disposición del cambio por encima de cualquier otro interés de partido o individual, creo que no va a ayudar al cambio. Pero eso no significa excluir. Lo que tampoco hay que hacer es engañarse ni engañar.

P. ¿Qué le parece el rechazo de Podemos a incluir a IU en una candidatura de confluencia para las generales?
R. Yo creo que lo que dice IU es: siéntate conmigo y vamos a llegar a un acuerdo de partidos, y lo que dice Podemos es: vamos a ir a un proceso de unidad con gentes vinculadas a otros procesos y no vamos a llegar a un acuerdo con tu partido. Eso no tiene que ver con la unidad popular, tiene que ver con los intereses de dos organizaciones políticas. Yo llevo meses trabajando en muchos municipios de Madrid con militantes de IU en espacios de unidad y no hay ningún problema y no ha habido necesidad de hacer un acuerdo entre partidos para eso. En unos sitios se ha dado el acuerdo y en otros no, en otros son militantes trabajando por el país. El que necesite un aval de su organización pues… 

P. ¿Qué le ha parecido la propuesta de unidad popular de Alberto Garzón?
R. Yo quiero mucho a Alberto y creo que coincido políticamente con él muchísimo. Pero no sé si tiene la fuerza orgánica suficiente para hacer algo más que una coalición de organizaciones. Sé que cuando yo estuve allí no la teníamos.

P. ¿IU tiene que quedarse fuera?
R. Hace 10 años en los que aprobaron unos documentos en los que decían que tenían ir a un proceso de refundación de la izquierda para ir a un modelo amplio, para hacer un bloque político y social, y no se ha hecho. Creo que hay que aprovechar los espacios en los que ya se está trabajando de forma unitaria y hacer una apuesta colectiva por entender dónde está el motor del cambio, y no está en IU. 

P. ¿Comparte las críticas de Pablo a IU, llamándoles cenizos que en 25 años no han hecho nada?
R. A Pablo Iglesias le honra haber pedido disculpas por esas palabras, yo le he oído hacerlo tres veces. Yo conozco mucho a Pablo Iglesias, evidentemente, y yo sé que tiene un inmenso respeto por lo que ha significado miles de militantes que cuando no había nada seguían peleando y levantando banderas por evitar que fuera un páramo esta ciudad. Creo que él tiene un enorme respeto por quienes han mantenido luchas que han permitido que surgiese un germen por el que al final apareció el 15-M. Los procesos de cambio político nunca son lineales, sino de acumulación compleja. De muchas de las cosas que han ido pasando desde los 90 hasta aquí Pablo también ha sido parte, como buena parte de la gente que está en Podemos.

P. Iglesias ha pedido disculpas por el tono de esas críticas en una entrevista, pero en un artículo en EL PAÍS ha explicado porqué rechaza a IU, y dice entre otras cosas que en España la izquierda comunista ha fracasado tras la Transición. ¿Está de acuerdo?
R. Esto intelectualmente es un análisis correcto. Pero el conjunto de la izquierda. En el 82 gana Felipe González, el proceso de Transición supone para la mayoría de la gente una oportunidad para abandonar un periodo gris e iniciar un proceso de futuro. Y es tal el ansia de la mayoría de la gente de mirar hacia delante que hay una tremenda confianza en los líderes políticos. Y la evolución que ha tenido ese sistema nos ha traído a un momento en el que los gobernantes no responden a los intereses de las mayorías sino a los del mercado. Lo estamos viendo en Grecia. Frente a eso, la izquierda no ha tenido capacidad de generar una alternativa capaz de construir una mayoría alternativa a eso. No hemos sido capaces, colectivamente, no solo IU. Esto lo evidenció el 15-M. Yo he militado durante años y no he sido capaz de generar eso, algo habremos hecho mal. No reconocer esto es no querer asumir una realidad.

P.¿Qué papel le queda a IU?
R. Tengo un enorme respeto por toda la gente que milita en IU, me costó emocionalmente mucho salir de ella. Hay militantes imprescindibles para el cambio. Todo el rato deseo reencontrarnos en ese proceso de cambio. Por el bien del país, deseo que todos los cuadros no se queden fuera de este momento histórico del cambio.

 P. ¿Le apenaría que acabe fagocitada por Podemos?
 R. Me apenaría que los militantes valiosos acabaran en su casa, las personas. No las estructuras. Y no todo el mundo que está en IU es valioso.

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