En diciembre de 1947, el físico Albert Einstein, harto del ambiente de caza de brujas contra los intelectuales de izquierdas que se apoderaba de EE UU, estalló. “Vine a EE UU porque oí que en este país existía una gran, gran libertad. Cometí un error al escoger EE UU como una tierra de libertad, un error que no puedo borrar del balance de mi vida”, afirmó, según documentación confidencial del Gobierno.
Salvando las distancias, lo mismo le ocurrió al investigador estadounidense Bjorn Stevens. En 2008, cuando era profesor de la Universidad de California en Los Ángeles, salió huyendo de su país, indignado por las maniobras del presidente George W. Bush para amordazar a los científicos y alejarlos de la toma de decisiones. Hoy, este experto en nubes es director del Instituto Max Planck de Meteorología, con sede en Hamburgo (Alemania), y ha sido uno de los autores principales del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas, que ha vinculado definitivamente las emisiones de CO2 al calentamiento que sufre la Tierra.
Stevens, nacido en Augsburgo (Alemania) en 1966 y criado en EE UU, de madre alemana y padre estadounidense, observa ahora desde su exilio cómo el Partido Republicano, el de George W. Bush, asume el control del Congreso de su país. El científico, acostumbrado a subirse a aviones para cazar nubes, ha tomado uno en esta ocasión para acudir a Madrid como jurado de los premios Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA.
Pregunta. ¿Por qué dejó EE UU?
Respuesta. Al comienzo de la década de 2000, cuando la Guerra del Golfo, había un ambiente contra la Ilustración. Vivir en una sociedad así, en la que la verdad no desempeña ningún papel, es muy desalentador. Cuando Bush fue elegido la primera vez pensé: “Bueno, estas cosas pasan”. Pero luego vi lo que hizo y cómo todo el mundo sabía lo que estaba pasando, y pese a todo fue elegido una segunda vez. Era muy insatisfactorio vivir en una sociedad así, en la que la verdad no importa. Sobre todo para un científico. Para un científico la verdad es lo más importante. Es aterrador vivir en una sociedad en la que la verdad no importa, y ese era el caso de EE UU en aquella época.
P. ¿Era más difícil todavía para un científico del clima?
R. Nunca he estado realmente implicado en la ciencia del clima para convencer a nadie de nada. A las personas les gusta saber cómo funciona el mundo en el que viven y nos pagan para que se lo digamos. Yo no he interactuado con el mundo de la política ni era mi objetivo influir en las políticas. Solo espero que la gente escuche a la ciencia. Espero que los políticos escuchen a los científicos y acepten lo que dicen. Y deberían escuchar también a otras personas, a la industria, para tomar buenas decisiones. Lo que no deberían hacer es negar lo que aseguran los científicos del clima, porque no hay razones para hacerlo. Al final, las decisiones de los políticos dependen de factores de los que conozco muy poco. Todo lo que puedo pedir es que no pretendan que los científicos dicen cosas que no dicen. Afirmamos que el clima se está calentando, y que pensamos que es por las actividades humanas y porque hay más CO2. Si creen que otros temas son más importantes y deciden que sigamos viviendo como lo hacemos, me parece una decisión justa, siempre que dejen claras las bases de sus decisiones.
P. El Partido Republicano ha asumido en los últimos días el control del Congreso de EEUU. ¿Cómo cree que esto puede afectar a las políticas climáticas y a la ciencia del clima?
R. En mi opinión, los republicanos siempre han sido el partido más fundamentalista. Tienen tendencia a legislar el mundo que ellos desearían que existiera, no el que existe. Cabría esperar que aceptaran cómo funciona el mundo, algo que para mí es básico en el pensamiento de la Ilustración, pero el Partido Republicano es antiintelectual y anti-Ilustración. Y esto dificulta mucho que un país avance basándose en una mejor comprensión del mundo, al margen de cuáles sean tus ideas políticas y lo que creas que es mejor para la economía o para la gente. La política debería ser algo racional, basada en información. Pero el Partido Republicano tiene una dilatada historia de ignorar la información que considera inconveniente. Por ejemplo, vemos una negación de cómo es el mundo en su política exterior. Para mí es muy negativo que haya un partido que tiene miedo al conocimiento porque podría contradecir su idea de cómo debería ser el mundo. Esto es lo más alarmante, así es muy difícil crear políticas basadas en el conocimiento.
P. ¿Cree que los republicanos pueden poner en peligro las políticas climáticas de Obama?
R. Obama ha dado algunos pasos importantes. Y claro que los republicanos pueden ponerlos en peligro. En el Congreso pueden limitar los fondos necesarios para implementar políticas eficaces. También pueden limitar los fondos que permiten a EE UU ser parte de la comunidad de países que buscan soluciones. Tenemos un problema, el clima está cambiando y tenemos que buscar soluciones. Y si tenemos EE UU, con todos sus recursos, concentrado en el negacionismo, tenemos un problema. Nos gustaría ver a EE UU, con todo su poder intelectual y sus recursos, siendo parte de la comunidad de países que buscan soluciones.
P. ¿Cree que Obama ha hecho suficiente en cuanto al cambio climático?
R. Es difícil de decir, porque juzgas en función de lo que esperabas. Si juzgas en función de lo que hizo Bush, Obama ha dado pasos tremendos. Si juzgas en función de lo que esperabas de él hace seis años, cuando fue elegido, entonces puede ser muy decepcionante.
P. El presidente del Gobierno español aludió en 2007 a un primo suyo, catedrático de Física, para poner en duda la ciencia del clima. "Yo de este asunto sé poco, pero mi primo supongo que sabrá. Y entonces dijo: "Oiga, he traído aquí a diez de los más importantes científicos del mundo y ninguno me ha garantizado el tiempo que iba a hacer mañana en Sevilla. ¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años?", afirmó. Hay personas que siguen pensando así.
R. Hay una buena respuesta para el presidente. Si es verano, se le puede preguntar si el invierno será más frío, porque se puede predecir. Esto es el clima. Es el hecho de que los cambios en los patrones de radiación solar hacen que el invierno sea más frío que el verano. Cuando hablamos de predicción climática, lo hacemos en este sentido. Por supuesto que no podemos predecir el tiempo exacto que hará un día concreto del próximo invierno. Predecir el clima del futuro se parece mucho más a predecir que el invierno es más frío que el verano que a predecir si va a llover un día concreto de la semana que viene. Mucha gente se confunde con esto, incluso algunos físicos inteligentes.
P. Su trabajo está dedicado a estudiar la dinámica de las nubes. ¿Qué preguntas trata de responder?
R. La mayor parte de la luz es reflejada por la Tierra y calienta. Pero no toda la luz provoca un calentamiento. Una parte es reflejada hacia el espacio y eso hace que la Tierra vista desde fuera sea un planeta brillante. La pregunta es cuánta luz solar es reflejada por la Tierra y eso depende en buena medida de lo nublada que esté. Lo que se refleja, que se denomina albedo, es aproximadamente un 30% de lo que llega. Y la mayor parte se debe a las nubes. Si cambias el albedo un poco, al 31% o al 32%, tendría un efecto enorme en la temperatura de la Tierra. El efecto de un 1% más en el albedo sería similar a duplicar el CO2. Así que el albedo de la Tierra es muy importante y sabemos muy poco sobre por qué es 30%, o sobre si podría ser 40% o 10%. Una de las cosas que hacemos estudiando las nubes es intentar entender qué controla el albedo. Hay muchos factores que intervienen en ese número.
P. Usted dice que la crítica constructiva es el alma de la ciencia. ¿Puede hacer un poco de crítica constructiva sobre la ciencia del clima?
R. No entendemos bien, en absoluto, cómo la circulación atmosférica cambiará a medida que se caliente la Tierra. La circulación atmosférica es la trayectoria de los ciclones, el monzón, los sistemas polares. Hay patrones en esta circulación. Todo lo que aprende un niño sobre dónde se forman los ciclones, sobre dónde están las regiones polares, depende mucho de la circulación atmosférica. Si calientas el clima, puedes imaginar que todo se queda igual pero con mayor temperatura. Pero también tenemos razones para pensar que habrá cambios en la circulación atmosférica. Quizá los ciclones sean más potentes, o los monzones. Sabemos muy poco de cómo cambiará la circulación. Hacemos modelos muy complejos, pero unos dicen una cosa y otros dicen la contraria. Hay poco acuerdo. Para mí es uno de los grandes desafíos. Es un misterio y debemos tener mucho cuidado con utilizar los modelos como si fueran bolas de cristal. Al mismo tiempo, es muy difícil comunicar a la gente que sabemos algo y desconocemos otras cosas. A menudo, en nuestro campo no admitimos que no sabemos algo por miedo a que la gente piense que no sabemos lo que pasa si metes más CO2 a la atmósfera. Pero es desacertado, porque la ciencia se mueve por las cosas que desconocemos. No pasa nada, admitamos que tenemos problemas en nuestra comprensión del clima.
P. Usted fue uno de los autores principales del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas. ¿Qué espera de la próxima cumbre del clima que tendrá lugar en diciembre en París y de la que podría salir un acuerdo internacional de reducción de emisiones de CO2?
R. No espero gran cosa, así que espero sorprenderme de manera positiva. La calidad de la información de la que disponen los políticos no va a cambiar enormemente, así que tendrán que tomar decisiones con una cierta incertidumbre. No pasa nada, lo hacen todo el tiempo. Los países van a la guerra con mucha menos información.
P. ¿Cree que sigue habiendo una brecha entre los científicos y los políticos en cuanto al cambio climático?
R. Para mí es difícil saber hasta qué punto los políticos entienden la ciencia. Es entendible si quieres entenderla e inviertes tiempo en entenderla. Y hay científicos que se explican muy bien. Los políticos tienen que tomar decisiones difíciles y a menudo es mejor para ellos no entender algunas cosas porque eso facilita que tomen las decisiones que quieren tomar. El gran desafío es exigir a nuestros políticos que intenten informarse a partir del mejor conocimiento disponible. El que quiera saber, tiene información comprensible a su disposición.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/01/12/ciencia/1421066242_376658.html
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jueves, 22 de enero de 2015
domingo, 20 de abril de 2014
sábado, 4 de mayo de 2013
Diez grandes fenómenos meteorológicos. Arcoíris, auroras boreales, temperaturas extremas y otros caprichos del tiempo que esperan al viajero

Viajar entre tornados y auroras boreales
Relámpagos eternos, arcos iris espectaculares, auroras boreales, escalofriantes tornados casi al alcance de la mano, el lugar más frío del globo, y el más caluroso… La meteorología proporciona impresionantes espectáculos por todo el planeta que, en algunas ocasiones, son el verdadero destino del viajero.
01 Noches de colores
ARCOS IRIS LUNAR, CATARATAS VICTORIA (ZAMBIA y ZIMBABUE)
La Mosi-oa-Tunya (el humo que truena), las cataratas Victoria, no es un salto de agua cualquiera. Además de su espectacularidad, ante ellas puede contemplarse uno de los fenómenos meteorológicos más bellos del planeta. En las Victoria, de 1.700 metros de anchura, el río Zambeze se precipita más de 100 metros al vacío hasta la garganta inferior. De día los rayos de sol se refractan en el vapor de agua, asegurando casi permanentemente un arco-iris por encima de la cascada, pero en las noches de luna llena y cielo raso ocurre lo mismo, aunque los colores son apenas perceptibles; la luz es mucho más débil. Para tener mejores condiciones para observarlo hay que situarse en el lado zambiano, tras la salida de la luna. El complemento perfecto son los búfalos y elefantes que a veces se pueden contemplar cerca de la catarata.
La mejor época para ver arco-iris lunares es de abril a julio, cuando el nivel del agua es mayor y hay suficiente vapor de agua. La entrada al parque de las Cataratas las noches de luna llena está permitida, durante dos horas
02 Danzas celestiales
AURORAS BOREALES (SUECIA)

En Noruega se pueden contemplar en cualquier lugar al norte del Círculo Polar Ártico, como Tromso o las Lofoten. Islandia, Groenlandia o en el norte de Finlandia son otras zonas donde es fácil observar auroras boreales.
03 El faro de Maracaibo
RELÁMPAGO DEL CATATUMBO (VENEZUELA)

A Catacumbo se llega desde Mérida. Si queremos contemplar este fenómeno hay que ir durante la estación de lluvias (de mayo a diciembre).
04 Cazando tormentas en el Oeste americano
TORNADO ALLEY (EEUU)

Tornado Alley significa literalmente “callejón de los tornados” y así es como se conoce en Estados Unidos un enorme territorio en el Medio Oeste donde se reúnen las condiciones idóneas para la formación de tornados. En realidad no es una zona que pueda ubicarse con precisión en un mapa, pero incluye estados como Oklahoma, Kansas, Texas y Dakota, donde se producen tornados con especial fuerza y frecuencia: el 90% de los tornados de EEUU suceden aquí cuando el frío y seco aire de las Montañas Rocosas choca contra las húmedas brisas del golfo de México. La mejor época para verlos es en mayo y junio: lo mejor es instalarse en la ciudad de Oklahoma o Denver y estar listo para salir corriendo cuando se escuche la predicción meteorológica… Existen personas especializadas en seguimiento de tornados y “safaris” para perseguir tornados.
Storm Chasing Adventure Tours ofrece pequeños viajes de seis días por Tornado Alley.
05 Nubes enrolladas
GLORIA MATUTINA (AUSTRALIA)

En la zona interior del norte de Queensland se dice que si en Burketown ha estado soplando una fresca brisa marina y las neveras de los pubs se han cubierto de escarcha, hay muchas posibilidades de que al día siguiente haya una gloria matutina. Puede que no sea muy científico, pero el golfo de Carpentaria es el único lugar donde estas enormes nubes enrolladas -a menudo pueden extenderse hasta más de 1000 kilómetros de largo, de entre 1 y 2 kilómetros de altura, a solo 100 metros del suelo y a una velocidad de hasta 60 km/h – se pueden ver de manera predecible. Y, pronosticado científicamente o no, vale la pena celebrarlo con una cerveza.
Las glorias matutinas se forman a primera hora de la mañana en septiembre y octubre (primavera australiana); hay vuelos panorámicos desde Burketown para disfrutarlas.
06 El desierto blanco
EL LUGAR MÁS FRÍO DEL MUNDO (ANTÁRTIDA)

Casi todas las expediciones antárticas salen de Ushuaia, Argentina: la temporada estival de cruceros va de noviembre a marzo.
07 Nieblas en el desierto
CAMANCHACA, DESIERTO DE ATACAMA (CHILE)

San Pedro de Atacama es el centro turístico de la región.
08 El hogar de las nubes
MONZÓN (INDIA)

En hindi, Meghalaya significa “hogar por las nubes”, muy apropiado para el estado más lluvioso de la India, donde hay un par de aspirantes a lugar más lluvioso del planeta. La aldea de Mawsynram, en el frondoso distrito de East Khasi Hills, recibe una media anual de 11.872 mm de lluvia, toda una bendición para las cascadas que resuenan con fuerza más abajo en las laderas circundantes. Pero es la cercana Cherrapunjee la que se autoproclama el lugar más lluvioso del mundo con 9.360 mm de lluvia en Julio de 1861, y con la mayor precipitación anual jamás registrada por un observatorio en la tierra, con 26.460 mm entre agosto de 1860 y julio de 1861. En Cherrapunjee los lugareños usan “puentes vivientes”: puentes naturales hechos con raíces de árboles de caucho que la lluvia no puede arrastrar.
La mayor parte de la lluvia cae durante el monzón de verano, desde la tercera semana de mayo a octubre.
09 Calores infernales
CALIMA EN DEATH VALLEY (EE UU)

Entre noviembre y abril hay varios circuitos por el Parque Nacional de Death Valley guiados por los guardas.
Ver fotos en este blog de nuestra visita, fin de año 2010 a enero del 2011, al Death Valley aquí.
10 Temporales espectaculares
FURIA OCEÁNICA, ISLA DE VANCOUVER (CANADÁ)

En muchos lugares no se menciona su mal tiempo, pues los turistas se asustan. No es el caso de la isla de Vancouver, que se regodea con las olas de ocho metros y los violentos vientos que la azotan. Desde octubre, un sistema de baja presión se acumula en el golfo de Alaska y empuja hacia el sur el tempestuoso frente de aire ártico, que choca con los frentes subtropicales. Y esto coloca a esta isla de la Columbia Británica en el trayecto de las tormentas resultantes de noviembre a febrero muchos temporales azotan la costa oeste. En invierno se puede contemplar toda la furia del Pacífico en Tofino. Cuando amaina, se puede ir a la playa a ver qué tesoros ha arrastrado las tormentas.
Tofino, cerca del parque nacional Pacific Rim, está en la costa suroeste de la isla de Vancouver, a cinco horas de la capital, Victoria.
Estas experiencias y otras 990 están recogidas en el libro 1000 experiencias únicas de Lonely Planet (GeoPlaneta).
Fuente. http://elviajero.elpais.com/elviajero/2013/04/30/actualidad/1367345493_630443.html
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