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jueves, 31 de agosto de 2023

"La justicia nos da la razón tras 47 años". La condena en Chile a los asesinos del diplomático español Carmelo Soria durante el régimen de Pinochet


Laura González, esposa de Carmelo Soria, sujeta una fotografía del diplomático

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

La esposa de Carmelo Soria, Laura González, en 1998.


Más de 47 años después del asesinato del diplomático español Carmelo Soria en Chile, los responsables de este crimen fueron condenados.

La Corte Suprema de Chile ratificó el martes las sentencias a los 6 agentes de la temida Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, la policía secreta del régimen de Augusto Pinochet) que secuestraron, torturaron y asesinaron a Soria.

Cuando ocurrieron los hechos, el 14 de julio de 1976, el economista y diplomático español era representante de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo regional de la ONU.

Sus asesinos recibieron finalmente las sentencias definitivas tras un larguísimo proceso.

Pedro Espinoza Bravo y Raúl Iturriaga Neumann, entonces jefes de la DINA, recibieron 15 años de prisión cada uno, mientras que los agentes Juan Morales Salgado, Guillermo Salinas Torres, René Quihot Palma y Pablo Belmar Labbé fueron condenados a entre 15 y 10 años.

La Corte Suprema también emitió otras dos condenas vinculadas a este caso: cuatro años de cárcel a Eugenio Covarrubias Valenzuela por presentación de declaración falsa bajo promesa o juramento, y 600 días a Sergio Cea Cienfuegos por falsificación de instrumento público.

Secuestrado y torturado
Carmelo Soria Espinoza nació en Madrid en 1921, fue militante del Partido Comunista de España (PCE) y al inicio del régimen de facto de Francisco Franco (1939-1975) se mudó a Chile, donde pasó gran parte de su vida.

Su trabajo como jefe de la sección Editorial y de Publicaciones del Centro Latinoamericano de Demografía (Celade, dependiente de la Cepal) le otorgaba inmunidad diplomática.

Esto le permitía ayudar a perseguidos políticos a buscar asilo en sedes diplomáticas durante el régimen de Pinochet (1973-1990).
 
La tarde del 14 de julio de 1976, Soria salió de su oficina en Santiago, sector de Providencia, en su automóvil marca Volkswagen cuando fue interceptado por agentes de la Brigada Mulchén de la DINA.

“La víctima fue privada de su libertad por agentes armados de la DINA, los que lo trasladaron a un lugar oculto, donde se le mantuvo por horas vendado y amarrado, siendo sometido a interrogatorio bajo apremios físicos que le produjeron la muerte”, recoge la sentencia.

Dos días después, el vehículo apareció con el cadáver del diplomático en su interior volcado en un canal en el este de Santiago, en lo que se considera una maniobra de los servicios secretos chilenos para encubrir el asesinato y hacerlo parecer un accidente.
Recorte de prensa sobre la muerte de Carmelo Soria

FUENTE DE LA IMAGEN,LA TERCERA

Pie de foto,



Pese a la censura, la prensa de la época ya planteó dudas sobre el supuesto acciden

"Las condenas son una miseria"

Carmelo Soria estaba casado con la médica Laura González Vera, hija del premio nacional de literatura José Santos González Vera, y tenía tres hijos: Laura, Luis y Carmen.

"El poder judicial nos da la razón", expresó Carmen Soria en Facebook, tras "47 años sosteniendo una verdad silenciada".

"He vivido todos estos años con mi familia peleando porque se castigue a quienes torturaron y asesinaron a mi padre", agregó en conversación con BBC Mundo.

"Después de esperar 47 años, estas condenas muestran que la injusticia es enorme en Chile. El poder judicial y el Estado chileno se lavan las manos".

"Pasaron 47 años porque las Fuerzas Armadas se han negado a decir dónde están los cuerpos de los desaparecidos y quiénes participaron en las torturas y asesinatos", agregó.

Carmen Soria llevó a cabo en la década de 1990 una serie de acciones legales con las que logró unas primeras condenas a dos agentes, aunque finalmente estos quedaron libres al beneficiarse de la Ley de Amnistía promulgada en 1978 durante la época de Pinochet.

La familia de Soria siempre se negó a aceptar las compensaciones económicas del Estado chileno y siguió buscando justicia hasta que en 2019 los seis agentes recibieron las primeras sentencias: seis años de cárcel para cuatro de ellos y absolución para otros dos.

Ahora, sin embargo, la Corte Suprema los condenó ya de forma definitiva y con penas mayores.

Pedro Espinoza Bravo y Raúl Iturriaga Neumann ya están en la cárcel cumpliendo condena por otros crímenes cometidos en la época del régimen militar.

Unas 40.175 personas entre ejecutados políticos, desaparecidos y víctimas de prisión y tortura sufrieron la represión de Pinochet, según datos del Ministerio de Justicia y de Derechos Humanos de Chile.

La sentencia de la Corte Suprema llega semanas antes del aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 que derrocó al entonces líder Salvador Allende e instauró un régimen autoritario en el país por los siguientes 17 años.

https://www.bbc.com/mundo/articles/c99n5rw87wvo

lunes, 28 de marzo de 2016

EL MÓN EN QUÈ VIVIM. PRESONS, DRETS HUMANS I MITJANS DE COMUNICACIÓ

Josep Fontana
Historiador

Confesso que l’altre dia vaig sentir vergonya davant l’espectacle que se’ns donava a la televisió d’un periodista nord-americà demanant al president de Cuba pels presos polítics a l’illa. Perquè és veritat que a l’illa hi ha presos polítics, entre els quals n’hi ha que estan sotmesos a condicions que vulneren els drets humans més elementals, com són els que els Estats Units retenen a la seva base de Guantánamo.

El dia mateix de prendre possessió de la presidència dels Estats Units, pel gener de 2009, Obama es va comprometre a tornar la política nord-americana al terreny de la moral, amb compromisos concrets com el tancament de Guantánamo abans que passes un any. Però n’han passat més de set sense que ho faci i és segur que la lliurarà intacta al seu successor. La qual cosa no li ha impedit anar a Cuba a donar lliçons de democràcia, i callar quan el periodista demanava informacions sobre presos polítics.

Tot va començar el 2001, quan el govern de G.W. Bush va decidir aplicar un règim especial als terroristes i als sospitosos de terrorisme, que admetia l’ús de la tortura en els interrogatoris, el judici davant de tribunals militars i la retenció indefinida dels detinguts.

Com que això no es podia fer en el territori dels Estats Units, perquè era contrari a la constitució, es va decidir fer-ho en presons fora del territori nord-americà, com a les bases de Bagram, Guantánamo o Diego García, o en presons secretes (”black sites”) facilitades a la CIA per països com Tailàndia, Polònia, Romania o Lituània (en aquests dos darrers casos sembla que a canvi d’accelerar el seu accés a l’OTAN).

Doncs bé, pel gener d’aquest any de 2016 hi havia a Guantánamo 93 presos, entre ells alguns “d’alt valor”, com el palestinià Abu Zubayda, capturat a Pakistan en 2002, que, segons l’Open Society Foundation (una fundació creada per Soros) ha estat sotmès al menys 83 vegades a tortura per ofegament (“waterboarding”) i portat d’una presó secreta a l’altra, perdent un ull en aquest transcurs, fins que el 2006 va anar a parar a Guantánamo, on segueix encara.

L’aspecte més vergonyós d’aquesta situació és el cas dels presos que estan en “detenció indefinida” –uns trentena en l’actualitat– perquè no hi ha evidència suficient per processar-los, ni davant d’un tribunal militar; però se’ls considera massa perillosos per deixar-los en llibertat.

No vaig sentir vergonya per Obama, que va callar, essent com era el responsable de la presència d’aquests presos polítics a l’illa de Cuba, perquè en la seva gestió hi ha coses molt pitjors, com la generalització del sistema d’execucions sense judici previ amb l’ús de drones. Ni pel periodista, perquè ja sabem que les coses són diferents quan els interessos dels Estats Units estan involucrats. Ho ha demostrat Marc Thiesen, un catòlic practicant que va ser redactor de discursos de Bush, que assegurava fa uns anys que torturar sospitosos de terrorisme per ofegament “no solament era útil i desitjable, sinó que estava permès pels ensenyaments de l’Església Catòlica”. I que ara ha dit al Washington Post que el viatge d’Obama és inoportú perquè perllongarà la dictadura i empitjorarà la situació dels drets humans a Cuba, “marginant l’oposició democràtica i comprometent la seguretat nacional dels Estats Units”.

No és per això que he sentit vergonya, sinó per la manca de criteri dels nostres mitjans de comunicació, que es limiten a reproduir notícies d’agència sense fer ús del sentit crític, i fan ben difícil entendre el que passa al món als que depenen per a la seva informació dels que llegeixen als nostre diaris o del que veuen a la nostra televisió. En aquest terreny concret ens fan falta periodistes de veritat, capaços d’opinar i d’orientar el lector.

http://lamentable.org/presons-drets-humans-i-medis-de-comunicacio/#more-29883

CÁRCELES, DERECHOS HUMANOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN, en castellano.

sábado, 5 de marzo de 2016

Vida de Galileo Galilei en el Valle Inclán de Madrid.


GALILEO:
Durante dos mil años la Humanidad creyó que el Sol y todos los astros del cielo daban vueltas a su alrededor. El Papa, los cardenales, los príncipes, los sabios, capitanes, mercaderes, pescaderas y escolares creían estar inmóviles en esa esfera de cristal. Pero ahora nosotros salimos para hacer un gran viaje. Porque los viejos tiempos han pasado y ahora es una nueva época. Desde hace cien años es como si la Humanidad esperase algo. Las ciudades son pequeñas, y también lo son las cabezas. Superstición y peste. Pero ahora se dice: que sean así las cosas no quiere decir que tengan que seguir siéndolo. Porque todo se mueve, amigo.

PRESENTACIÓN
Nadie puede ver mucho tiempo cómo dejo caer una piedra y digo que no cae, declara un optimista Galileo aunque, más adelante, constate, atónito, una cerrazón generalizada a admitir evidencias surgidas de la comprobación empírica. Mide mal el poder de las creencias. Y es que, como dijo Einstein (sobre cuya figura, por cierto, Brecht proyectó escribir también una pieza), resulta más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. De la natural resistencia a aceptar hechos probados capaces de desestabilizar el orden establecido trata esta obra, así como del viejo afán humanista de asentar un saber en que se ensamblan Ciencia, Pensamiento, Artes y Política. El eco lejano de un sueño, al día de hoy.

En su primera versión, Brecht presenta a Galileo como un perspicaz estratega que logra escribir y difundir los Discorsi, aunque para ello, en un momento dado, deba abjurar públicamente de sus investigaciones. La conocida frase "pobre del país que necesita héroes" enuncia ese posibilismo. Sin embargo, años más tarde, el autor corrige la última escena haciendo que el propio Galileo (Brecht) declare abiertamente la gran infamia que ha supuesto su retractación: una imperdonable traición a la Humanidad. Entre una y otra ha caído la bomba atómica sobre dos ciudades japonesas. Brecht entiende ahora que la pureza de la investigación científica, su compulsiva especialización de funestas consecuencias, parte precisamente de ese pecado original de las ciencias modernas.

El tema, pues, de Vida de Galileo no es otro que el de la responsabilidad social de la Ciencia. El sabio renacentista, en principio, no concibe sus experimentos desvinculados de la idea de progreso social; sin embargo, el veto de las autoridades eclesiásticas le aboca a canalizar su creatividad a través de cauces más selectos y restringidos. Se convierte en un especialista.

También Brecht –el Galileo del teatro contemporáneo- pensó el arte como una herramienta para transformar el mundo llegando a formular innovadores planteamientos que desencadenaron un cambio copernicano (nunca mejor dicho) en nuestro modo de entender el hecho teatral. Tampoco pudo evitar el exilio ni la prohibición de sus obras. Finalmente, después de la guerra, gozó de una cómoda, aunque controlada, vida de investigador en su teatro de Berlín oriental. Y así como el científico paduano pasó sus últimos días retirado en una casa de campo florentina bajo la complaciente tutela de la Inquisición, uno puede imaginar al gran dramaturgo alemán custodiado por devotos feligreses de la nueva iglesia histórico-materialista, tratando de justificar las limitaciones del férreo sistema de la RDA como inevitables piedras en la senda hacia la emancipación final. (Este comentario, sobra, -o no sobra,- pues es el voluntario donativo que justifica su cargo de director de una obra en un teatro nacional, en tiempos del anticultural gobierno del PP)

Pero, en fin, lo que importa es que dos magnas obras -los Discorsi y Vida de Galileo- han prevalecido para dar un poco de claridad en nuestra noche, tan inexplicable aún.

ENTREVISTA CON ERNESTO CABALLERO
Bertolt Brecht escribió tres versiones de Vida de Galileo. ¿En cuál se te has fijado?

Efectivamente Brecht escribió tres versiones. Me he centrado en la última,en la que modificó en 1955, después del uso de la bomba atómica. Los cambios más sustanciales entre las tres obras están en las últimas escenas, en la retractación y cuál es el punto de vista del autor al respecto. Considero que Vida de Galileo es una obra que podría titularse perfectamente La retractación.

Brecht siempre quiso hacer una obra sobre Albert Einstein. Si bien en todas las versiones el autor planteó una reflexión sobre el progreso científico y el progreso social, es cierto que a partir del uso de las bombas atómicas se empezó a cuestionar su beneficio. Estudió la retractación en la última versión como un momento crucial cuando la ciencia se especializa y se desentiende de la vida de las personas y esto, según Brecht, puede conducir a una tecnificación que en determinadas manos y sin tener en cuenta el beneficio para la Humanidad puede acarrear consecuencias nefastas.

El tema de la obra se centra en la oposición de la Iglesia al progreso científico, pero hay algo más que esta contraposición que aparece de manera evidente, ¿no es así?

Efectivamente como bien dices, y Brecht así lo expresó claramente, mal iríamos si la representación se centrara solo en el papel de la Iglesia. La iglesia era el orden establecido en el plano político pero también en el social e intelectual. Lo que quiere plantear Brecht es el tema de la resistencia de toda una estructura establecida al cambio. Admitir ciertos principios que se dan por sentados, genera un proceso de desestabilización que puede poner patas arriba la estructura social. De lo que está hablando Brecht es de cómo siempre existen pioneros que terminan cuestionado principios inamovibles, en este caso científicos, y cómo hay una reacción natural de resistencia, de ponerse a la defensiva, para evitar la incertidumbre de reinventarse o reinventar la explicación del mundo. Eso cuestiona principios y relaciones de poder. Brecht habla de la ciencia y de muchas otras cosas, de la necesidad de no dar por inamovibles los principios por más inmutables que parezcan, incluso los de la ciencia. Como decía Einstein hay que cultivar la actitud de no dar nada por sentado, de que todo es provisional. Ese es el tema de la obra: la responsabilidad social del científico, y también de la resistencia a la verificación empírica de los fenómenos, de cómo las creencias pueden ser refractarias a la razón. El error de Galileo es pensar que a él no le va pasar como a Giordano Bruno que fue condenado a la hoguera por sostener idénticas premisas. Él piensa que no le va a pasar lo mismo porque ahora sus afirmaciones se pueden comprobar. Su error, su venda, -su hamartya- es pensar que las pruebas irrefutables pueden vencer un sistema de creencias. Esto es muy de ahora y lo he querido resaltar. Las opiniones se pueden cambiar, pero es mucho más difícil cambiar las creencias. Las creencias no se abandonan así como así por muchas pruebas que haya. Hay toda una superestructura diseñada para justificarse que se auto justifica y que fabrica sus razones. Tiene un argumentario frente a la realidad, y la realidad que no se ajusta a sus postulados cuenta poco. Este es el choque que he querido potenciar porque me parece que está muy vigente.

Has comentado en varias ocasiones que deseas crear un cierto distanciamiento, muy característico por otra parte del teatro épico de Brecht. ¿Cómo vas a hacerlo?

Creo que el distanciamiento ya está incorporado en todo el teatro. En lo teatral Brecht es el Galileo del siglo XX.

En el teatro contemporáneo el distanciamiento se puede potenciar más o menos y es cierto que yo lo potencio mucho. Trato de privilegiar el relato y para eso me gusta que esté muy presente el actor, que establezca una relación en presente, en el aquí y ahora, con el espectador. Este es uno de los muchos enunciados que hace Brecht con respecto al teatro épico: privilegiar la historia.

Otra premisa del teatro épico es analizar cómo pasan las cosas que previamente se anuncian más que crear suspense sobre lo qué va a pasar. Eso a mí también me interesa y creo que en el caso de esta obra es muy evidente este recurso. La historia de la vida de Galileo es conocida, sabemos lo que pasa con él, no hay intriga. Lo interesante es indagar las razones de los actos de los personajes (o de sus omisiones).

Con todo, no nos hemos preocupado mucho en cómo aplicar el distanciamiento porque creo que ya está instalado en todo el teatro. Sí nos hemos ocupado en ponernos en el lugar del espectador, el espectador de hoy en día. Eso, entiendo, sí es brechtiano; la actualización bien entendida ¿en qué lugar nos colocamos hoy para entender esta historia? Es desde luego un lugar que no es el mismo que en los años 40 o en los 60. Probablemente el espectador de hoy ya no reclame tanto el elemento didáctico- discursivo como que busque explorar otras zonas que tienen que ver con cómo gestionamos en la sociedad nuestras convicciones. Eso a mí me ha parecido de sumo interés. Todos tenemos que poner en el fiel de la balanza nuestro grado de heroísmo, a qué estamos dispuestos a renunciar, si somos posibilistas o no, si merece la pena colaborar en una estructura que sostiene la mentira para que florezca la verdad.

Vida de Galileo se nos presenta como un tablero de ajedrez. Brecht es un gran dramaturgo al que no le interesa tanto crear los personajes de carne y hueso como resaltar sus representaciones arquetípicas. En el teatro del mundo todos tenemos que movernos y estamos condicionados. Galileo, si tiene algo heroico, es la decisión de romper y abandonar ese papel de hombre reconocido, disputado por las grandes cortes italianas que le tienen como científico cualificado. Galileo está contaminado por la fruta el árbol de conocimiento y su afán de saber le hace desentenderse de su actividad más práctica y utilitarista. Eso le reprochan, quizá con buen tino, los que le sufragan sus investigaciones. Por qué no hace uso de sus conocimientos para cosas útiles. Este es otro de los temas que se plantean en la obra. Hay un elemento contradictorio que a Brecht le gusta poner en relieve. Las grandes obras de Brecht se problematizan. Madre coraje, una obra antibelicista, plantea un personaje que necesita la guerra para vivir. Estas contradicciones hacen que las obras de Bertolt Brecht sean complejas y, por tanto, reales.

En el texto escrito casi todas las escenas comienzan con un pequeño verso. ¿Se dirá en escena o son más bien acotaciones que el espectador no oirá?

Sí, son canciones. Forman parte de la música de la obra y del recurso dramático de Brecht. Anuncian lo que va a pasar. En el original, Hanns Eisler las compuso para coros infantiles y en nuestra versión las ejecuta el actor y cantante Alberto Frías.

Hablando de la puesta en escena te has decidido usar un escenario redondo en vez de la disposición frontal habitual. ¿Puedes hablarnos de ello?

Estamos más acostumbrados a trabajar a la italiana. Esta disposición plantea diferentes requerimientos. El trabajo de los actores se modifica. A mí me parecía muy coherente con la idea galileana de cambiar una perspectiva. En este caso es literal; cambiamos la perspectiva del escenario. El espectador está en todos lados. La Tierra ya no está en un punto fijo. Me parecía que guardaba coherencia también con las tesis brechtianas; la fuerza metafórica del círculo. Quería además asemejar el escenario a un espacio para la investigación, que el espectador estuviera asistiendo a un proceso de investigación científica. Prefería también evitar la tentación que puede darse en el espacio a la italiana de monumentalismo, de grandeza. En definitiva, la decisión de trabajar en un espacio escénico no convencional obedece a diversas razones.

Ernesto Caballero

jueves, 25 de julio de 2013

¿Cómo se puede sobrevivir al aislamiento forzoso? El aislamiento forzoso puede ser devastador

El efecto para la salud mental del aislamiento forzoso puede ser devastador. ¿Qué técnicas pueden usar prisioneros y víctimas de secuestros para superar la dura experiencia?

"Nadie sabe que estás ahí, así que no eres nadie. Eres un cero".

Durante muchos meses, Tabir estuvo aislado en una celda en el Norte de África, prisionero por sus opiniones políticas. Su cuarto no tenía una cama o un baño. El lugar era pequeño, sólo había una ventana a lo alto que dejaba entrar una luz débil.

Él recuerda los incontables largos días que pasó en completo silencio. Pero entonces, con el atardecer, y hasta el amanecer, podía escuchar las lamentaciones de las torturas a los otros prisioneros. Un sonido que le ofrecía cierto consuelo, pues era una confirmación de que seguía vivo en un mundo compartido con otra gente.

Juan Mendez, representante especial de las Naciones Unidas sobre tortura, define el aislamiento carcelario como un régimen en donde se mantienen aislados a los internos, viendo sólo a guardias, durante al menos 22 horas al día. Él ha hecho un llamado para que se prohíban las técnicas de encarcelamiento en esas condiciones a no ser que sea una circunstancia excepcional y –aun así- durante no más de 15 días.

Muchos prisioneros en centros de alta seguridad de Estados Unidos, conocidos como "supermax", se mantienen en aislamiento penitenciario durante décadas.

El gobierno dice que estos prisioneros han probado ser demasiado violentos y no cooperativos como para estar en una celda normal y forman parte de bandas internas. En otras ocasiones están ahí para su propia protección.

Luz de neón
Prisión Pelican Bay
El grupo de presión Solitary Watch dice 44.000 personas se mantienen en régimen de aislamiento en ocho estados de EE.UU.

Al contrario de la celda de Tabir, en África del norte, las que hay en la Prisión Estatal Pelican Bay, de California, tienen luz fosforescente y camas. No tienen ventanas. Las habitaciones son un poco más grandes que una cama doble. Los prisioneros tienen 90 minutos de ejercicio al día. El resto del tiempo lo pasan mirando la puerta de hierro y las paredes de concreto -o mirando la televisión.

Si bien el lugar es cosméticamente diferente a los "huecos" donde se deja a los secuestrados o prisioneros como Tabir, los efectos de aislamiento son similares.

"Algunas personas tienen una profunda e inmediata reacción negativa a ello", explica Craig Haney, profesor de psicología de la Universidad de California, Santa Cruz, quien ha estudiado el impacto del aislamiento carcelario en los presos de Pelican Bay.

"Para algunas personas hay algo aterrador en que lo pongan en un lugar donde están completamente solos, aislados de los demás y donde no puedes conectar con otra persona".

Aquellos internos que no están afectados por este "pánico al aislamiento" también pueden caer en una depresión y desesperanza a largo plazo. Entonces sitio pasa factura con la habilidad cognitiva, pues las habilidades intelectuales de los prisioneros empiezan a decaer. Pueden sufrir lapsos de memoria. En los casos más extremos, el prisionero podría sufrir incluso una ruptura completa.

"Hay casos de gente que literalmente se vuelve loca en aislamiento penitenciario, lo he visto pasar", cuenta Haney. "Ese es un caso extremo, cuando la identidad de alguien se daña tanto y está tan esencialmente destruida que es imposible para ellos reconstruirla".

Toma de control
Prisión
Tomar el control donde se está aislado es clave para la salud mental.

Según David Alexander, experto en psiquiatría y trauma, lo primero que ellos deberían hacer es tomar el control de su espacio. Alexander es el principal consejero de Hostage UK, una organización que ayuda a las víctimas de secuestro.

Con frecuencia los rehenes están en condiciones similares a las de Tabir, sin baño ni un lugar para el aseo.

"Es asqueroso, bueno, vamos a limpiarlo", señala Alexander. "No es un trabajo agradable. Empiezas quitando la suciedad en un extremo, designas una esquina para orinar, la orina se corre hacia abajo, así que no elijas el rincón de orinar en la esquina más alta de la habitación".

Él recomienda crear un "apartamento" dentro de la celda, que se mantenga lo más limpio posible. El experto también aconseja que los prisioneros se mantengan lo más limpios posibles.

"Córtate las uñas con las uñas, si están rotas, rebájalas rascándolas en las paredes. Haz cada esfuerzo que puedas para mantener tu identidad, que es en parte física y en parte psicológica".

Sin comunicación durante días, con una pérdida completa de contacto con el mundo exterior, los rehenes y prisioneros algunas veces se preguntan si todavía existen.

Tabir pasó noches hablando o cantándose a si mismo para recuperar el sentido de su presencia física. Cuando estaba más desesperado, se descubrió buscandole pelea a los guardias. En el sistema de prisión estadounidense, a esto se le llama "extracción de la celda". Un prisionero se negará a cumplir órdenes, por ejemplo a aguantar su bandeja de comida mientras los guardias la retiran, y ocurrirá lo inevitable: cuatro o cinco oficiales armados entrarán para detenerlo a la fuerza. Puede ser brutal, pero es una forma de contacto humano.

Rutina personal
David Alexander dice que es vital para los rehenes establecer alguna especie de rutina personal.
Prisión estatal Pelican Bay

La prisión estatal Pelican Bay, considerada como una de las más duras en EE.UU., alberga a más de 1.000 presos en régimen de aislamiento.

Los presos no tienen acceso a programas de rehabilitación y están separados con mamparas de cristal de las visitas de familiares y abogados.

Su descanso de 90 minutos se realiza en una celda de paredes de hormigón de 6 metros de alto y una malla de plástico como techo.

Según Amnistía Internacional, en 2011, más de 500 presos en California habían pasado más de una década en solitario, y 78 habían pasado más de dos.

Craig Haney cree que para algunos presos el efecto de aislamiento penitenciario es tan devastador que la práctica constituye una tortura.

Un portavoz del Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California ha rechazado las acusaciones de tortura y dijo que "esa no es la forma en que hacemos negocios".

"Ten un sistema en práctica como lo harías en casa", indica. "Cualquier cosa que puedas hacer para tratar de imponer orden y estructura a tu mundo, lo que ayuda a tu identidad y te ayuda a intentar y contrarrestar lo que los malos quieren que experimentes".

Lo que quiere, según el experto, es que los prisioneros caigan en lo que los especialistas llaman "indefensión aprendida". Esta es la sensación de que cualquier cosa que haga el rehén terminará en fracaso.

Al igual que Tabir, Andre -quien desea que sólo lo conozcamos por su primer nombre- fue retenido por meses en aislamiento penitenciario debido a sus posiciones políticas en Europa del Este. Él experimentó una serie de desgarradores falsos amaneceres. Una y otra vez sus captores dirían que lo iban a soltar, pero cada vez significaba que lo estaban reubicando en una prisión diferente.

También intentaron romperlo registrándolo repetidas veces, hasta ocho veces al día.

"Descubrí que no puedes irte a extremos", señala. "No puedes estar contento o angustiado. Tienes que mantenerte entero".

Andre aprendió a controlar sus sentimientos y a mantenerse ocupado, leyendo durante horas. También mantuvo su mente activa intentando hacer poemas haiku; algunas veces se pasaba todo el día intentado buscar qué tres frases eran las mejores para ilustrar una memoria o un sentimiento.

"Tienes que pasar el día", asegura. "Todo el mundo en prisión te dirá que las semanas y meses pasan volando, mientras que los días... aburrido no es la palabra exacta, porque para un prisionero cada día está lleno de sorpresas".

Entumecimiento emocional
Los 90 min de un prisionero aislado
Hay quienes nunca se recuperan del aislamiento forzoso y terminan replicando su celda una vez que están en libertad.

El día llegó en que la sorpresa fue que lo dejaban en libertad. Andre apenas reaccionó. "Quizás estaba muy metido en mi propio método de no sobre reaccionar".

Muchos prisioneros que han salido del aislamiento forzoso descubren que no pueden quitarse una sensación de entumecimiento emocional. Es posible que tengan problemas para tener una relación y confiar en la pareja y amigos.

Con la libertad, los efectos pueden tomar una forma de trastorno post traumático: insomnio, ansiedad, sensibilidad al ruido, escenas retrospectivas y depresión.

También hay patrones de conductas aprendidas, lo que se convierte en un obstáculo para los prisioneros que intentan reconstruir sus vidas fuera del perímetro de la cerca.

"En algunos casos trágicos y espeluznantes, algunas personas casi hacen una recreación literal de sus celdas", explica Craig Haney sobre ex reclusos de Pelican Bay. "Un hombre se negó a salir del baño durante un mes porque dijo que era la única habitación de la casa donde se sentía cómodo. Las otras eran muy grandes y le producían ansiedad".

Muchas prisiones supermax de EE.UU. liberan a los reclusos sin ningún tipo de programa de transición, incluso tras décadas de aislamiento.

Tabir logró escapar de sus captores durante una estancia en el hospital y eventualmente logró conseguir asilo en el Reino Unido. Angelina Jalonen, la trabajadora social del caso de Tabir en Refugee Council, dice que está muy impresionada del progreso que ha hecho.

Jalonen especula que quizás su fuerza emocional se deba en parte a su estricta crianza, donde se esperaba que no mostrara emociones.

Durante su encarcelamiento, Tabir estaba decidido a que incluso cuando sus guardias lo torturaban -y todavía sufre de las lesiones físicas que le infligieron- ellos no "conquistarían" su mente.

"Incluso aquí, ahora, estoy luchando", explica. "Estoy luchando por un trabajo, por una casa. Lucha por tus derechos y no dejes de luchar sin importar lo que hagan los demás".

"Y sonríe y sé feliz, no le temas a nadie". Fuente: BBC.

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jueves, 23 de julio de 2009

Marruecos. Zahra Boudkour torturada al pie de los turistas.

Una joven marroquí narra desde la cárcel el suplicio que le infligió la policía por encabezar una revuelta estudiantil.

Arriba los turistas recorren maravillados la célebre plaza de Jamaa el Fnaa en Marraquech. Abajo, en el sótano de la comisaría que da a la explanada, Zahra Boudkour, de 21 años, permanece atada y desnuda durante largas horas. Tiene la regla, el suelo del calabozo está salpicado de sangre y así la contemplan los policías que la interrogan y sus 17 compañeros, todos varones, detenidos con ella el 15 mayo.
Zahra Boudkour era la única mujer protagonista de la revuelta estudiantil de la primavera en Marraquech. Es militante de la Unión Nacional de Estudiantes Marroquíes, el sindicato estudiantil controlado ahora por los islamistas, pero "yo soy comunista", se apresura en precisar desde la cárcel de mujeres donde está presa desde entonces.
Encerrada "con más de 30 reclusas en una celda prevista para 12", Boudkour estaba pendiente de juicio junto con otros 10 camaradas. Un primer grupo de siete estudiantes fue condenado en junio a un año de prisión. Gracias a la corrupción que impera en las cárceles marroquíes, Boudkour obtiene, a ratos, un móvil con el que habla con este corresponsal.
Pese a declararse comunista no quería hacer la revolución ni acabar con la monarquía. Tras una intoxicación colectiva, en mayo, en la cantina de la Universidad Cadi Ayad, Boudkour y sus compañeros organizaron sentadas y marchas, a las que se sumaron hasta 2.000 estudiantes, para exigir algunas modestas mejoras. Revindicaban, por ejemplo, que la beca mensual aumentase a 1.500 dirhams (unos 137 euros).
La protesta del 14 de mayo acabó en batalla campal con las fuerzas de seguridad. Las pedradas y cócteles molotov lanzados sobre los antidisturbios "pusieron en peligro la vida de los agentes", según la Wilaya (gobierno civil). Éstos se ensañaron con los estudiantes. Abdelkebir Bahi resbaló en la azotea de un colegio mayor al esquivar el golpe de una porra, según relató al semanario Tel Quel. Cayó al vacío, logró agarrarse al murete, pero aporrearon sus dedos hasta que lo soltó. Tiene la columna rota y está en silla de ruedas.
La joven sindicalista fue detenida el 15 de mayo a las nueve de la mañana a mitad de camino entre la Facultad de Derecho -estaba en tercero- y la de Letras. "Allí mismo empezaron a golpearme, a insultarme y a amenazar con violarme", recuerda. "Más tarde, en comisaría, me pegaron con una barra de hierro y uno me asfixió hasta que perdí el conocimiento".
"Durante cinco días nos torturaron a todos casi interrumpidamente", prosigue. "Nos enclaustraron en una mazmorra oscura y fétida y sólo los ruidos que nos llegaban de la plaza Jamaa el Fnaa nos permitían deducir si era de día o de noche". "Hasta en la misma cárcel me maltrataron los primeros días". "Créame, en Marruecos nada cambió desde los años de plomo", la peor etapa de la represión en tiempos de Hassan II. A mediados del mes de abril, Boudkour tomó la decisión, coordinándose con sus compañeros, de iniciar una huelga de hambre.
"Reivindicaba el derecho a recibir visitas, seguir estudiando y salir al patio todos los días", recuerda. "Al cabo de 46 días la dirección de la prisión prometió acceder a todas las peticiones, pero no ha cumplido", se lamenta.
La sindicalista es originaria de Zagora, una pequeña ciudad en puertas del Sáhara Occidental. Tiene tres hermanos y es Ghalia, estudiante en Marraquech, la que distribuye una fotografía de la reclusa en la que aparece con hijab. ¿Una comunista con pañuelo islámico? "Es una casualidad, me lo puse un día en que no tuve tiempo de peinarme", responde. "Lo importante no es el aspecto externo, sino las convicciones". Las suyas son firmes. ¿Sabía a lo que se arriesgaba manifestándose? "Sí, es el precio a pagar por la militancia política".
Zahra Boudkour lleva 14 meses encarcelada y, el jueves 9 de julio, fue condenada a dos años de cárcel por alteración del orden público y exhibición de armas blancas, "un cargo que niega rotundamente", según su abogado, Mohamed Massoudi. Deberá permanecer aún diez meses más detrás de los barrotes de la prisión de Boulmharez en Marraquech, Marruecos.

(tomado de las crónicas de I. Cembrero para “el País” y otros medios de prensa)

domingo, 24 de mayo de 2009

MALDAD, Paul Krugman

Maldad
Paul Krugman
krugman.blogs.nytimes.com

Jonathan Landay, uno de los pocos periodistas que contó bien la historia de la marcha hacia la Guerra, ha dejado esto dicho en McClatchy:

“La administración Bush presionó implacablemente a los interrogadores para que emplearan métodos expeditivos con los detenidos, en parte para encontrar pruebas de la cooperación entre al Qaida y el régimen del dictador iraquí Saddam Hussein, de acuerdo con un veterano funcionario de los servicios estadounidenses de inteligencia y antiguo psiquiatra del Ejército.
“Tal información daría fundamento a uno de los principales argumentos utilizados por el antiguo presidente George W. Bush para invadir Irak en 2003. No se halló prueba alguna de vínculos operativos entre la red terrorista de Osama Bin Laden y el régimen de Saddam.

“El uso de interrogatorios abusivos –comúnmente considerados como tortura— como parte de la búsqueda por parte de Bush de una justificación para invadir Irak en 2003 salió a la luz cuando el Senado publicó un informe importante que revelaba el origen de los abusos y el presidente Obama abrió las puertas para perseguir a antiguos funcionarios estadounidenses por haberlos autorizado.”
Digámoslo suavemente: la administración Bush quería servirse del 11/9 como pretexto para invadir Irak, aun cuando Irak no tenía nada que ver con el 11/9. Así que torturó a gente para que confesara un vínculo inexistente.

Hay una palabra para eso: maldad.

Paul Krugman ganó el premio Nobel de economía de 2008