miércoles, 29 de mayo de 2024

Milei, Aznar, Jiménez Losantos y la internacional reaccionaria.

El presidente argentino es un peón más de una red financiada por la derecha estadounidense e intereses petroleros.

El presidente argentino Javier Milei tiene previsto volver a Madrid el 21 de junio para recibir el premio que otorga el Instituto Juan de Mariana, un centro de estudios supuestamente liberal. El director del Juan de Mariana es el periodista Manuel Llamas, quien también trabaja para el Grupo Libertad Digital, fundado y presidido por Federico Jiménez Losantos, premio Juan de Mariana 2020. Llamas fue jefe de gabinete de Javier Fernández-Lasquetty cuando este era consejero del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Es un hombre de la órbita del expresidente José María Aznar. En el núcleo duro del Juan de Mariana aparecen más hombres de Libertad Digital como Diego Sánchez de la Cruz (también ligado a la CEOE), Daniel Rodríguez Herrera o Domingo Soriano Sánchez. Y otros en principio ajenos al grupo de Jiménez Losantos como Eduardo Fernández Luiña, antiguo analista de la FAES, la fundación de los populares que controla Aznar, y decano en la Universidad de las Hespérides, un centro privado de Gran Canaria. La relación entre el Juan de Mariana y Libertad Digital es tan estrecha que el código de ‘Google Analytics’ del Juan de Mariana es el mismo que el de la página web personal de Rodríguez Herrera: ‘UA-58010-3′ y ‘UA-58010-4′.

El Juan de Mariana no acepta “donaciones de administraciones públicas y partidos políticos”, pero sí de particulares o empresas. El dinero que recibe Libertad Digital de administraciones controladas por dirigentes del Partido Popular, como Isabel Díaz Ayuso o Fernando López Miras, sirve al conglomerado mediático de Jiménez-Losantos, pero no llegan directamente al Juan de Mariana. El centro fue fundado en 2005 por Gabriel Calzada, un negacionista del cambio climático que tenía relaciones con centros similares como el estadounidense Ludwig von Mises o el Centre for the New Europe de Bruselas. El representante en España de este último era el propio Calzada, y que era financiado por la petrolera Exxon Mobil. Calzada es ahora presidente de esa Universidad de las Hespérides, que no aparece en el ranking de 71 universidades de la Fundación BBVA y que tiene en su claustro, como personaje clave, al economista Juan Rallo, director del Juan de Mariana hasta el año pasado.

Detrás está sobre todo el dinero de Atlas Network, la cabeza estadounidense de una red de más de 500 centros de estudios, con mucha presencia en América Latina, y destinados a difundir el ideario de la derecha republicana estadounidense más reaccionaria. En España, entre otros, tiene relaciones con la FAES e instituciones como el Centro Diego de Covarrubias, la Fundación Civismo, el Foro Regulación Inteligente, la Fundación para el Avance de la Libertad, Institución Futuro, Instituto Atlántico de Gobierno y la Red Floridablanca. Todas ellas, ideológicamente similares.

En Argentina controla 12 think tanks. Uno de esos, Fundación Atlas, entregó un premio similar a Milei en 2018. Alberto Benegas Lynch, asesor de Milei, pertenece a varios de esos centros ligados a Atlas, como la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, en cuyo campus madrileño trabajan varios de los citados, como Rallo, Fernández Luiña o Soriano Sánchez, además de columnistas habituales en digitales de ultraderecha como José María Rotellar, José Carlos Rodríguez o Carlos Rodríguez Braun. Lynch también es negacionista de la crisis climática y el propio Milei era asesor de la Fundación Libre, un think tank ultraderechista argentino ligado a Atlas.

Atlas Network se financia en parte con fondos de la Administración estadounidense, que nutre así a cientos de centros extranjeros de forma indirecta. Y, sobre todo, con fondos de empresarios estadounidenses cercanos a los republicanos de Donald Trump, como la empresa Koch Industries, que lleva décadas gastando dinero en promocionar ideología de extrema derecha. Tiene intereses en química, fertilizantes, minería, hidrocarburos, gas natural, plásticos, papel y otras actividades extractivas e industriales que chocan con las políticas contra la crisis climática. Los hermanos Koch cofundaron el Cato Institute, el Vaticano neoconservador. Koch es favorable a la desregulación financiera y contraria a la limitación de emisiones de gases contaminantes. Un informe de 2010 del Corporate Europe Observatory, que se dedica a hacer trazabilidad de financiación a lobbies, descubrió que el Juan de Mariana había recibido dinero de Koch Industries y también de Atlas Network. Milei es un peón más de la internacional reaccionaria que en España tiene en Jiménez Losantos a su propagandista mayor y en Aznar al Rey Sol.

Cómo distinguir la covid de las alergias primaverales. Preguntamos a algunos expertos cómo averiguar la causa de tus síntomas antes de acudir a una prueba.

An older man wearing glasses wipes his nose with a tissue.
Credit...Getty Images
A medida que se acerca el verano, muchas personas con alergias primaverales siguen sufriendo. Y a medida que circulan nuevas variantes de covid, los expertos afirman que es posible que pronto veamos también un repunte de casos. (Aunque los datos de las aguas residuales en EE. UU. sugieren que los casos de covid son bastante bajos en la actualidad).

Puede ser difícil distinguir entre los síntomas de la alergia estacional, los primeros signos del coronavirus o un simple resfriado.

La forma más clara de obtener una respuesta es someterse a una prueba de covid. Pero, desde que expiró la emergencia de salud pública, es más difícil conseguir pruebas rápidas caseras. Aquí tienes otros consejos que te ayudarán a identificar el origen de tu malestar.

Pon atención a síntomas específicos

Algunas personas con covid pueden experimentar los peores síntomas, por ejemplo, durante su tercera infección en comparación con las dos primeras. Pero en la mayoría de los casos, cuanta más inmunidad se haya acumulado —mediante infecciones repetidas, vacunas o una combinación de ambas— más leves suelen ser los síntomas de la covid.

“En la mayoría de la gente, son estornudos y congestión nasal; es como mi alergia, sin duda”, dijo Davey Smith, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Diego.

Las personas con alergias no suelen tener fiebre alta; si la temperatura supera los 38 grados Celsius, es más probable que se trate de covid o de otra infección vírica, según Purvi Parikh, alergóloga e inmunóloga de NYU Langone Health.

La covid también puede causar malestar estomacal y provocar náuseas, vómitos y diarrea, síntomas que no suelen presentarse en las alergias. Y a diferencia de las personas con alergias estacionales, las que padecen covid también suelen experimentar dolores corporales, dijo Lily Pien, alergóloga de la Clínica Cleveland.

Las alergias suelen provocar comezón, así que si te pican los ojos, los oídos y la garganta, es mucho menos probable que se trate de covid. Otra diferencia clave es que las alergias provocan síntomas “secos”, según Parikh, lo que significa que la tos relacionada con las alergias no suele producir mucosidad.

Tanto las alergias como las infecciones víricas pueden dejarlo a uno agotado, pero con covid, la fatiga aparece de forma más repentina, dijo Parikh. “No es como ‘estoy un poco cansado, necesito una siesta’”, dijo. “Suele ser muy debilitante”.

El tiempo y el contexto importan

Obviamente, si has pasado tiempo con alguien que más tarde dio positivo y ahora no puedes parar de estornudar, hay muchas probabilidades de que tú también tengas covid. Por otro lado, si desarrollas síntomas de alergia cada primavera y empezaste a moquear con la puntualidad de un reloj cuando empezaron a florecer los árboles, puedes estar bastante seguro de que las alergias son la causa de tu malestar.

Sin embargo, es posible que los síntomas de la alergia “se enciendan” de repente en personas que antes no los tenían, afirma Pien. Mudarse a un nuevo lugar también puede exponerte a nuevos pólenes y a estaciones de crecimiento más largas, lo que podría desencadenar una reacción alérgica.

Los médicos recomiendan prestar atención al tiempo que se está enfermo: si los mocos se prolongan durante semanas, es probable que se trate de alergias, dijo el Paul Sax, director clínico de la división de enfermedades infecciosas del Hospital Brigham and Women’s.

Dicho esto, la covid también puede hacer que te sientas mal durante semanas , incluso fuera de la “covid persistente”).

Y comprueba si los medicamentos antialérgicos, como los antihistamínicos y los aerosoles nasales con esteroides, alivian tus síntomas. Si es así, es probable que las alergias sean las culpables.

Aun así, subrayan los médicos, la única forma segura de averiguar el origen de los síntomas es con una prueba.

“Incluso a mí me han engañado”, dijo Parikh. “En algunos de mis pacientes, es idéntico, hasta que pasamos por la prueba covid”.

 Dani Blum es reportera de salud para el Times. 

martes, 28 de mayo de 2024

_- Los médicos siguen descifrando el TDAH en los adultos.

An illustration of a person sitting at a table with a laptop in front of them. Above the laptop are multiple notification alerts. The person looks at a cellphone on the table with an alert. Behind the person is a television and the news is on.
_- Yifan Wu
Aunque es uno de los desórdenes psiquiátricos más comunes entre los adultos, aún no hay guías o diagnósticos en Estados Unidos para tratar a los pacientes después de la infancia.

Justo antes de abandonar la universidad, Katie Marsh empezó a preocuparse por la posibilidad de padecer un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

“El aburrimiento era como una sensación de ardor en mi interior”, contó Marsh, quien ahora tiene 30 años y vive en Portland, Oregón. “Apenas iba a clase. Y cuando lo hacía, sentía que tenía mucha energía acumulada. Como si tuviera que moverme todo el tiempo”.

Así que pidió una evaluación de TDAH, pero los resultados, le sorprendió saber, no fueron concluyentes. Nunca volvió a la escuela. Solo cuatro años después, tras buscar ayuda de nuevo, fue diagnosticada por un especialista en trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

“Fue bastante frustrante”, dijo.

El TDAH es uno de los trastornos psiquiátricos más frecuentes en adultos. Sin embargo, muchos profesionales de la salud tienen una formación desigual sobre cómo evaluarlo, y no existen directrices de práctica clínica en Estados Unidos para diagnosticar y tratar a los pacientes más allá de la infancia.

Sin normas claras, algunos profesionales, aunque bienintencionados, “se lo inventan sobre la marcha”, afirmó David Goodman, profesor adjunto de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

Esta falta de claridad deja a los proveedores y a los pacientes adultos en un aprieto.

“Necesitamos desesperadamente algo que sirva de guía”, dijo Wendi Waits, psiquiatra de Talkiatry, una empresa de salud mental en línea. “Cuando todo el mundo practica de forma algo diferente, resulta difícil saber cuál es la mejor forma de abordarlo”.

¿Los síntomas del TDAH pueden aparecer en la edad adulta? 

El TDAH se define como un trastorno del neurodesarrollo que comienza en la infancia y se caracteriza normalmente por falta de atención, desorganización, hiperactividad e impulsividad. Los pacientes suelen clasificarse en tres tipos: hiperactivos e impulsivos, desatentos, o una combinación de ambos.

Los datos más recientes sugieren que alrededor del 11 por ciento de los niños de entre 5 y 17 años en Estados Unidos han sido diagnosticados de TDAH. Y se calcula que alrededor del 4 por ciento de los adultos padecen este trastorno. Pero hace tan solo dos décadas, la mayoría de los profesionales de la salud mental “no creían realmente en el TDAH en adultos”, dijo Goodman.

Ahora, en su mayor parte, ya no es así. Y durante la pandemia, las prescripciones de estimulantes, utilizados principalmente para tratar el trastorno de déficit de atención, “aumentaron bruscamente”, sobre todo entre los adultos jóvenes y las mujeres, según un estudio publicado en JAMA Psychiatry en enero.

Para diagnosticar este trastorno, los médicos se basan en el DSM-5, el manual oficial de trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, que contiene un requisito un tanto arbitrario: para cumplir los criterios diagnósticos del TDAH, los síntomas significativos, como el olvido continuo y hablar fuera de turno, deben estar presentes en al menos dos situaciones antes de los 12 años.

Pero, a veces, los pacientes mayores no recuerdan los síntomas de la infancia o dicen que eran leves.A Judy Sandler, de 62 años, que vive en Lincolnville, Maine, no le diagnosticaron TDAH hasta la mitad de sus 50, tras jubilarse de su trabajo como profesora: fue la primera vez en su vida que sintió que no podía hacer nada. Quería escribir, pero cuando se sentaba a concentrarse, inmediatamente le entraban ganas de levantarse y hacer otra cosa: “Voy a lavar la ropa”, pensaba. “Y luego iré a pasear al perro”.

Durante sus años de trabajo, se benefició de un horario “hiperestructurado”, hasta que se jubiló. “De repente, me sentí como si me hubiera quedado sin piso”, dijo.

Los pacientes como Sandler se encuentran en una zona gris. Ella no recordaba haber tenido síntomas significativos en la escuela o en casa, más bien indicó que sus síntomas se volvieron más problemáticos más tarde en la vida. Sin embargo, su marido, que llevaba 33 años con ella, había notado los síntomas durante años: por ejemplo, era olvidadiza y le costaba calmarse.

“Hay muchas más sutilezas a la hora de hacer este diagnóstico —especialmente en personas brillantes y de alto rendimiento— que una simple lista de síntomas”, comentó Goodman.

¿Falta algún síntoma en el manual de trastornos mentales? 

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM, por su sigla en inglés) enumera nueve síntomas de falta de atención y nueve síntomas de impulsividad-hiperactividad que se utilizan para evaluar si un adulto o un niño padece TDAH.

El DSM no incluye formalmente síntomas relacionados con la desregulación emocional, que es cuando alguien tiene dificultades para controlar su estado de ánimo. Tampoco menciona oficialmente los déficits del funcionamiento ejecutivo, es decir, los problemas de planificación, organización y autorregulación. Pero los estudios han revelado que estos son algunos de los síntomas más comunes que experimentan los adultos con TDAH, según Russell Ramsay, psicólogo que trata a adultos con el trastorno.

Cuando se publicó el DSM-5 en 2013 (la quinta edición del DSM), no había suficiente investigación de alta calidad para apoyar la adición de estos síntomas, explicó Goodman. Pero los expertos dicen que todavía son útiles para tener en cuenta al evaluar a alguien.

Goodman está trabajando con Ramsay y otros especialistas en TDAH de todo el mundo para desarrollar las primeras directrices de Estados Unidos para el diagnóstico y tratamiento de adultos con el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, en colaboración con la Sociedad Profesional Americana de TDAH y Trastornos Relacionados.

Es urgente hacerlo, en parte debido a las nuevas investigaciones que han surgido en la última década. Además, aunque el TDAH del adulto a menudo no se diagnostica ni se trata, es posible que se diagnostique a quien en realidad no padece el trastorno y que se le administre medicación que realmente no necesita, advirtió Goodman.

Las nuevas directrices, que se espera que estén disponibles para comentarios públicos a finales de este año, tendrán como objetivo crear un proceso más uniforme para el diagnóstico de adultos, pero el DSM seguirá siendo el “patrón de oro” para los proveedores, dijo Ramsay.

“No está mal”, añadió. “Simplemente está incompleto”.

¿Es TDAH u otra cosa? 

Para los adultos, un diagnóstico adecuado de TDAH normalmente requiere varios pasos: una entrevista con el paciente, un historial médico y de desarrollo, cuestionarios de síntomas y, si es posible, conversaciones con otras personas en la vida del paciente, como un cónyuge.

“No hay atajos”, dijo Lenard Adler, profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, mientras hablaba ante cientos de proveedores en la conferencia de la Asociación Americana de Psiquiatría a principios de mayo. “Esto no es fácil”.

Aunque todo el mundo tiene algún problema para prestar atención o está inquieto de vez en cuando, añadió, lo que ayuda a los médicos a decidir si un diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad es adecuado es la intensidad y la importancia de los síntomas, así como su consistencia y su afectación a lo largo de la vida del paciente.

Pero hay varios factores que pueden dificultarlo.

Según las investigaciones, es más probable que las personas que se consideran grandes usuarias de la tecnología digital reporten síntomas de TDAH.

Existe el dilema del “huevo o la gallina”, según Waits. ¿Las personas con TDAH se sienten más atraídas por la tecnología digital que la persona promedio? ¿O su TDAH se desarrolló debido al uso que hacen de la tecnología?

También es probable que las personas con TDAH padezcan otras afecciones coexistentes, como trastornos por consumo de sustancias, depresión o ansiedad, lo que puede dificultar tanto a los médicos como a los pacientes la comprensión de si sus síntomas son consecuencia del TDAH, sobre todo si los síntomas se solapan.

A Marsh, a quien le habían diagnosticado depresión cuando era adolescente y había tomado hasta 10 medicamentos diferentes para tratarla sin mucho éxito, finalmente le diagnosticaron TDAH tras visitar a un psicólogo en su ciudad natal. Esta vez, el profesional se tomó el tiempo de hablar con sus padres y su pareja, y luego hizo un nuevo análisis de los resultados de las pruebas que se habían considerado no concluyentes cuatro años antes.

Después de que Marsh iniciara la terapia y empezara a tomar el estimulante Focalin, la diferencia en cómo se sentía fue “demencial”, dijo. También mejoró su depresión.

“Podía seguir la pista de las cosas en mi cerebro con más facilidad”, añadió. “He podido hacer muchas más cosas porque tengo motivación para ello”.

Christina Caron es periodista del Times y cubre salud mental. Más de Christina Caron

lunes, 27 de mayo de 2024

John Berger, un hombre provisional

Fuentes: El viejo topo
Por Higinio Polo 
Pronto hará un siglo que nació John Berger, y Jonás es ya casi un cincuentón.

Cuando, en 1976, Tanner y Berger escribieron el guion de la película le dieron un título que hizo fortuna: Jonás, que cumplirá veinticinco años en el año 2000.
Entonces, parecían referirse a un lejano futuro. Era la edad que tenía Berger cuando empezó a colaborar en New Statesman en la crítica de arte, muchos de cuyos textos serían agrupados después, en 1960, en Permanent Red. Berger murió hace pocos años y, ahora, vuelve. 

Casi quince años después de que Isabel Coixet dedicara su homenaje al escritor británico en el Centre d’Arts Santa Mònica de Barcelona, Valentín Roma ha vuelto a examinar su trayectoria en la muestra reunida en La Virreina que estará abierta hasta octubre de 2023.

Desde su juventud, Berger escribió en publicaciones comunistas, New Statesman, Marxism Today, Modern Quarterly, World News, y Realism: the Journal of the Artist Group of the Communist Party, pero también para el Sunday Times, e hizo mirar con otros ojos el arte, la fotografía, el dibujo, el trabajo en las fábricas, la vida de los emigrantes o el mundo campesino, siempre atento a la aparición de nuevas ideas, propuestas y figuras, como hizo con el subcomandante Marcos. A esos campesinos olvidados, ajenos al nuevo mundo que bullía en la miseria de las ciudades industriales, les dedicó varios libros, seguro de que tantos siglos de historia agraria no podían dejarse de lado, porque habían marcado por completo la existencia de los seres humanos, aunque ellos se estuvieran convirtiendo en invisibles.

A Berger le gustaba dibujar, pero confesó que no sabía para qué, con qué objeto, aunque puede discutirse su afirmación; también impartió clases de dibujo en St. Mary’s Teacher Training College. A veces, sus dibujos, casi bocetos que parecen inacabados, nos atrapan como en el esbozo inspirado en el Retrato de una mujer loca, de Géricault, donde se atisba la mirada desconfiada, enloquecida, envidiosa, de la mujer. Tal vez no tenía objeto hacerlo, como creía, aunque se sintió obligado a dibujar animales, a recoger el rostro de su padre muerto, y el del subcomandante Marcos, a quien conoció después de la rebelión zapatista mexicana en un encuentro clandestino en la capital de Chiapas en 2008 y que representó escuetamente con sus ojos encerrados en el pasamontañas. Y a Rosa Luxemburg, a quien dibujó con gruesos labios de mujer africana; Berger contó que, aunque hubiera sido asesinada casi un siglo antes, guardaba para ella una caja con un papamoscas collarino pintado en la tapa, y que tenía, en cirílico, la leyenda «pájaros cantores»: estaba llena de estuches de cerillas con otras aves pintadas, porque a la comunista polaca le gustaban las aves. La caja la había comprado en Moscú su amiga Janine, una polaca de Zamość, la ciudad donde nació Rosa Luxemburg, y se la dio a Berger el hijo de su amiga, Witek. En la carta que le escribió para enviarle la caja de pájaros, Berger criticaba la represión en la Polonia socialista de una huelga obrera en los astilleros del Báltico, recordando que «la libertad es siempre la libertad de aquéllos que piensan diferente», pero Berger no olvidaba que Luxemburg vivía en el ejemplo que ofreció al mundo. También dibujó, y tradujo, al poeta palestino Mahmud Darwish, con quien le unía, además de la defensa de la causa palestina, una visión del mundo reflejada en la lucha antiimperialista y anticolonial: Darwish había ingresado en su juventud en el Partido Comunista de Israel y también en la Organización para la Liberación de Palestina, OLP. Berger se implicó mucho en la defensa del pueblo palestino, contra la ocupación sionista, denunciando, por ejemplo, la matanza de Gaza de 2008.

Desde muy joven, Berger convivía con el pasado, con el peso de las generaciones desaparecidas; llegó a decir que los muertos «están entre nosotros», porque la vida está hecha con el recuerdo de los otros. En su juventud le influyó la visión del historiador húngaro Adler Frigyes (nacionalizado británico como Friedrich Antal), que había sido subdirector del Museo de Bellas Artes de Budapest durante la revolución comunista de Béla Kun, y que tuvo que exiliarse después de que la república soviética húngara fuese aplastada, y fue uno de los primeros en relacionar el arte con la sociedad en que se producía. En su texto comentando la fotografía de André Kertesz, La partida de un húsar rojo, hecha en junio de 1919 en Budapest, Berger presiente la despedida de un soldado, la mirada hacia su mujer y su hijo que encierra la vida de todos ellos, y recuerda las amenazas del general francés Foch y el ultimátum de Clemenceau a la joven República Socialista soviética húngara, la heroica resistencia del Ejército Rojo húngaro y el baño de sangre para ahogar la revolución e imponer la primera dictadura fascista en Europa, la del vicealmirante Horthy, que inició los asesinatos en masa de miles de comunistas húngaros. Horthy gobernó hasta la Segunda Guerra Mundial, fue cómplice de Hitler, y terminó sus días en Portugal porque Estados Unidos, que lo detuvo en Baviera tras la guerra, cerró los ojos a sus crímenes y le permitieron vivir en Estoril, en otra dictadura fascista. Berger veía esos hechos en una simple fotografía, desvelaba las mentiras que se encontraban tras la pintura cortesana, sumergía al lector en la desventura de los pobres.

Berger tenía en gran estima a autores como Ernst Fischer, Walter Benjamin y Max Raphael, y con apenas treinta años empezó a notar la censura y la persecución: el Congress for Cultural Freedom (Congreso por la Libertad de la Cultura, una organización creada por la CIA estadounidense que actuaba en casi cuarenta países editando publicaciones, financiando artistas y escritores, organizando congresos y campañas para impulsar el anticomunismo y el descrédito de la Unión Soviética, con abundante dinero sucio) y la embajada estadounidense de Londres forzaron a sus editores a que retirasen la primera novela de Berger de las librerías, cuando apenas llevaba expuesta unos días. Esa primera novela fue Un pintor de nuestro tiempo, y exactamente eso fue Berger, aunque abandonase la pintura a los treinta años siguió recogiendo dibujos de personas que le habían conmovido, reflexionando en su vejez que la pintura solo refleja lo que nos han legado, recordando a Shitao, el paisajista y calígrafo chino. Berger fue un prolífico autor; escribía (una treintena de ensayos, una docena de novelas, tres obras de teatro, poesía, colaboraciones diversas), dibujaba, colaboraba con el cine, hacía collages, ejercía como crítico de arte esquivando el mandarinato que imponía el gusto y la sensibilidad, y todo lo hacía impugnando el capitalismo que devoraba el mundo, trituraba a los trabajadores y aplastaba a los inmigrantes. Como hoy. Pero Berger, con modestia, insistía en que era, sobre todo, un narrador de historias.

En sus ensayos sobre arte no «explicaba» las obras, las relacionaba, sabiendo que el lector y el espectador completarían sus palabras, como él mismo escribió sobre los dos óleos de Magritte, Au seuil de la liberté. En sus dibujos está presente el mundo del trabajo, aunque fue abandonando progresivamente el arte por la literatura y la reflexión teórica. En sus dibujos de los años cincuenta aparece la fábrica, la explotación, el obrero consciente, la pasión por la libertad y la emancipación. El texto que escribió sobre Tranvía de Barcelona, de Raymond Mason, un alto relieve en bronce de un tranvía frente a la Estación de Francia de la ciudad, refleja la existencia de los trabajadores que se dirigen a su destino, realizado después de la huelga de 1951. Berger decidió abandonar Gran Bretaña para vivir en la Francia rural, sin desligarse de los combates obreros y campesinos, inclinado a la soledad aunque fuese muy consciente de que era necesaria la intervención, de que había que contar la verdad y luchar contra los mercaderes de mentiras, a veces con las tristes armas de la crítica artística. Berger también se preocupó por abordar el arte con una perspectiva cercana a la experiencia vital de las mujeres, aunque fuera un hombre, abriendo con ello un nuevo espacio que contribuiría a la denuncia de la marginación histórica de la mitad de la humanidad y reforzaría las convicciones feministas de la izquierda.

Sus poemas sobre la emigración, el trabajo en las fábricas, la denuncia del esclavismo que hizo en la recepción del Premio Booker, la lucha por evitar una nueva guerra mundial, todo eso le llevó a la escritura, porque escribir es también una militancia. Berger no fue nunca miembro formal del Partido Comunista británico, pero siempre militó en el comunismo: cuando le acusaban de ser comunista, nunca lo negaba, como él mismo confesó, y de hecho fue uno de sus más destacados intelectuales en Gran Bretaña, colaborando con el Artists’ Group of the Comumunist Party, un centro de relación de artistas como Paul Hogarth (que fue a España con las Brigadas Internacionales para defender a la República), la pintora Barbara Niven y su compañero Ern Brooks, Clifford Rowe, el historiador y profesor Raymond Watkinson (despedido de Watford por su militancia comunista), Gerald Marks, Reg Turner, entre otros muchos. Eran tiempos duros: la policía y el MI5 vigilaban y acosaban a los miembros del Partido Comunista británico, como le ocurrió a Marks y a numerosos militantes. En esos círculos del Artists’ Group of the Comumunist Party, Berger criticó el realismo socialista que imperaba en la Unión Soviética, y debatió el peso de las ideas de Andréi Zhdánov, el formalismo y la función de los artistas en el capitalismo, y se mostró contrario a la presión política a artistas británicos sobre el contenido de su trabajo, resaltando que podían colaborar en la gran campaña mundial por la paz durante los inicios de la guerra fría. Berger también colaboró con la AIA, Artists International Association, una entidad que se había creado en 1933 por el arquitecto Misha Black, el pintor James Fitton, y la escritora Pearl Binder, entre otros, y que se implicó en la solidaridad con la República española y el combate contra el nazismo.

Siempre tuvo opinión propia. Berger hizo una intervención en el comité de cultura del Partido Comunista británico, que reunía a artistas, escritores y científicos, y que publicó después la revista semanal World News en diciembre de 1955. En ese texto, «El partido comunista y las artes», critica algunas propuestas del partido y de su periódico, el Daily Worker, y expresa los fundamentos estéticos que deben presidir la acción comunista, dejando de lado la rigidez del realismo socialista. Es un texto revelador de su inquietud intelectual, siempre ligada a la acción política. Abordó la función del artista moderno en su conocido The Success and Failure of Picasso, éxito y fracaso del más relevante pintor de la modernidad, donde Berger hace notar que mientras era celebrado como una personalidad mundial en la Unión Soviética, al mismo tiempo se limitaba la difusión de su obra porque rompía con los preceptos del realismo. Berger no tuvo reparo en criticar los rasgos negativos que detectaba en la URSS. No suscribía la beligerancia del Partido Comunista británico contra algunos artistas, aunque al mismo tiempo era consciente de la función que podían desempeñar: en su libro sobre Picasso escribió: «En principio, puede parecer poco razonable esperar que el simple hecho de unirse a un partido político pueda resolver las contradicciones de toda una vida. Pero es razonable esperar que un partido comunista no se parezca a ningún otro. Es más que un partido político. Es una escuela de filosofía, un ejército, un agente del futuro; en su forma más noble, es una fraternidad.»

Se interesó por los animales para adoptar otro punto de vista desde el que observar la condición humana, y su frecuente presencia en televisión abordando artistas como Picasso, Giacometti, Caravaggio, marcó una nueva forma de mirar, como atendió también con sus dibujos a Velázquez o Ribera; era capaz de relacionar a El Bosco con el mexicano Ejército Zapatista de Liberación Nacional; estaba interesado en Léger, en quien veía a un pintor de los trabajadores, o en las imágenes de Paul Strand o de August Sander, a quien ya había citado Walter Benjamin en su pequeña historia de la fotografía y a quien Berger relaciona con Eisenstein o Pudovkin. Y descubría el veneno en la fotografía. La imagen del túnel que construyen obreros emigrantes en el subsuelo de Ginebra, todos agachados trabajando en una tarea sucia y agotadora, con el capataz oscuro y gigantesco vigilando en primer término, mirando con los brazos en jarras a los trabajadores, o la de los obreros españoles esperando el tren en la estación de Ginebra para volver a casa una vez al año, que parece un instante anodino de calma pero muestra la soledad en las notas que se intuyen del trabajador que rasguea una guitarra sentado en el andén entre maletas, revelaban el mundo de Berger, aunque dejó de captar imágenes porque perdió interés en la fotografía.

Las colaboraciones de Berger para la televisión también fueron notables. El primer programa de Ways of Seeing (todos, dirigidos por Mike Dibb), se hizo público después de la huelga de mineros de 1972 que dirigió Scargill y que tan duramente persiguió Margaret Thatcher. Los cuatro episodios de la serie fueron emitidos por la BBC y rompían con la mirada tradicional, masculina y conservadora, del arte: eran, en verdad, otros modos de ver, una respuesta directa al solemne Kenneth Clark, el historiador del arte vástago de una familia de rentistas de la industria textil que urdió y presentó un célebre programa televisivo sobre el arte en los años sesenta, Civilization: A Personal View. Diez años después, Berger visitó también Creswell, un pueblo en Derbyshire, compartiendo con los mineros, viendo las duras condiciones de trabajo en las galerías, comparando sus vidas con las de sus camaradas del Germinal de Zola. Berger siempre hablaba de los pobres, de los excluidos, de los marginados por el capitalismo y la globalización de los mercaderes que pretendían apoderarse de todo el planeta, con una aparente sencillez que revelaba los agujeros negros de la existencia.

Berger debatió durante décadas con el fotógrafo Jean Mohr el mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial, la acción de las organizaciones de izquierda y las duras condiciones de trabajo de los inmigrantes en Europa, y de su relación surgieron A fortunate man y A seventh man, entre otras peculiares obras que conjugan texto y fotografías, y que la revuelta francesa de las banlieu contra Macron ha puesto, otra vez, de actualidad, aunque casi nadie las haya citado ahora. En 1972 Berger había obtenido el Premio Booker, cuya dotación (21.000 libras esterlinas, una considerable cantidad entonces) destinó a investigar la explotación de los inmigrantes en Europa que originó A seventh man; y a ayudar al British Black Panthers fundado en 1968 y que desde 1970 soportaba una dura represión, cárcel e infiltración de la policía, que consiguió acabar con la organización en 1973. La fotografía de Jean Mohr de un centenar de emigrantes turcos que escuchan instrucciones para viajar a Alemania, en los años setenta, para alimentar las fábricas, que apareció en el libro A seventh man. Migrant workers in Europe, es todo un manifiesto contra la explotación y la tristeza. Ninguno sonríe, todos tienen el ceño fruncido y una mirada preocupada y temerosa.

El asesinato del Che Guevara lo conmovió. Con la célebre fotografía que muestra a un coronel boliviano señalando su cadáver en un camastro y con otro militar posando su mano sobre la cabeza del guerrillero, junto un agente de la CIA estadounidense y varios periodistas, Berger recordó dos cuadros, La lección de anatomía del Profesor Tulp, de Rembrandt; y la Lamentación sobre Cristo muerto, de Mantegna, por su semejanza con la escena de Guevara asesinado. Pero señaló las diferencias: «Guevara descubrió que la condición del mundo real resulta intolerable. Ésta, sin embargo, sólo recientemente se ha manifestado como tal. Las condiciones bajo las que vivían dos tercios de la población mundial eran las mismas entonces que ahora. El grado de explotación y esclavitud era también enorme. El sufrimiento involucrado era igual de intenso y extendido. El desperdicio de recursos era asimismo gigantesco. Pero nada de esto resultaba intolerable, porque se ignoraba la dimensión real de la verdad sobre esta condición, incluso para aquellos que la sufrían. Las verdades no son siempre evidentes en las circunstancias a las que se refieren: nacen a veces demasiado tarde. Esta verdad, en particular, nació con las luchas y las guerras de liberación nacional. A la luz de esa naciente verdad, el significado del imperialismo cambió.» El Che Guevara asesinado «es una imagen que, tanto como cualquier imagen muda podrá jamás hacerlo, nos convoca a una decisión.»

Berger colaboró también en la radio con el director Mike Dibb, mirando el pasado del arte, y con Alain Tanner creó esa película de Jonás. Curiosamente, en los carteles que anunciaban el largometraje aparecía el nombre del director y de los productores Yves Gasser e Yves Peyrot, pero no el de Berger. Escribió también el guion de la película que miraba y reflexionaba sobre la Chandigarh que había creado Le Corbusier, una ciudad del Punjab que quería leer la arquitectura moderna, recorriendo las calles de lo que pretendía ser la nueva India. Berger había escrito un obituario a la muerte del urbanista suizo-francés calificándolo de «el arquitecto más práctico, democrático y visionario de nuestro tiempo», aunque no ignoraba sus simpatías fascistas, su complicidad con la ocupación nazi de Francia, su colaboración con Vichy y su aversión a judíos y musulmanes argelinos. Berger se embarcó con Tanner en esa aventura de Chandigarh, y después en La salamandra y El centro del mundo. Como también colaboró con el escultor español Juan Muñoz, y trabajó con Dibb y Chris Rawlence en un programa para la televisión británica que rodaron en la casa de Berger en la Saboya francesa. En él, el escritor reflexiona sobre el tiempo fugitivo, ligándolo a un poema de Anna Ajmátova, y a Budapest, de André Kertesz, y al asesinato de Orlando Letelier en Washington ordenado por Pinochet; y también a propósito de algunos textos suyos y relatos que rememoraba y que se integraron en esa serie About Time. Dibb y Rawlence utilizaron páginas de Berger sobre los animales para la película Parting shots from animals para la BBC, una amarga sátira sobre la condición humana y la crueldad.

«Sin la ética el hombre no tiene futuro», escribió Berger en el Guardian inglés en un texto en defensa de Günter Grass, a quien los moralistas acosaban entonces por haber pertenecido a las Juventudes Hitlerianas cuando era un inconsciente chaval de quince años, sin que tuviese ningún crimen sobre su conciencia. Y en otro artículo publicado en La Jornada, de México, apuntó: «El fin de la Historia, lema global de las corporaciones, no es un vaticinio: es una orden para borrar el pasado y lo que nos legó en todas partes. El mercado requiere que consumidores y empleados se hallen brutalmente solos en el presente.» Berger desvelaba la hipocresía de quienes gobiernan el capitalismo: pocos días después de la catástrofe causada por el huracán Katrina en la Louisiana estadounidene, el presidente Bush visitó Nueva Orléans y la pequeña población de Biloxi, en helicóptero. Antes de que Bush llegara a Biloxi, el gobierno envió equipos de limpieza para retirar los cadáveres y los escombros del breve recorrido que el presidente y su séquito iban a realizar. Bush saludó, caminó unos minutos y subió de nuevo al helicóptero; tras él, abandonaron el lugar los barrenderos y enterradores, dejando todo el resto de Biloxi sumido en el caos y la destrucción. Ya no era necesario limpiarlo.

Berger vivió la mitad de su vida en Francia, entre campesinos, guardando sus recuerdos, como hizo John Sassall, el hombre afortunado del libro de Berger, el médico que tanto le impresionó, que atendía a sus pacientes, a todos aquellos que lo necesitaban, a pobres y moribundos, y guardaba también sus recuerdos con una entrega, afecto y comprensión a los demás que le llevaban a sufrir con ellos y que, cuando murió su esposa, Sassall fue a China para aprender de los «médicos descalzos» que había organizado la revolución de Mao Zedong. Había conocido al médico cuando Berger tenía poco más de treinta años, y creyó que debía guardar su memoria. Al final de su vida, el escritor británico seguía manteniendo sus convicciones: veía a buena parte del mundo dominado por el capitalismo financiero y por el conglomerado que denominaba «el fascismo económico». Era un hombre libre, a quien el sistema no pudo arrancar su libertad. Tenía ya casi ochenta años y le apremiaban los periódicos que siempre trabajan para enterrar a la izquierda buscando que renegase de sus ideas y sus convicciones comunistas. Pero Berger no se amilanaba: «sigo siendo marxista», decía, remarcando la evidencia, porque esa militancia por los trabajadores, los campesinos, los emigrantes, los pobres, era su forma de estar en el mundo.

Dejó su archivo, sus dibujos, todos los documentos que guardaba en su casa, a la British Library, y dos años antes de morir, Berger se definió a sí mismo como «un hombre provisional», como todos los seres humanos, expuestos al castigo de la soledad, pero no hay duda de que para nosotros continúa siendo imprescindible. «La muerte vino y nos sorprendió» cantaba Pérez Prado, y así fue el final de Le Corbusier en la playa de Roquebrune-Cap-Martin; y el de Tanner, que murió en 2022 con 92 años, y el de Godard que solo esperó dos días al director suizo y murió con 91 años. Y el de Berger, aunque acabase de cumplir noventa años.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

domingo, 26 de mayo de 2024

Oliver Stone presenta el documental "Lula" en el Festival de Cine de Cannes 2024 «El ‘lawfare’ es la forma que tiene el establishment de deshacerse de las personas a las que no quiere»

Fuentes: El diario


El cineasta ha presentado su documental sobre Lula da Silva en el Festival de Cannes, donde se ha mostrado crítico contra EEUU y ha alertado sobre los riesgos de la democracia

A Oliver Stone siempre le ha interesado la política de los países de Latinoamérica. Lo ha demostrado dedicándoles muchos de sus documentales. Quizás el que mejor muestre ese interés es Al sur de la frontera, donde viajó por diferentes lugares entrevistando a sus líderes en un momento donde parecía que las fuerzas de poder del sur del continente viraban hacia la izquierda. Fue allí donde entrevistó a Lula da Silva, entonces presidente de Brasil por primera vez.

Stone se quedó enganchado con aquel político que había salido de una fábrica metalúrgica. Su éxito demostraba que un obrero podía gobernar un país y hacer políticas para cambiar la vida de los trabajadores. También que la unión sindical era necesaria frente al avance del neoliberalismo. Otro de los motivos por el que a Stone le interesa la política de Latinoamérica es por las injerencias que EEUU ha tenido siempre. El cineasta ha denunciado constantemente el apoyo de su país a los golpes de Estado que sufrieron los Gobiernos de izquierdas durante la Operación Cóndor.

Para Stone, lo que sufrió Lula da Silva en la operación Lava Jato, que le llevó a la cárcel acusado de corrupción, fue algo parecido a un golpe de Estado. Posteriormente fue declarado inocente, pero el daño ya se había hecho. Habían acabado con el líder de izquierdas incomodo para el poder y también con su sucesora, Dilma Rousseff. Ahora los golpes de Estado se dan sin violencia. Las armas son el poder judicial y la prensa. Llámenlo máquina del fango o lawfare.*

10 meses antes de volver a ser reelegido, Oliver Stone se volvió a reunir con el presidente de Brasil para contar su historia y lo sufrido, y lo recoge en el documental Lula, que se ha presentado fuera de concurso en el Festival de Cannes y por el que ha sido criticado por ser “demasiado entusiasta con Lula”. “Ha sido la BBC, por supuesto”, dice Stone con mala leche en un encuentro reducido con periodistas en un hotel de Cannes.

No niega la fascinación, pero confiesa que el interés en este documental viene de otro sitio, de la proximidad de EEUU en “ese proceso de lawfare que sigue ocurriendo en Brasil”. “Se dice en la película, aparte de la guerra esta es la mejor forma de utilizar la ley como sustituto de medios más violentos. Es una forma de eliminar las opciones democráticas elegidas por las personas”, dice Stone, a lo que su codirector Rob Wilson, a su lado, añade que supone “usar violencia sin violencia”.

¿Cree entonces Stone que el lawfare es una de las grandes amenazas para las democracias, incluso las europeas? “Por supuesto que sí, es la forma de deshacerse de las personas que el establishment no quiere. Es el establishment el que puede lograrlo porque tiene a la policía, tiene a los medios de comunicación, tiene al ejército y al sistema judicial como en Brasil”, dice sin pensarlo.

Esto no trata solo de Brasil, mira lo que pasó en Egipto, se deshicieron de Morsi, y esto sigue y sigue, y EEUU no va a parar (Oliver Stone — Cineasta)

Para Stone otro de los triunfos del establishment y de “los caudillos” es haber creado “el miedo al socialismo”. “Ocurrió en Chile cuando el golpe de Estado. Mucha gente ha sido asesinada en nombre del miedo al comunismo, al socialismo o el miedo a la izquierda”, subraya y añade que desde 1917 “estamos luchando contra los rusos en nuestra cabeza”. Un miedo que define como “irracional”. Su codirector apunta de dónde viene ese miedo: “Solo hay que seguir el dinero”.

La película muestra cómo EEUU estuvo involucrado en la operación contra Lula, y por eso Stone tiene claro que “esto no trata solo de Brasil, mira lo que pasó en Egipto, se deshicieron de Morsi, y esto sigue y sigue, y EEUU no va a parar”.

La decepción de Obama

Uno de los testimonios de Lula que más sorprende en el documental es su opinión de su relación con Obama que explica que fue complicada y que las relaciones de Brasil con EEUU son peores con los líderes demócratas que con los republicanos. En paralelo se ve al expresidente alabando al líder brasileño, un comentario que Stone define como “desagradable”. “Cuando le veo decir esas cosas me desanimo. Es tan falso… Ni se disculpó con Dilma cuando se descubrió que la habían espiado. Este es el tipo de comportamiento hipócrita. Era muy bueno siendo un actor hipócrita. Obama hizo campaña como un tipo de candidato diferente al que terminamos eligiendo. Hubo mucha decepción entre sus votantes por las cosas que hizo cuando asumió el cargo”, critica.

Obama era muy bueno siendo un actor hipócrita. Hizo campaña como un tipo de candidato diferente al que terminamos eligiendo (Oliver Stone — Cineasta)

Oliver Stone vincula el momento actual de su país con una de sus obsesiones, el asesinato de Kennedy que le llevó a firmar una obra maestra como JFK y a realizar un documental que alimentaba la teoría de que fue un asesinato para eliminar a un político incómodo para el poder. “El 63 fue un punto de inflexión. Fuimos a Vietnam, y desde entonces hemos tenido guerra tras guerra. Realmente nunca hemos dejado de ir a la guerra desde el año 19. Desde el final de Vietnam hasta el 89 hubo un paréntesis, pero ese año fuimos a Panamá y ese fue el comienzo de esta maldita enfermedad. Luego vino Irak y después otra vez Irak. Es un estado de emergencia, un estado de tensión que parece gustarle a EEUU”, señala.

Una tensión que, para Stone, beneficia “a un lobby industrial militar que gana dinero con la tensión”. “La tensión es importante. Crear tensión con China. Crear tensión con Rusia, apoyar a Ucrania y dar un golpe de Estado en Ucrania. Genial. Así introducen a sus proestadounidenses en Ucrania y ya tienes tensión acumulada. ¿Y ahora qué pasa si vamos a la tercera guerra mundial? Vamos a lamentarnos. Es peligroso. Vivimos hablando de guerras. No solo en Ucrania, en Gaza, en todas partes. Es la tercera guerra mundial, y eso es lo que me preocupa”. No ve solución posible, porque “el mundo no va a cambiar hasta que EEUU cambie”. O quizás sí ve una: “Una revolución, eso es lo que necesita el mundo, pero una diferente, no como la última”.

(*) En España así han acabado con Pablo Iglesia y su formación, Podemos, han sido acusados falsamente de 21 delitos.  El Lawfare o máquina del fango ha actuado a fondo. Al final las acusaciones han quedado en nada, pero los medios interesados han utilizado esas falsas acusaciones para difamar y acabar con la formación que consideran incómoda, inadmisible. Las armas han sido el poder judicial y la prensa y medios, radio y tv. Lo han conseguido, la opción elegida democráticamente por el pueblo ha sido eliminada. Un golpe de estado no violento.
 
Fuente: 

sábado, 25 de mayo de 2024

Cómo ser un niño para siempre.

photo illustration of a wooden ring stacking toy; the rings are primary colors; a shadow of an adult's face and tiny butterfly extends from the right hand side of the toy
Image from a 2024 Times article: “Who Has the Secret to Well-Being? The Answer May Surprise You.Credit...Nicolás Ortega


Raniya Chowdhury, de 17 años, le pidió a una niña de 8 años consejos para mantener la esencia de la infancia aún en la vida adulta.

Este ensayo de Raniya Chowdhury, de 17 años, de Mississauga, Ontario, es uno de los 11 ganadores de la nueva edición del concurso de redacción informativa para adolescentes, “Cómo ser”, de The Learning Network.

Publicamos los trabajos de todos los ganadores, que podrás encontrar aquí, en inglés.

“Lo mejor de ser niño es que te dan dulces cuando estás triste”, dice Lolia Almasri, una niña de ocho años amante de Mickey Mouse que vive en los tranquilos suburbios del sur de Ontario y es una experta en todo lo relacionado con los niños. Para muchos adolescentes como yo, que bailan en el umbral de la “edad adulta” —en el sentido legal, al menos—, enfrentarse a la madurez se ha sentido como un apocalipsis inminente de responsabilidades. Para los que están en la cuenta regresiva del fatídico reloj que marca los 18 años, puede que tu esperanza sea aferrarte a la sensación de la niñez y posponer lo inevitable. O quizás ya seas mayor desde hace algún tiempo y anheles recuperar esa agradable y mágica capacidad de sorprenderte que tenías en la infancia.


Pues bien, según Lolia, no es difícil seguir siendo un niño, ya que gira en torno a los principios básicos de recordar el valor de la bondad y divertirse. La empatía es la base de su ética y expresa su importancia a través de una anécdota personal: “Cuando mi amigo necesitó unas tijeras, le di las mías y conseguí otras”. La economía de los niños se basa en el trueque (por ejemplo, si me das tu tarjeta Pokémon, te doy mi borrador con aroma de fresa). Sus transacciones son intercambios de felicidad, así que un buen punto de partida para ti es compartir cosas con los demás, aunque eso se vuelva difícil con la edad.

Una vez que domines esto, es hora de la parte divertida. “Los niños tienen que portarse bien y también jugar”, dice Lolia, una faceta de la infancia que me pregunto por qué dejamos de lado. Es imprescindible volver a jugar al aire libre. Ponle pausa a tu incredulidad. En lugar de eso, ¡crea escenarios imaginarios! Ponte unas zapatillas con luces y busca hadas en el bosque, juega rayuela en el patio, da patadas a una pelota… permítete disfrutar sinceramente de las pequeñas cosas.

Pero, en realidad, lo que más me llama la atención de la filosofía de Lolia sobrevivir la vida como si estuvieras en el país de Nunca Jamás es su paso final: un amable recordatorio de que “aunque seas mayor, si tienes miedo por la noche puedes seguir acurrucándote con tus padres”. Al fin y al cabo, en el mundo de Lolia no hay realidad en la que no haya alguien que la consuele después de una pesadilla. Para ella, los unicornios y los dragones existen, y también el amor, siempre. En definitiva, el mejor consejo que da Lolia para ser una niña para siempre es tener fe en que no se está sola en la vida y acudir a alguien cuando se tiene miedo a la oscuridad.

NYT

La relación entre hermanos "es la que te enseña (o no) a manejar los vínculos con otros en la adultez": Karen Gail Lewis, pionera de la terapia de familia

Dos hermanitos

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En un mundo en el que la psicoterapia es cada vez más común, no es raro oír que alguien está viendo a un terapeuta para sanar tras una ruptura sentimental, arreglar algún malentendido con los hijos o lidiar con alguna relación complicada en el trabajo.

La terapia sirve en muchos casos para analizar bajo un prisma diferente nuestras actuales relaciones personales y profesionales, o las pasadas, prestándose especial atención a la relación con nuestros padres y a cómo esta, para bien o para mal, nos marcó para siempre.

Hay terapeutas, sin embargo, que creen que para entender mejor a un paciente, es necesario analizar a todo su círculo íntimo, especialmente a los hermanos.

Este es el caso de la psicóloga estadounidense Karen Gail Lewis, quien ha dedicado su carrera a ayudar a sus pacientes a resolver todo tipo de problemas que surgen de las relaciones interpersonales.

La psicóloga Karen Gail Lewis

La psicóloga Karen Gail Lewis

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La psicóloga Karen Gail Lewis aboga por la terapia de hermanos. Para Lewis, analizar la relación con nuestros hermanos puede ser más efectivo para saber por qué tenemos problemas relacionales y de comunicación con los demás.

En la década de los 70, Lewis fue pionera en el naciente campo de la "terapia de familia" y ha enseñado sobre esta disciplina en centros tan prestigiosos como la Universidad John Hopkins, el Instituto Politécnico de Virginia y la Universidad Católica de Chile

En una conversación con BBC Mundo, explicó cómo sus estudios le han enseñado que las relaciones con los hermanos tienen un impacto profundo en las relaciones que mantenemos como adultos.

Me llama mucho la atención el título de su libro Siblings: The Ghosts of Childhood That Haunt Your Clients’ Love and Work (Hermanos: los fantasmas de la niñez que persiguen la vida laboral y amorosa de tus clientes). En él establece una relación entre amor, trabajo y hermanos. ¿Cómo llega a esa conexión?

Tenemos que empezar por lo más básico, que es decir que la relación entre hermanos es la primera relación de amor entre pares, porque hijos y padres tienen jerarquías distintas.

En el caso del matrimonio, es también una relación entre pares, sin importar la edad de los esposos, así que esa niñez temprana -yo diría entre preescolar y el tercer grado- es como un laboratorio para aprender a lidiar con peleas o a negociar para pelear, para aprender a manejar los desbalances de poder que existen siempre entre pares.

A mí me gusta pensar que la relación entre hermanos es como un primer matrimonio que te enseña - o no- a lidiar con todos los líos que van a surgir cuando estés en una relación amorosa.

Pero, ¿cómo puede algo que me ocurrió con un hermano o hermana hace décadas seguir influyendo en mi vida de hoy?

Hermana y hermano encima de un viejo coche

Hermana y hermano encima de un viejo carro

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Muchas veces, nos quedamos con imágenes de la infancia congeladas en la memoria y no sabemos actuar ante ellas. Bueno, aquí tenemos que hablar de la ‘transferencia de hermanos’.

Parte de esta relación temprana de amor en la niñez queda guardada en imágenes congeladas y roles cristalizados en nuestra memoria.

Te voy a poner un ejemplo: mi hermano Doug y yo. Él tiene 84 ahora, y, en los momentos en los que no estaba siendo un hermano mayor maravilloso, que eran muchos, era malo.

Nunca dañino, sino malo. Y tenía una mirada en particular que no puedo ni acordarme, pero cuando la veo, la identifico y esa imagen me devuelve a todas esas veces en las que vi esa imagen cuando niña.

Está congelada en el banco de mis memorias y, aunque ya no pasa tanto, durante nuestra vida nos pasaba que estábamos viviendo un gran momento y yo veía esa cara y pensaba que estaba molesto conmigo.

Y era solo por verle la cara.

Esas imágenes congeladas las podemos transferir a otras personas de nuestra vida y reaccionamos ante ellas como si ellos fueran nuestro hermano o hermana mayor.

En ese caso, ¿cómo funciona la terapia de hermanos para eliminar esos recuerdos congelados?

Una gran familia camina por la playa

Una gran familia camina por la playa

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A veces tenemos recuerdos del pasado que llegan de repente y nos devuelven a cuando éramos niños indefensos. 

Lo primero es que tienes que identificarlos. Y ayudar a los pacientes a que aprendan a reconocer cuando se están transportando a otro momento que no es el actual.

Por ejemplo, preguntar cosas como: cuando tú y tu pareja o tú mejor amigo estaban peleando, ¿de qué edad te sentiste en ese momento?

Siempre tengo que hacer las preguntas teniendo en cuenta que yo soy la terapeuta y que, si existe el vínculo con los hermanos, hacer las preguntas correctas ayuda.

En la mayoría de los casos, aunque no siempre, los hermanos están dispuestos a venir a las sesiones y con ellos presentes, es más fácil “retirar” la imagen congelada.

Ese es el escenario ideal, ¿qué pasa cuando el hermano o hermana no asiste a la sesión?

Después de 53 años haciendo esto te digo que el escenario ideal pasa, aunque pocas veces. Pero aún cuando el hermano o hermana no asiste a la sesión, también puedo ayudar a los pacientes con esa relación.

Si el hermano o hermana no viene, le ayudo al paciente encontrar qué es eso que lo devuelve a esos momentos de la niñez, esos momentos en los que se siente como si tuviera entre 3 y 8 años.

Trato de preguntarles si pueden responder de una manera distinta, así sea cuando el hermano o hermana en cuestión te esté dando órdenes o esté siendo antipático.

Bueno, esto en el caso de relaciones individuales entre hermanos, pero, ¿qué pasa cuando son familias de 3 o más hermanos?

Una gran familia posando
 
Una gran familia posando

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Cuantos más hermanos haya, más complejas se vuelven las dinámicas familiares 

Totalmente, yo tiendo a hablar de parejas de hermanos porque es más fácil para dar ejemplos, pero he tratado casos de familias grandes.

La más grande fueron 10 hermanos y hermanas. Hicimos una sesión virtual y tuve que poner a los 10 en una sola pantalla. Había una diferencia de 20 años entre el mayor y el más joven.

Y lo que usualmente pasa es que hay unos que son los más intensos, a veces son dos, a veces son tres. Y muchas veces hay uno "malo" al que culpan de todos los problemas.

En el caso de una familia de 6 hermanos, por ejemplo, aparecen los pacificadores o los que no quieren meterse en la pelea, pero eso me obliga a incluirlos a todos en la conversación.

Porque tenemos que entender que no existen los que tienen una perspectiva “desde afuera” en las dinámicas familiares. Ya sea que participes activa o pasivamente, siempre participas.

Por lo general, los más activos toman la iniciativa, pero me toca darles espacio a los más callados porque el problema es del grupo en general y todos deben sentirse parte de la dinámica.

¿Qué tan importante es el rol que juegan los padres en estas dinámicas que se generan entre hermanos?

Una foto de hermanos

Una foto de hermanos

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Según la doctora Lewis, 7 de las 10 principales causas de conflicto entre hermanos están ligadas a los papás. 

Yo siempre digo a hermanos y padres que hay que asumir que los padres lo hacen lo mejor que pueden, dada la experiencia que tuvieron ellos con sus padres.

Pero algo que he encontrado es que de las 10 principales causas de conflicto entre hermanos, 7 están relacionadas con los papás.

Claro, están los casos en los que un niño es diferente y no es aceptado en su propia cultura o casos en los que el niño tiene un desorden neurológico, pero en 7 de cada 10 casos, los conflictos entre hermanos se explican por los padres.

La primera causa, la más obvia, el favoritismo y esto genera todo tipo de dinámicas: hay una ventaja de ser el favorito de tu mamá, pero tienes varias desventajas porque pierdes el favoritismo tanto de tu papá como de tus hermanos.

Y hay casos en los que algunos niños simplemente sienten que tienen desventajas porque no son el favorito de nadie, ni de papá, ni de mamá, ni de sus hermanos.

Los padres también explican que sus hijos no sepan discutir, porque muchas veces ellos no saben discutir y discuten de maneras poco productivas. Es cuando se ve que un niño aprende a lanzar un puño o un insulto antes que un argumento.

Y hay otro factor que quisiera mencionar: la historia familiar. He tenido registrado un conflicto entre hermanos que se ha alargado durante cinco generaciones, porque las buenas y malas relaciones con los hermanos se pasan a los hijos.

¿Alguna vez le recomienda a alguien acabar la relación con su hermano o hermana?

Una pareja de hermanos

Una pareja de hermanos

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Iba a decirte que no, pero la realidad es que sí, a veces he tenido que decirlo.

Una de las razones por las que escribí mi libro es porque debe haber más terapeutas haciendo terapia de hermanos, para que las personas que estén pensando en romper un vínculo con un hermano o hermana, puedan ver a alguien que las ayude a intentar salvar la relación antes de llegar a ese extremo.

Te puedo mencionar algunas opciones -de muchas- que se pueden intentar antes de romper el vínculo, como escribirle una carta al hermano a pidiendo su perspectiva frente a una situación o una carta expresando tus sentimientos.

Incluso he trabajado en casos en los que ha habido abuso sexual en la niñez, en los que los hermanos cortan la relación, pero logran retomarla para poder al menos hablar sobre el abuso. Y hay veces en las que esas relaciones se arreglan.

Lo que también te puedo decir con certeza es que no siempre tengo éxito y muchas veces es porque hubo algo que no logré ver.

Así que si intentas reconectarte con tus hermanos y fracasas, a lo mejor puedes dejar que pasen uno o dos años, esperar a que su situación cambie, y volver a intentarlo.

¿Tiene alguna recomendación que les quiera dar a nuestros lectores que tengan algún hermano o hermana con el que quieran reconectar pero no sepan cómo hacerlo o para alguien que solo quiera tener una mejor relación con sus hermanos?

Claro que sí: por lo general, cuando los hermanos arreglan sus relaciones es porque hay al menos uno que quiere hacerlo.

Le recomendaría a esa persona que empiece a hacer una lista de temas tabú, esos temas que nunca tocaría con su hermano o hermana en conflicto, y esa lista termina mostrando muchos de los problemas que tienen.

Les recomendaría que escojan uno no tan importante y que eviten tener discusiones en la casa de sus padres. Lo mejor sería reunirse en un sitio neutral, como un lugar público, en el cual no puedas gritar.

Y a la hora de hablar, tratar de reconocer que tienen problemas y que podrían empezar solucionando uno, descubriendo de dónde viene.

No te pongas a la defensiva cuando alguien te diga algo y sientas la necesidad de explicarte.

Una de las cosas más fascinantes de todo esto es que todo el mundo quiere ser escuchado pero para que alguien sea escuchado, alguien tiene que guardar silencio primero.

Alguien tiene que tomar el paso de decir “yo escucharé primero y trataré de empatizar con tu experiencia”.