lunes, 5 de febrero de 2024

_- Qué pensaba Platón que tenía que tener una sociedad para ser exitosa

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Una escultura de Platón en Grecia

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El filósofo griego Platón fue uno de los pensadores más influyentes de la filosofía occidental. Todos tienen un papel que desempeñar en la ciudad platónica -desde los esclavos hasta los hombres libres- pero para que una sociedad funcione, sus estructuras tienen que ser jerárquicas y en la cima de todo siempre habrá un líder.

Platón (428 a.C- 347 a.C.), filósofo griego y uno de los pensadores más creativos e influyentes de la filosofía occidental, era conocido por sus escritos políticos y morales... y por ser un crítico acérrimo de las instituciones democráticas.

El Estado ideal, según Platón, se compone de tres clases. La estructura económica reposa en la clase de los comerciantes. La seguridad, en los soldados. Y el liderazgo político debe ser asumido por los filósofos-reyes.

Son estos últimos quienes han cultivado tanto la mente que son capaces de entender las ideas y, por lo tanto, toman las decisiones más sabias, al contrario de la masa.

Cuadro "La escuela de Atenas" de Rafael.

Cuadro "La escuela de Atenas" de Rafael

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Platón era discípulo de Sócrates.

“Tienen la capacidad racional y también, en opinión de Platón, tienen mucha experiencia y formación para lidiar con las cosas duras y complejas que suceden en el mundo. Piensa que estas son las personas más valiosas para el poder político”, dice a BBC Mundo Sara Monoson, catedrática y profesora de Pensamiento Clásico en la Universidad de Northwestern.

Según la visión platónica, a los filósofos-reyes no les interesa el poder por sí mismo -son honestos y serios- por eso se convierten en el estamento más confiable cuando se trata de esquivar los atractivos de la corrupción y eso hace que se les pueda confiar el mando.

Pensar esto en Atenas, la cuna de la democracia (dêmos "pueblo" y krateîn "gobernar") no estaba exento de polémica, pero como explica Monoson, Platón estaba particularmente preocupado por lo que consideraba la peligrosidad de la masa desinformada.

Para el filósofo, “sin educación filosófica, los ciudadanos son vulnerables a ser utilizados y manipulados por astutos demagogos”, dice la académica y añade:

“Tanto es así que Platón pensaba que los tiranos surgen de la masa. Es alguien que convence al resto de que tiene la solución a los problemas, pero que en el fondo, tan pronto como se afianza en el poder, se vuelve totalmente abusivo". 


 Parlamento alemán


Parlamento alemán

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Platón creía que los gobernantes actuarían desinteresada y virtuosamente. 


 En este contexto Platón se vuelve crítico con la democracia, dice Monoson, porque pensaba que era un sistema que no podía proteger a la gente.

Por eso, para evitar estos peligros y ser una sociedad armónica, se necesitan, según Platón, dos cosas, como explica Miquel Solans Blasco, doctor y profesor en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra:

“Uno, una buena educación y dos, obviamente, buenos gobernantes”.

1. Educación

Para Platón la clase social de una persona viene determinada por la educación, que empieza en el nacimiento y continúa hasta que esa persona ha alcanzado el máximo grado de educación compatible con sus intereses y habilidades.

Son aquellos que completan todo el proceso educativo los que se sitúan en lo alto de la pirámide jerárquica, que según él debe tener una sociedad.

“Por buena educación, yo creo que él entiende una educación de tipo humanista. Es decir, lo que busca es fomentar en los alumnos o en los ciudadanos en su etapa joven la capacidad de pensar, de valorar el saber por sí mismo y no como algo instrumental. El saber tiene un valor comunitario que se basa en la capacidad de reflexionar críticamente”, dice Solans. 


 La portada del libro de Platón


La portada del libro de Platón

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En el libro "República", Platón habla de casi todo: justicia, naturaleza humana, educación, virtud. 


 “Para Platón es muy importante desarrollar la sensibilidad. Una sensibilidad moral que hace que los ciudadanos cultiven deseos nobles, elevados y por lo tanto que desarrollen un carácter cívico. Es decir, un modo de ser que les haga desear vivir en comunidad, tener intereses más allá de los propios, de la riqueza o del propio beneficio”, añade.

Coincide con él, la profesora de de Pensamiento Clásico de la Universidad de Northwestern.

"¿Qué resultado va a producir la práctica de todas esas virtudes que son tan valiosas? La respuesta es la moderación del poder por sí mismo, tanto en el alma humana como en las instituciones políticas", dice Monoson.

Gran parte de la obra del filósofo gira en torno a la necesidad de cultivar deseos elevados, integradores, que hagan a las personas capaces de convivir con otros y de compartir la búsqueda de la justicia en común.

Para alcanzar todo esto Platón propone maneras de hacerlo en la vida real. Una de ellas es la convivencia con personas mayores y por tanto, la admiración de caracteres más más maduros o desarrollados.

En sus escritos, el filósofo griego también habla mucho de ciertas educaciones prácticas que tienen que ver con el cultivo de las artes, la música o el baile, y sobre todo, la retórica. Materias muy valoradas en la antigua Grecia.

Bajorrelieve que muestra a la democracia coronando a Demos, el pueblo de Atenas. 336 a. C. (Museo Agora, Atenas, Grecia).


Bajorrelieve que muestra a la democracia coronando a Demos, el pueblo de Atenas. 336 a. C. (Museo Agora, Atenas, Grecia).

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Votar por un líder le parecía arriesgado pues los electores eran fácilmente influenciados por ca

Votar por un líder le parecía arriesgado pues los electores eran fácilmente influenciados por características irrelevantes, como la apariencia de los candidatos.

En el año 387 a.C. Platón fundó en Atenas la Academia, institución a menudo considerada como la primera universidad europea.

Ofrecía un amplio plan de estudios, que incluía materias como Astronomía, Biología, Matemáticas, Teoría Política y Filosofía. Aristóteles fue su alumno más destacado.

En realidad, el sistema educacional ideal de Platón está, ante todo, estructurado para producir filósofos-reyes.

2. Gobernantes

La otra cosa que necesita una sociedad para ser exitosa son buenos gobernantes.

Aborda esta temática en su libro más famoso de Platón, “República”, y también en su obra Gorgias, el más moderno de sus diálogos.

“Una sociedad para ser exitosa tiene que tener buenos gobernantes: capaces de deliberar, de buscar el bien común, de encontrar proyectos integradores, de superar las diferencias que aparecen en la sociedad”, afirma el profesor de la Universidad de Navarra.

Los gobernantes tienen que ser capaces de promover propuestas y un clima político con el que se puedan reconocer el mayor número posible de ciudadanos.

“Son responsables también de generar las condiciones para que haya un diálogo fructífero entre partes que piensan distintas”, dice Solans.

Platón rescata ideales políticos muy valiosos, que tienen que ver con la capacidad del diálogo cooperativo y con la calidad moral de sus gobernantes.

Bandera de Grecia.


Bandera de Grecia

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Platón quería al timón del Estado a filósofos especialmente entrenados, escogidos por su incorruptibilidad.

“Tiene que realizar discursos públicos que apelen a la razón o a la capacidad racional de los ciudadanos, que no los traten ni con condescendencia ni con un mero interés de halagar. Dar razones, interpelar a los ciudadanos, ser capaz de escuchar la respuesta.

“Y en este sentido, el buen gobernante tiene que generar un espacio de diálogo libre en el que sea posible la crítica y el enriquecimiento mutuo”, cuenta Solans.

Para Platón, la actividad política no se puede realizar más que dentro del ámbito de la moral.

"Él está diciendo que en una ciudad ideal tendrías un proceso educativo que produciría seres humanos con cualidades filosóficas que los haría dignos de confianza. Y por lo tanto podrías tener una autoridad política que usaría todos los recursos de la comunidad para construir esa felicidad y poner bien en el mundo por delante", dice Monoson.

¿Cómo se aplica esto en la actualidad?

Para el profesor de la Universidad de Navarra, la educación hoy día está en crisis.

“Sobre todo a nivel de qué significa o qué sentido tiene educar. Le damos una visión instrumental. Parece que educarnos significa prepararnos para las necesidades del mercado. Y creo que Platón reaccionaría a eso con un no rotundo. La educación nos tiene que preparar para las verdaderas necesidades humanas y cívicas, es decir, para vivir en comunidad”, dice.

Para él, Platón apoyaría esa idea de que la educación no puede tener un valor instrumental.

“La educación debe perseguir un fin más amplio, más integrador, que es la necesidad humana de desarrollar la propia sensibilidad, la propia racionalidad y la capacidad de convivir con otros”. 


 La muerte de Sócrates.


La muerte de Sócrates

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En la "República", el Sócrates imaginado por Platón señala que esa democracia, una "forma agradable de anarquía"

¿Y qué pasa con ese espacio de diálogo que debe crear un buen gobernante?

“Creo que muchas veces se habla de que uno persigue la justicia, el bien común, pero a la hora de defender esas ideas que uno interpreta como justas y como buenas para el bien común, las defiende atacando al oponente, caricaturizándolo, no escuchando cuáles son sus intereses legítimos, no dándole voz", dice Solans.

En este mundo polarizado donde todo el mundo tiene una opinión, Platón también tendría algo que decir, según el profesor:

“Nos esforzamos todos por construir un mundo justo, pero justo muchas veces significa justo según mis ideas concretas, según mi grupo de opinión”.

A juicio de Solans, aunque el mismo Platón reconoce que su ideal nunca fue plenamente realizado, “sí podemos ir gradualmente a la sociedad perfecta, sabiendo que nunca llegaremos a tenerla por completo. Porque somos seres imperfectos”.

https://www.bbc.com/mundo/articles/c3g28qqp5pyo

domingo, 4 de febrero de 2024

España está haciendo algo valiente

 A dove holding an olive branch in its beak sits on the horns of a bull.

Credit...Mikel Jaso
A dove holding an olive branch in its beak sits on the horns of a bull.
La nueva proposición de ley de amnistía española, en camino de convertirse en ley tras su aprobación en el Congreso en diciembre, ha provocado bastante revuelo. Decenas de miles de personas ha salido a la calle para protestar por la ley —que otorga un indulto general a cientos de políticos, funcionarios y ciudadanos de a pie implicados en el referéndum ilegal sobre la independencia de Cataluña en octubre de 2017— y una mayoría de los españoles está en contra de ella. Muchos analistas y políticos, principalmente de la derecha, han sostenido que la amnistía debilita el Estado de derecho en España e incluso pone en peligro la democracia del país.

Gran parte de la indignación se debe a cómo se produjo el acuerdo sobre la amnistía. El presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, prometió en su campaña electoral que no habría una amnistía general, a pesar de que había indultado a nueve separatistas catalanes en 2021. Sin embargo, al no obtener unos resultados electorales rotundos y necesitar el apoyo de los partidos separatistas de Cataluña para asegurarse la mayoría en el Congreso, Sánchez cambió de rumbo y presentó el proyecto de ley. Que esta ley también aplique para el enemigo público número 1 de España, Carles Puigdemont —el exdirigente catalán que autorizó el referéndum y que está prófugo de la justicia española desde 2017— no ha hecho sino intensificar los ánimos negativos.

Pero, a pesar del tufo a oportunismo político que rodea el acuerdo de amnistía de Sánchez, se trata de un intento audaz —incluso valiente— de poner fin a la crisis catalana y ofrecer una salida del impasse perjudicial en que se encuentra España. También atestigua el papel positivo que las amnistías pueden desempeñar en las democracias. En nuestra época actual, definida por la impunidad y el retroceso democrático, la amnistía podría parecer un paso atrás. Pero siempre debería ser una opción con la que puedan contar los dirigentes políticos a la hora de afrontar momentos de crisis. Nada se le acerca ni remotamente para favorecer la paz y la reconciliación.

Las amnistías políticas tienen una larga y noble historia que se remonta al menos al asesinato de Julio César en el 44 a. C., que llevó al filósofo Cicerón a proclamar en el Senado romano que la memoria del asesinato se consignara al olvido eterno. En épocas más recientes, los países han recurrido a la amnistía para buscar una salida a los atascos políticos y una manera, por imperfecta que sea, de avanzar. La Ley de Indemnidad y Olvido de 1660 acompañó el final de la Revolución inglesa, como parte del periodo de la Restauración. En Estados Unidos, la Ley de Amnistía de 1872, que eliminó la mayoría de las sanciones impuestas a los antiguos confederados —incluida la prohibición de la elección o nombramiento de cualquier persona que participara en la insurrección, rebelión y traición—, le dio forma a la Reconstrucción.

La amnistía tuvo un papel destacado en la caída del telón del régimen del apartheid sudafricano. La Comisión para la Verdad y la Reconciliación, creada en 1995, trocó, de manera conocida, la verdad por la justicia al conceder la amnistía a quienes estuviesen dispuestos a testificar. Para el presidente de la comisión, el arzobispo Desmond Tutu, la amnistía era un componente esencial del proceso de reconciliación, ya que albergaba la promesa de proteger la verdad y sanar las divisiones sociales provocadas por el apartheid. La amnistía, traducida en la excarcelación de los presos, también fue parte del Acuerdo de Viernes Santo de 1998, que puso fin a tres décadas de violencia en Irlanda del Norte, los llamados “Troubles” (problemas).

Menos conocida es una amplia amnistía que dio inicio a la transición española hacia una plena democracia, tras cuatro décadas de régimen autoritario. La Ley de Amnistía de 1977 se aplicó a todos los presos políticos, incluidos los nacionalistas catalanes y vascos, así como a miembros del régimen franquista. Esta ley es considerada el eje de la democratización española, y con razón. Aparte de poner un simbólico fin a la guerra civil española —un sangriento conflicto que terminó en 1939—, permitió la mayoría de los acuerdos plasmados en la Constitución de 1978, incluida la incorporación de la monarquía al marco democrático, la separación de Iglesia y Estado y el artículo que permitió la organización del territorio español en comunidades autónomas.

Sin duda, la amnistía de 1977 tenía una desventaja importante. Ayudó a ocultar el llamado holocausto español, la ola de represalias políticas emprendidas por el general Francisco Franco contra los republicanos derrotados al final de la guerra civil, con miles de ejecuciones y el establecimiento de campos de concentración y trabajos forzados donde muchos prisioneros murieron por desatención y malnutrición. España se acabó haciendo cargo de esta oscura historia en 2007 con la Ley de Memoria Histórica, que dispuso la indemnización de las víctimas de la guerra civil y la dictadura, pero se mantuvo la amnistía del antiguo régimen. Todos estuvieron de acuerdo en que era necesario para poder dejar atrás el pasado.

Es descorazonador que muchos de los que se van a beneficiar de la ley de amnistía en Cataluña no hayan mostrado ningún remordimiento por sus actos. Puigdemont sigue sin arrepentirse, y su partido, Junts per Catalunya, no ha descartado la celebración de otro referéndum ilegal. Pero los beneficiarios más importantes de esta nueva ley no son los separatistas radicales que transgredieron la Constitución española, sino la inmensa mayoría de catalanes y españoles que quieren superar el drama separatista. La amnistía es para ellos, aunque ahora no lo vean así.

Para empezar, es probable que la ley de amnistía refuerce la estabilidad política en Cataluña. Esta decisión debilita el argumento, esgrimido por algunos separatistas, de que Madrid es incapaz de la clemencia y de alcanzar acuerdos, lo que les priva de uno de sus gritos de guerra, y sin duda dará fuerza al ala moderada del movimiento separatista catalán, que ha acogido la negociación como la única vía posible para garantizar la independencia. A medida que decaiga el apoyo a la independencia catalana, la amnistía también permitirá a España demostrarle al mundo, consternado por la violencia que acompañó al referéndum, que el país sigue avanzando.

El acuerdo de amnistía de Sánchez contrasta llamativamente con lo que propone la oposición. El manual de estrategia para derrotar al separatismo en Cataluña empleado por el Partido Popular, de tendencia conservadora, y el ultraderechista Vox gira en torno al enjuiciamiento de personas por delitos no violentos, la ilegalización de los partidos separatistas y la movilización del electorado español contra Cataluña. Es difícil pensar que de ese planteamiento pueda surgir algo que no sea rencor y división. La amnistía, con todo su desorden, sus imperfecciones y concesiones, ofrece un mejor remedio para la convivencia democrática en España, y quizá en otros lugares.

Omar G. Encarnación es profesor de ciencias políticas en el Bard College y autor de Democracy Without Justice in Spain: The Politics of Forgetting, entre otros libros.

La sorprendente precisión científica con la que William Shakespeare mató a cientos de sus personajes

Ilustración de hombre corriendo y oso

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"Sale, perseguido por un oso" es quizás la acotación escénica más famosa de la historia.


Pocas acotaciones escénicas son tan memorables como la que aparece en el Acto III de "Cuento de invierno" del dramaturgo inglés William Shakespeare.

Antígono, amigo de Hermíone, la reina de Sicilia, está cumpliendo los deseos del rey, quien, convencido de que su esposa le fue infiel, le ordenó que abandonara a la pequeña princesa Perdita en un lugar remoto.

Pero algo lo interrumpe en su cruel recado, y es entonces que aparece la célebre instrucción: "Sale, perseguido por un oso".

El encuentro -fatal para él, no para el bebé- es la más graciosa y desconcertante manera en la que el dramaturgo nos lleva a "la muerte, ese país sin descubrir de cuya frontera ningún viajero vuelve", como dice Hamlet.

Es un lugar al que se llega con frecuencia en sus obras y -oso aparte- a menudo con observaciones asombrosamente precisas pues, a juzgar por sus escritos, Shakespeare estaba muy al tanto de los descubrimientos científicos de su época, particularmente de anatomía y medicina.

Sus textos, señala la química y divulgadora científica Kathryn Harkup, se destacan entre los de otros dramaturgos contemporáneos, por la gran cantidad de referencias y el nivel de detalle que incluyó de distintos aspectos de la ciencia de la salud, desde la física hasta la mental.

En la escena del crimen

Un ejemplo impresionante es un monólogo del conde de Warwick en "Enrique VI, parte 2" (1591).

Imagínate la escena:

Humphrey, duque de Gloucester, es el Lord Protector de Inglaterra y goza de popularidad entre la gente común y de la confianza plena del rey. Para sacarlo del camino, el marqués de Suffolk lo acusa de traición y lo arrestan. Pero, antes de que pueda ser juzgado, Humphrey es hallado muerto en su cama.

Ten en cuenta que nosotros, el público, sabemos no sólo que fue asesinado sino también quién fue el autor intelectual del magnicidio: el tipo de ficción detectivesca en la que la audiencia intenta resolver un misterio junto con los personajes del drama fue inventado en el siglo XIX.

Pero los personajes de la obra no saben nada así que Warwick está describiéndole a los presentes lo que lo lleva a concluir "que se pusieron manos violentas / sobre la vida de este duque tres veces famoso".

Warwick empieza comparando el aspecto del rostro del desafortunado duque con el de una persona fallecida de muerte natural, cuyo "semblante [es] ceniciento, magro, pálido, y sin sangre", pues ésta se ha ido toda hacia el corazón para tratar de sobrevivir; al final, esa sangre "con el corazón se enfría y nunca retorna para devolverle el rubor y la belleza a las mejillas".

En contraste, la cara de Humphrey "está negra y llena de sangre, sus ojos más salidos de sus órbitas que cuando estaba vivo, con la mirada llena de espanto de un hombre estrangulado".

"Esta es la forma del siglo XVI de discutir la lividez, o los cambios de color en la piel después de la muerte, que pueden ser una indicación útil de la causa de la muerte", subraya Harkup, autora del libro "Death by Shakespeare".

Como en las populares series de detectives forenses, Warwick sigue encontrando señales de que la muerte de su amigo fue violenta, incluido el hecho de que sus manos están extendidas como las de alguien que luchó contra un ataque que, al final, lo subyugó.

Nota además que su cabello se pega a las sábanas como si hubiera sudado por el esfuerzo y que la barba de la víctima, usualmente "bien proporcionada", está desarreglada "como un cultivo de maíz arrasado por una tempestad", lo que puede indicar asfixia.

Todo eso lo lleva a concluir que "No puede ser más que fue asesinado aquí".

Gotas

La de Shakespeare fue una época de importantes avances científicos y su mundo imaginario se alimentaba de ellos, plasmándolos en sus escritos incluso antes de que fueran aceptados y publicados.

El revolucionario concepto de la circulación de la sangre de William Harvey, por ejemplo, fue publicado 12 años después de la muerte del Bardo, y hasta entonces era escasamente conocido.

 William Harvey demostrando su teoría de la circulación de la sangre ante el rey Carlos I.

William Harvey demostrando su teoría de la circulación de la sangre ante el rey Carlos I.

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William Harvey demostrando su teoría de la circulación de la sangre ante el rey Carlos I.


Sin embargo, la idea cobra vida en sus creaciones, comenta Harkup, quien exploró con ojos de científica el mundo shakesperiano, y encontró una razón más para admirarlo.

"Tú eres mi esposa verdadera y honorable, tan querida como las gotas encarnadas que llegan a mi triste corazón", le dice Bruto a Porcia en "La tragedia de Julio César" (1599), en una de las apariciones de esas "gotas" que viajan por el cuerpo en su obra.

Heridas

Muchas son las gotas de sangre derramada en la obra de Shakespeare, como en la de los demás dramaturgos de esos años.

Teniendo en cuenta los espectáculos de la vida real con los que tenían que competir, no es de extrañar: los condenados a muerte eran ejecutados públicamente así que quienes iban al teatro probablemente habían visto no sólo ahorcamientos sino destripamientos, desmembramientos y otros horrores que servían de castigo y de lección para la población.

En sus 37 obras teatrales, Shakespeare mató a 250 personajes nombrados, en una rica gama de formas, desde la melancólica muerte del jovial Sir John Falstaff, a quien "el rey mató su corazón" en "Enrique V" hasta el grotesco final de los hijos de la reina de los godos, quienes terminaron como ingredientes de un pastel que ella se comió, en "Tito Andrónico".

Falstaff

Falstaff

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En "Enrique V", Mrs. Quickly, una de las comadres de Windsor, cuenta que se arrodilló junto al lecho de muerte de Falstaff, tocó su "virilidad" y constató que aquello, que en vida regía su ánimo, yacía "frío como una piedra"... una prueba íntima de su fallecimiento.


Pero manera más común en la que los habitantes de ese mundo shakespeariano perdían la vida era por heridas con armas afiladas, y en muchos casos es evidente cuán bien su creador entendía la variedad de daños que éstas podían hacerle al cuerpo humano.

En el poema narrativo "La violación de Lucrecia" (1594), la legendaria noble romana que es violada por un soldado y, devastada, "Después de hablar envaina, en su pecho inocente, un puñal que a su vez desvainó a su alma".

Cuando "de la fuente escarlata, saca Bruto temblando, el cuchillo mortal", Shakespeare describe gráficamente la herida de succión, en la que la sangre brota "a borbotones, se divide en dos lentas corrientes carmesí, que encierran a su cuerpo en un círculo igual a una isla asaltada, que se extiende desnuda y despoblada en medio de horrenda inundación".

Y es notable su ilustración de los cambios que atraviesa a medida que se separa y coagula.

"Su sangre pura y roja aun permanecía,

mas la que mancillara, Tarquino, se hace negra.

Ahora, sobre la fúnebre, azul y helada cara,

en la sangre más negra hay un halo acuoso,

que parece llorar sobre el manchado espacio".

Así, muerte tras muerte, Shakespeare va revelando sus conocimientos y confirmando que los grandes artistas, como los grandes científicos, tienden a ser obstinados observadores maravillosamente curiosos.

¿Qué es lo que funciona para el dolor de espalda?: las recomendaciones del primer manual de la OMS sobre el tema

Persona con dolores lumbares.

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Alrededor de 619 millones de personas sufrieron de dolor de espalda en 2020.

El dolor de espalda, más concretamente el dolor en la región lumbar, es uno de los problemas de salud que sorprende por el alto número de personas afectadas y lo poco que solemos conocer sobre el impacto significativo que tiene en la vida cotidiana.

Si nunca lo has padecido, lo más probable es que lo experimentes algún día.

Para que te hagas una idea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la lumbalgia es la principal causa de discapacidad en el planeta, limitando las actividades laborales y de ocio rutinarias que puedan hacer las personas que lo la padecen.

En 2020, aproximadamente 1 de cada 13 personas (más de 600 millones de individuos) sufrió al menos una vez este problema, lo que representó un aumento del 60% en comparación con 1990.

Y la OMS prevé que estas cifras sigan aumentan|do en las próximas décadas hasta afectar a unas 840 millones de personas en 2050.
Persona recibiendo un masaje.

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La organización señala que este problema de salud tiene repercusiones y costes para el individuo y para la sociedad en su conjunto, y por ello lanzó en diciembre de 2023 la primera directriz para orientar el tratamiento de la lumbalgia crónica (cuando las molestias duran más de tres meses seguidos).

El documento está firmado por varios expertos de todo el mundo, que han evaluado las pruebas científicas disponibles para determinar lo que realmente funciona -y lo que está contraindicado- a la hora de tratar este problema.

En cuanto a las prácticas recomendadas por los expertos, hay una mezcla entre cuidados más generales y permanentes, como programas de educación, sesiones con un psicólogo y ejercicio, hasta terapias puntuales para conseguir un alivio inmediato, como sencillos remedios antiinflamatorios y masajes.

Lo que funciona

Según las directrices de la OMS, los tratamientos para la lumbalgia que cuentan con cierto grado de evidencia positiva -en los que los beneficios superan a los riesgos- son:

Educación/asesoramiento estructurado y estandarizado

Programa estructurado de ejercicio físico

Acupuntura y otros métodos terapéuticos de punción

Terapia de manipulación espinal (un tipo de masaje)

Masaje

Terapia conductual operante (un tipo de psicoterapia)

Terapia cognitivo-conductual (un tipo de psicoterapia)

Medicamentos antiinflamatorios simples (como el ibuprofeno y el diclofenaco)

Preparados tópicos (aplicados sobre la piel) a base de pimienta de cayena (Capsicum annuum)

Atención biopsicosocial integral

Lo que no funciona

La directriz de la OMS también menciona los tratamientos que los investigadores consultados consideran desfavorables, es decir, que no están indicados para el dolor lumbar en general, porque los riesgos superan a los beneficios:

Tracción (equipos y técnicas que prometen aliviar la presión y el dolor en la columna vertebral)

Ultrasonidos terapéuticos

Neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS)

Cinturones y soportes lumbares

Fármacos de la clase opiácea

Antidepresivos de la clase de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina

Antidepresivos tricíclicos

Fármacos anticonvulsivantes

Relajantes del músculo esquelético

Fármacos de la clase de los corticoides

Anestésicos inyectables

Garra del diablo (Harpagophytum procumbens)/Medicamento a base de plantas

Sauces (Salix spp.)/Medicamento a base de plantas

Pérdida de peso promovida específicamente por fármacos contra la obesidad
Persona con un par de comprimidos y un vaso de agua.

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Persona con un par de comprimidos y un vaso de agua.

Algunos medicamentos, como el paracetamol, no tienen suficientes estudios para ser recomendados (o no) en el tratamiento de la lumbalgia.

Tratamientos sin estudios concluyentes

La lista de la OMS también destaca aquellas terapias de las que no hay suficientes pruebas científicas para saber con certeza si funcionan o no.

Según los autores del documento, es necesario esperar a nuevas investigaciones para saber más sobre estas opciones antes de incluirlas (o no) en la lista de tratamientos. Esta lista incluye:

Terapia conductual reactiva (un tipo de psicoterapia)

Terapia cognitiva (un tipo de psicoterapia)

Prácticas de atención plena y reducción del estrés

Paracetamol

Medicamentos de la clase de las benzodiacepinas

Preparados a base de cannabis

Preparados tópicos a base de árnica (Solidago chilensis)

Jengibre (Zingiber officinale)/Un medicamento a base de plantas

Preparados tópicos a base de lirio blanco (Lilium candidum)

Compresas tópicas con diferentes hierbas y fitoterápicos

Control del peso corporal mediante intervenciones no farmacológicas

En la guía, sólo un recurso terapéutico se consideró como una buena práctica, a pesar de la falta de estudios específicos sobre el tema: utilizar dispositivos que ayuden a la movilidad de las personas con dolor de espalda.

En específico se refiere a que, en momentos de crisis, puede ser necesario utilizar dispositivos que faciliten la locomoción y eviten accidentes, como barras de apoyo, bastones o muletas, por ejemplo.

También cabe destacar que el documento se ha elaborado sobre la base de cuatro principios fundamentales: tratamiento centrado en el paciente, equidad en el acceso, asistencia no estigmatizadora ni discriminatoria, y asistencia sanitaria coordinada e integrada.

Todo empieza con un buen diagnóstico

El doctor Marco Antonio Araújo da Rocha Loures, presidente de la Sociedad Brasileña de Reumatología, señala que el dolor de espalda puede tener un origen variado.

"La mayoría de las veces está relacionado con cuestiones posturales, la postura adoptada durante la jornada laboral e incluso factores psicológicos", dice el reumatólogo.

"Pero también puede ser que este dolor de espalda, en algunos casos, sea un signo de cáncer o de metástasis", añade.

La metástasis que menciona el médico significa la propagación de células cancerosas desde su origen a otras partes del cuerpo. Los huesos -especialmente las vértebras de la columna- suelen ser el lugar secundario donde van a parar y proliferan estas unidades enfermas.

Para hacer un diagnóstico adecuado, es importante acudir al médico si el dolor no desaparece al cabo de unos días.

El cirujano ortopédico y de columna Luciano Miller, del Hospital Israelita Albert Einstein de Sao Paulo, explica que la evaluación inicial debe tener lugar en la consulta del médico, y que las pruebas de imagen más elaboradas (como la tomografía computarizada y la resonancia magnética) sólo son necesarias para confirmar las sospechas en el diagnóstico o encontrar respuestas a casos complejos.

"Y también tenemos algunas señales de alerta, que indican si la dolencia podría ser más grave, como la pérdida de peso asociada a la lumbalgia, debilidad u hormigueo en una o ambas piernas, dolor que no mejora después de uno, dos o tres meses, pacientes con antecedentes de cáncer o cuando las molestias afectan a niños y ancianos", enumera.

Personas haciendo yoga. 

Personas haciendo yoga.

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Los cambios en la vida cotidiana a favor de una buena salud, como hacer ejercicio, son los que garantizan que el dolor no vuelva a aparecer al cabo de un tiempo.

Los expertos entrevistados por BBC News Brasil señalan también que, aunque la directriz presentada por la OMS sirva de guía y ayude a estandarizar los tratamientos para la lumbalgia crónica primaria (cuando la molestia no está causada por ninguna otra enfermedad específica), cada paciente debe ser atendido según sus propias particularidades.

Cuando el dolor de espalda de un individuo está relacionado con factores emocionales, por ejemplo, puede ser necesario someterse a una evaluación psiquiátrica e incluso utilizar ciertos fármacos antidepresivos (aunque no están directamente indicados para aliviar el dolor de espalda, según la OMS).

Por último, los médicos subrayan que no existe una fórmula mágica capaz de desatar de una vez por todas todos los nudos de una espalda: la medicación puede incluso suponer un alivio momentáneo, pero son los cambios en la vida cotidiana a favor de una buena salud los que garantizarán que el dolor no vuelva a aparecer al cabo de un tiempo.

"Un estilo de vida inadecuado, que implica sedentarismo, estrés e incluso tabaquismo, es el factor que con más frecuencia hace que la gente acuda al médico quejándose de dolor lumbar", dice Miller.

"Y no podemos limitarnos a tratar ese problema puntual. Tenemos que pensar en la prevención, que implica cuidar la postura y la ergonomía, seguir una dieta sana, adoptar una rutina de ejercicio físico que estire y fortalezca los músculos y cuidar la salud mental", concluye Rocha Loures.

La artritis no es inevitable. Te decimos cómo prevenirla al envejecer.

Resignarte a no hacer ejercicios o a vivir con dolor de rodillas después de los 50 años es un malentendido, según los expertos.

P: ¿Qué podemos hacer para evitar padecer artritis en la edad adulta?
R: Lo que antes era un circuito fácil de correr ahora quizá se sienta más difícil de terminar. O tal vez un partido desafiante de tenis te deje dolores de cadera o tobillo durante varios días.

El dolor, la rigidez o la inflamación en las articulaciones son una queja común entre los adultos mayores y, para muchos, son la primera señal de lo que parece ser un diagnóstico inevitable: la artritis.

En una encuesta reciente a más de 2200 personas cuya edad oscila entre los 50 y los 80 años en Estados Unidos, el 60 por ciento dijo que un profesional de la salud les había dicho que tenían alguna forma de artritis. Y alrededor de tres cuartas partes consideraban que el dolor articular y la artritis eran una parte normal del envejecimiento.

Pero no es imposible evitar la artritis al envejecer, afirmó Kelli Dominick Allen, fisióloga del ejercicio en la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte.

“A veces, las personas empiezan a sentir dolor en las articulaciones y no hacen nada al respecto porque piensan que a todos les da artritis cuando llegan a cierta edad”, comentó Allen. “No deberíamos pensar en la artritis como algo que solo tenemos que sobrellevar de manera pasiva”.

Artritis es un término general para referirse a más de 100 tipos de enfermedades articulares inflamatorias, cada una de las cuales puede surgir por distintos motivos. Muchas de esas causas no tienen casi nada que ver con la edad, sostuvo Allen.

Sin embargo, es un poco más probable que una forma de enfermedad degenerativa articular, conocida como osteoartritis, ocurra conforme una persona envejece, indicó Wayne McCormick, médico geriatra en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington. “En esencia, se trata de articulaciones desgastadas”, explicó.

Por lo general, la osteoartritis se manifiesta entre personas mayores de 50 años, sobre todo en mujeres, puntualizó Allen.

Los científicos no saben con exactitud por qué algunas personas son más susceptibles que otras de padecer inflamación y dolor en las articulaciones con la edad. Pero un 12 por ciento de los casos de osteoartritis son resultado de lesiones articulares, como desgarres de meniscos o ligamentos, que sucedieron en la juventud.

La artritis también es más común entre personas que padecen o tienen antecedentes familiares de alguna enfermedad crónica, como obesidad, cardiopatías o diabetes.

Algunas personas quizá sientan que el dolor articular limita sus actividades a medida que envejecen. Pero puede que otras, cuyas radiografías tal vez muestran articulaciones bastante desgastadas, no sientan nada de dolor, mencionó McCormick. Por lo tanto, agregó, “cada persona debe desarrollar su propio plan para mantenerse saludable y funcional con ayuda de su médico”.

Allen dijo que, para la mayoría de las personas, la tarea de prevenir la artritis en una etapa más avanzada de vida debería comenzar muchos años antes de que se vuelva una preocupación, con medidas para evitar lesiones articulares al practicar deportes o hacer ejercicio y procesos de recuperación adecuados cuando estas ocurran.

Para quienes no corren el riesgo de desarrollar lesiones deportivas, mantenerse activos físicamente y procurar tener un peso saludable puede ayudar a prevenir el desgaste de las articulaciones y reducir el dolor si surge la artritis más adelante, recomendó Allen.

Por ejemplo, en una revisión de 44 ensayos clínicos realizada en 2015, los investigadores descubrieron que en los participantes que se ejercitaban con frecuencia se reducía el dolor de rodilla relacionado con la osteoartritis, además de que mejoraron sus funciones físicas y su calidad de vida.

“De hecho, sí es benéfico el ejercicio de bajo impacto, como pedalear en una bicicleta estática en la que tus rodillas, caderas y articulaciones no reciben tanto impacto”, señaló McCormick. Fortalecer músculos como los cuádriceps y los isquiotibiales es útil para dar más apoyo a las articulaciones, agregó.

Además del ejercicio regular, las rodilleras o tobilleras de apoyo, los analgésicos de venta libre como el ibuprofeno o el paracetamol y las inyecciones de esteroides en una articulación problemática pueden ayudar a aliviar el dolor articular en distintos niveles, dijo McCormick.

No todas las opciones funcionan para todas las personas, añadió, así que es importante explorar y encontrar lo que a ti te ayuda a mantenerte activo.
 
Asimismo, los suplementos nutricionales como la glucosamina y el sulfato de condroitina —o los remedios herbales como la boswelia (un extracto hecho a partir de la corteza del árbol boswelia)— podrían ayudar a aliviar ciertos síntomas en algunas personas. Pero, según Allen, no hay mucha evidencia científica que respalde su uso.

“Ha habido bastantes ensayos clínicos, pero las pruebas de sus efectos son muy irregulares”, afirmó.

Sin embargo, McCormick dijo que, en su experiencia, es “en extremo inusual que estos suplementos sean dañinos”, así que quizá valga la pena probarlos o dejar de tomarlos si no parecen ayudarte.

A fin de cuentas, Allen sostuvo que encontrar formas de llevar un estilo de vida activo, saludable y libre de dolor es la mejor manera de reducir el riesgo de desarrollar artritis en la vejez.

Según Allen, muchas de las medidas que reducen el riesgo de padecer otras afecciones crónicas, como la diabetes o alguna cardiopatía, también “son herramientas muy poderosas” para disminuir el riesgo de padecer enfermedades articulares relacionadas con la edad.

“Alguien que intenta mantener un estilo de vida saludable ya está haciendo lo más importante para reducir el riesgo de padecer artritis”, concluyó.
Jyoti Madhusoodanan es una periodista independiente radicada en Portland, Oregón.

sábado, 3 de febrero de 2024

_- Manual para criar a jóvenes lectores.

_- Un niño lee un libro en el patio de su casa.
GIANLUCA BATTISTa
Los expertos subrayan el papel fundamental de familias y docentes para contagiar y fomentar la pasión por los libros, que crece en la infancia, pero decae a partir de los 18 años

La pasión del padre es estafar. La de la madre, el bingo. Todo mucho más fascinante, por supuesto, que pasar un rato con su hija. No queda sitio para Matilda entre las prioridades de la familia. Ni mucho menos para la gran pasión de la niña: la lectura. Si acaso, tantos libros solo merecen un castigo. Menuda pérdida de tiempo. Por suerte, tales progenitores son un invento de las páginas escritas. En concreto, de la obra maestra de Roald Dahl de 1988. Y, en la trama, no logran sabotear el vínculo de Matilda con las historias. Sin embargo, en la vida real el epílogo sería distinto. Hace tiempo que se celebra el auge de la literatura infantil y juvenil. Y los estudios detectan un aumento constante de pequeños lectores. Todos los expertos entrevistados coinciden en el papel fundamental del hogar y la escuela. Es decir, de los adultos. ¿Aliados de la lectura? ¿Enemigos? O quizás ambos a la vez. El asunto está lleno de grises y preguntas abiertas. Como en las mejores novelas.

Los adolescentes leen más que los adultos que los miran con prejuicios El propio punto de partida puede cuestionarse: ¿es leer en la infancia positivo de por sí? “Se asocia a un mayor rendimiento y éxito académicos; no obstante, hemos de promocionar y reivindicar la lectura también por el simple placer que ofrece. Un niño que lee imagina mejor”, apunta Paula Rivera Jurado, profesora del departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Cádiz. “Aumenta la empatía, la creatividad y mejora las habilidades sociales, además de la comprensión lectora, la plasticidad cerebral...”, añade Xavier Mínguez López, desde el departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universitat de València.

Detalle de la portada de 'Gato y Pez', de Joan Grant y Neil Curtis, editado en español por Libros del Zorro Rojo.

El 83,7% de la población entre seis y nueve años (y el 78% entre 10 y 14 años) lee libros en su tiempo libre de forma voluntaria, según el reciente anuario de la editorial SM, que detecta cómo sigue creciendo la tasa también entre adolescentes, gracias al cómic entre otras razones. Y cifras parecidas, incluso más elevadas, arrojó ayer miércoles el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2023, que publica la Federación de Gremios de Editores. “Es complicado encontrar a algún niño o niña al que no le gusten los cuentos, los libros, las historias, leídas o inventadas”, reflexiona María Carreño López, profesora de Literatura Infantil en la Universidad de Granada. Ella misma cita algunos de sus favoritos: ¡De aquí no pasa nadie!, de Isabel Minhós Martins y Bernando P. Carvalho (Takatuka); Gato y pez, de Joan Grant y Neil Curtis (Libros del Zorro Rojo), el propio Dahl, Pippi Calzaslargas o Konrad o el niño que salió de una lata de conservas, de Christine Nöstlinger (Loqueleo).

Pero el informe de SM, igual que los publicados periódicamente por el Ministerio de Cultura, muestra a la vez la otra cara de la moneda: a partir de los 18 crece la desafección, que se prolonga a lo largo de toda la vida. Tanto es así que el porcentaje lector general, en España, se coloca en torno al 65% Al crecer, un núcleo duro mantiene su idilio con los libros; otros pasan a un romance más esporádico, seducidos por otros entretenidos amantes; y unos cuantos directamente se separan y olvidan. Así que tan prometedora siembra no parece dar frutos muy maduros.

Detalle de la portada de 'Matilda', de Roald Dahl, ilustrado por Quentin Blake, editado por Alfaguara

 “Muchos se quejan de las lecturas imperativas, ya que no encuentran ningún vínculo emocional con ellas. El problema es que tal vez no se haya creado un hábito lector durante la educación obligatoria, sino el hábito de leer para aprobar. Si nos hemos limitado a lo que nos mandan, no encontraremos motivación para seguir”, sostiene Mínguez López. Por eso, algunos expertos reclaman la inclusión en los currículos de obras más cercanas al gusto y los intereses de la clase, junto con los clásicos considerados imprescindibles. Y Luis Arizaleta Comajuan ha coordinado un reciente manifiesto, firmado por varios Premios Nacionales de Literatura Infantil y Juvenil entre otros, a favor de la Educación Literaria. “Cuando Primaria y Secundaria se orientan a crear comunidades de lectores, resultan fundamentales para generar aficiones duraderas. Cuando se centran en la reproducción de conocimientos, ahogan la emoción, la motivación y el deseo comunicativo”, alerta por correo electrónico.

Otra reivindicación, por tanto, apunta a que la promoción lectora empape la educación, en todos los sentidos. “Si estamos hablando de dinosaurios, tener libros de dinosaurios en la biblioteca; si vamos a hacer una excursión, tener libros sobre el lugar que vamos a visitar”, lo resume Mínguez López. “En Educación Infantil y Primaria sí existe una formación específica sobre literatura infantil y juvenil. Insuficiente casi siempre, pero no ausente como con el profesorado de niveles superiores. Está más vinculado al voluntarismo de los docentes”, denuncia Carreño López, que ha investigado este aspecto en varios proyectos.
 
Una niña de 11 años lee un libro con su madre en su casa.
JAIME VILLANUEVA

Nadie duda de que un maestro o un hogar con pasión lectora favorezcan el contagio. Al revés, los estudiosos lo ven como el pilar más importante. Pero a menudo no vale con la intención. Dedicación, escucha, buena selección y formación se repiten entre los ingredientes necesarios para padres y docentes que quieran acercar a los libros. Leer cada día con ellos, interesarse por sus obras favoritas, financiar su biblioteca, debatir sobre todo ello: muy recomendable. Los entrevistados sugieren obras de Pilar Mateos, María José Ferrada, Daniel Nesquens, Paula Merlán, Pep Bruno, María Teresa Andruetto, Juan Kruz Igerabide o el recién fallecido Hematocrítico  como garantías de entusiasmo lector. Y en la mayoría de casas la lección parece aprendida: en el 76,3 % de los hogares con menores de seis años los padres leen a sus hijos, según el barómetro publicado ayer miércoles. Sin embargo, el problema puede ser otro: no cómo ni qué, sino cuándo.

Las familias pasaron de dedicar 3 horas y 23 minutos a la semana a leer con sus pequeños en 2021 a 2 horas y 48 minutos en 2022, en cifras sobre el impacto de la covid-19 publicadas por el Ministerio de Cultura. He aquí un argumento a favor del teletrabajo. Y una noticia positiva, en el fondo, según Carreño López: “Demuestra que cuando disponemos de tiempo que compartir consideramos la lectura una actividad lúdica, un pasatiempo válido y deseado. A veces más que por qué se deja de leer a determinada edad, poniendo el foco en la escuela o la familia, deberíamos pensar en qué ritmos de vida tenemos”. La propia profesora añade otras variables: mayores ingresos y estudios universitarios disparan la afición lectora. Dicho de otra forma, quien vive mejor tiene más margen para los libros. Entre el resto, algunos ni estarán interesados. Pero quizás haya quien quiera y no pueda.

La oferta, desde luego, no parece un obstáculo. El anuario de SM calcula unos 9.000 títulos de Literatura Infantil y Juvenil publicados en España en 2021. Álbumes dibujados como El muro en mitad del libro, de Jon Agee (La casita roja), e incluso sin texto, como La ola, de Suzy Lee (Barbara Fiore); sagas fantásticas como El juego de Ender, Divergente, La guerra de las brujas o el eterno Harry Potter; clásicos ilustrados superventas venidos de TikTok. Hay obras para todos los gustos. Aunque alguna de las fuentes avisa de cierta “disneización” y de un exceso de publicaciones más centradas en una finalidad —”libros para” dejar el pañal, combatir el acoso, superar una mudanza…— que en el valor literario. “Es controvertido establecer cómo medir la calidad. Podríamos decir que en parte está en la capacidad de un texto para sostener contradicciones internas”, apunta Carreño López. Lo cual, a la vez, responde al prejuicio que en ocasiones acompaña a este sector: cierto menosprecio, la etiqueta de literatura menor. Y eso que de ella depende también su hermana mayor y más prestigiosa. Si un nuevo lector nace se decide aquí, en estos libros. A ver a quién le parece poco.
 

Doble página de 'La ola', de Suzy Lee, editado por Barbara Fiore. BABELIA.

https://elpais.com/cultura/2024-02-01/manual-para-criar-a-jovenes-lectores.html

Las dos semanas surrealistas que Einstein pasó en España. El físico alemán visitó Barcelona, Zaragoza y Madrid en 1923 entre aplausos e incomprensión.

Cuando Albert Einstein visitó Madrid, en 1923, una vendedora de castañas lo reconoció por la calle y le gritó “¡Viva el inventor del automóvil!”. La surrealista anécdota la recuerda el historiador estadounidense Thomas Glick e ilustra a la perfección el viaje del físico alemán a España, entre febrero y marzo de 1923. Einstein impartió conferencias en Barcelona, Zaragoza y Madrid y durante dos semanas fue el protagonista de la vida social española. Todo el mundo sabía quién era, aunque apenas un puñado de personas entendía qué había descubierto aquel sabio que “por el desgaire simpático de su traza y por su hermosa cabeza de revueltos cabellos grises, más que un pensador germano parece un artista latino”, según publicó entonces El Heraldo de Aragón.

Einstein llegó en tren a Barcelona procedente de Francia el 21 de febrero. El año anterior había recibido el premio Nobel por la ley del efecto fotoeléctrico. Y, en 1919, una expedición británica a África había demostrado que su revolucionaria teoría de la relatividad general era cierta. Era una celebridad mundial. Pero nadie fue a recibirle a la estación en Barcelona. Al físico se le olvidó avisar de en qué tren llegaba, así que caminó con su mujer hacia una humilde pensión y allí se quedó, según cuenta Glick en su imprescindible libro Einstein y los españoles. Ciencia y sociedad en la España de entreguerras.

El científico alemán llegaba a España invitado por el físico Esteve Terradas y el matemático Julio Rey Pastor. Terradas le había ofrecido 7.000 pesetas por las charlas de Barcelona y Madrid, una cantidad equivalente a dos años de salario de un profesor universitario, pero a Einstein “no le preocupaba la retribución por sus conferencias y libros”, según el físico Hanoch Gutfreund, antiguo presidente de la Universidad Hebrea de Jerusalén y uno de los mayores expertos mundiales en la figura de padre de la teoría de la relatividad.

“Fue a España porque prometió hacerlo cuando recibió la primera invitación de Rey Pastor en 1921. No pudo hacerlo entonces y le vino bien hacerlo cuando lo hizo. Salió de Alemania después del asesinato del ministro de Exteriores Walter Rathenau a manos de activistas de ultraderecha. Einstein también era un objetivo, así que le convenía desaparecer un tiempo”, sostiene Gutfreund. El físico alemán, de origen judío como el ministro, inició un largo viaje a Japón, Palestina y, finalmente, a España.

Los españoles recibieron a Einstein como a un héroe, sin entender muy bien por qué, como la vendedora de castañas. Así lo resumió el escritor Julio Camba en el periódico El Sol, el 6 de marzo de 1923: “Al presentarse ante el público que llenaba el aula de la Facultad de Ciencias, el Sr. Einstein fue acogido con una salva de aplausos. Indudablemente, todos los allí reunidos le admirábamos mucho; pero si alguien nos pregunta por qué le admirábamos nos pondrá en un apuro bastante serio”.

El periodista Joan Colominas fue todavía más autodespreciativo en el diario El Pueblo del 2 de marzo, como recuerda Glick. “Hemos de confesar que muchos de los concurrentes sacaron de las explicaciones del conferenciante lo que el negro del sermón, como lo demostraba el aspecto del cansancio que sorprendimos en gran número de caras conocidas, y los suspiros de liberación que exhalaron muchos pechos al oír las palabras finales”, escribió Colominas, echando mano de una metáfora racista y habitual en la época.

Einstein trató de explicar su teoría de la relatividad general, que sostiene que el espacio-tiempo se dispone como una lámina de goma curvada por objetos masivos como el Sol. Cualquier cosa en las proximidades de un cuerpo masivo es atraída hacia él. La materia le dice al espacio-tiempo cómo curvarse, y ese espacio curvo le dice a la materia cómo moverse, según resumió mucho después el físico estadounidense John Archibald Wheeler.

El filósofo Joaquim Xirau Palau estuvo presente en las conferencias en Barcelona. “Del centenar de los concurrentes debía de haber cuatro o cinco que las siguieron perfectamente, quizás una docena adivinarían algo a base de esfuerzos” y el resto no entendía nada, dejó escrito.

El mundo de Einstein era tan abstruso que la prensa nacional se dedicó a glosar cualquier movimiento relacionado con el físico alemán, salvo sus teorías científicas. El 15 de marzo, El Heraldo de Aragón publicó esta anécdota de su visita a Zaragoza: “A los postres de la comida fueron sorprendidos con el obsequio de la visita de una rondalla. Dos baturricas jóvenes... cantaron y bailaron nuestro bravo y armonioso himno inmortal. Einstein... se emocionó profundamente y, abrazándola, besó en la frente a una de las cantadoras, con un gesto entre admirativo y paternal. Fue un momento interesantísimo, que Einstein quiso perpetuar, retratándose con la pequeña jotera en su regazo”.

El ABC del 2 de marzo describía así al sabio alemán: “La boca es sensual, muy encarnada, más bien grande; entre los labios se dibuja una sonrisa permanente, bondadosa o irónica. ¿Quién podría definirlo? Es alto (acaso tenga 1,75 metros)”.

“No creo que la visita de Einstein sirviera para europeizar la ciencia española. Su viaje no dejó huella. Y la Guerra Civil terminó de borrar su visita. Los franquistas no querían saber nada de Einstein, porque era pacifista y rojo separatista”, opina Glick.

La historiadora Ana Romero de Pablos, coautora del libro Einstein en España, coincide con su colega estadounidense. “La visita de Einstein no dejó ninguna línea de investigación en España, solo admiración”, resume. La investigadora, del Instituto de Filosofía del CSIC, ha estudiado el trato a la figura de Einstein en la prensa española de 1923, sobre todo en las viñetas periodísticas. “Nadie o casi nadie entendió a Einstein; pero las viñetas hicieron de él uno de sus protagonistas inmerso en la realidad cotidiana. Y esa conexión con lo popular fue el mejor marco para comunicar, celebrar y construir al héroe”, reflexiona Romero de Pablos.

El ilustrador Luis Bagaría dedicó muchas viñetas a Einstein en el diario El Sol. En una de ellas, un niño dialoga con su padre:
—Dime papá, ¿hay alguien más sabio que Einstein?
—Sí, hijo.
—¿Quién?
—El que le entiende.

En otra viñeta de Bagaría, se explica que “Einstein dice que no existen líneas rectas, todas son curvas”. En el dibujo, un hombre le grita a una mujer: “¡Ay qué curvas! ¡Viva Einstein!”.

El físico alemán abandonó Madrid, y España, el 11 de marzo de 1923. Se fue con “una sorprendente propuesta” que Glick detalla en Einstein y los españoles. El biólogo marino Odón de Buen presentó a Einstein en su última conferencia en el Ateneo de Madrid. Y aprovechó la ocasión para proponerle que encabezara una expedición hispanomexicana para estudiar el siguiente eclipse solar en México en septiembre de 1923. “Einstein permanecería durante un año a la cabeza del grupo de investigación, y como consecuencia España podría adquirir prestigio científico”, narra Glick. “Bulle, se agita generosa y esperanzada en España una generación de investigadores que tienen alma para emprender las mayores empresas científicas”, proclamó Odón de Buen ante Einstein. El físico alemán respondió el 8 de junio. Declinó amablemente la oferta.


Nota del autor del blog: 

Einstein dió una conferencia en Barcelona invitado por el sindicato anarquista CNT, y les preguntó por el significado de la siglas, y al responderle Confederación Nacional del Trabajo. les aconsejó que quitaran lo de nacional, pues el movimiento sindical obrero debería ser internacional,... Sin duda un buen consejo visto lo que estaba ocurriendo en Alemania con los partidos nacionalista y el fuerte sentimiento nacional. El atentado y asesinato del ministro de Exteriores Walter Rathenau, alemán de origen judío fue una consecuencia se ese sentimiento. Un gran ministro que gestionó políticas muy positivas para el país, a pesar de la difícil situación de la Alemania del momento. Pues la derrota alemana y el consiguiente tratado de Versalles supusieron enormes cargas impositivas, que el ministro logró en parte racionalizar para el bien de Alemania. Además, logró, al margen, un tratado con la URSS, muy ventajoso para los dos países, que supuso un respiro importante para ambos, el tratado de Rapallo de 1922.