En una carta abierta a la ciudadanía, Sánchez afirmó: "Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, si debo continuar al frente del gobierno o renunciar a este honor".
El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) atribuye la denuncia contra su esposa a "una operación de acoso y derribo" de la "derecha y la ultraderecha" con el objetivo de hacerle "desfallecer en lo político y en lo personal atacando" a su esposa.
Y señala a sus rivales de la oposición a la derecha del arco político -el líder del conservador Partido Popular, Alberto Núñez-Feijóo; y del ultraderechista Vox, Santiago Abascal- como "cooperadores necesarios" de una campaña que busca "deshumanizar y deslegitimar al adversario político a través de denuncias tan escandalosas como falsas".
Sánchez aseguró en la carta que publicó en su cuenta de la red social X que "vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también" y anunció que comparecerá el próximo lunes para dar a conocer su decisión sobre su continuidad en el cargo.
"No me sorprende la sobreactuación del Sr. Feijóo y el Sr. Abascal. En este atropello tan grave como burdo, ambos son colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias", dice en la carta.
"De hecho, fue el Sr. Feijóo quien denunció el caso ante la Oficina de Conflicto de Intereses pidiendo para mí de 5 a 10 años de inhabilitación para el ejercicio de cargo público", añade Sánchez.
El contenido de la denuncia
El escrito señala también que una de las empresas que obtuvo fondos públicos organizó años después una maestría en un programa universitario que ella dirige y que otra de ellas, la aerolínea Air Europa, aceptó destinar fondos para un centro de innovación en África que también estuvo a cargo de la esposa de Sánchez.
El presidente del gobierno español aseguró que su esposa se defenderá en los tribunales de unos "hechos tan aparentemente escandalosos como inconsistentes".
La denuncia fue presentada por el Colectivo de Funcionarios Públicos Manos Limpias, una organización a menudo envuelta en la polémica porque su fundador es un antiguo militante ultraderechista y que ha ganado notoriedad a base de presentar denuncias judiciales sobre supuestos casos de corrupción política que con frecuencia han acabado archivadas.
Manos Limpias alega que Gómez utilizó su influencia como mujer del presidente del gobierno para conseguir patrocinadores para un máster universitario que ella dirigía.
El juez de instrucción Juan Carlos Peinado ordenó la apertura de diligencias y citó como testigos a los directores de los medios de comunicación que han difundido las publicaciones periodísticas en las que se sustenta la denuncia, algunos con una línea editorial muy crítica con el gobierno de Pedro Sánchez.
El tribunal no facilitó más detalles, ya que el caso está bajo secreto de sumario y es preliminar; sin embargo, la Fiscalía presentó este jueves un recurso contra la apertura de la investigación y ha solicitado que se archive el caso.
Begoña Gómez
"No soy un ingenuo. Soy consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa", dice el líder socialista en la misiva.
Manos Limpias utiliza un instrumento jurídico español único conocido como "acusación popular" para presentar denuncias penales contra terceros.
Un anuncio sorprendente
La carta del mandatario generó un gran revuelo en el mundo de la política, y medios nacionales e internacionales se hicieron eco de su contenido, que incluye reflexiones de corte personal.
"Llegados a este punto, la pregunta que legítimamente me hago es ¿merece la pena todo esto? Sinceramente, no lo sé. Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa. Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas", dice Sánchez en su carta.
Horas antes de hacerse público el texto, el PP le había exigido explicaciones en el Parlamento, a lo que el presidente del gobierno respondió diciendo que "en un día como hoy y después de las noticias que he conocido, a pesar de todo sigo creyendo en la justicia de mi país".
Medios españoles informaron que Sánchez abandonó el Parlamento el miércoles rumbo a su residencia de Madrid visiblemente molesto.
Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), la principal fuerza de la oposición, acusó a Sánchez de "dejación de funciones" por anunciar que se toma unos días hasta el lunes para decidir si continúa en el cargo.
"¿Si usted no tiene nada que temer, por qué no da explicaciones?", le preguntó Feijóo, que le reprochó además lo que considera un intento de "victimizarse".
En una conferencia de prensa, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, criticó duramente el manejo de la situación por parte de Sánchez.
Del otro lado, los ministros del gobierno respaldan al mandatario, y Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y líder del socio de coalición de izquierdas del gobierno, Sumar, le dijo a Reuters que Sánchez tiene todo su apoyo.
"La ofensiva de la derecha ultra no puede salirse con la suya", escribió en X. "(Toca) defender la democracia, el bloque progresista y la legitimidad del gobierno de coalición que tanto ha mejorado la vida de la gente".
El rol de los independentistas
Precisamente Sánchez debía participar este jueves en el arranque de la campaña de los socialistas en Barcelona de cara a las elecciones catalanas del 12 de mayo.
El mandatario español logró ser investido de nuevo en su cargo hace unos meses con el apoyo de dos partidos separatistas catalanes, que accedieron a darle sus votos a cambio de una amnistía para los imputados y condenados por el proceso independentista en Cataluña que culminó con un referendo de independencia no autorizado en octubre de 2017.
Sin el apoyo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y de Junts per Catalunya (JxCat), no habría podido permanecer en el poder.
Los partidos de la oposición están indignados por la amnistía, que también implica que el expresidente catalán Carles Puigdemont pueda presentarse a las elecciones del 12 de mayo, siete años después de haberse fugado de la justicia trasladándose a Bélgica.
Puigdemont todavía enfrenta un caso de terrorismo, pero cree que la amnistía le permitirá regresar a España.