jueves, 14 de septiembre de 2023

Qué es la inflamación crónica: la condición silenciosa que puede llevar a enfermedades graves (y cómo se puede prevenir)

Mujer se agarra el abdomen y se lo aprieta.

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Tener muchas o pocas deposiciones o el abdomen extendido puede ser un indicador de inflamación.
Imagina que a tu casa llega una nube de mosquitos y te activas para acabar con esta “amenaza”. Tomas un espray antimosquitos, rocías un poco y seguramente acabarás con ellos o se irán. En este caso, el espray ha cumplido su función. Pero imagina que tu sigues rociando sin ton ni son. Llegará un momento en que algo que fue beneficioso se vuelva en tu contra.

Algo así ocurre con la inflamación.

Cuando aparece una infección, lesión o toxinas, en general algo nocivo que puede hacerle daño a tu cuerpo, la inflamación surge como un proceso de tu organismo para luchar contra esos males, como mecanismo para curarse a sí mismo.

En este proceso, el cuerpo libera sustancias químicas como anticuerpos o proteínas y un mayor flujo de sangre hacia el área dañada, que desencadenan una respuesta de su sistema inmunitario.

“Es donde está toda la respuesta inmunitaria, donde el organismo acude y cuya respuesta evidente es la inflamación”, dice Mario López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología.

Es lo que ocurre cuando nos cortamos, por ejemplo. La zona afectada inmediatamente se inflama, se enrojece y duele, para luego ir poco a poco reponiendo el tejido hasta sanar.

Y esto, una respuesta rápida, inmediata y corta en el tiempo, es un ejemplo de inflamación buena.

El propósito es proteger al huésped, eliminar los microorganismos invasores que pueden ser dañinos, según explica la doctora Diana Alecsandru, directora de Inmunología y Fallo Reproductivo en el IVI (Instituto de Infertilidad, España).

Así, con la colaboración entre varios componentes celulares, se alerta a nuestro sistema, por ejemplo con fiebre, y se elimina el factor que está haciendo daño.

Pero, como ocurre con el espray de las moscas, un exceso de esta respuesta de nuestro sistema inmune puede ser perjudicial.

La inflamación, tan beneficiosa para el organismo, puede tener un lado negativo.

Cuando tu cuerpo está en alarma constante
Cuando la amenaza cesa, la inflamación también debería parar.

Pero puede ocurrir que nuestro sistema inmune mantenga la alerta y, por ende, la reacción ante lo que considera extraño. Es como si siguiera detectando la presencia de un intruso que ya no está.

“Sigue llamando la atención al sistema inmune y éste sigue trabajando contra este tejido. Nos puede ocurrir por ejemplo en antígenos del corazón en una miocarditis. Entonces, la respuesta inflamatoria pasa de ser aguda a ser crónica”, cuenta Alecsandru.

Si tenemos una inflamación crónica durante mucho tiempo, puede ser peligrosa, porque se asocia a la pérdida de función de muchos procesos fisiológicos y patológicos.

Incluso aunque sea una inflamación crónica de bajo grado pero constante, es decir, una forma más lenta y generalmente menos severa.

Una inflamación crónica no controlada “nos va a desregular todas las funciones del organismo y va a desarrollar patologías de todo tipo, infecciones crónicas como cáncer, alergias y otros procesos como asma y autoinmunidad”, sostiene López Hoyos.

También, comentan ambos expertos, patologías como abortos, rechazos de la placenta o fallos de implantación de embriones.

En 2018 la revista Nature publicó un estudio donde recogía que más del 50% de todas las muertes en el mundo son atribuibles a enfermedades relacionadas con la inflamación: desde cardiopatías isquémicas, es decir, cuando las arterias que suministran sangre al músculo del corazón se obstruyen, a accidentes cerebrovasculares, cáncer, diabetes, enfermedades autoinmunes o neurodegenerativas.

El sistema inmune se activa ante una amenaza y nuestro torrente sanguíneo se llena de leucocitos.

Por qué se produce la inflamación crónica
La inflamación puede persistir porque una infección o una lesión no se han curado bien, por ejemplo.

Otro caso en el que ésta persiste es cuando se tiene un trastorno autoinmune, donde el sistema inmunitario ataca por error a un tejido sano o al sistema en general.

También puede producirse por la exposición a largo plazo a irritantes, como el aire contaminado o químicos industriales.

Y por el cambio de vida de la humanidad de los últimos 50 años.

"Nuestra microbiota (los microorganismos de nuestro sistema digestivo) ha ido variando para mal con la industrialización. Comemos más procesados, más cosas malas para nuestra salud. Y se rompe ese equilibrio entre bacterias buenas y oportunistas", dice la doctora Alecsandru.

"La inflamación cuando es beneficiosa no nos enteramos, pero cuando es mala, sí", puntualiza López Hoyos.

A esto se añade un modo de vida nocivo: dormir poco, tener estrés, que genera cortisol y en excceso desregula la respuesta inmunitaria, fumar, tomar alcohol, comer mal y con grasas saturadas, apenas salir de casa y no recibir vitamina D del sol.

Así, aparecen infecciones a nivel pélvico, urinario, en el endometrio... Y esto despierta la reactividad inmunológica que, aunque sea de bajo grado, "se mantiene todo los días, 24 horas, 365 días al año".

Y esto al final tiene un impacto sobre nuestra salud general: "Nos afecta a la sangre, a nivel neurológico... A todo", dice Alecsandru.

Cuáles son los síntomas

López Hoyos apunta que toda inflamación, según los parámetros médicos clásicos, se detecta de cuatro formas: dolor, tumor, rubor y pérdida de función.

Pensemos por ejemplo en un corte en la mano: habrá dolor, la zona se abultará, se enrojecerá y, si el corte es fuerte, puede que perdamos movilidad.

Así ocurre, más o menos, con todos los órganos que se inflaman. Pero no es tan sencillo percibir la inflamación crónica de bajo impacto y menos aún diagnosticarla.

“Hay marcadores que dan pistas, pero hay que ir al punto de dónde y qué lo genera. Por ejemplo, a quien tiene hipotiroidismo se le inflama la tiroides, a quien tiene una celiaquía, se le disparan determinados anticuerpos”, expresa.

Para la doctora Alescsandru, los síntomas de la inflamación crónica de bajo grado son ya tan comunes que no somos conscientes, “nos hemos acomodado a ellos: a tener un estado de cansancio crónico, a la debilidad, a las infecciones recurrentes, a catarros constantes”.

Otro modo de ver que hay inflamación es cuando aparecen problemas recurrentes en la piel como eccemas o soriasis. “La piel es el órgano más grande, hay muchas células inmunes bajo la piel y este es el primer indicador que salta”, dice.

También apunta a la calidad del pelo y de las uñas. Si no están en buen estado, puede ser indicador de que algo no va bien.

Fijarnos en nuestro sistema digestivo en su conjunto también nos puede hablar de inflamación. Si hay llagas en la boca, digestiones pesadas, problemas para deglutir bien, más flatulencias, tener más deposiciones o dificultad para tenerlas, tener el abdomen distendido aunque se haya comido algo tan pequeño como una manzana, o dolor en el abdomen pueden ser otros síntomas.

Otros síntomas puede ser la dificultad para dormir o la ansiedad.

Pero sin duda, sostiene Alecsandru, las infecciones recurrentes son el claro indicador de que hay inflamación crónica.

“El sistema inmune trabaja para reparar, pero si no hace otra cosa sino constantemente reparar y reparar, está cansado y no rinde igual. Así, tenemos más otitis, más amigdalitis, más infecciones urinarias o genitales”.

Y señala un indicador clave: la candidiasis, una infección por hongos.

Puede aparecer de modo puntual tras haber tomado antibióticos, pero si es recurrente “es un excelente indicador de inflamación crónica, que estamos inflamados hasta el último pelo. Es el marcador de desequilibrio de nuestra flora y de pérdida de inmunidad en la mucosa. Y lo que hay que hacer es buscar de dónde viene y reparar”.

Tener muchas o pocas deposiciones o el abdomen extendido puede ser un indicaror de inflamación.

Cómo evitarla

Es sencillo. Si lo que puede provocar esta inflamación crónica son hábitos de vida no sana, el modo de evitar que aparezca es justamente dejar de tener estos hábitos.

Esto incluye dormir bien, no tener estrés y hacer ejercicio. Pero, en este último caso, los expertos consultados hablan de hacer ejercicio moderado y continuo, porque si es muy intenso también puede generar inflamación.

Y Alecsandru señala que mejor si podemos hacer alguna actividad en un entorno natural y no en la ciudad, donde estamos expuestos a más agentes ambientales que influyen en la inflamación.

También hay que evitar agentes ambientales externos que fácilmente activan la respuesta inmunitaria, como el tabaco.

Pero, si ya se sufre inflamación crónica, ¿hay modo de apagar el fuego?

“Si ya has empezado, es un problema, porque ya has iniciado el incendio y lo que tienes es terreno quemado. Cuanto antes lo reviertas, mejor y tratar de revertirlo", sostiene López Hoyos, quien apunta que lo primero, casi siempre, es bajar de peso y mejorar los hábitos de vida.

Si vemos que cada vez “toleramos peor los alimentos, sería bueno consultar a un especialista en nutrición y con simples cambios, como ingesta de unos alimentos y otros no, toma de antioxidantes, protectores o probióticos, podemos mejorar nuestra salud”, dice Alecsandru.

Y, sobre todo, para evitarla hay que escuchar y ver nuestro cuerpo, porque como dice la doctora Alecsandru, "es un libro abierto, nos da señales por todos lados. Cuando nos dice algo muchas veces, hay que hacerle caso".

miércoles, 13 de septiembre de 2023

_- No 10.000, sino menos de 5.000: el nuevo estudio sobre cuántos pasos al día son suficientes para mantenerse saludable

caminata

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Pie de foto,

_- Se nos decía que era necesario caminar 10.000 pasos para mantenerse sano.


Durante mucho tiempo se ha dicho que el número mágico que necesitas para mantenerte en forma y saludable es 10.000 pasos al día, pero un nuevo estudio muestra que menos de 5.000 pueden ser suficientes para obtener un beneficio.

El análisis de más de 226.000 personas en todo el mundo mostró que 4.000 pasos son suficientes para comenzar a reducir el riesgo de morir prematuramente por cualquier causa.

Un poco más de 2.300 es suficiente para beneficiar el corazón y los vasos sanguíneos.

Cuanto más caminas, más beneficios para la salud, dijeron los investigadores.

Cada 1.000 pasos adicionales más allá de los 4.000 redujeron en un 15% el riesgo de morir prematuramente, hasta llegar a los 20.000 pasos.

Los equipos de la Universidad Médica de Lodz en Polonia y de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en los EE.UU. descubrieron que los beneficios de caminar se aplican a todos los géneros y edades, independientemente de dónde vivan.

Sin embargo, los mayores beneficios se observaron entre los menores de 60 años.

El profesor Maciej Banach, de la Universidad de Lodz, señala que si bien la cantidad de medicamentos avanzados para el tratamiento de enfermedades está creciendo, esa no es la única respuesta.

"Creo que siempre debemos enfatizar que los cambios en el estilo de vida, incluida la dieta y el ejercicio, que fue el principal protagonista de nuestro análisis, podrían ser al menos tan efectivos, o incluso más, para reducir el riesgo cardiovascular y prolongar la vida", afirmó el investigador.

Cuanto más caminas, más beneficios para la salud, dijeron los investigadores.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la actividad física insuficiente es responsable de 3,2 millones de muertes cada año, la cuarta causa más frecuente en todo el mundo.

Honey Fine, entrenadora personal e instructora de la co estresadompañía global de acondicionamiento físico Barry's, enfatiza que los problemas surgen por estar demasiado tiempo sentado.

"Puede ralentizar tu metabolismo y afectar el crecimiento y la fuerza muscular, lo que puede conducir a dolores y molestias", le dice a la BBC.

"Estar sentado durante demasiado tiempo también puede causar todo tipo de problemas de espalda, lo encontramos mucho en las personas con trabajos de oficina, cuyas espaldas están constantemente en una posición comprimida y estresada que causa muchos más problemas más adelante en la vida".

La experta explica la importancia de la termogénesis -también conocida como Neat- por actividades no vinculadas directamente al ejercicio, "que en términos simples es todo lo que hacemos que gasta energía y quema calorías".

"Tareas como estar de pie, cargar la compra, lavar los pisos, pasar la aspiradora, caminar de un lado a otro mientras hablas por teléfono: son todas las pequeñas cosas que nos hacen más activos las que nos ayudan a quemar calorías de manera más eficiente", explica.

Fine dice que aunque agregar caminatas regulares a tu vida puede ser abrumador, las recompensas son excelentes en lo que se trata de tu salud.

"Caminar puede reducir la presión arterial, fortalecer los músculos para proteger los huesos, aumentar los niveles de energía y generar endorfinas, y puede ayudarte a mantener un peso saludable junto con una alimentación saludable", afirma.

Otros beneficios incluyen mejoras para tu salud mental y un tiempo importante lejos de las pantallas y otras distracciones.

La experta agrega que caminar es adecuado para "casi cualquiera" porque es de bajo impacto y fácil para las articulaciones y los músculos.

Los mejores consejos de una entrenadora personal para caminar:

Camina hasta la estación de tren o metro en lugar de ir en autobús o automóvil
Si trabajas en un escritorio, establece recordatorios cada hora para levantarte y moverte
Si estás embarazada, caminar es el mejor tipo de ejercicio que puedes hacer
Da un paseo diario de 30 minutos escuchando un podcast
Camina con amigos en un parque o senderos forestales y saca a pasear al perro si tienes uno
Comienza poco a poco: una caminata de 10 minutos desde la estación más cercana a la oficina puede convertirse fácilmente en una caminata de 20 minutos en el parque y, finalmente, una caminata de 30 minutos por la ciudad.

martes, 12 de septiembre de 2023

_- Los estigmas del 11/9: un golpe, un asesinato y un acto terrorista

Fuentes: La Joven Cuba
_- Aunque es irracional estigmatizar fechas del almanaque, debo reconocer que el 11 de septiembre ejerce en mí un sortilegio aborrecible.

Estuve cerca, o vinculado de una forma u otra, a tres acontecimientos fatídicos que acontecieron ese día en 1973, 1980 y 2001 respectivamente: el golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende en Chile que llevó a su trágica muerte y a la entronización de la dictadura de Augusto Pinochet; el asesinato de Félix García, funcionario de la misión de Cuba ante la ONU, en Queens Boulevard, Nueva York, por verdugos de una organización terrorista cubanoamericana y los atentados terroristas contra las Torres Gemelas en Nueva York y el gigantesco edificio llamado el Pentágono, donde se asienta el Departamento de Defensa de Estados Unidos en Washington, por militantes de la organización Al-Qaida.

El asesinato de Félix García me resultó sumamente cercano. Nuestro vínculo en el Minrex, más que de colegas, fue de amigos muy hermanados. En 1970-1973 era visita asidua de la casa que compartía con mi esposa, María Teresa Rodríguez, en Calzada entre E y F, a unas cuadras del Minrex. Su asesinato fue no sólo terrorismo, sino un cobarde acto de barbarie contra una persona inocente. No obstante, por razones de espacio, no me extenderé en esta historia que quedará para posteriores escritos.

11 de septiembre de 1973: el golpe de Estado en Chile.

Fui espectador cercano del golpe de Estado en Chile desde la atalaya de la embajada de Cuba en Buenos Aires, donde trabajé entre 1973 y 1977. Había visto la fea cara de la derecha reaccionaria en ese país durante tres tránsitos por Santiago en julio de 1973.[1] Después del golpe, la tragedia chilena me conmovió personalmente por distintas vías. El terrorismo de Estado aplicado contra la ciudadanía por la brutal dictadura pinochetista alcanzó niveles inconcebibles.

Un solo ejemplo de ello fue el asesinato, con una bomba, del general Carlos Prats y su esposa en Buenos Aires en la madrugada del lunes 30 de septiembre de 1974. Precisamente el día anterior, domingo 29, había compartido con ellos en un almuerzo campestre en la finca de unos mutuos amigos argentinos. El explosivo detonó a unas cuadras del apartamento donde vivía con mi familia, en Avenida del Libertador. Mis hijos tenían entonces 6, 2 y 1 año respectivamente. Para colmo, en mi edificio vivía el agregado militar chileno, dueño de un Chevy azul igual al que la embajada me había asignado. Sin pensarlo mucho, nos mudamos para otro lugar.

Carlos Prats / Foto: El Mostrador

Por supuesto, no fue este el único acto criminal de la dictadura pinochetista, ni el más aborrecible. Eran los años del Plan Cóndor, descrito por el periodista investigador John Dinges en su fundamental obra «Los Años del Cóndor: Operaciones Internacionales de Asesinato en el Cono Sur». Pocos amigos militantes de las organizaciones y partidos de izquierda y hasta de centro izquierda escaparon de las garras de los aparatos represivos de las dictaduras de la región. Muchos terminaron en el exilio, en Cuba entre otros países.[2]

Cuando se produjo el golpe, que se veía venir, el principal temor de las autoridades en La Habana y de nosotros en la embajada en Buenos Aires era que el ejército chileno asaltara la misión diplomática en Santiago e iniciara una cacería de cubanos. Dada la violencia y brutalidad con que arremetieron contra el Palacio de la Moneda y contra todos los vinculados a la Unidad Popular —la coalición política con la que Allende llegó a la presidencia—, había que esperar lo peor. La preocupación se acentuaba porque en Chile por esa época había decenas de cubanos regados por toda su complicada geografía, desde especialistas del Inder hasta bailarines del Ballet Nacional de Cuba.

Al final, los peores presagios no se cumplieron. Nuestra sede diplomática no fue asaltada. La dictadura rompió relaciones con Cuba y les dio a los funcionarios cubanos 24 horas para abandonar el país. Para estos la tarea fue complicada. Centenares de cubanos colaboraban con el gobierno de la Unidad Popular, particularmente en el ámbito de la seguridad; muchos de estos últimos tenían pasaportes diplomáticos.

La embajada había acumulado una sustancial cantidad de armas. No sólo había un fusil para cada uno de sus miembros y para el personal de Tropas Especiales que había sido enviado a Santiago, sino también para entregar a la resistencia chilena. Asimismo, complicaba el asunto que un importante grupo de chilenos se había asilado en la embajada en las primeras horas del golpe.

11 de Septiembre en Chile / Foto: Granma

Había que evacuar con todas las armas posibles y entregar a la resistencia o dejar a buen recaudo el resto. La embajada, con un sótano lleno de armamento, tendría que ser dejada a cargo de algún gobierno amigo. Asimismo, debían quedar bajo la protección de ese gobierno los chilenos que estaban ahí, para quienes habría que negociar un salvoconducto que les garantizara la salida segura del país. Esta misión se cumplió gracias a la entrega del personal diplomático con el embajador Mario García Incháustegui a la cabeza y a la colaboración efectiva y rigurosa del gobierno sueco, cuyo embajador en Santiago, Harald Edelstam, tuvo una actitud ejemplar. Edelstam se mudó para los locales de la embajada de donde no salió hasta que el último asilado pudo viajar al exterior y se logró sacar y entregar a la resistencia chilena el último fusil.[3]

Nuestra embajada en Buenos Aires jugó un papel de colaboración. Recibimos a todos y cada uno de los cubanos que no pudieron ser evacuados desde el primer momento. Algunos se habían asilado en otras sedes diplomáticas, principalmente en la de Argentina, otros cruzaron la cordillera y entraron en territorio vecino. Hubo quienes escaparon por la frontera de Chile con Perú.

En mi condición de funcionario a cargo de los Asuntos Consulares, por lo general tuve que ver con todos estos casos. Como anécdota interesante, debo consignar que no siempre las autoridades argentinas nos entregaron de forma inmediata a los cubanos que llegaron por distintas vías. Estos compatriotas debieron esperar a veces hasta 48 horas en estaciones de policía o unidades militares, en algunos casos después de caminar durante varios días en condiciones de invierno a través de la cordillera que separa a ambos países. Y siempre, cuando me iban a entregar a alguien, me citaban para las 11 de la noche en la sede central de la Policía Federal, un lúgubre y tristemente célebre edificio en la calle Perito Moreno, instalación que sería atacada con una bomba por Montoneros en 1976 con un saldo de 23 muertos y 110 heridos.

11 de septiembre del 2001: el atentado terrorista contra el World Trade Center en Nueva York y contra el Pentágono en Washington

El hecho de haber visto de cerca la cruda imagen de varias formas de terrorismo me hizo particularmente sensible ante el ataque perpetrado el 11 de septiembre del 2001 contra las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York y el Pentágono en Washington. Paradójicamente, pude haber estado en la capital norteamericana por esas fechas, pero no como funcionario del servicio exterior, sino como académico.

En el 2001 ya llevaba 5 años alejado de toda misión diplomática. En 1996, al concluir mi trabajo en Bruselas, donde serví como embajador ante Bélgica y Luxemburgo y jefe de la misión de Cuba ante la Unión Europea, me dediqué a hacer algo que tenía pendiente desde que comencé a colaborar con el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) en 1982: terminar mi doctorado y obtener una categoría docente principal. Ambos propósitos se lograron en 1998-1999. Era ya doctor en Ciencias Históricas y Profesor Titular de esa institución.

Me incorporé a la comunidad científica de especialistas cubanos en relaciones internacionales y en tal calidad asistí en el 2001 al XXIII Congreso Internacional de Estudios Latinoamericanos (LASA) en Washington del 6 al 8 de septiembre. El grupo de académicos cubanos era muy amplio.

Como suele suceder en este tipo de actividades, muchos de nosotros teníamos compromisos para quedarnos en Estados Unidos después del congreso en alguna actividad de intercambio académico. Aunque ya en enero del 2001 había tomado posesión el presidente Bush, quien después paralizaría dichos intercambios a partir del 2003, este tipo de vínculos gozaba aún del florecimiento que se vivió en los 8 años de la administración de Bill Clinton. Yo tenía proyectado quedarme 10-15 días más como profesor invitado en la Universidad Americana (American University) de Washington por la preparación para un curso sobre política exterior cubana a estudiantes de esa institución.

El destino se interpuso en mi camino y tuve que cambiar mis planes. Poco antes de salir de La Habana para Washington vía Miami, el rector me dijo que tenía instrucciones del Minrex de viajar a China en cumplimiento de una invitación de la Academia Diplomática de ese país, por lo que me indicaba que cancelara la estancia en la Universidad Americana y regresara a La Habana el día 9 para asumir la dirección del ISRI durante su ausencia, pues yo era el vicerrector docente —aunque interino. También me afirmó que por solicitud del Colegio de Defensa Nacional debía impartir una conferencia el día 11.

Me ahorré una situación imprevista. Después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 Estados Unidos quedó paralizado y casi todas las actividades se cancelaron o suspendieron. Centros de estudio como la American University debieron cerrar sus aulas por más de una semana, así que mi estancia allí habría sido frustrada de todas formas, como les sucedió a todos los académicos cubanos que, por una u otra razón, se quedaron en Estados Unidos después del Congreso de LASA.

Atentado contra las Torres Gemelas / Foto: Infobae

Mientras volvía a La Habana no podía imaginarme que los días subsiguientes estarían marcados por un hecho de trascendencia global. Estaba impartiendo mi clase sobre política exterior norteamericana en el Colegio de Defensa Nacional en la mañana del 11 de septiembre del 2001 cuando el director —un general de brigada— me interrumpió para decirme que unos aviones habían impactado en las Torres Gemelas. Francamente, estaba tan metido en mi clase que no le di importancia al asunto y seguí como si no hubiera pasado nada.

Tan pronto terminé y vi las imágenes de la televisión me espanté. Fidel Castro, según explicó ese mismo día en un discurso que ya estaba programado en la inauguración del Curso Emergente de Maestros para la enseñanza primaria, en la Ciudad Deportiva, había dado instrucciones de que la televisión nacional transmitiera las noticias sin ninguna censura.

Es obvio que el presidente cubano sí se dio inmediatamente cuenta de la importancia y del impacto que tendrían los acontecimientos de ese día. Y no dudó ni por un momento cuál debería ser la actitud cubana, que resumió en términos explícitos y sintéticos: «Evidentemente, el país había sido víctima de un violento y sorpresivo ataque, inesperado, inusitado, algo verdaderamente insólito». No dudó en agregar: «Era lógico que aquello produjera una conmoción en Estados Unidos y en el mundo, las bolsas de valores comenzaron a derrumbarse, y por la importancia política, económica, tecnológica y el poder de Estados Unidos, el mundo hoy estaba conmovido con aquellos acontecimientos que fue necesario seguir durante todo el día…».

Fidel Castro Torres Gemelas

Fidel Castro el 11 de septiembre de 2001 / Foto: Cubahora

En ese mismo acto, Fidel Castro explicó cuál iba a ser la posición oficial del gobierno cubano con el siguiente razonamiento: «Hoy es un día de tragedia para Estados Unidos. Ustedes saben bien que aquí jamás se ha sembrado odio contra el pueblo norteamericano». Más adelante añadió: «Por eso nosotros —que sabemos no el número exacto, pero que hemos visto escenas impresionantes de sufrimientos y posibles víctimas— hemos sentido dolor profundo y tristeza por el pueblo norteamericano, fieles a la línea que hemos seguido siempre». Y terminó sus argumentos alegando: «Nuestra reacción ha sido la que dije, y quisimos que nuestro pueblo viera las escenas y contemplara la tragedia. Y no hemos vacilado en expresar públicamente nuestro sentimiento».

A continuación, adelantó la posición oficial que, según dijo, ya se había comunicado al gobierno del presidente Bush. Extraigo los elementos centrales:

«El Gobierno de la República de Cuba ha recibido con dolor y tristeza las noticias sobre los ataques violentos y sorpresivos realizados en la mañana de hoy contra instalaciones civiles y oficiales en las ciudades de Nueva York y Washington, que han provocado numerosas víctimas». «Es conocida la posición de Cuba contra toda acción terrorista. No es posible olvidar que nuestro pueblo ha sido víctima durante más de 40 años de tales acciones, promovidas desde el propio territorio de Estados Unidos».

«Tanto por razones históricas como por principios éticos, el Gobierno de nuestro país rechaza y condena con toda energía los ataques cometidos contra las mencionadas instalaciones y expresa sus más sinceras condolencias al pueblo norteamericano por las dolorosas e injustificables pérdidas de vidas humanas que han provocado dichos ataques».

«En esta hora amarga para el pueblo norteamericano, nuestro pueblo se solidariza con el pueblo de Estados Unidos y expresa su total disposición a cooperar, en la medida de sus modestas posibilidades, con las instituciones sanitarias y con cualquier otra institución de carácter médico o humanitario de ese país, en la atención, cuidado y rehabilitación de las víctimas ocasionadas por los hechos ocurridos en la mañana de hoy».

Se trataba de una posición esperable y en línea con lo que sentíamos la mayor parte de los cubanos que vivíamos en Cuba, muchos de nosotros víctimas directas o familiares y amigos de quienes sufrieron atentados terroristas.

Sin embargo, lo que más llamó la atención fue que este enfoque constructivo se mantuvo por algún tiempo, a pesar de que la administración Bush reaccionó ignorando la posición cubana y continuando con sus planes hostiles hacia la Isla. En el transcurso de los siguientes doce meses Cuba ratificó los 12 acuerdos internacionales de lucha contra el terrorismo. Otro ejemplo fue su posición constructiva cuando Estados Unidos anunció la apertura del campo de prisioneros de Guantánamo en enero del 2002.

Pero esos gestos no tuvieron ningún impacto. La administración Bush conservó su posición radical contra Cuba. Mantuvo al país en la lista de Estados promotores del terrorismo y, a tono con la declaración del primer mandatario de que consideraría que cualquier país que no estuviera con Estados Unidos sería considerado un enemigo, comenzó planes activos para derrocar al gobierno cubano creando la Comisión para la Ayuda a una Cuba Libre y designando un coordinador de la Transición en Cuba como parte de la estructura del Departamento de Estado.

Los años siguientes vieron un recrudecimiento de la política de cambio de régimen por medio de medidas coercitivas unilaterales y de fomento de la subversión político-ideológica. Por ejemplo, para el 2003 se paralizaron prácticamente los intercambios académicos.

Los hechos comentados producen un profundo rechazo al terrorismo. Nadie puede ser ajeno a lo que significa sesgar vidas de personas inocentes con el fin de alcanzar objetivos políticos. Cada 11 de septiembre recuerdo estos tres acontecimientos que marcaron mi vida.

Referencias
[1] Para todo el proceso que condujo al golpe de Estado, puede consultarse la excelente obra de Tanya Harmer, Allende’s Chile and the Inter-American Cold War (Chapel Hill, University of North Carolina Press, 2011), de la cual hay edición en español.

[2] La terrible historia del general Pinochet y sus vínculos con Estados Unidos puede encontrarse en varias obras del investigador norteamericano Peter Kornbluh, cuyo último libro, Pinochet Desclasificado: Los archivos secretos de Estados Unidos sobre Chile, acaba de ser publicado en Santiago por Ediciones Catalonia.

[3] Para un relato de estos hechos, que incluyen una valoración de la actitud de la dictadura de Pinochet, puede consultarse el libro de Tanya Harmer citado anteriormente.


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

El extraordinario descubrimiento científico que nos acerca a la quinta fuerza de la naturaleza


El acelerador de partículas de Fermilab

FUENTE DE LA IMAGEN,REIDAR HAHN/FERMILAB

Pie de foto,

El descubrimiento se dio en marco del experimento muon g-2.

Un grupo de científicos cerca de la ciudad de Chicago, en Estados Unidos, dijo que podría estar cerca de descubrir la existencia de una nueva fuerza de la naturaleza.

Han encontrado nueva evidencia que sugiere que las partículas subatómicas, conocidas como muones, no se comportan como lo predice la teoría actual de la física subatómica.

Los científicos creen que esto podría indicar la existencia de una fuerza, desconocida hasta el momento, que estaría actuando sobre los muones.

Se necesitarán más datos para poder confirmar los resultados, pero si se se consigue, podría indicar el inicio de una nueva revolución en el mundo de la física.

Todas las fuerzas que experimentamos en nuestro día a día se pueden catalogar dentro de cuatro categorías: gravedad, electromagnetismo y las fuerzas nucleares débil y fuerte. Estas cuatro fuerzas fundamentales gobiernan la interacción de todos los objetos y partículas en todo el universo.

Acelerando muones
Partículas fundamentales

Partículas fundamentales
Según el modelo estándar de la física de partículas, las partículas fundamentales interactúan con un campo Higgs, y así obtienen masa.

El descubrimiento se hizo en las instalaciones de un acelerador de partículas estadounidense llamado Fermilab. Estaban trabajando sobre las bases de un estudio que Fermilab publicó en 2021, sugiriendo la posible existencia de una quinta fuerza en el universo.

Desde entonces, el grupo de investigación ha recopilado más datos y asegura haber reducido bastante el factor de incertidumbre: “Realmente estamos probando nuevos territorios. Estamos determinando las medidas con mucha más precisión de lo que se ha hecho anteriormente”.

En un experimento con el llamativo nombre de “g menos dos (g-2)”, los investigadores aceleraron partículas subatómicas llamadas muones unas 1.000 veces alrededor de un anillo de aproximadamente 50 pies de diámetro, a una velocidad cercana a la de la luz.

Los investigadores encontraron que los muones se estarían comportando de una manera que no se podría explicar con la teoría existente, conocida como el Modelo Estándar, debido a la influencia de una nueva fuerza de la naturaleza.

Aunque la evidencia es sustancial, el equipo de Fermilab dice que no tiene pruebas concluyentes.

Confirmación
Fermilab

Localizado cerca de Chicago, Fermilab es el principal laboratorio de física en EE.UU.

Los investigadores creen que tendrán toda la información que necesitan, y que la incertidumbre teórica se habrá reducido en un par de años lo suficiente como para que puedan alcanzar su objetivo.

Un equipo rival en Europa, trabajando con el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), espera alcanzar el objetivo antes.

Mitesh Patel, del Imperial College de Londres, es uno de los miles de físicos en el LHC que intentan encontrar fallas en el modelo estándar. Le dijo a BBC News que las primeras personas en encontrar resultados experimentales que contradigan el modelo estándar lograrían uno de los hitos más importantes de todos los tiempos en la física.

“Medir un comportamiento que no concuerda con las predicciones del modelo estándar es el Santo Grial de la física de partículas. Sería el pistoletazo que da inicio a una revolución en nuestro entendimiento porque el modelo estándar lleva siendo confirmado por pruebas experimentales durante más de 50 años”.

Desde el Fermilab dicen que su próxima serie de resultados sería el “encuentro máximo” entre teoría y experimento, lo cual puede llevar a nuevas partículas o fuerzas.

El modelo estándar

Científicos en el Gran Colisionador de Hadrones en Europa están en la carrera para encontrar inconsistencias en el modelo estándar.
Pero, ¿qué es el modelo estándar y por qué hay tanto interés en resultados experimentales que realmente no concuerdan con sus predicciones?

Todo en nuestro mundo se compone de átomos, los cuáles, a su vez, se componen de partículas aún más pequeñas. Estas interactúan para crear las cuatro fuerzas de la naturaleza: electricidad y magnetismo (electromagnetismo), dos fuerzas nucleares y la gravedad.

El modelo estándar predice su comportamiento y lo ha hecho perfectamente, sin ningún tipo de error, por 50 años.

Los muones se parecen a los electrones, los cuales orbitan a los átomos y son responsables de las corrientes eléctricas, pero son 200 veces más masivos.

En el experimento,se usaron poderosos imanes superconductores para hacer tambalear a los muones.

Una de las respuestas que podríamos obtener es por qué las galaxias se están distanciando de manera acelerada.

Los resultados mostraron que los muones se tambalearon más rápido de lo que deberían hacerlo según el modelo estándar.

El profesor Graziano Venanzoni, de la Universidad de Liverpool – y uno de los principales investigadores en el proyecto, le comentó a BBC News que esto podría producirse debido a una nueva fuerza desconocida.

“Creemos que puede haber otra fuerza, algo que no sepamos aún, pero debería ser importante porque nos dice algo nuevo del universo”.

Si se confirma, este podría representar uno de los hitos científicos más importantes de los últimos 100 años, desde que Einstein presentó sus teorías de la relatividad. Eso es porque una quinta fuerza, y cualquier tipo de partícula que se asocie a ella, no está incluida en el modelo estándar de la física de partículas.

Los investigadores saben que hay algo que ellos describen como la “física más allá del modelo estándar” porque la teoría actual no termina de explicar todo lo que los astrónomos ven en el espacio.

Dentro de los fenómenos que aún no se pueden explicar están el hecho de que las galaxias se sigan alejando de manera acelerada después del Big Bang, en vez de desacelerarse. Los científicos dicen que la aceleración esta siendo impulsada por una fuerza desconocida, llamada energía oscura.

Las galaxias también están girando mucho más rápido de lo que deberían, según nuestro entendimiento de cuánto material contienen. Los investigadores creen que esto ocurre por partículas invisibles llamadas materia oscura, las cuales no se contemplan dentro del modelo estándar.

Los resultados del último estudio se han publicado en el Journal Physical Review Letters.

lunes, 11 de septiembre de 2023

Entrevista a Joan Garcés, jurista y asesor personal de Salvador Allende «La campaña mediática chilena financiada en parte por la CIA fue clave para lograr el golpe militar»

Fuentes: eldiario.es

Garcés, jurista y asesor personal de Salvador Allende durante su presidencia, testigo directo de aquellos años y posterior abogado de miles de víctimas de Pinochet, acaba de ser reconocido por la Cámara de Diputados chilena “por su contribución a la justicia y su lucha contra la impunidad”.


La mañana del 11 de septiembre de 1973 el jurista valenciano Joan Garcés, asesor personal de Salvador Allende desde 1970, entró al Palacio de la Moneda con el presidente chileno, ya con el golpe militar en marcha. Durante las horas siguientes acompañó a Allende en la toma de decisiones mientras tanques y aviones asediaban el palacio presidencial, hasta que el propio presidente le ordenó que abandonara el edificio:

“Estoy vivo porque el propio presidente, a las 11.15 de la mañana, en una pausa del asalto militar, me pide que salga. Yo naturalmente le digo que no. Entonces la respuesta que me da, delante de otros asesores a los que permite quedarse, es que alguien tiene que contarlo”, relata en conversación con elDiario.es. Allende acompañó personalmente a Garcés a la puerta principal del Palacio de la Moneda, que desemboca en la plaza de la Constitución: “Y de ese modo salí por esa gran plaza, solo. Poco después comenzó el bombardeo. Casi todos los otros asesores fueron detenidos, torturados, asesinados y algunos siguen desaparecidos”.

Allende me ordenó salir del palacio presidencial en medio del golpe militar diciéndome que alguien tenía que contarlo

Desde aquel momento el jurista y politólogo valenciano, autor de libros como Allende, la experiencia chilena (1976) o Soberanos e intervenidos (1996), ha dedicado una parte importante de su vida a luchar contra la impunidad, esclarecer la verdad y defender como abogado a miles de víctimas de la dictadura chilena. Fue impulsor desde España del caso Pinochet, en el que representó a casi 4.000 víctimas en más de 3.000 casos de asesinatos, desapariciones forzadas y torturas, con el que se logró la detención del dictador en Londres en 1998. Además en 2005 consiguió que el Riggs Bank de Washington indemnizara en más de ocho millones de dólares a víctimas de Pinochet. Otro de sus logros ha sido la sentencia reciente que obliga a Chile a indemnizar económicamente a los propietarios del diario chileno Clarín confiscado en 1973 por el golpe militar, un mandato que de momento no ha sido ejecutado.

Este pasado agosto la Cámara de Diputados de Chile aprobó una resolución que reconoce a Garcés “por su contribución a la justicia y la lucha contra la impunidad” y como “abogado histórico de los familiares de las víctimas de desaparición forzada, secuestro y tortura”. Su libro Allende y la experiencia chilena ha servido de base para el guión de la serie Los mil días de Allende, que se estrena en estos días en Chile -y próximamente en España-, en la que uno de los personajes principales es un abogado basado en Garcés.

En 1970 Nixon ordenó un primer plan para intentar evitar que Allende llegara a la presidencia

¿Cómo fue aquella mañana del 11 de septiembre de 1973 en el Palacio de la Moneda en pleno golpe militar?

El día anterior yo estuve almorzando y cenando con el presidente, con el ministro de Defensa y el ministro del Interior, también con el director de la televisión pública para preparar el mensaje a la nación anunciando las medidas económicas y la convocatoria de un referéndum para resolver las diferencias que había.

El día 11 nos despertó pronto una llamada de Carabineros de Valparaíso, diciendo que Valparaíso había sido tomada por la fuerza naval y que Carabineros había detenido a unidades militares que se dirigían a Santiago. Fuimos muy pronto al Palacio de la Moneda, entré con el presidente. Con el asalto militar ya iniciado, a las 11:15 de la mañana, Allende reúne a sus colaboradores y les dice que puede irse quien así lo desee. Ningún civil se va. La guardia de carabineros y los decanos militares sí se van.

Entonces Allende empuja a sus hijas a irse, salen por un lateral. Y a mí me dice que tengo que irme también. Yo naturalmente digo que no, pero insiste: ‘alguien tiene que contar lo que aquí ha pasado, y solo usted puede hacerlo’. Y eso salvó mi vida.

¿Cuál era la actitud de Allende en esas últimas horas?

Él era consciente de los peligros. Por eso había aumentado en 4.000 carabineros la guarnición de Santiago. Lo que falla el 11 de septiembre de 1973 es que por primera vez el comandante en jefe del Ejército traiciona al presidente. Recuerdo que a Allende le ofrecieron un avión y la respuesta que yo escuché fue: “Dígale al general que cumpla con su deber de soldado y yo cumpliré con mi deber de presidente”.

Años después pudimos conocer la grabación de la conversación entre Pinochet y el vicealmirante Carvajal, en la que este plantea que se ofrezca a Allende un avión para sacarlo del país y Pinochet contesta “pero el avión se cae, viejo, cuando vaya volando”, y se ríen. Allende resistió esas cinco horas de combate con la infantería, la artillería y aviones disparando contra el Palacio de La Moneda, con la flota de Estados Unidos en la costa de Chile. Esa fue su última batalla política.

En los siguientes años usted investigó la preparación del golpe, entrevistó a Orlando Letelier, ministro de Defensa con Allende en el momento del golpe, quien se exilió en Estados Unidos y allí fue asesinado.

Esas declaraciones de Letelier son valiosas. Allende contaba con el apoyo de muchos altos mandos militares. Había generales dispuestos a respetar la Constitución. Pero hay una traición de algunos militares.

Cincuenta años después del golpe, los documentos desclasificados por Estados Unidos muestran que ya antes de que Allende asumiera como presidente había una orden del presidente estadounidense Nixon para impedir que Allende llegara a ocupar el cargo, a pesar de haber sido elegido. El jefe del Ejército chileno René Schneider fue secuestrado y asesinado dos semanas antes de que Allende tuviera que asumir. Estamos hablando de 1970.

La orden es clara y destinada a que se evite por todos los medios la consolidación del Gobierno de Allende. Y de ese modo, con el respaldo de Estados Unidos, se pudo desestabilizar económica y políticamente el país -con la gran ayuda del diario el Mercurio– generando un clima de psicosis que facilitó el golpe militar.

El presidente Salvador Allende con mineros en el Teniente, Chile Fundación Salvador Allende

El papel de algunos medios de comunicación fue clave

Tres años después del inicio de aquella campaña mediática sistemática y diaria financiada en parte por la CIA, se logró. A finales de agosto de 1973 esa presión mediática y conspirativa llevó a renunciar al jefe del Ejército, el general Prats, quien, preguntado por Allende sobre un posible sucesor, sugiere a Pinochet, porque confiaba en él.

EEUU sabía que Allende buscaba un acuerdo político, lo que contradice la propaganda golpista

Este mes de agosto se han desclasificado nuevos documentos estadounidenses, pero quedan otros que aún no son públicos

Los documentos desclasificados hasta ahora muestran que ya en 1970 Nixon quería impedir la llegada de Allende a la presidencia. También hemos podido conocer que la señal de inicio del golpe la da Estados Unidos. La señal era la llegada de fuerza naval estadounidense a las costas de Chile. Y así fue. Varios buques, uno con un modernísimo sistema de telecomunicaciones y un submarino.

Cuando estuve trabajando en el Institute for Policy Studies de Washington entre 1988 y 1990 un miembro de la Comisión Church del Senado estadounidense me dijo: “Hay documentos que nunca se publicarán por su naturaleza”. Ya entonces me subrayó la presencia de la escuadra estadounidense en las costas chilenas como indicación para el inicio del golpe.

El 8 de septiembre de 1973 entró el cable -recientemente desclasificado- que indica que Nixon sabía que iba a producirse un golpe en Chile y también conocía el posicionamiento de Allende, sabía que el presidente chileno buscaba un acuerdo político, lo que contradice la propaganda golpista -sobre todo del diario Mercurio– que afirmaba que Allende preparaba un autogolpe. El propio Nixon lo tenía sobre su mesa, sabía cuál era la situación real.

Ese relato mediático prosiguió…

La propaganda del Mercurio llegó a decir tras el golpe que Allende tenía preparado un plan para ir a comer con todos los generales, que él saldría del almuerzo y que en ese momento todos serían ametrallados por la escolta de Allende. Sus medios dieron publicidad a todos estos montajes, hablaron de listas de cientos de personas a las que decían que el Gobierno de Allende quería asesinar.

Fue lo que llamaron el plan Z, que produjo un efecto tremendo, miles de personas fueron torturadas por los golpistas, cientos de ellas hasta la muerte, convencidos los torturadores de la existencia de ese supuesto plan. Esa fue la campaña que acompañó el derrocamiento.

En los muros de Santiago semanas antes del golpe se leían mensajes de amenaza: “Yakarta se acerca”. El plan contra los partidarios del presidente Sukarno en Indonesia desde 1965 fue adaptado al contexto de Chile. También sirvió de modelo para los golpistas chilenos la forma en que se derrocó en Brasil al Gobierno de Goulart en 1964. Y por supuesto tuvieron presente la preparación del golpe en España en el 36. Recuerdo que en Chile yo ponía la radio de la derecha a menudo y era impresionante cómo hablaban de las semanas anteriores al 18 de julio del 36, cómo mencionaban las órdenes del general Mola en cuanto a que el primer golpe debía ser brutal.

Las estructuras de poder en Chile creadas durante la dictadura están ahí casi intactas

Usted ha estudiado con detalle los métodos de represión tras el golpe

Es interesante la secuencia de los hechos en Chile. Piden a Allende que transfiera la legitimidad, él se niega porque es el presidente legítimo, se produce el asalto, el combate, declaran el estado de sitio y al día siguiente, cuando ya no hay resistencia, declaran el estado de guerra, cuando ya no hay guerra. Y esto es muy importante porque en términos militares significa que cualquier oficial o soldado que se salga de las órdenes, recibirá muerte por fusilamiento. Es decir, todos sabían que si daban un paso al frente, les mataban.

Uno de los testigos que tengo en el caso Pinochet cuenta que un mes y medio después del golpe le encarcelaron y torturaron. Resulta que en una revista de tropas, el entonces jefe del Ejército, el general Prats, le había dado la mano. Hay oficiales que desaparecieron, que fueron torturados y asesinados, entre ellos el padre de la expresidenta Bachelet.

¿Cómo valora el proceso de investigación judicial contra Pinochet que usted llevó a cabo?

He representado a todas las víctimas personadas en España y a través de los principios de jurisdicción universal en España y en otros países como Reino Unido, Bélgica o Suiza se pudo resquebrajar el muro de la impunidad que había en Chile. Y tras ello los tribunales chilenos hicieron su trabajo. El caso Pinochet y sus consecuencias es invocado en todo el mundo.

Su papel es claro. El libro Un Ejército de todos, publicado por el que fuera comandante en jefe chileno entre 2018 y 2022, Ricardo Martínez, es muy interesante, ha causado sensación. Porque por primera vez un alto mando dice que el responsable de todos los crímenes es Pinochet. Nunca antes un alto mando había dicho eso. El principio de verticalidad del mando chileno en términos militares lo explica y es clave.

Joan Garcés, en el medio, con el juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Raúl Zaffaroni, en un acto en Madrid en 2021. Óscar Rodríguez

Usted ha llevado también el caso del diario chileno Clarín. En 2020 el tribunal de arbitraje del Banco Mundial -CIADI- falló de forma definitiva que Chile está obligado a indemnizar a los propietarios de dicho diario, confiscado en 1973 por los golpistas.

Este caso forma parte de la campaña para desestabilizar mediáticamente, para justificar la dictadura y después de 1990 para justificar la impunidad. En 1973 el diario Clarín tenía más patrimonio y lectores que el diario Mercurio, era el más vendido. Este caso representa una batalla para recuperar el diario y lo que significaría que hubiera una plataforma mediática diferente, en un panorama mediático heredado de la dictadura, con la singularidad de que quienes han financiado la estrategia del Mercurio fueron los sucesivos gobiernos chilenos.

El Estado de Chile ha sido condenado a indemnizar a los propietarios del Clarín, en 2020 el tribunal reafirma esta obligación de indemnización que tiene Chile. Como tal cosa juzgada, mientras que Chile no la ejecute está pendiente. Y estamos pendientes.

¿Cómo ve Chile actualmente?

Con preocupación, porque las estructuras de poder creadas durante la dictadura están ahí casi intactas. Al igual que en España, el cambio de una dictadura a un sistema pluripartidista se produce con unas estructuras de poder que en lo sustantivo no fueron modificadas durante el cambio. En Chile Pinochet, antes de perder el referéndum, pasó a retiro a todo el Tribunal Supremo y nombró a jóvenes, asegurándose un tribunal conservador durante varios años más.

La concentración económica en unas pocas empresas y familias está intacta y vemos que esa riqueza concentrada es incluso superior a la década de los noventa. Mediáticamente al diario Clarín se le impide volver a salir, en cambio diarios como el Mercurio han recibido soporte económico del Estado continuado durante años, ese es el contexto mediático.

Fuente: 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

_- Bombardeo a La Moneda: los otros ataques aéreos que hubo el 11 de septiembre de 1973 en Santiago (y el caso de la niña que fue alcanzada por un proyectil)

_- Hace 50 años, la imagen de La Moneda en llamas y la noticia de la muerte de Salvador Allende, el primer socialista en llegar al poder por los votos y no por las armas, dieron la vuelta al mundo. 

 Ambas se convirtieron en íconos del quiebre de la democracia en Chile y el comienzo de un régimen militar que duró 17 años y dejó decenas de miles de víctimas, entre ellas casi 3.000 muertos y desaparecidos. 

Pero el palacio presidencial chileno no fue el único blanco del feroz ataque aéreo perpetrado por las Fuerzas Armadas durante el golpe militar liderado por Augusto Pinochet. 

Ese día, hubo otras embestidas que han sido menos difundidas. En una de ellas habría muerto incluso una niña de 11 años que, según su familia, fue impactada por un proyectil lanzado por un Hakwer Hunter.

BBC Mundo te cuenta cuáles fueron los otros ataques que se produjeron en Santiago el 11 de septiembre de 1973.

 

Mapa de los puntos de Santiago que fueron bombardeados el 11 de septiembre de 1973



1. Ataque a las radioemisoras “Operación Silencio”.

Así se llamaba la misión destinada a silenciar seis antenas radiales afines al gobierno de Salvador Allende, con el fin de aislar al mandatario en medio del golpe.

A cargo de la operación estaba el exgeneral y comandante del Grupo 7, Mario López Tobar, conocido con el pseudónimo de "Libra".

Su primer objetivo era Radio Corporación, perteneciente al Partido Socialista, que ese día había alcanzado a transmitir los primeros mensajes en los que Allende alertaba de un levantamiento en su contra.

“Impactar a ese blanco con cohetes no guiados y aproximando a 450 nudos (830 kilómetros por hora) iba a ser una tarea difícil. Sin duda que lo era”, escribió López Tobar en “El 11 en la mira de un Hawker Hunter”, uno de los libros más reveladores sobre cómo fue la operación aérea ese día.

El texto -hoy descontinuado y difícil de encontrar- fue publicado en 1999, provocando interés de los medios de la época pues, por primera vez, un miembro de la Fuerza Aérea entregaba detalles inéditos de la misión.

El comandante relata, por ejemplo, cómo debió disparar 16 cohetes Sura P-3 hasta lograr detener completamente las transmisiones.

Luego, repitió el tiro en contra de la antena de radio Recabarren, propiedad de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Chile, mientras que otros tres pilotos derribaron la señal de las otras radios partidarias a Allende, entre ellas, la Portales y la Sargento Candelaria.

La última que quedó al aire fue radio Magallanes.

En medio del caos, su director, Guillermo Ravest Santis, recibió una llamada del propio Allende.

“Necesito que me saquen al aire, inmediatamente, compañero”, le dijo.

Fue entonces cuando pronunció su último icónico discurso que dio vueltas al mundo.

“¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores! Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”, dijo Allende en una de sus frases más recordadas.

Salvador Allende
FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto,
Salvador Allende pronunció su último discurso alrededor de las 9 de la mañana del 11 de septiembre.

Después de esa transmisión, la señal de radio Magallanes también fue acallada.

Adolfo Aldunate, quien vivía a unos cien metros de la antena de la emisora, le contó a BBC Mundo que ese día se despertó “con un estruendo”.

“Había un fuerte ruido producido por un avión que volaba por encima de mi cabeza y que le disparaba a algo que estaba muy cerca de mi casa. Era radio Magallanes”.

Cuando intentó sintonizarla para saber qué estaba pasando, la señal ya se había perdido.

Los militares habían terminado con éxito su primera operación. A partir de ese momento, los chilenos sólo podrían escuchar las transmisiones de las Fuerzas Armadas.

Radio Magallanes FUENTE DE LA IMAGEN,DOMINIO PUBLICO Pie de foto,

Afiche de Radio Magallanes en 1972.

La muerte de Jeannette
Ligada a la “Operación Silencio” hay una historia sobre la que penden muchas interrogantes: la muerte de Jeannette Fuentealba Rodríguez, una niña de 11 años que vivía en la población San Gregorio, a menos de dos kilómetros de la antena de radio Corporación, el primer blanco de López Tobar.

Según su familia, la pequeña murió debido a un proyectil lanzado por un Hawker Hunter que esa mañana del 11 de septiembre impactó en contra de su casa.

El periodista y documentalista Rodolfo Gárate estuvo 10 años investigando este caso -y los otros ataques aéreos del golpe militar- para el documental “Hawker Hunter, el ruido del silencio”, que fue estrenado este domingo 3 de septiembre y coproducido entre The Union Films, el canal cultural NTV y Televisión Nacional de Chile (TVN).

Para él, su muerte ha sido "completamente invisibilizada".

El principal testigo del ataque es el hermano de Jeannette, Humberto Fuentealba, quien también resultó herido ese día, y en 2012 presentó una querella en contra de la Fuerza Aérea que dio pie a una investigación judicial.

"Yo estaba jugando con mi hermana arriba de la cama, saltando, cuando de repente sentí un sonido muy fuerte, explotó el techo, mi hermana voló, quedó tirada en el piso, boca abajo, con su enagua blanca llena de sangre", recuerda en conversación telefónica con BBC Mundo.

"Unos vecinos me tomaron, yo estaba lleno de esquirlas, mi cabeza sangraba, fue terrorífico".

Luego del impacto, la niña fue trasladada al hospital y tres semanas después, el 3 de octubre de 1973, falleció. Su certificado de defunción decía que la causa de muerte era meningitis purulenta.

Sin embargo, en 2014, en medio de las investigaciones, el cadáver de Jeannette fue exhumado y en 2017 su causa de muerte cambió.

“Existencia de un traumatismo perimortem raquimedular / torácico de alta energía”, consta el nuevo certificado.

“La exhumación da cuenta de la acción traumática y violenta que le genera la muerte a la niña”, le explica a BBC Mundo Cristián Cruz, abogado de la familia Fuentealba.

“Sin duda que aquí hubo un ocultamiento de las Fuerzas Armadas".

"Un avión de guerra atacó la antena y, en ese ataque, uno de los proyectiles alcanzó la casa de Jeannete”, añade.

Rodolfo Gárate entrevistó a diversos testigos de la población San Gregorio para su documental.

"Ellos dicen que ese día había aviones Hawker Hunter arriba de la población y que vieron y sintieron una explosión”, apunta.

Rodolfo Garate y Felipe Arancibia, director y productor ejecutivo del documental "Hawker Hunter, el ruido del silencio", respectivamente.
Libro de López Tobar
Pie de foto,

El libro de López Tobar fue publicado en 1999.



Rodolfo Gárate , director del documental "Hawker Hunter, el ruido del silencio", junto al productor ejecutivo y director de fotografía, Felipe Arancibia.

Por su parte, López Tobar reconoce que, mientras sobrevolaba la antena, pudo "identificar a las personas y lo que estaban haciendo, pero con un gran deseo en mi mente de que esa gente se fuera de allí. Estaban lejos de la antena, pero me habría sentido mucho mejor si no hubiesen estado”, señala en su libro.

Nunca menciona, sin embargo, que un proyectil se disparó en contra de la población.

La investigación sobre la muerte de Jeannette sigue en curso y aún no ha habido procesados. La Fuerza Aérea de Chile se ha negado a entregar información solicitada por la familia.

BBC Mundo se contactó con la Corte de Apelaciones de San Miguel, a cargo del caso. El tribunal respondió a través de una declaración escrita que “la causa está en sumario con diligencias pendientes”.

Humberto Fuentealba
FUENTE DE LA IMAGEN,FELIPE ARANCIBIA Pie de foto,

"Llevo 50 años esperando justicia para mi hermana y por el daño que me hicieron a mí", dice Humberto Fuentealba, quien hoy está pensionado por invalidez debido a las esquirlas que le impactaron el 11 de septiembre de 1973.

El investigador Rodolfo Gárate explica que la importancia de este proceso es que, si se comprueba la responsabilidad del piloto del Hawker Hunter, "Jeannette se convertiría en la única víctima civil del ataque aéreo del 11 de septiembre, algo que la Fuerza Aérea siempre ha negado".

"Esta es una historia de personas humildes, sin militancia política, sin redes de contacto, que por 50 años han sufrido por un hecho que aún no tiene responsables directos", indica.

2. El hospital atacado "por error"
Otro de los objetivos del ataque aéreo del 11 de septiembre era la casa del presidente Salvador Allende, ubicada en la calle Tomás Moro, en la zona oriente de Santiago.

La misión estaba encomendada a dos pilotos que, poco después de las 10 de la mañana, emprendieron vuelo en esa dirección.

Uno de los Hawker Hunter, sin embargo, no lanzó sus misiles sobre la residencia del mandatario, como estaba planeado, sino en contra del hospital de la misma Fuerza Aérea, ubicado a tres kilómetros de la calle Tomás Moro.

La información sobre este ataque es escasa y confusa, y no existe ningún registro fotográfico que sea público. Los periódicos de la época lo mencionaron pero muy brevemente.

La versión más conocida es que los disparos sobre el hospital fueron un “error de precisión”; es decir, que el piloto se equivocó de objetivo.

Mario López Tobar plantea esa idea en su libro: “El avión 2 perdió de vista a su líder y, por lo tanto, no logró ubicar bien cuál era la casa de Tomás Moro, confundiéndola posteriormente con el Hospital de la Fuerza Aérea, que en esos años era muchísimo más pequeño que hoy”, escribe.

“Debido a ello, efectuó un primer lanzamiento de cuatro cohetes contra ese edificio, lo que afortunadamente llevó a cabo con muy poco ángulo, provocando que dos explotaran contra grandes árboles que entonces había frente al inmueble”, añade.

Una de las pocas testigos de este ataque es Sylvia Abarca, quien a sus 32 años se desempeñaba como auxiliar de enfermería en el hospital.

"Estábamos despachando a los pacientes para sus casas cuando de repente explotó la bomba", le cuenta a BBC Mundo desde Santiago.

"Un oficial gritó: '¡se equivocó el weón!'. Ahí nos fuimos todos a proteger a una pared que estaban recién construyendo y nos tiramos al suelo".

"Recuerdo que había una parturienta por ahí y que a mí me llegó una esquirla muy cerca, fue muy riesgoso... fue todo muy rápido, en cosa de minutos", dice.

Sylvia asegura que después del acontecimiento nadie volvió a hablar del tema. "Quedó para callado", afirma.

Una de las grandes dudas respecto a este ataque es quién fue el piloto detrás de la operación.

Hay varias teorías.

Una apunta al hijo de Gustavo Leigh, que en ese entonces era Comandante de Jefe de la Fuerza Aérea.

En conversación con BBC Mundo, Roberto Thieme, ex secretario general de una facción de ultraderecha opositora a Allende llamada Patria y Libertad, asegura que "es más sabido que el pan que era él".

"Lo que pasa es que la Fuerza Aérea de Chile hasta hoy utiliza el negacionismo o el ocultismo porque es casi vergonzoso que el hijo del Comandante en Jefe se haya equivocado y le haya metido unos disparos a su propio hospital... Es como tirarse un balazo en la nuca”, indica.

Pero López Tobar afirma que fue un oficial con "poca experiencia".

"Se incluyó a un oficial del Grupo N9, lo que constituyó un error nuestro, dado que era un oficial muy joven y con poca experiencia para identificar blancos dentro de la gran ciudad, lo que después nos trajo problemas", señala en su libro.

También hay otras hipótesis, como la que sostiene el periodista, investigador y escritor Juan Pablo Meneses, quien fue testigo de la explosión cuando era niño.

Para Meneses, el piloto que disparó el proyectil al hospital no se equivocó, sino que era un desertor que desobedeció las órdenes y atacó a su propio bando.

Juan Pablo Meneses
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El periodista e investigador Juan Pablo Meneses publicó en 2022 el libro "Una historia perdida".

Esta idea la dejó plasmada en su libro “Una historia perdida”, publicado en 2022, donde reconstruye, de manera novelada, el ataque al hospital que, en sus palabras, es una de las tramas “más desconocidas” del golpe en Chile.

“Crecí a dos cuadras del hospital, el bombardeo fue parte de mi historia y sentía que, si no lo escribía, se podía perder”, le dice Meneses a BBC Mundo.

Para él, que la “mayor operación de la historia de la Fuerza Aérea haya estado a cargo de un pobre inexperto que se equivocó no tiene pies ni cabeza”.

“Leí tres libros que contaban versiones diferentes. Yo tengo una cuarta versión que la vengo escuchando internamente hace muchos años. Y decidí hacer una novela porque no tenía cómo demostrarlo, pues los relatos en torno al golpe de Estado están contaminados, nadie se atreve a cuestionar la verdad oficial, esa historia hegemónica que, a estas alturas, les acomoda a todos”, reflexiona.

El documental de Rodolfo Garate presenta otra versión: dice que el piloto que equivocó el blanco fue el teniente Roberto Urrutiaguer, quien murió en un accidente aéreo en 1974.

La investigación de Garate asegura que su nombre fue revelado por el expiloto Anibal Pinto Benussi en una declaración judicial realizada en 2018.

Sin embargo, hasta hoy los detalles de lo ocurrido en el hospital de la FACH son sólo hipótesis.

El pacto de silencio que todavía existe entre muchos uniformados chilenos tampoco ayuda a esclarecer la historia.

Así, a casi medio siglo del golpe, aún quedan más preguntas que respuestas de un irónico episodio que representa el único ataque que recibió el Ejército de Chile (por error o no) de parte de uno de sus propios aviones ese 11 de septiembre de 1973.

3. La casa de Allende
La casa de Salvador Allende tras ser bombardeada.

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La casa de Salvador Allende tras ser bombardeada.

Pero el bombardeo al hospital no impidió que otro de los pilotos de la Fuerza Aérea atacara el verdadero objetivo: la residencia de Allende, ubicada en la calle Tomás Moro.

Ese día, el teléfono de la casa del entonces presidente comenzó a sonar temprano.

El mandatario, consciente de que había un levantamiento en su contra, decidió partir a La Moneda a las 7:20 de la mañana, donde permaneció hasta su muerte.

Sus hijas Beatriz e Isabel también se trasladaron al palacio presidencial.

Sin embargo, su esposa, Hortensia Bussi, y algunos miembros de su guardia personal -denominada Grupo de Amigos del Presidente (GAP)- permanecieron en el lugar.

Más tarde se supo que Allende intentó convencer a sus hijas de que se fueran a la casa en Tomás Moro, pues pensaba que allí estarían seguras.

Nunca se imaginó que ese sitio también sería blanco del ataque aéreo y de un hostigamiento por parte de francotiradores que se ubicaron en los alrededores.

"Allende se equivocó al pensar que era un santuario intocable", le comenta a BBC Mundo Eduardo Labarca, autor de "La biografía sentimental de Allende".

El escritor explica que una de las razones detrás de la ofensiva militar a la casa presidencial es que "allí se había instalado un cuartel del GAP, tenían una cantidad de armas importante".

Pinochet dando una conferencia de prensa el 11 de septiembre, tras derrocar a Allende.

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Pinochet dando una conferencia de prensa el 11 de septiembre, tras derrocar a Allende.

Fue pasadas las 11 de la mañana cuando cayó el primer proyectil, destruyendo ventanas, paredes y parte del mobiliario que se encontraba en el interior.

"Esta casa no era resistente como sí lo era La Moneda. Aquí volaron los techos y paredes", asegura Labarca.

De acuerdo con Mario López Tobar, se efectuaron “cuatro pasadas rasantes con cohetes contra la residencia, destrozando completamente esa propiedad y a un automóvil que estaba dentro del terreno”.

Según Labarca, "la señora Tencha (el sobrenombre con que era conocida Hortensia Bussi) se escondió debajo de un escritorio con sus tres perros".

"Ella tenía tres posibilidades: quedarse ahí y morir, entregarse e ir presa o escapar. Eligió la tercera".

En el libro La Conjura, de la renombrada periodista chilena Mónica González, se afirma que el detective Jorge Fuentes Ubilla logró sacar a Hortensia Bussi de la casa, en medio del bombardeo, por un pasaje posterior.

Luego, miembros del GAP han declarado que subieron al techo de la residencia para hacerle frente a los Hawker Hunter y dispararles.

Hortensia Bucci
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Hortensia Bucci escapó de la casa presidencial mientras era atacada.

López Tobar menciona en su libro que el "Hawker Hunter del líder tenía una pequeña perforación en uno de los estanques suplementarios como consecuencia de un disparo efectuado por uno de los defensores de Tomás Moro durante la pasada baja inicial”.

Otro miembro del GAP, Miguel Farías Cordero, relató en un testimonio público parte de lo que vio en medio del ataque a la residencia presidencial.

"En el patio (había) una especie de cráter, seguí hacia el comedor donde había dejado un poncho, al parecer una bomba destruyó el techo, el poncho era un montón de tela rota, otra cayó cerca de la enfermería y me pilló cerca de la puerta, con la explosión sentí una masa de aire caliente que me empujó con fuerza", señala en un texto publicado en el sitio web del GAP.

Tras el duro enfrentamiento, quienes aún estaban en la residencia decidieron huir a través de un colegio de monjas ubicado atrás de la casa. Posteriormente, la residencia fue saqueada.

Antes del mediodía, le comunicaron a Allende lo que había sucedido.

Así lo relata Óscar Soto en el libro “El último día de Salvador Allende”. El médico y colaborador del presidente estuvo con él en sus últimas horas en La Moneda.

“Le comunican a Allende que cerca de las 11:20 horas su casa, en calle Tomás Moro, también había sido bombardeada. Pregunta por su esposa. Se le dice: ‘está todo destruido’”, recuerda Soto.

Tras lanzar sus proyectiles en contra de la casa presidencial, los Hawker Hunter se dirigieron rápidamente a La Moneda. Lo que sigue es historia conocida.

En democracia, la residencial presidencial del líder socialista fue declarada Monumento Histórico.

Aún conserva algunas instalaciones de aquella época, como un mural con el Escudo de Armas de la República, ubicado en la fachada principal, que fue encargado por el propio Allende.