jueves, 9 de noviembre de 2023

El curioso origen de la palabra “idiota” (y por qué hay quienes creen que valdría la pena recuperarlo)

 

Palabra 'idiota' en griego
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Idiota, en griego.



El analfabeto político

Bertolt Brecht

El peor analfabeto

es el analfabeto político.

No oye, no habla

ni participa en los acontecimientos políticos.

No sabe que el coste de la vida,

el precio de las judías,

del pescado, de la harina,

del alquiler, de los zapatos

y de las medicinas

dependen de decisiones políticas.

El analfabeto político

es tan asno que se enorgullece

y saca pecho diciendo

que odia la política.

No sabe el imbécil que

de su ignorancia política

nace la prostitución,

el niño abandonado, el atracador

y el peor de todos los bandidos:

el político delincuente,

canalla, corrupto

y lacayo de las empresas nacionales

y multinacionales.

Ese analfabeto político del poema que se le atribuye al dramaturgo alemán Bertolt Brecht es, en otras palabras, un idiota, en su significado casi original.

La palabra 'idiota' viene del griego ἰδιώτης idiṓtēs y originalmente no era un adjetivo irrespetuoso, despectivo ni insultante.

Tampoco tenía ninguna relación con la inteligencia de la persona a la que se refería.

Se usaba para referirse a alguien promedio o un ciudadano privado, a diferencia de un erudito o alguien que actuaba en nombre del Estado u ocupaba un cargo público.

Pero como los griegos valoraban mucho la participación cívica, reconociendo que sin ella la democracia colapsaba, se esperaba que todos los ciudadanos estuvieran interesados, y versados, ​​en los asuntos públicos. O sea, que no fuera idiotas.

Mantenerse al margen de la vida pública era un signo de ignorancia, de falta de educación, de desinformación y de abandono del deber.

Quien no contribuía en los debates, declaró Pericles, el gran estadista de Atenas, era considerado "no como falto de ambición sino como absolutamente inútil”.

Es en ese contexto que, con el tiempo, idiṓtēs comenzó a adquirir una connotación negativa, y a transformarse en un término de reproche y desdén.

Vivir sólo una vida privada no era ser plenamente humano.

"Si la conducta y el discurso de un hombre dejaban de ser políticos, se volvían idiotas: egocéntricos, indiferentes a las necesidades de su prójimo, inconsecuentes en sí mismos", explica Christopher Berry en su libro "La idea de una comunidad democrática".

Y esa clase de idiotez era quizás más grave que la que resultó de la metamorfosis que había empezado y llevaría a la palabra a convertirse en lo que dice ahora la Real Academia:

1. adj. Tonto o corto de entendimiento. U. t. c. s. U. t. c. insulto.

2. adj. Engreído sin fundamento para ello. U. t. c. s.

De la política a la medicina

Acrópolis, Atenas 
Acrópolis, Atenas

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

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En la antigua Grecia, participar en política era crucial.

Tras transformarse en un término peyorativo para quien renunciaba a participar en la política que le afectaba, fue pasando a ser uno que denominaba a alguien ignorante, burdo y sin instrucción.

Con esa interpretación, llegó en el siglo III al latín, y de ahí a otras lenguas.

Aunque el significado político sobrevivió durante un tiempo, a medida que la cultura y las tradiciones de la antigua Grecia quedaron atrás, el nuevo significado lo reemplazó.

Luego otro hecho lo aferraría aún más al significado actual.

A principio del siglo XX, los psicólogos franceses Alfred Binet y Theodore Simon crearon la primera prueba de inteligencia moderna, que calculaba el cociente intelectual en función de si los niños podían realizar tareas como señalarse la nariz y contar centavos.

Los psicólogos se enamoraron tanto de la naturaleza científica de las pruebas que crearon sistemas de clasificación.

Cualquiera con un cociente intelectual superior a 70 se consideraba "normal", y con más de 130, "superdotado".

Para tratar con personas con CI menor de 70, inventaron una nomenclatura.

Un adulto con una edad mental menor de 3 años fue etiquetado como “idiota”; entre 3 y 7, de “imbécil”; y entre 7 y 10, de “débil mental”.

"Idiota" se convirtió entonces en un término técnico usado en contextos legales y psiquiátricos.

Utilizar ese vocablo, así como ocurrió con el latino 'imbécil' para denominar grados de minusvalía psíquica, llevó a que acabara también siendo un insulto que hace referencia a las dotes mentales del insultado.

En algunas culturas, "idiota", así como "imbécil", se dejó de usar en la medicina unas décadas más tarde por considerarse ofensivo.

En español, no obstante, idiotismo o idiocia sigue apareciendo en la RAE como el nombre de un tipo de discapacidad intelectual:

1. f. Med. Trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida en las primeras edades de la vida.

De ahí que un idiota también signifique...

4. adj. Med. Que padece de idiocia. U. t. c. s.

Tres vidas


Dibujo y texto escrito a mano por Dostoevsky
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Dibujo y texto escrito a mano por Dostoyevsky.

"El idiota" del autor ruso Fiódor Dostoyevski era el príncipe Myshkin, y lo llamaban así por su humildad, honestidad y amabilidad en una sociedad de farsantes e intrigantes falsos. (Dibujo y texto escrito a mano por Dostoyevsky).

A pesar de tan deslucida historia, desde el siglo XIX ha habido pensadores que abogan por que se use la palabra más ampliamente, pero eso sí, recuperando su significado original.

Uno de ellos es Walter C. Parker, profesor emérito de la Universidad de Washington, para quien esa antigua etimología puede ser una herramienta valiosa para una comprensión contemporánea de la democracia y la ciudadanía.

Parker, que se dedica a la educación cívica, le explicó a BBC Mundo que su propósito es ayudar a los individuos en la transición de ese mundo privado de familia y parentesco al mundo público de gobierno, una transición crucial pues "en las democracias liberales es el pueblo el que gobierna".

"En ese sentido, podemos volver a Aristóteles hace 2.000 años, a quien suelo citar cuando escribo sobre idiotez. Para él, un idiota es aquel cuya vida privada es su única preocupación, alguien que no toma iniciativa en política.

"Son personas inmaduras, con un desarrollo truncado, que pueden tener una vida social, pero no una vida pública.

"Así que hay una vida privada, una social y vida pública, y para ser un individuo floreciente y prosperar se necesitan las tres".

Pero, ¿cómo podemos distinguir entre social y público?

Para Parker, quien mejor lo ha pensado desde Aristóteles ha sido la historiadora y filósofa Hannah Arendt.

"Básicamente dice que todos podemos tener una vida social -con nuestros amigos y familiares, redes sociales, trabajo, juego-, sin necesariamente tener una vida pública.

"Una vida pública es una vida política".

"El ideal de la democracia liberal es que nosotros, el pueblo, participemos, estableciendo el gobierno y creando las reglas según las cuales viviremos juntos sin desgarrarnos, y trataremos de defendernos del tipo de vida pública que no queremos".

"Pero el idiota rechaza todo eso. Simplemente se entierra en su vida privada y en su vida social, con lo que arriesga que seamos gobernados por quienes menos deseamos", como ya advertía en "La República" el filósofo ateniense Platón.

Por eso Parker quiere rescatar el significado original del término.

"Porque nos sirve para hablar de lo que significa desarrollar una voz política", dice.

"No podemos ser idiotas"

Es crucial expresar y escuchar opiniones políticas.

Todo comienza en la escuela, opina Parker.

"En la enseñanza, hay que promover el debate de temas públicos controvertidos con otras personas, cuyas opiniones sean afines o no".

"Eso no importa".

"Que las opiniones de alguien te gusten o no es importante en la vida social, pero no en la pública, en la que tenemos que conectarnos y relacionarnos y hablar y escuchar a otras personas sin importar si coinciden contigo.

"El propósito de la educación cívica es apuntalar la democracia liberal, que está en peligro hoy día en todo el mundo, incluso en Estados Unidos, como hemos visto con el trumpismo", afirma el experto.

Ese intercambio de opiniones tan importante en las últimas décadas tiene a menudo lugar en las redes sociales, que sirven como espacio de discusión, pero pueden ser una caja de resonancia de mentiras e información destructiva para la sociedad democrática.

"Siempre existe el peligro de que el idiota lleve su idiotez a la esfera pública, para usar los términos que estamos usando en el contexto en el que estamos hablando", explica Parker.

Pero algo también "terrible", lamenta el académico, es la indiferencia.

Se ha documentado que las nuevas (y ya no tan nuevas) generaciones no están interesadas en sucesos de actualidad.

A pesar de vivir en un mundo en el que más gente que nunca tiene los medios para acceder a la información, optan por no prestar atención. Sencillamente no les importa.

"Efectivamente estamos recibiendo cada vez más investigaciones que muestran que los jóvenes tienen una vida privada y social activa, pero no una vida pública.

"Y eso es un semillero muy peligroso para la demagogia", explica.

Aristóteles argumentaba que la demagogia puede llevar a la elección de demócratas que terminan convertidos en tiranos.

Ahora: exaltar la vida pública no va en detrimento de las dos otras esferas, aclara Parker.

"El objetivo de reclamar el término idiotez no es negar o descartar de ninguna manera la importancia de la vida privada o social, que son tan cruciales para nuestro florecimiento como seres humanos".

"Ahí es donde existe nuestra familia, nuestros amigos y nuestro trabajo".

"Pero la persona pública es el eslabón perdido, si se quiere, para hacer posible que vivamos juntos en sociedad con nuestras diferencias intactas".

Es en esa vida pública, señala, donde aprendamos a tratar con extraños con diferentes ideologías en diferentes culturas.

"El propósito es elaborar un modus vivendi, del latín, una forma de vivir que nos permita prosperar juntos sin matarnos unos a otros.

"Tenemos que cultivar el yo público y, para lograrlo, no podemos ser idiotas".

https://www.bbc.com/mundo/articles/cw0w0l732ego

El pueblo de EE.UU. que se rebeló contra la avalancha de influencers que buscaban la foto perfecta de sus bosques otoñales

 Granja rodeada de árboles con colores otoñales


La granja Sleepy Hollow Farm es uno de los sitios más fotografiados de Vermont

Suzanne Podhaizer

BBC Travel

6 noviembre 2023

Cuando hordas de fotógrafos comenzaron a llegar a una pequeña comunidad rural para capturar sus vibrantes colores otoñales, los residentes locales decidieron defenderse y ganaron.

Al entrar en la localidad de Pomfret, en el estado de Vermont, en el este de Estados Unidos, uno queda inmediatamente impactado por su belleza bucólica.

Desde el norte, Howe Hill Road serpentea cuesta abajo en una serie de curvas suaves y cada una revela verdes campos de cultivo salpicados de ovejas o franjas de bosque en las que las hojas otoñales rojas y anaranjadas se aferran a las ramas.

En una casa, un árbol cargado de manzanas se inclina sobre un muro de piedra meticulosamente mantenido, cuya parte superior está llena de frutas en descomposición.

A principios de octubre, más de la mitad de los automóviles que circulaban por esta ciudad de 900 habitantes tenían placas de otro estado.

Un vehículo, de Florida, se detuvo abruptamente en una carretera con un límite de velocidad de 45 millas por hora (72 km), bloqueando uno de dos carriles.

¿La razón? Tomar una fotografía del silo de una granja con un telón de fondo de hojas de otoño.


Poblado de Pomfret rodeado de bosques con colores otoñales

FUENTE DE LA IMAGEN,BACKYARD PRODUCTIONS/ALAMY

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Cada otoño, admiradores de los colores otoñales de todo el mundo llegan hasta el poblado de Pomfret, en el estado de Vermont.


Con un simple puñado de negocios (una tienda de artículos generales, un centro de arte con una galería y un teatro, y algunas granjas donde puedes elegir manzanas o calabazas), Pomfret es generalmente un lugar tranquilo.

Pero en otoño, cuando los "observadores de hojas" de todo el mundo descienden a las colinas de la región y a los pequeños pueblos para presenciar el follaje caleidoscópico, todo eso cambia.

Hasta hace poco, el número de "observadores de hojas" que visitaban Pomfret era más un goteo que un torrente.

Pero desde que las imágenes de la granja Sleepy Hollow, una propiedad privada de 115 acres (46 hectáreas) ubicada en un camino rústico, comenzaron a volverse virales en las redes sociales hace unos años, los lugareños dicen que las cosas se han salido de control.

Una mirada rápida a Instagram revela miles de imágenes del sinuoso camino de tierra de la granja bordeado por majestuosos arces iluminados en rojos otoñales y naranjas que conducen hacia una elegante construcción del siglo XVIII en un camino llamado Cloudland Road. No es de extrañar, entonces, que esta granja se conozca como uno de "los lugares más fotografiados del estado".

"Es un lugar hermoso. Es una lástima que lo hayan arruinado para todos", dijo Deborah Goodwin, coordinadora de exhibiciones en el Centro de Artes Comunitario Artistree de Pomfret. "(Durante) los últimos dos años el problema ha estado fuera de control. Los autobuses turísticos simplemente descargan... gente allí".

Goodwin señala que los influencers en redes sociales trepaban por un cerco con claros carteles de "Prohibido el paso", instalaban puestos para cambiarse de vestuario para sus fotos, aparcaban sus "autos urbanos" atascados en el estrecho camino de tierra y dejaban desechos corporales al costado de la carretera.

"Los residentes fueron al (gobierno local) y dijeron: 'Ya no podemos soportar esto'", relató Goodwin.

Hoja con colores de otoño flotando en el agua

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

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El follaje otoñal de los bosques de Vermont es célebre por la variedad e intensidad de sus colores.


Durante la temporada de observación de hojas de 2022, las autoridades convirtieron temporalmente la carretera que pasa por Sleepy Hollow en una vía de sentido único. Pero eso no fue suficiente para disuadir a los turistas de que se comportarsen mal. Este año, los residentes locales probaron un enfoque diferente: juntar fondos con crowdfounding o financiación colaborativa.

En una declaración en GoFundMe, el equipo de organizadores escribió: "(Hemos) experimentado un aumento sin precedentes de 'influencers' turísticos impulsados por Instagram y TikTok... (que) han dañado carreteras, han tenido accidentes, han debido ser remolcados para salir de zanjas, pisotearon jardines, defecaron en propiedades privadas... y agredieron verbalmente a los residentes".

Hasta la fecha, la solicitud ha obtenido 103 donaciones y ha recaudado US$16.068.

Los funcionarios de la ciudad votaron a favor de cerrar a los no residentes los caminos que conducen a la granja durante la temporada alta de follaje de otoño (del 23 de septiembre al 15 de octubre), lo que provocó la ira de los viajeros que habían conducido hasta el área con la esperanza de capturar la foto perfecta.

La mayoría de los residentes de Pomfret enfatizaron que no son antituristas; simplemente quieren que la gente trate a su pueblo con respeto. Más allá de que no se respete la propiedad privada -señalaron varios lugareños- les preocupa la seguridad de los residentes de Cloudland Road, así como de los propios turistas.

Turistas con sus cámaras y trípodes frente a una granja con árboles de colores otoñales

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

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Turistas de todo el mundo llegan a Vermont para captar "la foto perfecta".


Según el sheriff del condado de Windsor, Ryan Palmer, "esta no es una carretera diseñada para varios vehículos. (En 2021 y 2022) había filas de tráfico estacionado a lo largo de la carretera, y no hubiese podido circular un carro de bomberos o una ambulancia. Simplemente el tráfico estaba abrumando la infraestructura de la zona".

Las cosas eran diferentes en la animada ciudad vecina de Woodstock, donde termina Cloudland Road. Allí, multitudes de visitantes entraban y salían de lindas boutiques, con sus escaparates decorados con macetas de crisantemos y calabazas de invierno.

Afuera del bar de cócteles Au Comptoir, los clientes que esperaban mesa se recostaban en las paredes de piedra. En las aceras de la ciudad, la gente se detenía para hacer fotografías panorámicas de majestuosos edificios erigidos por la familia Rockefeller.

Los restaurantes de la ciudad también estaban abarrotados. En el Woodstock Inn & Resort, cuyo principal chef, Matthew McClure, es siete veces semifinalista del concurso de cocina James Beard Award, solo había suficiente espacio en el restaurante para quienes se hospedaban en la posada.

A diferencia de Pomfret, Woodstock es una ciudad que prospera gracias al turismo y está equipada para afrontarlo.

Lori Crowningshield, gerente minorista de la tienda The Vermont Flannel Co en Elm Street, afirmó que era el fin de semana de mayores ventas en el año.

Después de un verano sorprendentemente lluvioso que fue "muy duro para todos", dijo, "realmente necesitamos a los turistas aquí".

Granja rodeada de árboles con colores otoñales

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

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Una granja cerca de la ciudad de Woodstock, Vermont.


Pero lo que es bueno para Woodstock no necesariamente es bueno para Pomfret.

En un momento en que ciudades como Venecia están tan inundadas de viajeros que las autoridades consideran imponer un impuesto turístico a los visitantes, y los restaurantes de moda prohíben cenar a los influencers con sus teléfonos, Pomfret es solo uno de los muchos lugares en todo el mundo que intentan frenar el turismo de masas y luchar contra los hashtaggers.

Pero eso tiene un costo. Según Palmer, cerrar las carreteras de Pomfret no sólo consume mucho tiempo de las autoridades; también es caro.

Palmer estima que los residentes de Cloudland Road pagaron una factura de más de US$10.000 para que funcionarios locales colocaran señales de cierre de carreteras y patrullaran por el lugar, todo lo cual en vez de disuadir a los turistas acabó elevando el perfil del pueblo cuando se corrió la voz.

Calle en Woodstock con plantas con flores y árboles con colores otoñales

FUENTE DE LA IMAGEN,SEAN PAVONE/ALAMY

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Woodstock, a diferencia de Pomfret, es una ciudad que prospera gracias al turismo y está equipada para afrontarlo.


Palmer espera que el problema de Pomfret se resuelva de una vez.

Los residentes plantearon la idea de crear un sistema de reservas o de venta de entradas para visitar Sleepy Hollow con el fin de que se gestione la avalancha turística de una manera más responsable. Sin embargo, hasta donde Palmer sabe, esa opción no se está considerando seriamente.

"Nos gusta tener turistas aquí, es una gran parte de la economía de Vermont y queremos que la gente disfrute de la belleza natural, visite a los vendedores y las tiendas, y pasee en auto por la zona", agregó.

"Lo más importante es respetar los hogares y las propiedades de las personas. Por favor, vengan a visitarnos, pero sean respetuosos".

Esta nota fue publicada originalmente en BBC Travel. Puedes ver la versión original en inglés haciendo clic aquí. BBC. 

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Apesta

De tan obvio resulta exasperante. Los gitanos son delincuentes. 

Los sindicalistas liberados -y por qué no todos los sindicalistas- son vagos. 

Los musulmanes, fanáticos. 

Los inmigrantes nos quitan los trabajos. 

Los chinos se quedan con los mejores comercios. 

Todos los que no son como yo son peores que yo. Y no quiero tenerlos cerca. 

¿Exagero? Espera y verás. 
Lee los comentarios que se realizan en este periódico en versión digital, al pie de informaciones sobre expulsión de extranjeros. Producen pánico. Va a ser que las naciones que componen esta Europa, que milagrosamente deseó estar unida, siguen siendo tan bordes como cuando iniciaron la I Guerra Mundial y mandaron a millones de hombres a perecer en las trincheras del continente por unos cambios de fronteras o la rebañina de un par de imperios. 

Ya no somos unas bestias analfabetas. ¿Lo eran ellos? ¿Aquella Inglaterra que había coronado su revolución industrial? ¿Aquella Francia repleta de intelectuales? ¿La tierra de Goethe o la del Dante eran países por desasnar? ¿Los gobernantes eran brutos iletrados? ¿La carne de cañón no amaba al prójimo? Unos plantaron la semilla del odio, los otros se la dejaron germinar. La cosa va más o menos de este modo.

Introduce un eslogan simple en las mentes resentidas y mediocres, que siempre necesitan echar la culpa a los demás: florecerá. Son mayoría. 

Puede que las víctimas de la crisis de ahora sepan que los responsables están arriba. Pero ya que no les pueden echar, ¿por qué no un poco de racismo, para entretenerse? Berlusconi abrió la veda -y miramos hacia otro lado-, Sarkozy continúa, desvía la atención de sus escándalos financieros con deportaciones, y sus súbditos le aplauden. Desde su balcón de la Comunidad Autónoma de Madrid, la señora baronesa exige que a los liberados se les quiten los cruasanes. 

Lleva tiempo, el Gobierno de Madrid, asfixiando a los sindicatos. Esto huele a Chanel y a mierda que tumba. 

(De "El País")

QUÍMICA TRIBUNA. La física no logra explicar cómo surgió la vida, pero una nueva teoría intenta aclarar el misterio.

Origen de la vida

La teoría del ensamblaje, cuyas líneas básicas han sido publicadas recientemente en ‘Nature’, es un audaz enfoque para explicar la vida a la escala más fundamental


La física moderna puede explicarlo todo, desde el spin de la partícula más diminuta hasta el comportamiento de cúmulos enteros de galaxias. Pero no puede explicar la vida. No existe ninguna fórmula que establezca la diferencia entre un trozo de materia viva y otro muerto. La vida parece “surgir” misteriosamente de componentes no vivos, como las partículas elementales. La teoría del ensamblaje, cuyas líneas básicas han sido publicadas recientemente en Nature, es un audaz enfoque para explicar la vida a la escala más fundamental. Parte de dos conceptos clave: la complejidad y la información (como la que contiene ADN). La nueva teoría permite entender cómo surgen ambos en los sistemas químicos.

“Emergencia” es una palabra que los físicos utilizan para explicar algo que es más grande que la suma de sus partes. Por ejemplo, cómo el agua puede percibirse húmeda cuando las moléculas individuales de agua no los son. La humedad, entonces, es una propiedad emergente. Aunque es una teoría elegante desde el punto de vista matemático, solo puede ser fiable si se pone a prueba en el laboratorio. Para que las abstracciones de la hipótesis del ensamblaje se basen en la realidad química, es esencial realizar experimentos cuidadosamente diseñados, como el que estamos llevando a cabo mis colegas y yo.

En el núcleo de la teoría del ensamblaje está la idea de que los objetos pueden definirse no como entidades inmutables, sino a través de la historia de cómo se formaron. Esto nos lleva a los procesos mediante los cuales se construyen configuraciones complejas a partir de bloques de construcción más simples. La teoría propone un “índice de ensamblaje” que cuantifica los pasos mínimos, o el camino más corto, necesarios para construir un objeto. Esta medida mide el grado de “selección” indispensable para producir un conjunto de objetos, en referencia a la memoria –como el ADN– necesaria para crear seres vivos.

Al fin y al cabo, los seres vivos no surgen espontáneamente, como el helio en las estrellas. Requieren el ADN como modelo para crear nuevas versiones.

Quince pasos para crear una molécula de vida

Pero ¿cómo podrían comprobarse experimentalmente estas construcciones teóricas? Un aspecto clave de la nueva teoría ya se ha probado en nuestro laboratorio. Se trata de la determinación del índice de ensamblaje mediante espectrometría de masas, una herramienta analítica que permite medir la relación entre la masa y la carga de las moléculas.

Fragmentando moléculas y analizando sus espectros de masas podemos estimar su índice de ensamblaje. O sea, podemos ver literalmente cuántos pasos necesitan los distintos fragmentos para unirse y formar una molécula determinada. Dicho índice también puede medirse con otras técnicas, como la espectroscopía infrarroja y la espectroscopía de resonancia magnética nuclear.

En nuestra investigación hemos podido determinar el índice de ensamblaje para una serie de moléculas, en el laboratorio y mediante simulaciones computacionales. Nuestro trabajo demuestra que las moléculas asociadas a la vida, como las hormonas y los metabolitos (productos de las reacciones metabólicas), son realmente más complejas y requieren más información para ensamblarse que las moléculas que no se vinculan exclusivamente a la vida, como el dióxido de carbono.

De hecho, hemos demostrado que un índice de ensamblaje superior a 15 pasos solo se encuentra en las moléculas relacionadas con los seres vivos, tal y como sugiere la teoría.

La hipótesis del ensamblaje también propone ideas sobre el origen de la vida que pueden someterse a comprobación. Según postula, hay un punto en el que las moléculas se vuelven tan complejas que empiezan a utilizar información para hacer copias de sí mismas –de repente requieren memoria e información–, una especie de umbral en el que la vida surge de la no vida.

En última instancia, puede ocurrir que sistemas no biológicos adquieran capacidad de selección y una memoria mínima (igual que el Sol formó los planetas juntando una gran cantidad de masa). Pero no es posible la existencia de organismos vivos o la tecnología que estos crean, desde el Lego a la ciencia espacial, sin altos niveles de memoria y capacidad de selección.

Sopa química

Tenemos previsto investigar más a fondo este origen de la vida creando una especie de sopa química en nuestro laboratorio. En dicha sopa podrían crearse moléculas totalmente nuevas a lo largo del tiempo, ya sea añadiendo diversos reactivos o por azar, mientras controlamos su índice de ensamblaje y el crecimiento del sistema. Ajustando las velocidades de reacción y las condiciones, podríamos estudiar ese fascinante punto de transición de la no vida a la vida, y averiguar si sigue las predicciones de la teoría del ensamblaje.

También estamos diseñando “generadores de sopa química”, que mezclan sustancias químicas simples para obtener otras complejas. Estos generadores pueden ayudarnos a comprender mejor cómo puede construirse la complejidad con la teoría del ensamblaje y cómo puede iniciarse la selección fuera de la biología.

Esto podría darnos alguna pista sobre cómo evolucionó la vida por primera vez, comenzando con una selección mínima y requiriendo luego cada vez más. En condiciones idénticas, ¿se construyen los objetos de forma predecible? ¿O entra en juego el azar en algún momento? Esto nos ayudaría a entender si la aparición de la vida es determinista y predecible o, por el contrario, resulta más caótica.

La teoría del ensamblaje podría aplicarse más allá de las moléculas, inspirando estudios sobre otros sistemas que dependen de combinaciones, como agregados de materiales, polímeros o química artificial. Esto podría dar lugar a nuevos conocimientos científicos o innovaciones tecnológicas. Podría revelar patrones sutiles mediante los que las moléculas por encima de un índice de ensamblaje mínimo poseen determinadas propiedades de manera desproporcionada.

También sería posible utilizar la teoría para estudiar la propia evolución. Los investigadores podrían explorar el papel de los fragmentos de células en el proceso de formación de una célula global, surgidos a su vez de moléculas más pequeñas que se combinan para formar aminoácidos y nucleótidos. Rastrear la aparición de redes metabólicas y genéticas de este modo podría ofrecer pistas sobre las transiciones en la historia evolutiva.

Rastrear cómo se ensamblan los objetos exige un seguimiento experimental preciso, pero puede merecer la pena. La teoría del ensamblaje promete una comprensión radicalmente nueva de la materia, con la posibilidad de descubrir principios universales de construcción jerárquica que trascienden la biología.

Las configuraciones complejas de la materia quizá no sean objetos inmutables, sino puntos de referencia en un proceso abierto de construcción que se propaga a través del tiempo. El universo puede obedecer ciertas leyes físicas, pero en última instancia es creativo.

Lee Cronin es investigador de la Universidad de Glasgow

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. 

VIAJEROS Sania Jelic, la jubilada que viaja sola por el mundo para luchar contra el edadismo.

Cuando dejó de trabajar se fue durante cinco meses a Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Guatemala y Belice. Hoy cuenta sus aventuras en redes sociales para quitar miedos y demostrar todo lo que puede hacer una mujer de 67 años

La industria cosmética promete pieles tersas y jóvenes, la literatura advierte de los inconvenientes de no envejecer. Cremas y cirugías, frente a las lecturas del Fausto de Goethe y El retrato de Dorian Grey de Oscar Wilde. Los que un día no se reconocerán al mirarse en un espejo, frente a quienes ven la Shangri-La de Horizontes Perdidos y el país de Nunca Jamás de Peter Pan como lugares de visita más que de residencia. De estos últimos es parte Sania Jelic, una mujer española de origen croata de 67 años. Una palmadita en la espalda y la frase “Ahora tienes tiempo para viajar, ¿eh?”, el día que celebraba su jubilación, le impulsaron a emprender su particular batalla contra el edadismo a través de un viaje en solitario de cinco meses por Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Guatemala y Belice. Países que ha recorrido por tierra, mar y aire. Territorios que ha surcado en avión, parapente, barco, lancha a motor, canoa, balsa de rafting, tren, autobús, minibús, coche, moto, tuk-tuk, caballo y mula. También ha caminado, tanto que desgastó por completo la suela de goma de sus botas de senderismo. Botas que no volverán a viajar con Sania, como tampoco lo harán su maleta de cabina y mochila, que también perecieron.

Viajar, pero durante menos tiempo, es algo que había hecho a lo largo de su vida. Una vida que profesionalmente también estuvo ligada al turismo. Sania Jelic trabajó en Amadeus, una empresa proveedora de soluciones tecnológicas para la industria de los viajes, y fue directora de la Oficina de Turismo de Croacia en España. Con ese bagaje y con todo el tiempo por delante se vio capaz de viajar sola y de transmitir un mensaje que vale a los de su generación y a las que vienen detrás: “La vida no acaba el día que te jubilas. A partir de ese momento uno tiene menos cargas laborales, familiares y sociales. La libertad que se alcanza con la jubilación llega a abrumar”. A las más jóvenes les avisa que para poder disfrutar de su futura jubilación tienen que llegar sanas y fuertes, física y mentalmente. A los medios de comunicación les recuerda que son parte de la solución para cambiar la percepción que se tiene de las personas mayores. “Hay que tener respeto por la gente mayor, pero no hacerla sentir más mayor de lo que es”, dice quien no acepta ser tratada de manera que se le estigmatice, ni tampoco como una inválida que lastra al resto de la sociedad. A las agencias de turismo les pregunta por qué no aparecen fotografías de personas mayores de 60 años en sus catálogos y redes sociales, si son clientes habituales de las mismas, y les recomienda contratar a viajeros séniors como asesores que les ayuden a planificar actividades para este segmento de la población.

Sania Jelic, preparada para bucear en las islas Galápagos (Ecuador), en el barco 'Galaxy Diver'.

Para realizar el viaje que ella ha hecho, además de dinero y tiempo, hay que tener ganas de hacerlo, curiosidad y coraje. Coraje para hacer frente al miedo que provocan las situaciones y entornos desconocidos, las barreras idiomáticas y los posibles engaños, robos y asaltos. “Comprender la raíz de los miedos ayuda a idear estrategias para abordarlos”, asegura sobre esta cuestión. Y añade: “Es importante aprender a vivir con tus miedos y no dejar que te impidan experimentar todo lo que el mundo tiene para ofrecer”. Ella su miedo lo compartió con la gente que salió a su encuentro y que le dedicó tiempo y cariño. Las precauciones que tomó para evitar percances fueron: beber agua embotellada, nada de hielo, comida cocinada, rociar los asientos de los autobuses con repelente antimosquitos y usar prendas de ropa con capucha.

Durante varias conversaciones mantenidas vía Skype, desde el aeropuerto Madrid-Barajas, pocos minutos antes de embarcar con destino a Río de Janeiro, o desde Bolsón (Argentina), o desde Lima (Perú) y desde Zadar ya de regreso, con tantas picaduras de mosquitos como impresiones, Sania recuerda lo que ha ido viendo y lo que le han hecho sentir esos paisajes y la gente que vive en ellos.

Sania Jelic, en Finca Bonanza, en El Chaltén, municipio ubicado en el parque nacional Los Glaciares (Argentina). Esta trotamundos adaptó las fechas de su viaje a dos navegaciones: una por el río Amazonas y otra por los fiordos chilenos con la empresa Navimag, y a una semana que se reservó en marzo junto a su hijo para bucear en las Galápagos, en un crucero organizado por la empresa Galaxy Diver, que contrató a través de la agencia española La Plataforma de Buceo. El resto del viaje estaba abierto, aunque sabía lo que quería visitar en los países de su ruta. También tenía planeada la estancia en los mismos. El alojamiento le salió caro porque viajaba sola, pagó por dormir en habitaciones dobles. Lo que no tuvo previsto fue el descanso. “De haberlo sabido, hubiera ido más despacio y planificado una semana al mes en un apartamento de alquiler para descansar. Para coger aliento. Hubiera realizado una rutina de ejercicios de mantenimiento durante el viaje y hubiera tratado de cocinar de vez en cuando”, cuenta desde Zadar, viendo el mar en este enclave de la costa croata de Dalmacia, mientras se recupera de la aventura.

De su viaje no se olvida del entorno del Amazonas, de su encuentro con profesoras indígenas y del baño que se dio con ellas en el río. Cuenta que la Patagonia le pareció espectacular, que lloró al ver el cerro del Cristo Redentor, cerca de Mendoza. Con la empresa Cruce Andino realizó una ruta en la que atravesó los tres lagos entre Chile y Argentina. Del Canal Beagle dice que era como navegar en otro siglo: “No me cabía en el alma lo que estaba viendo”. También se acuerda del hotel La Casa de Don Tomás, en la localidad chilena de San Pedro de Atacama, un ejemplo a seguir por el trato a los trabajadores y a los clientes. En Santa Marta (Colombia) le pareció extraordinario el personal de la agencia Expotour, con la que realizó el recorrido por la jungla a la Ciudad Perdida. En Medellín conoció a María del Socorro Mosquera Londoño, fundadora de la Asociación de Mujeres para la Independencia en la Comuna 13. Cuenta que jamás había conocido a una mujer con tanta fuerza. A Sania le retumba una frase que le dijo: “Sin la voz de la mujer la verdad no está completa”. El salar de Uyuni, en Bolivia, y el lago Atitlán, en Guatemala, son otros dos lugares que suma a la lista de sitios que más le impactaron.

Sania Jelic con Mery del Socorro Naranjo, de la Asociación de Mujeres para la Independencia en la Comuna 13, en Medellín (Colombia). Lo que empezó siendo un viaje, poco a poco, se convirtió en una especie de evangelización para mostrar lo que una persona jubilada puede hacer y retar el estigma a través de su iniciativa Proyecto Silver Traveler. A medida que colgaba en sus redes sociales fotos de sus destinos, vídeos de sus actividades y entrevistas a mujeres que le contaban sus proyectos de desarrollo y empoderamiento femenino iba creando una comunidad de fieles que le hacían saber lo mucho que les interesaba lo que estaba haciendo y que ojalá ellas pudieran hacer lo mismo. Sania, durante y después de su viaje, ha sido y es un referente para otras personas. Jubiladas como ella, pero que no se atreven a dar el paso, y jóvenes que le escriben en su perfil de Instagram —donde hoy acumula más de 86.000 seguidores— que de mayor les gustaría ser como ella. La conexión a internet, a veces, le amargó un poco el viaje. La poca cobertura en algunos lugares le dificultó la planificación y la actualización de contenidos en sus redes.

Sania Jelic en el pueblo San Juan La Laguna, en el lago Atitlán (Guatemala). La comunidad que generó al otro lado de sus redes —también tiene su propio canal de YouTube— le dio compañía y ánimos para seguir adelante con el viaje. Un viaje que Sania dice que cada una puede adaptar a sus necesidades y que nunca es tarde para emprender. Lo importante, asegura, es que nadie se acomode. Que la comodidad no nos haga presos. Para ella esta aventura en solitario ha sido una experiencia gratificante y empoderadora. Ya está organizando su nueva aventura para ir África en 2024, y en 2025 planea la Polinesia. Su idea es realizar viajes largos durante los inviernos europeos y hacer escapadas, a Islandia, Irlanda y Marruecos, países que no conoce, durante el resto del año.


martes, 7 de noviembre de 2023

ENTREVISTA | OLIVER STONE “A veces, hasta los paranoicos tenemos razón” El cineasta Oliver Stone presenta en el festival de San Sebastián su cinta sobre el hacker más famoso de EE UU

El director Oliver Stone (Nueva York, 1946) ha llegado a sus 70 años arremetiendo contra todo. Hombre de polémicas, ya sea por su visión de la guerra del Vietnam (Platoon), de la política (Nixon, JFK), de la historia (La historia no contada de EE UU), o de la economía (Wall Street). Stone nunca se muerde la lengua y suele buscar en la realidad el germen de su próximo filme. Solo la política española parece acallarle la boca en vísperas a su viaje a San Sebastián para presentar el jueves 22 en la sección Oficial, aunque fuera de concurso, su último largometraje, Snowden. “En Mallorca conocí a representantes de Podemos y he hablado con la alcaldesa de Barcelona. Pero en unos días voy al festival y no, ahora realmente no puedo responderte más”, se evade por una vez en su vida.

En cambio, en pantalla sigue guerrero. Su nuevo trabajo, que se estrena comercialmente en España el 14 de octubre, se centra en la controvertida figura de Edward Snowden, el analista del servicio secreto estadounidense que en 2013 propició la mayor filtración pública de documentos clasificados, entre ellos destapó los informes de los programas de vigilancia masiva del Gobierno estadounidense. A los ojos del cineasta, Snowden es “alguien que pasará a la historia” por tomar cartas en el asunto en un momento en el que en su opinión en la sociedad domina la apatía. “Llevo tantos años siendo un personaje público que no he cambiado mis costumbres”, asegura sobre la sociedad orwelliana en la que Snowden dejó claro que vivimos. “Seguro que pueden sacarme trapos sucios pero yo solo ya me meto en líos vergonzosos. Los que me preocupan son todos esos jóvenes ignorantes que pasan de todo porque dicen que no tienen nada que ocultar. Es ese tipo de gente que no se preocupa por el mundo en el que vive, porque se violen los derechos, las libertades que muchos antes defendieron en la Constitución. Me preocupa la pasividad que veo a mi alrededor”.

A pesar de su vehemencia, Stone es honesto y reconoce que de entrada él tampoco se había interesado en la figura de este hombre con gafas y aspecto de ratón de biblioteca en el centro de estas filtraciones. Él hubiera preferido hacer un filme sobre la figura de Martin Luther King. Y con una carcajada reafirma: “Efectivamente, ya tengo suficientes películas polémicas en mi currículo”. Pero el precio que le toca pagar por una filmografía crítica contra los Estados Unidos es no poder hacer siempre lo que quiere. Un momento de frustración artística que le llevó, a principios de 2014, a conocer a Snowden personalmente. Ese fue el primero de tres encuentros que marcaron su nuevo proyecto. “Me encontré con alguien nervioso y desgastado que no sabía si quería hacer una película de ficción o un documental. Lo único que sabía es que no quería una biografía de estas de televisión. O todavía peor, una película diseñada por Obama”.

Los ataques de este liberal criado en el seno de una familia republicana contra el actual presidente estadounidense son continuos. Lo mismo que contra la candidata demócrata, Hilary Clinton. “Obama es muy bueno en los cambios cosméticos que no sirven para nada. Su fama es buena, en cambio hasta él ningún presidente había hecho tanto uso del Acta de Espionaje para acallar a los informantes”, asegura vitriólico. Con Clinton tampoco ve una mejora, convencido de que Snowden tendrá que pasar unos cuantos años más, si no toda la vida, en Rusia a falta de otro refugio o de un improbable perdón en su país. “Snowden se fue a Rusia porque nadie más le ofrecía protección. La Europa de los sesenta y los setenta le habría apoyado. Era mucho más independiente de los Estados Unidos. Suecia le habría dado asilo. O la Francia de De Gaulle, eso dalo por seguro. En Alemania, la población está con Snowden. Pero los gobiernos...”, deja la frase sin acabar mordiéndose la lengua. “Estamos viviendo tiempos verdaderamente terribles y eso sí que me da miedo”.

Stone está especialmente preocupado por quienes intentaron el cambio en EE UU apostando sin éxito por el senador Bernie Sanders como aspirante a la Casa Blanca. “Tendrán que pagar el precio y serán espiados y desacreditados como grupo”, les augura. “Lo digo en serio: a veces hasta los paranoicos tenemos razón”. Estos tiempos actuales asustan a Stone. Aunque espera celebrar tranquilo: “Lo que me gustaría es poder contar con otras dos décadas llenas de energía porque, ¿para qué negarlo?, a veces es duro levantarse por las mañanas”.

El ‘Financial Times’ se declara favorable a la amnistía en un editorial: “Una apuesta que vale la pena”.

El diario británico admite que la medida de gracia “amplifica la imagen de un político escurridizo que hará lo que haga falta por permanecer en el cargo.

Captura de vídeo que muestra a Pedro Sánchez durante la consulta telemática a la militancia del PSOE sobre los pactos con Sumar y otros partidos para la investidura.
Captura de vídeo que muestra a Pedro Sánchez durante la consulta telemática a la militancia del PSOE sobre los pactos con Sumar y otros partidos para la investidura.
El diario británico Financial Times ha publicado este lunes un editorial expresando su opinión sobre la situación política en España, en el que, a pesar de los riesgos que detecta, se declara a favor de la propuesta de una amnistía para los participantes en el procés como piedra de clave para un acuerdo de investidura con los partidos independentistas catalanes. “El que [el presidente en funciones y líder del PSOE, Pedro] Sánchez se muestre partidario de conceder una amnistía indigna a muchos españoles, aún furiosos por lo que consideran una deslealtad de los catalanes”, recuerda el editorial. “El que Sánchez lo considerase ‘inaceptable’ antes de las elecciones solo amplifica la imagen de un político escurridizo que hará lo que haga falta por permanecer en el cargo [...]. Sánchez no seguiría por este camino si su cargo no estuviera en juego”, añade, antes de dejar claro que el dirigente socialista “está arriesgando mucho”.

Sin embargo, el diario británico, con una audiencia global, considera que, aunque es la solución “conveniente”, también es “la correcta, para Cataluña y para España”. “Las tediosas brechas políticas y sociales creadas por el independentismo nunca podrán ser resueltas exclusivamente por la fiscalía y los tribunales. Requieren un diálogo político y un debate democrático”. El FT señala que, de hecho, Esquerra Republicana ya ha abandonado efectivamente la vía unilateral. “Si se persuadiera al más duro [Carles] Puigdemont y su partido Junts para que hicieran lo mismo, eso sería un gran paso adelante”, precisa.

El Financial Times, uno de los diarios más influyentes en el mundo de los negocios, critica igualmente la postura de la oposición. “Las declaraciones rimbombantes sobre traición no hacen nada para reducir las tensiones en Cataluña”, considera el diario. “Buscar únicamente no perder comba frente a la ultraderecha es un callejón sin salida para el PP”. El editorial termina considerando la amnistía “una apuesta arriesgada”: “Puigdemont puede renegar del acuerdo más tarde y, sin duda, acabará en los tribunales. Pero es una apuesta que vale la pena hacer, por mucho que no se haga por las mejores razones”.

“Lo decadente puede convertirse fácilmente en una fuente de inspiración”: Geoff Dyer, el escritor que exploró el final de grandes carreras de la historia

Geoff Dyer, retratado por Matt Stuart.

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA DE GEOFF DYER.

Pie de foto,

Geoff Dyer es autor de novelas como "Amor en Venecia" y "Muerte en Benarés".

Leer "Los últimos días de Roger Federer", del británico Geoff Dyer, es como subirse a una montaña rusa de estados de ánimo.

A veces ríes a carcajadas, a veces te invade la nostalgia. A veces aparecen frases tan certeras que estremecen.

Esta sobre el envejecimiento no tiene pérdida:

“El verdadero interés es cómo cambian las cosas gradualmente y no de repente. Tan gradual que es imperceptible. Nadie lo ha dicho mejor que George Oppen (poeta estadounidense) sobre hacerse viejo: ‘qué extraña cosa que le pasa a un niño pequeño’”.

"Los últimos días de Roger Federer" es un libro “inclasificable”, como muchos críticos definen la obra y estilo de Dyer.

Es una retahíla de pensamientos del autor sobre el final de la carrera de algunas de las personalidades más brillantes de la historia (Bob Dylan, Nietzsche, Beethoven, Jim Morrison, De Chirico y muchos otros) y de la suya propia, y de todos los placeres, culpas, logros y frustraciones que ha dejado por el camino a sus 65 años.

El título es un homenaje a uno de sus grandes ídolos contemporáneos, el tenista Roger Federer, que se retiró en septiembre de 2022.

Pero, extrañamente, Federer apenas aparece en el libro.

Por eso arrancamos así esta entrevista con Dyer, que realizamos en el marco del Hay Festival de Querétaro, que se celebra entre el 7 y 10 de septiembre en esa ciudad mexicana.

En "Los últimos días de Roger Federer" Dyer reflexiona sobre el paso del tiempo. En esta foto aparece en su niñez, vestido de vaquero.
Geoff Dyer, vestido de vaquero cuando era niño.

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA DE GEOFF DYER.

Pie de foto,
¿Por qué “Los últimos días de Roger Federer” si el tenista casi no aparece en el libro?

Reflejar cómo acaban las carreras era un tema que planeaba por mi mente y esto fue acentuado por el hecho biológico de que ya no soy un tipo de 35 años.

Era consciente de que estaba cerca de ese estadio en mi vida y pensé que usar el nombre de Roger Federer era una buena forma de condensar todos los argumentos y temas del libro en una persona.

Cuando arranqué el texto me preguntaba si Roger continuaba jugando, no porque fuera a ganar otro Grand Slam, que parecía casi imposible, sino porque realmente amaba lo que hacía y le daba sentido a su vida.

Pensé que él era un buen emblema del tema, aunque el libro nunca fuera a tratar sobre él.

Pero cuando escribiste el libro todavía no se había retirado. ¿Cómo viviste su retiro y último partido en 2022?

Fue muy bueno para mí, porque cuando anunció su retirada, el libro ya estaba publicado, y le dio un nuevo empujón en ventas (ríe).

Su anuncio fue una sorpresa, aunque de alguna forma ya había casi parado de jugar.

Y ese último partido a dobles que jugó con Nadal…

El tenis no fue para nada interesante y la Laver Cup tampoco es un torneo interesante, pero esa fotografía en que ambos aparecen llorando agarrados de la mano fue una forma maravillosa de terminar su carrera.
 
Nadal y Federer lloran durante la despedida de Federer en la Laver Cup.

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

Nadal y Federer, rivales y amigos, protagonizaron una icónica y emotiva escena el día del retiro del suizo.


En el libro hablas de lo mucho que lloras últimamente. ¿Lloraste también con esa imagen?

Claro que lloré. Aunque para mi crédito diré que las lágrimas de Roger parecían también deberse a esa terrible canción pop que pusieron en su homenaje.

Pienso que mis lágrimas tenían un motivo mucho más profundo (dice entre risas).

En el libro sigues haciendo honor a tu fama de autor “inclasificable”: lo mismo hablas de finales de carrera, que de etapas de tu vida, que de cómo afrontar libros que en principio parecen aburridos...

Lo digo de todos mis libros: nunca siento que encajan en ninguna categoría que reciben.

Quizás más que otro, este es simplemente un libro de esos que no están definidos por su contenido sino por la forma en que el autor, en este caso yo, llena sus páginas con su conciencia.

De eso trata, de lograr que mi conciencia interese lo suficiente al lector aunque no conozca o esté interesado en algunas de las personas sobre las que escribo.

¿Y alguna recomendación para lectores obsesivos como yo que no podemos dejar un libro sin acabar por muy malo que sea?

Con respecto a lo de cuándo saber si abandonar un libro, a mí me gustan los libros que se revelan gradualmente, que sorprenden.

Hay una tendencia en las editoriales que no me gusta nada, que es escribir introducciones que preparen al lector, un tanto emulando las intenciones con las que el escritor vendió su obra a la editorial. Se usa la introducción como instrumento de venta.

Tampoco me gusta cuando en las introducciones te anuncian de lo que va a tratar cada capítulo.

Es una de las razones por las que mi libro tiene una estructura tan sutil, para que el lector tenga que averiguar por sí mismo lo que está ocurriendo.

Frase de Geoff Dyer.
Cuando exploraste todos estos finales de carrera, ¿quién crees que la acabó de la forma más divertida y quién de la más trágica?

Diría que el final más trágico de carrera fue el de Nietzsche, que sufrió un severo deterioro mental.

Acaba viviendo como un zombie y tiene una especie de vida póstuma cuando en realidad sigue vivo. Y luego se complica más al enfrentarse al antisemitismo que le hizo terminar odiando a su hermana. Es muy desafortunado.

Pero luego también "su regreso" fue espectacular. De alguna forma, su reputación ha trascendido más que la de Marx o Freud, otros de los padres del pensamiento moderno.

La vida de Hemingway también acabó de forma terrible, no solo por su suicidio, sino porque su declive duró mucho tiempo.

Y cuando pienso en el mejor final, ese tiene que ser el de Beethoven. Esos últimos cuartetos son tan avanzados musicalmente y tienen una profundidad psicológica tan grande que para mí son realmente un triunfo.

Geoff Dyer

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA DE GEOFF DYER.

Pie de foto,

Geoff Dyer es graduado de la Universidad de Oxford en Reino Unido.


¿Y para ti qué imaginas como final de carrera?

Difícil de decir.

En mi caso, el final ideal de carrera sería llegar a un punto en que pueda continuar diciendo lo que quiera decir y, sobre todo, sin abandonar este modo de vida de escritor por culpa de otras personas o circunstancias, como tener poco dinero o no conseguir una editorial que publique mis libros.

Quiero que mi final sea que simplemente no quise escribir más. Lo más importante es acabar la carrera de forma independiente.

Una de las cosas más reconfortantes sobre la vida de escritor es que es una prueba constante de tus habilidades cognitivas.

Es muy interesante, cuando uno va envejeciendo, ir probándose y ver si uno es capaz, si tiene el poder mental de seguir.

Todo el tiempo que estuve analizando este desarrollo potencial en la vida de otros era consciente de que quizás no solo estaba mirando estas vidas a través de una ventana, sino también mi propia situación a través de un espejo.

Tu libro en muchos momentos es una oda a la decadencia, un estado que muchos aceptan por la nostalgia, la belleza o la sabiduría, pero que muchos otros rechazan por viejo y anticuado ¿En qué grupo te encuentras tú?

Es sorprendente, pero lo decadente o lo que está en declive puede convertirse fácilmente en una especie de inspiración, y permitirnos continuar.

La decadencia puede transformarse en una especie de cualidad habilitadora.