lunes, 14 de septiembre de 2009

DIEGO JESÚS JIMÉNEZ

Ha fallecido el poeta Diego J. Jiménez. Había nacido en Madrid en 1942, en octubre de 1997 fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía.
Como un "grandísimo y extraordinario poeta" ha definido la poeta Francisca Aguirre al escritor fallecido. Esposa del también ensayista y poeta Felix Grande, Aguirre ha destacado la gran amistad que les unía a Jiménez, "persona buenísima, verdadero demócrata que también era un magnífico pintor".
COLOR SOLO
¿Cómo, entonces,
salir de aquí? ¿Intentar la aventura
de salir de este tiempo
de desolación?
El verde claro
que nos trae la alegría y la esperanza, no como el del musgo o el de las botellas,
llenos de incertidumbre y de sollozos, o el verde ya oxidado
del tiempo; ni tan siquiera el de la manzana o el del oleaje
porque no tienen ojos ni cintura. Ni los verdes del puerto, porque están en silencio; ni
aquellos
que nos dicen adiós desde las estaciones o desde la ventana.
Ni el de los cuarteles o el de las casullas
porque jamás dan flor. Yo digo el verde de la infancia
que no nos deja solos nunca, y vive y sueña
y morirá con nosotros; o el de ese vestido
que lo levanta el aire a nuestro paso, y nos mira y acepta desde
su inocencia infantil; no el de ese otro
que anda desde la amanecida en bata
y nos ve con recelo; ni ese que está siempre
con los ojos en blanco; ni el que se santigua
porque no tiene fe.
Yo hablo del verde que está solo
y que es aventura, del verde de los mares
porque no tiene rumbo, del que nace en los sueños
porque no nos olvida.
Hablo del verde
que nos mira a los ojos
y jamás siente miedo.
Zurbarán lo pintaba
con racimos de uvas y en mesas florecientes. Yo lo recojo ahora
del juego de esos niños que están ahí, en las sombras,
cerca de casa. Toco ese verde
que se encoge de hombros
porque es inocente, y sus pechos me miran
ligeros como gestos, tiemblan
de amor bajo las estrellas.

... no sufras si adviertes
que has perdido tu vida; que has cortado
del recinto de sombras que te habitan -sin obtener amor-
sus flores más hermosas. Piensa
que los sueños no ofrecen
mayor utilidad a su belleza efímera.

III. Y le llamas poema...
Y le llamas poema
al placer de la mente de obtener de las cosas
un lenguaje preciso que destruya,
con el fermento de sus signos, las leyes
que edifica la muerte.
Mas al dar forma a tu espíritu, le ofreces
una mayor zozobra a tu existencia.
Y le llamas poema
a cuanto, sin pasión, representa el deseo
sobre los límites de la incertidumbre.

IV. Entornar la mirada...
Entornar la mirada
hasta ver lo impensable, es crear.

De "Itinerario para naúfragos" 1997.
...imprescindible destacar en este momento tan doloroso es su aportación a la poesía española contemporánea. Perteneciente, como Ullán, como Gimferrer o como Manuel Vázquez Montalbán, Guillermo Carnero o Antonio Hernández, a la llamada generación del 68, su poesía se movió entre la obsesión por un lenguaje innovador, rupturista, fronterizo con lo visionario, y la preocupación por las grandes incertidumbres del hombre contemporáneo, especialmente las que afectan a los sectores menos favorecidos de la sociedad.
Diego Jesús Jiménez, junto al legado de una vida caracterizada por el compromiso (en el movimiento vecinal, en el PCE, de cuya comisión de cultura formó parte en la Transición, en la vida cultural de diversas universidades, en Priego), nos deja una obra poética breve, intensa, sentimentalmente poderosa y con una enorme capacidad de sugerencia, de invitaciones a la reflexión. (de El País, 15-9-09)
"No sabes ya si vives,
o si sueñas o has muerto y no te has dado cuenta."
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