viernes, 6 de julio de 2012

España sí puede. La selección española, ejemplo ante la crisis: sacrificio, disciplina e inteligencia. El país tiene más empuje de lo que se cree en el exterior

La alegría y el orgullo que sienten los españoles ante el triunfo de la selección de fútbol, y la cascada de halagos con la que el mundo entero ha respondido al equipazo que aplastó a Italia para coronarse campeón de Europa, tendrán su sobria respuesta en los próximos días. España goza de buen circo, nos recordarán los realistas, los cabezas duras. ¿Pero dónde está el pan?
 La pregunta no es injusta. España también es campeona de Europa del desempleo, con la cuarta parte de la población sin trabajo, y a los bancos les ahogan las deudas tras inflar el globo hipotecario alegremente durante una década hasta que un día reventó. La austera medicina que exige Alemania a cambio de acudir en nuestro rescate ha dado como resultado duros recortes de los servicios públicos —sin excluir la salud y la educación— y la reducción de los sueldos de aquellos afortunados que aún mantienen sus trabajos. Mucha euforia. Mucho “¡campeones!, ¡campeones!”. Sin embargo, los jarros de agua fría no escasean.
 No se ven más mendigos que en Londres y las calles son seguras Pero hoy, mientras el fútbol español se da un baño de admiración global, ¿por qué no hacer un esfuerzo por buscar otras razones para contemplar la vida con un cierto buen humor, incluso optimismo? Dentro y fuera de España hay muchos que parecen deleitarse ante la aparente constatación de que, dejando a un lado el fútbol, este país es un desastre. Pues que se sigan deleitando, ya que motivos les sobran.
 Pero, ¿por qué no proponer argumentos que contradigan, o al menos diluyan un poco, los previsibles y cansinos pronósticos catastrofistas? Empezando por el hecho de que mientras un creciente porcentaje de alemanes, británicos y holandeses aparentemente claman por librarse de las cadenas de la Eurozona, hoy son más que hace un año los que se toman vacaciones en España. El ‘Financial Times’ ponía en cuestión el abismo en que se encuadra a España La industria de la construcción padece rigor mortis —aunque no sería un mal momento para que un alemán con ahorros y necesidad de sol invirtiera en un chollo en la costa mediterránea—, pero el otro pilar de la economía española, el turismo, sigue en plan boom. Gracias a los amigos —más amigos, quizá, de lo que parecen— del norte, los turistas han gastado un 4,6% más en España en los primeros cinco meses del año que en el mismo periodo de 2011. En mayo, la cifra llegó a un 7,5% más que el mismo mes del año pasado. Lo cual ayuda a explicar la feliz noticia de este martes de que el paro bajó en 98.853 personas en junio... Ver más en El País

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