lunes, 5 de agosto de 2013

Los purasangre galopan en Sanlúcar. Las playas del Bajo Guadalquivir, escenario de la carrera de caballos más antigua del país, desde 1845.

Las miles de personas que acudieron este viernes a las playas de Sanlúcar de Barrameda volvieron a sentir el temblor del suelo bajo los cascos de los caballos. Los animales galopaban sobre la arena mojada de la bajamar a orillas del Guadalquivir, con el Coto de Doñana como telón de fondo sobre el que se ponía el sol del ocaso. Es una de esas estampas imprescindibles del verano gaditano que se repite desde hace más de 150 años. Desde 1845, 168 años.

Con el comienzo del primer ciclo de las Carreras de Caballos de Sanlúcar, la competición hípica más antigua de cuantas se celebran en España, se abrió la edición número 168 de esta prueba tan particular. Hasta este domingo, la franja de costa que forman las playas de Bajo de Guía, La Calzada y Las Piletas, acogerá hasta 11 pruebas distintas, a las que acuden lo más granado de turf nacional, tanto en jockeys como en cuadras y monturas. Vienen caballos de Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Irlanda, Holanda, Portugal, España y algún otro país. El espectáculo es impresionante por el escenario, la hora -la puesta de sol- el paisaje con el río y el mar y el Coto de Doñana enfrente, las miles de personas que acuden, la mayoría en familia, como a una fiesta única de tradición centenaria a la que venían sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y ahora ellos con sus hijos y nietos. Aparte de la gracia del habla de los andaluces, se ven detalles curiosos como las casetas de apuestas infantiles (20 céntimos máximo) que ya forman parte de la tradición y se apuesta al caballo que pasa primero por una raya en esa zona de la caseta.  Han sido declaradas de Interés Turístico Internacional.

Las competiciones se celebran entre las siete de la tarde y las nueve de la noche, aprovechando los días de las mareas bajas vespertinas que coinciden con fines de semana del mes de agosto. La retirada del agua, en estas playas de la desembocadura del Guadalquivir, permite formar un hipódromo natural en la orilla, sobre la que galopan entre cuatro y 12 purasangre por mangas que recorren distancias que van de los 1.400, 1.600 y hasta los 1.800 metros. El cajón de salida se coloca cercano a Bajo de Guía, y la llegada, en la zona de Las Piletas. Allí es donde la Sociedad Carreras de Caballos de Sanlúcar, organizadora del evento, erige unas carpas que sirven para distintas feria de muestra y de recinto acotado para que los numerosos patrocinadores de las pruebas agasajen a sus invitados. “Es un espectáculo único”, presume el presidente de la sociedad, Rafael Hidalgo.

Pero en el brazo de arena seca, en bañador, tras las mallas de seguridad que coloca la Guardia Civil, es donde se viven con más intensidad las carreras. Allí es donde centenares de niños de la localidad colocan sus casetas de apuestas. Se trata de tenderetes de plástico, madera o cartón, cada vez más elaborados, ya que hay un concurso municipal, donde los niños y adultos pueden apostar céntimos de euro por caballo. Y la tensión es mayor porque el ejemplar que gana no es el que antes llega a la meta, sino el primero que pasa a la altura de la caseta donde se ha apostado. Los debates cuando pasa un grupo apretado de caballos forma también parte de la salsa de esta fiesta.

Por supuesto, al ser una competición dentro del circuito hípico nacional, también hay apuestas oficiales y grandes bolsas para las yeguadas y jinetes vencedores. Este año la organización entregará un total de 150.000 euros en premios en los dos ciclos de carreras. El segundo tendrá lugar los días 16, 17 y 18 de agosto, que será cuando se corran los tres Grandes Premios de esta temporada.

Este fin de semana el Estado y el Ayuntamiento despliegan un dispositivo que integra a unas 200 personas para velar por la seguridad del evento. Se calcula que cada día entre 25.000 y 35.000 aficionados contemplan las competiciones, que este viernes han recibido el premio Andalucía de los Deportes 2012 que concede la Junta. Fuente: El País.Y propia.

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