domingo, 19 de enero de 2020

A Hitler le sentó mal la cerveza

Un relato apasionante del fracasado ‘putsch’ de 1923 y el juicio al líder nazi encabeza las novedades del género, que incluyen libros sobre las cruzadas, las aves, el deseo, el Himalaya o las memorias de Snowden

En estos días tan pendientes de una sentencia la casualidad quiere que uno de los libros más atractivos de la nueva temporada en el género del ensayo sea sobre un juicio. En El juicio de Adolf Hitler (Seix Barral), David King, autor estadounidense con una vigorosa capacidad de inyectar emoción a la historia —en Death in the city of light reconstruyó sensacionalmente la vida del doctor Marcel Peliot, asesino en serie en París bajo la ocupación alemana—, relata el fracasado Putsch de Múnich (o de la cervecería) de 1923, con el que los nazis buscaron un atajo hacia el poder, y el juicio posterior que hubieron de arrostrar el vocinglero excabo y sus compañeros de aventura.

El golpe se inició en la Bürgerbräukeller, famosa cervecería en la que corría la espuma mezclada con la política y los golpes bajos, con Hitler al frente de sus tropas de asalto proclamando una revolución nacional contra los “criminales de noviembre”, el Gobierno de la República de Weimar. King nos lleva al corazón de los acontecimientos, nos describe como si lo viéramos a Hitler estampando su jarra de cerveza contra el suelo, desenfundando su pistola Browning y disparando al aire. “Estaba sudando a mares. Parecía un loco o un borracho, o tal vez ambas cosas”.

Alternando documentación histórica con un relato vertiginoso de los acontecimientos basado en los testimonios, el autor nos sumerge en esa noche abracadabrante del golpe (¡hay que ver cómo la cuenta!), que en algunos de sus episodios recuerda a la atmósfera del 23-F —doy fe—, aunque en el putsch muniqués hubo muertos, veinte, y más de cien heridos. King se acoge a la opinión de que el juicio posterior a Hitler, que sigue en su libro pormenorizadamente y con la misma intensidad periodística, fue el más importante del siglo XX y allanó el camino a su régimen criminal (de una posible sentencia a cadena perpetua por alta traición se libró con cinco años de cárcel de los que cumplió solo nueve meses, que aprovechó para escribir ese best seller del odio que fue Mein Kampf).

El juicio de Adolf Hitler no es el único ensayo que llega sobre el nazismo, un tema que no pasa de moda, tal y como está el patio. En octubre Crítica publicará El Tercer Reich, del prestigioso historiador estadounidense especialista en el tema Thomas Childers, una “nueva obra definitiva” sobre la Alemania nazi, mientras que Ático de los libros propone Normandía 44, el Día D y la batalla por Francia, nueva entrega sobre la Segunda Guerra Mundial de James Holland, otro autor que sabe sacar punta a la historia de la época y que ya nos enganchó a los lectores con las anteriores El auge de Alemania y El contraataque Aliado. Muy interesante también, en la misma editorial, Viajeros en el Tercer Reich, de Julia Boyd, que recoge narraciones, diarios y correspondencia inédita de extranjeros que vivían o viajaban con frecuencia a Alemania entre 1919 y 1945, durante la República de Weimar, el ascenso de los nazis y la guerra, como Isherwood, Auden, Nancy Mitford o Francis Bacon. A destacar asimismo una tan original como útil Historia visual de la Segunda Guerra Mundial (Crítica), una extraordinaria obra de infografía en la que se puede comparar de un vistazo el tamaño de los ejércitos involucrados, o contabilizar las pérdidas de aviones aliados sobre el cielo de Alemania y la producción de esta de cazas nocturnos. Es destacable asimismo la biografía de Churchill (en Crítica), con nueva documentación y una perspectiva integral del personaje (marido y padre cariñoso, deportista (!), pintor, coleccionista de mariposas y “hombre de lágrima fácil”) del historiador militar británico Andrew Roberts, autor de buenísimos libros sobre Napoleón, Waterloo o el Somme.

Pasando a la antigüedad, encontramos títulos de lo más sugerente: República mortal, como cayó Roma en la tiranía, de Edward J. Watts (Galaxia Gutenberg), una panorámica del drama de la marcha de los romanos hacia la autocracia; Una nueva historia del mundo clásico (Crítica), del catedrático británico de la materia y presentador de documentales de arqueología en la BBC Tony Spawforth, que reivindica empeñada y hermosamente la civilización de los griegos y los romanos sin negar, y esta es su gracia, las características inquietantes de ambas sociedades; y La ruta del conocimiento (Taurus), de la historiadora de Oxford Violet Moller, que explica cómo se salvaron los saberes del mundo clásico tras la destrucción provocada después del fin del paganismo y la caída de Roma. Moller rastrea como ejemplo los caminos que siguieron tres manuscritos cruciales con las ideas de Euclides, Galeno y Ptolomeo. También de la Edad Media hay novedad: Las cruzadas (Ático de los libros), de Thomas Asbridge, recorre los dos siglos de sangrientas contiendas en Tierra Santa desde los dos puntos de vista, el cristiano y el musulmán, con especial énfasis en la Tercera Cruzada.

Tres autores ya bien conocidos de los lectores en el campo de la historia como son Simon Sebag Montefiore, Peter Frankopan y Jared Diamond, traen interesantes obras este arranque de temporada. El primero, celebrado autor de Los Romanov, publica en octubre en Crítica Escrito en la historia, las cartas que cambiaron el mundo, con una selección de grandes misivas de todo tipo, personales y oficiales, con autores como Napoleón, Gandhi, Enrique VIII o Picasso, algunas capaces de esclarecer hechos y personalidades, y de emocionar, como la última de sir Walter Raleigh a su mujer, Lady Elizabeth, Besse, antes de ser decapitado (pidió al verdugo que le enseñara el hacha y dijo aquello de “es una medicina afilada, pero cura todos los males”). En la carta anima a su mujer a no guardarle demasiado luto pues “ya no soy más que polvo” y contiene esta conmovedora línea, casi shakespeariana: “But if you live free from want, care for no more, for the rest is but vanity” (si vives sin pasar necesidades no te preocupes de nada más, pues el resto no es sino vanidad). Hay que ver cómo aunque te corten la cabeza te puede sobrevivir la lengua.

Peter Frankopan regresa con Las nuevas rutas de la seda (Crítica), sobre el auge de Asia, dotada de inmensos recursos naturales y de una ambición que está haciendo cambiar el centro del mundo hacia regiones que lo fueron ya en la antigüedad. Y Jared Daimond completa con Crisis (Debate), la forma en que las naciones más poderosas afrontan sus momentos más oscuros, la trilogía compuesta por Armas, gérmenes y acero y Colapso.

Uno de los libros más bellos de la temporada es sin duda el que marca otro regreso, el de la escritora estadounidense Annie Dillard. Enseñarle a hablar a una piedra (Errata Naturae) es una colección de textos en los que la hija literaria de Thoreau vuelve a mostrar su inmensa capacidad poética para acercarse a la naturaleza, ya se manifieste ésta en forma de eclipse, ciervo o comadreja. A destacar los escritos que hablan de parajes como las Galápagos o el río Napo, en la selva ecuatoriana, lejos de sus charcas, prados y arroyos de Virginia, y, sobre todo, su maravillosa evocación de las aventuras polares (¡Dillard hablando de Scott, de Shackleton y de Franklin!). Solo en un libro de esta gran poeta se puede leer algo como esto: “Al final uno rehúye la mismísima gloria con un suspiro de alivio. Desde las profundidades del misterio e incluso desde las cimas del esplendor, nos reponemos y partimos a toda prisa en busca de las latitudes del hogar”.

Otro libro a no perderse es La montaña blanca (Península), de Robert Twigger, que recoge historias de todo tipo sobre el Himalaya, viajes reales e imaginados, personajes sensacionales, aventuras y mitos. En la misma editorial, y también del género de viajes, se edita Una mujer en la noche polar, de la austriaca Christiane Ritter (1897-2000), que vivió en 1934 un año en una cabaña solitaria en Spitsbergen y explicó la abrumadora belleza de aquel paisaje desolado.

Desde el mundo de la naturaleza, y de la mano de la ciencia, llegan otros cuatro libros destacables más: Los sentidos de las aves, ¿qué se siente al ser un pájaro? (Capitán Swing), del prestigioso ornitólogo británico Tim Birkhead, un especialista en la promiscuidad de la aves y la importancia adaptativa de la forma de los huevos (no es broma); El subsuelo (Seix Barral), del especialista en ecología vegetal David W. Wolfe, que propone una exploración fascinante sobre ese territorio desconocido que tenemos bajo los pies; El poder de las hormonas (Crítica), de Randi Hutter Epstein, una historia de las sustancias que lo controlan prácticamente todo en nuestro cuerpo, incluidos nuestra sexualidad, nuestros deseos y nuestros cambios de humor, y escrita con mucho sentido de eso, del humor; y Una historia natural del deseo (Ático de los libros), de Richard O. Prum —de profesión también ornitólogo—, una novedosa lectura de la teoría de Darwin de que son las hembras de la especie las que eligen pareja, y lo hacen en base a criterios estéticos (selección sexual). Prum ha investigado los casos del argos real (un tipo de galliforme) y del pájaro saltarín alitorcido (!) a los que sus hembras escogen solo porque les parecen atractivos, aunque presentan características que los hacen peores desde el punto de vista de la selección natural. Para saber cómo todo eso nos afecta —aunque ya lo pueden suponer— tendrán que leer el libro. Sin salir de la teoría evolutiva, Cenando con Darwin (Crítica), del ecólogo Jonathan Silvertown, resigue las huellas de la evolución en nuestros alimentos en un verdadero festín científico marinado con gracia.

Hay muchísimas más novedades de ensayo, algunas con títulos tan sugerentes como Por qué las mujeres disfrutan más del sexo en el socialismo, de Kristen Ghodsee, o Cómo ser una máquina, de Mark O’Connell, sobre el transhumanismo, los ciborgs y sus implicaciones en la redefinición de la condición humana (ambos libros en Capitán Swing). Entre lo más interesante, también Vigilancia permanente (Planeta), las memorias de Snowden, el analista de sistemas convertido en pesadilla del sistema y voz de la conciencia en la era digital; las de Elton John y Prince (ambas en Reservoir Books), el nuevo libro de Paul Preston Un pueblo traicionado (Debate), una historia concisa del siglo XX español en torno a la contradicción entre una población deseosa de progresar y unas élites que sistemáticamente lo impiden; un ensayo cultural y filosófico sobre el Anillo de Wagner (de Roger Scruton, en Acantilado); la biografía de Unamuno de Colette y Jan-Claude Rabaté (Galaxia Gutenberg), la nueva de la familia Brönte (las tres hermanas y el hermano), Infernales, de Laura Ramos, o Transeúnte de la política (ambas en Taurus), del filósofo y actual presidente del Senado Manuel Cruz. Sin salir del ámbito biográfico Heida, una pastora en el fin del mundo (Capitán Swing), de la conocida novelista Steinunn Sigurdardottir, explica la peripecia real de una solitaria granjera de ovejas, ex modelo y heroína feminista, en una remota y dura región de Islandia. Desde luego, este año no nos van a faltar libros para leer...

https://elpais.com/cultura/2019/08/29/babelia/1567088165_553235.html

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