lunes, 17 de julio de 2023

Mariano Gamo (1931-2023): revolucionario y cristiano. Juan Antonio Delgado de la Rosa, Juan Mari Arregi. 06/07/2023

Uno de los grandes jinetes de un apocalipsis que sí existió

Juan Antonio Delgado de la Rosa

Mariano Gamo Sánchez, referente dentro de los curas obreros, hizo compatible su trabajo pastoral con su trabajo como enfermero y su militancia sindicalista y política.

Una de las cuestiones más relevantes fue su apuesta por La Casa del Pueblo de Dios

Designado en 1964 párroco de Nuestra Señora de la Montaña, en el barrio de Moratalaz, encuentra allí la “tierra prometida” en la que pone en marcha el proyecto soñado durante años de una Iglesia de pueblo, para el pueblo y desde el pueblo.

Como una declaración pública de este propósito figuraría, con grande caracteres, en el frontispicio del barracón que hacía de templo la inscripción: CASA DEL PUEBLO DE DIOS. Éste barracón ofreció durante años hospitalidad a las reuniones clandestinas de CCOO y también las misas de los domingos, eran eucaristías vivas, abiertas al diálogo, para fomentar una asamblea cristiana plural, en la que los asistentes se pronunciaran sobre los diferentes temas propuestos con toda libertad e espontaneidad, aunque utilizando algunas veces un lenguaje críptico, debido a la presencia policial. La declaración del estado de excepción de 1969 provocó la detención de Mariano Gamo “a causa de ciertas expresiones vertidas sobre el Estado de excepción” (BLÁZQUEZ, 1991: 189). En esos días, Gamo (2000: 32–33) sostenía:

“Mis cadenas no son otras que la militaresca ordenanza del silencio, por la que a todo un pueblo se le ha impuesto la renuncia a su innata vocación… El hombre es responsable de la historia… Un pueblo no poseso del silencio, libre de sus decisiones, es el ángel en el que yo confío. No se llama legión, PUEBLO es su nombre”.

Posteriormente, fue confinado en el Monasterio de El Paular (Rascafría, Madrid) y, condenado por el Tribunal de Orden Público (TOP) a tres años de prisión, tal como narra el historiador Tuñón de Lara:

"También fue juzgado y condenado, esta vez en Madrid, el párroco de Moratalaz, Mariano Gamo, en cuyo favor había testimoniado el obispo auxiliar de la capital, monseñor Echarren. El Estado de Franco, al dirigir así sus aparatos coactivos-judiciales contra miembros del clero, estaba inutilizando por completo un aparato de hegemonía (ideológica) que durante muchos años le sirviera eficazmente". (TUÑÓN DE LARA, 1980: 403).

Finalmente, fue trasladado a la cárcel Concordataria de Zamora (BLÁZQUEZ, 1991: 190), donde convivió con una veintena de curas vascos, también reclusos, de los que llegó a aprender algo de euskera y con los que colaboró en el montaje de una ikastola en la propia prisión (JÁUREGUI Y VEGA, 1985: 139–141). Abandonó la cárcel en octubre de 1971 por el llama do indulto Matesa (JÁUREGUI Y VEGA, 1985: 139), aunque en fechas posteriores ingresó tres veces más en la cárcel de Carabanchel, por otras tantas multas gubernativas, tal como narran Jaúregui y Vega:

"El día 25 de diciembre de 1973 tampoco iba a ser bueno para Mariano Gamo. Por la mañana le aconsejan que firme una declaración en la que se declare autor de un delito de injurias a la memoria de Carrero Blanco (el domingo siguiente al asesinato de Carrero Blanco no ha recordado en la misa al almirante caído en acto de servicio el jueves 20 de diciembre). Seguidamente le imponen una multa de 200.000 pesetas y le envían a Carabanchel, en cuyo hospital penitenciario, sección toxicómanos, es recluido en arresto sustitutorio por impago de multa. Los funcionarios le reconocerán como el toxicómano número 22, el número 21 es Carlos Jiménez de Parga…" (JÁUREGUI Y VEGA, 1985: 182–183).

Incorporado de nuevo a su parroquia, tras su salida de Zamora, comienza a trabajar como sanitario en la Clínica de la Concepción hasta 1988 en que se traslada como DUE (ATS) al nuevo hospital público “Severo Ochoa” de Leganés. Aprovechando una baja laboral por enfermedad, termina su licenciatura en Filología Hispánica. Su compromiso político discurre a través de la ORT:

"La ORT, grupo político que surge en 1970 procedente casi por entero de la Acción Sindical de Trabajadores, un núcleo obrero católico surgido en 1964 y vinculado a los jesuitas de las Vanguardias Obreras. Lo particular del marxismo de su programa oficial, que se transformó en maoísmo enseguida, provenía de la militancia católica de origen. Entre sus principales dirigentes habrá curas obreros como Mariano Gamo…" (CRUZ, 1997: 205).

Y bajo esas siglas se presenta, en las primeras elecciones democráticas de 1977, como candidato al Congreso de los Diputados. En ese período deja la parroquia para volcarse en la actividad político-sindical emergente, sin abandonar el puesto de trabajo. Desaparecida la ORT, ingresa en Izquierda Unida, por cuya organización sale elegido Diputado de la Asamblea de Madrid en 1995, en la que actúa de portavoz de su grupo para temas sanitarios, durante su IV Legislatura, al término de la cual cesa en su excedencia laboral por cargo público y se jubila a los 68 años de edad, pero sigue al pie del cañón acompañando la vida de las personas. Una de sus últimas reuniones las realizó en el equipo de la ACO del lucero.

Sus últimas palabras fueron que nos tenía a todos en el corazón. DEP

Sin Permiso, 5 de julio 2023

Mariano Gamo, referente solidario y antifranquista

Juan Mari Arregi

Ha muerto en la madrugada de ayer en Madrid con 92 años Mariano Gamo, un gran amigo y compañero de muchas historias, muy conocido en los sectores de la izquierda de la Iglesia popular y de la política del Estado Español. Huérfano desde niño de padre fusilado en 1936 por un destacamento del Frente Popular de la República en las tapias del cementerio de Vaciamadrid y enterrado en una fosa común junto a otros fusilados. Curiosamente, un tío suyo sería posteriormente fusilado también, pero por la dictadura franquista.

Mariano ha sido un referente social, político y solidario. Un referente de la lucha antifranquista, antifascista y anticapitalista. Como sacerdote ha dejado sus huellas en la Parroquia de Nuestra Señora de la Montaña de Moratalaz de Madrid, donde desde 1963 tuvo su mayor protagonismo.

Muy pegado a los sectores populares, apostó por una Iglesia popular y luchó contra aquella Iglesia jerárquica pivote junto al capitalismo de la dictadura franquista. Fiel a su compromiso popular y lejos del PSOE y PCE de Carrillo, participó, como político, en partidos revolucionarios como la ORT y en la creación de las primeras CCOO. En ese contexto llegó a ser también diputado por IU en la Asamblea de Madrid en los años 90.

Por ello pasó por los tribunales franquistas y fue condenado a tres años de cárcel. Por esa razón, pasó también por la cárcel concordataria de Zamora, creada por la Iglesia y el Estado español, donde pudo conocer y convivir con los curas vascos que también fueron condenados por los tribunales franquistas por haber luchado en defensa de los derechos políticos, sociales y nacionales de nuestro Pueblo.

Como el resto de curas vascos ha participado también, como protagonista, en la elaboración del documental "Apaiz Kartzela", de la mano de la productora vasca Maluta Films, liderada por Ritxi Lizartza. Nuestra última relación directa con él fue precisamente hace menos de un año en San Sebastián de los Reyes de Madrid, en la presentación allí de la citada película que la presidió y en la que intervino entre muchos aplausos...

Mariano reconoce sus diferencias ideológicas con los curas vascos encarcelados de Zamora, pero que no impidieron su buen rollo y camaradería. Así Gamo dice en el libro "Zamorako apaiz kartzela" que... «ni mis diferencias ideológicas ni otras discusiones teóricas rompieron el clima de camaradería y buen rollo que se mantuvo hasta el final... A todos los considero compañeros de fatigas e ilusiones, aunque fueran dispares, pero con el denominador común de la utopía».

En ese contexto es lógico que Gamo apoyara el intento de fuga de la cárcel de Zamora... «Durante la construcción o gesta del túnel, asegura en el mismo libro, me asignaron la tarea de distracción o entretenimiento del funcionario de turno, para neutralizar su vigilancia. Al abandonar la prisión en la noche del 3 de octubre de 1971, albergaba la esperanza de que la fuga se haría realidad pocos días después, en una noche de luna y en un turno de la guardia civil, siempre más puntual que la Policía armada. Al no aparecer ninguna noticia en la prensa viajé al País Vasco, donde me recibió e informó José María Madariaga» (otro cura vasco ya fallecido, de la parroquia de Bakio, que estuvo también preso en Zamora).

Mariano Gamo, pese a sus diferencias ideológicas con el nacionalismo vasco, ha formado parte también de la cadena humana y solidaria con este Pueblo. Además de lo que mis compañeros que pasaron por la cárcel concordataria de Zamora pudieran decir, quien suscribe este artículo puede dar fe de ello por haber sido testigo privilegiado de hechos muy importantes que avalan esa afirmación.

Mariano Gamo, durante el franquismo, puso sus instalaciones parroquiales al servicio de quienes luchaban contra el fascismo, franquismo y capitalismo y vivían en la clandestinidad, pertenecieran a la organización que fueren. Quien suscribe estaba en la clandestinidad en Madrid en los años 1973-1976. Mi relación con Mariano era casi diaria, sobre todo desde que inició su andadura como cura obrero en un hospital público de Madrid.

En un mismo día coincidimos con Mariano en su parroquia de Moratalaz, y por razones distintas pero determinadas por la clandestinidad común, yo mismo y Pedro Ignacio Perea Beotegi, (WILSON), militante de ETA durante los días previos al histórico y relevante atentado contra el almirante y presidente Carrero Blanco, garante de la continuidad del régimen. Nunca supe la razón de la presencia de Wilson en la parroquia de Moratalaz. Si sé, que Mariano Gamo nunca fue partidario de la lucha armada. Pero también sé que, pese a las diferencias ideológicas con unos u otros, Mariano echaba una mano a quienes luchaban desde la clandestinidad.

En 1975 el Gobierno español franquista declaró, una vez más, el estado de excepción en Bizkaia y Gipuzkoa. Algunos como quien suscribe, y tras su exilio y paso por la cárcel de Basauri y convento de los pasionistas de Euba, tuvo que volver a la clandestinidad y me oculté por Madrid. Ante la falta de información de la represión desencadenada en las provincias vascas, decidimos crear un boletín informativo clandestino, "Noticias del País Vasco en estado de excepción".

Aunque el famoso e histórico capitán de la Guardia Civil, «el Capitán Hidalgo», buscaba, para su desmantelamiento y detención de sus creadores, el lugar de impresión del citado boletín por el Duranguesado, lo editábamos en Madrid. Clandestinamente, por supuesto. Mariano Gamo fue también uno de los que en Madrid nos echó una mano para su impresión y difusión no solo en la capital sino por todo Euskal Herria y resto del Estado español.

Finalmente, Madrid fue paso de muchos familiares de presos políticos vascos. Unos que visitaban a los suyos en cárceles de Madrid o cercanas. Otros que tenían que pasar por Madrid para llegar a las cárceles del sur. Unos y otros encontraban también apoyo y refugio en manos de Mariano Gamo y su entorno.

En el Estado Español hubo y hay muchos enemigos de este Pueblo. Es verdad. Tan verdad como que también hay no pocos ejemplos de haber formado parte de una cadena solidaria con nuestro Pueblo reprimido por la dictadura franquista. Como lo fue Mariano Gamo. Independientemente de sus planteamientos ideológicos políticos. Eskerrik asko, Mariano.

https://www.naiz.eus/eu/iritzia/articulos/mariano-gamo-referente-solidar...

Juan Antonio Delgado de la Rosa Doctor en Filosofía, Historia Contemporánea y Derecho. Licenciado en Teología. Es autor de 'Mariano Gamo, testigo de un tiempo. Entre Cristianismo y marxismo y viceversa (Endymion 2012).

Juan Mari Arregi Nació en Durango en el seno de una familia abertzale. A los 12 años ingresó en el seminario de Derio, donde fue muy activo en el movimiento contra el régimen que allí se formó, miembro, entre otros, del movimiento GOGOR. Conoció el exilio, la clandestinidad, la cárcel…Tras la muerte del dictador participó en la fundación del diario Egin y trabajó en él firmando con el nombre de Daniel Udalaitz hasta que fue despedido. La vida de Juan Mari Arregi es un vida vertebrada por el compromiso social y el nacional.

Fuente:
Varias

https://www.sinpermiso.info/textos/mariano-gamo-1931-2023-revolucionario-y-cristiano

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