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viernes, 4 de noviembre de 2016

Una radiografía de los desahucios: pobreza, enfermedad y cuotas en ascenso

El 53,9% de las familias tienen que asumir una hipoteca superior a sus ingresos, según un informe del Observatori DESC basado en casos que han llegado a la PAH de Barcelona. El 10% de los hogares no ingresa nada. Un 49,5% de los encuestados sufren ansiedad.

El drama de los desahucios ha sido uno de los que más fuerza mediática ha alcanzado durante la crisis por su gravedad, pero también por la eficaz acción comunicativa y organizativa desarrollada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Precisamente esta organización ha sido la que ha permitido que el Observatori DESC haya podido elaborar, ante el déficit de datos oficiales, su informe Exclusión residencial en el mundo local: crisis hipotecaria en Barcelona 2013-2016. El texto es la conclusión de un trabajo desarrollado durante los últimos tres años en el que se han realizado entrevistas a casi un millar de personas que se han acercado a la PAH.

“Uno de los objetivos del informe es visibilizar los desahucios y el mal estado en el que se encuentra el derecho a la vivienda, pero también llenar el vacío de datos sobre la crisis hipotecaria”, explica Gabriele D’Adda, uno de los investigadores. Y estos son contundentes: el 90% de los impagos registrados se produjeron de 2010 a 2015, es decir, fueron causados directamente por la crisis económica. Los principales motivos -era una pregunta multirrespuesta- fueron, en un 68,1% de los casos, la pérdida del trabajo y el paso a una situación de desempleo y, en un 43,1%, la subida de la cuota hipotecaria. Un 32,1% alegó también como razón la cantidad de deudas contraídas y un 22,3% el divorcio o separación.

Los desahucios se han cebado con una clase social determinada, lo que se refleja, por un lado, en los barrios donde se concentra el mayor número de afectados, entre los que Sant Martí y Nou Barris se llevan la mitad. Por el otro, es significativo el dato de los ingresos netos mensuales por familia, que se sitúan en una media de 939 euros al mes, mientras que la cuota de la hipoteca alcanza, también de media, los 1.065 euros. Esto significa que el 53,9% de las unidades familiares tienen que asumir una cuota superior a sus ingresos. El 10% de los hogares estudiados no ingresa nada y el 7% sólo percibe entre 400 y 800 euros al mes. La situación se vuelve más dramática si se tiene en cuenta que más de la mitad de las familias con tres o más miembros no tiene ningún ingreso.

Las dificultades de las familias -de las que un 61,6% tienen al menos un menor- a la hora de pagar la hipoteca no sólo se viven en el momento de la ejecución hipotecaria. Un 24,8% de los hogares, una vez pagada la cuota mensual, se queda sólo con 400 euros para costear las necesidades básicas de sus miembros. Otros, un 7%, reciben ayudas para alimentar a su núcleo familiar por parte del Banco de Alimentos, de Cáritas o de la misma PAH. Con estos datos sobre la mesa, no resulta extraño que nueve de cada diez encuestados afirme que tiene dificultades para cubrir sus necesidades básicas, entre ellas la alimentación, el vestido o suministros. Todo esto acaba impactando de manera contundente la salud de los afectados, de modo que un 49,5% sufre ansiedad, un 33% depresión, un 17,8% insomnio y un 11% afirma que estas dificultades han provocado tensión familiar.

¿Quiénes son los bancos responsables de estas situaciones? El Observatori DESC también analiza esta cuestión, y entre ellos gana con diferencia Catalunya Caixa. “Un 40% de las hipotecas de los afectados son de esta entidad, que fue rescatada con fondos públicos”, recuerda Eduardo Salas, coautor del informe. “Si además sumamos al BBVA, que ha comprado Catalunya Caixa y se ha beneficiado también de la ayuda pública, la cifra sube al 50%”, añade. Después vendrían Bankia (con un 8% de las hipotecas de afectados), UCI (un 7%) y Banc Sabadell (un 7%). El 84% de estas hipotecas fueron firmadas en plena burbuja inmobiliaria, entre 2004 y 2007. En cuanto a los contratos, el informe destaca que “la mayoría de personas no sabían leer su contrato hipotecario, no conocían si contenían cláusulas o no abusivas”. Cuando llegan los problemas, también las faltas de respeto: el 36% de los encuestados asegura que ha recibido algún tipo de trato denigrante por parte del banco.


Fuente: http://www.lamarea.com/2016/10/26/una-radiografia-los-desahucios-pobreza-enfermedad-cuotas-ascenso/

lunes, 27 de junio de 2016

6 cifras que muestran cómo aumentó la pobreza en España. Redacción BBC Mundo

España es la cuarta economía de la zona euro y la decimotercera del mundo en términos de PIB (Producto Interno Bruto) y cuenta con argumentos para decir que está viendo la luz al final del túnel de la fuerte crisis que sufre desde 2008.

Antes de las elecciones del domingo, las segundas en seis meses, el partido gobernante, el conservador Partido Popular (PP), presume de la ligera mejora en el desempeño de la economía y las cifras de desempleo, que es actualmente el problema que más preocupa a los españoles.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el Producto Interno Bruto (PIB) creció en 2015 un 3,2%, el mayor aumento desde 2007.

Y el paro registrado cayó por debajo de los cuatro millones de personas por primera vez desde agosto de 2010.

Sin embargo, datos de organizaciones como Cáritas y la Federación de Bancos de Alimentos y del Instituto Nacional de Estadística muestran que la pobreza no sólo no remite, sino que crece o se hace crónica.

BBC Mundo te muestra las 6 cifras clave que muestran esta realidad.

Trabajadores, pero pobres
14,8% de los trabajadores son pobres.
Pese a que mejoran las cifras de empleo, la precarización y el trabajo temporal hacen que un sueldo no asegure salir de la exclusión.
Cáritas

El drama del desempleo
44,8% de personas desempleadas son consideradas pobres.
El desempleo alcanza al 21% de la población activa, un total de 4,8 millones de personas
Cáritas

Sin ingresos
720.000 hogares sin ningún ingreso.
En 2009 la cifra era de 497.200. Para volver a esas cifras, Cáritas estima que se necesitarán 7 años. Cáritas

Poder adquisitivo
10% caída de los ingresos de los hogares desde el inicio de la crisis en 2007.
Los expertos consideran que la recuperación tardará en dejarse sentir.
Cáritas

Vulnerabilidad
28,6% de los ciudadanos está en situación de riesgo de pobreza o de exclusión social.
El 14,8% de las familias tiene dificultades para llegar a fin de mes
Instituto Nacional de Estadística (INE)

Desconfianza
92% de la población cree que hay mucha o bastante desigualdad económica.
Encuesta de Metroscopia

Pobreza crónica
"Nuestro objetivo principal al hacer el estudio era poner encima de la mesa y visualizar a la gente que se trata de invisibilizar", le explicó a BBC Mundo Guillermo Fernández, sociólogo y miembro del equipo de estudios de Cáritas España, que a comienzos de junio presentó un informe sobre exclusión y desarrollo social.

"Pese a que los indicadores podrían mejorar, hay mucha gente que se está quedando fuera (de la recuperación)", agregó.

¿Les conviene más a los españoles no tener gobierno?
"La situación ha mejorado ligeramente para un conjunto de personas. El número de pobres y excluidos se ha reducido, pero no con la intensidad como para volver a cifras anteriores a la crisis", afirmó el sociólogo.

En el punto más alto de la crisis, en 2014, Cáritas atendió a 2,5 millones de personas. Antes de la recesión eran 300.000. Ahora, la cifra es de 2 millones.

"La situación (crítica) de las familias se ha hecho más crónica", analizó Fernández. "Gente aislada y descolgada"

La Federación Española de Bancos de Alimentos, que los distribuye a organizaciones locales, registró un descenso en el número de personas atendidas: de 1,66 de 2014 al 1,57 millones en 2015. ¿Una buena noticia? No tan rápido.

Es una reducción "meramente puntual", le explicó a BBC Mundo Ángel Franco, portavoz de la federación. "Aunque los indicadores macroeconómicos hablan de un repunte de trabajo y demás, la verdad es que hay gente de cierta edad aislada y descolgada", afirmó Franco.

"La sociedad tiene una necesidad de mirar adelante y olvidar lo que ha pasado, pero esa gente está ahí y las consecuencias son peores que antes", afirmó el sociólogo Guillermo Fernández.

http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-36577849?post_id=10201684103420114_10201996789277065#_=_

martes, 10 de noviembre de 2015

Black Friday y Banco de Alimentos, las dos caras de la misma moneda

El Black Friday es el pistoletazo de salida al consumo desenfrenado navideño en Occidente. Una invención made in USA metida de rondón por la mercadotecnia de las multinacionales para avivar la fiebre de comprar a todo trapo: es lo que los políticos del mundo opulento llaman nuestro estilo de vida, un modo capitalista basado en la explotación laboral y el expolio de las materias primas y el trabajo esclavo e infantil de millones de personas en los países pobres de la periferia globalizada.

En nombre del calor de hogar occidental, la libertad y otras lindezas de enorme fachada escapista censuramos cualquier voz que ponga en cuestión las fechorías del sistema-mundo liderado por el hombre blanco instalado en el confort desigual de EE.UU. y la Unión Europea principalmente. Todo lo que huela a crítica del desfalco del primer al tercer mundo puede caber dentro de las categorías malévolas de antisistema o terrorista. Por supuesto, nuestro maravilloso estilo de vida es la cumbre de la civilización.

Lo normal es que cuando adquirimos una marca rutilante de tecnología punta informática, teléfonos móviles o una prenda textil a la última moda, entre otras mercancías de postín, hayan sido fabricadas o ensamblados sus distintos componentes en maquilas o centros de producción de territorios donde la legislación laboral y los regímenes fiscales son laxos o inexistentes. Nuestro estilo de vida devasta países enteros ofreciendo miseria a cambio de un bienestar consumista ficticio y despilfarrador.

Pero en España, junto a la llamarada festiva del Black Friday, surge al tiempo la inmensa ola de solidaridad promovida por los denominados bancos de alimentos, una caridad que puede practicarse al unísono mediante la calderilla que nos devuelven en caja. De esta manera, calmamos nuestra conciencia consumista y hacemos un favor solidario a la gente pobre. Y, faltaría más, este acto presuntamente altruista exonera de responsabilidad a los gobiernos y a sus políticas sociales. Además, sirve a las grandes cadenas comerciales para colocar excedentes y liberar espacio en sus almacenes de cara al subidón de ofertas, demanda y ventas del período Navidad-Fin de Año-Reyes. Una idea brillante donde las haya.

El sistema parece funcionar a las mil maravillas con esta doble iniciativa de propaganda masiva: con la mano derecha adoramos la emoción irrefrenable del fetiche de la mercancía y con la izquierda soltamos lastre ético dando una dádiva para que los que no pueden permitirse consumir ni tampoco salvar el día a día con dignidad se lleven a la boca un triste sucedáneo de solidaridad en forma de vianda coyuntural que jamás acabará con su condición de marginado.

El viernes negro y los bancos de alimentos se necesitan mutuamente, neutralizando la ideología que ambas iniciativas representan y desactivando las reivindicaciones sociales y políticas que podrían desencadenarse en los sectores y sensibilidades críticos con el statu quo.

Solidaridad de marca de alta gama
La Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) hace un llamado a los potenciales voluntarios bajo el lema de Hazte un héroe, una recompensa sentimental, individualista y ética para movilizar a la gente de bien hacia sus proyectos de corte caritativo. Suelen nutrirse de personas jubiladas y prejubiladas preferentemente, aunque también se unen a sus campañas jóvenes de diferentes extracciones sociales, sumando en total unos 2.700 voluntarios que se sienten útiles a la sociedad y pueden observar in situ como siempre hay más pobres o en precario que uno mismo: así se cercenan de cuajo o se modifican con sutileza ideológica las opiniones críticas o alternativas a las oficiales para interpretar la compleja realidad social.

Además de lo dicho, en la FESBAL y sus filiales se reproduce de igual modo la estructura de la empresa capitalista al uso: jubilados y juventud como operarios de campo y la cúspide reservada para la intelligentsia de dirigentes y profesionales provenientes del campo privado de las finanzas y los negocios.

La presentadora de televisión Ana Rosa Quintana es el rostro más conocido usado de reclamo publicitario en 2015 para movilizar la recogida y donación de alimentos, un acicate popular para llegar directamente al corazón de la inmensa mayoría de la masa.

En nuestro país, este tipo de bancos de carácter social y paliativo empezaron a funcionar en 1996 y ya cuentan con 55 sedes provinciales. Similares instituciones o asociaciones sin ánimo de lucro legal se encuentran presentes en 22 países de la órbita europea.

Se supone que detrás de los bancos de alimentos estarían agazapados la Iglesia católica y el Opus Dei, aunque como es lógico sus logotipos no figuren por ningún sitio, aunque existen numerosas vinculaciones de directivos y exdirigentes de FESBAL con la obra pía de visionario y polémico Escrivá de Balaguer. Incluso muchos ejecutivos de marcas colaboradoras han salido de la escuela de negocios IESE, creada por el Opus y adscrita a la Universidad de Navarra. El secretismo y el cuidado exquisito en aparecer públicamente como laicos y puros de toda contaminación política o religiosa es muy escrupuloso. Sin embargo, Ana Mato, exministra de Sanidad y miembro del Opus Dei, ha mostrado pública y repetidamente sus simpatías por los proyectos de FESBAL.

No obstante lo referido, sí se sabe que en 2014 la Fundación Amancio Ortega ayudó a la estructura de la FESBAL con 4 millones de euros y el BBVA con 500.000 euros. Recordemos que el grupo Inditex del multimillonario Ortega y su marca estrella Zara han sido señalados por diversas instituciones internacionales como empresas que utilizan habitualmente mano de obra esclava y menores de edad en sus centros de trabajo de Asia y Sudamérica.

La Fundación Amancio Ortega también ofrece aportes económicos a Cáritas, organización que capta y distribuye importantes contingentes de alimentos del Banco en cuestión.

Algunas noticias relacionan a la multinacional Agbar, el Banco de Sabadell y al hijo primogénito de Jordi Pujol, del mismo nombre que el padre, con el impulso y nacimiento de los bancos de alimentos en España. Se conoce a ciencia cierta que colaboran estrechamente con la FESBAL marcas tan señeras como Carrefour, El Corte Inglés, Alcampo, Mercadona, Dia, RENFE y Makro, habiendo recibido premios a su labor por parte de Caja Rural, Eroski, Cruz Roja, Danone y Puleva. Incluso en 2012 se le otorgó el galardón Príncipe de Asturias a la Concordia.

Como vemos, el conglomerado de empresas vips es altamente significativo, una publicidad de prestigio ligada a la solidaridad que aumenta sus ventas y barniza a conveniencia su impacto social de índole benefactor y altruista, hundiendo más si cabe al comercio minorista. Las firmas distribuidoras que dan su apoyo a FESBAL controlan el 70 por ciento del mercado alimentario.

También merece la atención cuidada la mención especial de un vocal del Comité Ejecutivo de la FESBAL, Pedro Pujadó Viusá, con sucesivos cargos relevantes en el Grupo Moll-Prensa Ibérica, un imperio que controla medios de comunicación de ámbito local o regional, escritos, digitales, emisoras de radio y televisiones TDT, editoriales y firmas del sector de artes gráficas en Madrid, Catalunya, Baleares, Galicia, Asturias, Andalucía, Murcia, Canarias, Castilla y León y Comunidad Valenciana, manteniendo intereses empresariales en Australia y Portugal. Es relevante subrayar asimismo que el emporio Moll se adjudicó en tiempos de Felipe González las cabeceras más influyentes de la prensa del movimiento franquista.

El citado Pujadó ha tenido relaciones con más de un centenar de empresas en toda su trayectoria profesional. En los medios de Prensa Ibérica, a buen seguro, no saldrán noticias negativas o críticas contra los bancos de alimentos ni sus mecenas más generosos. Además, la publicidad gratuita envuelta en el formato noticia que da cobertura en los mass media más importantes de España a los eventos masivos de los bancos de alimentos dan pistas suficientes para pensar que detrás de estas iniciativas existen intereses ocultos muy poderosos. El repiqueteo mediático ha sido constante en estas semanas previas a las fiestas navideñas. Por algo será.

La solidaridad gestionada de manera privada interesa, y mucho, al sistema capitalista. Estamos ante un negocio vendido como social que juega en dos campos diferentes pero complementarios: ofrece amparo estético a la pobreza obviando las causas objetivas de la realidad social y política que la origina, al tiempo que lava la imagen de grandes empresas que tendrían bastante que ocultar en sus actividades y praxis cotidianas.

Nunca hay que dejar que los pobres piensen por sí mismos, ni tampoco que la gente corriente despierte de su marasmo consumista. La solidaridad alentada en la trastienda por las propias marcas transnacionales solo busca maquillar su fachada y sacarnos los cuartos anonadados ante tanta belleza moral y emocionalista. Para vender más, todo está permitido, hasta convertir en mercancía la miseria de los pobres.

Armando B. Ginés