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domingo, 24 de marzo de 2024

Carrera de obstáculos para cobrar el ingreso mínimo vital.

Mamen Román vivió en la calle durante ocho meses y consiguió salir de ella gracias al Ingreso Mínimo Vital, hoy colabora con una de las asociaciones que le daba de comer en ese periodo
Mamen
La desinformación y la falta de recursos dificultan el acceso a esta ayuda, especialmente a las personas sin techo: “Algo falla y eso genera enfado, ansiedad y desesperanza”

Mamen Román tiene un recuerdo vívido de la primera noche que acabó durmiendo en las calles de Cádiz. Las nuevas miradas de desprecio. La ansiedad y el miedo. “Me fui a la playa de la Caleta. Una luz alumbraba mi tienda de campaña y me asusté muchísimo. Resultó que era el faro”, rememora con una sonrisa triste. Fue el 11 de enero de 2021, nunca lo olvidará: “Me cambió para siempre”. Tampoco se le desvanece de la mente otra fecha, la del 24 de septiembre de ese mismo año, el día que consiguió salir de esa pesadilla, gracias al cobro del primer pago del Ingreso Mínimo Vital (IMV), la red última de protección creada en 2020 para alcanzar las capas más vulnerables de la sociedad. Román sabe que lo suyo es excepcional: la gran mayoría de las personas sin hogar no perciben esta ayuda.

Una persona recoge y observa su menú de Nochevieja, en la iglesia de San Antón, a 31 de diciembre de 2023, en Madrid (España). La ONG Mensajeros de la Paz, liderada por el padre Ángel, reparte un total de 150 cenas a personas sin hogar y familias en situación de vulnerabilidad como ya ha hecho durante varios años. También realizan cenas de Nochebuena como la realizada el pasado 24 de diciembre en el Teatro Real.
Cena para personas sin hogar la pasada Nochevieja en la iglesia de San Antón de Madrid.
Cena para personas sin hogar la pasada Nochevieja en la iglesia de San Antón de Madrid.
31 DICIEMBRE 2023;CENAS;SOLIDARIDAD;PADRE ÁNGEL;ONG;MENSAJEROS DE LA PAZ;MENÚ; Carlos Luján / Europa Press 31/12/2023

El ingreso mínimo vital solo llega al 5% de las personas sin hogar

Román, de 61 años, se siente tan afortunada por tomar impulso tras tocar fondo que no ha dejado de ir por el pequeño salón en el que, cada día, la asociación Calor en la Noche reparte decenas de desayunos, en el Campo del Sur de la capital. Conoció el recurso como usuaria y ahora regresa una vez por semana como voluntaria: “Me ayudaron tanto que ahora me toca a mi ayudar, poner mi granito”. La mujer prefiere no acordarse del revés final que le llevó a la calle, tras una vida entera trabajando como camarera de piso en Lanzarote. “Me vi sin trabajo, sin paro y sin dinero”, resume. Cuando Román acabó en la calle, el IMV ya llevaba medio año en vigor, después de que se aprobase en pleno inicio de la pandemia como medida urgente para familias vulnerables. El importe máximo para un beneficiario individual es de unos 600 euros mensuales en 2024, que va creciendo en función del número de personas que integran el hogar.

El Ministerio de Seguridad Social publicó en febrero por primera vez cuántas personas reciben en total el IMV en la actualidad (antes daba el dato acumulado desde que entró en vigor de la ayuda, sin tener en cuenta a los perceptores que habían dejado de cobrarla): 557.405 familias (compuestas por 1.669.361 personas). El departamento asegura que no puede detallar qué porcentaje de los potenciales beneficiarios no han solicitado la ayuda, pero da por buenos los datos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) de 2022, que apuntaban a un 58% no la han pedido, y que solo ha llegado a un 36% de los hogares con derecho a ella. En el caso de las personas sin hogar, la ayuda únicamente llega al 5%, según un estudio elaborado por Nuria Badenes, investigadora del Instituto de Estudios Fiscales (IEF).

En relación con esta ayuda hay un enorme problema de desconocimiento y barreras de acceso: muchos potenciales beneficiaros no la solicitan porque no saben que existe o porque creen que se les denegaría. Un estudio publicado el viernes pasado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza, una coalición de ONG y otros grupos de lucha contra la exclusión social en la UE, concluye que el 41% de los potenciales beneficiarios del IMV desconocen la existencia de la prestación, y que una alta proporción de los que tienen derecho a ella y no la reciben piensan que no cumplen los requisitos (34%) o no les corresponde (42%).

Para las personas que no les queda más remedio que vivir en la calle, la carrera de obstáculos es aún mayor, según explica Rocío Urbano, trabajadora social de la ONG Calor en la Noche: “Algo falla [durante el proceso para pedir y la ayuda], y eso les genera enfado, ansiedad y desesperanza”. En la entidad se afanan por ayudar a algunas de las 117 personas sin hogar de Cádiz capital —según el último censo municipal— que piden auxilio en las gestiones para el IMV, aunque son los trabajadores del Ayuntamiento y su albergue los que llevan el peso de las gestiones.

Pero se topan con muros de inconvenientes, como la falta de información de los usuarios y las trabas burocráticas. Una de las primeras, como recuerda Urbano, fue el requisito del empadronamiento, que capearon al inscribir a los demandantes en el albergue. Otra fue que los demandantes tengan una cuenta bancaria en entidades que se niegan a hacerles clientes por no tener ingresos. “Hacen un trabajazo bestial, pero te encuentras con personas que lo tienen, otras que no, cada una en un punto diferente”, apunta Urbano.


Mamen Román, en el centro de la imagen, va una una vez por semana como voluntaria a Calor en la Noche, una ONG que colabora con personas sin hogarMamen Román, en el centro de la imagen, va una una vez por semana como voluntaria a Calor en la Noche, una ONG que colabora con 

Si la cobertura llegase a todas las personas sin hogar que les corresponde, el aumento de gasto para las arcas públicas sería de 130 millones. La cantidad es baja para los 4.300 millones que se destinaron en 2023 para la ayuda, pero supondría una disminución en la desigualdad del colectivo de hasta un 80%, según el estudio de Nuria Badenes.

Satanaela Michalski no suelta su carpeta negra, mientras saca papeles que le va dando a Urbano. “Se supone que el IMV es para que me levante, pero esto no me da para nada. Mi vida es muy dura”, se queja indignada la mujer nacida en Polonia hace 45 años. Michalski comenzó a gestionar la ayuda en el verano de 2020. Primero se la denegaron por el empadronamiento, ya que vive de forma irregular en una casa abandonada. Lo resolvió y le vino concedida, con retrasos, en mayo de 2023. Pero en noviembre pasado se la redujeron de 565 euros a 357. Desde entonces, deambula de administración en administración para intentar averiguar el motivo, sin ningún éxito.

“Cada reclamación a la Administración es un mundo, una tortura china”, reconoce Urbano. La trabajadora social también se muestra crítica con el importe que reciben las personas sin hogar, que habitualmente se mueve en las cifras más bajas del rango de los 462 euros a 1.015 euros mensuales que se pueden conceder en función de las personas que integran la unidad familiar: “A veces, es difícil que les dé para salir de su situación”. “Con los 565 me dio para comida, para arreglar mi casa, para lavar la ropa. Con esta bajada he tenido que volver a los recursos de la calle”, explica Michalski.

Mamen Román cobra 600 euros al mes. Todavía recuerda la alegría que la invadió cuando la asistenta social le avisó de que iba a cobrar los 4.000 euros que le correspondían desde que solicitó el IMV. “Lo eché en comprar todo el menaje para volver a vivir en una casa, fue como el que se prepara el ajuar para casarse”, explica emocionada. Ese mismo 24 de septiembre que recibió el ingreso, consiguió salir de la calle, gracias a una amiga que le prometió una habitación en un piso compartido con otras siete mujeres. La gaditana lleva tiempo soñando con encontrar un estudio para ella sola, pero no hay forma: “Con 600 euros te agarras una oreja y no te llega para la otra y aquí el alquiler es muy caro”.

jueves, 12 de octubre de 2023

¿Qué es progresista hoy día en España?

La falta de modelo territorial en el PSOE, un partido que se presenta a sí mismo como «de Estado» pero que no tiene clara su configuración territorial y funcional, la deriva soberanista de los dirigentes más influyentes de Sumar, y el papel determinante para conformar mayorías que tiene el nacionalismo supremacista y neoliberal de Junts se están convirtiendo en una mezcla explosiva.

No voy a debatir ahora si el tema de las lenguas es prioritario o no, la constitucionalidad de la amnistía, o si conviene celebrar una consulta en Cataluña. Yo creo que el plurilingüismo enriquece a una nación; siempre he pensado que vencer y perdonar es vencer dos veces, como escribió Calderón de la Barca; y soy partidario de que los pueblos puedan decidir por sí mismos su futuro, así que nada mejor que una consulta, algo -por cierto- que hasta el propio Rajoy reclamó formalmente a Zapatero para Cataluña el 25 de abril de 2006 en el Congreso de los Diputados.

Lo que me parece que el PSOE y Sumar están haciendo mal en la presente coyuntura son dos cosas. Una, permitir que el independentismo establezca el orden de prioridades, haciendo que el debate político y social gire en torno a cuestiones (como la amnistía) que no son las fundamentales para lo que a mí me parece que es el cogollo de la política progresista: mejorar las condiciones de vida de los grupos sociales más desfavorecidos. Y otra, dejarse llevar por la lógica del independentismo y el soberanismo que (lógica e incluso legítimamente) implica debilitar la fortaleza del Estado del que quieren separarse.

Este último me parece un error garrafal porque, sin un Estado fuerte y que funcione bien, es imposible llevar a cabo políticas progresistas. Máxime, cuando además formamos parte de un entramado supranacional que ya disminuye por su cuenta nuestra capacidad de decisión y maniobra, y no siempre en beneficio de ese tipo de políticas.

Pondré cuatro ejemplos para que se entienda mejor mi preocupación y lo que quiero señalar. a) Según acaba de demostrar Funcas, la carencia material severa de los españoles más pobres no ha dejado de subir desde 2019. b) Más del 60% de las familias que debían recibir el Ingreso Mínimo Vital que aprobó el gobierno progresista no lo han recibido y sólo ha llegado a la quinta parte de la población bajo el umbral de pobreza. c) La desigualdad ha aumentado en España en los últimos años de gobierno progresista. d) También se ha incrementado la violencia de género.

Si ha habido quizá más voluntad que nunca para resolver esos problemas y se ha dado prioridad a los recursos destinados a ello, algo debe estar fallando, y yo me planteo una hipótesis de la que tengo la impresión de que no se quiere hablar en los medios progresistas: ¿no podría ser que tengamos una organización territorial y funcional del Estado inadecuada, con una central y 17 autonómicas ineficientes que, en conjunto, no están funcionando como debieran?

No soy partidario del Estado centralista y menos en una España tan diversa y plurinacional como reconocen la propia Constitución y los diferentes estatutos de autonomía. Pero eso es una cosa y otra no entender que, si se quiere hacer política progresista, se necesita un Estado fuerte, equilibrador y eficiente, y no débil. Lo contrario de lo que resulta cuando se cede permanentemente ante las demandas y prioridades del nacionalismo del privilegio y del independentismo.

domingo, 2 de julio de 2023

_- La herencia de los romanos

_- El escritor Agustín Martínez, uno de los tres integrantes del pseudónimo Carmen Mola, ganador del premio Planeta el año 2021, escribió en la Voz de Granada hace unos días un interesante artículo con una idea que quiero compartir con mis lectores y lectoras. De la maravillosa película “La vida de Brian”, dirigida por Terry Jones y escrita por los Monty Python, rescata una secuencia en la que los miembros del partido del Frente Popular de Judea y del Frente Judaico Popular preguntaban en uno de los conciliábulos de la Jerusalén del año 33:

¿Qué han hecho los romanos por nosotros?
Tras un breve silencio, uno de los presentes responde aportando tímidamente una idea:

El acueducto.
– Ah, sí, sí, eso sí nos han dado, reconoció quien había hecho la pregunta.

Y el alcantarillado, añadió otro asistente.
Sí, dijo el primero, reconozco que el acueducto y el alcantarillado nos los han dejado los romanos. Desde otro lugar intervino alguien después de reflexionar sobre la cuestión que se había planteado:

Y las carreteras, dijo entre dientes.
Evidentemente las carreteras. Eso no hace falta mencionarlo. Pero, aparte del acueducto, del alcantarillado y de las carreteras, ¿qué nos dejaron los romanos? Pues la irrigación, la sanidad, la enseñanza, el vino, los baños públicos, el orden público…, dijo un anciano, impaciente por la lentitud de la enumeración.

– Bueno, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras, los baños públicos y el orden público, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?.

Nos han dado la paz.
He repasado la secuencia varias veces. Qué ingenioso guión. Agustín Martínez, apoyándose en esa secuencia, cita algunos logros que ha dejado el gobierno de coalición y que no deberían ser olvidados ante la marea mediática y social que ha venido impulsada por descalificaciones malintencionadas de todo tipo. Y yo añadiré algunos más, aunque no podré mencionarlos todos.

Nadie puede negar que estos mentirosos romanos han elevado el salario mínimo interprofesional un 33,3 por ciento. Se decía que ese aumento iba a producir una catástrofe en el mercado laboral. Pero no ha ocurrido.

Otro logro que han conseguido los despreciables romanos es la reforma laboral, que limita la contratación temporal y que ha conseguido las mayores cifras de empleo indefinido y de cotizantes a la seguridad social de nuestra historia.

Pero también estos malvados romanos del Gobierno, han puesto en marcha el Ingreso Mínimo Vital, que permite que decenas de miles de familias no tengan que ponerse a mendigar y puedan sobrevivir con unas mínimas condiciones de dignidad.

Si seguimos preguntándonos qué más han hecho por nosotros los incompetentes romanos de Pedro Sánchez, podríamos añadir que han dado tranquilidad a más de nueve millones de pensionistas que saben que, aunque la inflación siga desbocada, no verán mermado su poder adquisitivo, ya que sus pagas se incrementarán en la misma medida que haya subido el coste de la vida

En mitad de una brutal pandemia que hizo que desplomase nuestra actividad económica, los romanos del Gobierno, fueron capaces de articular el milagro de los ERTEs y los créditos ICO, que salvaron millones de empleos y decenas de miles de empresas.

Pero no contentos con ello, los filoetarras romanos han conseguido la segunda mayor cifra de fondos europeos de todos los concedidos por la UE para la reconstrucción del país, a pesar de las arteras maniobras del Frente Popular de Judea, versión PP, para boicotear la consecución de esos fondos, porque como ya dijo uno de sus centuriones, no importa que España caiga «que ya la levantaremos nosotros».

Esos ilegítimos gobernantes romanos han conseguido el record de vacunaciones contra la COVID en el mundo occidental, aunque el líder del Frente Judaico Popular, vaticinó que necesitaríamos cuatro años para hacerlo. A día de hoy se han administrado 107 millones de dosis y se han vacunado más de 40,6 millones de españoles, lo que supone el 85,7% de la población.

A los perversos romanos también les debemos la Ley de Muerte Digna, que nos permite decidir nuestra muerte asistida de todos los alivios y cuidados paliativos médicos, así como con todos los consuelos humanos posibles, evitando el sufrimiento y manteniendo el control y la autonomía, conservando nuestra dignidad y libertad hasta el final de la existencia.

Pero es que además, estos romanos bolivarianos han hecho posible que las 400.000 empleadas de hogar, dadas de alta como tales, puedan cobrar el paro desde este mismo mes de julio.

Pues bien, podríamos añadir que la Ley de la Vivienda, que limita la subida indiscriminada del precio de los alquileres; la Ley de Educación, que bate records de becas a quienes más las necesitan y no a familias que ingresan más de 100.000 euros anuales; la Ley de Protección a la Infancia, la Ley de Bienestar Animal, o la Ley de Cambio Climático han supuesto un avance indiscutible.

La ley de memoria democrática es otro logro importante de loa romanos comunistas. Una ley que no pretende dividir sino curar, que no desea volver a la guerra sino restañar las heridas que causó. La señora Ayuso y muchos de sus corifeos dicen que el Gobierno pretende con esa ley dividir a los españoles. ¿Sí? ¿De verdad lo cree? No hay nadie que esté instalado en una división radical como ella. Los malos y los buenos. Ella es la que dice: Sánchez o España. ¿Quién divide?

La ley del sí es sí (a pesar de los efectos perniciosos laterales que, por cierto, se han corregido) y la ley trans, son leyes que han supuesto un avance en los derechos de las personas. Había otras 60 leyes esperando tramitación. Criticaba este hecho alguien de la oposición pero, claro, no dará su voto para que sea posible su tramitación manteniendo un gobierno de izquierdas.

Nuestro Frente Popular de Judea y nuestro Frente Judaico Popular, no solamente no reconocen nada de lo hecho por los malditos romanos, sino que pretenden derogar todo lo aprobado (por cierto, no se derogan las personas, se derogan las leyes) y descargan sobre ellos todo tipo de acusaciones. Dice Feijóo que revisará todas las leyes apoyadas por Bildu. ¿Aunque beneficien a todo el pueblo? Como Bildu votó a favor de la subida del salario mínimo, pues que se quede como estaba o que se baje.

Desde el primer momento tacharon al gobierno de ilegítimo porque el Presidente había mentido a los electores y las electoras. Dijo que no pactaría con Podemos ni con Bildu, ni con los independentistas catalanes. Y luego hizo lo contrario. Sí, cambió de opinión. Mariano Rajoy prometió que no iba a subir los impuestos y a los pocos días de acceder al gobierno, los subió. No hubo las mismas acusaciones de ilegitimidad. Si tan mal les han perecido los pactos con aliados indeseables, ¿por qué no les ha apoyado o se ha abstenido para sacar adelante la investidura y muchas leyes y proyectos? Eso sería coherencia.

Por otra parte le reprochan el pacto con Bildu por considerar a esa formación heredera de ETA. Pasamos media vida pidiendo y exigiendo a los etarras que dejasen las armas y que utilizasen los cauces políticos para defender sus ideas. Y, cuando abandonan las armas, dejan de matar y se integran en la democracia y sus instituciones, siguen siendo considerados asesinos. Ahora no lo son. Pero no importa. La señora Ayuso dice que ETA existe. ¿Qué atentados ha cometido desde que hace doce años se disolvió y entregó las armas? La democracia se fortalece y se enriquece incorporando a quienes la han combatido. Javier Pérez Royo, catedrático de la Universidad de Sevilla, considera un error que se hayan retirado de las listas de Bildu a los siete candidatos que tenían delitos de sangre. Lo entendía como una derrota de la democracia.

Otro ataque frontal ha sido el pacto con los independentistas catalanes. Pero, ¿qué problema tiene la derecha con ellos? ¿No pueden expresar sus ideas? Si gobiernan, veremos lo que pasa.

Y les han acusado de ser una ruina para España, de empobrecer a la ciudadanía a pesar de que los datos económicos sean positivos.

Nuestros romanos lo han hecho todo contra viento y marea. El viento de adversidades inusitadas como la pandemia, la guerra de Ucrania, la erupción de un volcán en La Palma, varias danas consecutivas… y la marea de una oposición que dice no a todo. La falta de apoyo en la pandemia, la negativa a solucionar el nombramiento del Consejo General del Poder Judicial, la crítica al gobierno en Europa, la promesa de destruir todo lo que se ha construido… A pesar de todos los pesares, los indeseables romanos nos han dejado una herencia formidable.