En EL PAÍS del sábado 20 viene un artículo de Manuel Délano titulado "Chile reconoce a más de 40.000 víctimas de la dictadura de Pinochet". Acompaña el artículo una fotografía de María Luisa Sepúlveda entregando al presidente chileno la segunda versión de un informe sobre violaciones de derechos humanos durante la dictadura; la comisión ha seguido investigando incluso con la Administración de derechas de Piñera. ¡Qué envidia poder seguir investigando los crímenes de la dictadura sin que te lleven a los tribunales por ello!
Sí, he sentido envidia del pueblo chileno, quizás la misma que nos tenían ellos con nuestra Transición tras la muerte de Franco. Envidia porque la democracia chilena ha seguido investigando a pesar de todas las leyes urdidas para evitarlo, hasta la de punto final. Y vergüenza por nuestros jueces y políticos que no han tenido la decencia de destapar la verdad de la dictadura, permitir que la Academia de Historia casi la elogie, e incluso no reconocer los crímenes de Franco y secuaces como el Partido Popular ni tan siquiera los de la posguerra.
Y esto con un Gobierno socialista. Cuando gobierne la derecha nos harán creer en las bondades del régimen franquista no dictadura. ¡Qué envidia de Chile!
RAFAEL MARTíNEZ MONSERRAT - Alicante -El País, 23/08/2011 (Foto del autor, puesta de sol en Chiclana, playa de la Barrosa, Fuerte de Sancti Petri. Verano de 2011)
martes, 23 de agosto de 2011
El sangriento y patriótico verano verbenero
Siempre he mantenido que la manera en que una sociedad trata a los animales es uno de los indicadores más fiables del nivel de desarrollo de ese país. Ahora acabo de descubrir que Gandhi ya dijo lo mismo hace muchos años: "La grandeza de una nación y su progreso pueden medirse en cómo trata ésta a sus animales". La cultura es así, un palimsesto, una larga trenza de pensamientos compartidos: todos vamos reescribiendo sobre las palabras de nuestros padres y nuestras madres. En fin, me encanta disponer de la frase exacta de alguien tan admirable como Gandhi y saber que ya luchó por los derechos de quienes no tienen ni siquiera voz para expresarse.
Y si la grandeza se puede medir así, no cabe duda de que en España somos especialmente miserables y pequeños durante el verano. Es decir, durante la orgía de sangre y de dolor a la que nos entregamos en las llamadas fiestas populares. Según datos recogidos por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA), en estos meses son maltratados (y después, casi siempre, sacrificados) 60.000 animales, la mayoría toros, pero también gallos, patos, carneros o caballos. La temporada de los verdugos se abre y se cierra, muy apropiada y simbólicamente, con dos "fiestas" repugnantes, tal vez las más bárbaras de todas: para comenzar, en junio, el toro de Coria (Cáceres), que consiste en soplar dardos sobre el animal hasta convertirlo en un acerico (al parecer, dicen que acertar en los ojos o en los genitales trae suerte), y después, cuando la pobre bestia "ya no da más", liquidarlo de un tiro; y, para finalizar, el segundo martes de septiembre se perpetra en Tordesillas (Valladolid) el infame Toro de la Vega, con una manada de carniceros persiguiendo y acuchillando lentamente al astado hasta matarlo. Entre estas dos apoteosis de sadismo discurre nuestro largo, febril, patriótico verano verbenero.
Que gente en apariencia normal, mínimamente educada, integrada en la sociedad, conciudadanos míos; gente que tal vez sea muy tiquismiquis respecto a cierta violencia y que incluso haya puesto el grito en el cielo acusando a los del 15-M de agresivos; que esta gente, en fin, luego se vaya al pueblo de vacaciones y, para divertirse, tenga que torturar a un animal y se lo pase genial tomándose un cubata mientras disfruta de un horrible espectáculo de sufrimiento y sangre, es algo que me sume en el desconsuelo. Es la banalidad del mal, como decía la maravillosa Hannah Arendt: la torpe, necia, inmoral ligereza con que los individuos participan en atrocidades colectivas sin pararse a reflexionar sobre sus actos. Nunca me siento menos española que en estos largos meses estivales. En verano aborrezco mi país.
Pero no quiero rendirme al pesimismo. Incluso en esta sociedad tan feroz empieza a desarrollarse cierta conciencia animalista. Estas "fiestas" crueles están siendo cada vez más combatidas y criticadas, y hay muchas mujeres y hombres españoles que se están dejando la piel para ayudar a las llamadas criaturas irracionales (aunque, para mí, la criatura más irracional sea el ser humano). Muchos de esos paladines del bienestar animal me escriben contándome sus cuitas.
Como María de Gracia, de la protectora Huellas, de Puertollano (http://huellaspuertollano.es/index.html): supuestamente, el Ayuntamiento les da 3.000 euros al mes, pero los pagos se atrasan, "con el cambio de concejales aún no hemos visto nada, la burocracia nos devora, tenemos más de 180 perros y gatos que comen cada día, pero que están en unas instalaciones penosas, ahora se achicharran y en invierno se hielan (...) funcionamos a base de voluntarios (...) un panorama dantesco". Sí, son muchos los que están en la misma situación, personas que abren refugios, que se hacen cargo de protectoras municipales para evitar que sigan sacrificando animales, que se encuentran desbordados, arruinados, asfixiados. Gente maravillosa como la de la protectora Arcoairis de Cuenca (http://protectoraarcoairis.blogspot.com), o Cuencanimal (http://www.cuencanimal.com), otra asociación que también se quiebra el espinazo todos los días intentando ofrecer un mínimo cobijo a todos esos seres indefensos y maltratados que son nuestros compañeros de vida y de planeta. Ayúdales, o busca otra asociación cerca de ti. Hay cientos, quizá miles, de organizaciones parecidas en nuestro país. Es otra manera de ser español.
(Rosa Montero en El País Semanal)
Toros torturados
Después de leer el artículo de Rosa M. El sangriento y patriotico verano verbenero del 7 de agosto, es imposible no estremecerse de espanto con el toro de Coria y el toro de la Vega. ¿Todavía hoy, en pleno siglo XXI, hay gente tan primitiva y cruel? ¿tan cobardes y primitivos como para ejercer tanta crueldad? Esto parece el Medievo, cuando el ser humano era cruel, miedoso y gregario. Da mucha pena y mucha vergüenza. Berta Miravete. Valencia.
(Fotos del autor, puesta de sol en la playa de la Barrosa, Chiclana de la Frontera, Cadiz, verano de 2011 y Yago y Hannah con la preciosa y buena gata "Chispa")
Y si la grandeza se puede medir así, no cabe duda de que en España somos especialmente miserables y pequeños durante el verano. Es decir, durante la orgía de sangre y de dolor a la que nos entregamos en las llamadas fiestas populares. Según datos recogidos por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA), en estos meses son maltratados (y después, casi siempre, sacrificados) 60.000 animales, la mayoría toros, pero también gallos, patos, carneros o caballos. La temporada de los verdugos se abre y se cierra, muy apropiada y simbólicamente, con dos "fiestas" repugnantes, tal vez las más bárbaras de todas: para comenzar, en junio, el toro de Coria (Cáceres), que consiste en soplar dardos sobre el animal hasta convertirlo en un acerico (al parecer, dicen que acertar en los ojos o en los genitales trae suerte), y después, cuando la pobre bestia "ya no da más", liquidarlo de un tiro; y, para finalizar, el segundo martes de septiembre se perpetra en Tordesillas (Valladolid) el infame Toro de la Vega, con una manada de carniceros persiguiendo y acuchillando lentamente al astado hasta matarlo. Entre estas dos apoteosis de sadismo discurre nuestro largo, febril, patriótico verano verbenero.
Que gente en apariencia normal, mínimamente educada, integrada en la sociedad, conciudadanos míos; gente que tal vez sea muy tiquismiquis respecto a cierta violencia y que incluso haya puesto el grito en el cielo acusando a los del 15-M de agresivos; que esta gente, en fin, luego se vaya al pueblo de vacaciones y, para divertirse, tenga que torturar a un animal y se lo pase genial tomándose un cubata mientras disfruta de un horrible espectáculo de sufrimiento y sangre, es algo que me sume en el desconsuelo. Es la banalidad del mal, como decía la maravillosa Hannah Arendt: la torpe, necia, inmoral ligereza con que los individuos participan en atrocidades colectivas sin pararse a reflexionar sobre sus actos. Nunca me siento menos española que en estos largos meses estivales. En verano aborrezco mi país.
Pero no quiero rendirme al pesimismo. Incluso en esta sociedad tan feroz empieza a desarrollarse cierta conciencia animalista. Estas "fiestas" crueles están siendo cada vez más combatidas y criticadas, y hay muchas mujeres y hombres españoles que se están dejando la piel para ayudar a las llamadas criaturas irracionales (aunque, para mí, la criatura más irracional sea el ser humano). Muchos de esos paladines del bienestar animal me escriben contándome sus cuitas.
Como María de Gracia, de la protectora Huellas, de Puertollano (http://huellaspuertollano.es/index.html): supuestamente, el Ayuntamiento les da 3.000 euros al mes, pero los pagos se atrasan, "con el cambio de concejales aún no hemos visto nada, la burocracia nos devora, tenemos más de 180 perros y gatos que comen cada día, pero que están en unas instalaciones penosas, ahora se achicharran y en invierno se hielan (...) funcionamos a base de voluntarios (...) un panorama dantesco". Sí, son muchos los que están en la misma situación, personas que abren refugios, que se hacen cargo de protectoras municipales para evitar que sigan sacrificando animales, que se encuentran desbordados, arruinados, asfixiados. Gente maravillosa como la de la protectora Arcoairis de Cuenca (http://protectoraarcoairis.blogspot.com), o Cuencanimal (http://www.cuencanimal.com), otra asociación que también se quiebra el espinazo todos los días intentando ofrecer un mínimo cobijo a todos esos seres indefensos y maltratados que son nuestros compañeros de vida y de planeta. Ayúdales, o busca otra asociación cerca de ti. Hay cientos, quizá miles, de organizaciones parecidas en nuestro país. Es otra manera de ser español.
(Rosa Montero en El País Semanal)
Toros torturados
Después de leer el artículo de Rosa M. El sangriento y patriotico verano verbenero del 7 de agosto, es imposible no estremecerse de espanto con el toro de Coria y el toro de la Vega. ¿Todavía hoy, en pleno siglo XXI, hay gente tan primitiva y cruel? ¿tan cobardes y primitivos como para ejercer tanta crueldad? Esto parece el Medievo, cuando el ser humano era cruel, miedoso y gregario. Da mucha pena y mucha vergüenza. Berta Miravete. Valencia.
(Fotos del autor, puesta de sol en la playa de la Barrosa, Chiclana de la Frontera, Cadiz, verano de 2011 y Yago y Hannah con la preciosa y buena gata "Chispa")
lunes, 22 de agosto de 2011
Islandia: "Políticos y banqueros, a la cárcel"
Hördur Torfason sonríe cuando le hablan de la admiración que despierta su país, el único que ha decidido que los responsables de esta larguísima crisis purguen sus pecados. Y que lo hagan en la cárcel. A principios de junio, Islandia inició un juicio contra el ex primer ministro conservador Geeir H. Haarde por su decidida contribución a la tarea de transformar una isla envidiada por el resto del mundo en un país en el que el Gobierno pretendía que cada familia pagara 50.000 euros para saldar la deuda de sus bancos quebrados. "Todo esto no ha pasado solo en Islandia. En EE UU y en Europa también ha habido ladrones que nos han estafado", dice este activista de 65 años, impulsor de las protestas que acabaron con la élite que había mandado en Islandia durante años.
"Cada sábado, varios miles de personas nos manifestábamos frente al Parlamento. Antes de irnos a casa, preguntaba a la gente si quería volver la semana siguiente. Siempre respondían que sí. Así lo hicimos", recuerda Torfason en Madrid. Ha viajado aquí invitado por los jóvenes indignados del 15-M, que escuchan boquiabiertos su relato. Las protestas pedían algo muy ambicioso: que se fueran todos los que mandaban. Gobierno, responsables del banco central y del supervisor financiero... Sorprendentemente, lo consiguieron. El actor reconvertido en líder social cuenta que su biografía tiene mucho que ver con lo que hizo durante esos meses tumultuosos en Reikiavik. "Cuando tenía 20 años me ofrecieron un buen puesto en una empresa. Lo pensé una semana y llegué a la conclusión de que un trabajo así me obligaría a hacer muchas cosas que no quería. Eran los años sesenta, y probablemente habría tenido que casarme con una mujer que hiciera de coartada en la oficina", recuerda Torfason, que más tarde se involucró en el movimiento de liberación gay.
La locura colectiva se apoderó de los islandeses durante los años de bonanza. Un país con 310.000 personas se convirtió en el segundo comprador mundial de la marca de lujo Bang & Olufsen, tan solo por detrás de Rusia, con casi 140 millones de habitantes. "Mi marido y yo queríamos cambiarnos de casa y entonces fui a pedir información al banco. Antes de abrir la boca, el empleado me dijo que podía irme de la oficina con una cantidad indecente de dinero en mi bolsillo. Los bancos hicieron todo lo posible para que la gente se endeudara por la mayor cantidad posible. Te ofrecían una soga para ponértela alrededor del cuello", asegura. Tras el sueño de la abundancia, el país se dio de bruces con la dura realidad: la inflación y el paro se desbocaron; al contrario que la corona y el PIB, que se desplomaron. Una inmensa oleada de furia y frustración inundó la isla de orgullosos vikingos.
Pero, ¿no cree que también tienen su parte de responsabilidad los ciudadanos que veían como héroes nacionales a los tiburones de las finanzas y querían cada vez más casas, más iPhones y más de todo? "No me gusta verlo de esa forma. Nos convencieron de que vivíamos en el país más feliz del mundo. Parecía que nada malo nos podía ocurrir. Nos engañaron de forma sistemática", responde. Leer todo el artículo de El País.
"Cada sábado, varios miles de personas nos manifestábamos frente al Parlamento. Antes de irnos a casa, preguntaba a la gente si quería volver la semana siguiente. Siempre respondían que sí. Así lo hicimos", recuerda Torfason en Madrid. Ha viajado aquí invitado por los jóvenes indignados del 15-M, que escuchan boquiabiertos su relato. Las protestas pedían algo muy ambicioso: que se fueran todos los que mandaban. Gobierno, responsables del banco central y del supervisor financiero... Sorprendentemente, lo consiguieron. El actor reconvertido en líder social cuenta que su biografía tiene mucho que ver con lo que hizo durante esos meses tumultuosos en Reikiavik. "Cuando tenía 20 años me ofrecieron un buen puesto en una empresa. Lo pensé una semana y llegué a la conclusión de que un trabajo así me obligaría a hacer muchas cosas que no quería. Eran los años sesenta, y probablemente habría tenido que casarme con una mujer que hiciera de coartada en la oficina", recuerda Torfason, que más tarde se involucró en el movimiento de liberación gay.
La locura colectiva se apoderó de los islandeses durante los años de bonanza. Un país con 310.000 personas se convirtió en el segundo comprador mundial de la marca de lujo Bang & Olufsen, tan solo por detrás de Rusia, con casi 140 millones de habitantes. "Mi marido y yo queríamos cambiarnos de casa y entonces fui a pedir información al banco. Antes de abrir la boca, el empleado me dijo que podía irme de la oficina con una cantidad indecente de dinero en mi bolsillo. Los bancos hicieron todo lo posible para que la gente se endeudara por la mayor cantidad posible. Te ofrecían una soga para ponértela alrededor del cuello", asegura. Tras el sueño de la abundancia, el país se dio de bruces con la dura realidad: la inflación y el paro se desbocaron; al contrario que la corona y el PIB, que se desplomaron. Una inmensa oleada de furia y frustración inundó la isla de orgullosos vikingos.
Pero, ¿no cree que también tienen su parte de responsabilidad los ciudadanos que veían como héroes nacionales a los tiburones de las finanzas y querían cada vez más casas, más iPhones y más de todo? "No me gusta verlo de esa forma. Nos convencieron de que vivíamos en el país más feliz del mundo. Parecía que nada malo nos podía ocurrir. Nos engañaron de forma sistemática", responde. Leer todo el artículo de El País.
domingo, 21 de agosto de 2011
Más de 1200 personas reunidas en Friburgo para proponer salidas al caos financiero
Comunicado de la Red Europea de ATTAC.
Más de 1200 activistas de todas las partes del mundo se han unido a la Academia de la Red Europea de ATTAC en Friburgo, Alemania, entre el 8 y el 14 de Agosto para mostrar alternativas al caótico sistema económico mundial. La acuciante situación de los mercados financieros mundiales es objeto de una fuerte crítica por parte de los asistentes.
“ATTAC no esta aquí para decir “ya os lo dijimos” (aunque lo hicimos, y durante años). Tenemos propuestas concretas sobre como poner a las personas y al planeta por delante de los escandalosos beneficios de unos pocos. Estas propuestas funcionarían, si se les diese una oportunidad”, ha declarado Susan George, Presidenta de Honor de ATTAC Francia.
“Durante mas de 10 años los políticos han ignorado nuestras reclamaciones de un control democrático sobre los mercados financieros: incluso cuando los debates sobre la necesidad de una mayor regulación ya se están dando, la implementación de un Impuesto a las Transacciones Financieras y otras herramientas reguladoras esta todavía lejos de aplicarse. A pesar de los bonitos discursos y las declaraciones de solidaridad con el mundo en el G20 y en otros influyentes foros internacionales, la regulación no se ha llevado a cabo, e incluso cuando se ha hecho tímidamente, esta ha llegado demasiado tarde”, declaró Hugo Braun, uno de los organizadores alemanes del evento.
“Los llamados mercados, que no son otra cosa que los grandes poderes financieros, las empresas multinacionales como Telefónica, que despiden a miles de trabajadores cuando ganan miles de millones de euros, o los bancos, que están en las esquinas de nuestras calles y juegan al casino con nuestro dinero, no dejan de atacar a los estados europeos y están a punto de hundir a nuevos países como Italia o España, después de haberlo hecho con Grecia, Irlanda o Portugal. Ellos crearon la crisis, por culpa de ellos se endeudaron los estados y ahora aprovechan la coyuntura para imponer a los pueblos su propio rescate como si fuera el de las naciones a las que están a punto de arruinar”, ha dicho Juan Torres, del Consejo Científico de ATTAC España.
El pánico ha regresado a los mercados financieros. A pesar de que los niveles de deuda de EE.UU. y los países de la Unión Europea eran bien conocidos hace tiempo, la gran crack bursátil esta aumentando incluso mas la irracionalidad de los mercados financieros con la degradación de la deuda de los EE.UU. Los rumores de la posible degradación de los bonos del estado francés han empeorado aun más el mercadeo especulativo.
“Hacemos una llamada a todo el mundo. ¡Levantaos de la televisión y los ordenadores y uníos a los movimientos que están construyendo alternativas a la crisis y trabajando por un mundo mejor!, este es el mejor camino para asegurar a todo el mundo que pueda tener una buena vida sobre unas bases ecológica y socialmente sostenibles”, concluye Benedikte Hansen, líder de ATTAC Noruega.
La Red Europea de ATTAC exige:
* La inmediata introducción de un impuesto a las transacciones financieras para frenar la especulación.
* La inmediata expulsión de los especuladores y los instrumentos financieros de especulación de la economía y las sociedades, incluyendo la modalidad de compra/venta a corto y los CDS.
* No a los rescates bancarios sin condiciones. Los bancos que no puedan sobrevivir deberán ser puestos bajo el control democrático de los poderes públicos con el objetivo de servir a las necesidades de la población y no de los beneficios de los accionistas privados.
* Todas las instituciones financieras que son consideradas “demasiado grandes para caer” se dividirán en otras mas pequeñas.
* Toda la deuda pública deberá ser auditada por una institución ciudadana imparcial. Toda deuda ilegitima será cancelada.
* El Banco Central Europeo debe estar bajo el control democrático, y su mandato revisado de tal manera que permita la financiación de los estados miembros de la Eurozona.
Friburgo, Alemania, 12 de Agosto de 2011
(Foto del autor, Plaza del Comercio de Lisboa al atardecer del 20 del 8 del 2011)
Más de 1200 activistas de todas las partes del mundo se han unido a la Academia de la Red Europea de ATTAC en Friburgo, Alemania, entre el 8 y el 14 de Agosto para mostrar alternativas al caótico sistema económico mundial. La acuciante situación de los mercados financieros mundiales es objeto de una fuerte crítica por parte de los asistentes.
“ATTAC no esta aquí para decir “ya os lo dijimos” (aunque lo hicimos, y durante años). Tenemos propuestas concretas sobre como poner a las personas y al planeta por delante de los escandalosos beneficios de unos pocos. Estas propuestas funcionarían, si se les diese una oportunidad”, ha declarado Susan George, Presidenta de Honor de ATTAC Francia.
“Durante mas de 10 años los políticos han ignorado nuestras reclamaciones de un control democrático sobre los mercados financieros: incluso cuando los debates sobre la necesidad de una mayor regulación ya se están dando, la implementación de un Impuesto a las Transacciones Financieras y otras herramientas reguladoras esta todavía lejos de aplicarse. A pesar de los bonitos discursos y las declaraciones de solidaridad con el mundo en el G20 y en otros influyentes foros internacionales, la regulación no se ha llevado a cabo, e incluso cuando se ha hecho tímidamente, esta ha llegado demasiado tarde”, declaró Hugo Braun, uno de los organizadores alemanes del evento.
“Los llamados mercados, que no son otra cosa que los grandes poderes financieros, las empresas multinacionales como Telefónica, que despiden a miles de trabajadores cuando ganan miles de millones de euros, o los bancos, que están en las esquinas de nuestras calles y juegan al casino con nuestro dinero, no dejan de atacar a los estados europeos y están a punto de hundir a nuevos países como Italia o España, después de haberlo hecho con Grecia, Irlanda o Portugal. Ellos crearon la crisis, por culpa de ellos se endeudaron los estados y ahora aprovechan la coyuntura para imponer a los pueblos su propio rescate como si fuera el de las naciones a las que están a punto de arruinar”, ha dicho Juan Torres, del Consejo Científico de ATTAC España.
El pánico ha regresado a los mercados financieros. A pesar de que los niveles de deuda de EE.UU. y los países de la Unión Europea eran bien conocidos hace tiempo, la gran crack bursátil esta aumentando incluso mas la irracionalidad de los mercados financieros con la degradación de la deuda de los EE.UU. Los rumores de la posible degradación de los bonos del estado francés han empeorado aun más el mercadeo especulativo.
“Hacemos una llamada a todo el mundo. ¡Levantaos de la televisión y los ordenadores y uníos a los movimientos que están construyendo alternativas a la crisis y trabajando por un mundo mejor!, este es el mejor camino para asegurar a todo el mundo que pueda tener una buena vida sobre unas bases ecológica y socialmente sostenibles”, concluye Benedikte Hansen, líder de ATTAC Noruega.
La Red Europea de ATTAC exige:
* La inmediata introducción de un impuesto a las transacciones financieras para frenar la especulación.
* La inmediata expulsión de los especuladores y los instrumentos financieros de especulación de la economía y las sociedades, incluyendo la modalidad de compra/venta a corto y los CDS.
* No a los rescates bancarios sin condiciones. Los bancos que no puedan sobrevivir deberán ser puestos bajo el control democrático de los poderes públicos con el objetivo de servir a las necesidades de la población y no de los beneficios de los accionistas privados.
* Todas las instituciones financieras que son consideradas “demasiado grandes para caer” se dividirán en otras mas pequeñas.
* Toda la deuda pública deberá ser auditada por una institución ciudadana imparcial. Toda deuda ilegitima será cancelada.
* El Banco Central Europeo debe estar bajo el control democrático, y su mandato revisado de tal manera que permita la financiación de los estados miembros de la Eurozona.
Friburgo, Alemania, 12 de Agosto de 2011
(Foto del autor, Plaza del Comercio de Lisboa al atardecer del 20 del 8 del 2011)
sábado, 20 de agosto de 2011
20 años de la caída de la URSS. Desilusión y frustración dos décadas después
En un ambiente mitad de cumpleaños, mitad de velorio, los diputados y defensores de la Casa Blanca rusa -el entonces Parlamento y sede del recién elegido presidente ruso Borís Yeltsin, que plantó cara a los golpistas- festejaron hoy el Día de la Bandera, esa bandera tricolor que alzaron en aquellos ya lejanos días de agosto de 1991 los opositores al retorno del comunismo y que hicieron fracasar a la junta que había derrocado a Mijaíl Gorbachov, confinándolo en su dacha de Forós. Los festejos han estado marcados por la desilusión y frustración que sienten los diputados y defensores de la Casa Blanca al ver el régimen en que desembocó finalmente su lucha por la libertad y la democracia.
Serguéi Filátov, que en su tiempo ocupó el poderosísimo cargo de jefe de la administración de Yeltsin, constató con tristeza «los intentos que hace el poder», es decir, los actuales dueños del Kremlin, para no solo minimizar los acontecimientos de agosto de 1991, sino para «reevaluarlos», es decir, para revisarlos negativamente.
Serguéi Filátov, que en su tiempo ocupó el poderosísimo cargo de jefe de la administración de Yeltsin, constató con tristeza «los intentos que hace el poder», es decir, los actuales dueños del Kremlin, para no solo minimizar los acontecimientos de agosto de 1991, sino para «reevaluarlos», es decir, para revisarlos negativamente.
«Con ayuda del poder, paulatinamente los años noventa -los de la revolución pacífica que acabó con el comunismo y que comenzó las reformas económicas y democráticas- se convierten en años de tragedia», señaló el que otrora fuera unos de los hombres más poderosos del país. Es decir, que en lugar de años de alegría, de liberación, de progreso, son vistos ya oficialmente como un periodo negro de la historia rusa.
Esto no es casual; refleja el sentir de la burocracia soviética, que no ha muerto, que sigue en el poder sin ser comunista. Lo muestra muy bien una anécdota contada por Filátov. Cuando el exjefe de Gobierno Yevgueni Primakov -que también encabezó el Servicio de Espionaje- fue delegado para entrevistarse con el primer ministro y expresidente Vladímir Putin para pedirle una condecoración para Alexandr Yákovlev -el gran reformista de la perestroika-, este le dijo: "No lo condecoraré, él piensa mal de nuestro pasado, mientras que yo pienso bien".
Sin renegar del pasado Leer más aquí en El País.
Leer la noticia. El 80% de los rusos rechaza el capitalismo.
(Foto del autor; terraza del cafe-restaurate del museo Calouste Gubelkian en Lisboa)
jueves, 18 de agosto de 2011
Ya son 85 los ambulatorios que cerrarán en Catalunya
El alcance de los recortes del Govern de la Generalitat es cada vez mayor. El número de ambulatorios y centros de atención primaria (CAP) que este verano se verán afectados por el cierre o la reducción horaria va en aumento y finalmente serán 165. Aunque el Govern ofrece información con cuentagotas y aún no ha facilitado el listado definitivo, fuentes del Departamento de Salut confirmaron ayer a Público que un total de 85 puntos de atención primaria de Catalunya cerrarán durante el mes de agosto. Y muchos de ellos no volverán a abrir a partir de septiembre.
Al cierre de estos centros se suma la reducción horaria en otros 80, lo que significa que el 15% de la atención primaria sufre algún tipo de alteración este verano. Así, de los 1.215 puntos de atención que hay en Catalunya 375 CAP y 840 ambulatorios un total de 165 sufrirán algún tipo de alteración. Ya sea por cierre total o bien por la disminución del tiempo de consulta, muchos vecinos deberán desplazarse hasta 30 kilómetros para ser atendidos en el centro más cercano. Agosto será mal mes para ponerse enfermo...
Leer más en Público.
(Foto del autor, entrada de metro en Baixa-Chiado, Lisboa, noche del 20-8-2011)
Al cierre de estos centros se suma la reducción horaria en otros 80, lo que significa que el 15% de la atención primaria sufre algún tipo de alteración este verano. Así, de los 1.215 puntos de atención que hay en Catalunya 375 CAP y 840 ambulatorios un total de 165 sufrirán algún tipo de alteración. Ya sea por cierre total o bien por la disminución del tiempo de consulta, muchos vecinos deberán desplazarse hasta 30 kilómetros para ser atendidos en el centro más cercano. Agosto será mal mes para ponerse enfermo...
Leer más en Público.
(Foto del autor, entrada de metro en Baixa-Chiado, Lisboa, noche del 20-8-2011)
miércoles, 17 de agosto de 2011
Privatizaciones. ¿La panacea?
Por favor, que alguien me diga uno solo de los beneficios obtenidos para el pueblo con las privatizaciones que se han realizado en este país. Ahora Repsol o Telefónica funcionan bien, ganan mucho dinero y están en muchos países. Pero ¿en qué nos beneficia?
La gasolina o el teléfono son más caros, el servicio es peor, seguimos pagando regulaciones de empleo millonarias y el paro se ha incrementado, dan empleo fuera del país por resultarles más barato, hemos dejado de recibir los beneficios para el fisco que no se compensan con sus impuestos y el Estado es mucho más pobre e insolvente. ¿Dónde está la ventaja?
El lógico fin de la empresa privada es ganar dinero, pero los productos estratégicos son necesidades sociales.
Los "mercados" exigen, aparte de suprimir derechos, más privatizaciones y Rajoy anuncia la de los ferrocarriles. ¿Es que nos va a salir más barato o tendremos mejor servicio? La clara respuesta es: no, como ya se ha demostrado en Estados Unidos y Reino Unido. Pero sí es posible que los compradores ganen mucho dinero, que las acciones de Renfe se coticen en Bolsa y, como es habitual, bajen un día y al siguiente suban, según interese. ¿Es eso lo que queremos? (RAFAEL MARTíNEZ MONSERRAT - El Pais 16/08/2011)
La gasolina o el teléfono son más caros, el servicio es peor, seguimos pagando regulaciones de empleo millonarias y el paro se ha incrementado, dan empleo fuera del país por resultarles más barato, hemos dejado de recibir los beneficios para el fisco que no se compensan con sus impuestos y el Estado es mucho más pobre e insolvente. ¿Dónde está la ventaja?
El lógico fin de la empresa privada es ganar dinero, pero los productos estratégicos son necesidades sociales.
Los "mercados" exigen, aparte de suprimir derechos, más privatizaciones y Rajoy anuncia la de los ferrocarriles. ¿Es que nos va a salir más barato o tendremos mejor servicio? La clara respuesta es: no, como ya se ha demostrado en Estados Unidos y Reino Unido. Pero sí es posible que los compradores ganen mucho dinero, que las acciones de Renfe se coticen en Bolsa y, como es habitual, bajen un día y al siguiente suban, según interese. ¿Es eso lo que queremos? (RAFAEL MARTíNEZ MONSERRAT - El Pais 16/08/2011)
Thomas Jefferson
Thomas Jefferson (13 de abril de 1743 — 4 de julio de 1826) fue el tercer presidente de los Estados Unidos de América, ocupando el cargo entre 1801 y 1809. Se le considera uno de los Padres Fundadores de la Nación. (Para ampliar su foto y palabras sobre los Bancos, hacer doble clik sobre ellas)
martes, 16 de agosto de 2011
Un modelo de millonario. Buffett aboga por subir los impuestos a las grandes fortunas. ¿Habrá alguno así en España?
La credibilidad de EE UU a la hora de poner en orden sus cuentas públicas está en juego. Con este argumento Warren Buffett saltó ayer a escena para pedir a los legisladores en Washington que suban los impuestos a las mayores fortunas del país. El oráculo de Omaha, una de las mayores fortunas del mundo y uno de los grandes filántropos, cree que el modelo de imposición actual es "injusto" para la clase media y cuestionó el argumento de que vaya a dañar la inversión.
En un artículo publicado en The New York Times bajo el título Dejen de mimar a los superricos, Buffett vuelve a posicionarse con la política defendida por el presidente Barack Obama. El demócrata se vio forzado en diciembre a prorrogar dos años los incentivos fiscales de los que se benefician los contribuyentes con unos ingresos superiores a los 250.000 dólares anuales (173.000 euros).
Buffett precisa que la imposición que se le aplicó a su fortuna fue del 17,4%, cuando a un empleado medio se le grava con el 36%. Explica que consiguió pagar la mitad de impuestos gracias a una serie de agujeros en la estructura fiscal. En concreto, el presidente ejecutivo de Berkshire Hathaway pagó 6,9 millones en impuestos. "Puede parecer mucho dinero, pero porcentualmente es menos de lo que pagó el resto de empleados en nuestras oficinas", remachó el inversor, en plena batalla ideológica sobre cómo Estados Unidos debe recortar el gasto e incrementar los ingresos para contener la escalada de la deuda... Leer toda la reseña en El País. El articulo original del propio Buffett aquí en el NYT. La verdad sobre los impuestos (foto de Yago en su primer día de escuela con Hannah)
En un artículo publicado en The New York Times bajo el título Dejen de mimar a los superricos, Buffett vuelve a posicionarse con la política defendida por el presidente Barack Obama. El demócrata se vio forzado en diciembre a prorrogar dos años los incentivos fiscales de los que se benefician los contribuyentes con unos ingresos superiores a los 250.000 dólares anuales (173.000 euros).
Buffett precisa que la imposición que se le aplicó a su fortuna fue del 17,4%, cuando a un empleado medio se le grava con el 36%. Explica que consiguió pagar la mitad de impuestos gracias a una serie de agujeros en la estructura fiscal. En concreto, el presidente ejecutivo de Berkshire Hathaway pagó 6,9 millones en impuestos. "Puede parecer mucho dinero, pero porcentualmente es menos de lo que pagó el resto de empleados en nuestras oficinas", remachó el inversor, en plena batalla ideológica sobre cómo Estados Unidos debe recortar el gasto e incrementar los ingresos para contener la escalada de la deuda... Leer toda la reseña en El País. El articulo original del propio Buffett aquí en el NYT. La verdad sobre los impuestos (foto de Yago en su primer día de escuela con Hannah)
Ante la crisis la caridad no debe sustituir a los derechos asistenciales
Los servicios sociales están disminuyendo cuando más ciudadanos los necesitan - Cientos de casos se derivan hacia organizaciones benéficas - Los expertos alertan de que así se rompe el pacto social
Los profesionales de los servicios sociales públicos se lamentan con frecuencia de que este pilar del Estado de bienestar es la cenicienta entre los cuatro existentes -con las pensiones, la educación y la sanidad-. La crisis les está dando la razón con abundancia, porque justo en estos años en que se redoblan las carencias, los que temían pasan a ser pobres y los que ya lo eran cruzan la raya de la exclusión; en momentos en que el desempleo vacía la nevera y muestra su cara más amarga a los jóvenes que no completaron estudios; cuando las aguas se vuelven turbulentas en aquellos hogares reunidos de nuevo por el impago de hipotecas... Justo ahora, los servicios sociales están pasando más hambre que nadie.
"Se puede decir que los están dejando en los huesos, en su estructura más básica, y encima hay una tendencia a devolverlos al asistencialismo, más propio de la antigua beneficencia que de un derecho público consagrado", critica Ana Lima, presidenta del Consejo de Trabajadores Sociales.
Se refiere, por un lado a la escasez de presupuestos, los que destina el Gobierno han disminuido en nueve millones y los convenios que mantenían las comunidades y los Ayuntamientos con empresas para la atención de las muchas necesidades sociales "están reduciéndose o, directamente, no se renuevan", afirma Lima. "Es fácil que todo eso ocurra porque no hay una ley estatal, ni comunitarias, que los garantice: son solo convenios que se firman en épocas de vacas gordas, pero que se echan abajo en situación deficitaria", dice. En paralelo, asistimos a "una visión asistencialista, paliativa, un parcheo aquí y allá, donde surge la necesidad. Eso es más propio de la labor, encomiable, que desarrollan las organizaciones benéficas privadas, pero los servicios sociales son mucho más que eso", afirma Lima.
Para empezar, son un derecho, no una simple ayuda caritativa, por tanto, tratan de alejar el estigma de aquellos que solicitan este apoyo en momentos de carencias. Cuando Nuria (no quiere apellidos) decidió que la familia no debía seguir sosteniendo su precaria situación económica acudió a la asistente social en busca de una renta básica de inserción. "Al principio no me hacía mucha gracia, la verdad, me daba la impresión de que estaba pidiendo limosna, mendigando, pero pensé, -y mis hermanos me convencieron-, que si existían estos organismos, y si estaban para eso... Aunque bueno, sigue sin hacerme gracia, yo lo que quiero es trabajar y decir, 'esto me lo he ganado'. Lo otro, quieras que no, me lo dan. Ya sé que también es con mis impuestos, pero...".
Los servicios sociales, además, abordan cada caso de una manera integral, o tratan de hacerlo. Conseguir una renta de inserción, que ronda entre 400 o 500 euros, según los casos y las comunidades autónomas, requiere algo más que pasar por una débil situación económica. "Mi hija y yo nos hemos comprometido a acudir a las oficinas de empleo siempre que nos llamen. Aunque ella está en la universidad, gracias a las becas, siempre puede trabajar en fines de semana o en vacaciones, algo que sea compatible con los estudios", dice esta zaragozana. Los servicios sociales le ayudan también a redactar currículos, preparar entrevistas de trabajo... "Y ahora, en septiembre, empezarán los cursillos formativos: puedo elegir, pero tengo que hacer alguno de ellos", señala.
"La reducción del gasto público social está afectando negativamente al bienestar y la calidad de vida de grandes sectores de la ciudadanía. Estos recortes no pueden ser sustituidos por acciones benéficas de carácter caritativo. Estas organizaciones no tienen ni los recursos ni las infraestructuras para suplir los servicios públicos que están siendo eliminados. Es volver al siglo XIX, cuando ya estamos en el siglo XXI", critica Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra.
"Lo que es indignante es que se diga que España no tiene los fondos para mantener o incluso expandir el gasto público social cuando los datos muestran que el gasto público social es mucho más bajo que el que le corresponde por su nivel de riqueza económica. El PIB per cápita de España es el 94% del promedio de la UE de los 15. Y en cambio, el gasto público social por habitante es solo el 74% del promedio de esos países. Si fuera el 94% nos gastaríamos 66.000 millones de euros más de lo que nos gastamos en nuestro Estado de bienestar", explica Navarro. Cree que los recursos existen "pero el Estado no los recoge porque teme enfrentarse con los grupos financieros, económicos y clases sociales adineradas que no contribuyen a las arcas del Estado como lo hacen sus homólogos en la UE de los 15", critica...
¿Justifica una situación de crisis, por más feroz que esta sea, el adelgazamiento de los servicios sociales o más bien debería ser al contrario?
"Para volver a la beneficencia, por más que alguien lo pretendiera, se necesitaría cambiar la Constitución. El artículo 1, el 10 y el 41 consagran la dignidad personal y la protección social de la ciudadanía como derecho fundamental. La beneficencia pública entra en contradicción con un Estado social de Derecho", dice Patrocinio de las Heras, que fue en los ochenta responsable de Acción Social, del Instituto Nacional de Acción Social y del Inserso." ,,, Leer todo en El País. Más aquí.
Los profesionales de los servicios sociales públicos se lamentan con frecuencia de que este pilar del Estado de bienestar es la cenicienta entre los cuatro existentes -con las pensiones, la educación y la sanidad-. La crisis les está dando la razón con abundancia, porque justo en estos años en que se redoblan las carencias, los que temían pasan a ser pobres y los que ya lo eran cruzan la raya de la exclusión; en momentos en que el desempleo vacía la nevera y muestra su cara más amarga a los jóvenes que no completaron estudios; cuando las aguas se vuelven turbulentas en aquellos hogares reunidos de nuevo por el impago de hipotecas... Justo ahora, los servicios sociales están pasando más hambre que nadie.
"Se puede decir que los están dejando en los huesos, en su estructura más básica, y encima hay una tendencia a devolverlos al asistencialismo, más propio de la antigua beneficencia que de un derecho público consagrado", critica Ana Lima, presidenta del Consejo de Trabajadores Sociales.
Se refiere, por un lado a la escasez de presupuestos, los que destina el Gobierno han disminuido en nueve millones y los convenios que mantenían las comunidades y los Ayuntamientos con empresas para la atención de las muchas necesidades sociales "están reduciéndose o, directamente, no se renuevan", afirma Lima. "Es fácil que todo eso ocurra porque no hay una ley estatal, ni comunitarias, que los garantice: son solo convenios que se firman en épocas de vacas gordas, pero que se echan abajo en situación deficitaria", dice. En paralelo, asistimos a "una visión asistencialista, paliativa, un parcheo aquí y allá, donde surge la necesidad. Eso es más propio de la labor, encomiable, que desarrollan las organizaciones benéficas privadas, pero los servicios sociales son mucho más que eso", afirma Lima.
Para empezar, son un derecho, no una simple ayuda caritativa, por tanto, tratan de alejar el estigma de aquellos que solicitan este apoyo en momentos de carencias. Cuando Nuria (no quiere apellidos) decidió que la familia no debía seguir sosteniendo su precaria situación económica acudió a la asistente social en busca de una renta básica de inserción. "Al principio no me hacía mucha gracia, la verdad, me daba la impresión de que estaba pidiendo limosna, mendigando, pero pensé, -y mis hermanos me convencieron-, que si existían estos organismos, y si estaban para eso... Aunque bueno, sigue sin hacerme gracia, yo lo que quiero es trabajar y decir, 'esto me lo he ganado'. Lo otro, quieras que no, me lo dan. Ya sé que también es con mis impuestos, pero...".
Los servicios sociales, además, abordan cada caso de una manera integral, o tratan de hacerlo. Conseguir una renta de inserción, que ronda entre 400 o 500 euros, según los casos y las comunidades autónomas, requiere algo más que pasar por una débil situación económica. "Mi hija y yo nos hemos comprometido a acudir a las oficinas de empleo siempre que nos llamen. Aunque ella está en la universidad, gracias a las becas, siempre puede trabajar en fines de semana o en vacaciones, algo que sea compatible con los estudios", dice esta zaragozana. Los servicios sociales le ayudan también a redactar currículos, preparar entrevistas de trabajo... "Y ahora, en septiembre, empezarán los cursillos formativos: puedo elegir, pero tengo que hacer alguno de ellos", señala.
"La reducción del gasto público social está afectando negativamente al bienestar y la calidad de vida de grandes sectores de la ciudadanía. Estos recortes no pueden ser sustituidos por acciones benéficas de carácter caritativo. Estas organizaciones no tienen ni los recursos ni las infraestructuras para suplir los servicios públicos que están siendo eliminados. Es volver al siglo XIX, cuando ya estamos en el siglo XXI", critica Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra.
"Lo que es indignante es que se diga que España no tiene los fondos para mantener o incluso expandir el gasto público social cuando los datos muestran que el gasto público social es mucho más bajo que el que le corresponde por su nivel de riqueza económica. El PIB per cápita de España es el 94% del promedio de la UE de los 15. Y en cambio, el gasto público social por habitante es solo el 74% del promedio de esos países. Si fuera el 94% nos gastaríamos 66.000 millones de euros más de lo que nos gastamos en nuestro Estado de bienestar", explica Navarro. Cree que los recursos existen "pero el Estado no los recoge porque teme enfrentarse con los grupos financieros, económicos y clases sociales adineradas que no contribuyen a las arcas del Estado como lo hacen sus homólogos en la UE de los 15", critica...
¿Justifica una situación de crisis, por más feroz que esta sea, el adelgazamiento de los servicios sociales o más bien debería ser al contrario?
"Para volver a la beneficencia, por más que alguien lo pretendiera, se necesitaría cambiar la Constitución. El artículo 1, el 10 y el 41 consagran la dignidad personal y la protección social de la ciudadanía como derecho fundamental. La beneficencia pública entra en contradicción con un Estado social de Derecho", dice Patrocinio de las Heras, que fue en los ochenta responsable de Acción Social, del Instituto Nacional de Acción Social y del Inserso." ,,, Leer todo en El País. Más aquí.
lunes, 15 de agosto de 2011
¿Déficits a largo plazo? No hay tal problema.
Standard & Poor’s no degradó la calificación del sistema político de estadounidense. No degradó la calificación del mercado de valores. Degradó la calificación de los bonos y de las letras del Tesoro de los EEUU, y lo hizo después de que el Congreso hubiera descartado cualquier posibilidad, por pequeña que fuera, del menor aplazamiento en los pagos. Así pues, resulta instructivo que, en la apertura de mercados del día siguiente, los inversores salieran masivamente de los valores en bolsa para recalar en el puerto seguro de los bonos y las letras del Tesoro estadounidense. Rara vez ha sido tan presta y apabullantemente en evidencia la estupidez...
De un lado, están quienes profesan el aborrecimiento de todo déficit con el argumento de que el sector productivo privado crecerá, lo que absorberá con creces todos los efectos de los recortes públicos. Este es un atractivo punto de vista dieciochesco que puede encontrarse en Adam Smith y refleja la época en que los campesinos y los pequeños artesanos eran objeto de predación por parte de señores, reyes y recaudadores de impuestos. El único problema es que las cosas han cambiado mucho desde que Adam Smith publicó en 1776 su Riqueza de las naciones.
La otra fuerza ne presencia son los liberales de izquierda que andaban deseperados hace dos años para que el Congreso aprobara un paquete de estímulos a corto plazo y que, a trueque de eso, se mostraban dispuestos a admitir que había un “problema a largo plazo de reducción del déficit”. En qué exactamente consista ese problema –¿suplantación pública de la actividad económica privada? ¿Inflación? ¿Altos tipos de interés a largo plazo?—, es cosa que raramente se especifica, si es que alguna vez se hace, porque nada de eso resulta ni remotamente plausible con una tasa de desempleo superior al 9% y con deflación por sobreendeudamiento y los tipos de interés por los suelos que vemos ahora. Hecha, empero, la concesión por motivos de retórica y equilibrio políticos, quedan atrapados en ella. Paul Krugman es un ejemplo señero: tan recientemente como el pasado 6 de agosto, escribía en su blog:
“América tiene un problema fiscal a largo plazo generado por la combinación de los costes crecientes de la sanidad que van con una población envejecida y la falta de voluntad política para aumentar los impuestos con que pagar los programas sociales de que disponemos. No encaramos este problema, y pasarán cosas graves.”
Dos cosas hay que observar aquí. Primera: Krugman no dice en qué consisten las “cosas graves”. Segundo: no menciona los tipos de interés ni menciona en ningún caso lo que pasa con la ratio deuda/PIB si los tipos se mantienen. (Respuesta: la proporción deuda/PIB tiende a estabilizarse, y no pasa nada más, como he mostrado en un trabajo que puede verse pulsando este enlace.) Y entonces da todo su peso a la presión que, a fines del presente año, se ejercerá a favor de los recortes en la Seguridad Social, Medicare y Mediaid que se aplazado este agosto. Unos recortes a los que, sin duda, Krugman se opone.
La perversa naturaleza del acuerdo sobre el techo de deuda obligará al Pentágono a entrar en liza a favor de recortes en la Seguridad Social, Medicare y Medicaid. Y eso será así, aun cuando los recortes que afectarán al Pentágono si el Congreso no aprueba las recomendaciones del nuevo “supercomité” sean más bien engañosos. Parece obvio que los Republicanos, lo mismo que la Casa Blanca, entienden esa dinámica perfectamente, razón por la cual el conejo de los recortes en el gasto de defensa salió de la chistera del acuerdo del techo de deuda en el último minuto. Como de costumbre, los progresistas que por unos momentos creyeron en una victoria aquí de los Demócratas fueron timados.
¿Qué hay, pues, que hacer? No es este momento para formular políticas capaces, por ejemplo, de crear empleo, construir infraestructuras públicas o lidiar con el cambio climático. Nada de eso puede hacerse, hasta que cambien las ideas. Y el primer cambio debe venir del cuestionamiento y el rechazo de todo este sinsentido que viene oyéndose sobre los déficits presupuestarios a largo plazo, la bancarrota o la insolvencia nacional y la “responsabilidad fiscal”. El único propósito de toda esta campaña propagandística es la paralización del Estado –incluida la actividad regulatoria y la de los tribunales de justicia— y deshacer las conquistas históricas de la Seguridad Social, Medicare y Medicaid. La defensa de esos programas exitosos, eficaces –y sí, sostenibles— se ha vuelto harto más difícil, acaso imposible. Pero es necesario hacerla, y hasta el final.
James K. Galbraith es profesor de economía en la Lyndon B. Johnson School of Public Affairs, de la University of Texas-Austin. Hijo del llorado economista canadiense John K. Galbraith, ocupó anteriormente varios puestos en el Congreso de los Estados Unidos, incluida la dirección ejecutiva del Joint Economic Committee.
Leer todo el artículo en Sin Permiso
De un lado, están quienes profesan el aborrecimiento de todo déficit con el argumento de que el sector productivo privado crecerá, lo que absorberá con creces todos los efectos de los recortes públicos. Este es un atractivo punto de vista dieciochesco que puede encontrarse en Adam Smith y refleja la época en que los campesinos y los pequeños artesanos eran objeto de predación por parte de señores, reyes y recaudadores de impuestos. El único problema es que las cosas han cambiado mucho desde que Adam Smith publicó en 1776 su Riqueza de las naciones.
La otra fuerza ne presencia son los liberales de izquierda que andaban deseperados hace dos años para que el Congreso aprobara un paquete de estímulos a corto plazo y que, a trueque de eso, se mostraban dispuestos a admitir que había un “problema a largo plazo de reducción del déficit”. En qué exactamente consista ese problema –¿suplantación pública de la actividad económica privada? ¿Inflación? ¿Altos tipos de interés a largo plazo?—, es cosa que raramente se especifica, si es que alguna vez se hace, porque nada de eso resulta ni remotamente plausible con una tasa de desempleo superior al 9% y con deflación por sobreendeudamiento y los tipos de interés por los suelos que vemos ahora. Hecha, empero, la concesión por motivos de retórica y equilibrio políticos, quedan atrapados en ella. Paul Krugman es un ejemplo señero: tan recientemente como el pasado 6 de agosto, escribía en su blog:
“América tiene un problema fiscal a largo plazo generado por la combinación de los costes crecientes de la sanidad que van con una población envejecida y la falta de voluntad política para aumentar los impuestos con que pagar los programas sociales de que disponemos. No encaramos este problema, y pasarán cosas graves.”
Dos cosas hay que observar aquí. Primera: Krugman no dice en qué consisten las “cosas graves”. Segundo: no menciona los tipos de interés ni menciona en ningún caso lo que pasa con la ratio deuda/PIB si los tipos se mantienen. (Respuesta: la proporción deuda/PIB tiende a estabilizarse, y no pasa nada más, como he mostrado en un trabajo que puede verse pulsando este enlace.) Y entonces da todo su peso a la presión que, a fines del presente año, se ejercerá a favor de los recortes en la Seguridad Social, Medicare y Mediaid que se aplazado este agosto. Unos recortes a los que, sin duda, Krugman se opone.
La perversa naturaleza del acuerdo sobre el techo de deuda obligará al Pentágono a entrar en liza a favor de recortes en la Seguridad Social, Medicare y Medicaid. Y eso será así, aun cuando los recortes que afectarán al Pentágono si el Congreso no aprueba las recomendaciones del nuevo “supercomité” sean más bien engañosos. Parece obvio que los Republicanos, lo mismo que la Casa Blanca, entienden esa dinámica perfectamente, razón por la cual el conejo de los recortes en el gasto de defensa salió de la chistera del acuerdo del techo de deuda en el último minuto. Como de costumbre, los progresistas que por unos momentos creyeron en una victoria aquí de los Demócratas fueron timados.
¿Qué hay, pues, que hacer? No es este momento para formular políticas capaces, por ejemplo, de crear empleo, construir infraestructuras públicas o lidiar con el cambio climático. Nada de eso puede hacerse, hasta que cambien las ideas. Y el primer cambio debe venir del cuestionamiento y el rechazo de todo este sinsentido que viene oyéndose sobre los déficits presupuestarios a largo plazo, la bancarrota o la insolvencia nacional y la “responsabilidad fiscal”. El único propósito de toda esta campaña propagandística es la paralización del Estado –incluida la actividad regulatoria y la de los tribunales de justicia— y deshacer las conquistas históricas de la Seguridad Social, Medicare y Medicaid. La defensa de esos programas exitosos, eficaces –y sí, sostenibles— se ha vuelto harto más difícil, acaso imposible. Pero es necesario hacerla, y hasta el final.
James K. Galbraith es profesor de economía en la Lyndon B. Johnson School of Public Affairs, de la University of Texas-Austin. Hijo del llorado economista canadiense John K. Galbraith, ocupó anteriormente varios puestos en el Congreso de los Estados Unidos, incluida la dirección ejecutiva del Joint Economic Committee.
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sábado, 13 de agosto de 2011
Portugal. Cuando las barbas de tu vecino... ¿el espejo de lo que hará el PP?
Los portugueses se desayunaron ayer con un inesperado y amargo aperitivo: una brutal subida del IVA en productos esenciales para las familias y las pequeñas y medianas empresas. El gas y la electricidad pasarán de tener un IVA del 6% al 23%, casi cuatro veces más (un aumento del 283%), a partir de octubre, pese a que el compromiso asumido en mayo con la troika formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) para la concesión de un rescate de 78.000 millones de euros contemplaba una subida menos onerosa, y para en enero de 2012.
La medida, que llega apenas diez semanas después de las elecciones generales que desalojaron del poder al socialista José Sócrates, no figuraba en el programa electoral del conservador Pedro Passos Coelho.
El encargado de anunciarla fue el ministro de Finanzas, Vítor Louçã Rabaça Gaspar, defensor del neoliberalismo a ultranza y en la barricada opuesta a la de su pariente y también profesor de economía, Francisco Louçã, líder del Bloco de Esquerda (BE), uno de los primeros dirigentes en condenar la gestión de su primo-hermano.
En Portugal, un 18% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza, según el estándar de la UE, con un salario mínimo de 450 euros o inferior, en el caso de las jubilaciones o subsidios de desempleo. El aumento elevará el gasto promedio en electricidad y gas un 16%, según cálculos del diario económico lisboeta Jornal de Negócios.
Es la tercera vez, desde que asumió el cargo el pasado 23 de junio, que el primer ministro anuncia medidas que contradicen su campaña electoral. Passos Coelho cortó a la mitad el tradicional aguinaldo navideño o trigésimo sueldo y encareció los transportes entre un 15% y un 23%, escudándose en que se detectó un déficit del 6,3% del PIB, en lugar del 5,9% calculado inicialmente.
Otro aspecto que marcó la campaña de Passos Coelho fue su crítica a Sócrates por no recortar el gasto público. Prometió reducirlo sustancialmente en lugar de subir impuestos. Oposición, sindicatos y patronales coinciden en que los sucesivos anuncios de Gaspar no recortan el aparato del Estado y se limitan a bajar salarios y elevar tasas...
El diputado socialista João Galamba calificó la medida de “extremadamente injusta”, dijo que “no era exigida” por la troika y aseguró que provocará menos consumo y más recesión. “Es algo muy significativo para el presupuesto de las familias y para la actividad económica”, precisó.
Albano Nunes, del comunista PCP, sostuvo que las medidas anunciadas “se dirigen a los mismos de siempre. El aumento del IVA para la electricidad y el gas significará que cerca de 400 millones de euros al año serán robados de los bolsillos de los portugueses”...
La Central General de Trabajadores de Portugal (CGTP) advirtió en un comunicado de que las subidas de impuestos “tendrán efectos recesivos en un contexto internacional en el que las exportaciones dependen de la demanda externa”...
La propia patronal, la Confederación de la Industria Portuguesa (CIP), deploró las medidas...
Para el profesor de economía Mario Gomes Olivares, cercano a la línea de Passos Coelho, la derecha ahora en el poder “comenzó en un breve espacio de tiempo a mostrar sus intenciones profundas: eliminar radicalmente parte del Estado Social, bajar los salarios y desarmar las empresas estatales vitales que dan estabilidad a la economía”, indicó a Público.
Se trata, en su opinión, de “un proyecto ultra liberal, equivalente al conjunto de reformas que algunas dictaduras sudamericanas llevaron a cabo en las décadas de los setenta y ochenta, sólo que aquí se hace de forma gradual”.
http://www.publico.es/internacional/391224/portugal-cuadruplica-los-impuestos-del-gas-y-la-luz (Foto del pueblo de pescadores de Ericeira)
viernes, 12 de agosto de 2011
Sanlúcar de Barrameda
Como cada año por estas fechas, Sanlúcar de Barrameda nos deleita con sus carreras de caballos en la playa, sus tapas en Balbino -las sin igual tortilla de camarones está entre lo mejor- en Barbiana -su aliño de papas (patatas) con melva y aceite de oliva, insuperable-, en el Estanco-Bar de la calle La Bolsa -jamón o mejillones- o en el bar El Bigote en Bajo Guía, para el pescado, que también tiene en el Colorao su opción más económica. Y tantos y tantos otros todos únicos y de excelente relación calidad-precio.
O simplemente pasear por sus calles, por la orilla del mar o visitar y comprar en su Plaza de Abastos, con eso ya está justificado un viaje a Sanlúcar de Barrameda, el pueblo más sevillano de Cádiz o el más gaditano de Sevilla.
Si bien para muchos, y creo que son los que llevan razón; Sanlúcar es Sanlúcar, sencillamente una ciudad con personalidad propia, con una luz bellísima, una historia riquísima e importantisima, (véase el palacio de Medina Sidonia, con su archivo histórico y biblioteca fundamental y única relacionada con el ducado y América, el actual Ayuntamiento, El Castillo de Guzmán, los jardines ducales, etc.) sus vinos de manzanilla, únicos en el mundo y que no saben en ninguna parte como allí. Y, sobre todo, sus pescadores, agricultores, sus productos del mar o del campo y huertas, sus habitantes, su gente única, especial. Eso sólo lo sabe el que ha vivido o veraneado allí.
O simplemente pasear por sus calles, por la orilla del mar o visitar y comprar en su Plaza de Abastos, con eso ya está justificado un viaje a Sanlúcar de Barrameda, el pueblo más sevillano de Cádiz o el más gaditano de Sevilla.
Si bien para muchos, y creo que son los que llevan razón; Sanlúcar es Sanlúcar, sencillamente una ciudad con personalidad propia, con una luz bellísima, una historia riquísima e importantisima, (véase el palacio de Medina Sidonia, con su archivo histórico y biblioteca fundamental y única relacionada con el ducado y América, el actual Ayuntamiento, El Castillo de Guzmán, los jardines ducales, etc.) sus vinos de manzanilla, únicos en el mundo y que no saben en ninguna parte como allí. Y, sobre todo, sus pescadores, agricultores, sus productos del mar o del campo y huertas, sus habitantes, su gente única, especial. Eso sólo lo sabe el que ha vivido o veraneado allí.
jueves, 11 de agosto de 2011
Hay que acabar con el terrorismo financiero
La extraordinaria subida de la prima de riesgo española y de otros países aún más cercanos al corazón de la vieja Europa nos pone al borde del límite de lo que la ciudadanía no debería consentir.
Nada ha cambiado en España en los últimos días –salvo la celebración de nuevas subastas de deuda pública, claro está– que haya podido dar a entender a “los mercados” que la situación de nuestra economía es peor que hace unas semanas y que, por tanto, justifique una subida en el tipo de interés que debamos que pagar para financiarnos. Se trata, tan solo, de nuevas operaciones de casino que apuestan sobre seguro, provocando ellas mismas los resultados que más les convienen a inversores que, por supuesto, no albergan ninguna preocupación acerca de lo que suceda en la economía real, en la vida de la gente, sino en cómo mejorar sus posiciones de apuesta para ganar más dinero.
Cuando los bancos que habían provocado la crisis que estamos viviendo necesitaron financiación, los gobiernos y el Banco Central Europeo no dudaron en acudir en su auxilio, en una ocasiones, porque decían que eran “demasiado grandes para dejarlos caer” y, en otras, porque había que “salvar al sistema financiero”. En ello se gastaron varios billones de euros; más de 800.000 millones sólo en Alemania y Francia...
Tratar de hacer frente a una situación que el propio presidente de la Junta de Andalucía calificó de “terrorismo financiero” cediendo a la extorsión, como está haciendo el Gobierno socialista, es algo peor que una simple ingenuidad. Las reformas que ha llevado a cabo sólo han servido para debilitar aún más la capacidad de generación de empleo e ingreso de nuestra economía y, al frenar la recuperación y el crecimiento de la actividad, terminarán encareciendo aún más la deuda pública a medio y largo plazo, convirtiéndose esta dinámica en un círculo vicioso que lleve a la ruina a los propios estados, a sus servicios públicos esenciales y, por ende, a toda la ciudadanía.
Leer todo aquí.
Juan Torres López, Comité Científico de ATTAC España., Carlos Martínez García, Promotora Estatal de Mesas de Convergencia. Francisco Jurado, Democracia Real Ya
Leer a Javier Cercas sobre el mismo tema.
Nada ha cambiado en España en los últimos días –salvo la celebración de nuevas subastas de deuda pública, claro está– que haya podido dar a entender a “los mercados” que la situación de nuestra economía es peor que hace unas semanas y que, por tanto, justifique una subida en el tipo de interés que debamos que pagar para financiarnos. Se trata, tan solo, de nuevas operaciones de casino que apuestan sobre seguro, provocando ellas mismas los resultados que más les convienen a inversores que, por supuesto, no albergan ninguna preocupación acerca de lo que suceda en la economía real, en la vida de la gente, sino en cómo mejorar sus posiciones de apuesta para ganar más dinero.
Cuando los bancos que habían provocado la crisis que estamos viviendo necesitaron financiación, los gobiernos y el Banco Central Europeo no dudaron en acudir en su auxilio, en una ocasiones, porque decían que eran “demasiado grandes para dejarlos caer” y, en otras, porque había que “salvar al sistema financiero”. En ello se gastaron varios billones de euros; más de 800.000 millones sólo en Alemania y Francia...
Tratar de hacer frente a una situación que el propio presidente de la Junta de Andalucía calificó de “terrorismo financiero” cediendo a la extorsión, como está haciendo el Gobierno socialista, es algo peor que una simple ingenuidad. Las reformas que ha llevado a cabo sólo han servido para debilitar aún más la capacidad de generación de empleo e ingreso de nuestra economía y, al frenar la recuperación y el crecimiento de la actividad, terminarán encareciendo aún más la deuda pública a medio y largo plazo, convirtiéndose esta dinámica en un círculo vicioso que lleve a la ruina a los propios estados, a sus servicios públicos esenciales y, por ende, a toda la ciudadanía.
Leer todo aquí.
Juan Torres López, Comité Científico de ATTAC España., Carlos Martínez García, Promotora Estatal de Mesas de Convergencia. Francisco Jurado, Democracia Real Ya
Leer a Javier Cercas sobre el mismo tema.
El sistema sanitario es sostenible: Las grandes empresas defraudan más de 42.700 millones de euros al año
El fraude total, de cerca de 60.000 millones de euros, es similar al presupuesto de la sanidad pública
Las grandes fortunas y grandes empresas evadieron al fisco 42.711 millones de euros en 2010, esto es, un 71,8% del total del fraude en España, lo que además supone triplicar el fraude de pymes y autónomos, según el informe de 'Lucha Contra el Fraude Fiscal en la Agencia Tributaria' elaborado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).
En concreto, las pymes y autónomos sumaron un fraude fiscal que rondó los 16.261 millones de euros. El fraude fiscal de particulares, como plusvalías, arrendamientos, rentas del trabajo o del capital, se situó alrededor de 1.543 millones de euros anuales. Así pues, el fraude total ascendería a 59.515 millones de euros, el doble del fraude laboral, cifrado en torno a los 30.000 millones.
Dado que las tres cuartas partes de la evasión fiscal se localiza en las 41.582 empresas de mayor tamaño, el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, consideró que existe "consonancia" con las cantidades de billetes de 500 y 200 euros.
"La responsabilidad social y la participación de las grandes empresas en el esfuerzo fiscal colectivo para superar la crisis económica debería ser mayor que en la actualidad", reclamó Mollinedo.
En este sentido, el responsable de los Técnicos de Hacienda recordó que aunque el tipo general del Impuesto de Sociedades es del 30% para las grandes empresas y del 25% para las pymes, el tipo efectivo es finalmente inferior para las compañías de mayor tamaño. Casi cinco puntos menos que las microempresas
Según los últimos datos disponibles, correspondientes al ejercicio 2008, las microempresas que facturaron entre 6.000 y 60.000 euros tributaron a un tipo efectivo del 23,9%, mientras que las empresas que ingresaron entre 6 y 12 millones de euros lo hicieron al 21,2%, dos puntos y medio menos.
Por su parte, Gestha calcula que las corporaciones empresariales que facturaron más de 180 millones tributaron al 19,5%, es decir cuatro puntos y medio puntos menos que las microempresas.
Asimismo, el colectivo instó a la Agencia Tributaria a realizar un "mayor esfuerzo" para detectar y combatir posibles irregularidades entre las grandes compañías.
"Desde hace muchos años se ha puesto la lupa sobre las rentas del trabajo, de los autónomos y de las microempresas en lugar de perseguir las grandes bolsas de fraude", lamentó Gestha en un comunicado.
Fuente: http://www.casmadrid.org/index.php?idsecc=noticias&id=2722&titulo=NOTICIAS
Las grandes fortunas y grandes empresas evadieron al fisco 42.711 millones de euros en 2010, esto es, un 71,8% del total del fraude en España, lo que además supone triplicar el fraude de pymes y autónomos, según el informe de 'Lucha Contra el Fraude Fiscal en la Agencia Tributaria' elaborado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).
En concreto, las pymes y autónomos sumaron un fraude fiscal que rondó los 16.261 millones de euros. El fraude fiscal de particulares, como plusvalías, arrendamientos, rentas del trabajo o del capital, se situó alrededor de 1.543 millones de euros anuales. Así pues, el fraude total ascendería a 59.515 millones de euros, el doble del fraude laboral, cifrado en torno a los 30.000 millones.
Dado que las tres cuartas partes de la evasión fiscal se localiza en las 41.582 empresas de mayor tamaño, el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, consideró que existe "consonancia" con las cantidades de billetes de 500 y 200 euros.
"La responsabilidad social y la participación de las grandes empresas en el esfuerzo fiscal colectivo para superar la crisis económica debería ser mayor que en la actualidad", reclamó Mollinedo.
En este sentido, el responsable de los Técnicos de Hacienda recordó que aunque el tipo general del Impuesto de Sociedades es del 30% para las grandes empresas y del 25% para las pymes, el tipo efectivo es finalmente inferior para las compañías de mayor tamaño. Casi cinco puntos menos que las microempresas
Según los últimos datos disponibles, correspondientes al ejercicio 2008, las microempresas que facturaron entre 6.000 y 60.000 euros tributaron a un tipo efectivo del 23,9%, mientras que las empresas que ingresaron entre 6 y 12 millones de euros lo hicieron al 21,2%, dos puntos y medio menos.
Por su parte, Gestha calcula que las corporaciones empresariales que facturaron más de 180 millones tributaron al 19,5%, es decir cuatro puntos y medio puntos menos que las microempresas.
Asimismo, el colectivo instó a la Agencia Tributaria a realizar un "mayor esfuerzo" para detectar y combatir posibles irregularidades entre las grandes compañías.
"Desde hace muchos años se ha puesto la lupa sobre las rentas del trabajo, de los autónomos y de las microempresas en lugar de perseguir las grandes bolsas de fraude", lamentó Gestha en un comunicado.
Fuente: http://www.casmadrid.org/index.php?idsecc=noticias&id=2722&titulo=NOTICIAS
miércoles, 10 de agosto de 2011
Hiroshima y Nagasaki
En el día de ayer Japón conmemoró el aniversario del, desde un punto de vista cualitativo, mayor crimen de guerra de la historia, esto es, el bombardeo atómico de las dos ciudades japonesas Hiroshima y Nagasaki durante la II Guerra Mundial. La pretensión de los agresores fue la destrucción total, la destrucción de todo vestigio de vida humana, animal o vegetal, y también la destrucción de bienes e infraestructuras ciudadanas como si nunca el ser humano hubiera habitado allí.
Los japoneses han digerido igual que cada año su dolor y el Gobierno japonés ha hecho un llamamiento sobre el peligro de la energía nuclear, como equiparando la crisis nuclear recientemente padecida con la incalificable agresión sufrida en aquellos días por las dos ciudades mártires... MANUEL LICERAS RUIZ, El País, 10/08/2011. Más aquí.
...El general Dwight D. Eisenhower describe cómo reaccionó cuando el secretario de Guerra Henry L. Stimson le dijo que se utilizaría la bomba atómica:
“Durante su enumeración de los hechos relevantes, fui consciente de un sentido de depresión y por lo tanto le expresé mis graves dudas, primero sobre la base de mi creencia de que Japón ya estaba derrotado y que el lanzamiento de la bomba era totalmente innecesario, y segundo porque pensaba que nuestro país debía evitar el choque a la opinión pública mundial por el uso de un arma cuyo empleo, pensaba, ya no era indispensable como una medida para salvar vidas estadounidenses”.
En otra declaración pública, el hombre que después llegó a ser presidente de EE.UU. fue directo: “No era necesario atacarlos con esa cosa horrible”.
El general Curtis LeMay, el duro “halcón” de la Fuerza Aérea del Ejército, también se desanimó. Poco después de los bombardeos declaró en público: “La guerra habría terminado en dos semanas… La bomba atómica no tuvo nada que ver en absoluto con el final de la guerra.”
El almirante de la Flota, Chester W. Nimitz, comandante de la Flota del Pacífico, hizo la siguiente declaración: “Los japoneses, en realidad, ya habían pedido la paz… La bomba atómica no jugó ninguna parte decisiva, desde un punto de vista puramente militar, en la derrota de Japón.”
Señalé anteriormente el informe que hizo el general Sir Hastings Ismay, jefe de Estado Mayor del ministro británico de Defensa, al primer ministro Churchill de que “si Rusia entrara a la guerra contra Japón, los japoneses probablemente desearían salirse bajo casi cualquier condición que no fuera el destronamiento del Emperador”. Al oír que el ensayo atómico fue exitoso, la reacción privada de Ismay fue de “repulsión”.
Poco antes de su muerte, el general George C. Marshall defendió quedamente la decisión, pero en general consta que dijo repetidamente que no fue una decisión militar, sino más bien política. Aún más importante, mucho antes del uso de las bombas atómicas, documentos contemporáneos muestran que Marshall sentía que “esas armas podrían usarse primero contra objetivos militares propiamente tales como una gran instalación naval y si no se derivaba un resultado total como efecto, pensaba que deberíamos determinar una cantidad de grandes áreas manufactureras donde se pudiera advertir a la gente de que se fuera, diciendo a los japoneses que nos proponíamos destruir esos centros…”
Como sugiere el documento sobre los puntos de vista de Marshall, resulta que la cuestión de si el uso de la bomba atómica era justificado no tiene que ver con si eran posibles otras opciones y si se informó a los máximos dirigentes al respecto. También tiene que ver con que si había que usar las bombas contra un objetivo en su mayoría civil o contra un objetivo estrictamente militar, que, de hecho era la alternativa explícita ya que, aunque había tropas japonesas en las ciudades, ni Hiroshima ni Nagasaki se consideraban vitales desde el punto de vista militar de los planificadores estadounidenses. (Es uno de los motivos por los que ninguna de ellas había sido fuertemente bombardeada hasta ese momento de la guerra.) Además, la selección de objetivos apuntaba explícitamente a instalaciones no militares rodeadas por casas de trabajadores. Esto nos ofrece una perspectiva más profunda de dos dirigentes militares más, igualmente conservadores
Los japoneses han digerido igual que cada año su dolor y el Gobierno japonés ha hecho un llamamiento sobre el peligro de la energía nuclear, como equiparando la crisis nuclear recientemente padecida con la incalificable agresión sufrida en aquellos días por las dos ciudades mártires... MANUEL LICERAS RUIZ, El País, 10/08/2011. Más aquí.
...El general Dwight D. Eisenhower describe cómo reaccionó cuando el secretario de Guerra Henry L. Stimson le dijo que se utilizaría la bomba atómica:
“Durante su enumeración de los hechos relevantes, fui consciente de un sentido de depresión y por lo tanto le expresé mis graves dudas, primero sobre la base de mi creencia de que Japón ya estaba derrotado y que el lanzamiento de la bomba era totalmente innecesario, y segundo porque pensaba que nuestro país debía evitar el choque a la opinión pública mundial por el uso de un arma cuyo empleo, pensaba, ya no era indispensable como una medida para salvar vidas estadounidenses”.
En otra declaración pública, el hombre que después llegó a ser presidente de EE.UU. fue directo: “No era necesario atacarlos con esa cosa horrible”.
El general Curtis LeMay, el duro “halcón” de la Fuerza Aérea del Ejército, también se desanimó. Poco después de los bombardeos declaró en público: “La guerra habría terminado en dos semanas… La bomba atómica no tuvo nada que ver en absoluto con el final de la guerra.”
El almirante de la Flota, Chester W. Nimitz, comandante de la Flota del Pacífico, hizo la siguiente declaración: “Los japoneses, en realidad, ya habían pedido la paz… La bomba atómica no jugó ninguna parte decisiva, desde un punto de vista puramente militar, en la derrota de Japón.”
Señalé anteriormente el informe que hizo el general Sir Hastings Ismay, jefe de Estado Mayor del ministro británico de Defensa, al primer ministro Churchill de que “si Rusia entrara a la guerra contra Japón, los japoneses probablemente desearían salirse bajo casi cualquier condición que no fuera el destronamiento del Emperador”. Al oír que el ensayo atómico fue exitoso, la reacción privada de Ismay fue de “repulsión”.
Poco antes de su muerte, el general George C. Marshall defendió quedamente la decisión, pero en general consta que dijo repetidamente que no fue una decisión militar, sino más bien política. Aún más importante, mucho antes del uso de las bombas atómicas, documentos contemporáneos muestran que Marshall sentía que “esas armas podrían usarse primero contra objetivos militares propiamente tales como una gran instalación naval y si no se derivaba un resultado total como efecto, pensaba que deberíamos determinar una cantidad de grandes áreas manufactureras donde se pudiera advertir a la gente de que se fuera, diciendo a los japoneses que nos proponíamos destruir esos centros…”
Como sugiere el documento sobre los puntos de vista de Marshall, resulta que la cuestión de si el uso de la bomba atómica era justificado no tiene que ver con si eran posibles otras opciones y si se informó a los máximos dirigentes al respecto. También tiene que ver con que si había que usar las bombas contra un objetivo en su mayoría civil o contra un objetivo estrictamente militar, que, de hecho era la alternativa explícita ya que, aunque había tropas japonesas en las ciudades, ni Hiroshima ni Nagasaki se consideraban vitales desde el punto de vista militar de los planificadores estadounidenses. (Es uno de los motivos por los que ninguna de ellas había sido fuertemente bombardeada hasta ese momento de la guerra.) Además, la selección de objetivos apuntaba explícitamente a instalaciones no militares rodeadas por casas de trabajadores. Esto nos ofrece una perspectiva más profunda de dos dirigentes militares más, igualmente conservadores
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Hiroshima after the Atomic Bomb (3 of 5) by Harbert F Austin Jr in Japan
Muchos años después el presidente Richard Nixon recordó que:
“El [general Douglas] MacArthur me habló una vez de modo muy elocuente al respecto, caminando por su apartamento en el Waldorf. Pensaba que era una tragedia haber utilizado la bomba. MacArthur creía que se deberían aplicar las mismas restricciones a las armas atómicas que a las armas convencionales, que el objetivo militar debería representar siempre un daño limitado a no combatientes… MacArthur, vea, era soldado. Creía en el uso de la fuerza solo contra objetivos militares, y es por eso que todo el asunto nuclear lo disgustaba.”
Aunque se podría citar a muchos otros, aquí tenemos, finalmente, la declaración de otro conservador, un hombre que era amigo cercano del presidente Truman, su Jefe de Gabinete (así como el del presidente Roosevelt), y el almirante de cinco estrellas que presidió reuniones del Estado Mayor Combinado de EE.UU. y el Reino Unido durante la guerra –
William D. Leahy:
“El uso de esa arma bárbara en Hiroshima y Nagasaki no sirvió de ninguna ayuda material en nuestra guerra contra Japón. Los japoneses ya estaban derrotados y prestos a rendirse… Al ser los primeros en utilizarla… adoptamos un estándar ético común a los bárbaros de la era del oscurantismo. No me enseñaron a hacer la guerra de esa manera, y no se pueden ganar guerras destruyendo a mujeres y niños”.
Gar Alperovitz, profesor Lionel R. Bauman de economía política en la Universidad de Maryland y cofundador de Democracy Collaborative, es historiador y economista. Es autor, recientemente, de America Beyond Capitalism y (con Lew Daly) de Unjust Deserts. Su trabajo sobre la historia de la decisión de utilizar las armas atómicas contra Hiroshima y Nagasaki cubre más de cuatro décadas; su libro de 1995 The Decision to Use the Atomic Bomb sigue siendo uno de los relatos definitivos sobre las acciones y motivaciones de EE.UU. en el último y trágico capítulo de la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: http://www.counterpunch.org/alperovitz08052011.html
Hiroshima after the Atomic Bomb (3 of 5) by Harbert F Austin Jr in Japan
Muchos años después el presidente Richard Nixon recordó que:
“El [general Douglas] MacArthur me habló una vez de modo muy elocuente al respecto, caminando por su apartamento en el Waldorf. Pensaba que era una tragedia haber utilizado la bomba. MacArthur creía que se deberían aplicar las mismas restricciones a las armas atómicas que a las armas convencionales, que el objetivo militar debería representar siempre un daño limitado a no combatientes… MacArthur, vea, era soldado. Creía en el uso de la fuerza solo contra objetivos militares, y es por eso que todo el asunto nuclear lo disgustaba.”
Aunque se podría citar a muchos otros, aquí tenemos, finalmente, la declaración de otro conservador, un hombre que era amigo cercano del presidente Truman, su Jefe de Gabinete (así como el del presidente Roosevelt), y el almirante de cinco estrellas que presidió reuniones del Estado Mayor Combinado de EE.UU. y el Reino Unido durante la guerra –
William D. Leahy:
“El uso de esa arma bárbara en Hiroshima y Nagasaki no sirvió de ninguna ayuda material en nuestra guerra contra Japón. Los japoneses ya estaban derrotados y prestos a rendirse… Al ser los primeros en utilizarla… adoptamos un estándar ético común a los bárbaros de la era del oscurantismo. No me enseñaron a hacer la guerra de esa manera, y no se pueden ganar guerras destruyendo a mujeres y niños”.
Gar Alperovitz, profesor Lionel R. Bauman de economía política en la Universidad de Maryland y cofundador de Democracy Collaborative, es historiador y economista. Es autor, recientemente, de America Beyond Capitalism y (con Lew Daly) de Unjust Deserts. Su trabajo sobre la historia de la decisión de utilizar las armas atómicas contra Hiroshima y Nagasaki cubre más de cuatro décadas; su libro de 1995 The Decision to Use the Atomic Bomb sigue siendo uno de los relatos definitivos sobre las acciones y motivaciones de EE.UU. en el último y trágico capítulo de la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: http://www.counterpunch.org/alperovitz08052011.html
El triunfo del resentimiento. El personaje de Belén Esteban
El personaje de Belén Esteban simboliza la victoria de una engañosa sentimentalidad capitalista que promueve un consumismo de emociones banalizadas, de mercadillo, de usar y tirar. Un populismo de corte fascistoide.
Hace ya unos cuantos meses publicaba Josep Ramoneda en estas mismas páginas un artículo (La construcción cultural del fascismo, EL PAÍS, 17 de noviembre de 2010) en el que analizaba el lugar y la función ideológico-política que, a su juicio, desempeña en la esfera pública un personaje tan popular de nuestra televisión como Belén Esteban, a la que, resumiendo un tanto abruptamente el texto, el autor veía como la encarnación de un populismo fascistoide que, lejos de representar y dar voz a las clases populares, como los promotores del personaje gustan de proclamar, las enardece para que sigan calladas...
Lo primero que me llamó la atención fue el carácter no sé si decir agrio o avinagrado del personaje. Belén Esteban es alguien que, en lo sustancial, siempre cuenta desgracias. El tamaño de las mismas varía, como no podría ser de otra manera, pero lo significativo es que tiene permanentemente a disposición del espectador un amplio surtido de ellas: ...
también en ocasiones -menos abundantes en número, pero no por ello carentes de importancia- Belén Esteban se alegra por algo...
resulta llamativo que en las escasas oportunidades en las que protagoniza una noticia gozosa, de inmediato aprovecha la situación para pasarle su alegría por la cara a alguien, ... "para que se entere...",... lo que para esta mujer parece constituir el más genuino motivo de alegría es precisamente el mal ajeno...
dicho juego, más allá de llevar inscrito en el dorso la fecha de caducidad, tiene sobre todo mucho de siniestro. Lo acabamos de apuntar: es un secreto a voces el futuro de juguete roto que, de manera inexorable, aguarda al personaje... cuando el mecanismo del juguete se pare de forma definitiva, quien ha hecho lema y bandera de su falta de compasión y de piedad, de su absoluta carencia de empatía (como diría un autoayudólogo), no podrá implorar para sí compasión ni piedad alguna...
Además del populismo fascistoide, señalado por Josep Ramoneda, el personaje de Belén Esteban simboliza el triunfo de la sentimentalidad capitalista, que no solo promueve un consumismo de emociones banalizadas, de mercadillo, de usar y tirar, sino que, sobre todo, introduce en el ámbito de los sentimientos la misma lógica competitiva, feroz, de descarnada lucha por la vida, que rige ya en todos los demás ámbitos de nuestra realidad. Con la cuota de crueldad que ello comporta: quien ha alardeado sin el menor recato de vender su vida, con toda probabilidad no tendrá a quien acudir cuando su vida no venda... Leer todo aquí en El País. Artículo de Manuel Cruz. Catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Barcelona. Fue premio Espasa de Ensayo 2010, por su libro Amo, luego existo. (Foto del autor en el Hotel Ayre de Oviedo, diseñado por Calatrava)
Hace ya unos cuantos meses publicaba Josep Ramoneda en estas mismas páginas un artículo (La construcción cultural del fascismo, EL PAÍS, 17 de noviembre de 2010) en el que analizaba el lugar y la función ideológico-política que, a su juicio, desempeña en la esfera pública un personaje tan popular de nuestra televisión como Belén Esteban, a la que, resumiendo un tanto abruptamente el texto, el autor veía como la encarnación de un populismo fascistoide que, lejos de representar y dar voz a las clases populares, como los promotores del personaje gustan de proclamar, las enardece para que sigan calladas...
Lo primero que me llamó la atención fue el carácter no sé si decir agrio o avinagrado del personaje. Belén Esteban es alguien que, en lo sustancial, siempre cuenta desgracias. El tamaño de las mismas varía, como no podría ser de otra manera, pero lo significativo es que tiene permanentemente a disposición del espectador un amplio surtido de ellas: ...
también en ocasiones -menos abundantes en número, pero no por ello carentes de importancia- Belén Esteban se alegra por algo...
resulta llamativo que en las escasas oportunidades en las que protagoniza una noticia gozosa, de inmediato aprovecha la situación para pasarle su alegría por la cara a alguien, ... "para que se entere...",... lo que para esta mujer parece constituir el más genuino motivo de alegría es precisamente el mal ajeno...
dicho juego, más allá de llevar inscrito en el dorso la fecha de caducidad, tiene sobre todo mucho de siniestro. Lo acabamos de apuntar: es un secreto a voces el futuro de juguete roto que, de manera inexorable, aguarda al personaje... cuando el mecanismo del juguete se pare de forma definitiva, quien ha hecho lema y bandera de su falta de compasión y de piedad, de su absoluta carencia de empatía (como diría un autoayudólogo), no podrá implorar para sí compasión ni piedad alguna...
Además del populismo fascistoide, señalado por Josep Ramoneda, el personaje de Belén Esteban simboliza el triunfo de la sentimentalidad capitalista, que no solo promueve un consumismo de emociones banalizadas, de mercadillo, de usar y tirar, sino que, sobre todo, introduce en el ámbito de los sentimientos la misma lógica competitiva, feroz, de descarnada lucha por la vida, que rige ya en todos los demás ámbitos de nuestra realidad. Con la cuota de crueldad que ello comporta: quien ha alardeado sin el menor recato de vender su vida, con toda probabilidad no tendrá a quien acudir cuando su vida no venda... Leer todo aquí en El País. Artículo de Manuel Cruz. Catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Barcelona. Fue premio Espasa de Ensayo 2010, por su libro Amo, luego existo. (Foto del autor en el Hotel Ayre de Oviedo, diseñado por Calatrava)
martes, 9 de agosto de 2011
Salarios y productividad
Dice José Manuel García-Margallo, en La suerte del César y la suerte del Imperio (EL PAÍS, 19-7-2011), que uno de los desequilibrios typical Spanish que se incubó en los años de bonanza económica fue el de "unos costes laborales siempre por encima de la productividad".
Pues bien, si los costes laborales fuesen igual a la productividad, toda la producción iría destinada al pago de salarios y nada iría para el capital. Entonces, ¿qué significado pueden tener unos costes laborales por encima de la productividad? Ninguno, un absurdo.
Quizá lo que quería decir el señor García-Margallo, y se ha expresado mal, es que los costes laborales han crecido por encima de la productividad. Lo que no es el caso, porque es un hecho manifiesto que en los últimos años, y de forma continuada, se ha producido en España una redistribución de la renta a favor del capital y en contra del trabajo, que es lo mismo que decir que los salarios españoles han crecido por debajo de la productividad.
También podría haber ocurrido -aunque no creo que sea el caso- que se hubiera omitido el término "marginal" y lo que quiere decir el autor del artículo de marras es que, en la economía española, los salarios siempre han estado por encima de la productividad marginal, en cuyo caso les interesaría a las empresas reducir aún más su demanda de trabajo para de ese modo incrementar sus beneficios. JOSé ANTONIO POZO MAQUEDA, Madrid, El País, 08/08/2011 (Foto del autor, Centro Niemeyer, Avilés, Asturias.)
Pues bien, si los costes laborales fuesen igual a la productividad, toda la producción iría destinada al pago de salarios y nada iría para el capital. Entonces, ¿qué significado pueden tener unos costes laborales por encima de la productividad? Ninguno, un absurdo.
Quizá lo que quería decir el señor García-Margallo, y se ha expresado mal, es que los costes laborales han crecido por encima de la productividad. Lo que no es el caso, porque es un hecho manifiesto que en los últimos años, y de forma continuada, se ha producido en España una redistribución de la renta a favor del capital y en contra del trabajo, que es lo mismo que decir que los salarios españoles han crecido por debajo de la productividad.
También podría haber ocurrido -aunque no creo que sea el caso- que se hubiera omitido el término "marginal" y lo que quiere decir el autor del artículo de marras es que, en la economía española, los salarios siempre han estado por encima de la productividad marginal, en cuyo caso les interesaría a las empresas reducir aún más su demanda de trabajo para de ese modo incrementar sus beneficios. JOSé ANTONIO POZO MAQUEDA, Madrid, El País, 08/08/2011 (Foto del autor, Centro Niemeyer, Avilés, Asturias.)
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