sábado, 4 de noviembre de 2023

Qué es la Declaración Balfour: las 67 palabras que cambiaron la historia de Medio Oriente y dieron pie a la creación del Estado de Israel

Arthur Balfour, canciller de Reino Unido en 1917, firmó el documento.

FUENTE DE LA IMAGEN,BRIDGEMAN VIA GETTY IMAGES

Pie de foto,

Arthur Balfour, canciller de Reino Unido en 1917, firmó el documento.


Fueron 67 palabras escritas en una hoja de papel las que iniciaron uno de los conflictos más difíciles de resolver de los tiempos modernos.

En medio de la escalada de la guerra entre Israel y Hamás -que ha dejado al menos 1.400 muertos israelíes y más de 8.500 muertos gazatíes, según las autoridades de ambos lados- se cumplen 106 años de la Declaración Balfour, un documento que dio pie a la creación del Estado de Israel y cambió la historia de Medio Oriente.

En el texto, fechado el 2 de noviembre de 1917, en plena Primera Guerra Mundial, por primera vez el gobierno británico respaldó el establecimiento de "un hogar nacional para el pueblo judío" en Palestina.

En aquella época, la región de Palestina era controlada por Reino Unido, lo cual explica por qué la administración del territorio estaba en manos del gobierno británico.

Mientras los israelíes consideran que el documento fue la piedra fundacional del Israel moderno, muchos árabes lo consideran como un acto de traición, ya que habían colaborado con los británicos en su lucha contra el Imperio Otomano.

Tras la Declaración Balfour, se estima que unos 100.000 migrantes judíos llegaron a la región.

Declaración de Balfour, 1917

FUENTE DE LA IMAGEN,PHOTO12/UNIVERSAL IMAGES GROUP VIA GETTY IMAGES)

Pie de foto,

La carta se refiere al "establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío".



¿Qué dice la Declaración Balfour?
La declaración quedó sellada en una carta enviada por el ministro de Exteriores británico, Arthur Balfour, al barón Lionel Walter Rothschild, un líder de la comunidad judía en Gran Bretaña.

El texto señala:

Estimado Lord Rothschild

Tengo gran placer en enviarle a usted, en nombre del gobierno de su Majestad, la siguiente declaración de apoyo a las aspiraciones de los judíos sionistas que ha sido remitida al gabinete y aprobada por el mismo.

'El gobierno de su Majestad ve favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y usará sus mejores esfuerzos para facilitar el logro de este objetivo, quedando claramente entendido que no debe hacerse nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina, o los derechos y el estatus político que disfrutan los judíos en cualquier otro país'.

Estaré agradecido si usted hace esta declaración del conocimiento de la Federación Sionista.

Arthur James Balfour

Balfour en colonias judías en Palestina

FUENTE DE LA IMAGEN,UNIVERSAL HISTORY ARCHIVE/GETTY IMAGES

Pie de foto,

Arthur Balfour visitaba las colonias judías en Palestina.


Arthur Balfour

FUENTE DE LA IMAGEN,UNIVERSAL HISTORY ARCHIVE/GETTY IMAGES

Pie de foto,

Arthur Balfour fue un político, filósofo y aristócrata británico.

La Declaración Balfour tomó su nombre de Arthur Balfour, el entonces ministro de Exteriores británico bajo el gobierno de David Lloyd George.

Miembro de las altas esferas de la aristocracia británica, rico e intelectual, tan pronto terminó sus estudios en la Universidad de Cambridge ingresó al Parlamento como representante del Partido Conservador.

De origen escocés, Balfour llegó a ser primer ministro de Reino Unido entre 1902 y 1905 y dedicó una parte importante de su carrera a los asuntos relacionados con la política exterior de su país.

Balfour impulsó la idea de que el gobierno británico debía darle un claro respaldo al sionismo, un movimiento político nacido en Europa a fines del siglo XIX que buscaba la creación de una nación judía en lo que entonces se conocía como Palestina y que para los judíos era la antigua Tierra de Israel.
 
Chaim Weizmann with Lord Balfour

FUENTE DE LA IMAGEN,UNIVERSAL HISTORY ARCHIVE/UNIVERSAL IMAGES GROUP VIA GETTY IMAGES

Pie de foto,

Balfour trabajó junto a Chaim Weizmann, Lionel Walter Rothschild y otros líderes sionistas en la declaración que llevaría su nombre.

Chaim Weizmann with Lord Balfour

Al aristócrata se le atribuye haber convencido al Gabinete de Guerra para que emitiera la declaración, con el apoyo de líderes judíos influyentes en Reino Unidos como Chaim Weizmann y Lionel Walter Rothschild.

Mientras algunos creen que fue un cristiano sionista cuyo interés en el tema surgió por su interés en la historia de los judíos reflejada en el Antiguo Testamento de la Biblia, otros sostienen que Balfour estaba interesado en apoyar el proyecto sionista desde un punto de vista estratégico para obtener beneficios políticos.

Quién fue Lionel Walter Rothschild

Lionel Walter Rothschild
Lionel Walter Rothschild

FUENTE DE LA IMAGEN,ARCHIV HUBMANN/IMAGNO/GETTY IMAGES

Pie de foto,

Lionel Walter Rothschild recibió la carta en su casa del 148 de la calle Piccadilly en Londres.


El político británico dirigió la histórica carta al barón Lionel WalterRothschild en su casa del 148 de la calle Piccadilly, quien era el jefe de la rama inglesa de una poderosa familia banquera y uno de los líderes de la comunidad judía británica.

La acaudalada familia de banqueros internacionales Rothschild fue uno de los mayores patrocinadores de la creación de una patria judía en Palestina.

Uno de sus miembros, Edmond Rothschild, firme creyente en el sionismo, realizó masivas compras de tierras en Palestina y financió asentamientos judíos en Palestina hacia finales del siglo XIX.

En aquella época la familia Rothschild poseía una de las mayores fortunas privadas del mundo.

Sus donaciones a la causa sionista eran consideradas tan significativas que Edmond Rothschild se ganó el apodo de “El Benefactor”.

Estampilla con rostro de Balfour
Estampilla con rostro de Balfour

FUENTE DE LA IMAGEN,CULTURE CLUB/BRIDGEMAN VIA GETTY IMAGES

Pie de foto,

Una postal israelí que conmemora la Declaración Balfour.


De ahí en adelante la familia jugó un rol protagónico en la creación del Estado de Israel, hasta que Lionel terminó siendo el receptor de la Declaración Balfour en 1917.

Muchos se preguntan por qué la declaración fue dirigida a Lionel Rothschild y no a Stuart Samuel, quien era presidente de la Junta de Diputados de Judíos Británicos, el organismo oficialmente representativo de la comunidad judía en el país.

Lo que pasa es que en ese momento había divisiones dentro de la organización entre judíos prosionistas y judíos antisionistas.

Rothschild no tenía un cargo oficial, pero en la práctica era uno de los más importantes líderes de los judíos prosionistas junto a Chaim Weizmann.

Y como ellos tenían línea directa con Balfour, éste decidió enviar la misiva al banquero. De hecho, se ha dicho que el mismo Rothschild habría participado en la redacción del documento, pero no hay evidencia conocida que sustente la afirmación.

Unos años más tarde, en 1925, Lionel Rothschild llegó a convertirse en presidente de la Junta de Diputados de Judíos Británicos, la principal organización que representaba a la comunidad judía en Reino Unido.

Qué buscaba la carta

Chaim Weizmann, Arthur Balfour y Nahum
Chaim Weizmann, Arthur Balfour y Nahum Sokolow

FUENTE DE LA IMAGEN,PHOTO BY HISTORY & ART IMAGES VIA GETTY IMAGE

Pie de foto,

Chaim Weizmann, Arthur Balfour y Nahum Sokolow apoyaban las aspiraciones sionistas.


El gobierno británico esperaba que la declaración ayudara a poner a los judíos, especialmente a los residentes en Estados Unidos, a favor de las potencias aliadas durante la I Guerra Mundial (1914-1918).

Los líderes británicos, sostienen algunos historiadores, consideraban que la comunidad judía tenía suficiente poder económico e influencia en las finanzas internacionales como para ayudarlos a ganar el conflicto bélico.

Otros expertos argumentan que Gran Bretaña también buscaba un punto de apoyo firme en Medio Oriente para cuando acabara la guerra.

Independientemente de las motivaciones específicas que llevaron a la redacción de la carta, su influencia ha sido fundamental en el desarrollo de los acontecimientos que llevaron a la creación del Estado de Israel en 1948 y el posterior desplazamiento de cientos de miles de palestinos de la región.
 
Esta fotografía de 1938 muestra a la policía judía saliendo de un asentamiento en Palestina.

FUENTE DE LA IMAGEN,KLUGER ZOLTAN/GPO/AFP VIA GETTY IMAGES

Pie de foto,

Esta fotografía de 1938 muestra a la policía judía saliendo de un asentamiento en Palestina.


Para los israelíes la Declaración Balfour es el documento que dio origen al sueño de una nación en la antigua Tierra de Israel, mientras que para los palestinos es el inicio de sus padecimientos que se arrastran hasta el día de hoy.

Incluso critican que no se les dio nombre en el documento al mencionarlos como “las comunidades no judías existentes en Palestina”.

Tras la derrota del Imperio Otomano en la I Guerra Mundial, la Declaración Balfour fue respaldada por las potencias aliadas e incluida en el Mandato Británico sobre Palestina, aprobado por la Liga de las Naciones (organismo que antecedió a la ONU) en julio de 1922, mediante el cual Reino Unido quedaba formalmente encargado de la administración de esos territorios.

En la década de los años 30, la población árabe que habitaba la zona comenzó a mostrar su descontento respecto al rápido aumento de la población judía y la violencia entre ambas comunidades creció progresivamente.
Una protesta de palestinos en Jerusalén contra la migración de judíos durante el mandato británico de la región.

FUENTE DE LA IMAGEN,FRANCE PRESSE VOIR/AFP VIA GETTY IMAGES

Pie de foto,

Una protesta de palestinos en Jerusalén contra la migración de judíos durante el mandato británico de la región (previa a 1937).


Para intentar atenuar las protestas, los británicos decidieron ponerle cuotas a la migración judía, pero tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, la presión para crear un Estado judío creció a medida que se revelaban los horrores cometidos durante el Holocausto.

La medianoche del 14 de mayo de 1948 expiró el Mandato Británico de Palestina y los británicos abandonaron formalmente el territorio.

Ese mismo día Israel declaró su independencia.

Arthur Balfour, British Conservative Prime Minister

FUENTE DE LA IMAGEN,HULTON ARCHIVE/GETTY IMAGES

Pie de foto,

Arthur Balfour envió la declaración en plena Primera Guerra Mundial.

Después de los "individualistas" millennials, cómo la Generación Z está salvando a los sindicatos con su espíritu colectivo

Jaz Brisack
Pie de foto,

Jaz Brisack, de 26 años fue una de las primeras líderes de las luchas sindicales en Starbucks en Búfalo, Nueva York, en 2021.


Los sindicatos en Estados Unidos han sufrido un declive importante desde comienzos de los años 80. Según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales, más del 20% de los trabajadores pertenecían a un sindicato en 1983 (el primer año del que hay datos). En 2022, ese número se había reducido a la mitad.


El declive -que muchos expertos atribuyen a 1. cambios en las políticas en favor de los empleadores, 2. un aumento de las leyes sobre el derecho al trabajo que debilitan el poder de organización y negociación colectiva de los empleados y 3. una tendencia a la subcontratación- ha dejado a EE.UU. con una de las densidades sindicales más bajas entre las principales economías.

Pero incluso con la reducción en el número de miembros, el apoyo de los trabajadores a los sindicatos ha aumentado.

En agosto de 2022, Gallup registró los niveles más altos de apoyo a los sindicatos desde los años 60, el 71% de los estadounidenses aprueba los sindicatos, y uno de cada 10 trabajadores no sindicalizados dice estar “extremadamente interesado” en sumarse a uno.

Las iniciativas sindicales de alto perfil han dominado los titulares: en años recientes, trabajadores de Amazon, Starbucks y varias universidades se han organizado.

El sindicato de guionistas y actores de EE.UU. continúa en huelga por demandas de aumentos salariales y de beneficios, así como por una mayor protección frente al desarrollo de la Inteligencia Artificial.

Y entre los que están en primera línea se encuentran los trabajadores más jóvenes que lideran el renovado impulso en favor de los sindicatos. La Generación Z (nacidos entre la mitad de los 90 y la mitad de los 2000) es, de acuerdo al Centro para el Progreso Estadounidense, “la generación más prosindicato que existe actualmente”.

“Creo que se está entendiendo mejor el hecho de que si tienes un trabajo, necesitas un sindicato”, dice Jaz Brisack. La joven de 26 años fue una de las primeras líderes de las luchas sindicales en Starbucks en Búfalo, Nueva York, en 2021.

Contexto

La participación y el apoyo de la Generación Z a los sindicatos organizados tiene sentido si consideras el contexto de su experiencia, explica Kate Bronfenbrenner, directora de investigación sobre educación laboral y profesora de la Escuela de Relaciones Industriales y Sindicales de la Universidad de Cornell, EE.UU.

“Antes de nada, ellos crecieron escuchando que iban a estar mejor que sus padres”, dice. “El hecho es que tuvieron dificultad para encontrar trabajo, y los trabajos que encontraron no eran tan buenos como los de sus padres”.

Huelga

Huelga

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto
La Generación Z creció pensando que las condiciones laborales serían mejores que las de sus padres.

“Ellos y la generación que les siguió cargan con deudas de la universidad. Están mirando a un mundo en el que tienen que pensar si tener hijos o no por el cambio climático”.

“Están preocupados por otros temas sociales más amplios como los derechos reproductivos o el control de armas y planean hacerle rendir cuentas al gobierno y a los empleadores por estos temas”, agrega.

Las prácticas de algunas empresas durante la pandemia, continúa Bronfenbrenner, aumentaron el entusiasmo de los trabajadores de la Generación Z por los sindicatos: los empleados de bajos ingresos, los trabajadores de servicio y aquellos sin títulos educativos tuvieron dificultad para conseguir equipos de protección personal, atención médica y licencia remunerada por enfermedad.

Informes del Instituto de Políticas Económicas muestran que, en 2020, poco más del 10% de los trabajadores considerados “esenciales”, incluidos los del sector de ventas, estaban protegidos por un contrato sindical.

En cambio, los trabajadores que estaban representados por un sindicato, tuvieron más posibilidades de acceder a mecanismos internos y externos para defenderse en temas de seguridad y salud.

“Muchos de estos trabajadores estaban en primera línea”, dice. “Cuando pidieron algo tan sencillo como un equipo de protección personal o tiempo libre para cuidar de sus familias, o no ir al trabajo cuando estaban enfermos, sus empleadores les dijeron que no. Los trabajadores están dispuestos a tolerar mucho, pero poner en riesgo su vida y la de sus familias es demasiado, y creo que eso fue la gota que colmó el vaso”.

Brisack dice que su empleo en Starbucks -en medio de la escasez de trabajo vinculada a la pandemia- les hizo sentir “que nadie vendría a salvarnos”. Eso los inspiró a tratar de buscar sus propias soluciones, y fue clave para sus intentos de organizarse, que involucraron a muchos de la Generación Z y otros simpatizantes de la causa.

Brisack ahora cree en el poder de los sindicatos para crear igualdad en lo que considera una estructura de poder no equitativa. “Creo que la gente está mirando hacia atrás y ve que lo que realmente creó un mejor nivel de vida en el pasado fue la organización y militancia sindical y está más abierta a la idea de organizarse”.

Generación Z vs el mundo

Los baby boomers tenían muchas cosas que los unían, dice Bronfenbrenner, ya que la generación se “involucró mucho políticamente con los derechos civiles, los movimientos de las mujeres y el movimiento en contra de la guerra”.

Pero hacia finales de los años 70, “la situación cambió dramáticamente y el foco se centró más en cuidarse a uno mismo y hacer dinero”.

Starbucks
Starbucks

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

"Los trabajadores de Starbucks exigían a sus empleadores que asumieran una postura sobre los derechos LGBTQ”, dice Bronfenbrenner.

Investigadores consideran en general que la Generación X es significativamente más independiente y autosuficiente; y los millennials, según investigaciones empíricas, son la generación más individualista de todas. La Generación Z, en cambio, parece ser la generación colectiva.

Un proyecto de investigación de la Universidad de Stanford halló que el grupo nacido entre mediados de la década de 1990 y 2010, es altamente colaborativo.

Brisack cree que como la Generación Z siente que la sociedad los ha decepcionado colectivamente, muchos ven como necesario actuar como grupo para mejorar las cosas.

Los esfuerzos de sindicalización impulsados por la Generación Z también tienden a estar marcados por la pasión de esta generación por las causas sociales, y sus exigencias lo reflejan, dice Bronfenbrenner.

“Está la frase ‘organizarse por el bien común’”, dice. Y menciona varios momentos que hacen alusión a ello, como por ejemplo la huelga de maestros en California que exigían iniciativas sostenibles y mejor atención para los estudiantes sin techo.

"Los trabajadores de Starbucks exigían a sus empleadores que asumieran una postura sobre los derechos LGBTQ”, agrega.

Pero los organizadores de la Generación Z no solo tienen nuevas exigencias, también están organizando nuevas industrias, que incluyen puestos salariales por hora, que tradicionalmente no estaban cubiertos por la protección sindical.

“Cuando empezamos a enfrentarnos a Starbucks, mucha gente del mundo sindical nos decía “este no es un buen objetivo. No es razonable”, dice Brisack.

“Las grandes corporaciones también pueden lanzar campañas y mensajes antisindicales a gran escala, que pueden ser difíciles de contrarrestar para una organización a pequeña escala”.

Pero si bien muchos organizadores de la Generación Z como Brisack tienen expectativas realistas sobre lo que puede o no lograr la sindicalización en los trabajos de la industria de servicios, todavía creen que vale la pena.

“Obviamente, no vamos a conseguir pensiones y muchas cosas que los sindicatos pudieron lograr en el pasado en algunas industrias, al menos no sin una verdadera y sólida organización sindical”, dice. “Pero creo que podemos cambiar el nivel de vida de ‘los trabajos que nos mantienen en la pobreza’ y poder desarrollar una carrera y ser trabajadores a largo plazo en estos roles sin sacrificar el nivel de vida”.

Organizadores eficientes

Más allá del entusiasmo por la organización, la Generación Z es muy buena en ello.

Sus tácticas han evolucionado más rápido que los esfuerzos de las compañías por neutralizar a los sindicatos, y las protestas encabezadas por la Generación Z han atraído una gran atención y apoyo público.

Huelga del sindicato de guionistas 

Huelga del sindicato de guionistas

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de fot

La huelga de guionistas y actores en Hollywood se mantiene en pie.

Los organizadores del medio de comunicación Business Insider, por ejemplo, emplearon una robusta campaña en las redes sociales. Algunos expertos dicen que esta técnica hizo que los ejecutivos reconocieran al sindicato luego de 13 días de huelga.

Esta innovación puede ofrecer una suerte de protección contras los esfuerzos de los empleadores de evitar la sindicalización, dice Bronfenbrenner.

"La creatividad toma al empleador por sorpresa porque los empleados se están divirtiendo. No se supone que se diviertan cuando hay una campaña antisindical, se supone que deben sentirse intimidados. Cuando los sindicatos hacen cosas creativas como usar memes, resulta que desarman el clima de miedo y conflicto”.

Y el dominio de la Generación Z de las redes y la comunicación multiplataforma ayuda a crear apoyo público generalizado, añade.

Datos del Centro de Investigación Pew muestran que el sentimiento público hacia las corporaciones es cada vez más negativo. Y es más probable que la gente apoye a los trabajadores que actúan en su contra, dice, incluso cuando genera inconvenientes como la demora en la trasnmisicón de la nueva temporada de un show, o la demora en la llegada de un pedido por internet.

“Hay un público que está dispuesto a hacer sacrificios por los derechos de los trabajadores”, dice Bronfenbrenner.

Finalmente, lo que convierte a los trabajadores de la Generación Z en indusrias de servicios y empleos de bajos salarios en grandes organizadores, añade, es que se ven mucho menos afectados por los métodos tradicionales antisindicales, porque no les importa demasiado que los despidan.

“Estas compañías ya no les ofrecen pensiones o promociones a largo plazo. Ellos ya han pasado de trabajo en trabajo, con lo cual que los echen no es la misma amenaza”, comenta Bronfenbrenner.

¿Cambio o tendencia?

Incluso en medio de una tasa decreciente de sindicalización, la mayoría de los estadounidense creen que los sindicatos son buenos para los trabajadores. Y, a pesar de años de legislación en favor de los empleadores a nivel federal, a fines de agosto, el Departamento del Tesoro publicó un informe que muestra que los sindicatos fueron buenos para la economía.

Huelga
Huelga

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

La amenaza de despido ya no tiene el mismo impacto que en el pasado.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, escribió que la sindicalización “puede contribuir a revertir el marcado aumento de la desigualdad que hemos visto en décadas recientes, al promover el crecimiento de toda la economía”.

Resta por verse si los recientes esfuerzos de organizarse se traducirán en cambios a nivel sistémico o un regreso al tipo de densidad sindical que EE.UU. vio en el último siglo.

Brisack cree que la sindicalización de las industrias de servicios con alta rotación genera un impulso.

“Puede que la gente pase de un trabajo a otro, en parte por que es una industria muy agotadora y de mucha explotación, pero la gente se llevará consigo los principios sindicales”, dice.

“Una vez que pasaste por una campaña sindical, es mucho más difícil aceptar la explotación o condiciones injustas o no tener una voz en sitios de trabajo en el futuro”.

Bronfenbrenner dice que posiblemente se estén gestando desarrollos importantes.

Ha habido un cambio de guardia en la Junta Nacional de Relaciones Laborales, la agencia federal independiente que ofrece protección a los empleados del sector privado, dice, y quienes dirigen la agencia, “están respondiendo a su trabajo de una forma muy diferente, y se están tomando decisiones que facilitan la organización”.

Pero estos puestos son designados por el presidente, con el consentimiento del Senado, añade Bronfenbrenner.

"Todo esto puede cambiar con un nuevo gobierno y un nuevo Congreso. La pregunta es, ¿puede este nuevo impulso superar esto? ¿Se motivarán estos jóvenes para asegurarse de que el cambio suceda más allá de su lugar de trabajo? ¿Se desanimarán si el cambio no ocurre lo suficientemente rápido?"

*Este artículo fue publicado en BBC Worklife. Haz clic aquí para leer la versión original en inglés.

viernes, 3 de noviembre de 2023

El número de alumnos de Informática y Matemáticas se dispara sin plantilla suficiente para formarles.

Las condiciones laborales para los profesores no son competitivas y las tesis han caído un 40% desde 2015, al tiempo que los estudiantes han crecido un 30% con la explosión de la ciencia de datos y la inteligencia artificial.

La demanda de matemáticos e informáticos no para de crecer en el mundo y en España pasa factura desde hace años a los institutos ―se quedan plazas desiertas porque no opositan a estos perfiles― y cada vez afecta más a las universidades, que se las ven y se las desean para contratarles. Los centros públicos no pueden competir en sueldos y los privados se ven forzados a pagar grandes sumas. El problema va a crecer, pues mientras... seguir en El País.

_- La huella del maltrato infantil: “Mi padre me decía que no servía para nada”.

_- Miles de niños padecen abusos constantes que cada vez son más visibles, aunque es un fenómeno difícil de cuantificar. 

 Alejandro —nombre ficticio— sufrió todos los días los insultos, gritos y palabras hirientes de su padre. Durante casi 18 años, tuvo que oír, una y otra vez, la misma frase, que se ha quedado grabada en su memoria: “No sirves para nada”. A sus 27 años, Alejandro reconoce que aunque “el maltrato lo tiene más cicatrizado”, hay días en los que confiar en sí mismo se le hace cuesta arriba: “Me ha afectado en mi autoestima y en la confianza en mí mismo”. La violencia que vivió toda su infancia y adolescencia no es un hecho aislado, sino que representa la realidad de miles de niños, niñas y adolescentes, aunque es un fenómeno difícil de cuantificar.

“Cuando hablamos de maltrato, se tiende a pensar en los golpes, en situaciones extremas. Pero hay un tipo de maltrato, el emocional, que tiene que ver con situaciones mucho más sutiles. Y, a veces, ni siquiera con insultos, sino con invalidar al niño, con no hacerse cargo de sus emociones, con limitar su autonomía o aislarlo”, explica la psicóloga clínica María Marín. Muchos de estos comportamientos están normalizados en las familias.

Cristina Sanjuán, especialista en protección a la infancia de Save The Children, confirma que una de las características del maltrato infantil es que se legitima y normaliza la violencia como forma de corrección y disciplina. “Se percibe a los niños y niñas como propiedad de sus padres y no se hace un enfoque de la infancia como sujeto de derechos”, dice Sanjuán.

El maltrato infantil en España es una lacra cuya extensión resulta difícil de calibrar. Una de las formas de abordarlo es a través de las denuncias: según los últimos datos del Ministerio del Interior, en 2021 se registraron 55.000 denuncias por comportamientos presuntamente delictivos que tenían como víctima a niños y adolescentes. Un año antes, coincidiendo con el periodo de confinamientos más estrictos de la pandemia, la cifra alcanzaba las 35.778 denuncias. El Ministerio de Derechos Sociales cuenta, por su parte, con el Registro Unificado de Maltrato Infantil (RUMI), en el que se incluyen los avisos realizados por profesores o familiares advirtiendo de la posibilidad de que un niño esté siendo maltratado. En 2021 dicho registro recogió 21.521 notificaciones; un año antes, fueron 15.688, y en 2019, 15.365.

¿Están aumentando las agresiones o existe menos tolerancia social ante este tipo de violencia? “Sospechamos que se están sacando a la luz más casos que antes estaban ocultos”, afirma la directora general de derechos de la infancia y de la adolescencia del Ministerio de Asuntos Sociales, Lucía Losoviz. Por su parte, el director de la Plataforma de la Infancia —una alianza de ONG del sector—, Ricardo Ibarra, admite que es imposible saber si la evolución responde a que existe una mayor sensibilización o si es están aumentando los delitos.

Lo más doloroso es que los menores que son víctimas de violencia la viven a menudo a diario. Alejandro recuerda, con un “nudo en la garganta”, los insultos que recibía de su padre por no encajar en el estereotipo de chico bueno en deportes. “Mi padre buscaba un chico ‘normal’, al que le gustara el fútbol, el baloncesto… y yo era muy torpe. Me insultaba y me decía inútil y que no valía para nada”. Otras veces, su padre se enfadaba y le gritaba o le daba una colleja. “Desde siempre, desde muy pequeño, fui maltratado por mi padre. Mi hogar no era un espacio seguro”, relata. Para Alejandro, estar en casa era una verdadera pesadilla: “Llegaba y no recibía ningún beso, ninguna caricia. Me encerraba en mi cuarto y lloraba solo, sin que nadie me escuchara. Si mi padre me veía llorar, me decía que era un maricón”.

Como Alejandro, la violencia contra la infancia forma parte de la cotidianidad de muchos niños, niñas y adolescentes. El director técnico y portavoz de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros, dice que de los casi 5.500 casos de maltrato reportados en su teléfono de ayuda, en más de la mitad (55%) la frecuencia de la violencia contra la infancia era diaria y en un 56% se describían situaciones que duran más de un año, lo que aumenta la gravedad de las secuelas: “Estamos hablando de traumas más complejos. No es lo mismo vivir la experiencia un día, que te impacte y haga daño, que estar viviéndolo diariamente”. Ballesteros añade: “Llega un momento en el que muchos menores lo normalizan. Cuando hablan con nosotros lo justifican y hasta piensan que son merecedores de ese tipo de violencia”.

Los expertos coinciden en que al ser sus padres quienes les maltratan se genera una ambivalencia afectiva: por un lado, son figuras de referencia que deberían cuidarles y, por otro, les están haciendo daño. Eso provoca un proceso de normalización, de interiorización de la violencia, también como una forma de resolver conflictos o problemas. “Al final el niño crece con esa imagen de sí mismo, que no es válido, con que se merece el castigo y que el amor va ligado a la violencia. Con la idea de que si alguien me cuida, también está legitimado para agredirme”, señala la psicóloga María Marín.

Esa normalización tiene entre sus efectos que las víctimas, con frecuencia, tarden en revelar lo que les sucede. Alejandro nunca contó a nadie lo que vivió durante años. “Me lo quedaba todo para mí. Tanto en secundaria como en primaria. De hecho, creo que nadie sabe lo que viví”, dice. Marín asegura que cuando son pequeños “tienen miedo de contarlo porque no hay una persona fiable en el entorno” y se sienten culpables. Otras veces, añade, los niños no saben que no está bien: “Todos estos comportamientos de maltrato, que ejercen las figuras primarias, se revisten de cariño con frases como: ‘Lo hago por tu bien’, o: ‘Mira lo que me haces hacer’”. Ricardo Ibarra, de la Plataforma de la Infancia, tercia: “Muchos casos se denuncian años después, precisamente, porque el niño ha entendido, cuando ha sido adulto, lo que ha sufrido y lo que ha vivido. Estamos viendo la punta del iceberg”.

Las secuelas a largo plazo

El abuso emocional que Alejandro vivió durante más de una década ha dejado huellas en su vida. Muchas veces es “bastante negativo” consigo mismo y tiene una baja autoestima: “Cuando no me sale algo enseguida, me sale el pensamiento negativo de: soy un inútil, no valgo para nada. Esa frase sigo teniéndola, es verdad que con menos intensidad que cuando era pequeño, pero no se ha ido, sigue ahí”.

María Marín resalta que el maltrato en la infancia afecta a todo el desarrollo, tanto físico como emocional. “Vemos que un porcentaje nada desdeñable de adultos que están en las consultas de salud mental, han sufrido maltrato en su infancia”, explica. En otros casos, si no se trata el problema a tiempo, dice la especialista en protección Cristina Sanjuán, se puede perpetuar el círculo de la violencia.

El maltrato que sufrió Alejandro cesó cuando sus padres se separaron. Él tenía 18 años. Desde entonces, no ha vuelto a hablar con su padre. Alejandro lleva cuatro meses en terapia psicológica y ha logrado gestionar mejor sus emociones. “La psicóloga me ha dicho que tengo bloqueo emocional con ciertas etapas de mi vida”, relata. Ha encontrado sus “lugares seguros” en su pareja, madre y amigos. Y en un cuadernillo donde escribe todos sus recuerdos felices. “Cuando estoy pocho o me siento mal, tomo la libreta, lo leo y hace que me sienta mejor. Me reconforta”.

jueves, 2 de noviembre de 2023

_- Occidente, matar las palabras

_- Fuentes: La Jornada - Imagen: Madre palestina sostiene el cuerpo de su hijo asesinado por un bombardeo israeli, 23 de octubre de 2023. Fuente: Al Jazeera.


La organización Save the Children denunció que cada 15 minutos un menor de edad muere en Gaza por culpa de los bombardeos indiscriminados que lleva a cabo Israel, por lo que los niños representan un tercio del total de muertes en el enclave palestino

Al mismo tiempo, el ejército israelí advierte públicamente que no tiene ninguna intención de respetar los hospitales y amenaza con destruir el de Al Quds, como ya hizo, de acuerdo con varias versiones de los hechos, con el nosocomio cristiano de Al-Ahli, donde fueron masacradas más de 500 personas.

Pese a esto y muchas otras señales incontestables de que a estas alturas las operaciones bélicas de Tel Aviv no tienen nada que ver con su derecho a la autodefensa ni con el combate a grupos extremistas, sino con una limpieza étnica y un genocidio contra el pueblo palestino, gobiernos y corporaciones de Occidente censuran cualquier crítica a la política del premier Benjamin Netanyahu, así como todo llamado a la solidaridad con las víctimas.

Desde el comienzo de las represalias israelíes en respuesta al ataque llevado a cabo por la facción fundamentalista Hamas el 7 de octubre, los grandes medios de comunicación occidentales han reforzado la narrativa que desvía cualquier culpa de Israel y hace pasar como verdugos a los millones de palestinos que subsisten apiñados en campos de refugiados o encerrados en la franja de Gaza, y que en Cisjordania cada día se encuentran sometidos a controles draconianos, además de sufrir el riesgo constante de ser expulsados de sus hogares por la construcción de nuevos asentamientos ilegales para colonos israelíes ultranacionalistas. En la prensa escrita o digital, así como en las plataformas de redes sociales basadas en Estados Unidos o sus aliados, se oculta de manera sistemática que la situación actual es producto, en gran medida, de la histórica violación por parte de Tel Aviv de todas las resoluciones de la ONU que lo conminan a permitir la existencia de los palestinos, de su política de exterminio y del obtuso cierre de cualquier salida negociada a los diferendos en torno a las tierras donde en 1948 se impuso el Estado de Israel.

La mordaza va más allá de los medios: en estas semanas, toda figura pública que expresa algún asomo de crítica hacia la matanza que tiene lugar en Gaza ha sido castigada con el rompimiento de vínculos laborales o contractuales por parte de empleadores, socios o patrocinadores, lo que ha impuesto una censura que poco se diferencia de las que caracterizan a los regímenes totalitarios. La asfixia económica y el ostracismo alcanzan a deportistas, miembros del mundo del espectáculo e incluso a la comunidad cultural, presunto baluarte de las libertades de las que presume Occidente; por ejemplo, la Feria Internacional del Libro de Fráncfort suspendió la entrega del Premio LiBeraturpreis a la escritora palestina Adania Shibli en plena solidaridad con Israel, una atrocidad que fue criticada por 600 autores y editores. Berlín, Londres y París han prohibido por completo las manifestaciones de apoyo a Palestina, mientras Washington ha detenido a centenares de personas por participar en protestas contra lo que algunos integrantes de la propia comunidad judía no titubean en calificar de genocidio.

En suma, el conflicto en Medio Oriente ha vuelto a desnudar la hipocresía de las grandes potencias occidentales, cuyos gobernantes y magnates se arrogan la facultad de dictar al resto del planeta cómo conducir sus asuntos internos, así como de extender o retirar certificaciones en materia de respeto a los derechos humanos, mientras asesinan a la libertad de expresión para proteger los intereses de sus cómplices. Hoy queda más claro que nunca: cuando se habla del conflicto palestino-israelí, se requiere un enorme valor y un inquebrantable compromiso ético para decir la verdad.

Fuente: 

_- Demasiados paseos nocturnos al baño: qué es la nocturia y cómo puede atajarse

Mujer desvelada

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

_- Las interrupciones durante la noche afecta nuestro descanso y calidad de vida.

Ana Isabel Cobo Cuenca y Antonio Sampietro Crespo
El otro día, los padres de una amiga se quejaban de que no duermen bien. Al hecho de ser mayores se suma que se despiertan muchas veces para ir al baño, y por la mañana se levantan bastante cansados.

Estas quejas son más comunes de lo que pensamos y tienen un nombre: nocturia del adulto. Según la Sociedad Internacional de Continencia, se define exactamente como la necesidad de despertarse para orinar al menos dos veces por la noche.

Este problema, que afecta al sueño y a la calidad de vida, es más frecuente según envejecemos. Se estima que tres de cada cinco personas mayores de 70 años la sufren, aunque también se puede dar en edades más tempranas. Y afecta por igual a hombres y mujeres.

Un amplio abanico de causas Dos causas pueden dar origen a la nocturia: la disminución de la capacidad de la vejiga y/o una mayor producción de orina, lo que se conoce como poliuria.

En el primer caso, hablamos de un órgano con una capacidad de entre 300-600 ml, que puede verse reducida a su vez por dos factores:

Una alteración anatómica. En hombres, lo más común es que se deba a una hipertrofia benigna de la próstata, y en mujeres, a la obesidad y el prolapso de órganos pélvicos.

Problemas funcionales como síndrome de vejiga hiperactiva, cistitis, infecciones…

En lo que se refiere a la poliuria, la producción nocturna de orina suele disminuir por la acción de la hormona antidiurética, pero a medida que cumplimos años, la liberación de esta sustancia se reduce por la noche.

Esta es una de las principales causas, aunque también pueden precipitarla diversas enfermedades –diabetes, estados edematosos producidos por insuficiencia venosa o insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial…–, el aumento de la ingesta de líquidos por la tarde-noche y el consumo de cafeína, alcohol o tabaco.

Con la edad se agudiza el problema, pero no es exclusivo de gente mayor.

Además, hay medicamentos cuyos efectos secundarios pueden aumentar la producción de orina o alterar la función de la vejiga. Los más comunes son:

Diuréticos: se usan para tratar la retención de líquidos y reducir la presión arterial.

Anticolinérgicos: suelen utilizarse para tratar el síndrome de vejiga hiperactiva. Pueden interferir con las señales nerviosas que controlan este órgano y causar un aumento en la frecuencia urinaria, incluida la nocturia.

Medicamentos para la hipertensión arterial, como los antagonistas de los canales de calcio y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina.

Algunos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonia, que bloquean la acción de la hormona antidiurética.

El litio, un fármaco utilizado para tratar el trastorno bipolar.

Es importante tener en cuenta que no todas las personas que toman estos medicamentos experimentarán nocturia como efecto secundario.

Si alguien sospecha que tiene este efecto o está preocupado por dicho síntoma, es importante que hable con su médico o médica, para que le proporcionen alternativas o ajusten el tratamiento.

Cinco medidas para atajarla

El manejo de la nocturia debe plantearse individualmente, ya que influyen muchos factores. He aquí algunos consejos elementales.

1. Cambios en el estilo de vida: reducir el consumo de líquidos 4-6 horas antes de acostarse, evitar el alcohol y la cafeína por la noche, dejar de fumar y perder peso si hay sobrepeso. También es aconsejable orinar antes de acostarse y hacer ejercicios de suelo pélvico. Y si sufre retención de líquidos en piernas, conviene elevarlas unas horas antes de que llegue la noche.

Tres elementos que son mejor evitar: café, alcohol y tabaco.

2. Si la nocturia es causada por una dolencia, como diabetes o enfermedad cardíaca, tratarla adecuadamente puede reducir los síntomas. Es importante seguir los controles con los profesionales de salud de atención primaria.

3. Modificar horarios de tratamientos farmacológicos, diuréticos e inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina. Se debe consultar primero con los profesionales de la salud para que puedan ajustar el tratamiento y minimizar los efectos secundarios.

4. El tratamiento de suelo pélvico y el entrenamiento de la vejiga con fisioterapeutas puede ser útil para enseñar a controlar mejor la micción.

5. A veces, tras una valoración individual, el médico o la médica pueden prescribir medicamentos para tratar la poliuria nocturna: diuréticos (administrados a media tarde), análogos de la hormona antidiurética y antidepresivos tricíclicos, que aumentan la producción de dicha hormona.

En resumen, aunque la nocturia es muy común en personas mayores, no deja de afectar al sueño y, por consiguiente, al descanso y a la calidad de vida.

Es conveniente consultarlo con los profesionales de Atención Primaria, que harán una valoración individualizada, teniendo en cuenta desde los hábitos de vida hasta la revisión de medicaciones y otras patologías.

*Ana Isabel Cobo Cuenca es profesora titular en la Universidad de Castilla la Macha (UCLM). Grupo IMCU, Universidad de Castilla-La Mancha. Antonio Sampietro Crespo es médico especialista en Urología, Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original.


MERCADO LABORAL. Trabajar a doble jornada y no llegar a fin de mes: Jóvenes trabajando en un campo de cultivo de manzanas al norte de Grecia.

 La reforma laboral de Grecia condena a la precariedad

La norma que acaba de aprobar Grecia deroga el límite de la jornada laboral de ocho horas hasta ahora vigente y lo extiende hasta un máximo de 13 horas
Jóvenes trabajando en un campo de cultivo de manzanas al norte de Grecia
Jóvenes trabajando en un campo de cultivo de manzanas al norte de Grecia

Konstantinos Zafeiris repasa su tesis en un ordenador apoyado en la barra de un bar. Le queda un día para defenderla ante un tribunal y ser doctor en antropología por la Universidad de Egeo, en la isla griega de Lesbos. Konstantinos, de 33 años, tiene el ordenador en la barra porque es el camarero y aprovecha que a las dos de la tarde el establecimiento no está muy concurrido para estudiar. No puede hacerlo en sus ratos libres porque no tiene. Compagina ser camarero con las prácticas en la universidad; y con un tercer empleo para una importante fundación del sector cultural. Ninguna de sus tres ocupaciones le basta para cubrir el mínimo vital, por lo que asume con resignación que su jornada laboral habitual se acerque a las 14 horas.


La reforma laboral que acaba de aprobar Grecia deroga el límite de la jornada laboral de ocho horas hasta ahora vigente y posibilita que un empleado tenga dos contratos, con dos empresas diferentes, hasta un máximo de 13 horas al día. La reforma fue aprobada gracias a la mayoría absoluta de los conservadores de Nueva Democracia, que cuenta con 158 de los 300 escaños del Parlamento. La oposición votó en contra en bloque: desde los comunistas del KKE a la extrema derecha, pasando por la izquierda de Syriza, aunque los socialistas del Pasok votaron a favor de algunos artículos de menor importancia que consideraban obligatorios para armonizar la legislación helena a la comunitaria.

Para trabajadores como Konstantinos estar 13 horas en el tajo no es una novedad. El ministro de Trabajo, Adonis Georgiadis, defiende la medida con el argumento de que ya no lo harán en la economía sumergida. “Si los empresarios quieren”, puntualiza el antropólogo, “porque el gobierno en ningún momento ha manifestado que quiera aumentar las inspecciones laborales, y pone la responsabilidad en los trabajadores, en vez de en los empresarios”. El doctorando opina que el objetivo de la reforma es recaudar más vía impuestos, en ningún caso mejorar las condiciones de trabajo.

Gracias a sus tres empleos, Konstantinos gana aproximadamente 1.100 euros mensuales. Es prácticamente el mínimo que necesita para vivir de forma independiente. Si cobrara menos tendría que compartir casa porque no podría cubrir el alquiler. Con dos trabajos solo llegaba a los 800 euros, por eso buscó el tercero. A menudo, si queda con algún amigo, lo hace en el propio bar donde trabaja. No solo porque apenas tiene tiempo libre, sino porque así no gasta. “Los jefes lo saben y les parece bien que ocasionalmente invite a mis amigos, porque este tipo de favores les permiten pagarnos menos sin que nos quejemos”, dice con media sonrisa. No tiene familia. “Apenas me puedo permitir tener perro y me pienso mucho cuándo le llevo al veterinario”, lamenta.

Masoud Soleymaniilkhechi tiene la misma edad que Konstantinos. Es iraní y reside en Lesbos desde hace cinco años. Hace tres que trabaja con contrato y siempre ha metido más horas que las que marcaba la ley hasta la reforma. Por las mañanas, de 9.00 a 13.30, es traductor en una ONG que ayuda a otros refugiados como él. De 14.00 a 20.00 coordina los turnos de una clínica gestionada por otra ONG. Le pagan 300 y 600 euros mensuales respectivamente; parte del sueldo en b. Dice que son 100 euros menos de lo que necesitaría para vivir sin ahogos. Es ingeniero informático, pero no tiene esperanzas de trabajar en su sector. La única alternativa a su alcance es la hostelería. “Sinceramente, esto es peor que en Irán, pero en Grecia, a diferencia de allí, se puede empezar de cero”, cuenta con un toque de optimismo.

En Lesbos, donde viven Konstantinos y Masoud, los empleos más comunes son, por este orden, profesor de primaria o secundaria, militar y funcionario del Servicio de Asilo dependiente del Ministerio de Migraciones. Los trabajadores de los tres sectores son mileuristas. Según Masoud, lo peor del pluriempleo es el agotamiento físico y la imposibilidad de tener días completos libres, por la dificultad de librar en los dos puestos en el mismo día. Casi nunca come platos cocinados por él, porque no le da tiempo. “La reforma debería garantizar sueldos dignos, en vez de impulsar que tengamos varios trabajos”, se queja. Tiene novia, pero no se plantea casarse y tener hijos porque no sabría cómo afrontarlo con su sueldo.

Reforma del derecho a huelga
La ampliación de la jornada laboral no es el único punto polémico de la ley. Los sindicatos se oponen a un nuevo sistema que informatiza el conteo de horas trabajadas porque aumenta el control sobre los trabajadores, mientras el Gobierno lo defiende como la mejor manera de medir la productividad. Se aumenta el plazo de prueba de los contratos indefinidos hasta los 12 meses, en los cuales el despido es libre, sin preaviso y sin indemnización. Se crea una nueva modalidad de contratos de cero horas por el que una empresa puede tener en guardia a una persona durante días o meses, sin garantizar que en ese tiempo le vaya a contratar en algún momento. Y fija que el trabajador estará obligado a aceptar el horario decidido unilateralmente por la empresa cuando su jornada sea “imprevisible”.

Para Nikos Bosinakos, funcionario y delegado sindical en el Ministerio de Trabajo, “la ley manda un mensaje a los empresarios que se resume en ‘podéis hacer lo que queráis”. Katerina Yanoula, que también es delegada sindical pero en otro ministerio, el de Desarrollo Rural, cree que la nueva regulación es muy perjudicial, pero no es sino la continuación de revisiones anteriores aprobadas por gobiernos de Nueva Democracia, pero también Syriza, especialmente en lo relativo al punto que más escuece a los sindicatos: la modificación del derecho de huelga y la criminalización de los piquetes.

El diputado de Nueva Democracia, Thanos Plevris, representante del ala más dura del partido gobernante, fue el encargado de defender la reforma en el hemiciclo. “Nosotros no representamos a los sindicalistas profesionales que nunca han trabajado y lo único que saben hacer es cortar carreteras”, exclamó dirigiéndose a la bancada de la izquierda, antes de añadir que “en todas las regiones que ustedes llaman obreras, populares o rurales, quien gana las elecciones es Nueva Democracia”. La derecha cree que la penalización de los piquetes es la vía para acabar con “la dictadura de los comunistas”.

La ley califica la actividad de los piquetes como “violencia psicológica” contra los trabajadores que no quieren secundar la huelga y decreta penas de prisión de “al menos seis meses”, sin fijar un máximo, para los participantes en dicha actividad o para quien intervenga en ocupaciones de empresas. Bosinakos cree que esto no detendrá a las secciones sindicales “más combativas”, pero sí provocará dudas, reservas e inacción en las más moderadas. Yanoula considera que la respuesta social a la reforma laboral no ha estado a la altura. Entiende que el paro no tuvo un seguimiento masivo como convocatorias anteriores y culpa a los sindicatos que convocaron la huelga “tarde” y con apenas días de antelación al debate parlamentario. “Nadie quiere perder días de sueldo si cree que la batalla está perdida”, señala esta ingeniera agrónoma.

Konstantinos advierte de que la continua precarización de las condiciones de trabajo puede provocar, a medio plazo, falta de mano de obra: “Muchos jóvenes de mi generación se han acostumbrado tanto a los trabajos de temporada y a los trabajos inseguros que se han dado cuenta de que es mejor irse a Noruega a pasar el verano que quedarse a malvivir aquí”.

https://elpais.com/economia/2023-10-08/trabajar-a-doble-jornada-y-no-llegar-a-fin-de-mes-la-reforma-laboral-de-grecia-condena-a-la-precariedad.html

miércoles, 1 de noviembre de 2023

Gaza alumbra en todas las mentes y corazones antiimperialistas

Hoy estamos aquí demostrando nuestro apoyo, con nuestras almas y corazones apoyamos a nuestros hermanos nuestro pueblo palestino, quienes han sufrido lo peor de la humanidad. Nicaragua es como nuestra segunda patria y siempre confiamos en ustedes por su apoyo están a nuestro lado y comparten nuestra historia de lucha. Palabras de Hamad Shehab en un encuentro de solidaridad con Palestina en Managua (Nicaragua).

Si la crisis del imperio es prueba evidente de su fracaso como sistema, y como solución pretendió emplearse en su deseo de acabar con Rusia para luego enterrar a China y alimentarse con los despojos, su enfermedad crónica la ha agudizado él solo, la inmensa mayoría se ha apartado y, ahora, el yanqui en armas busca con urgencia hacerlo olvidar a sus lacayos y conduciéndolos a “la solución final”, esa tan programada por sus sionazis.

Recuérdese que el vínculo programático ucronazi y sionazi es un único programa, invasión, ocupación, limpieza étnica, robo, genocidio, envuelto en celofán de agresión siempre por el que es objetivo de EEUU, de ahí que las aparentes dos partes, creación del “estado profundo” visionario estadounidense, hiciese que el fracaso en Europa lo recondujesen al segundo frente abierto: los genocidas yanquis quieren una victoria ante el mundo, ya ves, sobre la empobrecida y torturada Gaza. La provocación a los países que le ponen freno se ha destapado hasta límites que hacen pensar si el final de los que forman el grupo de strusianos, de su final imperial, no lo ven o lo ven y quieren el final del mundo antes que caer ellos.

La ciudadanía estadounidense empieza a temer lo que hacen sus dirigentes políticos y militares, ya hay gritos en las calles de numerosas ciudades, dimisiones y críticas entre los que sustentan el sistema. Son mucho más rápidos en su accionar los criminales, ansían el gas y el petróleo de Gaza y que su genocidio conduzca a una guerra contra Irán, Siria, y en esa dirección Rusia termine entrando, de esta manera encontrarían lo que buscaban, armando a Ucrania, en Medio Oriente.

Por de pronto una serie de sionazis europeos lacayos, Macron, Scholz, Sumak, Meloni, Mitsotakis, han ido sosteniendo la cola del traje del baboso Biden para comprometer sus servicios a Netanyahu y sus degenerados generales. ¿Habrá un tribunal internacional para todos ellos?

La unidad árabe que tanto se deseaba por los antiimperialistas se acelera en estos momentos, las fuerzas de la Resistencia Palestina y las de vecinos como Líbano prometen sumarse, y con ellos declaran que se ponen a su lado los gobiernos de la región, sus pueblos ya lo manifiestan diariamente movilizándose hasta las fronteras.

Desde los túneles de la Casa Blanca se mira a Irán, la provocación que el mundo oscuro sionazi de EEUU ya ha empezado a lanzar para que entre el país persa y le puedan culpar los regímenes europeos y sus batallones de escribientes para cubrir la espalda al imperio, no parece contar con que su imagen se ha caído y los psicópatas yanquis se han aislado, con ello su envenenamiento de la ciudadanía europea empieza a dejar de tener efecto con la lección criminal que han dado en Gaza.

Aun así la señal de desamparo que les crece a los genocidas no parece que les detenga, es posible que apuesten a la destrucción del mundo, por eso es fundamental la unión práctica antiimperialista con la máxima urgencia.

Irán tiene el Estrecho de Ormuz y el petróleo dejará de alimentar a los mercaderes financieros estadounidenses sionazis, a eso hay que añadir el petróleo de Arabia y sus vecinos que ya han declarado su posición respecto a Gaza: el crack de los juegos especulativos, los casinos bolsísticos yanquis, ingleses y europeos tiemblan. Gaza es el centro de la lucha geoestratégica y los criminales sionazis quieren realizar su proyecto supremacista colonial de invasión, ocupación, limpieza étnica y robo llevados de la mano del estado profundo gringo y su complejo militar industrial y financiero; ahí estan sus sucesivos boicots a la paz apoyada en la ONU por la inmensa mayoría, quieren ahogarnos en sangre para seguir siendo hegemónicos. Pero el mundo viene cambiando.

En el Mediterráneo y en el Mar Negro tenemos las fuerzas principales de un posible enfrentamiento, pero los yanquis consideran que poseen la bendición de su dios que es el programa para resolver su crisis en todos los niveles. Las fuerzas de Medio Oriente tienen de su parte además a China, cuyos amparos en busca de un orden mundial equilibrado da oxígeno a los resistentes al monstruo rabioso que alimentó la guerra “hasta el último ucraniano” y que ahora quiere tapar su debacle martirizando al centro cardinal del mundo, el pueblo de Gaza, el que alumbra todas las mentes y corazones.

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Internacionalista e integrante de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.