miércoles, 21 de febrero de 2024

Los claroscuros del Siglo de las Luces: la Ilustración no solo fue razón y modernidad .

La herencia de la Ilustración. Ambivalencias de la modernidad’, de Antoine Lilti, recoge las principales teorías críticas que se plantean sobre esta etapa, reconociendo que constituye “una tradición de la que no escapamos”

Antoine Lilti
'Lectura en casa de Diderot', grabado de Alfred Salmon de 1878.
La Ilustración tiene excelente prensa. El siglo XVIII ha pasado a la historia como una etapa luminosa en la que la superstición religiosa y el absolutismo político empezaron a ser barridos por la fuerza de la razón. En ese Siglo de las Luces se pondrían las bases de las democracias modernas, y se comenzaría a construir lo que entendemos por modernidad. Y, sin embargo, esta buena imagen se ha ido agrietando en los últimos tiempos. En su libro La herencia de la Ilustración, el profesor Antoine Lilti, gran experto de ese periodo en Francia, recoge las principales teorías críticas que se plantean sobre esta etapa, reconociendo que constituye “una tradición de la que no escapamos, ya sea para reivindicarla o para oponernos a ella”.

Lilti, que empieza por subrayar hasta qué punto la crisis ecológica pone en tela de juicio la idea misma de progreso, analiza a fondo los estudios poscoloniales que ven en la Ilustración una justificación ideológica del colonialismo europeo. Para autores como Dipesh Chakrabarty, se trata del relato fundador de una modernidad europea que debería “bajar de su pedestal y asumir su carácter local”, por eso propone “provincializar” Europa. Sin negar la validez de esas posiciones, Lilti considera que no tenemos por qué renunciar “al legado” de esa etapa crucial, sino “asumirlo como una herencia local y plural. No un credo racionalista universal que debamos defender contra sus enemigos, sino la intuición inaugural de la relación crítica de una sociedad consigo misma”.

En su libro, Lilti pasa también revista a la vida de los más famosos forjadores del Siglo de las Luces para dejar claro que rara vez estuvieron a la altura de su osadía ideológica. Optaron en muchos casos por publicar sus obras con seudónimo (Voltaire utilizó decenas de ellos) para eludir la censura y las responsabilidades derivadas de esa exposición pública, y pese a los ideales expresados en sus escritos —que desembocarían en la Revolución Francesa— vivieron en la más absoluta comodidad burguesa, perfectamente integrados en las sociedades del Antiguo Régimen. Voltaire, por ejemplo, “encarna los límites de la Ilustración, que se han denunciado a menudo: un innegable conservadurismo social y político, un marcado gusto por los déspotas ilustrados, posiciones dudosas sobre la jerarquía de las razas y cierta superficialidad”. De Diderot, artífice de La Enciclopedia, nos dice: “Pensador crítico, siempre rápido para expresar su indignación, pero también escritor bien integrado en el pequeño mundo de la élite parisina. Autor de textos audaces que, releídos hoy en día, parecen anunciar la Revolución, renunció a publicarlos, mientras trabajaba a veces como censor oficioso de Antoine de Sartine, teniente general de la policía”.

Lilti reconoce que en Francia, la Ilustración se desarrolló cómodamente a la sombra de la sociedad del Antiguo Régimen. “Sus protagonistas estaban firmemente arraigados en las instituciones culturales de la monarquía y asociados a las prácticas sociales de las élites”. El propio D’Alembert, autor del ‘Discurso Preliminar de la Enciclopedia’, en 1751, fue miembro de la Academia de Ciencias y de la mayoría de las academias europeas, además de secretario permanente de la Academia Francesa y asiduo invitado en los salones de la nobleza ilustrada. Otra idea que aporta el libro de Lilti es que el impulso secularizador en Europa surgió precisamente de los pensadores cristianos, tal y como reivindica una corriente analítica que está cobrando cada vez más fuerza y que subraya las fuentes religiosas de la Ilustración asegurando que mantiene un nexo inadvertido o reprimido con las creencias antiguas. Y si hablamos del legado de ese siglo XVIII en el plano económico, aunque el capitalismo financiero global que domina hoy el mundo es una negación de los valores de la Ilustración, debemos reconocer que es también su heredero.


martes, 20 de febrero de 2024

La dieta mediterránea realmente es muy buena para ti. Este es el por qué.

Hands holding an apple with a heart-shaped cutout.

Se ha convertido en la base de una alimentación virtuosa. Los expertos responden preguntas comunes sobre cómo conduce a una mejor salud.

En la década de 1950, investigadores de todo el mundo se embarcaron en un estudio amplio y ambicioso. Durante décadas, examinaron las dietas y los estilos de vida de miles de hombres de mediana edad que vivían en Estados Unidos, Europa y Japón y luego examinaron cómo esas características afectaban sus riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

El Estudio de los Siete Países , como se conoció más tarde, encontró asociaciones entre las grasas saturadas, los niveles de colesterol y las enfermedades coronarias. Pero los investigadores también informaron de otro resultado notable: los que vivían en el Mediterráneo y sus alrededores (en países como Italia, Grecia y Croacia) tenían tasas más bajas de enfermedades cardiovasculares que los participantes que vivían en otros lugares. Sus dietas, ricas en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, semillas, proteínas magras y grasas saludables , parecían tener un efecto protector.

Desde entonces, la dieta mediterránea se ha convertido en la base de una alimentación saludable para el corazón, con beneficios para la salud bien estudiados que incluyen una presión arterial y un colesterol más bajos, y un riesgo reducido de diabetes tipo 2.

"Es una de las pocas dietas que cuenta con investigaciones que la respaldan", dijo el Dr. Sean Heffron, cardiólogo preventivo de NYU Langone Health. “No es una dieta que se cocinó en la mente de alguna persona para generar dinero. Es algo que fue desarrollado con el tiempo por millones de personas, porque realmente sabe bien. Y resulta que es saludable”.

Estas son algunas de las preguntas más buscadas sobre la dieta mediterránea, respondidas por expertos.

¿Qué es exactamente la dieta mediterránea?
La dieta mediterránea no es tanto un plan de alimentación estricto como un estilo de vida, dijo Julia Zumpano, dietista registrada que se especializa en cardiología preventiva en la Clínica Cleveland en Ohio. Las personas que siguen la dieta mediterránea tienden a “comer alimentos que sus abuelos reconocerían”, añadió el Dr. Heffron: alimentos integrales, sin procesar, con pocos o ningún aditivo.

La dieta prioriza cereales integrales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos, hierbas, especias y aceite de oliva. Los pescados ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón, las sardinas y el atún, son la fuente de proteína animal preferida. Otras proteínas animales magras, como el pollo o el pavo, se consumen en menor medida. Y los alimentos ricos en grasas saturadas, como la carne roja y la mantequilla, rara vez se consumen. Los huevos y los productos lácteos como el yogur y el queso también pueden formar parte de la dieta mediterránea, pero con moderación.
 
A bright rainbow spectrum of produce on a platter.
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También se permite el consumo moderado de alcohol, como una copa de vino en la cena. Aunque recientemente ha habido un debate sobre si el alcohol todavía merece un lugar en la dieta mediterránea, dadas las investigaciones que sugieren que incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden tener consecuencias para la salud .

El desayuno podría consistir en aguacate machacado sobre una tostada integral con una guarnición de fruta fresca y un yogur griego bajo en grasa, dijo el Dr. Heffron. Para el almuerzo o la cena, un plato de verduras y cereales cocinado con aceite de oliva y sazonado con hierbas: tubérculos asados, verduras de hojas verdes, una guarnición de hummus y pequeñas porciones de pasta o pan integral, con una proteína magra como el pescado a la parrilla.

"Es muy fácil de seguir, muy sostenible y muy realista", afirmó Zumpano.

¿Cuáles son los beneficios para la salud de la dieta mediterránea?
Varios estudios rigurosos han descubierto que la dieta mediterránea contribuye a una mejor salud y, en particular, a una mejor salud del corazón , de diversas formas. En un estudio, publicado en 2018 , los investigadores evaluaron a casi 26.000 mujeres y descubrieron que aquellas que siguieron más de cerca la dieta mediterránea durante hasta 12 años tenían un riesgo reducido de aproximadamente un 25 por ciento de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Esto se debió principalmente a los cambios en el azúcar en sangre, la inflamación y el índice de masa corporal, informaron los investigadores. Otros estudios, en hombres y mujeres, han llegado a conclusiones similares .

La investigación también ha descubierto que la dieta puede proteger contra el estrés oxidativo , que puede causar daños en el ADN que contribuyen a enfermedades crónicas como enfermedades neurológicas y cáncer. Y algunos estudios sugieren que puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2; así como deterioro cognitivo.

La dieta también puede tener profundos beneficios para la salud durante el embarazo, dijo el Dr. Anum Sohail Minhas, profesor asistente de medicina en Johns Hopkins Medicine. En un estudio de 2022 de casi 7.800 mujeres, los investigadores encontraron que aquellas que seguían la dieta mediterránea más de cerca en el momento de la concepción y durante las primeras etapas del embarazo tenían aproximadamente un 21 por ciento menos de riesgo de sufrir complicaciones en el embarazo, como preeclampsia, diabetes gestacional o parto prematuro.

"Definitivamente parece haber un efecto protector", dijo el Dr. Minhas.

Y los autores de una revisión de 2023 concluyeron que las mujeres que adoptan la dieta mediterránea pueden tener mejores resultados con la fertilización in vitro o FIV.

Sin embargo, por sí sola, la dieta mediterránea no es una panacea, dijo el Dr. Heffron: no eliminará las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares y tampoco curará ninguna enfermedad. Es importante que las personas también presten atención a otros principios de una buena salud cardíaca, como hacer ejercicio con regularidad, dormir lo suficiente y no fumar.

¿La dieta mediterránea ayudará a perder peso?
La dieta puede favorecer la pérdida de peso, dijo Zumpano, pero aún así será necesario prestar atención a las calorías.

"Los alimentos ricos en nutrientes no son necesariamente bajos en calorías", dijo el Dr. Heffron, quien señaló que la dieta incluye alimentos como el aceite de oliva y las nueces, que son saludables para el corazón pero tienen un alto contenido calórico y pueden provocar un aumento de peso si se consumen en grandes porciones. Pero si cambia su dieta de una que es rica en calorías, grasas saturadas y azúcares agregados, por una que prioriza las verduras, frutas y proteínas más magras, eso puede resultar en cierta pérdida de peso, dijo.

Sin embargo, la dieta mediterránea no pretende ser un truco para perder peso rápidamente. Más bien, debería inspirar un cambio a largo plazo en el comportamiento alimentario. En un estudio de más de 30.000 personas que viven en Italia, por ejemplo, los investigadores encontraron que aquellos que siguieron más de cerca la dieta mediterránea durante aproximadamente 12 años tenían menos probabilidades de tener sobrepeso u obesidad que aquellos que siguieron la dieta menos estrechamente.

Un estudio más pequeño , publicado en 2020, inscribió a 565 adultos que habían perdido intencionalmente el 10 por ciento o más de su peso corporal durante el año anterior. Encontró que aquellos que seguían estrictamente la dieta mediterránea tenían el doble de probabilidades de mantener su pérdida de peso que aquellos que no seguían estrictamente la dieta.

¿Cuánto tiempo hay que seguir la dieta mediterránea para obtener beneficios? 
Si recién está comenzando a seguir la dieta mediterránea, la evidencia limitada sugiere que puede notar algunas mejoras cognitivas, incluidas la atención, el estado de alerta y la satisfacción, según una revisión de estudios publicados en 2021 , dentro de los primeros 10 días aproximadamente. Pero para que haya beneficios sostenidos y a largo plazo en términos de salud cardíaca, la gente debe perseverar en ello, dijo Zumpano, idealmente durante toda su vida.

Dicho esto, añadió, la dieta permite cierta flexibilidad; un pastel o un bistec de vez en cuando no anulará sus beneficios generales.

¿Tiene alguna desventaja probar la dieta mediterránea? 

De cocina del NYT

La dieta mediterránea prioriza los cereales integrales, las frutas, las verduras, las legumbres y el pescado rico en ácidos grasos omega-3. Estas son algunas de nuestras mejores recetas de la dieta mediterránea, que incluyen salmón a la parrilla, sopa de lentejas rojas, hummus y ensalada griega. 6 de enero de 2023

La dieta generalmente proporciona una combinación equilibrada de nutrientes y proteínas adecuadas, por lo que normalmente no existen riesgos significativos asociados con seguirla, dijo el Dr. Heffron.

Pero debido a que la dieta recomienda minimizar o evitar la carne roja, es posible que desees asegurarte de consumir suficiente hierro . Buenas fuentes de hierro incluyen nueces, tofu, legumbres y vegetales de hojas verdes oscuras como las espinacas y el brócoli. Los alimentos ricos en vitamina C , como los cítricos, los pimientos morrones, las fresas y los tomates, también pueden ayudar al cuerpo a absorber el hierro.

Y debido a que la dieta minimiza los lácteos, es posible que desees hablar con tu médico sobre si necesitas tomar un suplemento de calcio.

Sin embargo, para la persona promedio, los beneficios de la dieta mediterránea probablemente superen con creces cualquier posible efecto negativo, dijo el Dr. Minhas. "Estas son cosas que todos podemos intentar incorporar a nuestras vidas".

_- The Mediterranean Diet Really Is That Good for You. Here’s Why.

_- It has become the bedrock of virtuous eating. Experts answer common questions about how it leads to better health.



In the 1950s, researchers from across the globe embarked on a sweeping and ambitious study. For decades, they scrutinized the diets and lifestyles of thousands of middle-aged men living in the United States, Europe and Japan and then examined how those characteristics affected their risks of developing cardiovascular disease.

The Seven Countries Study, as it later became known, famously found associations between saturated fats, cholesterol levels and coronary heart disease. But the researchers also reported another notable result: Those who lived in and around the Mediterranean — in countries like Italy, Greece and Croatia — had lower rates of cardiovascular disease than participants who lived elsewhere. Their diets, rich in fruits, vegetables, legumes, whole grains, nuts, seeds, lean proteins and healthy fats, seemed to have a protective effect.

Since then, the Mediterranean diet has become the bedrock of heart-healthy eating, with well-studied health benefits including lower blood pressure and cholesterol, and a reduced risk of Type 2 diabetes.

“It’s one of a small number of diets that has research to back it up,” said Dr. Sean Heffron, a preventive cardiologist at NYU Langone Health. “It isn’t a diet that was cooked up in the mind of some person to generate money. It’s something that was developed over time, by millions of people, because it actually tastes good. And it just happens to be healthy.”

Here are some of the most searched questions about the Mediterranean diet, answered by experts.

What exactly is the Mediterranean diet?

The Mediterranean diet isn’t as much a strict meal plan as it is a lifestyle, said Julia Zumpano, a registered dietitian who specializes in preventive cardiology at the Cleveland Clinic in Ohio. People who follow the Mediterranean diet tend to “eat foods their grandparents would recognize,” Dr. Heffron added: whole, unprocessed foods with few or no additives.

The diet prioritizes whole grains, fruits, vegetables, legumes, nuts, herbs, spices and olive oil. Fish rich in omega-3 fatty acids, like salmon, sardines and tuna, are the preferred animal protein source. Other lean animal proteins, like chicken or turkey, are eaten to a lesser extent. And foods high in saturated fats, like red meat and butter, are eaten rarely. Eggs and dairy products like yogurt and cheese can also be part of the Mediterranean diet, but in moderation.

Moderate alcohol consumption, like a glass of wine at dinner, is also allowed. Though there has been recent debate over whether alcohol still deserves a place in the Mediterranean diet, given research suggesting that even small amounts of alcohol can have consequences for health.

Breakfast might be smashed avocado on whole-grain toast with a side of fresh fruit and a low-fat Greek yogurt, Dr. Heffron said. For lunch or dinner, a vegetable and grain dish cooked with olive oil and seasoned with herbs — roasted root vegetables, leafy greens, a side of hummus and small portions of pasta or whole grain bread, with a lean protein like grilled fish.

“It’s very easy to follow, very sustainable, very realistic,” Ms. Zumpano said.

What are the health benefits of the Mediterranean diet?

A number of rigorous studies have found that the Mediterranean diet contributes to better health, and in particular better heart health, in a variety of ways. In one study, published in 2018, researchers assessed nearly 26,000 women and found that those who followed the Mediterranean diet most closely for up to 12 years had about a 25 percent reduced risk of developing cardiovascular disease. This was mainly because of changes in blood sugar, inflammation and body mass index, the researchers reported. Other studies, in men and women, have reached similar conclusions.

Research has also found that the diet can protect against oxidative stress, which can cause DNA damage that contributes to chronic conditions like neurological disease and cancer. And some studies suggest it can help reduce the risk of developing Type 2 diabetes; as well as cognitive decline.

The diet may also have profound health benefits during pregnancy, said Dr. Anum Sohail Minhas, an assistant professor of medicine at Johns Hopkins Medicine. In a 2022 study of nearly 7,800 women, researchers found that those who followed the Mediterranean diet most closely around the time they conceived and during early pregnancy had about a 21 percent reduced risk of any pregnancy complications, such as pre-eclampsia, gestational diabetes or preterm birth.

“There definitely seems to be a protective effect,” Dr. Minhas said.

And the authors of a 2023 review concluded that women who adopt the Mediterranean diet may have improved outcomes with in vitro fertilization, or I.V.F.

On its own, though, the Mediterranean diet isn’t a panacea, Dr. Heffron said — it won’t eliminate your chances of developing cardiovascular disease, and it won’t cure a disease, either. It’s important that people also pay attention to other tenets of good heart health, like getting regular exercise and adequate sleep and not smoking.

Will the Mediterranean diet help with weight loss?

The diet can be conducive to weight loss, Ms. Zumpano said, but you’ll still need to pay attention to calories.

“Nutrient-rich foods aren’t necessarily low in calories,” said Dr. Heffron, who noted that the diet includes foods like olive oil and nuts, which are heart-healthy yet high in calories and can lead to weight gain if consumed in large portions. But if you’re changing your diet from one that is rich in calories, saturated fats and added sugars, for instance, with one that prioritizes vegetables, fruits and leaner proteins, that can result in some weight loss, he said.

The Mediterranean diet is not meant to be a hack for rapid weight loss, though. Rather, it should inspire a long-term shift in eating behavior. In one study of more than 30,000 people living in Italy, for instance, researchers found that those who followed the Mediterranean diet most closely for about 12 years were less likely to become overweight or obese than those who followed the diet less closely.

A smaller study, published in 2020, enrolled 565 adults who had intentionally lost 10 percent or more of their body weight in the year prior. It found that those who reported adhering to the Mediterranean diet closely were twice as likely to maintain their weight loss as those who did not closely follow the diet.

How long do you need to follow the Mediterranean diet to gain benefits?
If you’re just starting to follow the Mediterranean diet, limited evidence suggests that you may notice some cognitive improvements — including in attention, alertness and contentment, according to one review of studies published in 2021 — within the first 10 days or so. But for there to be sustained, long-term payoffs in terms of heart health, people need to stick with it, Ms. Zumpano said, ideally for their whole lives.

That said, she added, the diet allows for some flexibility; the occasional cake or steak won’t undo its overall benefits.

Mediterranean Diet Recipes

The Mediterranean diet prioritizes whole grains, fruits, vegetables, legumes, and fish rich in omega-3 fatty acids. Here are some of our best Mediterranean diet recipes including grilled salmon, red lentil soup, hummus and Greek salad.

The diet usually provides a balanced blend of nutrients and adequate protein, so typically there are no significant risks associated with following it, Dr. Heffron said.

But because the diet recommends minimizing or avoiding red meat, you may want to make sure that you are getting enough iron. Good sources of iron include nuts, tofu, legumes and dark leafy green vegetables like spinach and broccoli. Foods rich in vitamin C, like citrus, bell peppers, strawberries and tomatoes, can also help your body absorb iron.

And because the diet minimizes dairy, you may want to speak with your doctor about whether you need to take a calcium supplement.

However for the average person, the benefits of the Mediterranean diet likely far outweigh any potential negatives, Dr. Minhas said. “These are things we can all try to incorporate into our lives.”

Dani Blum is a health reporter for The Times. More about Dani Blum

A version of this article appears in print on Jan. 17, 2023, Section D, Page 6 of the New York edition with the headline: Healthy Hearts Often Have Something in Common. Order Reprints | Today’s Paper | Subscribe

Are there any downsides to trying the Mediterranean diet?

¿Puede el ejercicio ayudar a prevenir el cáncer de próstata? Un nuevo estudio se suma a la creciente evidencia de que el ejercicio es una parte importante de la prevención de uno de los cánceres más mortales en Estados Unidos.

Un nuevo estudio se suma a la creciente evidencia de que el ejercicio es una parte importante de la prevención de uno de los cánceres más mortales en Estados Unidos.

En los últimos años, una de las preguntas más provocativas en la investigación del cáncer ha sido si un hábito de ejercicio regular puede prevenir la aparición de ciertos tipos de cáncer.

La respuesta, como ocurre con cualquier pregunta relacionada con el cáncer, es complicada. Pero un estudio reciente publicado en The British Journal of Sports Medicine ofreció una idea de cómo la actividad física regular afecta el riesgo de cáncer de próstata, el segundo cáncer más común y mortal en los Estados Unidos para los hombres.

En uno de los mayores esfuerzos de este tipo hasta la fecha, los investigadores recopilaron datos entre 1982 y 2019 de 57.652 hombres suecos que habían participado en al menos dos pruebas de aptitud física para ver si aquellos que eran más activos tenían menos probabilidades de desarrollar cáncer. Alrededor del 1 por ciento fue diagnosticado posteriormente con cáncer de próstata. El equipo descubrió que aquellos que habían mejorado su condición física a lo largo de los años tenían un 35 por ciento menos de probabilidades de haber sido diagnosticados con la enfermedad.

El hallazgo está en línea con gran parte de las últimas investigaciones sobre la relación entre el fitness y el diagnóstico de cáncer. Según un estudio de 2021 , por ejemplo, si todos los adultos de Estados Unidos cumplieran las pautas de actividad física, los diagnósticos de cáncer podrían reducirse en un 3 por ciento, o 46.000 casos, cada año.

Pero si bien se han realizado extensas investigaciones sobre la relación entre el ejercicio y afecciones como el cáncer de mama, ha habido menos investigaciones específicamente sobre el cáncer de próstata. La probabilidad de padecer cáncer de próstata aumenta para todos los hombres después de los 50 años; El riesgo parece ser hereditario. Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, aproximadamente uno de cada ocho hombres será diagnosticado con cáncer de próstata durante su vida.

Algunos estudios previos que analizan la conexión entre la actividad física y el cáncer de próstata han sido contradictorios, según la Dra. Kate Bolam, coautora del estudio. Mientras que algunos mostraron un mayor riesgo de cáncer de próstata entre quienes eran físicamente activos, otros encontraron un riesgo menor.

Pero muchos de esos estudios tenían muestras pequeñas o estaban sesgados hacia personas más sanas, dijo el Dr. Bolam, investigador de la Escuela Sueca de Ciencias del Deporte y la Salud.

"Los hombres que generalmente son más conscientes de su salud", dijo, "también son buenos para ir al médico cuando los llaman para sus pruebas de detección de cáncer de próstata".

Más pruebas significan más diagnósticos, incluso en hombres cuyos cánceres nunca progresarán. A veces, las células cancerosas pueden existir en la próstata durante toda la vida y no ser peligrosas, por lo que muchos hombres que no se hacen pruebas y no experimentan síntomas tal vez nunca sepan que tienen cáncer de próstata.

El equipo sueco pudo crear una imagen más matizada utilizando una base de datos nacional con cientos de miles de resultados de laboratorio, incluidas pruebas de aptitud física que miden qué tan bien el corazón y los pulmones suministran oxígeno a los músculos.

A diferencia de los estudios que dependen de que los pacientes informen sobre sus hábitos de ejercicio, esto proporcionó a los expertos mediciones objetivas. Los resultados mostraron claramente un vínculo entre la actividad física y un riesgo reducido de cáncer de próstata. También demostró que mayores mejoras en la condición física se asociaban con una mayor reducción del riesgo.

Esto se suma a una comprensión cada vez mayor de la importancia del ejercicio para la prevención del cáncer en general. En 2019, una revisión del Colegio Americano de Medicina Deportiva encontró que la actividad física regular reducía significativamente el riesgo de cáncer de vejiga, mama, colon, endometrio, adenocarcinoma de esófago, riñón y estómago. El mismo análisis también encontró que tener un hábito de ejercicio regular estaba relacionado con mejores resultados del tratamiento y extendía la esperanza de vida de quienes ya vivían con cáncer.

Si bien no está claro exactamente cómo sucede esto, los expertos dijeron que una explicación puede ser que el ejercicio ayuda a combatir el cáncer al mejorar la forma en que el sistema inmunológico ataca y erradica las células cancerosas.

"Sabemos que incluso una sola sesión de ejercicio ayuda a nuestro cuerpo a liberar células inmunes en nuestra circulación", dijo Neil M. Iyengar, oncólogo médico y científico médico del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering en la ciudad de Nueva York, que no participó en el estudio. "También ayuda a mejorar la población de células inmunitarias en nuestros tejidos que combaten las células cancerosas".

Y añadió: “En alguien que hace ejercicio, se ven más células inmunitarias que son realmente capaces de matar las células cancerosas. Mientras que para alguien más sedentario, especialmente alguien obeso, ve lo contrario”.

Los investigadores aún no saben exactamente la dosis correcta y el tipo de ejercicio que podría ser más efectivo, pero tanto la Sociedad Estadounidense del Cáncer como la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica recomiendan 150 minutos por semana, o 20 minutos por día, de ejercicio aeróbico. Podrían ser caminatas ligeras, trotar o ejercicios con pesas.

Tanto el Dr. Iyengar como el Dr. Bolam recomendaron comenzar de manera simple: encuentre una actividad que disfrute y póngase en movimiento. Podría ser jugar con hijos o nietos, salir a caminar o unirse a una liga de deportes recreativos. Dijeron que la constancia es clave, por lo que es importante encontrar una actividad que no parezca una tarea ardua.

"Todos tienen la oportunidad de hacer algo que sea realmente rentable aquí para disminuir el riesgo de cáncer de próstata", dijo el Dr. Bolam. "Y eso es algo que está totalmente bajo nuestro control".

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lunes, 19 de febrero de 2024

FÍSICA. Alba Moreno, divulgadora: “Nadie debería tener que cambiar su forma de ser, vestir o expresarse para dedicarse a lo que quiere”.

La joven sevillana es la nueva estrella de la divulgación científica en las redes sociales, donde explica conceptos de física a su millón de seguidores.
Alba Moreno
Alba Moreno, divulgadora de ciencia y física en redes sociales, en la biblioteca municipal de la localidad de Alcalá de Guadaíra, Sevilla. PACO PUENTES
Alba Moreno tiene 22 años, es de Alcalá de Guadaíra, municipio a escasos diez minutos de Sevilla, y se ha convertido en un fenómeno de las redes sociales: ha conquistado el corazón y la mente de cientos de miles de jóvenes españoles hablando sobre ciencia. Estudia el tercer curso de la carrera de Física por la UNED, pero su pasión por la disciplina nace de un amor ineludible, por encima de un interés académico. “Desde que tengo conciencia me han gustado el universo y las estrellas. De pequeña señalaba todo el rato al cielo y le decía a mi madre: ‘Eso es para mí. No sé qué es, pero a mí me gusta”, cuenta. Se refería a la astrofísica, pero ni ella ni su madre lo sabían todavía.

Moreno explica conceptos de termodinámica, óptica y física cuántica con un lenguaje más accesible que el de los libros de texto, en vídeos cortos que publica en redes sociales. Su naturalidad, las horas de trabajo que dedica a cada publicación, el mimo que pone a la edición de los vídeos y una estética que destruye cualquier prejuicio que le quede pendiente por resolver a la generación Z, la han convertido en una de las más destacadas divulgadoras de ciencia del país y estrella del momento en internet.

Las publicaciones de Moreno rebosan naturalidad y frescura, igual que su personalidad, aunque ella asegure que es más bien tirando a tímida y que lo de hablar sobre física en las redes sociales surgió de una necesidad. “La física es mi pasión. Siempre he sido la típica pesada que ha querido hablar mucho sobre física, y ya llegó un punto en que me daban pena mis amigos. Reconozco que es un tema pesado. Cuando entré en la carrera, pensé que todo el mundo iba a ser igual que yo, flipados que hablaríamos sobre noticias o libros. Pero no me encontré eso. Así que me creé la cuenta para ver si ubicaba a gente como yo con la que hablar”, recuerda.

De momento ha encontrado, sin esperarlo, un millón de seguidores en Instagram y medio millón en TikTok que siguen de cerca sus publicaciones. En los comentarios, jóvenes y adolescentes las comentan y discuten como lo harían con las de una influencer, con la particularidad de que Moreno apenas tiene haters: la gente escucha sus vídeos completos, pide más, analiza los conceptos, la alaban, le llaman “reina” y aseguran hacer trabajos para el colegio sobre ella.

Sobre las claves de su éxito y por qué cree que la audiencia conecta con ella de esa manera tan visceral, Moreno tiene tres respuestas. La primera, que su contenido es atractivo para todos los públicos porque surge de la vida cotidiana. Por ejemplo, de un plato de macarrones se le ocurre una explicación para las turbulencias de un avión. La segunda respuesta, el uso de un lenguaje accesible: “Yo no voy a cambiar mi forma de expresarme. Si tengo que explicarte un tema de física y quiero que te llegue, que lo entiendas, lo tengo que hacer como nos sentimos cómodos. Mi información es igual de válida, aunque emplee expresiones comunes y no solo tecnicismos”. Por último, reconoce que le ha ayudado a enganchar al público su estética urbana, alejada del imaginario típico de un científico en el laboratorio.

Moreno luce una especie de estilo raxet, ahora de moda, normalmente asociado con las chicas de barrio: pelo casi kilométrico, coletas estiradas, uñas largas, tatuajes, pantalones de tiro bajo y tops ajustados. “Me encantan las uñas, el maquillaje, buscar inspiraciones distintas. Me flipa”, aclara antes de asegurar que, de no estudiar física, habría cursado algo relacionado con la estética. “A la gente le llama la atención. Yo también he tenido prejuicios a lo largo de mi vida sobre que una persona con mi estética pueda estar estudiando física y pueda ser igual de válida que el típico señor que estudia física, con batita y gafas”.

Detrás de cada uno de sus vídeos hay horas de trabajo. “Al preparar un tema me estudio todo. Para poder explicarlo tienes que sabértelo perfecto. Si no, es imposible resumirlo”, argumenta. Moreno tira de papers científicos, información en libros que lee por gusto y contenidos que estudia en clase. “Pero el tiempo que dedico a cada publicación cambia. Siempre que hago un vídeo de agujeros negros es rápido. Grabo directamente, porque llevo desde chica leyendo sobre ellos. Ahora, si hago un vídeo de algo que no he tocado mucho, como, por ejemplo, el electromagnetismo, puedo estar investigando un día entero. Al día siguiente escribo el guion y luego lo grabo. Repito muchas tomas. Y ya después lo edito, que me lleva una horita y media o así”, cuenta. Lo más complicado del proceso, asegura, es condensar toda la información. “Hay cosas que simplemente no se pueden resumir en un minuto”.

Moreno es igual de metódica en sus estudios, hasta el punto de haber repetido una asignatura que ya ha estudiado y aprobado, pero que no ha entendido. “Es que yo también soy muy picky [exigente] con eso. Necesito comprender las cosas para poder seguir, ¿sabes? Aunque apruebe una asignatura, si siento que no la he entendido, la hago otra vez. Me quito todo el derecho a las becas, por ejemplo. Y siempre tengo que estar currando para pagarme la universidad y es una paliza, pero no puedo estudiar un tema que no entiendo y después pasar al siguiente como si nada”, afirma.

Estudió el segundo curso de física en la Universidad de Córdoba, pero el transporte de ida y vuelta diario se le hacía muy pesado, y ahora termina la carrera a distancia, en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Además, le agobian las ciudades grandes y prefiere quedarse en Alcalá de Guadaíra. “Yo en verdad soy superpueblerina”, apunta. Además, prefiere la gestión del tiempo que le ofrece la universidad a distancia. Se levanta, estudia algunas horas, da clases particulares —“no les puedo dejar, son mis niños”— y dedica otro rato a preparar los vídeos. Hasta las ocho de la tarde. A las ocho ya es momento de la calle y los amigos: “No me gusta mucho la vida universitaria, tener que ir a las clases todos los días, que haya tanta gente. Prefiero estudiar en mi casa, tener mi ritmo”.

A Moreno le cambió la vida el lanzamiento el pasado octubre del cohete Miura I, fabricado por la empresa española PLD Space. Cogió el coche y fue a Huelva para poder verlo desde la playa a altas horas de la madrugada. “Lo vi en directo y eso fue una locura. O sea, yo desde ese momento soy otra persona”. Su entusiasmo por la física traspasa la pantalla a través de la que concede esta entrevista a EL PAÍS. Lleva la cara de Stephen Hawking tatuada, aunque tiene muchos más referentes. “Mis favoritas son Jocelyn Bell, Vera Rubin. Esas son mis ídolas. Rosalind Franklin también”, añade.

Hay de todo, mayores y jóvenes, pero quien más interactúa con su contenido son niñas apasionadas por la ciencia como lo fue ella, que se acercan a Moreno para pedirle consejo sobre su carrera universitaria y laboral, dominada por una fuerte presencia masculina. “Me hablan un montón y me hace mucha ilusión. Es mucha responsabilidad, pero las entiendo porque yo cuando entré también tenía miedo. A mí siempre me han faltado referentes femeninos en los libros, en el cole, en la universidad y en todos lados. Por eso las animo, intento que vean que no hay ningún impedimento”.

No todo su viaje en redes sociales ha sido de buen gusto. Cuando empezó a divulgar, la mayoría de personas solo hablaban sobre su físico. “Antes de abrirme la cuenta era muy inocente, pensaba que el tema de los prejuicios no estaba tan al día, que había pasado de moda. Me sentí superdefraudada, porque me curraba temas que a la gente era lo último que le importaba”, lamenta. También han juzgado su acento. “Sinceramente, al principio me afectaba un montón. Ahora ya me da igual. No voy a neutralizar mi acento para que tú creas que lo que yo te cuento es más verdad. Tampoco creo que yo tenga que hacer el doble de esfuerzo que otra persona que actúa según lo establecido para demostrar que soy válida. Nadie debería tener que cambiar su forma de ser, vestir o expresarse para dedicarse a lo que quiere, mientras no le esté faltando al respeto a nadie”.

Seguirá con los vídeos y quiere terminar la carrera en un par de años para poder dedicarse profesionalmente a la investigación, aunque la falta de financiación en España le desanima. Mantiene la ilusión, eso sí, de trabajar en PLD Space y participar en el lanzamiento de un futurible Miura X. “Eso sería increíble, imagínate. Mi sueño desde niña”.

_- ¿Por qué España no sale del agujero de la pobreza infantil? Las políticas son la mitad de eficaces que en Europa

_- El Gobierno ha pasado de negar la realidad, como pasaba hace una década, a admitir que algo falla en la respuesta institucional a que un 27,8% de la infancia y la adolescencia esté en riesgo de pobreza, el peor dato de todo el continente.

Cuando en el Congreso de los Diputados se hablaba hace una década de pobreza infantil, la respuesta de una parte mayoritaria del hemiciclo –la correspondiente al PP, entonces en La Moncloa– era de burla. La bancada popular reaccionó con un sonoro “oooh” a un discurso de Pedro Sánchez, líder de la oposición, sobre el asunto en otoño de 2014. La pobreza de niños, niñas y adolescentes no existía a base de negarla.

El posicionamiento del Gobierno es otro, diez años después: hubo un alto comisionado encargado exclusivamente de las políticas contra la pobreza infantil y el Ejecutivo de coalición admite que las cifras, “extraordinariamente altas, apenas varían con los años”. Así se refirió a esta realidad la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, en una comparecencia reciente en el Congreso.

Y no solo ha cambiado el discurso, también lo han hecho las políticas públicas dirigidas a los más vulnerables. El salario mínimo ha subido hasta los 1.134 euros y existe un ingreso mínimo vital con un complemento para los niños, además de deducciones por maternidad (ahora hasta los tres años). La última Encuesta de Condiciones de Vida del INE, con datos de 2021, registró el número más bajo de hogares en riesgo de pobreza desde 2013 (un 20,4% frente al 21,7% previo).

Sin embargo, la tasa de pobreza infantil no sigue la misma senda. España no consigue despegar del vagón de cola de Europa. De hecho, en 2022 se situó como el país con mayor pobreza infantil monetaria del continente aunque los datos son de 2021: un 27,8% de los chicos y chicas menores de 18 años viven bajo el umbral de la pobreza.

Gráfico: España es el país de la UE con más pobreza infantil

¿Cómo se explica esto?

Fundamentalmente por dos razones: la inversión es insuficiente y, la que existe, no está bien enfocada, dicen economistas y expertos en infancia. España logró reducir diez puntos, del 37% al 27,8%, la tasa de pobreza infantil con sus políticas públicas. Se llaman oficialmente transferencias sociales y abarcan las prestaciones familiares, de desempleo, a la vivienda… y también las pensiones. Eurostat proyecta qué situación de pobreza tendrían los países antes de estas transferencias.

Esto convive con el hecho de ser el Estado de la Unión Europea donde el dato de antes y de después es más parecido. Es decir, el país donde las políticas dirigidas a intervenir en esta realidad son menos eficaces. La reducción en España se sitúa en el 26%, frente al 44% de media en la Unión Europea. O sea, es casi la mitad. Entre los Estados con menor tasa de población infantil en riesgo de pobreza están Polonia –con una política ultraconservadora favorable a la natalidad–, que consigue saltar del 40% al 14% con sus ayudas, y Finlandia, a la cabeza de la lista, con una caída del 29% al 10%.

“Hemos alcanzado el dudoso honor de ser el país con la mayor tasa de pobreza monetaria de la Unión Europea justo en un momento en el que, es justo reconocerlo, se han puesto en marcha políticas sociales que han mejorado la renta de los hogares. Sin ellas, el impacto habría sido mucho más fuerte, pero con ellas, si miramos la última Encuesta de Condiciones de Vida, vemos que la pobreza infantil se reduce muy tímidamente”, sostiene Gabriel González-Bueno, especialista en políticas de infancia de UNICEF España.

Gráfico: Las políticas de reducción de la pobreza infantil en España son las menos eficaces de Europa

La anomalía de la prestación universal

El agujero que no permite sacar la cabeza de una situación muy mala es la falta de una prestación universal por hijo a cargo, coinciden las fuentes consultadas. “No solo interviene sobre la pobreza, sino que protege a las familias de caer en ella”, defienden desde Unicef.

España es una isla en el entorno: 20 de los 27 países de la Unión Europea tienen una prestación de este tipo que va de los cerca de 300 euros mensuales de Países Bajos a los 40 de Eslovaquia o Letonia, enumera Olga Cantó, catedrática de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad de Alcalá y autora de un informe, encargado por el Alto Comisionado en la Lucha contra la Pobreza Infantil, que puso por primera vez en cifras cuánto nos cuesta a todos la pobreza infantil. La cifra asciende a 63.000 millones de euros al año (cotizan menos porque tienen salarios más bajos y a la vez gastan más en prestaciones sociales o en atención sanitaria).

El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, avanzó en una entrevista con elDiario.es recién llegado al Gobierno que aspiraba a “acabar con la anomalía de que España sea uno de los países europeos sin prestación universal por crianza”. E insistió en ello en su primera comparecencia en la comisión del Congreso hace dos semanas. En la misma idea profundizó la ministra Sira Rego –ambos son de Sumar– también en la Cámara Baja unos días atrás. “La pobreza infantil es consecuencia directa de la pobreza de familias con menores a cargo y no se reducirá sin un apoyo al sostenimiento a esos hogares”.

Las organizaciones que trabajan en derechos de la infancia llevan una década empujando para convencer de que una ayuda para todas las familias que tengan descendencia, sin importar el nivel de renta, es la manera más eficaz de llegar a los entornos más pobres. Aunque parezca paradójico, el planteamiento tiene sentido si miramos las cifras. Por ejemplo, el complemento de infancia del ingreso mínimo vital –de 57,50 a 115 euros por menor, en función de la edad– tiene un “alcance limitado”. Así lo evalúa el segundo informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) sobre el despliegue de la prestación. Benefició a 274.000 hogares frente al millón y medio de familias que podrían percibirlo (un 18,3%).

La dificultad para acceder al ingreso mínimo vital –no solo a este complemento reciente– es un problema recurrente desde su implantación en 2021. El informe de la Airef, de julio de 2023, cifra el alcance de la ayuda solo en el 35% de los potenciales beneficiarios. La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, reconoció la semana pasada que hace falta implementar mejoras que “faciliten su solicitud y tramitación” y poner en marcha “campañas específicas de divulgación”. Incluso buscar activamente a quienes pueden beneficiarse de la prestación, que ha ido sufriendo modificaciones a lo largo de su implantación.

“Mientras no tengamos datos para seleccionar familias, tenemos muchos problemas para llegar a clase baja con las prestaciones como el ingreso mínimo vital o el complemento de infancia”, confirma Cantó, que asegura que esto mismo pasa “en más países”. “Por eso las ayudas focalizadas, dirigidas a los más vulnerables, no son suficientes. A partidos como el PSOE les cuesta dar ayudas universales porque piensan que deben estar más centradas, pero tenemos claro que tenerlas ayuda al 10% más pobre y a los siguientes por abajo con más seguridad, y es ahí donde se concentran muchos menores, que están sobre todo en el 50% con menos ingresos”, continúa la economista, que coordina el grupo de investigación Bienestar, Desigualdad, Pobreza y Políticas Públicas de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH).

La OCDE instó en un informe a España a estudiar una prestación económica universal por hijo a cargo. Ya entonces, la exministra de Derechos Sociales Ione Belarra había puesto sobre la mesa la propuesta de la medida. Finalmente se quedó fuera de la Ley de Familias, una norma que inició su trámite pero tuvo que interrumpirse por la convocatoria electoral anticipada de julio de 2023. Pese a la voluntad expresada ahora por los dos ministros de Sumar, no hay ninguna mención a la ayuda en el pacto de Gobierno entre el PSOE y el espacio que lidera Yolanda Díaz.

Irlanda es un ejemplo de éxito en políticas familiares para reducir la pobreza infantil, dicen los expertos. “Tiene una capacidad alta de bajarla con una prestación de 140 euros mensuales. Es curioso que las barreras que parecen injustas para hacer universal la prestación no lo son para otros colectivos, como las pensiones no contributivas. A veces hay un doble discurso y casi siempre perjudica a la infancia”, señala Gabriel González-Bueno. También Polonia. En este caso las políticas familiares no se pueden separar de las políticas pronatalidad.

Más eficacia de la que pintan los datos

Cantó matiza que para el caso de España, no obstante, el efecto de las políticas públicas dirigidas a las familias más vulnerables ha sido probablemente mayor que el que pintan los datos. ¿Por qué? Porque la gente más pobre, incluso con la ayuda, no supera los umbrales. “Esta medición no tiene en cuenta a la población cuyos ingresos suben pero no salen. Sin pasar el umbral también se puede mejorar porque se suben las rentas. Por eso decimos que es importante medir no solo la reducción de incidencia del fenómeno sino la intensidad. Esto en el día a día significa que no tienen eficacia para saltar el umbral pero sí para comer”.

Un ejemplo: en 2019 se subió la cuantía de una prestación por hijo disponible para hogares con ingresos de menos de 12.400 euros anuales de 24,2 euros a 49 mensuales. La reforma no disminuyó el porcentaje de menores por debajo del umbral de la pobreza, pero sí hizo caer tímidamente la intensidad: de un 38,1% a un 36,9%, según el informe Efectos redistributivos de las políticas familiares, publicado por el Observatorio Social de La Caixa en abril de 2020.

El riesgo de pobreza infantil no es un dato absoluto, sino relativo que mide la proporción de personas que tienen bajos ingresos en relación con el total de la población. Se trata, por ser más exactas, de la tasa de familias con hijos cuya renta es menor del 60% de la renta mediana del país. Ahí se fija el umbral.

Por la naturaleza del indicador, conviene mirar también otros datos “más tangibles”, recomienda Carmela del Moral, responsable de políticas de infancia de Save the Children, como la carencia material severa. “El dato de pobreza relativa es difícil de entender. La carencia material severa mide si un niño o niña puede tener su casa a una temperatura adecuada o comer lo que necesita, y eso lo entiende todo el mundo”. El 10,1% de los hogares con hijos menores sufren carencia material grave, según la última actualización del Instituto Nacional de Estadística correspondiente al año 2022. Es el dato más alto desde 2008, señaló recientemente la Plataforma de Infancia. Criar a un hijo fue de media casi 100 euros más caro en 2022 que en 2021, de acuerdo con un estudio de Save the Children.

A perfilar mejor la realidad, añade Cantó, ayuda otra variable que no se estudia tanto: la cronicidad de esa pobreza. Los estudios demuestran que la situación de pobreza infantil es cada vez más duradera para las familias. “Como no se atiende específicamente, se está cronificando. Las altas tasas vienen de los años noventa, cuando ya teníamos más de un 20% de pobreza infantil. Sin embargo, ahora sabemos que esa pobreza se alarga en el tiempo, con un porcentaje alto de niños y niñas que llevan tres o más años bajo el umbral”, afirma Cantó. “Las tasas son estructurales y, aunque se agudizan con las diversas crisis, existen sin ellas. Por eso hay que hacer frente a esta realidad no solo con medidas positivas y coyunturales, como la prohibición de los desahucios, por ejemplo”, confirma Del Moral.

En el horizonte español está la Garantía Infantil Europea. España envió en 2022 a Europa su plan para sacar de la pobreza al 28% de los niños y niñas que viven esta realidad. Esta hoja de ruta incluía medidas hasta 2030 como “ayuda a la crianza” para todos los menores en riesgo de pobreza. También el acceso de la infancia al dentista de manera pública y el acogimiento en familias de todos los niños tutelados con menos de seis años, que ya no deberían estar en centros, entre otras medidas.

“Se aprobó a nivel estatal en junio de 2021, pero no ha habido evaluación ni conocemos bien su desarrollo. Además, en los planes autonómicos –tienen muchas de las competencias–ahora mismo hay una gran parálisis, no sabemos cuáles se han aprobado y cuáles no. La situación es diferente en cada lugar. Por poner un ejemplo, los umbrales para acceder a la beca comedor no son los mismos en todas partes”, concluye Del Moral.

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 Por Sofía Pérez Mendoza, Victòria Oliveres | 12/02/2024 | España Fuentes: El Diario

Qué son los hongos medicinales y qué beneficios tienen realmente para la salud

hongo reishi

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Se dice que el hongo reishi (Ganoderma lucidum) tiene "una variedad de beneficios" para la salud. 

Tienen nombres como melena de león, cola de pavo, chaga, reishi y seta de cardo. Y se han vuelto cada vez más populares como suplementos y polvos que dicen curar todo tipo de malestares.

Son los llamados hongos medicinales, o funcionales. Son extractos de hongos que han sido utilizados desde hace miles de años en la medicina tradicional china y ahora aparecen frecuentemente en occidente como una tendencia de moda para la salud y el bienestar.

Se les promociona como curas potenciales para muchas cosas, desde aliviar la ansiedad y la depresión, mejorar la inmunidad y las funciones cognitivas, hasta reducir el colesterol y la hipertensión y ayudar en la recuperación del cáncer.

Lo cierto es que los hongos funcionales son una industria multimillonaria. Según la empresa de investigación de mercados Allied, en 2020 el mercado global del producto estaba valuado en casi US$8.000 millones y se proyecta que para 2030 su valor alcanzará los US$19.300 millones.

En las tiendas naturistas de muchos países occidentales se pueden encontrar hasta 17 productos diferentes de suplementos o polvos de hongos medicinales y, según, los expertos, no se espera que este auge termine pronto.

Pero ¿cuán ciertas son las declaraciones de las propiedades curativas de los hongos medicinales? ¿realmente son afirmaciones respaldadas por la ciencia?

polvos de hongos.

polvos de hongos

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Los hongos medicinales son extractos que se venden como suplementos o polvos.


“Estos hongos son el producto de moda actualmente”, le dice a la BBC la doctora Emily Leeming, investigadora de nutrición del King’s College de Londres y nutricionista registrada.

“Se les promociona como fármacos para tener un súper cerebro, para ayudarte potencialmente a acabar con la ansiedad, mejorar tu depresión, entre otros beneficios para la mente que se afirman en las etiquetas de estos productos”.

“Creo es que estas afirmaciones, en este momento, son bastante exageradas, no tenemos ninguna evidencia de esos beneficios en humanos o la evidencia que hay es muy limitada”, señala la experta.

Desde hace muchos años se han estado llevando a cabo estudios sobre los hongos y sus efectos, pero la mayoría de las investigaciones se han realizado en cultivos celulares o ratones y los resultados, dicen los expertos, no siempre se trasladan a los seres humanos.

“En China se han realizado muchos estudios que apoyan los efectos que tienen estos hongos, pero se han estudiado sus efectos en células que crecen en cultivos, o en experimentos con ratones que han sido alimentados con cantidades enormes de hongos”, le dice a la BBC el profesor Nicholas Money, experto en biología micológica de la Universidad de Miami en Ohio.

“Pero hay una enorme brecha filosófica y científica entre ese tipo de experimentos y en llevarlos a los niveles de la medicina occidental para ver si realmente funcionan”.

“Actualmente esa evidencia de que estos productos tienen algún efecto comprobado en la salud y el bienestar humanos no existe”, señala el profesor Money.

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Se dice que el hongo shitake (Lentinula edodes) "ayuda a las funciones de tu sistema inmunológico para enfrentar mejor las infecciones".

El profesor Money publicó en 2016 una revisión de los estudios sobre los efectos de los hongos medicinales. El objetivo de su revisión era responder a la regunta: ¿son estos hongos medicinales?

“Mi conclusión fue que no, basado en el tipo de evidencia que solemos buscar cuando estudiamos los medicamentos que se recetan”.

“Con las medicinas lo que esperamos es que funcionen y esa misma lógica no se aplica a los hongos medicinales”.

El problema, dice el experto, es que en la mayoría de los países los hongos medicinales se venden como alimentos y no están sujetos al mismo tipo de regulaciones a las que se somete a los medicamentos que son recetados.

“Por lo tanto dependemos totalmente de lo que digan las compañías que hacen el márketing de estos productos”, señala el experto.

Los “hongos de moda”

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Se afirma que el chaga (Inonotus obliquus) tiene propiedades "antibacterianas, antialérgicas, antiinflamatorias y antioxidantes".

Según cálculos recientes, se conocen unas 2.300 especies de hongos comestibles y medicinales en el mundo.

Pero como explica el profesor Money, los hongos que están siendo presentados como “estrellas terapéuticas” de moda, son menos de una docena. Entre ellos:

  • Reishi (Ganoderma lucidum), que es un hongo polípero que tiene una llamativa superficie roja pulida Shitake (Lentinula edodes), una seta color marrón con un aroma intenso
  • Cola de pavo (Coriolus versicolor) que tiene forma de abanico de franjas multicolores
  • Cordyceps (Ophiocordyceps unilateralis) un famoso hongo parásito que se introduce en insectos muertos y reemplaza al huésped 
  • Chaga (Inonotus obliquus), otro hongo parásito que aparece en abedules muertos de forma irregular y tiene la apariencia de carbón quemado 
  • Melena de león (Hericium erinaceus), que crece en grupos redondeados con filamentos como barbas largas de color blanco 
“Organismos hermosos”

hongo melena de león

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Del hongo melena de león (Hericium erinaceus) se dice que "puede proteger contra la demencia, reducir la ansiedad y depresión y ayudar a reparar el daño a los nervios".

“Siempre se ha visto a los hongos como productos que tienen poderes sobrenaturales y son realmente organismos hermosos", dice Nicholas Money.

“Pero realmente me sorprende mucho esta popularidad que tienen los hongos actualmente”.

No hay duda de que el reino de los hongos es fascinante. Son arquitectos del mundo natural y sostienen ecosistemas críticos.

En sus redes subterráneas pueden absorber y reciclar nutrientes de las plantas que los rodean y han ayudado a producir muchos productos básicos para la vida, incluidos medicamentos como los antibióticos penicilina y cefalosporinas, y la lovastatina, que reduce el colesterol.

Como alimento, los hongos tienen enormes propiedades nutricionales, son una fuente importante de proteína vegetal, vitaminas D y B, tienen varios aminoácidos esenciales, y son ricos en fibra y minerales.

¿Deberíamos entonces comer más hongos por sus propiedades nutricionales?

“Sé que no a todos les gustan los hongos pero realmente son muy buenos como alimentos nutritivos, son una fuente fabulosa de fibra, y tienen una enorme cantidad de betaglucanos, que son una especie de carbohidratos complejos”, explica la doctora Emily Leeming del King’s College de Londres.

Se ha dicho que los betaglucanos, que se encuentran en cereales como la avena, ayudan a reducir los niveles de colesterol malo en la sangre. También se ha dicho que estos compuestos tienen beneficios en el sistema inmunológico porque actúan favorablemente sobre el microbioma intestinal, que está vinculado al sistema inmunológico.

Pero todavía no se sabe qué impacto tienen los betaglucanos que contienen los hongos en nuestra salud intestinal.

“Sabemos es que los hongos contienen esos betaglucanos que son muy beneficiosos para el microbioma intestinal. Pero necesitamos muchas más investigaciones para entender como funcionan los hongos como alimentos específicos y su impacto en nuestras bacterias intestinales”, dice la doctora Leeming.

“Es probable que tengan muchos beneficios. Pero es más importante alimentarse con una variedad de alimentos diferentes y sanos en lugar de centrarse en productos específicos como hongos, que en este momento son los héroes de moda para la salud intestinal”.

¿El futuro es fúngico?

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El hongo chaga se vende en forma de extracto, suplemento, polvo o puede ingerirse como té.

A pesar del mercado multimillonario de suplementos de hongos, la ciencia farmacéutica de occidente realmente aún no ha empezado a explorar el potencial de los hongos como medicamentos.

Con los avances en genómica y las técnicas para extraer información genética de los organismos hay cada vez más esperanzas de que una mayor variedad de compuestos que producen los hongos puedan aislarse, purificarse y usarse en dosis específicas para tratar enfermedades humanas.

“Hay probablemente muchísimos compuestos dentro de los hongos que tienen efectos muy poderosos en nuestra fisiología”, señala el profesor Nicholas Money.

“Pero debido a que no hemos llevado a cabo ninguna ciencia seria para estudiar las propiedades farmacológicas de los hongos y sus compuestos realmente no estamos explorando toda esta gama de posibilidades y espero que esto prospere”.

“Creo que el futuro de los hongos medicinales es ilimitado pero todavía no llegamos hasta allí”.