El 1 de diciembre de 1955, en Montgomery, Alabama (EEUU), Rosa Parks se negó a obedecer a un conductor de autobuses y ceder su asiento a un pasajero blanco. El viernes 13 de noviembre de 2009, Aminetu Haidar se negó a rellenar su tarjeta de desembarque, tal y como le exigían las autoridades marroquíes de El Aaiún (donde reside), en el Sáhara Occidental controlado por Marruecos.
Hoy observamos con creciente angustia la difícil situación de Aminetu Haidar, madre de dos hijos pequeños, mientras continúa su huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote...
La esencia de este conflicto es la negativa de Marruecos a permitir al pueblo saharaui ejercer el derecho a un referéndum sobre autodeterminación tras ceder España su colonia en 1975. Ni las Naciones Unidas ni la comunidad internacional reconocen la soberanía marroquí de hecho sobre el Sáhara Occidental. Pero al mismo tiempo, permanecen en silencio mientras cientos de miles de saharauis se siguen consumiendo en los campos de refugiados del desierto desde hace ya 34 años...
... volveremos a ver cómo se anteponen los derechos minerales (grandes depósitos de fosfato) y los intereses económicos a los derechos humanos. Imaginar que la tarjeta de embarque de Haidar podría ser el equivalente a que Rosa Parks no cediese su asiento es, quizá, pecar de optimismo. Pero no perdemos la esperanza y enviamos nuestra solidaridad a esta extraordinaria mujer que, a pesar de haber estado "desaparecida" durante cuatro años y haber sido torturada por las autoridades marroquíes, aún tiene valor para seguir resistiendo. Sería una tragedia para la resistencia no violenta y para la posibilidad de una solución pacífica que se le dejase morir.
Hacemos un llamamiento al Gobierno español para que garantice el regreso inmediato de Aminatu, sana y salva, a su patria. (Ken Loach y Paul Laverty en Público) Ver el original aquí.