Estos días es noticia que 16 directivos de grandes empresas francesas y el adinerado filántropo estadounidense, Warren Buffet, están sugiriendo a sus Gobiernos que les suban los impuestos para superar esta difícil coyuntura económica.
Y es que es de cajón. Si un obrero pierde el empleo, o pierde paulatinamente poder adquisitivo y le fríen a impuestos, ¿Cómo va consumir para que los poderes económicos puedan seguir obteniendo beneficios? Si alguien tiene un burro de carga, y cada día le va recortando un poco el pienso, a la vez que le va aumentando la carga, ¿Cómo sobrevivirá el burro? ¿Adónde irán las ganancias del amo si el burro muere por inanición o revienta? Mal negocio para los dos, ¿verdad? Pues eso. O buscamos la equidad o esto se va al carajo.
Los ricos, que no son tontos, se han dado cuenta de que la locomotora económica está a punto de pararse, y, por ello, están dispuestos a poner combustible por su cuenta para que la máquina de ganar dinero no se pare. Así es de simple. Lo lamentable es que la iniciativa haya tenido que partir de los grandes capitales y no de los ineptos políticos que tenemos en Occidente, que cada vez representan peor a la ciudadanía.
PEDRO SERRANO - Valladolid - El País, 26/08/2011
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