viernes, 2 de septiembre de 2011

Por una reforma fiscal

Los millonarios franceses lo pidieron a mediados de la semana pasada; los ricos de Estados Unidos lo solicitaron en el Senado; el Gobierno de Italia, aunque ahora Berlusconi se haya retractado, también lo ha llegado a contemplar ante la situación de crisis.
Pero en nuestro país, nuestra clase política, igual que nuestros ricos oficiales, guardan silencio. Es más, el PP ya ha anunciado que no lo va a incluir en su programa electoral con vistas a las próximas elecciones (y por supuesto para no perder sus votos) y el PSOE dice, susurra, comenta que igual sí, pero a la hora de la verdad, se convierte en un igual no; ante la mirada atónita de la mayor parte de los españoles. Esos a los que les ahoga la crisis, esos que no tienen trabajo.
Cierto es que la solución de todos los males no es subir los impuestos a las clases más altas, pero sí es una ayuda. De la misma manera que la reforma de la Constitución, la eliminación de la obligatoriedad de hacer fijo a un trabajador que encadene contratos temporales en dos años o los 400 euros.
Son ayudas que debe regular un Gobierno, que si tiene capacidad para acometer la segunda reforma de la Constitución en toda su historia a solo unos meses de agotar la legislatura, seguro que también tiene capacidad para introducir un impuesto de manera especial y temporal a los que más ganan. Y no sé si lo oyen, pero la sociedad lo está pidiendo a gritos. VERÓNICA PALOMARES - Parla, Madrid - El País, 02/09/2011

No hay comentarios: